viernes, 7 de noviembre de 2014

Lecturas encadenadas.- Octubre (I parte)

El insomnio de alerta, que es por lo visto el que sufro, probablemente haga que mi vida sea muy corta, mucho más de lo que a mí me gustaría pero por otro lado voy a morir joven pero muy leída, como decían las abuelas.

En el mes de octubre, en noches y noches de escaso descanso y tras haber intentado por otros medios no desesperarme, he aprendido que la única manera de que la noche pase rápido y con el menor sufrimiento posible es leyendo, así que he devorado 9 libros.

Civilización: Occidente y el resto , de Niall Fergusson. De este libro también habló Fernando P. Cossio en su conferencia en San Sebastián y, como me llamó la atención, lo saqué de la biblioteca. 

La premisa de la que parte Fergusson es que Occidente, Europa y América del Norte han dominado el mundo extendiendo su cultura desde aproximadamente el año 1500 hasta más o menos el 2000 o 2007 cuando empezó la gran crisis económica. Fergusson hace un batiburrillo en el que toca todos los palos para tratar de explicar porqué una serie de pequeños reinos desunidos y sin nada en común consiguieron extenderse por todo el mundo, superando a grandes imperios como el chino, el otomano, el maya o el azteca. Fergusson habla de economía, de religión, de desarrollo científico y de instituciones políticas para intentar explicar ese auge occidental. 


Creo que no consigue convencer en sus argumentos, para demostrar el porqué de ese dominio, que sí que fue real y creo que tampoco aclara las causas por las que obviamente está desapareciendo, pero es un libro muy entretenido que maneja gran cantidad de información de manera amena y con muy buenas reflexiones; algunas controvertidas y polémicas pero que sirven para reflexionar. Merece mucho la pena.

"Puede que la amenaza última a Occidente no venga del islamismo radical, ni de ninguna otra fuente externa, sino de nuestra propia falta de comprensión de nuestro propio legado cultural y de nuestra fe en él".
Las uvas de la ira, de John Steinbeck. En su día, hace mil años, había leído esta novela, pero me la trajeron los Reyes y decidí releerla. Sólo recordaba la impactante imagen final, del resto tenía un vago recuerdo, un recuerdo en el que me veía a mí misma pensando que era demasiado joven para esa historia. No creo que fuera demasiado joven pero había leído demasiado poco para entenderla bien.

Es ahora cuando he entendido todo el desarraigo, la desesperanza, el desamparo y el drama de los emigrantes que tienen que dejar sus casas y sus tierras desesperados por llegar a una tierra prometida que resulta no serlo tanto. Steinbeck intercala los capítulos sobre las tribulaciones de la familia Joad con otros en los que sitúa todo lo que ocurría en los años 30 en Estados Unidos, con una minoría que se enriquecía mientras otros muchos vivían en una miseria atroz y desesperanzadora.
"Tengo un montón de ideas pecaminosas que, sin embargo, parecen inteligentes".
Me ha gustado también porque es una novela casi feminista: son las mujeres, La Madre, las que tiran de todos, las que mantienen la fuerza y el aguante para arrastrar y seguir y sostener.
"Una mujer puede cambiar mejor que un hombre -dijo Madre consoladora- la mujer tiene la vida en los brazos. El hombre la tiene toda en la cabeza. No te importe. Quizá... bueno quizá el año que viene tengamos casa".
Verde aguade Marisa Madieri. Recomendación de Elena Rius que saqué de la biblioteca. Es un libro precioso pero muy muy triste. No ha sido un mes de libros alegres para nada.

Es un libro raro, un diario del presente de la autora y del pasado. Su vida como madre, como esposa, sus vacaciones, sus sensaciones diarias, sus miedos mezclados con los recuerdos de una infancia no demasiado alegre y marcada por el exilio forzado de su Fiume natal al terminar la II Guerra Mundial.

Los padres, los abuelos, las relaciones familiares, el colegio, su vida como refugiada están contados en fragmentos de recuerdos tristes que consigue colocar en su pasado siendo consciente desde el presente de que ella también es esos recuerdos, que esas experiencias la han hecho quien es.

Es un libro verde agua, triste y melancólico, duro y tranquilizador a la vez.

