jueves, 19 de noviembre de 2015

6 cosas que no soporto del periodismo en España


Me llamo Moli y estas son las seis cosas que hacen que, ahora mismo y desde hace un par de años no soporte la prensa española y haya dejado de comprarla.

1.- El mesianismo
Sobre esto ya escribí en su momento pero es que ha ido a más. El mesianismo de la profesión periodística con sus grandes eslóganes de "gracias a nosotros conocerás la realidad" y sus "menos mal que estamos nosotros para desenmascarar a los malos" me saca de quicio. 

Para ver lo ridículo de esta posición no hay más pensar en qué ocurriría si cada vez que vamos al médico, o a comprar el pan o a la gasolinera,  el médico, el panadero o el gasolinero salieran gritando "Postraos ante mi por mi trabajo, porque sin mi morirías de una espinilla infectada, no podrías desayunar y tu coche se pararía". 

Que está muy bien ser periodista pero no son el mesías. Por no ser, no son ni el Ratón Pérez. 

2.- El medallismo
Estamos en un punto en que la información no se comparte porque merezca ser conocida, sabida, explicada y asimilada. No se comparte para que la sociedad esté informada. Se comparte en una carrera exclusiva por el olimpismo: "Nosotros lo contamos primero", "Nosotros lo contamos mejor", "Nosotros tuvimos primero el soplo". 

Pues muy bien, campeón.

Yo casi prefiero al subcampeón como Faemino y Cansado. 

3.- El rollo "vende motos"
No sé si soy más lista que antes, los periodistas más tontos, yo más cínica o los medios más hipócritas pero por cada noticia que sale "desenmascarando" malos, sé que hay mil que no salen, sé que los malos que son de un bando determinado parecen menos malos y los del otro parecen más y sobre todo, me jode que me tomen por imbécil. 

Ni los llamados nuevos medios independientes y distintos están al margen del mercado. No pasa nada, lo entiendo. El mercado y la situación es la que es. Entiendo que hay que tragar con cosas, no publicar otras, maquillar algunas, alterar otras. Lo entiendo, esto siempre ha sido así. Pero, por eso mismo, no pretendas venderme una independencia a prueba de kriptonita cuando sé que hay mil condicionantes detrás en tu trabajo. Nos pasa a todos. 

4.- Personalismo
De un tiempo a esta parte y, a pesar, de los grandes gritos y proclamas a favor de la "importancia de la información", cuando leo una noticia, reportaje, entrevista o artículo... a duras penas veo la noticia, el tema del reportaje, al personaje de la entrevista o el fondo del artículo. Unos egos del tamaño del Titanic me lo impiden. 

Y de hace unos meses ahora, observo aterrada y con muchísima vergüenza ajena que muchos periodistas, muchísimos, no contentos con contonear su ego continuamente mientras agitan sus medallitas y me intentan vender humo, se dedican a contarme pormenorizadamente las heroicidades que cada día ejecutan en su trabajo para que yo, pobre mortal, pueda disfrutar de esa información. Me da tanta vergüenza que casi vomito. 

Lo importante no es la información, lo importante es que lo escribe, lo cuenta o presenta Mengano. La noticia no es la información es lo que "nuestro equipo" ha hecho con ella para hacer una infografía. Pues mira, NO. 

Aparte de que dime de que presumes...y blablabla.  

5.- Manía de enseñar lo que los otros hacen mal como si yo fuera imbécil
Otra cosa que me repatea es que últimamente leyendo la prensa, escuchando la radio o viendo ciertos programas me siento ofendida. No por el contenido sino por el trato. ¿Desde cuando el periodista ha decidido tratar al público, al oyente, al lector como si fuera imbécil, como si yo fuera imbécil? Es una falta de respeto absoluta. En este tratamiento incluyo la manía permanente e infantil de pasarse el día señalando lo que hace mal otro medio, otro periodista, otro programa. 

Bien, otro medio lo hace mal. ¿Y qué? ¿Qué lo haga mal te hace a ti mejor? ¿Crees que si no me lo señalas no lo veré? 

La falta de un mínimo de autocrítica es bochornosa y asistir al infantilismo permanente de echar la culpa a otros, también. Los empresarios, los editores, los directores, los tuiteros, la gente que escribe sin ser periodista...¡el público!, todos tienen la culpa, menos los periodistas.

