En mi más tierna infancia, mis primos J y J eran seres maravillosos, lejanos y misteriosos. No tenían casa en Los Molinos, vivían a las afueras de Madrid cuando Madrid tenía afueras y los veíamos mucho menos que a los demás. Por eso cuando aparecían su presencia siempre nos parecía una visita de los dioses. Siempre tenían cosas molonas, juguetes con los que nosotros ni siquiera podíamos soñar y sobre todo eran savia fresca para nuestros juegos. Además, siempre sabían jugar a cosas supermolonas y que a nosotros nos parecían de mayores.
Para empezar nos parecían mayores. Esto es un misterio sensorial, porque uno de ellos me saca exactamente año y 3 meses y el otro es 6 meses más pequeño que yo, pero de alguna manera misteriosa siempre parecían mayores, con más mundo y por supuesto muchísimo más interesantes que nosotros.
Como no tenían casa en Los Molinos casi nunca aparecían por allí...pero esto no era motivo sufienciente para nosotros para sentirnos más guays...porque ellos vivian en una urbanización con piscina y pistas de tenis y tenían allí pandilla con la que podían jugar a miles de cosas. Molaban muchísimo...nos molaban hasta sus amigos que no conocíamos.
Otro misterio fascinante era que se llevaban increíblemente bien entre ellos. Para pobrehermano mayor, molihermana y para mí...eso era un hecho digno de aparecer en los anales de la historia. Nosotros nos pasábamos el día literalmente a leches y gritándonos todo tipo de improperios, mientras que ellos dos jugaban juntos y parecían pasárselo estupendamente bien. Sí, claro...discutían de vez en cuando pero no era la lucha fraticida que manteníamos nosotros desde que nos levantábamos hasta que nos acostábamos.
Nunca se aburrían. Ahora que lo pienso creo que debían venir de casa con una lista de juegos con la que epatar a sus primos canijos…siempre se les ocurrían cosas chulas para hacer y además tenían la colección de juegos de mesa más increíble que he visto nunca. Ellos me descubrieron el Stratego, La Fuga de Colditz, Hundir la flota, el Risk…y a hacer cosas increíbles con los clicks…Fueron los primeros niños que yo conocí que tenían una maquinita de esas de juegos, la del gorila que tenía que saltar o coger los barriles...el Donkey...no se qué.
Recuerdo perfectamente un verano, el primer verano de pobrehermano pequeño, en el que no sé porqué extraña razón mi madre decidió enviarnos a la playa con mis tíos y mis primos. La primera noche la pasamos en su casa de Madrid. Pobrehermano mayor y yo compartíamos un sofá cama en el despacho de mi tío...dormíamos contrapeados...y por supuesto no paramos de darnos patadas toda la noche. Al día siguiente salimos de viaje y mis primos sabían mil cosas chulas para jugar en el coche, mil chistes para contar y mil historias de miedo para acojonarnos. En aquella semana en la playa, pasé más miedo que en toda mi vida. Vimos “El muñeco diabólico” un día que mis tíos salieron a cenar...creo que nunca he pasado más miedo en toda mi vida. Jamás he vuelto a ver esa película…
En ese viaje también pasé miedo cuando uno de mis primos dejó caer su maquinita de Donkey por el hueco de la escalera…desde un quinto piso. Ver a mi tío, que yo tenía por un señor pausado y calmo pasar del verde al morado antes de ponerse a gritar como una fiera todo tipo de improperios…fue de muchísimo pánico. Todavía cuando nos juntamos siempre nos preguntamos ¿qué te hizo tirar la maquinita desde un quinto piso? “No sé...pensé… ¿qué pasara si la tiro?”….
Luego nos hicimos mayores…y cada vez nos veíamos menos. A ellos ya no les mandaban a pasar alguna temporada a los molinos, no coincidíamos en la casa de la playa y en Madrid hacíamos planes distintos. Con mi primo J fui a mi primer concierto de Springsteen en julio del 88, yo lo recuerdo y él también…desde entonces nos volvimos superfans.
Ahora nos vemos poco...muy poco...un par de veces al año, pero siempre nos lo pasamos bien. Nos saludamos y sencillamente empezamos a hablar y a reírnos tanto que casi no podemos ni respirar, ni por supuesto comer…cuantas veces la cena de Nochebuena ha terminado en el mantel entre ataques de risa incontrolables. Recuperamos los chascarrillos que tenemos desde canis e inventamos algunos nuevos que vamos incorporando…los primos pequeños ya no son pequeños y todos hacemos una buena pandilla.
Cuando murió mi padre fui de corcho hasta que al llegar a la iglesia para el entierro, de toda la gente que había en la puerta…se acercó mi primo J y me abrazó…y de repente me encontré llorando todo lo que no había llorado en las 24 horas anteriores…me abrazó, me consoló y me acompañó dentro de la iglesia hasta que conseguí recuperar el aliento. Puedo recordar hasta como olía...y la sensación de su abrazo.
Ayer, después de una agonía absurda de mes y medio, murió mi tía, la madre de J y J. Se como se sienten, pero estoy aquí, atrapada en los libros de colores, a 800 km y sin poder acompañarles y darles ese abrazo.
Ni siquiera saben que tengo un blog…
Lo siento en el alma.
33 comentarios:
pues deberias enviarles a tus primos un link,por que esta entrada es preciosa. Deberian leerla.un besito.
Se me han saltado las lágrimas. Mándales el link sí.
