martes, 30 de mayo de 2017

Mañana es fin de mes

Mañana es fin de mes, es fiesta en la ciudad en la que trabajo y me toca mudarme en la ciudad en la que vivo. Siempre me mudo a fin de mes, o a principio, según se mire. Cada mes cambio de piel. Cada mes cojo mis cosas a cuestas y me mudo. Cada mes juro que en el próximo acarrearé menos, menos ropa y más libros. Voy dejando un rastro de trastos que al principio creo echar de menos y al final olvido. Uno aprende a no llevar. Al volver reencuentro objetos que me inquietan. Me sorprende que estén y me sorprende haberlos olvidado. Me ocurre lo mismo conmigo misma; me sorprende ser tan organizada al recomenzar mi mes de madre y me fascina mi habilidad para no hacer nada cuando estoy de solterismo. Un mes de locura y otro de rutina. Un mes de tranquilidad y otro de ser una bola de pinball. Un mes de cocinar y otro de cereales y jamón de york delante de la nevera. Un mes de contar lavadoras y otro de bucear a ver qué me queda limpio. Un mes de cama de 90 y el siguiente de 180. O no, porque los fines de semana duermo en una de 135 y soy a la vez rutina y locura. 

Estoy a gusto siendo nómada. Es como empezar un cuaderno nuevo cada 30 días y tener la oportunidad de reescribirme diferente y mejor. 

Mañana toca estrenar página.  

Mañana es fin de mes.  



7 comentarios:

Máximo dijo...

En esta vida el que no se consuela es porque... es tonto del culo. Bien por ti Moli, bien por ti.

Anónimo dijo...

Eso es! Todo tiene siempre parte buena... y hay que saber buscarla. Aunque bien mirado, parece muy atractiva la idea de un mes de caos, sabiendo que se regula al mes siguiente. Yo me apuntaba.

Lo de separarme de mis hijos ya es otro cantar...

Buen mes y que te cunda!
Un saludo

María dijo...

Muy bien escrito, me gustó.

Sara M. dijo...

Supongo que lo que esto significa es que hacéis lo que todo el mundo debería hacer: cambiar vosotros de vivienda, y que las niñas sigan siempre en la misma. Enhorabuena, debería ser "obligatorio". Que al final siempre todo lo pagan los niños. Si encima eres capaz de encontrarle un lado positivo (o más) es que eres una máquina.

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho. Que bien cuidadas M y C. A mi me encanto compatibilizar el caos y el orden las semanas impares, tuve que hacer algo asi, para cuidar a un ser querido y me parecio que la vida tenia muchisimo ritmo. Antes de que empieces a amuermarte, cansarte, toca cambio.

Salamandra dijo...

Hola! me ha gustado mucho. Cierto es que los divorcios traen consigo algunas cosas buenas, y una de ellas es esta: la de recuperar tus espacios de perrunismo :-).

Dicho esto: me veo en la necesidad de apuntar a la comentarista de más arriba, Sara, que me he sentido un poco juzgada al leerla ... porque soy de esas malas madres que hemos decidido tener casa y vida propia. Mi hija vive con su padre y conmigo a semanas alternas. Me disgusta que creas que con ello, mi niña "pague el pato" porque te aseguro que, si le preguntaras directamente, te diría que está encantada de cambiar de escenario, que siente que tiene dos hogares y que, al revés de lo que pueda parecer, en los dos tiene ventajas.

Todos conocemos circunstancias y situaciones diversas. No metamos todo en el mismo saco, cada familia es un mundo.

lo+ dijo...

Huys, me flipa este "sistema", no lo habia percibido en otros post. Desde luego, tal y como lo cuentas, no dudo que tiene su punto . No lo hubiera ni siquiera imaginado o contemplado en mi caso, ni por mi ni por mis hijos. No creo que sea bueno ni mejor para nadie. El que me funciona a mi, es el bueno y el mejor para mi familia . Otra cosa es lafecha de caducidad. Te ves haciéndolo otros 10 años? Mientras dura , vida y dulzura.