viernes, 12 de mayo de 2017

Antes del algoritmo

A lo mejor soy yo. A lo mejor, por fin, mi madre estaba equivocada en algo, y resulta que no soy tan preocupona como ella decía, pero no consigo que el malvado algoritmo de las redes sociales perturbe mi vida. 

«El algoritmo elige lo que ves», «el algoritmo te muestra lo que cree que te va a gustar», «el algoritmo  te oculta cosas y reduce tus posibilidades de conocer otras cosas», «el algoritmo te lleva a vivir en una burbuja».

Ajá. 

A lo mejor, el problema no es que me preocupo poco sino que no consigo recordar esa época idílica en la que parece que todos los agoreros del futuro vivían antes de internet y sus malvadísimos algoritmos. 

Cuando tenía nueve años empecé a leer el periódico. Leía, en voz alta a mi abuelo, las esquelas del Abc para ver si conocía a alguien. Más tarde, descubrí la sección de sucesos, un mundo de truculencias sin fin con asesinos, ladrones, robos y asesinatos. Poco a poco fui ampliando mi lectura del periódico y yo, sinceramente, creía que lo que allí me contaban era la verdad. Leía el Abc porque era lo que había en mi casa, lo que me daban a leer. Mi abuelo, mi familia, mi colegio, mis amigos, eran mi algoritmo. Mi entorno elegía lo que yo veía, leía, escuchaba, elegía lo que me gustaba. Y me gustaba lo que mi algoritmo me daba. Y eso, más o menos, nos pasaba a todos. 

Cuando crecí y fui a la universidad, y empecé a trabajar y conocí gente nueva, dejé de leer el Abc y sobre todo dejé de creer que en los periódicos estaba la verdad, ¿por qué dejé de creerlo? Porque leía todos los periódicos, escuchaba varias radios y conocí a gente muy diferente, con vidas distintas de las mía. Y mi mundo se amplió. No soy ninguna heroína revolucionaria ni rebelde y no pasé de un extremo a otro de la noche a la mañana, porque mi algoritmo de aquel entonces era poderoso (me río yo de Google), fue una búsqueda inconsciente, hecha a partir de cosas que leía, nexos que iba encontrando y curiosidad. Mi entorno seguía sugiriéndome las mismas cosas pero yo empecé a rechazarlas o a mirarlas de otra manera.  Más tarde llegó internet y descubrí que tenía a mi alcance todos los periódicos del mundo, libros que ni sabía que existían, radios de otros países y gente que vive a miles de kilómetros. Y mi mundo se amplió tanto que no lo abarco.  Por supuesto en ese mundo inabarcable hay mil chorradas, tonterías, cosas que no me gustan y que no sé como han llegado hasta mi puerta. Las aparto a patadas, salto por encima y voy a buscar las que me interesan, descubrir otras. 

¿A dónde quiero llegar con todo esto? A que, antes del algoritmo, no vivíamos en un jardín del Edén  en el que todas las cosas interesantes del mundo estaban colgadas de árboles del paraíso para que nosotros las recogiéramos paseando tranquilamente. No éramos alegres pastorcillos virginales y abiertos a todo, ni mucho menos. Antes del malvado algoritmo de la red, todo los que nos llegaba, todo lo que teníamos a nuestro alcance venía determinado por nuestra familia, nuestros amigos y nuestro entorno. A veces las aceptábamos con agrado, otras nos las comíamos sin rechistar y otras, algunos, las rechazábamos para buscar otras. 

No soy tan ingenua como para creer que internet es un campo de libertades y oportunidades sin trampas, vallas y minas antipersona pero no creo, aunque puedo estar equivocada, que sea mucho peor que el mundo en el que vivíamos hace 20 años. Hace veinte años esas cosas que según muchos nos "escoge" el algoritmo sencillamente no sabíamos ni que existían o nos venían "escogidas" de otra manera. 

Internet tiene un millón de cosas malas y me parece estupendo que haya gente que no quiera tocarlo ni con un palo y abomine de las redes sociales. No entiendo mucho que se abomine de algo que no se ha probado pero oye, yo no como riñoncitos, ni manitas de cerdo, ni callos, porque me dan asco sin haberlos probado jamás. Cada uno se limita como quiere. 

En mi opinión, no te limita un algoritmo, te limitas tú solo. Hay gente en internet que sigue en el Abc y tiene cero interés en conocer en nada nuevo, quieren eso para siempre. Y hay gente que sale y explora, desecha lo que no le mola y sigue buscando. 