6.- Sensacionalismo 
Lamentablemente esto lo he vuelto a comprobar esta semana hasta el infinito. Vídeos de explosiones que no aportan nada, imágenes de mantas que tapan muertos que no aportan nada, equipos enteros de periodistas desplazados para leer un teleprompter con la Torre Eiffel detrás, periodistas apostados frente a la morgue diciendo "la familia ha pedido que no les grabemos". Y ¿No se te cae la cara de vergüenza por que tenga que pedírtelo la familia? y ¿Como tienes las narices de contarlo en antena? 

No, no compro prensa española, no pago por ningún medio online español y voy a seguir sin hacerlo. 

No me gusta, no me sirven, me hostilizan y son malos. Todos. 

La parte buena es que hay muchísimo margen de mejora. Todo. 

Estoy deseando cambiar de idea, mientras tanto, pago 150 euros al año por tener el New Yorker en papel en mi buzón todos los sábados. No quiero información gratis, la quiero que merezca la pena pagar por ella. 

21 comentarios:

Lou dijo...

¿Cinco o seis? ;-)

Anónimo dijo...

Me gustaría conocer tu definición de buen periodismo, Moli.
Estoy casi de acuerdo contigo en todos los puntos, especialmente en el último y añado que hay muchos modernos que vn de periodistas al uso, sin serlo.
Tata_Keli

Carmen dijo...

Tú lo has dicho (y, obviamente, es una generalización): son muy malos. Incluso si pudiéramos pasar por encima de la forma en que enfocan su profesión, el maltrato al diccionario y la gramática son implacables.

Anónimo dijo...

Joe Moli, es que con estos posts, no me puedo desenganchar de tu blog. Y mira que con muchos del año pasado he estado a puntito....(el de "soy lo que leo" casi me mata y el de espe creo que para mi ha sido el más peor de todos, y no soy de Espe "jaté tú....) pero llegas luego con uno magistral y .... me vuelvo a enganchar.
Me siento completamente identificada con éste que has escrito hoy. Pero completamente oiga usté.
Saludetes.

C. S. dijo...

No entiendo muy bien qué es eso de "periodista sin serlo" Es más: ni siquiera entiendo que exista una carrera de periodismo. Cualquiera que sepa de qué está hablando y sea capaz de contarlo de forma comprensible podría escribir en la prensa. Para eso no hace falta un título específico. (Claro que me pongo a echar cuentas: "saber de qué se está hablando" y "ser capaz de escribirlo de forma comprensible" y me salen cuatro gatos. A lo mejor esa carencia de buenos comunicadores es la causa de la existencia de esa carrera y de esos egos del tamaño del Titanic. Hay que justificar el hecho de que unas personas que han recibido una educación lacustre -por lo llena de lagunas- sean las autoproclamadas defensoras de la verdad, la libertad, la democracia y bla, bla, bla...)

HombreRevenido dijo...

Difícilmente los periodistas puedan ser mejores que su audiencia. Y la gente, en general, somos bastante idiotas.

Dentro de ese escenario pesimista sólo me atrevo a pedir un poco de ética o un poco de respeto. No pido más.
Pero vamos, que tienes mucha razón en los 6 puntos. Y te quedas corta. Es duro ver las patadas que, por ejemplo, le dan a la ciencia. Venga, chavales, un poco de especialización y un poco de amor propio.

Alb dijo...

http://guerrasposmodernas.com/2015/09/03/cuando-falla-el-periodismo/

Jesús M. Pérez escribio un excelente articulo señalando los fallos del periodismo.

Anónimo dijo...

Se puede ser periodista sin haber estudiado Periodismo, igual que para ser actor no es imprescindible estudiar Arte Dramático. Claro está que una cosa es la carrera en sí y otra tener un mínimo de ceiterio y cultura para saber lo que se cuenta y cómo, y el resto de las famosas W del periodismo.
Tanónimo punto.

Luxindex dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
lo+ dijo...

Ni tanto, ni tan calvo. El New Yorker esta libre de pecado.? Informa de todos los conflictos? Desde todos los puntos de vista.? Carece de línea editorial. No censura? No envia corresponsales s.No me lo puedo creer.
EL New Yorkera te trata igual que la prensa nacional, pero en inglés.
Eso que ganas: mejoras otro idioma y no te hostilizas con las patadas al diccionario castellano.
Es imprescindible. Por lamentable que sea. Hay que elegir, hay que consumir información aunque sea mala.

molinos dijo...

Lo + El New Yorker es una revista, no un periódico y te aseguro que no agrade en su tono ni en lo que cuenta. Te la recomendo mucho.

COnsumo información, muy mala...y por eso no voy a pagar por ella.

Elena Rius dijo...

Muy tentada yo también de suscribirme al New Yorker!

