Hace
muchos años había un programa sobre libros en televisión presentado por
Sánchez Dragó, que tenía una sintonía espantosa pero que decía una gran verdad
“Todo está en los libros” ( si pincháis y se os queda la canción un
día entero en la cabeza, será bajo vuestra responsabilidad)
Todo
está en los libros. Los libros están llenos de historias, de conocimientos, de
sentimientos, de sensaciones, de ideas, de pensamientos, de deducciones, de
relaciones...de todo. Al abrir un libro y comenzar a leer no sabemos lo que nos
espera, no sabemos si nos gustará, si nos llegará, si lo odiaremos o si se
quedará enganchado a nuestra vida para siempre, pero cualquier cosa que
sintamos y pensemos en nuestra vida tiene una cita, una frase en algún libro
del mundo que la refleja y que cuando lleguemos a encontrarla diremos: es justo
así.
Rebuscando
en mis cuadernos de lecturas, he recopilado unas cuantas citas (creo
que más de doce) sobre diferentes aspectos de la vida de todos...o casi todos.
1.-
Enamorarse.
No es
lo mismo enamorarse que enamorarse. Nos enamoramos muchas veces o creemos
enamorarnos muchas veces, hasta que llega la vez que dices “ joder...era
esto”. Y eso también lo han dicho en los libros.
“María
se apartó un mechón de pelo de los ojos. Su frente, tan alta y oval, le recordó
a Leonard la cara que se suponía que tenía Shakespeare. No estaba seguro de que
debiera decirle esto, así que optó por cogerle la mano cuando concluía su
movimiento y permanecieron en silencio durante un minuto o dos, como había
sucedido en su primer encuentro. Ella entrelazó sus dedos con los de él, y fue
en aquel momento, más que luego en el dormitorio o cuando, más tarde aún,
hablaron de sí mismos con mayor libertad, cuando Leonard se sintió
irrevocablemente unido a ella. Sus manos encajaban tan bien, la unión era tan
intrincada, inquebrantable, había tantos puntos de contacto…A la escasa luz, y
sin sus gafas, no distinguía cuáles eran sus propios dedos. Sentado en la fría
habitación que se iba quedando a oscuras, con la gabardina puesta, agarrado a
la mano de ella, sintió que estaba desprendiéndose de su vida. El abandono era
delicioso. Algo manaba de él y a través de su palma penetraba en la de ella, algo
subía también por su brazo, se extendía por su pecho y le oprimía la garganta.
Su único pensamiento era una repetición: asi que es esto, es así, es esto…” El inocente de Ian McEwan.
“El
amor y la verdad, esa es la relación fundamental, el amor y la verdad. ¿Han
dicho alguna vez tanta verdad como cuando se enamoraron por primera vez? ¿Han
visto el mundo tan claramente?” Una historia del mundo en diez capítulos
y medio de Julian Barnes.
“Hola-
dijo susurrando, y nos miramos mientras ella apagaba las luces. Siempre hay ese
miedo a la decepción, a que no salga bien, pero desde el primer momento ambos
supimos que eso no debería preocuparnos”. ¿Por qué corre Sammy? de Budd Schulberg.
2.-
El duelo.
Cuando
uno sufre la pérdida de un ser querido, cree que nadie ha sentido una pérdida
así de atroz, que el dolor es tanto y tan increíble que es imposible
verbalizarlo y que nadie ha sabido jamás explicarlo.
“El
dolor por la pérdida nos resulta un lugar desconocido hasta que llegamos a él.