Además, tengo buenas noticias, podéis no comprar el libro que os sugiere Amazon, podéis incluso ni mirarlo. 


24 comentarios:

Rataflau dijo...

Pues sí... completamente de acuerdo. Y hay de todo y para todos, y antes eso estaba muy limitado por la geografía, el entorno y mil variables más.

Salud,
Rataflau

Anónimo dijo...

Oye, no es por ser pedante pero el deshecha del final, ¿no sería sin h?
Lo siento si es un ñiñiñiñi...

Anónimo dijo...

Desecho está bien , el otro deshecho es el que se daeshace

Virto dijo...

Creo que tenemos posturas parecidas. Mi uso de internet se ha ido reduciendo, las redes sociales ya no me atraen más que para buscar información, echo mi ratito en TW casa mañana y para mí ese algoritmo es una ventaja (si obviamos esa mano negra como el sobaco de un grillo que está por ahí trapicheando con nuestros datos), y lo es porque dirige mis intereses según mis elecciones y es manipulable hasta cierto punto. Que yo quiero saber de libros y de poesía, pues por ahí encamino mi TW, que de repente tengo otras inquietudes pues no hay más que buscar un poco por la red y después ya profundizar según el gusto y las necesidades.

Y sí, aunque parezca mentira, todos los trastos tecnológicos, de momento (y esto da para relato), tienen botón de "me voy a tomarme una cervecita y a dar un paseo".

Un abrazo

Por cierto, la profusión de bichos del cuadro me ha hecho olvidarme de Adán y Eva, como tiene que ser...

Anónimo dijo...

Hola, También existe el ctrl may supr. Borras cookies ... y te quedas fresco como una lechuga.

Pablo dijo...

También me ha gustado mucho el de hoy. Y eso que no me gustan las redes sociales... https://goo.gl/images/e6DeoD

Toy folloso dijo...

Cuando entro a ver un YouTube, me sugiere otros contenidos parecidos -censurados, como es norma de la casa-, pero al entrar en Google, esporadicamente aparece un mosaico de ocho o diez lugares por los que he navegado -los cuales no hay forma de hacer desaparecer-, y no son pocas las veces que han aparecido estando acompañado y......GLUUUUUUUUUPS!!!!!.

Juan Cabezas dijo...

Me agrada ver que hay más gente que piensa como yo; te dejo un pequeño post que escribí sobre el tema:

https://licenciahistorica.blogspot.com.es/2016/09/perdidos-en-la-biblioteca-de-babel.html

Espero que te guste.

Sofia dijo...

Soy joven todavía y pertenezco a esa generación del algoritmo de facebook. No obstante, siempre he puesto en duda esa idealización del pasado que tienen algunas personas. Es cierto que vivimos controlados de un modo u otro, y más en las redes sociales, pero es interesante la reflexión que haces sobre el periódico que leías, sobre tu grupo de amigos, sobre los algoritmos de tu propia época, vaya. Coincido totalmente en que lo que hay que hacer es salirse de ese círculo cerrado, moverse más allá para que ni google, ni facebook ni nadie te haga un estrecho de miras.
Muy buen post,
Un saludo.

Matías dijo...

Hace muchos años leía la prensa con frecuencia, últimamente solo leo alguna portada de la prensa digital, creo que estamos saturados de noticias.
No soy adicto a las redes sociales, apenas las utilizo, pero tengo muy claro que la evolución del mundo de internet en los últimos veinte años ha sido descomunal, sabemos que hay mucha basura, pero creo que si se utiliza correctamente, tenemos a nuestro alcance una fuente inmensa de sabiduría.
Saludos.

Anónimo dijo...

Como siempre, te sobran la mitad de las frases. Esto es más aplicable, si cabe, al post anterior. Es lo que ofreces, es lo que hay.

Anónima enganchada a tus errores

Alberto Secades dijo...

La mayor variedad de alternativas no puede ser mala. Depende, como todo, de la predisposición de cada uno. Quienes acuden a la red buscando gente igual a ellos termina reduciendo su círculo, que se hace cada vez más aburrido y asfixiante. Quien busca diversidad de opiniones se transforma; eso le hace más divertido e interesante.

Tim Harford ha escrito un interesante libro, mal traducido (quizá como remedio anti-Kondo), al que merece echar un ojo.
http://www.editorialconecta.com/libro/el-poder-del-desorden/

No tengo ningún interés en promocionar nada; creí que debía decirlo.