Anónimo dijo...

Yo con lo que alucino es con las faltas de ortografía que encuentro en revistas y periódicos. Es que no me entra en la cabeza, y eso que soy de ciencias pero es que me asaltan. Esto de las faltas ¿
será por la ESO?

Anónimo falafel dijo...

Gracias! Pensaba que era la única que pensaba así...

Anónimo dijo...

Aaaayy que flojito Moli. No compro.

Anónimo dijo...

Generalizas, no todo el periodismo es malo ni todos los periodistas lo hacen mal. Y ahora imagina un mundo sin información, sin periodistas. Claro que hay aspectos criticables y mejorables, como en cualquier profesión. También hay médicos chapuceros y ególatras, funcionarios bordes y profesores que odian a los niños.

Anónimo dijo...

pues nada a comprar todos e niullorquer que es lo único que vale, en este país no hay ningún medio de comunicación decente....qué país!!!....qué paletos somos!!!!

Oswaldo dijo...

En un país, el mío, donde se ha llegado a “decomisar” (Sin pagar, es decir, robar) una televisora importantísima de alcance nacional.
Entiendo, por ejemplo, que en España fue un fenómeno de rating la telenovela “Cristal” y detrás de ella otras más, todas hechas por la televisora Radio Caracas TV. Ahora, esta televisora de largas décadas de trayectoria sólo produce cosas “rojas, rojitas” que simplemente ni los rojos ven. Ello a causa de haber sostenido posiciones críticas al gobierno.

De otra televisora, dedicada exclusivamente a difundir noticias, fueron sus dueños presionados durante años hasta que no soportaron más y tuvieron que vender todo a algún afecto al gobierno. Ahora, ni los rojos les creen.

El gobierno es el único distribuidor monopólico del papel para los diarios. Con su vocación y definitiva orientación totalitaria cualquiera puede imaginarse lo que ha sucedido a los diarios más críticos a ellos. Por ejemplo el diario “El Nacional”, uno de los dos más importantes, ha tenido que reducir su formato drásticamente, tanto en grosor como en su alto y ancho totales hasta convertirlo en un “periodiquito”. Claro, ha tenido que luchar con toda su fuerza para no desaparecer del todo.

Hay un diario, el “Tal cual”, que ejerciendo lo que a mi modo de ver, es el DEBER del periodismo, el cual consiste en asumir una posición, como mínimo, de estar alerta ante las desviaciones de los gobernantes para más temprano que tarde hacer las críticas correspondientes, el cual, a causa de no tener “pepitas en la lengua” ha sido el blanco de ataques poderosísimos de parte del gobierno con la intención de herirlo de muerte o, al menos, obligarlo a autocensurarse.
Por ejemplo, hace unos años le impusieron una multa prácticamente imposible de pagar y tuvimos (quisimos, claro) que salir millones de ciudadanos conscientes de la importancia de la libertad de expresión a realizar una colecta popular que ayudara a pagar la millonaria multa.
Hoy en día, después de mucho luchar, le ha tocado despedir periodistas emblemáticos y además, a sus directores y accionistas les han aplicado la intimación legal de no permitirles la salida del país. Es decir, restringir su libertad de desplazamiento. Primer paso a estar preso.
Tal restricción de libertad, para esa gente, está en plena vigencia desde hace unos dos años ya.
Sólo por ser “opositores”. Sin serlo realmente, al menos al principio, sino simplemente por ejercer el tal deber de asumir posiciones críticas.

Aquí en Venezuela, ciertamente, sin la más mínima duda de ningún tipo, ejercer el periodismo VERAZ se ha convertido en una labor absolutamente heroica.

Gordipé dijo...

Yo lo que no soporto es que se llame periodismo a lo que se publica en un medio de comunicación.Y no, el periodismo es otra cosa. O era otra cosa.

Reportera Literaria dijo...

Patricia, periodista. Muy de acuerdo en todos los puntos que propones. Seguramente que hay muchos más, entre ellos, cosas tan básicas como la escritura, la gramática o la ortografía en prensa escrita, el tonito de los locutores en radio, etc.

Pero una de las cosas que más dañinas es haberla convertido en una profesión de saldo, de pagar cuatro duros, de no valorar la infromación, de no cuidarla. Importa un pito mientras que seamos los primeros porque eso nos hará vender más publicidad.

Gracias por tu reflexión.

Luis Manteiga Pousa dijo...

Los periodistas deben ser tan criticables como cualquier otra profesión, tal cual. Sólo son personas, como las demás.