miércoles, 30 de septiembre de 2015

21 días de solterismo

No es lo mismo soltería que solterismo. 

La soltería es un estado bastante absoluto que exige fuerza de voluntad, constancia y un control férreo de rutinas y horarios para no despeñarse por la pendiente del descontrol absoluto. 

El solterismo de corta duración, intermitente y con fecha de inicio y fin es un estado temporal en el que puedes relajarte, dejarte llevar por la inercia y como te descuides, alcanzar unas cotas de descontrol que creías fuera de tus posibilidades. 

Día 1 

Compra de supervivencia. Descubro que comprar lo mínimo no me sale. En seguida me lanzo a cantidades absurdas o los envases son muy grandes para mi sola. Mi lado organizativo maternal es todavía poderoso en mi y compro pensando en menús equilibrados: verdura, pollo, huevo, fruta, yogures, leche y un capricho: pizza... Una compra decente. 

Día 3

¿Para qué llenar un tuper para comer en el curro si puedo comer un sandwich? Decido comprobar la resistencia del pan de multisemillas metiendo dentro todo lo que pillo en la nevera. Mi nueva mejor amiga es la mayonesa. 

Día 5

Al llegar a casa me cambio de ropa y al ir a colgarla detrás de la puerta, fallo y se cae al suelo. Se queda ahí. No tengo remordimientos. Me siento rara.

Día 6

Me descubro a mi misma tumbada en la cama, con el ordenador en las piernas y los pies apoyados en la pared. No sé si soy una soltera sobrevenida o tengo una regresión a los 18 años. A los 18 de una peli americana. En mis 18 años ni tenía portátil, ni escribía, ni tenía un cuarto para mi sola. 

Día 7

Al salir de la ducha y abrir el cajón de la ropa interior, éste se desliza ligero al suelo. Descubro horrorizada que no me quedan braguitas limpias. ¿Cómo es posible? Por el rabillo del ojo atisbo un montón de ropa sucia... mirándome con reproche. 

Llego tarde a los libros de colores así que tengo que decidir entre la lencería de lujo o la de regla. Opto por la de lujo. ¡Un día es un día!

Antes de salir de casa pongo la lavadora. Mi parte de madre/ama de casa/ tía organizada me grita ¿Vas a meter toda la ropa mezclada, sin separar por colores? ¿Vas a dejar la ropa todo el día en la lavadora hecha un guiñapo?

Cierro de un portazo y me voy escuchando de fondo el ruido de la lavadora. 

Día 8

De madrugada tiendo la lavadora...hecha un guiñapo. 

De más madrugada, compro ropa interior por internet.

Día 10

Abro el armario para coger una taza para desayunar y no queda ninguna. Me subo a una banqueta para comprobar que efectivamente no queda ninguna limpia. Abro el lavaplatos y allí están todas mirándome... sucias. Saco mi favorita, la friego. 

Abro el cajón de las cucharitas. ¡No quedan! ¿Cómo he conseguido fundirme todas las cucharitas? Abro el lavaplatos, saco una y la friego. 

El lavaplatos está a medias pero lo pongo. Mi voz interior grita ¿vas a poner el lavaplatos sin estar lleno?

Cierro la puerta y me voy mientras oigo su dulce murmullo. 

Día 11

Abro el lavaplatos para colocar las cosas limpias. Me freno en seco. ¿Para qué? Mejor las voy sacando según las necesite y ahorro trabajo. 

Es un pensamiento tan de solterismo que me entra la risa. 

Refunfuño mientras relleno el azucarero...durante los últimos 4 días he tenido la absurda esperanza de encontrármelo lleno al desayunar. No ha funcionado.

Día 12

Un día que ceno en casa. Abro la nevera, miro. Cierro. 

¿Y si ceno un desayuno? Ferpecto.  

Día 13

Bajo a los chinos a por leche. Y pan. Me he quedado sin pavo para mis sandwiches ilustrados. Compro "Finissimos". Reflexiono sobre cómo sería de buenísimo "finissimo" como nombre para unos condones. 

En un alarde de responsabilidad me hago una tortilla de patata para cenar y ensalada. Y me pongo mantel. 

Día 15

- Moli, pero pero pero ¿Qué llevas en el maletero?
- Pues cosillas.

Mi maletero se parece peligrosamente al de un tío soltero: dos forros polares, una cazadora vaquera, un gorro de paja, varias bolsas vacías, 8 triángulos (esto tengo que mirarlo, no sé si soy cleptómana de triángulos), 3 chalecos amarillos, una camiseta que no es mía y un par de calcetines que tampoco. 

