lunes, 1 de septiembre de 2014

Vacaciones a la francesa (y IV).




Inicio. Una maleta enorme y prestada, muchos "por si acaso" que han resultado ser fundamentales. 2 libros y 2 cuadernos. 

Hacia el Norte. Olor a verde, a lluvia, a nubes, a gris. Verde, verde, verde. A menos de un orden de magnitud. La frontera. Escuchamos a los Beatles pero no vale poner temas categoría "A", valen más los C y D pero admitimos alguno de categoría B. 

Toulouse. Un cuadro de Audrey Hepburn sobre la cama y vistas a la basílica. Carpaccio de buey con gratinado de patatas en The Winter Garden. Puertas correderas en los baños de las habitaciones. Nada más sentarte en un restaurante agua en la mesa. ¿En qué momento en España dejamos de beber agua en jarra y nos volvimos unos repijos bebiendo agua mineral? ¡Reivindico la jarra!

Un claustro con unas tumbonas para descansar del paso turista. "Groucho. Vintage". Me compro un vestido de princesa de los años 60. Lluvia en un paseo junto al río. Despertar con un rastrillo junto a la basílica que han colocado tan silenciosamente que me llevo un susto al verlo. 

Carcassone. Exin Castillos. Un chal blanco y verde. Un comic para M. A las princesas les hubiera flipado el castillo. Una boda, él de uniforme, es guapo y parece tan joven. Me recuerda a alguien. 

Carreteras comarcales, oscuras y llenas de bosques. Equilibrios sobre el verde. Albi. Una wifi desesperante. Crumble con frutos rojos. No me gusta la creme brulé aunque venga el chef que se parece a Popeye y con tatuajes en los brazos a darnos la receta. Albi de noche. Pasos que resuenan. El puente viejo, pierdo la cuenta de todas las veces que vamos a cruzarlo. Un desayuno con vistas. Me cuelgan los pies del vater del hotel ¿Estas cosas no son estandar? 

Santa Cecilia. Bóvedas azules. El infierno con todos los pecados; creo que los tengo todos. Aprendo lo que es un jubee, mejor dicho, un vago recuerdo almacenado en una lejana neurona de mi cerebro recuerda mis apuntes de Gótico de la carrera. Una contractura en el cuello, un concierto de órgano. Tagliattele a la trufa. Tatin de manzana que hace que casi caiga de rodillas y pida matrimonio al cocinero. Decido hacer una cata de tatin de manzana en este viaje (No volveré a encontrar un restaurante con tatin de manzana en su menú) 

Toulouse Lautrec. Ambialet. Caloreta y sudor de canalillo. 

Monestries. Cordes sur Ciel. Una pulsera de piedras azules que ya no me he quitado. Curvas, cuestas y flores. En mi próxima casa pondré contraventanas de colores. Spider Juan. Lluvia, lluvia y lluvia. Niebla. Por la carretera suenan los Everly Brothers, Ray Charles y los Jackson Five, jugamos a adivinar el cantante. 

Sarlat. Noche oscura, niebla y luz dorada. Omelette con patatas típicas. Juan pide islas flotantes y por supuesto yo conecto las islas flotantes, con Diane Keaton en Misterioso Asesinato en Manhattan y hablamos de Woody Allen. Siempre es buen momento para hablar de Woody Allen. 

Apartamento Cabaret. Cama con dosel y unos sillones morados tan enormes que me atrapan y en los que parezco de Lilliput. Por supuesto me cuelgan los pies. Por fin un wifi decente. 

Mercado de Sarlat. Ni la Gran Vía en Navidad está así de abarrotada. Callejeamos sorteando a la multitud. Leo en francés y a la vez traduzco. He descubierto que se muchísimo más francés del que pensaba pero cuando intento hablar me sale todo en inglés. 

Dome. Mi pueblo favorito del mundo mundial. Aquí quiero retirarme a escribir y leer. Incluso podría cultivar hortensias. Una puesta de sol en el mejor mirador en el que he estado jamás. Descubrimos la función "sonrisa" de la cámara de mi teléfono y que tengo una mueca que no es sonrisa pero que la cámara detecta como si lo fuera y me retrata. Es una mueca en la que levanto mucho las cejas. 
Foie con mermelada de higos. Los americanos. 