"En cada palabra dada y recibida, en cada gesto y pensamiento, en cada fragmento incluso breve y casual de nuestra existencia y de la de los otros, hay algo de precario y algo de ineluctable, de caduco y de indestructible."

Marisa era la mujer de Claudio Magris y falleció de cáncer poco después. Él hace un emotivo postfacio del libro.

En el café de la juventud perdida de Patrick Modiano. Comprado en la Librería La Fuenfría porque no pude resistirme.

Me ha gustado muchísimo y eso que París es una ciudad a la que le tengo manía, y que hay una protagonista misteriosa que también me crispa mucho.  Son 131 páginas en las que a través de los ojos de varios personajes Modiano construye la historia de la misteriosa mujer, Jaqueline, a la que todos llaman Loki a partir de su aparición en el café que es también protagonista y parte de la historia. 

Al terminar de leerla, pensé que me sentía a mí misma, que la experiencia de su lectura había sido como cuando de pequeña leía los libros de "Elige tu propia aventura".  Me imaginé la historia, la dibuje en mi cabeza como una plaza hexagonal (no sé porqué  hexagonal) en la que está el café Conde. En ella desembocan distintas calles que son las historias de cada personaje y que te dan una visión de la ciudad y también de la plaza. Al contrario de lo que pudiera parecer, con esos múltiples recorridos y vistas de la plaza no consigues construir la historia completa, porque cada calle tiene sus callejones  y sus ángulos ocultos. Cada vez que llegas a la plaza descubres algo nuevo y una nueva incógnita. 

"Pero ni la una ni la otra éramos amigas de demostraciones. Es posible que se comportase así conmigo, con aparente indiferencia, porque no se hacía ninguna ilusión en lo que a mí se refería. Debía decirse que no había gran cosa que esperar puesto que me parecía a ella." 

En El Buscalibros he escrito una reseña más profesional de este libro que la verdad es que recomiendo para conocer al nuevo Premio Nobel.  

Y con esto y medio bizcocho hasta la segunda parte de los libros encadenados de octubre. 

11 comentarios:

Albert dijo...

Tras leer tu entrada sobre el insomnio, no me extraña descubrir que octubre ha sido fértil en lecturas.
Ostras, qué casualidad! He empezado a leer un volumen con tres novelas de Steinbeck (los editores le han llamado Novelas de California) con muchas ganas de volver a releer Las uvas de la ira, que debí leer con 17 o 18 años.
Este mes he leído poco. Tuve que devolver a medias a la biblioteca "Reinos desaparecidos", un fascinante libro sobre la historia de países que durante un tiempo existieron en Europa. Tenía una reserva esperando y no me quedó más remedio que devolverlo.

¿Para cuando la continuación?
Saludos!

Anónimo dijo...

E l de Modiano creo que me lo leere,gracias Moli.
Ahora estoy con uno de Marc Levy,muy tierno y he dejado otro porque no me apetecia seguirlo que transcurria en Paris.

annajr dijo...

Por fin las lecturas encadenadas!!!

Me apetece mucho Patrick Modiano. Mi padre ya se ha comprado un par, no sé cuáles son exactamente, pero ya me agenciaré alguno.

Las uvas de la ira, impresionante. Pues en 45 minutos de insomnio te lees 'Los vagabundos de la cosecha' ;-) Ah, y mira lo que he encontrado hace un rato... http://time.com/3561853/lost-john-steinbeck-story/

Este mes también me he dedicado a la relectura: he recaído en Fahrenheit 451 porque la gestión política y otras cuestiones sobre el cierre de mi tele me lo traía a la memoria... hace unos meses hubo un conato de incendio en el archivo y no podía dejar de pensar en un país sin vídeos... A veces somatizo las cosas que leo y se me aparecen en el sitio menos pensado. Estoy fatal. Y he releído Doctor Arrowsmith de Sinclair Lewis. A este le tendrías que dedicar más horas de insomnio, pero verás cómo no ha envejecido mal como Calle mayor... parece que esté hablando de la investigación médica de hoy mismo y parece que esté contando la crisis del ébola. Estupendo.

