jueves, 26 de febrero de 2015

Dimitri, para qué te metes.


Suena el teléfono en un piso de clase media de Moscú. Una calle sin nada especial, un edificio cualquiera. El teléfono suena y Olga corre a cogerlo. Está preocupada.

- ¿Hola? ¿Dimitri?
- ¿Es usted la Sra. Nikolaev? 
- Si, soy yo. ¿Quién es? 
- Somos de la policía. 
- ¿La policia? ¿Qué ha pasado? ¿Está bien Dimitri?
- Si, bueno...bien, pero está en el hospital. ¿Puede usted venir a verlo al Centro Hospitalario Dr. Zhivago?
- Voy para allá.

**********

Olga Nikolaeva despeinada, en zuecos y con la batamanta arrastrando entra corriendo en el  Centro Hospitalario Dr. Zhivago. Algo espantoso le ha tenido que pasar a Dimitri para que no se haya puesto al teléfono. 

- ¡Enfermera! ¡Soy la mujer de Dimitri Nikolaev! ¡Quiero ver a mi marido! ¡Dígame dónde está! - incluso la propia Olga se da cuenta de que ha visto demasiados capítulos seguidos de Anatomía de Grey.

Olga está aterrorizada. Se lleva la mano a la cabeza y se da cuenta de qué va en rulos. ¡Da igual!  La enfermera la lleva a la puerta de una habitación, la abre y con la mirada le dice que entre. En tres pasos Olga está en el cabecero de la cama, Dimitri yace allí con su camiseta negra de "Viaje de fin de curso a Sochi 1997" y tapándose la mano con la cara. 

- ¡Dimitri, cariño! ¿Qué ha pasado?

Dimitri que, a este ese momento, parecía profundamente dormido, pega un respingo espectacular, se quita la mano de la cara y con los ojos fuera de las órbitas grita. 

- ¡Olga! ¿Qué haces aquí?
- ¿Como qué qué hago aquí? ¡Estás en el hospital! ¡Me ha llamado la policia! Esta preocupadísima, toda la noche llamándote y no me cogías el teléfono. Creí que me iba a volver loca de desesperación y preocupación. Te fuiste a hacer de Ronald MacDonald al  sexto cumpleaños de Igor Ivanovich y al ver que no volvías llamé a su madre. 
- ¿Llamaste a Maruska Ivanovich? 
- ¡Claro! ¡Eran las 12 de la noche y no habías vuelto! Por mucho que tardaras en recoger los malabares, los trastros de hinchar globos y convertirlos en perritos y te comieras los restos de sandwiches de nocilla y ganchitos era muy tarde para que no volvieras. Maruska me dijo que te habías ido hacia horas. Y desde entonces he estado dando vueltas como loca. 
- Lo siento cariño. 
- ¿Por qué llevas pañales? ¿Por qué ese vendaje en la cintura y la entrepierna? 
- Verás, tengo muy malas noticias. 
- ¿Qué ha pasado? ¿Te han atacado? 
- Estoooo. Si. 
- ¡Dimitri! ¡Cuéntamelo ahora mismo! ¿Estamos en peligro? 
- Olga cariño, verás. Lo que ha ocurrido es que al salir de casa de Igor Ivanovich me entró un ataque de sed espantoso, un ataque de sed de esos de no poder aguantar las tres manzanas que me quedaban hasta casa así que decidí parar en un bar. 
- ¿En un bar? ¿No podías parar en los chinos como todo el mundo?
- En un bar y nada, me pedí un agua con gas. Y cuando estaba allí sentado, tranquilamente, calmando mi sed abrasadora, creo que se me acercó alguien y ya no me acuerdo de más. 
- Dimitri...
- Dime cielo. 
- ¿Tu te crees que yo soy imbécil? ¿Qué te ha pasado? ¿Qué has hecho? Y ¿Por qué llevas pañales? 
- Como te iba diciendo...bebía agua mineral, alguien se me acercó....
- ¿Cómo de rubia y cuanto pecho tenía ese alguien? ¿Era más como ET o más como tu amiguita de los miércoles? 
- ¡Olga! ¡No sé que insinúas pero si te pones así te diré que a ET no se parecía, eso te lo aseguro! 
- Bien, se te acercó una rubia. ¿Te robó?
- Esto... sí. En cierta manera, sí. 
- ¿Cuanto? ¿Todo lo que te habían dado por el cumpleaños del niño Ivanovich?
- No, eso lo tengo todo. Nos podemos dar un capricho, churri. 
-¿Qué te ha robado la rubia? ¿Por qué llevas pañales?  y ¡déjate de churri! 
- Verás, esta mañana me he despertado en una parada de autobús, totalmente ensangrentado y con mucho dolor en mis partes. Unos amables peatones que no puedo identificar porque llevaban gorros de esos de rusos con mucho pelo que te tapan toda la cara (claro, porque somos rusos) me han traído hasta el hospital. 
- ¿Y? Esto te está quedando muy largo Dimitri...
- Pues verás... no sé como decirte esto querida Olga de mis amores. 
- Clarito. Dímelo CLA RI TO.  
- La rubia me ha robado los huevos. 
- ¡DIMITRI! ¡ NO ES MOMENTO DE COÑAS MARINERAS! ¿Qué huevos? No eres Caperucita ni la rubia era el Lobo. ¿De qué hablas? 
- Olga no es coña, mírame. Los pañales, la mano sobre los ojos, la vergüenza que me cubre...soy un eunuco. 
- Dimitri, tú lo que eres es muy gilipollas. ¿Me estás queriendo decir que se te acercó una rubia, te cortó los huevos y tú no te has dado cuenta hasta que te lo ha dicho un médico? 
- Me dolía mucho y no me los notaba pero pensé que era del frío. Ya sabes, que se te meten para dentro.
- Dimitri...
- Pero cariño, tengo una buena noticia. 
- Sorpréndeme. 
- Ha sido un trabajo de profesionales y no me va a dejar cicatriz. 




