viernes, 23 de octubre de 2015

(Mi) motivo

Hace justamente un año pasaba mi mañana exactamente igual que la mañana anterior y la siguiente, esperando sencillamente a que el tiempo pasara, que pasara más deprisa, que se acabara. 

Llevaba los vaqueros mugrientos de estar en casa; ya no tenía botón y me los sujetaba con la cremallera y con las manos cuando me ponía de pie. Una camisa azul de hombre, enorme, y calcetines. Tras brujulear por la red, mirar el correo, mirar la pantalla, mirar el sofá, mirar el correo... pensé ¡No se me ocurre nada, no tengo nada que decir, ni que escribir! Miré el sofá otra vez, cerré la tapa del portátil y decidí que esa hora era un momento buenísimo para tumbarme y dejar pasar la mañana... y ojalá la tarde, la noche y los días hasta volver a tener los pies calientes y algo en la cabeza. 

Me tumbé y miré por la ventana. Enfrente de mi casa hay un edificio de viviendas pero está lo suficientemente lejos como para tener las cortinas abiertas y que nadie te vea; como mucho, pueden intuirme. Me tumbé y pensé en dejarlo, en dejar de escribir. 

A lo mejor no para siempre... solo un poco, lo suficiente para descansar. 

Jamás hasta ese día, a lo mejor hasta “esos” días, había pensado en dejarlo, pero “ese”, concretamente, pensé que no podía más, que por primera vez en 7 años era un esfuerzo y que, a lo mejor, no merecía la pena. 

Ping. Correo. Lo dejé estar. Me daba igual quién fuera o lo que fuera. Me daba igual. Seguí mirando por la ventana el tráfico en Doctor Esquerdo, la gente caminando, los autobuses. 

Al cabo de un rato miré el correo. 

"7 días sin publicar. Eso no pasaba desde agosto y tus veranos son casi de época de Franco con que se justifica. No hay más receta que subir la escalera, una tan poco apetecible como la que te adjunto. Lo peor es que se suben 7 peldaños y luego se bajan 2 sin motivo, mientras buscas eso, el motivo. Un abrazo". 

No esperaba ese mail. No esperaba nada. Me levanté del sofá, dejé de mirar la vida y escribí un post. 

Seguí escribiendo. He seguido escribiendo mientras subía esa escalera. No sé como he podido hacerlo. No tengo ni idea. No podía comer, ni dormir, ni hablar, ni casi salir de casa, pero de algún lugar recóndito conseguía sacar la inspiración, la concentración (a duras penas) y juntar fuerzas. No lo considero una heroicidad, ni creo que tenga ningún tipo de mérito especial. 

Era un esfuerzo, pero lo único que me reconfortaba. Tener una idea y conseguir escribirla. Llegar al final y leer el texto entero, y asombrarme al pensar que esas palabras habían salido de mi cabeza unos minutos antes. 

No podía con nada, pero de alguna manera sabía que si dejaba de escribir (aquí y en los mil sitios en los que este año han confiado en mí y no podía decir que no) me hundiría. 

El blog ha sido como el madero del náufrago. Tienes los brazos entumecidos de aferrarte a él, estás aterido, congelado, vives sin pensar en nada más que en no hundirte, no ahogarte; pero te duele tanto todo, estás tan agarrotada y tienes tanto frío que fantaseas con lo relajado que sería soltarte del madero, descansar los brazos, cambiar de postura y dejarte ir. Pero sabía que no podía, si lo soltaba me hundiría y me ahogaría. 

Gracias, Gonzalo. Tu mail fue el que me dijo "ehhh...no te sueltes que te ahogas"

No me pongo medallas, ni méritos ni nada. Me aferré a escribir hasta que me dolieron los brazos, llegué a la playa y salí caminando hasta llegar a la orilla. 

Sencillamente lo cuento. Cosas que (me) pasan me salvó la vida y eso son buenas noticias. 


42 comentarios:

Hans dijo...

Es precisamente el Gonzalo de Zaragotham que todos sabemos?

Teresa dijo...

Pues me alegro doblemente. Por tí y por nosotros tus descerebrados. Gracias por seguir!

Hans dijo...

Y no hago más comentario. Este post no debe ser comentado. Sólo debe aplaudirse lo que sucedió.

Anónimo dijo...

