viernes, 21 de octubre de 2011

WONDERFUL TONIGHT.- Eric Clapton

Hoy toca una moliversión.

Esta canción saltó ayer en el mp3 cuando volvía a Madrid desde los libros de colores. No sabía si quiera que la tuviera metida ahí. Esta canción siempre me recuerda a mi versión con con 17 años y mis amigos de Los Molinos escuchándola. Es una canción lenta más allá de cualquier ritmo…te da tiempo a dormir, despertarte, notarte crecer el pelo, cortártelo y volver a dejártelo crecer de lo lenta que es, la típica canción que los tíos odian...pero no...porque es CLAPTON, y es DIOS y toca la guitarra, así que se le perdona todo.

A mí me gusta pero es un tema o para sobarte o para abrazarse y comerse a besos muy despacio. No da para más. Eso sí, para esta segunda opción conviene no leer mi versión, digamos que le descubro el juego a Clapton.

It's late in the evening; she's wondering what clothes to wear.

She puts on her make-up and brushes her long blonde hair.
And then she asks me, "Do I look all right?"
And I say, "Yes, you look wonderful tonight."

Clapton le está contando a un colega su noche. Va de tío sensible y quiere contarlo bien con todos los detalles. Esto ya es para escamar un poco, normalmente a la pregunta ¿qué tal anoche? La respuesta suele ser: Bien / Mal/ Un pedo increíble/Me ligue una tía espectacular/ Divertido. Frases cortas y con mensaje. Que Eric se ponga a dar detalles, es sospechoso.

Es tarde por la noche y ella está mirando a ver que se pone, se maquilla y se cepilla su largo pelo rubio.

Esto es claramente ficción, se lo esta inventando. Lo suyo es que Eric mientras ella está haciendo todo eso, esté sentado delante de la tele diciendo cosas como: llegamos tarde, no puedo creer que vayas a cambiarte otra vez, con cualquier cosa estás bien…y el siempre efectivo ¿se puede saber que haces que llevas 3 horas para arreglarte?

Ella me pregunta: ¿estoy bien? Y yo le digo: “Si, estás maravillosa esta noche”.

Plas, plas, plas. Eric for president. No le dice: si, si estás bien...no le dice mirándola de reojo...” si, estas muy guapa”…no. Da la respuesta que vale 1000 puntos: Estás maravillosa.

We go to a party and everyone turns to see

This beautiful lady that's walking around with me.
And then she asks me, "Do you feel all right?"
And I say, "Yes, I feel wonderful tonight."

Ella obviamente se va feliz como una perdiz con él a una fiesta. Y Eric le cuenta al colega que todos se giran a mirar a esa preciosa mujer que camina junto a él. Ella le ve un poco raro, esa respuesta tan acertadísima que le ha dado antes la tiene un poco perpleja y piensa que lo mismo está incubando algo, así que le pregunta si se encuentra bien y él le dice: Si, me siento maravillosamente bien esta noche.

I feel wonderful because I see

The love light in your eyes.
And the wonder of it all
Is that you just don't realize how much I love you.

Eric ha visto el camino correcto y entonces se lanza a una perorata que a ella la deja completamente loca de amor:

Me siento maravillosamente bien porque veo el amor brillando en tus ojos y lo más maravilloso de eso es que tú ni siquiera te das cuenta de cuánto te quiero.

No sé como ella no pasa de la fiesta, lo agarra y se lo lleva a casa de los pelos…en fin...creo que yo no llegaría ni a casa...recordaría viejos tiempos en el coche….

It's time to go home now and I've got an aching head,
So I give her the car keys and she helps me to bed.
And then I tell her, as I turn out the light,
I say, "My darling, you were wonderful tonight.
Oh my darling, you were wonderful tonight."

Por razones desconocidas no hacen eso, si no que se quedan hasta que es hora de irse a casa porque a Eric le duele la cabeza. Mala señal. ¿Cómo hemos pasado de sentirte maravillosamente bien a tener dolor de cabeza? Yo no digo nada, pero esto huele mal.

Ella tiene que conducir…pufff…que mala pinta….

Cuando llegan a casa le tiene que ayudar a meterse en la cama... Eric ha conseguido desaprovechar los 1000 puntos, el bonus, la vida extra y el polvo espectacular, no se puede ser más tonto.

A todo lo que llega al final de la noche Eric es a farfullar mientras apaga la luz…”cfariñoooo…eftaffas maravilloffa effta nocheeeeeeee”…

Efectivamente. Eric se cogió el pedo del siglo en la fiesta, y probablemente montaría un numerito arruinándole el plan a su chica que, lógicamente, se cabreó como una mona pero como es una santa, en vez de dejarlo allí tirado, lo metió en el coche, lo desvistió y lo acostó. Y se sentó a esperar para echarle la bronca del siglo al día siguiente.

