viernes, 2 de marzo de 2012

FIN DE SEMANA

Cuando eres canijo, el fin de semana es un concepto: “No hay cole”. No eres muy consciente de cada cuanto sucede, no tienes recuerdo del último que pasó, no sabes qué harás el siguiente, sencillamente llega. Es viernes y no hay stress con el baño y la cena, tus padres parecen más relajados. El fin de semana supone pasar más tiempo con tus padres y eso (por ahora) mola. Se cambian los horarios, puedes dormir sin que te despierten, puedes acostarte más tarde, puedes ver la tele, puedes ir al cine, vas a ver a tus abuelos, vas a ver a amigos de tus padres con hijos, bajas al parque por la mañana, comes a una hora más o menos de mayores, tu madre parece no estar obsesionada con que comas verdura. El fin de semana es sencillamente un tiempo en el que misteriosamente no hay cole y se hacen planes chulos.

Cuando eres canijo pero no tanto, digamos con esa edad indefinida en la que no eres ni un niño, ni un joven y tu vida carece de interés por completo, el fin de semana es una ocasión estupenda para ejercitar tu capacidad de frustración. Tú sabes que el fin de semana mola, sabes que si en vez de tener 13, 14 o 15, tuvieras 18 o 19..el fin de semana sería otra cosa y no puedes esperar a tener esa edad y llegar a la tierra prometida de la diversión. Ahora mismo tienes que resignarte a los planes horribles que tus padres han organizado y que no quieres hacer y te debates entre aceptar sin rechistar o rechazarlos montando un gran pollo y generando mal rollo familiar para todo el fin de semana. El fin de semana significa 48 horas de roce en la convivencia que suele acabar con cabreos de padres con hijos, de hijos con padres y de hermanos entre ellos. De vez en cuando un plan más de mayores aparece en el horizonte y entonces sabes que tendrás que empezar con la estrategia y la esgrima verbal para conseguir que tus padres te den permiso para hacer algo horroroso como “ir a merendar a Burger King” pero que a ti te parece un planazo del que sabes que si te caes…sufrirás escarnio y abandono por parte de tus amigos. “Mamá...no puedo perdérmelo. Si no voy me perderé lo mejor del año. Por favor mamá, es lo último que te pido en la vida”.  El melodramatismo está a la orden del día…por momentos la orfandad no te parece tan mala. El fin de semana es un tiempo de aburrimiento y autocompasión: mi familia es un asco, mi vida es un rollo…

Cuando eres adolescente más crecido, básicamente cuando eres de los mayores del colegio o has empezado la universidad, vives permanentemente esperando a los Reyes Magos del fin de semana. Cada semana, el viernes y el sábado se atisban en el horizonte llenos de posibilidades y planes: planes para salir, para quedar, para ver a mengano, para ligar. Todos esos planes exigen miles de preparativos: ¿Qué me pongo? ¿Dónde quedamos? ¿Se lo decimos a mengano? ¿A zutano? Se aprende a fintar a los padres para poder disfrutar de unos momentos de soledad de mayores. “Mis padres se van a la sierra...podemos quedar en mi casa a ver una peli y tomar algo”….” Mis padres se quedan en Madrid...podemos irnos a la sierra”… (Tu no lo sabes, pero no eres tú el que fintas a tus padres, son ellos los que te dan esquinazo) El domingo es el día de la reflexión, de valoración de resultados, de escrutinio de las papeletas de lo ocurrido en viernes y sábado. “Quedamos y me lo cuentas”, ¿“Y te dijo qué?” “¿Y cómo te lo dijo?”….y a pesar de que por supuesto los resultados no se ajustan ni de lejos a las expectativas creadas, somos inasequibles al desaliento y a la frustración ( ya nos hemos entrenado en la etapa anterior) y volvemos a hacer planes infinitos para la semana siguiente. El fin de semana es un tiempo de ilusión y emoción perpetua.