Descubrimos un sitio con "Formule Petit Dejeneur":cafe, zumo, queso blanco y dos bollos. Lo llevan tres mujeres con gafas imposibles y tan francesas que parecen una caricatura.

Estreno el vestido blanco. Comprobado, las cosas con vuelo me hacen sentir como una princesa...o una cursi, según se mire. Cuevas y abrigos prehistóricos. Lascaux impresionante. El castillo de Losse, el primero de muchos. Parmentier de oca en La Rapiere. Yo no como confit porque parece pájaro pero si la oca está desmigada me la como tan ricamente y se me caen las lágrimas de gusto. La camarera nos recuerda de hace un par de noches; Juan es inconfundible. Todo el mundo es encantador.

Me despierto por la noche del susto. Un ruido ensordecedor me ha hecho sentarme en la cama, resulta ser un trueno. ¡Bien! Me levanto y contemplo la tormenta con rayos y truenos desde la ventana. Me pregunto que tipo de sueño narcótico tiene Juan que ni se ha inmutado. 

Mañana gris. Manga larga y paseo en gabarra por el Dordoña. La voz en castellano de la audioguía es la misma que en la catedral de Albi y nunca ganará un Oscar por su interpretación de un gabarrero del siglo XVIII que cuenta la historia de la zona. Museo de la guerra en el castillo de Castenauld. Compro un tirachinas de madera para M. Descubro que mi visión de la Edad Media está muy contaminada por los caballeros de la mesa cuadrada de los MOnty Phyton, "Tenemos un grial" grito desde cada muralla. Aprendo de ballestas, mosquetes y catapultas. Paseo por los jardines del Marqueyssac; un mirador volado a 192 metros altura, no apto para gente con vértigo. Un delantal recursi para C y un libro de jardines para el Ingeniero. Lápices. Raviolis de setas. 

Compras de último día. Salchichones y foie. Un juego de la oca para las princesas. 2 sombreros de paja y protector solar. 

9 km remando al compás (¡Mary Poppins al compás!) Dordoña abajo casi sin hablar. Amistad en estado puro. Bocadillos de salchichón en la orilla y siesta al sol. Por la tarde descubro mi dulce de manzana más favorito del mundo mundial. 

Última puesta de sol en Dome. Volvemos a ver a los americanos. 

El coche huele a trufa. Escribo este post mientras volvemos. Música y paisaje y la cabeza funcionando sin parar. 

¿Qué pinta Wilco en una lista de música para madres? 

Te hubiera encantado este viaje. Fin.



Gracias a Elena Rius por todas sus recomendaciones para el viaje y a P por aguantarnos tantísimo.

18 comentarios:

Dana dijo...

Moli, deberías también reseñar los hoteles. Yo estoy pensando en hacer una ruta bastante parecida, y si quedaste contenta con la elección, sería estupendo si compartieras los hoteles, con nosotros los descerebrados! :-) Han sido unas vacaciones maravillosas, verdad? Francia es lo que tiene, que engancha y uno siempre quiere volver.

Anónimo dijo...

pero, pero, pero, cuántos zapatos te has llevado de viaje ?????. este Juan está en proceso de beatificación, no?.

Inés dijo...

Ahora que me quedan 5 meses en Toulouse, me entra hasta un poco de nostalgia precog con esta serie de tus vacaciones por aquí.

Que ya sé que lo voy a echar de menos. Como Tenerife antes de esto. Pero siempre podré venir de visita (espero).

ELISA dijo...

Preciosa crónica. Muchas gracias por compartir ese bonito viaje. A mí también me enganchó la parte del sur de Francia que conocí y la educación hostelera francesa.

javi dijo...

Si, claro que me hubiera encantado el viaje. Pero siempre te tengo a ti para que me lo cuentes.

Pilar Abalorios dijo...

Me ha encantado leerte en este recorrido, uno de nuestros favoritos.
Hermosas las vistas desde Domme, al abrigo de cualquiera de sus macizos de hortensias, sin duda, pero me quedo con Sarlat, casi a cualquier hora del día, y siempre desde el mirador de la torre.