Eric se levanta y se hace el loco, no entiende nada “ pero... ¿por qué te cabreas?” Ella ni se digna a contestar, bastante tiene con lidiar con sus pensamientos del tipo " no sé qué cojones hago con este impresentable". 

Ante el ambiente gélido que hay en casa, Eric se escaquea y queda con un amigo para contarle su versión de la historia….y que su amigo le diga: no te comas la cabeza, ya sabes como son las tias. ¿Qué  hiciste de malo? Nada, tomarte unas copas que te sentaron un poco mal...pero ni siquiera potaste. Las tias se cabrean por nada.

¿ Por nada?

… a mí no me la pegas Eric…

jueves, 20 de octubre de 2011

POR QUÉ ME LEEIS…VOSOTROS…CON O DE TIOS.

No os metáis con mis decerebradOs.

Me molan los descerebradOs.

Son unos campeones. 82 comentarios en un post sobre la regla, 11 de tíos y algunos han tenido los huevos de comentar por primera vez en ese post, cuando efectivamente había poco que decir sobre el tema. Lo dicho, unos campeones.

¿Por qué me leeís vosotros?

Soy tía, madre, currante, puede ser un puto coñazo permanente, me meto mogollón con la forma de ser de los tíos o en su forma de ver la vida, no me gusta la ciencia, ni el futbol, ni el bricolaje. Creo que los tíos tienen la misma empatía que un picaporte, les pongo miles de pegas a su técnica sexual, y solo considero que hay uno perfecto en el universo….nada como para que los descerebrados con cola me lean contentos y felices. Y sin embargo me leen y parece que les gusta.

¿Por qué?

Puede que sea porque yo siempre quise ser tío, lo sigo queriendo. Como sé que físicamente es imposible, me esfuerzo mucho por alcanzar su sabiduría vital. Me dedico a analizar lo que me pasa como si tuviera cola. Quiero pensar que mis años de entrenamiento han conseguido, por lo menos, acercarme a esa meta. Si no puedo ser tío...quiero por lo menos poder pensar como ellos. A veces me despisto y me encuentro navegando por pensamientos completamente despegados de la realidad y de una complejidad absurda que me sumen en la más absoluta de las infelicidades…pero entonces me paro y digo: eh…eh...piensa como un tio. Y entonces noto como sobre mi desciende la calma y la tranquilidad.

Quiero valorar la sencillez de las opciones. Me gusta / No me gusta. Lo quiero/ no lo quiero. Me apetece/ No me apetece. No merece la pena meter más variantes en la ecuación... ¿para qué? Las variantes infinitas y la suma de factores en la toma de decisiones provocan siempre confusión y un bucle infinito que no tiene ningún sentido.

Mi visión de la maternidad ideal tiende muchísimo a parecerse a la paternidad común. A lo mejor pensáis que cuando hablo del papel de los padres me meto con ellos. Para nada, es admiración y envidia a partes iguales. Yo quiero ser tío y padre…a poder ser de princezaz...para ser primero un héroe, luego el cómplice contra la bruja de la madre, luego sufrir absurdamente pensando que ellas se están chuscando a uno como yo y luego babear de abuelo.

Me siento especialmente orgullosa de haber sufrido mi epifanía particular y poder decir con completa seguridad: Si, el físico es importante. Si estás espectacularmente bueno y me pones a mil...me da igual que no sepas hablar.

El sexo sin amor mola mucho. Que no digo que los tíos no valoren lo estupendísimo que es el sexo con amor…pero no hay que ponerse pejiguero y llenar la cama de sentimientos para disfrutar de un intercambio de fluidos.

Tengo un nivel de empatía espectacular que me sirve para pensar como un tío si quiero en la resolución de problemas y en el planteamiento vital. Por ejemplo, como es la regla para un tío.

Para empezar es algo asqueroso. Bueno, sangre a borbotones saliendo por donde ellos entran sinceramente no es plan apetecible. A pesar de lo asqueroso que es, podrían soportarlo si no conllevara nada más que un cierto disgusto físico...pero no. Sufren durante esos días las transformaciones en su pareja fuera de cualquier lógica. Las tías nos ponemos completamente insoportables, lo sabemos, ni siquiera nos soportamos a nosotras mismas. Queremos que nos dejéis en paz, que nos cuidéis, que nos tengáis pena, que no nos tengáis pena, que nos deis mimos, que os piréis por ahí 4 días, que os ocupéis de todo, que no os ocupéis de nada, que nos preguntéis que nos pasa, que no nos lo preguntéis pero que sepáis que nos pasa..y todo esto en fabulosos intervalos de unos 30 segundos. LO entiendo, es un sinvivir…y sois unos sufridores natos.