Mi más sincera enhorabuena por haber encontrado tu motivo para seguir "viviendo".... el pozo de la depresión es muy hondo.
Me alegro enormemente por tí, y sobre todo, por tí.
Sara

Anónimo dijo...

Me alegro muchísimo. Besos.

Cris Mandarica dijo...

Me gusta ese correo y me gusta tu post. Al final, para seguir adelante lo único que necesitamos es una ilusión. Biquiños!

Carmen dijo...

Yo no conozco a Gonzalo, pero ¡gracias, Gonzalo!

Pilar B dijo...

Pues, dos cosas:

1º Gracias a Gonzalo por ese correo, porque podemos seguir disfrutándote, (en mi caso en la sombra la mayoría de las veces)

2º.- Gracias infinitas a ti por todo. Cosas que (me) pasan te habrá salvado la vida, pero creo que te lo dije en algún comentario, a mi me animó muchas noches muy oscuras.
Besiños Moli

Maribel dijo...

Hola!

te leo desde hace poco y tengo que ser sincera: no me gustan todos tus posts, la verdad. Algunos los encuentro demasiado ácidos, o arrogantes u hostilizantes, como tú dices...

Pero el post de hoy me parece positivo y esperanzador y me ha reconfortado leerlo. Gracias por compartirlo con nosotros.

Un beso!

PD: si te preguntas porqué sigo leyéndote a pesar de que no me gusten todos tus posts, te digo que me gusta cómo escribes y siempre saco algo positivo de su lectura.

Sonia dijo...

Gracias a ti. Un beso

Sonia dijo...

Gracias a ti! Un beso

Sílvia dijo...

Da igual la razón para continuar... Lo importante es encontrarla, tenerla o que te la recuerden... Welcome back!!!

Anónimo dijo...

Yo descubrí tu blog hace más o menos un año... Me gusto tanto el apartado de Maternity que me quede, hacia seis meses que había tenido una nena y no podía sentirme más identificada...

En este año te sigo en Facebook, he llorado un montón con algunos post como el del luto hacia delante y me he partido de risa con la mayoría... DE hecho en estos meses me he leído el blog entero desde el principio hasta hoy...

Así que creo que te debo un gracias por seguir escribiendo, por levantarte ese día y continuar aquí.

Mercè dijo...

Nunca te había escrito un comentario. El primero y te trato de tú. Espero que me lo disculpes. Le quería agradecer yo también ese correo a Gonzalo. Y a ti, sobre todo.
De tot cor, gràcies. (De todo corazón, gracias).

ELISA dijo...

Lo ves, eres una chica on suerte!! :*

Yanko Iruin dijo...

Me apunto a lo que dice Elisa. Pero matizando: eres una chica con MUCHA suerte pero te lo ganas a pulso. Besitos de los tres que tu sabes.

Iraide dijo...

La escritura salva vidas, porque las palabras a sacar al "yo" que está oculto bajo las nubes que lo tienen enmarañado. Es bonito que gracias a ellas haya vuelto a surgir la auténtica tú. :)

Un abrazo desde un Bilbao soleado (hoy no podía ser de otra manera, la ciudad tenía que honrar este post).

Iraide

Anónimo dijo...

Te sales

Anónimo dijo...

¿Y cuando no hay un blog donde escribir, a qué madero puedo agarrarme ? Ayuda, por favor. V.

Iraide dijo...

Quería decir "las palabras ayudan a sacar". :D

Anónimo dijo...

Bienvenida a la tierra y gracias por tantos buenos ratos. Estando más o menos identificados con tus post, nos ayuda a filosofar y reflexionar un poco y a ser más tolerantes. A vivirrrr

C. S. dijo...

¡Muy bien, Molinos!...¡Qué tía!

Alberto Secades dijo...

En "Náufrago" el madero de Tom Hanks era una pelota y se llamaba Wilson.

HombreRevenido dijo...

No te basta con escribir solamente de ti misma, ahora, además, te salvas solamente a ti misma. Exijo salvación general.

Aunque dejaras de escribir seguirías siendo valiosa como un diamante (tampoco de los más caros, uno de gama media, jeje). Estarías más segura en la caja fuerte, pero mola mucho más si podemos echarte un vistazo en esta vitrina.

Anónimo dijo...