Anticipamos (lo sabemos) que alguien cercano a nosotros puede morir, pero no
imaginamos más allá de los días o semanas inmediatamente posteriores a esa
muerte imaginada. Incluso interpretamos erróneamente la naturaleza de esos
pocos días y semanas. Si la muerte es repentina, es posible que esperemos
sentirnos conmocionados, pero no esperamos que la conmoción sea arrasadora, que
trastorne a la vez el cuerpo y el espíritu. Es posible que esperemos sentirnos
postrados, inconsolables, locos por la pérdida pero no esperamos estar
literalmente locos, personas enteras que creen que su marido está a punto de
regresar y necesita sus zapatos. En la versión del dolor que imaginamos, la
pauta a seguir es la “recuperación”. Prevalecerá un cierto movimiento hacia
delante. Los peores días serán los primeros. Imaginamos que el momento más duro
de la prueba será el funeral y que tras él se iniciará esa hipotética
recuperación. Cuando anticipamos el funeral nos preguntamos si lograremos
“superarlo”, esta a la altura de las circunstancias. ( ...) No sabemos que ese
no será el problema. No podemos saber que el funeral en sí mismo será anodino,
una especie de regresión narcótica, arropados por el cariño de los demás y por
la gravedad y significado de la ocasión. Ni podemos saber – y ahí reside la
diferencia fundamental entre como imaginamos el dolor y cómo es en realidad ese
dolor – la interminable ausencia que sigue al hecho en sí, el vacío, la
absoluta falta de sentido, la inexorable sucesión de momentos en los que nos
enfrentaremos a la experiencia del sin sentido” El año del pensamiento mágico de Joan Didion.
3.-
La tristeza.
La
pena y la tristeza (que no son exactamente lo mismo) son sentimientos comunes a
todos, pero pasa como con el duelo, siempre creemos que lo que nos pasa a
nosotros es distinto, hasta que un día lo encuentras.
“Guardamos
el dolor en cajas. Resulta sorprendente de qué manera una simple palabra puede
abrirlas y arrojarnos su contenido a la cara” Pandora en el Congo de Albert Sánchez Piñol.
“Lo
triste es, sin embargo, lo alegre no. Lo triste deja una huella, una marca, una
cicatriz; lo alegre pasa como el aire, sin dejar señal alguna. Cuando recuerdo
algo alegre casi se vuelve triste por la nostalgia, ya pasó. Pero si es algo
triste lo que recuerdo, ahí está y vuelve a aparecer el mismo dolor. Quizá,
solo quizá, con los años, muchos, muchos años, se logre mitigar ese dolor, pero
se mitiga sólo porque va dejando de ser. La misma melancolía no es sino un
recuerdo que se ignora”. Tiempo de llorar y otros relatos de María Luisa Elio.
“Es
fácil decir “El tiempo todo lo cura y esto también pasará. La gente
olvidará y cosas como esa cuando se trata de algo que no te afecta. Pero cuando
te afecta no pasa el tiempo, la gente no olvida y tú estás en medio de algo que
no cambia” Cannery Row de John Steinbeck.
4.-
La conversación perfecta.
La
definición de la conversación ideal, esa que solo se encuentra muy de vez en
cuando.
“Poco
a poco me fui relajando y entrando en la conversación. Kitty tenía un talento
natural para hacer hablar a la gente y resultaba fácil charlar con ella,
sentirse cómodo en su presencia. Como me había dicho el tio Victor hacía mucho
tiempo, una conversación es como tener un peloteo con alguien. Un buen
compañero te tiraba la pelota directamente al guante de modo que es casi
imposible que se te escape: cuando es él quien recibe, coge todo lo que lanzas,
incluso los tiros más erráticos e incompetentes. Esto es lo que hacía Kitty”. El Palacio de la Luna de Paul Auster.
“Sus
conversaciones a media voz, incluso las más vacias, estaban llenas de
significado, como los diálogos de Platón” Doctor Zhivago de Boris Pasternak.
5.-
Amor verdadero.
Y no,
no he dicho farolero.
