miércoles, 22 de enero de 2020

Ayer fue uno de esos días.

Amalia Avia. Maravillosa pintora.
Ayer fue uno de esos días en los que desde que me levanto estoy pensando «pero quién me mandaría decir que sí», uno de esos días en los que arrastro la pereza por hacer algo que ni siquiera sé en qué va a consistir, uno de esos días en los que me prometo a mí misma que no volveré a cometer el mismo error. También fue uno de esos días, escasos ya en Madrid, en los que puedo calarme un gorro de lana y verme favorecida. 

Me equivoqué de portal porque me equivoqué de calle. En el 19 no había ningún 3C porque no era ese 19 ni esa calle. También era uno de esos días en los que llego tarde. De esos días tengo muchísimos. Menos mal que a nadie pareció importarle. La cita era a cenar y contar historias. Eso ponía en la invitación «Cena de historias». Era uno de esos días en los que pienso que no paro de hacer cosas impulsivas y que lo mismo salía de la cena con un montón de tupers, un satisfayer, unos folletos sobre meditación y hambre. 

El 19 correcto resultó ser un precioso edificio del Madrid antiguo. Y en el piso correcto había un pasillo larguísimo en el que me recibieron un montón de desconocidos, doce para ser más exactos, a los que saludé mientras valoraba quién tenía pinta de vender tuppers, quien podía ser un  gurú y quién estaba a los mandos de la cocina. 

Resultó que la invitación de "cena de historias" era certera al cien por cien. Cenamos y contamos historias. Trece personas, la mayoría desconocidas entre ellas, reunidas en torno a una cena estupenda preparada por la persona que nos había invitado a todos. Bebimos vino, mucho, en vasos y tazas de desayuno. Comimos con tenedores o con cucharas y tomamos quesos en flores y  helado de mango, de limón, de dulce de leche. Contamos historias, historias de las cosas que no se cuentan, historias sobre secretos que no se dicen y todo el mundo conoce, historias sobre nosotros y nuestras familias, sobre lo que nos pasa a cada uno que se parece mucho a lo que nos pasa a todos. Historias sobre los silencios alrededor de los que vivimos por miedo, por vergüenza, por acojone, por desconocimiento o porque de eso no se habla. Nos presentamos y nos reímos mucho. Y bebimos mucho vino y pasamos mucho calor porque ayer, en Madrid, era uno de esos días en el que en las casas con calefacción central se pone la calefacción con la intención de que los inquilinos tengan la sensación de vivir en un baño turco. También hablamos de hombres desnudos y yo dije algo de empotradores y luego me arrepentí. 

Ayer fue uno de esos días en los que me acuesto pensando  que a mí las redes no me han traído más que cosas buenas. Bueno, eso y que iba a dormir cinco horas y que no tengo edad para dormir tan poco.  


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Q pena , hacer estas cosas
Ya se q no vas a publicar el comentario
Creo q no te gustan mucho las opiniones contrarias a las tuyas

Anónimo dijo...

A mi en cambio, que envidia hacer estas cosas. Suena divertido y pocas cosas me suenan divertidas! las redes, como todo, hay que saber usarlas! bien por ti Molinos

Anónimo dijo...

PLANAZO!!! Pero no entiendo la cena y el vino en tazas... sobretodo con desconocidos. Igual es parte del encanto, pero me cuesta creerlo. Yo me habrīa liado muchísimo, o por lo menos algo màs, pero igual ahī està la gracia!

Seguro que de ahí sale algo más :)

La foto tampoco la entiendo muy bien. Pero supongo que para ti sí tiene mucha relación con el texto

En cualquier caso ameno, divertido y fluido!
Enja

Elena Rius dijo...

Flipando con los cuadros de Amalia Avia. ¡Gracias por el descubrimiento!

Anónimo dijo...

...esto es una variante de eat with?.

molinos dijo...

Enja, la foto es porque la cena era en un edificio con locales muy parecidos al del cuadro, no se porqué me lo recordó. Y justo estoy leyendo las memorias de Amalia Avia.

Anónimo, no, no es una variante de nada. Son unas chicas que están preparando un podcast que se llama De eso no se habla y buscan historias.

Elena, tienes que leer sus memorias que te van a encantar.

Anónimo dijo...

Gracias!