Creo que pasaré de Verde agua aunque tiene una pinta estupenda. A mi se me ha pasado en insomnio, pero tengo mañanas de desespero, no te creas... La semana que viene me traen a la biblioteca La edad de los prodigios de Richard Holmes. Bieeen. Mientras, me acabo con Golowin, que para ser la primera novela no americana en mucho tiempo me está gustando.

Besos!!

Bibliotecaria dijo...

El de Modiano lo leí hace tiempo y me encantó. Ayer mismo cogí el último, "La hierba de las noches". Espero con ganas empezarlo.
Un saludo Moli, me gusta cómo explicas tus lecturas encadenadas. Veo que muchos de tus descerebrados/das leen a partir de tus recomendaciones, haces "prescripción de la lectura", como se dice en mi sector laboral.

Anónimo dijo...

Animo con los insomnios!
Me apunto el libro del Nobel, tenía ganas de saber si es tan bueno el autor como lo ponen.

Oswaldo dijo...

¿Fantásticos? Por supuesto, pero...
¿Trissstes? Sí.
¿Insomnio? Se percibe claramente el tuyo desde acá.


Claro que, en el caso de Steinbeck, si hubiera escrito libros tales que este pudiera llamarse "Las uvas rosas de la complacencia", seguramente no hubiese habido premio Nobel...

El de Cossio suena interesante. Si la idea es que el legado cultural occidental tiene que ser mejor comprendido por nosotros mismos para poder preservarlo, y mucho debe ser preservado, creo que tiene mucha, muchísima razón.

No sé si Cossio lo mencione como causal del auge (Tú no lo dices)pero es seguro que buena parte de EL EXITO de la "civilización occidental" está basado en la simple fuerza bruta, o fuerza tecnológica, lograda con armas, bombas y cañones y, sobre todo, el hecho que dicha FUERZA ha sido aplicada con la convicción de tener toda la razón de parte del forzudo, tal y como ha sido prácticamente siempre.

Hoy en día, creo que el "Islamismo Radical" tiene mucho más convencimiento de que "tiene la razón" que lo que tenemos nosotros.

Menos mal que aún no tienen "la FUERZA"... pero están tratando. ¡Susto!

NáN dijo...

Casi dos de cuatro, y en estos momentos los otros dos no me tientan. Y escribo “casi” porque el de Steinbeck lo leí hace tanto que lo mismo lo hice en un ejemplar de Reno, colección que se vendía a precio económico en los quioscos de las estaciones, con una calidad de traducción tan ínfima que nunca puedes afirmar que has leído de verdad el libro.

Caso totalmente contrario es el de Modiano. No solo me gustó, y mucho, sino que además la traducción es de María Teresa Gallego Urrutia. Todas las traducciones de esta señora se convierten en canónicas para varios decenios (muy especialmente las vertidas desde el francés).

C.Albers dijo...

Trilogía de la Ocupación, de Modiano, absolutamente arrollador de princpio a fin.

Una lectura que te obliga a parar para respirar aire puro de vez en cuando.

Muy recomendable.

Anónimo dijo...

Impresionante Steinbeck, además yo lo leí hace unos tres años y trasladaba lo que leía al momento actual (o de hace tres años, que por increíble que parezca era peor que el actual). Salvando episodios puntuales como el Dust Bowl, imaginaba a los deshauciados actuales como a los Joad que deben abandonar la granja, a los emigrantes en paro buscando trabajo en Alemania como a ellos mismos marchando a California, y la situación que allí encuentran como la que hallan muchos que llegan a Múnich o Londres sin hablar el idioma y enfrentando la hostilidad de los indígenas y sobre todo de otros inmigrantes, que ponen pintas de cerveza en un pub de Islington y comparten pisos con otros 6 en el final de zona 4. El final, impactante ciertamente. Supongo que sabes (o no) que en la adaptación a película con Henry Fonda, ese final es muy diferente.

El Anónimo de la Lámpara

MenteLectora dijo...

También tengo pensado leer "Las uvas de la ira", debe ser un gran libro. Por cierto, yo no diría feminista, ya que te refieres a que la mujer tiraba de casi todo, y el feminismo, en teoría, es igualdad. Aunque no estoy muy de acuerdo en que se utilice esa palabra para igualdad.

Gonzalo Muro dijo...

Me apunto Verde agua para cuando esté con el ánimo subido. Un abrazo.