Es un día especial. Normalmente soy impaciente para todo, mi impaciencia es legendaria, sin embargo…para las cosas que SÉ que van a pasar tengo toda la paciencia del mundo. Me pasa con algunas cosas y con los Reyes, SÉ que van a llegar así que no tengo prisa, ni ahora, ni cuando era cani. Me parece fabuloso que sea al final de las navidades...es un fin de fiesta estupendo y soy capaz de esperarlo con paciencia.
He hecho un breve repaso de memorables días de Reyes.
Creo que el primer día de Reyes que recuerdo es con 5 ó 6 años. Por aquel entonces todavía pasábamos los Reyes en Madrid, entramos en el salón pobrehermano mayor y yo… (molihermana existía ya pero poco) y debajo de nuestros zapatos había una montaña de carbón. Lloramos como locos , para descubrir luego que detrás del sofá había dos estupendas bicis. La mía era roja y la de pobrehermano azul. Creo que fue la primera vez que fui consciente del humor negro que gastaba mi padre porque se reía a carcajadas de nuestro llanto y de nuestra posterior cara de emoción absoluta con las bicis.
Otro año, cuando yo debía tener 10 años o así...es decir, en el filo del conocimiento supremo sobre los Reyes Magos, sus majestades me trajeron una bola del mundo. O eso creía yo, porque cuando abrí la caja de cartón descubrí que estaba vacía, solo había plástico dentro. Recuerdo a mi padre, su cara de sorpresa total y la excusa que farfulló improvisando sobre la marcha: “ estooo...er…va a ser que en el ayuntamiento que es donde les dieron a los reyes este regalo para ti se han equivocado y por eso está la caja vacía. Mañana mismo voy allí y reclamo, ¡tú no te preocupes!" Lo mejor es que me pareció muy razonable y una explicación muy lógica...la culpa siempre es de los políticos.
Más o menos por esa edad o puede que fuera la misma noche, nos acostamos con nervios infinitos, porque aunque soy paciente para los Reyes...cuando veo que se acercan me pongo nerviosa... (también me pasa con otras cosas...pero eso es otro tema) Esa noche debí ponerme más nerviosa de lo normal porque vomité la pizza que había cenado….en la cabeza de molihermana. Decidí que no había tiempo para bajarme de la litera y llegar al baño y que no quería vomitarme la cama...asi que asomé mi linda cabecita por el cabecero y vomité encima de mi hermana...para acto seguido dormirme. El careto de molimadre cuando entró a vernos por la noche y se tuvo que poner a limpiar trozos de jamón de la cabeza de molihermana mientras decía: "no, todavía no han venido los reyes" era para verlo. (Molihermana no me ha perdonado nunca)
Con 12 ó 13 años, descubrí rebuscando en un armario unos mocasines granates y un disco de Mike Olfield. No quise creer lo que ya sabía hasta que vi como mi padre desenvolvía ambos regalos la mañana de Reyes.
Por aquella época empezamos a pasar los Reyes en Los Molinos e inauguramos un ritual nuevo que todavía mantenemos. Mi padre sacó de no sé dónde unos sacos enormes de arpillera y puso el nombre en cada uno. Encima de cada saco, ponemos nuestro zapato. Por la noche se pone agua para los camellos, mazapanes y licores variados ( de los que actualmente da buena cuenta el ingeniero) y se canta la siguiente canción poniendo voz de mucho miedo: Niñosss buenosss niños buenosss juguetes les traerán..niñoss malosss niñosss malos...carbón les traerán.
He hecho un breve repaso de memorables días de Reyes.
Creo que el primer día de Reyes que recuerdo es con 5 ó 6 años. Por aquel entonces todavía pasábamos los Reyes en Madrid, entramos en el salón pobrehermano mayor y yo… (molihermana existía ya pero poco) y debajo de nuestros zapatos había una montaña de carbón. Lloramos como locos , para descubrir luego que detrás del sofá había dos estupendas bicis. La mía era roja y la de pobrehermano azul. Creo que fue la primera vez que fui consciente del humor negro que gastaba mi padre porque se reía a carcajadas de nuestro llanto y de nuestra posterior cara de emoción absoluta con las bicis.