Con veintimuchos y treinta y pico y sin haberte reproducido, el fin de semana es la libertad. Uno puede hacer lo que quiera. Puedes tener juergas sin fin de las de empalmar las copas del viernes con una barbacoa el sábado por la mañana y un cumpleaños por la tarde, paella familiar y cine el domingo. O puedes optar por imitar al cangrejo ermitaño y quedarte en casa en pijama fundiéndote con el sofá. Puedes optar por planes ambiciosos o decidir pasar las horas contemplando las musarañas. Puedes dormir como un lirón careto o dedicarte a madrugar para hacer deporte, otear avutardas, fotografiar focas, bucear o hacer ganchillo. Puedes planear los fines de semana con meses de antelación o puedes improvisar permanentemente, apuntarte a lo que te apetezca. No importa nada. El tiempo es tuyo, tienes 48 horas sin horarios, 48 horas a tu disposición.

Con hijos el fin de semana sigue manteniendo parte del encanto que tenía en la etapa anterior. Tu subconsciente no es capaz de olvidar esa promesa de libertad que era el fin de semana. La putada es que la realidad viene y te dice “soy el fin de semana y vengo para estresarte”. Así que te debates entre la emoción porque llegue, quieres quitarte la corbata, los tacones, la pinta de profesional competente y olvidarte del curro y sus miserias. Quieres no madrugar y tener tiempo para ti, quieres pasar tiempo con tus hijos, quieres aprovechar para hacer cosas, ver amigos y al mismo tiempo te frustras porque sabes que no podrá ser. No podrás dormir tanto como quisieras, en un fin de semana tendrás mil planes imposibles de encajar con tu deseo de descansar y en otro no tendrás nada que hacer y entonces te sumirás en pensamientos melancólicos del tipo: “con lo que yo he sido...y aquí estoy...sábado por la noche...en mi sofá... ¿en qué momento pasé de odiar la música de Informe semanal a parecerme un programa fascinante?”. Añorarás el solterismo y entonces mirarás a tu alrededor, verás a tu hijos y cuando te pregunten ¿hoy no hay cole? No y vamos a ir al cine”….

El fin de semana es un péndulo que va de la felicidad absoluta a la mayor de las desilusiones…pueden pasar increíblemente rápido o hacerse eternos…puedes querer que no terminen nunca o desear que llegue el lunes con todas tus ganas…

Pues eso, que buen finde.

29 comentarios:

m dijo...

La leche, que disertación en viernes, descansa hija mía, que me he estresado sólo pensando en mis hijos dentro de 10 años, en esa edad pre-libertad.

Unknown dijo...

JAJA, YO SOY UN ERMITAÑO CANGREJO QUE HA SIDO PESCADO POR LA RED DE MI FAMILIA POLITICA, LLAMADA ¿PORQUE NO SALIMOS Y NOS VEMOS MAS?
POR CIERTO EN MADRID EL SABADO IRE A LA FERIA DE ESOTERISMO. YA TENGO PLANES, JAJA

Raulito dijo...

Genial como siempre Moli....yo este finde a otear avutardas!!! :P
Saludos y buen finde a todos..

XEIA2410 dijo...

Ostrassss, un post así...en viernes, NOOOOOO!!!!!!!

Ya me estoy estresandooooooo (y todavía no he llegado a casa con las churumbelas, previo paso por el super, organizado recados, lavadoras....)!!!!!

Poddiosss, un post así un lunessss!!!!!

Laaiin dijo...

Yo estoy en los veintitodos y no tengo churumbeles aún pero hemos comenzado la batalla de la reproducción y el finde coincide con mis días fértiles...Vamos a celebrar la libertad intentando cargárnosla...

Sol Elarien dijo...

No me importa no salir, ni despertarme temprano, ni tener compromisos familiares. Lo fundamental del fin de semana (que no estoy de guardia) es que no tengo que trabajar y no tengo que oír quejas laborales de nadie, ni soportar las ideas de los iluminados de dirección.
¡Feliz fin de semana!

Oswaldo dijo...

Aunque en Caracas son apenas las diez de la mañana, siendo VIERNES, casi comienza a oler al alcohol y al jamón serrano nocturnos que se apuntan a la antesala del finde.
Ya no estoy en edad de fintar padres (desde hace muuuucho) y francamente, me fascinaría no tener que planificar el esquinazo a unos hijos pasados de maduros y que ya casi esperan (tan ricamente) que sea YO el que resuelva su propio fintazo.