Saludos

Anniehall dijo...

Llevo un tiempo pensando en hacer un viaje así, qué envidia.

Lista de música para madres, vestido de princesa (que tengo que ver)... ¿en qué te han convertido los gabachos?

Y tienes que ver la última de Woody ¡con Colin!

Anónimo dijo...

Como vasco ñoñostiarra reivindico el verde, la lluvia, la niebla, los nublados y las hortensias. Mis amigos de ZGZ siempre dicen que qué bonito el verde pero... Tiene un precio. En Francia, en el Reino Unido, en Holanda... Llueve mucho y por eso es verde. En el País Vasco también. Las hortensias que has visto por todas partes en Francia y que en Donosti hay a cascoporro necesitan agua. Mucha.
Aaaah, pero los maños no quieren lluvia. Quieren verde pero no quieren lluvia. No quieren pagar el precio, quieren hortensias en los (escasos) jardines y parques pero no están dispuestos a que el rainmac sea una pieza fundamental del vestuario zaragozano.

Sorry porque me ha salido un comentario un poco reivindicativo del sirimiri. Pero es que SIEMPRE que alguien me pregunta de donde soy y digo que de San Sebastián, me oigo eso de "que envidia, lo verde que es todo", pero cuando les digo que eso tiene un precio, los veo cambiar de cara.

El Anónimo de la Lámpara

molinos dijo...

Anónimo de la Lampara, yo sería feliz en San Sebastián o Bilbao o Santander. Me encanta el sirimiri y la lluvia y me da igual que sean 25 dias seguidos....me gusta.

Quiero las hortensias y el verde y la lluvia. El pack completo.

Anónimo dijo...

Propongo cet voyage a la France para
el año que viene a todos los descerebrados.A ver qué mejor,¿no?
Sonia.

Anónimo dijo...

Bonito :)

Biónica dijo...

Me gusta la gente que le gusta la lluvia.

Si pudiera, respiraba agua. :) precioso viaje.

RS dijo...

Sasto, Anómino de la Lámpara, tiene un precio. Y menudo precio: este año el no tener verano. De esos veranos de cortarse las venas del asquito que dan. Toda la costa vasca a tu disposición y ni 10 días de playa en tres meses. Y ni hablo del año 2013 que ya fue la leche en materia de precipitaciones.

Moli ¿realmente te gusta no ver el sol en casi todo el año? Porque ese es el precio: días grises, tras días grises, lluvia a cascoporro (¿"ande andas" sirimiri?) y no saber qué hacer con los críos una tarde tras otra.

Para un rato, está bien, sobre todo para los que venís del achicharre de Madrid, pero todo el año es un coñazo.

¡Estupendas vacaciones!

Anónimo dijo...

Si, RS, yo lo pago sin problemas. Siempre lo he pagado y aunque a veces es más caro que otras, lo hago con gusto. "The rain in Spain falls mainly in the plain", cantaba Eliza Doolittle en My Fair Lady: pues me quedo con esta rima: "la lluvia en Ulía le gusta hasta a mi tía", o "las gotas en Gros, tres mejor que dos"... Y paro de rimas chorras que me vengo arriba.

El Anónimo de la Lámpara

BeatrizC dijo...

Yo también quiero el pack!! Verde, lluvia, sirimiri, máximas de 25º...

RS dijo...

Jajajaja, Anónimo de la Lámpara. No sigas que ya me he dado cuenta que eres un poeta urbano de nivelón...

Conmigo la cigüeña erró el tiro porque, donde esté el sol, la playita a todas horas, el calorcito, etc., que se quiten el sirimir, la lluvia, el verde y todo lo demás.

En definitiva, que nunca llueve a gusto de todos.

Anónimo dijo...

Pues yo prefiero la lluvita, el otoñito, el inviernito y los cero graditos. ¿Por qué los diminutivos siempre son para el verano? Y no me gustan las terracitas

admini dijo...

Fantabuloso viaje, y fotos.
Pero, ¿Qué es un Jubee?
Me muero por saberlo, y en ninguna enciclopedia, ni en la RAE, ni en todo internet lo he encontrado.
¿Qué es jubee?