lunes, 11 de abril de 2016

Sostener(me)

He conducido por esta carretera un millón de veces; cuando enfilo las curvas de bajada ya casi es casa. Siempre me siento mejor cuando llegó al final de la subida y empiezo a bajar hacia el valle. Respiro y pienso que ya casi estoy y que soy afortunada. 

El día está gris y verde, con un poco de sol. Mientras tomo las curvas, casi de memoria voy pensando que parece primavera pero poco, que todavía puedo fingir que es casi invierno. Tarareo la canción que ha elegido M por riguroso turno. Sin necesidad, por pura inercia, miro por el retrovisor y veo a C fingiendo tener un micrófono en la mano y actuando como si fuera Adele, sintiendo la música y poniendo caras. Me alegra el alma. Literalmente verla hacer eso me alegra la vida. 

Soy completamente feliz en este momento. No quiero nada más. Conducir bajando hacia el valle y cantar con las niñas mientras las veo actuar. Soy consciente de lo perfecto del momento. 

Todas las mierdas que me han preocupado esta semana, todos los problemas que me han provocado ansiedad o me han hecho cabrearme estos días, parecen nimiedades. De hecho lo son, pero he necesitado este momento para verlo, para colocarlo todo en su lugar. 

Me gustaría poder guardar este momento de lucidez y sacarlo cuando me hiciera falta, cuando me falte el aire, cuando vuelva a tener miedo. 

Nadie te lo dice pero los hijos te sostienen. Y no porque tengas que ser responsable, ni ser su referente, ni ayudarles ni estar siempre. 

Tus hijos te sostienen y ellos ni siquiera lo saben. 

Quiero que las princezas, algún día, sepan que me sostienen, que con ellas estoy a salvo. 

Y por eso lo escribo. 


19 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu reflexión, Molí.
Gracias por recordármelo!

Voz en off dijo...

Qué bonito!!

m dijo...

Es verdad, un mal momento se compensa con una gansada o una sonrisa de ellos. Yo lo curo todo, por lo menos de momento, lo que ellos no saben es que me curaran siempre de los malos rollos.

Alicia dijo...

Toda la razón, los hijos nos sostienen, son esa vitamina, el subidón de energía en el abrazo de la mañana y la calma en el de la noche.
Preciosa reflexión.

Anónimo dijo...

Cierto...son carga y sostén al mismo tiempo, debe y haber a la vez...
Qué bonito lo cuentas!
Anónima Laura.

Anniehall dijo...

Sí señora

Blanco Humano dijo...

Hace tiempo que trabajo en la teoría de que se podría usar como puntos de guardado ese tipo de momentos. Para cuando no estás así de bien. Por algún motivo cuando estamos mal, la mente tiende a recordar sólo momentos malos y le cuesta recordar ese tipo de instantes en los que estás en paz.

No sé, igual es una tontería.

Maria7 dijo...

Qué gran verdad . Gracias por recordármelo a mí también .

Entre Madrid y Buenos Aires dijo...

A veces no escribes ficción. A veces tu realismo me sobrecoge, por lo identificada que me siento

lo+ dijo...

Pues si, haces muy bien escribiéndolo.

Anónimo dijo...

Me imagino que para eso se tienen,no? Para que te vinculen con la realidad cuando todo lo demas falla, para que exista al menos y pese a todo otro valor absoluto diferente del yo. Y no hay ficcion mas potente que esa.

Anonimo82

Anónimo dijo...

Ya lo dice Maná: "Eres mi amor, mi alegría, la verdad de mi vida...eres mi refugio y mi verdad..."

HombreRevenido dijo...

Pocas razones mejores para escrbir.

Sobrevolando los 40 dijo...

¡Precioso y muy cierto! Cuando ellos nos sostienen, los problemas de la vida no son más que chorradas que debemos aprender a dejar que no nos influyan como lo hacen. Hay que aprender a poner cada cosa en su sitio y tener claro qué es lo realmente importante. Y su sosten es lo principal. Sin duda. Pero ¡qué difícil es ponerlo en práctica! Besos.

Nisi dijo...

=)
Estos momentos casi mágicos son los que nos sostienen y haces bien en escribirlo, para recordarlo cuando haga falta.

Toy folloso dijo...

Oda al amor. No etérea, sino palpable.

Portarosa dijo...

Exactamente.

Un beso grande.

Anónimo dijo...

Que identificada me he encontrado con lo que dices y me encanta como lo dices. Te sigo desde hace mucho y hasta hoy no había escrito nunca nada, pero esta entrada la comparto tanto que no he podido por menos...

Anónimo dijo...

Gracias.