Anónimo dijo...

Buenas!!!
LLevo un mesecillo leyéndote, y ya peco de vicio!!
Yo con 25, espero el fin de semana para no tener que trabajar, para poder medio-madrugar porque quiero no por narices, para ir al cine, para vaguear, para salir a cenar con amigos, para tomar unas copas, para medio-deprimirme el domingo por la tarde. La verdad es que no echo en falta salir jueves -viernes y sàbados como en la uni (ni sé si aguantaría). Lo mejor? el viernes!!
Bon we à tous!
Ana

JuanRa Diablo dijo...

Todos los sábados por la mañana he de llevar a mi hijo a jugar al futbol. TODOS. Los viernes noche ya estoy llorando.

"¿en qué momento pasé de odiar la música de Informe semanal a parecerme un programa fascinante?” xD
Lo apunto en mis Grandes citas blogueras.

María dijo...

De momento soy del grupo de los veintimuchos que disfruta de los fines de semana, muy buenas tus etapas de findes

NáN dijo...

Lo compro entero. Pero la propina (muy generosa) la dejo por: "Cuando eres canijo pero no tanto, y tu vida carece de interés por completo, el fin de semana es una ocasión estupenda para ejercitar tu capacidad de frustración.

Iria Otero dijo...

Oh Dios mío! Tooodo cierto! Que pereza...

Sílvia dijo...

No sé, hay algo que falla. El príncipe, con 13 años, no me monta melodramas para salir porque sus amigos estan enganchados al Modern Warfare (creo que es eso) y no se mueven de las respectivas pantallas. Hay que aclarar que él no tiene ese juego (nos estamos resistiendo valerosamente) de momento, y que nosotros hacemos planes molones y adaptados a su edad (aunque a mí no me gustan las películas que le gustan a él).

La que le insiste para que salga con los amigos soy yo.... Soy una mala madre...

Gata dijo...

Muy buen post... Aunque no aplicable a los que trabajamos en fin de semana.
Vale, nuestro fin de semana lo componen el domingo por la tarde, el lunes y el martes.
Pero no es lo mismo, claro.
Aun así, sí me he sentido muy identificada con las etapas de canija, adolescente y universitaria. Cuando no iba al revés que el resto del mundo.
Saludos! Y feliz finde!

PRIMAVERITIS dijo...

No fintas a los padres son ellos los que te dan esquinazo.....JAJAJAJA!!!! ES CIERTO!!!! y lo que es peor... ¡¡¡ME ACABO DE DAR CUENTA!!!! jajajajaja.... ¿pero cuando he pasado de mentir a mis padres a ser madre deseando que el churumbel se las pire? me lo he perdido.....

Tita dijo...

Casi completamente de acuerdo: con 13-14-15 años yo suspiraba con el finde para D-O-R-M-I-R mis necesarias 14 horas por aquel entonces de sueño!!!!!

Toda la razón te doy en todo lo demás...cuando era pequeña miré con tristeza a la mamá de una amiga mía, que decía que el telediario era su programa favorito...si yo hubiera sabido que ahora me muero por ver uno entero ¡sólo uno! en silencio y completamente...¡qué te voy a decir de informe semanal!

Por lo demás...me parece increíble que yo ahora sobreviva con 6-7 horas de sueño. A mí, que me gusta más la cama que a la sábana de abajo. Me encantaría un día, sólo uno, quedarme en la cama por la mañana, remoloneando, leyendo en ayunas hasta que alguien me traiga un café.

También sé que ese momento llegará...

phaskyy dijo...

Una visión que siempre me ha impactado es esa comida en un chiringuito de la playa, verano, padre, madre e hijo (con bigote incipiente sin afeitar aun..)y sin decir ni mu.
Despues de leer este post entiendo todo. Cada uno en sus pensamientos estaban deseando que llegara el mal llamado jodido lunes.

P.D. Yo esa etapa ya la he pasado. La del niño y la de los padres. Jodida una y otra.

Mi Álter Ego dijo...

Pues yo como no tengo ni padres ni niños se supone que puedo hacer lo que me dé la gana. Se supone, porque al final estoy siempre o vaga o carente de ideas por lo que mi fin de semana consiste en deambular en chándal por la casa. Besos.