Iba a decirte que habías escrito la entrada solo por escribir la palabra epatar pero cuando he llegado al final se me han quitado las ganas de hacer gracias.
Lo siento mucho, está siendo un puto año de mierda.
Yo también tenía esa sensación con otros primos, la verdad. Siempre eran lo más... con el tiempo te das cuenta que no era para tanto.
Supongo que ya los has llamado para hacerles saber cuanto lo sientes. Quizá los puedas ver el fin de semana y darles un abrazo.
Moliprima, y si no te atreves mandarles el blog, un correo, una llamada o un ramo de flores de esos que llegan a 800 kilómetros les recordará que tienen alguien lejos pero cerca. Un beso
Jop, yo también voto por lo del link. Y un abrazote fuerte para todos, que nunca están de más.
Jo... leí el post entre sonrisas recordando cositas de mi infancia, cuando llegué al final se me fue de golpe.
Besos Moli, lo del link me parece un ideón!
Si no quieres que lean el blog...pues ponselo en un correito. Es demasiado bonito como para no leerlo....
Era el donkey kong
Lo siento, mucho.
Vaya...es la segunda mala noticia que leo hoy...Lo siento mucho Moli. Estoy de acuerdo con algunos de tus comentarios. Deberías mandarles esta entrada...Un besazo y otro para ellos.
:( opino igual que Cristina, envíales el link
creo que esta entrada es ahora mismo el abrazo que no puedes darles... te mando un abrazo para ti tambien y un besazo muy fuerte para las princezaz..
Estefanía
Lo siento mucho. Espero que estés bien. Un abrazo.
Menudo año.
La máquina era Donkey Kong, y curiosamente el malo era Super Mario.
Pero a parte de esto, llámalos, diles lo que sientes, y cuéntales que tienes este blog, y que has escrito este abrazo con forma de post.
Un beso
Joder.
Mándales el link.
Besos.
Me uno a lo de mandarles el link, o sino, lo que has escrito en un correíto. Seguro que se sienten abrazados aunque estés a 800 km.
Mi serenísimo dice que a ver si se acaba el 2011 de una vez, que está siendo un año de mierrrrrrrda (cuanta razón tiene)
Un abrazo.
Creo que es el momento ideal para que tus primos sepan que tienes un blog y que les has dedicado esta entrañable entrada. Sería la mejor manera de darles el pésame, a tu manera, con tus sencillas palabras que tanto valor tienen. Abrazote
¿Y como hago ahora para que no se me note que estoy llorando en el bus?
Que emotivo, Moli.
Que triste.
Un abrazo.
Lo siento mucho Moli, estoy segura de que a tus primos les encantará leer esto, por link o como quieras, pero hazselo llegar. UN BESO
Lo siento, Moli.
Yo también creo que les gustará mucho leer esto.
Un abrazo.
Yo tb. creo que este es el abrazo y el viaje sideral para que reciban tu apoyo.
Lo siento, una pérdida así es siempre terrible.
Ya sé que repito todo lo anterior......mándaselo sin duda. Como correo, blog, en una tarjeta....pero mándaselo. Tienen que saber lo que sientes.
De primos sé un montón. Mis primis B y L forman parte de casi todos mis mejores recuerdos de infancia, incluído el día que L casi me deja calva de un tirón de pelos en una lucha a muelte por una plancha de juguete... por cierto la plancha era mía ¬¬
De pérdidas, gracias al cielo, sé menos. Tampoco soy de mucho aconsejar pero a mí me ha parecido un post tan de corazón que estaría bien que de alguna manera les llegará...
Abrazo
Lo siento Moli. Sigo tu blog y otro muy chulo llamado "Como no ser una drama mamá". Su autora también ha sufrido una pérdida reciente, la de su padre. Ambas narráis fantásticamente la/ vuestra realidad. Yo creo, en contra de casi todos los comentarios, que enviarles el link del blog no es tu estilo.
Pero a ellos puede que tu blog les pareciera lo mismo que a ti te parecía en aquellos tiempos sus juegos y juguetes, algo para admirar.
Uff, lo leo en un mal momento personal y se me empañan los ojos.
Molinos, de alguna manera has de hacerles saber que estás ahí. Ya ves que este tipo de gestos no se olvidan nunca.
Un abrazo
Vaya, Siento la perdida. Lo del abrazo me ha retrotraido al triste fallecimiento de mi abuela.. una tiene la sensacion de que es egoista ponerse a llorar o esperar algun consuelo cuando todos estan hechos pure pero es absurdo. No me di cuenta de que tambien necesitaba llorar hasta que me dieron un gran abrazo, y por supuesto me acuerdo quien fue, aunque ya no forma "parte" de la familia (se separo de mi prima y no de buenas..) la verdad esque lo recuerdo agradecida. Se agradecen mucho y esos gestos...y a veces no se cae en la cuenta! otras no se puede y otras hay que postergarlos aunque sepa mal, no? besos :)
Leo tu blog hace poco y me has hecho llorar a lágrima viva. Yo tengo unos primos que también eran superguays y misteriosos. Con los años los fui conociendo mejor y con una de ellas nos hicimos amigas. Y ella, precisamente, se me fue hace 6 meses con 40 años y no pude viajar a darle un abrazo a sus hermanos, esos primos misteriosos de la infancia. No creo que haga falta que mandes el link, ellos saben que te tienen aunque sea en la distancia. Cuando les veas lo notarás. Besos.
Seguro que si saben que lo sientes en el alma aunque no puedas estar con ellos en estos momentos.
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