“La
satisfacción en el amor es algo que, en general, se da por supuesto. Sin
embargo, opino que soportar el amor no es algo racional, salvo que por algún
que otro desliz momentáneo. Llevo quince años casada con el mismo hombre y soy
incapaz de explicar porqué aún me atrae como objeto erótico. Lo hace,
pero ¿por qué? ¿No debería haberse extinguido ya todo? El motivo no es que
estemos tan unidos ni que nos conozcamos tan bien el uno al otro. Todo eso
solidifica nuestra amistad, no nuestra atracción. La atracción permanece porque
hay algo en él que no consigo alcanzar, algo extraño que nos separa. Me gusta
contemplarle de lejos. Lo sé. Me gusta mirarle cuando está en una habitación
llena de gente y parece un desconocido, para luego recordar que le conozco y que
más tarde regresaré a casa con él”. Una súplica para Eros de Siri Hustvedt.
6.-
La depresión.
Ese
pozo negro sin salida, sin puertas, sin ventanas. Donde no hay salida y lo peor
es la certeza de saber que no la hay.
“En
la depresión, esta fe en el rescate, en el final restablecimiento, falta por
completo. El sufrimiento es inconmovible, y lo que hace intolerable la
situación es saber de antemano que no llegará ninguno remedio: ni un día, una
hora, un mes o un minuto. Si se da una ligera mitigación, sabe uno que es sólo
temporal; la seguirá más tormento. Aún más que dolor, es desesperación lo que
apabulla el alma”. Esa visible oscuridad de William Styron.
7.-
Desamor.
Millones
de libros escritos sobre desamor, y que levante la mano el que no sepa de lo
que hablo.
“Imaginemos
que el amor de nuestra vida se esconde bajo mil millones de piedras. No puede
haber nada peor. O sí, que viva en una esquina de la vida y no quiera
saber nada de nosotros” Pandora en el Congo de Albert Sánchez Piñol.
"No
hay nada tan alentador como como saber que en alguna parte, una mujer que te
gusta está pensando en ti y sólo en ti. Pero no hay nada tan hiriente como que
ninguna mujer piense en ti. O peor todavía, que una mujer haya dejado de pensar
en ti por culpa de tu estupidez. Es como mirar por la ventanilla de un avión y
descubrir que la tierra ha desaparecido. No hay otra soledad que se le pueda
comparar”. El periodista deportivo de Richard Ford.
8.-
La relación con los hijos.
Tener
hijos es algo que te sobrepasa de tal manera que cada día te sorprende tenerlos
y haberte convertido en padre. Uno nunca se acostumbra a ser padre porque cada
día es distinto. Es un aprendizaje continuo sobre la marcha en el que además no
se puede aplicar lo que aprendiste cuando tú eras hijo, porque ahora no
vale...ahora eres padre.
“No
es fácil perder una discusión con tu hijo adolescente. Cuanto tus hijos ya son
más altos que tú, solo te queda la autoridad moral, que es un arma muy débil” Penélope y las doce criadas de Margaret Atwood.
“La
paternidad en sí misma no proporciona una sabiduría que merezca la pena
impartir”
“Así,
pues, lo peor de ser padre es mi sino: ser adulto. No hablo el lenguaje
adecuado; no me enfrento a los mismos temores y contingencias y oportunidades
perdidas; mi sino es saber demasiadas cosas y sin embargo tener que estar
parado, como un farol con la luz encendida, esperando que mi hijo vea el
resplandor y se decida a acercarse al calor y la luz que le ofrece calladamente”. El día de la independencia de R. Ford.
9-
La relación con nuestros padres cuando ya somos adultos.
Hay un
momento clave en la vida en que tus padres dejan de ser tu punto de apoyo y tú
pasas a ser su punto de apoyo. Pasa en un día, en un momento. El rayo de la
vulnerabilidad de tus padres te atraviesa y ya no hay marcha atrás. Pasas de
estar anclado a ser el anclaje y da miedo.