Día 16

Me descubro cenando un desayuno a las 23:30 de la noche y no soy consciente de qué he hecho desde las 18:00 que llegué a casa. Bueno, sí se lo que he hecho pero no me he enterado. 

Cuando eres soltero las 8 de la tarde marca una hora en la que suele empezar el tiempo libre o la diversión: el gimnasio, las cañas, el cine o lo que sea. Cuando eres padre las 8 de la tarde es la hora del horror: baños, duchas, deberes por terminar, cenas...agotamiento supremo. 

Cuando eres solterista las 8 de la tarde sencillamente pasan, y las 9 y las 6 y la hora que sea. Descontrol horario. 

Día 17

Purpurina. 

Día 19

¿Y si me lo pongo sin planchar?

Día 21

Último día de solterismo extremo. Toca recoger el cuarto de adolescente, ordenar la ropa y limpiar un poco. Para celebrarlo decido cenar la pizza del Dr. Oetker que tengo en la nevera. 

Enciendo el horno, me pongo una copa de vino, saco la pizza y ¡no doy crédito! He conseguido que una pizza refrigerada se ponga mala y el moho la cubra por completo. 

Después de 21 días el solterismo es poderoso en mi. 

enos mal que hoy voy a pasar la tarde haciendo la compra con laz princezaz. Me espera un mes de horarios, menús, ropa limpia en el cajón, lavadoras llenas por colores y lavaplatos que sirven para limpiar y no sólo para guardar los cacharros sucios. 

Para el próximo mes, espero que me haya llegado ya la ropa interior y compraré condones aunque no sean finissimos.



25 comentarios:

José Antonio Peñas dijo...

Lo del freegaplatos es nuestro día a día. Este año se sumó a nuestra familia una persona más(es una larga historia, ya te la contaré si coincidimos algún día en el Beersforscience) y no tardó ni una semana en adaptarse y encontrar natural el ciclo fregar-usar

Nisi dijo...

Mencanta.
Esta entrada demuestra mi teoría de que vivir solo es lo peor para intentar llevar una vida (física y mentalmente) saludable. Y que comprar para uno es una pesadilla.
El día 17 me flipa e intriga a partes iguales.

Anónimo dijo...

¡¡¡Adiós a la depre!!!....Viva la compra de condones...finíssimos ...o no...
Anónima marta

Voz en off dijo...

La soltería tiene muchas cosas buenas tb!!

Lola dijo...

Acabas de describir mi época de estudiante universitaria en el piso y me ha entrao la nostalgia y la pena... Pero me has sacado una sonrisa :D

ELISA dijo...

Genial! Esa soltería debe ser sanísima de vez en cuando.

Mamacorrecaminos dijo...

Ohhh yeahhh! Relax

Anniehall dijo...

Estoy con Nisi, ¿purpurina? ¡Queremos saber!

B dijo...

Vivir a lo loco es maravilloso y liberador. Yo quiero saber lo de la purpurina y lo de los condones XDDD

Blanca dijo...

Me estoy viendo tan reflejada que no sé qué pensar de mí misma en estos momentos...aunque lo tuyo es solterismo y lo mío es soltería post-divorcio, con lo que no tiene un final predeterminado, y lo peor de todo es que encima me encuentro como dios de soltera...

sonia dijo...

Lo sabía,es que hay unos condones que se llaman así,bueno no la marca sino la gama:nature,finissiimo,non stop y touch & feel.Es que ayer me entretetuve viendo el catálogo de limpieza y perfumería del hipercor y me he acordado.
Je,je,je,que bien el solterismo.Y los sandwiches con mayonesa!

Lou Perea dijo...

Caos total, mi cuadricula cerebral hubiera explotado, me alegro de que lo hayas disfrutado, purpurina?...
Lou

Gordipé dijo...

Estoy muy en contra de la definición de soltería.

El descontrol absoluto va con la persona y el día. Yo tengo el mismo TOC con y sin soltería: soy capaz de olvidar comprar papel higiénico durante una semana todas las veces que voy a comprar. Pero sí recuerdo coger la marca de cerveza favorita de las personas que vienen a mi casa cada semana, da igual si es una persona o seis.

Un soltero puede abandonarse al solterismo un día sí y otro no, y dos sí y tres no, y eso invalida lo de la fuerza de voluntad y la rutina.

Y la compra de supervivencia sólo es posible en los paquis o chinos, en cualquier otro sitio es imposible hacer una compra de supervivencia solterista. He dicho.

Tita dijo...