En algunas frases me he visto a mi misma... Enhorabuena por seguir... yo también estoy pasando una época en la que me dan un poco igual los días que pasan y no encuentro nada para poder agarrarme... Pero mañana es otro día y otra vez me levantaré con la esperanza de ´despertarme´, de volver a ´vivir´, de encontrar mis objetivos y cumplir mis sueños...

Anónimo dijo...

Menos prozac y más blog. Me alegro por ti.

Oswaldo dijo...

¡Gracias, Gonzalo!

Es claro que todos estamos en deuda contigo y tu oportuno correo de peldaños.

V, creo que debes seguir tus propios peldaños y probablemente un día parecerán maderos.

annajr dijo...

Hace mucho tiempo que paso por aquí, por los comentarios, por ahí fuera, por el blog sí que paso... Me alegro un montón por ti y también por los descerebrados como colectivo. Necesitamos buenas noticias ;-)

Un beso!!

Anna.

saraolenchero dijo...

Es curiosa la vida. Verás a gente presuntamente feliz con muchos amigos, participando en miles de eventos, viajando por todo el mundo y sonriendo a todas las cámaras. Pero siempre he pensado que cuando se apagan las luces quien queda eres tu y si una vez sola eres capaz de estar satisfecha contigo misma, habrás ganado la vida.

Mamacorrecaminos dijo...

Hay momentos tan, tan, tan difíciles en la vida (sé de lo que hablo) que cualquier mínima motivación es una bolsa de oxígeno. Que difícil es a veces hasta respirar

Anónimo dijo...

Enhorabuena. Eres muy valiente, por contarlo y por mirarlo de frente. Gracias a todos los gonzalos que hacen posible estas cosas, pero sobretodo gracias a ti, por ese coraje, ese valor, esa superación y esa sonrisa a pesar de todo.

Un abrazo!

sonia dijo...

Gracias a ti Moli.Aunque no lo sepas,también has sido una de las tablas salvadoras a las que me aferraba.Por eso y aunque te pueda sonar raro,te mando un enorme abrazo.Bien,y otro al tal Gonzalo,y otro para el resto de descerebrados.

Luisa HD dijo...

Gracias otra vez, Moli. Sobre todo por decirme, y tan bien dicho, que se puede volver a escribir aún sin haber dejado del todo la temporada oscura. Si lo consigo, serás mi "Gonzalo" eternamente. Gracias.

Mensisan dijo...

Moli, debe haber sido horroroso, y conseguir que en tus escritos no se notase que estabas dentro de un pozo es un milagro.
Gracias a Gonzalo y a ti por hacerle caso.
Te queremos. Sigue contándonos las cosas que te pasan.

lo+ dijo...

Lucky you!

Nuria dijo...

Gracias por aguantar

sasadogar dijo...

Ciao Moli,
este finde leía un suplemento de un periódico nacional y hablaban de la necesidad de escribir, que muchas personas tenemos, para contarnos nuestra propia vida o la de los demás; esas historias que están allí y que tienes que contar porque te salen de dentro y no puedes evitar contarlo.
Me alegro mucho que la escritura, este blog y un poquito toda tu tropa de descerebrados fuera tu tabla de salvación.
Mucho ánimo y "pa'lante", auqnue sea sin fuerzas...atrás ni para tomar impulso.
Un fortísimo abrazo desde Valencia

m dijo...

Me alegra que no lo dejaras, porque te leía, pero te dejé de leer en una mala época de mi vida y luego, al "retomarte", te escribí, me contestaste (cosa que aprecio muchísimo). Resumiendo, volví a reírme, a reflexionar y a, en ocasiones, no estar de acuerdo contigo.
Me alegro que estés mejor y que sigas escribiendo como lo haces, de que encontraras tu motivo.
Un achuchón de una descerebrada.

Mara dijo...

Touché!

Anónimo dijo...

Supongo que no lo ves, Moli, pero todo esto es de vergüenza ajena.

Un ... beso

Juliet dijo...

Y aunque no lo creas, para los que no tenemos talento para escribir pero sí para leer, los ratitos en tu blog son un regalazo. GRACIAS y ENHORABUENA por haber decidido seguir aquí.

Anónimo dijo...

Gracias por seguir me alegro un montón que encontraras eso, la motivación. Muchos besos y abrazos de descerebrada aunque no nos conozcamod y como lei en aquel post la expresión un abrazo no te acababa de gustar... Pensándolo buen mejor te cambio los abrazos por muchas cañas (vasos de cerveza) Un beso! AnónimaLectora