Otro año, cuando yo debía tener 10 años o así...es decir, en el filo del conocimiento supremo sobre los Reyes Magos, sus majestades me trajeron una bola del mundo. O eso creía yo, porque cuando abrí la caja de cartón descubrí que estaba vacía, solo había plástico dentro. Recuerdo a mi padre, su cara de sorpresa total y la excusa que farfulló improvisando sobre la marcha: “ estooo...er…va a ser que en el ayuntamiento que es donde les dieron a los reyes este regalo para ti se han equivocado y por eso está la caja vacía. Mañana mismo voy allí y reclamo, ¡tú no te preocupes!" Lo mejor es que me pareció muy razonable y una explicación muy lógica...la culpa siempre es de los políticos.
Más o menos por esa edad o puede que fuera la misma noche, nos acostamos con nervios infinitos, porque aunque soy paciente para los Reyes...cuando veo que se acercan me pongo nerviosa... (también me pasa con otras cosas...pero eso es otro tema) Esa noche debí ponerme más nerviosa de lo normal porque vomité la pizza que había cenado….en la cabeza de molihermana. Decidí que no había tiempo para bajarme de la litera y llegar al baño y que no quería vomitarme la cama...asi que asomé mi linda cabecita por el cabecero y vomité encima de mi hermana...para acto seguido dormirme. El careto de molimadre cuando entró a vernos por la noche y se tuvo que poner a limpiar trozos de jamón de la cabeza de molihermana mientras decía: "no, todavía no han venido los reyes" era para verlo. (Molihermana no me ha perdonado nunca)
Con 12 ó 13 años, descubrí rebuscando en un armario unos mocasines granates y un disco de Mike Olfield. No quise creer lo que ya sabía hasta que vi como mi padre desenvolvía ambos regalos la mañana de Reyes.
Por aquella época empezamos a pasar los Reyes en Los Molinos e inauguramos un ritual nuevo que todavía mantenemos. Mi padre sacó de no sé dónde unos sacos enormes de arpillera y puso el nombre en cada uno. Encima de cada saco, ponemos nuestro zapato. Por la noche se pone agua para los camellos, mazapanes y licores variados ( de los que actualmente da buena cuenta el ingeniero) y se canta la siguiente canción poniendo voz de mucho miedo: Niñosss buenosss niños buenosss juguetes les traerán..niñoss malosss niñosss malos...carbón les traerán.
Por la mañana, al levantarte tu saco está petado de cosas…y siempre se dicen las mismas cosas, “halaaaaa…pobrehermano el tuyo está llenísimo”…”…que poco tengo yo”. Después está el ritual para abrirlos. Hay establecido un turno de edad, cuando vivía mi padre, empezaba él…abría un regalo, luego mi madre, luego yo...y así sucesivamente íbamos por turno abriendo los regalos. Ahora lo hacemos exactamente igual con las nuevas incorporaciones: el ingeniero, laz princezaz, molicuñado y molisobri. Podemos tirarnos 3 horas hasta que terminamos…pero ¿quién tiene prisa la mañana de Reyes?
De esos Reyes en Los Molinos recuerdo unas navidades que nevó como si lo fueran a prohibir y mi padre dejó las compras para el último momento…y en el último momento cortaron las carreteras a Madrid. Fue muy triste ver en el saco de molimadre… ¡un salero! por todo regalo. Ignoro como fue compensada por tamañaza desilusión…debería preguntarle.
En otra fabulosa noche de Reyes en Los Molinos, salimos al Pilón, bar legendario de Los Molinos, copitas, música y actuación de un mago. Con mi habitual tendencia al bocachanclismo, mientras el mago hacia su actuación, exclame: “Anda venga, pírate que eso es de Magia Borrás” (lo sé, lo sé...para abofetearme). El tío se lo tomó con humor y urdió una bonita venganza…me sacó de ayudante del mago. Otro gran momento humillante de mi vida.
En los Reyes de 1998 me volví mayor de repente. Tuvimos que hacer de Reyes Magos por primera vez en nuestra vida y comprarle regalos a molimadre, antes siempre lo hacía mi padre.