¡Cenar un desayuno! no puedo imaginar mayor felicidad. Descontrol supremo.

La Rizos dijo...

Jo, pues yo de soltera soy un tostón. Sigo acostándome a horas normales, levantándome temprano y comiendo bien U_U AUNQUE A VECES VOY A LO LOCO Y NO ME MAQUILLO, A TOPE.

Porcier... no, yo tampoco sé lo de la purpurina... Como no sea la canción de Gambino... xDDDDD https://www.youtube.com/watch?v=LTfN-nBaX3Q

La Rizos dijo...

Jo, pues yo de soltera soy un tostón. Sigo acostándome a horas normales, levantándome temprano y comiendo bien U_U AUNQUE A VECES VOY A LO LOCO Y NO ME MAQUILLO, A TOPE.

Porcier... no, yo tampoco sé lo de la purpurina... Como no sea la canción de Gambino... xDDDDD https://www.youtube.com/watch?v=LTfN-nBaX3Q

Jesús Miramón dijo...

El solterismo intermitente debería ser un derecho constitucional.

(En alguna parte leí que los ácaros proliferaban menos en las camas sin hacer, por la luz, el caos que les vuelve locos suicidas y esas cosas)

(Planchar es absurdo)

(Separar la ropa por colores antes de introducirla en la lavadora es absurdo)

(En determinadas circunstancias el chorizo de Pamplona a saco, sin pan ni nada, no es nada absurdo, característica que comparte con las latas de mejillones)

(Los paréntesis sí, los paréntesis son tontos y absurdos sin paliativos)

Es lo que tiene.







Hans dijo...

Espectacular. Tendría que explicarte dos o tres cosas acerca del neosolterismo sobrevenido integral (con hijos mayores de edad) pero creo que debería llamarte antes para contarte alguna cosa. Te anticiparè que al no estar limitado a una cifra como veintiún días, es imprescindible si se quiere sobrevivir evitar ese status "american pie". Sobre todo siendo tio :D. P. S.: la entrada cojonuda. Tiene un si es no es Gurb que mola mil.

Blanco Humano dijo...

El solterismo es un deporte extremo. La mayoría lo dejan antes de los 26, solo unos pocos seguimos...

PD 1: las pizzas hay que congelarlas aunque sean refrigeradas, porque nunca sabes cuando te las vas a comer. Bueno, y casi todo

PD 2: lo del lavavajillas está mal inventado, no dejo de repetirlo. Yo necesito uno que guarde después de lavar. O quizás tener dos: uno para el limpio y otro para el sucio (que se acumula en el fregadero si no sacas lo limpio). En ese caso no necesitaría armarios. Espera, creo que voy a patentar esta idea...

PD 3: en un arranque, el otro día me compré dos pantalones y dos camisas que no tienen pinta de quedar bien hasta que se planchen para quitar las arrugas de la tienda. Hace un mes de "el otro día" y ahí siguen, hasta que un día tenga tantas ganas de estrenar que:
a) lo planche todo
b) decida que sí quedan bien sin planchar.

El solterismo es una forma de vida.

Anónimo dijo...

Y el día 2?
Y porque es solterísmo? porque estás sin novio esos días? porque no puede ser porque estás sin niñas, eso no sería solterismo....
Pilar

Coccinellidae. dijo...

Curioso que durante esos días de solterismo yo más bien tiendo hacia el orden. Más que nada es cuando tengo tiempo de ordenar porque si cuando estoy sola me lío, estando en compañía somos dos cabezas con ideas para liarnos...y no precisamente entre las sábanas. Ay que ganas de que empiece el mal tiempo y pasar un domingo en plan lectura y pelis!

ELISA dijo...

Cavilando... pienso en los solterismos que he "padecido". El de mi padre que lo fue 15 años y el de mis hijos y sus caóticas mudanzas. Realmente lo has bordado :)) y me vería reflejada en los comentarios de Molimadre, seguro!

Alex dijo...

Ferpecto, es cuando de paso que llevas la camiseta del crio al cubo de lavar, la usas para quitar el polvo de los muebles, ésto me lo contó un amigo como truco de solterismo, sólo válido para peques pulcros y en edad de oler bien, a todo hay quien gane...

Anónimo dijo...

Maravilloso

admini dijo...

Sólo una pega, y generalizando, el coche/armario-móvil de tío soltero es extrapolable a tío a secas, en general, (por ejemplo, mi marido).
Ahora que lo pienso un poco, y como dices, a tía también (por ejemplo, yo misma o mi madre...)

Peero es que lo de mi maridoo es de diógenes de libroo...

Saludos!