23 comentarios:

Anónimo dijo...

Quefuertequefuertequefuerte
Caracola

Anónimo dijo...

A mí no me hace ni pizca de gracia. Un saludo!

Anónimo dijo...

-Que soy nenuco (que decían los Serrano)
¡Tremendo!
Sonia

Ana, princesa del guisante dijo...

Moli, se te olvida que la palabra agua en ruso es vodka.
Agua con gas, demasiado vodka, supongo.



Nostamal, pobre animalico... Cosas veredes, amigo Sancho.

regaliz dijo...

Y te has dejado que dice la poli que ¡¡¡dice la policía que se los han quitado para tráfico de órganos en el mercado negro!!!! ¡¡¡Manda huevos!!!!! (que diría Federico Trillo)

Luxindex dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliahh dijo...

WHAT-THE-FUCK!

O como se diga en ruso.

Anónimo dijo...

Pobre Olga.

Anónimo dijo...

Este mail no lo has escrito tú. Es de uno que hace el barullo. A lo mejor sois alter egos,....., no, definitivamente no lo sois.

m dijo...

Joderrrrr

Mara dijo...

Brutal!!!!!!!!!

Teresa dijo...

A mí no me da risa esto. Para nada. Es demasiado salvaje.

bruixaveriada dijo...

Y yo me pregunto, pero que diarios, periódicos, telenoticias, ves tú????

Anónimo dijo...

¿Una rubia? Por el lugar y la situación parece que se le acercaron un señor de negro, un señor de cuadros y un gato enorme. Voland, Fagot y Popotka. Y no se llama Dimitri, se llama Berlioz.

El Maestro y Margarita (versión 2015)

El Anónimo de la Lámpara

Vicente Carrasco dijo...

Lo más alucinante es para qué quieren los huevos de Dimitri?

Anónimo dijo...

Ni gracia ha tenido moli... ni gracia. Este post a mi me sobra. A ti no que es tu blog, eso es obvio... Y mira que el humor macabro no me parece mal, pero es que te ha salido feota la broma.

Anónimo dijo...

Al contrario que a Dimitri/Berlioz, y algunos comentaristas picajosos, a mi si me ha interesado Por una razón: Rusia es un país de zumbados totales que constituyen por sí solos una especie humana aparte . Conozco el paño bastante bien, he estado ahí varias veces. Las noticias sobre Rusia son como un telediario marciano. Nada normal, salvo que el día sucede a la noche (no en el Polo) sucede allí. Están locos de atar todos. Será el frío, será la vodka, serán los 70 años de comunismo, será una rosa, será un clavel... Será lo que sea, pero es un hecho.

En la noticia original del Daily Mail hay un enlace a otra perla: Brigitte Bardot va a pagar la rehabilitación de dos osos alcohólicos a los que un zumbado de Sochi tenía en un jaula llena de basura y les daba cerveza para divertirse. Desde hace 20 años. Los clientes (también rusos, claro), con esa misma razón, compraban cerveza también para los pobres plantigrados que han acabado como el ruso medio: alcoholizados. El marciano dueño del restaurante no cree que fuera cruel, al contrario, estaba indignado con el eco que ha tenido la noticia, los osos eran felices, según el. Suma y sigue.

Y no, esto no es generalizar ni estigmatizar un país entero por unos pocos. Quien conozca un poco Rusia sabrá de lo que hablo.

El Anónimo de la Lámpara

Anónimo dijo...

He visto algún reportaje en revistas y en la tele sobre niños y adolescentes de San Petersburgo que te pone los pelos de punta;así como las carencias con las que vienen los niños adoptados de por allí.Mejor será tomárselo con humor...
Sonia

Anónimo dijo...

En España estamos todos muy cuerdos...
Véase caso bretón o caso asunta.
Y no....en este país nuestro nadie nunca ha maltratado a un animal, solo los toreamos, les aprendemos fuego a los cuernos o los tiramos de un campanario....
Y no es generalizar, no.....

Anónimo dijo...

Pffffffff
me quedo con el comentario del último anónmo!
Bravo por tí, anónimo.

Nisi dijo...

Esta historia es demasiado buena para ser cierta. Y lo más fuerte ¡es que es cierta! Me encanta tu re-interpretación. XD

Anónimo dijo...

Pues a mi lo del anónimo no me parece. Que tendrán que ver esos casos en España, de crímenes como hay en todas partes por desgracia, con las locuras que ocurren en Rusia (donde también seguro hay crímenes normales). Y otra cosa, esta prohibido hace décadas lo del campanario y la cabra. Y me gustaría que a los toros los dejasen en paz, una cosa no quita la otra. Yo no conozco Rusia pero estoy segura de que lo que leo cada poco en la prensa no es un invento.

Anónimo dijo...

Lo dicho, anónimo, no tienes ni idea de lo que pasa en Rusia. En este caso, yo si la tengo, así que no generalizo, me limito a decir lo que hay.

El Anónimo de la Lámpara