Recuerdo un par de días de Reyes marcados por la tragedia. Son dos grandes hitos en mis broncas con molimadre. Comprendo que haya regalos que no te emocionen, que no te gusten o que pienses: ¿por qué me ha regalado esto? Y tengas que componer una cara de “ ahhh” y empezar a pensar como deshacerte de esa mierda. Lo que no comprendo es porque alguien como tu madre te regala cosas que sabe que NO quieres. Molimadre es especialista.
Un año, después de mi ruptura con exnovio y sumida en la creencia de que jamás tendría pareja...me regaló ¡¡una vajilla!!”Para tu ajuar” me dijo. Sin comentarios.
En el 2001, me regaló una especie de álbum gris, con papel imitando antiguo con un lazo plateado brillante y dos novios antiguos montando en una bici de esas con una rueda muy grande, con el sugerente título de “Diario de mi boda”….para ir apuntando los preparativos de la boda. Sin comentarios tampoco.
Huelga decir que en ambos casos monté un pollo del 15. A mí poner cara de poker no se me da bien...se me ve el farol a la legua.
Los Reyes del 2002 fueron los primeros que pasé con el ingeniero.
De esos Reyes en Los Molinos recuerdo unas navidades que nevó como si lo fueran a prohibir y mi padre dejó las compras para el último momento…y en el último momento cortaron las carreteras a Madrid. Fue muy triste ver en el saco de molimadre… ¡un salero! por todo regalo. Ignoro como fue compensada por tamañaza desilusión…debería preguntarle.
En otra fabulosa noche de Reyes en Los Molinos, salimos al Pilón, bar legendario de Los Molinos, copitas, música y actuación de un mago. Con mi habitual tendencia al bocachanclismo, mientras el mago hacia su actuación, exclame: “Anda venga, pírate que eso es de Magia Borrás” (lo sé, lo sé...para abofetearme). El tío se lo tomó con humor y urdió una bonita venganza…me sacó de ayudante del mago. Otro gran momento humillante de mi vida.
En los Reyes de 1998 me volví mayor de repente. Tuvimos que hacer de Reyes Magos por primera vez en nuestra vida y comprarle regalos a molimadre, antes siempre lo hacía mi padre.
Recuerdo un par de días de Reyes marcados por la tragedia. Son dos grandes hitos en mis broncas con molimadre. Comprendo que haya regalos que no te emocionen, que no te gusten o que pienses: ¿por qué me ha regalado esto? Y tengas que componer una cara de “ ahhh” y empezar a pensar como deshacerte de esa mierda. Lo que no comprendo es porque alguien como tu madre te regala cosas que sabe que NO quieres. Molimadre es especialista.
Un año, después de mi ruptura con exnovio y sumida en la creencia de que jamás tendría pareja...me regaló ¡¡una vajilla!!”Para tu ajuar” me dijo. Sin comentarios.
En el 2001, me regaló una especie de álbum gris, con papel imitando antiguo con un lazo plateado brillante y dos novios antiguos montando en una bici de esas con una rueda muy grande, con el sugerente título de “Diario de mi boda”….para ir apuntando los preparativos de la boda. Sin comentarios tampoco.
Huelga decir que en ambos casos monté un pollo del 15. A mí poner cara de poker no se me da bien...se me ve el farol a la legua.
Los Reyes del 2002 fueron los primeros que pasé con el ingeniero.
- Moli, ¿qué haces?
- Estoy escribiendo mi lista de reyes magos.
- ¿En octubre?
- Si, se me ocurren cosas ahora…y tú deberías hacer lo mismo.
- Vale, pues cuando quieras vamos a comprar lo que quieras.
- ¿PERDONA??? Ingeniero...voy a explicartelo…los Reyes son los Reyes. Nada de esperar a las rebajas ni de cómprate lo que quieras ni de vamos juntos a comprarlo. Es magia y sorpresa (dentro de un límite) e ilusión y es un ritual. No lo revientes, ES IMPORTANTE.
- Vale, vale….ya entiendo.
Cogió el concepto enseguida y me escondió todos los regalos debajo de una manta naranja…y los fuimos abriendo por turnos. Fue duro pero moló verle ilusionarse después de años de levantarse el día de reyes en su casa y recibir calcetines.
Esta noche vienen los Reyes.
Lo peor, como siempre, las horas que me quedan de frustración envolviendo regalos.
Sólo de pensarlo me dan sudores fríos.