“El
momento en que reconoces por primera vez que tu padre es vulnerable al prójimo
es bastante duro, pero cuando comprendes que es vulnerable a ti, que aún te
necesita más de lo que tu ya no crees necesitarle a él, cuando comprendes que
podrías asustarle, incluso dominarle si lo desearas...en fin, es una idea tan
contrapuesta a las inclinaciones filiales corrientes que no parece tener
sentido”. Me casé con un comunista de Philip Roth.
“Quizá
sea algo característico de la relación con nuestros padres: la sensación de que
se debería alcanzar alguna meta, luego la constatación de lo que
inevitablemente es esa meta, para volver a centrar la atención en el aquí y
ahora. A lo que está solo aqui”. Mi madre, in memoriam de Richard Ford.
10-
La muerte.
Estamos
programados para no pensar en nuestra propia muerte, para saberla posible pero
creerla poco probable a pesar de que puede ocurrirte en cualquier momento.
Pararte y pensar en esa posibilidad es tan aterrador que sencillamente no
podemos hacerlo.
“Nacer
no es una experiencia, porque es accidental: nos pasa sin más,
involuntariamente. La muerte si constituye una experiencia, puesto que nos
sobreviene contra nuestra voluntad” Diarios 1984-1989 de Sandor Marai.
“Porque
la fuerza más intensamente turbadora de la vida es la muerte. Porque la muerte
es muy injusta. Porque una vez que has saboreado la vida, la muerte ni siquiera
parece mortal”. Elegía de Philip Roth.
11.-
Sexo
Y no,
no hablo de cincuenta sombras de nada.
“Porque
en el sexo no existe un punto de estancamiento absoluto. No existe ninguna
igualdad sexual y no puede existir, ciertamente, ninguna en la que las
asignaciones sean iguales, el cociente masculino y el cociente femenino en
perfecto equilibrio. No existe ninguna manera de manejar métricamente esa cosa
salvaje. No es un cincuenta por ciento, como en una transacción mercantil.
Estamos hablando del caos de Eros, de la desestabiliación radical que es la
excitación. Con el sexo vuelves a estar en el bosque, vuelves a estar en la
ciénaga. Es un intercambio de dominio, un desequilibrio perpetuo. ¿Vas a
eliminar el dominio?” El animal moribundo de P. Roth.
“Con
esto no quiero decir que mi relación con ella se hubiera vuelto más bestia, más
hosca, que hubiera perdido su ternura. No, diría que fue la única vez en mi
vida en la que experimenté un deseo total hacia una mujer, del que participaba
todo lo que hay en mí: el cuerpo y el alma, el deseo y la ternura, la nostalgia
y la enloquecida vitalidad, el ansia por lo impúdico y en ansia de consuelo, el
ansia de un momento de placer y de un abrazo eterno”. La broma de Milan Kundera.
12.-
El conocimiento a nuestra alcance.
Todo
está en los libros y ahora mismo todo está en la red. Eso no quita valor al
conocimiento, sino que nos ha vuelto más perezosos. Tenemos todo el
conocimiento a nuestro alcance y sabemos menos que nunca. La creación sin
embargo sigue siendo tan ardua y valiosa como siempre y sólo está al alcance
del que vence esa pereza por saber.
“Desde
la invención de la imprenta, el saber por el saber no constituye ninguna
virtud: para acceder a él no hay más que acercarse a la estantería donde se
alinean infinitos volúmenes de enciclopedias que registran y explican todos los
datos imaginables. Antes de Gutenberg, el conocimiento en todas sus acepciones
entrañaba un gran sacrificio, pues había que buscar incansablemente la materia
que se deseaba aprender. En cambio, hoy en día la erudición ha dejado de
representar un sacrificio: si uno no sabe todo acerca de lo que habla es por
simple pereza. La auténtica virtud reside en ofrecer algo nuevo y original a
partir de estos conocimientos previos (...) Ya no es difícil saber, pero crear
algo nuevo a partir de los datos sigue siendo tan árduo hoy como lo ha sido
siempre” Diarios 1984-1989 de Sandor Marai.
Por
supuesto, no podía terminar el post sin una cita de libros...en una película.