Esther dijo...

Genial! Nunca me lo había planteado así, mola el post cíclico tipo"el círculo de la vida" . Me daré mucha pena cuando informe semanal me parezca fascinante....pero me encanta como has descrito esa etapa en la que me encuentro ahora, tan real que da miedo.

Esther dijo...

Ah! Lo olvidaba buen finde!

Esther dijo...

Genial! Nunca me lo había planteado así, mola el post cíclico tipo"el círculo de la vida" . Me daré mucha pena cuando informe semanal me parezca fascinante....pero me encanta como has descrito esa etapa en la que me encuentro ahora, tan real que da miedo.

Esther dijo...

Genial! Nunca me lo había planteado así, mola el post cíclico tipo"el círculo de la vida" . Me daré mucha pena cuando informe semanal me parezca fascinante....pero me encanta como has descrito esa etapa en la que me encuentro ahora, tan real que da miedo.

Ana María dijo...

Yo estoy en la etapa de los veintitantos sin niños, hay fines de semana que lo único que oigo claramente en mi cabeza es una de las grandes frases de mi abuela: "Cuanto más largo el día, más larga la romería". Plan para cañas, luego comer, luego merendola, que si vamos a tomarnos una a no sé dónde y miro el reloj: ¡¿coño, es la hora que dice?!

Que los padres te finten, no tiene precio xDD

Besos!!

Anónimo dijo...

Cómo me he sentido de intensificada. Yo, que he vivido los fines de semana intensamente de joven, que recuerdo perfectamente la sensación de que la semana era lo que había entre el domingo que tomabas café con las amigas y el viernes que salías a la discoteca con ellas de adolescente, que me he aburrido soberanamente con mis padres de preadolescente... Ahora, deseo fervientemente que llegue el fin de semana y cuando llega... me levanto a la misma hora que siempre, no paro en todo el día (de jugar y hacer cosas en casa), y me acuesto en seguida porque al día siguiente madrugo de nuevo y juego todo el día para poder acostarme temprano... no veo tele, no veo a mis amigos, no tomo cañas, no voy al cine, ni visito museos, ni leo ni siquiera vagueo en el sofá. A veces pienso que la vida se me escapa de las manos... sé que pasará. Pasará, ¿no? Supongo que tendremos todos que adaptarnos a nuestra nueva vida, y encontrar momentos para hacer... otras cosas. En fin... ni que decir que soy feliz con esta nueva vida, simplemente a veces me cuesta encontrar ese nuevo esquema.

Anónimo dijo...

en este blog hay muchas sugerencias para aprovechar el domingo, ese día tan funesto de la semana, espero que te gusten

http://facildedigerir.com/

Anónimo dijo...

Para mi este finde postuniversitario sin churumbel además ha sido " ya he terminado de leerme el blog de Moli de principio a fin, y ahora..¿qué?" Menos mal que siempre queda el "vámonos de cañas" para salvar el día.

Loa

Cristina dijo...

Hola Moli, yo también estoy leyendo Freedom, lo acabo de empezar. Un buen tocho para llevarme de vacaciones a la casita de Noruega, por si hace mal tiempo. Me durará todo el mes, a ti no, claro.

Juliet dijo...

¡Cuánta razón! Estoy en la etapa "veintiochos y no tengo niños": a veces los fines de semana son muy movidos, y a veces hay que esforzarse para que no me trague el sofá, porque sino me entra el remordimiento de conciencia el lunes cuando mi compañera de autobús a primera hora me cuenta tooooodosss sus súper actividades de viernes a domingo y pienso: lo que yo he sido... madre mía... Mi segundo pensamiento es: si no se calla, se llevará una zapatilla en la boca, que nos quedan tres cuartos de hora de autobús y quiero dormir.

Anónimo dijo...

Qué gran verdad!!!!! Cada vez que llega el fin de semana pienso todas las cosas que voy a hacer, y al final entre lavadoras, compras, paseos al parque, cumpleaños de amigos del cole,..., todas esas cosas que soñaba con hacer, quedan para el próximo fin de semana y al final vuelta a empezar