Gracias.

Anónimo dijo...

Muy a favor de lo que dices! Anonima enganch

el chico de la consuelo dijo...

Discrepo. Los buenos algoritmos dan alternativas.
Y si están bien construidos identifican perfiles distintos y contradictorios de un mismo usuario.
Me quito el sombrero ante las daily mix del spotify. Alucinó. He hecho (echo) la prueba, y de 10 canciones sugeridas me gustan nueve.
Segmentan tus gustos contradictorios agrupándolos en listas distintas. Sensacional.
Otra cosa son las listas de amigos del feisbuk o el tuiter eso es una publicidad asquerosa. No me aciertan ni uno.

Ps.. Discrepo de la critica a un blog pq sobran frases.El bloguerio es escribir mucho para sacar pequeñas joyas. Claro q hay frases de mas, aquí se escribe a raudales. El q quiera las frases justas q se la juegue a la ruleta rusa de comprarse un libro
Besos a sacos.

Xaquin dijo...

Redondo, redondo, redondo...

Ana de cestaland dijo...

A mí me gusta mucho internet y pajaroleo muchos ratos.
El algoritmo que no me gusta es el de facebook que me muestra noticias y publicaciones de la gente que menos me interesa y no lo logro entender la razón.
Como me aburre, me paso a instagram.
Llamamiento a los señores de fb: "Mark, chato, revisa el algoritmo que conmigo no aciertas casi ninguna y te pisa los talones instagram."
.
Y coincido contigo en que casi no logro comprender a quien demoniza lo que no conoce...
Como siempre, acertada Moli.

Adaldrida dijo...

Chapeau.

txipi dijo...

Lo malo del algoritmo es que no es tan obvio y tan general como el ABC, es mucho más sutil y personalizado y por eso hay que tenerlo en cuenta. Es una de las principales razones por las que los internautas sabelotodo flipamos ante los resultados de elecciones u otros hechos impepinables: decenas de algoritmos nos han enseñado unas realidades que nos gusta,n que nos encajan y se ha cuidado de enseñarnos otras. Estoy terminando de leer Weapons of Math Destruction y habla sobre este tipo de algoritmos. Muy recomendable :)

José A. García dijo...

Cierto, antes del algoritmo de internet también había mediación en lo que nos llegaba a cada uno, nadie era realmente libre, pero esa información se quedaba en uno mismo, o en la familia, o en el grupo de amigos, no en la empresa que la utiliza para vendernos lo que creen que necesitamos. Esa es la gran diferencia. Antes podía irme a otra ciudad y comenzar de cero, donde nadie me conociera, ahora mismo, con las redes antisociales y las contraseñas de internet, sin importar donde estemos, alguien lo sabe. Siempre.

Saludos,

J.

Oswaldo dijo...

No me gustan las decisiones automáticas tomadas "por mi bien" según algoritmos definidos por terceros. Punto.
No me gusta siquiera que mi cámara fotográfica, por ejemplo, decida "acomodar" los colores de una fotografía arruinando irremediablemente la magnificencia de la más estupenda puesta de sol.
Ni siquiera me "comprende" cuando le "digo" en el menú correspondiente que se trata de una puesta de sol, que la extensa gama de tonos rojizos son así, tal cual cómo se ven y que no quiero que los "arregle". ¡Misión Imposible!

Eso, sin contar con que las redes sociales son utilizadas por los delincuentes de mi país, muy, demasiado... a menudo por los mismos presos desde el interior de las cárceles liderando el negocio para identificar a los ciudadanos que puedan pasar a formar parte de la estadística de asaltados, secuestrados, ruleteados y asesinados.

Anónimo dijo...

"Chico de la consuelo": tu nivel de exigencia literaria es bajo. Escritores y escritoras hay que escriben bien, y eso les honra, siempre.

Anónima virgen

Anónimo dijo...

¿Habilitación de comentarios? Dios mío, qué nivel de desconfianza.

el chico de la consuelo dijo...

Asi es anonima virgen. Tengo baja exigencia. Este año incluso he leido a Bolaño y Vila Matas.
Pero hay veces, algunas veces q leer parrafos excelentes en blogs me compensa con mucho el esfuerzo de ir navegando de aqui para alla.
En cualquier caso soy receptivo a las recomendaciones de lo q consideras bueno.
Abrazos virginales y anonimos.

Anónimo dijo...

Lo siento, "chico de la consuelo", pero tendrás que apañártelas solo.