“The best momments in reading are when you
come across something- a thought, a feeling, a way of looking at things-which
you had thought special and particular to you. Now here it is, set down by
someone else, a person you have never met, someone even who is long dead. At it
is if a hand has come out and taken yours” The history boys de Alan Benet.
Empieza
el fin de semana...tiempo para leer.
Publicado
originalmente en Unadocenade
15 comentarios:
No me ha hecho falta pinchar el enlace, con sólo ver el título del post, ya se me ha metido la cancioncilla en la cabeza...Yo acabo de terminar uno que me ha tenido sumido en el horror (Tierras de sangre, de Timothy Snyder) y el cuerpo me pide un bálsamo.
¿Qué tal "El día de la independencia"? Creo que lo tengo por casa.
Me ha encantado el párrafo del punto 5.
A leer !
A mi también!!!!
Con sólo leer el título del post ...
Para otra recopilación, 'El desconsuelo, cuando llega, no tiene nada que ver con lo que esperamos... El desconsuelo es diferente. El desconsuelo no tiene distancias. El desconsuelo llega en oleadas...' No sigo que seguro que la tienes apuntada en algún cuaderno. (El año del pensamiento mágico. J.D.)
TODO está en los libros.
De hecho, si sólo pudiéramos leer a los clásicos griegos ya sabríamos todo lo hay que saber.
Ello sabían perfectamente de qué iba el hombre.
Y, salvo en lo accesorio, seguimos siendo iguales a hace miles de años.
Y no puedo estar más de acuerdo en que si no sabemos más cosas es por pura pereza. A mí a veces me agobia pensar que podía tener más información en la cabeza para tomar mejores decisiones.
Sobre todo desde que estoy en este negocio de la maternidad, he pensado, 'Caramba, debería haber estudiado magisterio antes de ponerme a procrear...'.
Una última cosa, no sirve con tener la información accesible, no sirve para nada, sólo sirve lo que tenemos en la cabeza.
Todo está en los libros, efectivamente. No hemos inventado nada.
¡A leer! ¡Buen finde!
:*
Ahora por tu culpa voy a tener que leer Pandora en el Congo!
Una suplica para eros de Siri Hustvedt ha sido, y es de momento, una de mis top-three lecturas del año.
En los libros encontramos también aquello que no buscamos.
Hay que decir que si yo fuese, como Siri Hustvedt, la señora de Paul Auster, ¡seguro que me seguiría atrayendo sexualmente después de quince años a los que fuesen!
A ver amiguica como te metas con Vainica Doble... vas a tener un conflicto serio conmigo.
Y me juntaré con la pava de Edurne Uriarte para darte una paliza.
Avisada quedas!!
Vainica además de Todo esta en los libros hicieron un lujo de canción como Dejame vivir con alegría
El resto del post me gusta!!
Simplemente me encantan tus posts sobre libros. Siempre me dejan con unas ganas locas de leer!
Tengo en la cola Una historia del mundo contada en diez capítulos y medio.
También me has recordado que quiero leer a Didion, y ahora, a Philip Roth, continuar con Paul Auster y empezar con su mujer.
No pienso volver a tus posts de libros, aviso, que me voy con una lista gorda gorda gorda ¡qué angustia, cuánto por leer y tan poco tiempo!!!
Yo con leerme los episodios nacionales de Galdós bastante tengo, que me lo paso pipa (ya no se dice). Una cosa que recordé gracias al capítulo del bolso rijoso. En mi infancia nos hacían aprendernos poesías con la moraleja incorporada, confiaban poco en nuestra capacidad de sacar conclusiones; sobre el halago del necio: si el necio aplaude, peor. Iriarte.
Bastante elaborado y completo. Gracias por la currada! Buen domingo!
Y apoyo la defensa de Vainica Doble y añado a Dragó, sobretodo en aquellos días...
Saludos.
Mil gracias, Moli.
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