" No hay nada tan alentador como como saber que en alguna parte, una mujer que te gusta está pensando en ti y sólo en ti. Pero no hay nada tan hiriente como que ninguna mujer piense en ti. O peor todavía, que una mujer haya dejado de pensar en ti por culpa de tu estupidez. Es como mirar por la ventanilla de un avión y descubrir que la tierra ha desaparecido. No hay otra soledad que se le pueda comparar".
4 comentarios:
Dura confesión. Y, sin embargo, una original y bonita manera de pedir perdón.
Me gustó, pero menos que sus cuentos.
Pero gracias por recordarlo
Me ha gustado.
¡Bien por Richard Ford!
Publicar un comentario