Me encantaría pensar que es porque soy increíblemente atractiva, tengo una mente brillante y chispeante, soy divertida y molo millones.

Pero seamos sinceros, los tíos SOMOS una piña. Me leéis porque quiero ser como vosotros y a mis espaldas os descojonáis de mis intentos.

Cabrones.

Y acordaos que la susceptibilidad ..es de tías.

martes, 18 de octubre de 2011

MOLIDOCUMENTALES: Grandes verdades de la regla.

Mamá ¿qué son compresas?- inocente pregunta provocada por la aparición de un anuncio televisivo de los años 80 dónde una joven actriz ponía el culo en pompa con unos vaqueros ajustados y de tiro alto (eran los 80) y repetía como si fuera un mantra: no se mueve, no se nota y no traspasa.

Pues verás hija, las mujeres una vez al mes...sangran unas gotitas y las compresas sirven para no mancharse.

La dulce niña no lo sabía, pero esa frase de su madre era un monumento al eufemismo.

¿Unas gotitas?? ¿Unas gotitas??? ¿UNAS GOTITAS???

¿Sirven para no mancharse?? ¿PARA NO MANCHARSE?

Ja.
Todo esto, claro, se aprende luego. Y se aprende con sangre (un mogollón y no 3 gotitas), sudor y lágrimas (éstas a gusto de la sufridora).

Tener la regla es como si Alien se apoderara de tu cuerpo, como si Quato viviera dentro de ti, quisiera salir y se hubiera perdido por tus entrañas. Hasta que encuentra el camino de salida se dedica a putearte y no puedes hacer nada. Sencillamente has perdido el control sobre tu cuerpo. No mola nada y no mejora con el tiempo, cada mes, es la misma pesadilla, el Día de la marmota. Quato sigue sin aprender el camino, ni aunque le dejes miguitas.

Alien y Quato son capaces de provocar un dolor inhumano. En su búsqueda absurda de la salida de tu cuerpo, son capaces de alcanzar casi cualquier parte de tu anatomía y provocarte un dolor supremo: te estalla la cabeza, las tetas quieren salirse de la piel que las contiene, tus ovarios botan y chocan entre ellos como pelotas de billar, tus riñones deciden que no les mola estar siempre a la espalda y pugnan por salir por tu vientre, las piernas te pesan como si fueran de cemento…

Cuando eres joven y no tienes ni idea, no sabes muy bien qué hacer, así que optas por intentar obviar los síntomas. Piensas erróneamente cosas del estilo “ si a todas las mujeres les pasa y van por la calle tan campantes, porque seguro que alguna de las que me cruzo por la calle están como yo…yo puedo hacer lo mismo, puedo con esto”.

Error. Lo que no sabes es que esas mujeres son sabias y van drogadas. O se han pegado la llantina de su vida en el coche y por eso parecen más relajadas, o van directas a su casa, a su sofá, su manta, su peli de llorar y su cubo de helado de strawberry chesee cake. O lo que es más probable…todo a la vez. Ellas no obvian los síntomas, los padecen, pero han aprendido a llevarlos de la mejor manera posible.

La regla es como la resaca. No merece la pena luchar contra ella, no vas a ganar jamás. Es mejor hacerse su amiga y darle lo que quiere.

Para empezar quiere drogas (como la resaca). El ibuprofeno suele funcionar (como con la resaca) pero normalmente un cocktail fabuloso de analgésicos que a poder ser te dejen en estado vegetal (como la resaca) es muchísimo mejor. El espidifen es amiguísimo de la regla.

Al tomar drogas con la resaca quieres sentirte bien. Cuando te drogas con la regla simplemente quieres caer en un estado de catatonia que te funda con el sofá sin dolor y que haga que el llanto fluya mansamente por tu cara. No quieres correr, ni saltar, ni hablar, ni hacer nada…quieres a tu mantita.

Y quieres llorar. Realmente no es que quieras llorar pero Alien y Quato son unos sentimentales así que es más fácil dejarse llevar por el impulso incontrolable de llorar por cualquier gilipollez, que intentar poner buena cara y sonreír. No funciona...asi que es mejor regodearse en el llanto y encontrarle el gusto.

Quato tiene hambre. Mucha hambre y una gula que te cagas. No sirve de nada hacer como que no, y negarte a comerte una palmera de chocolate, un Big Mac, comida china o una tortilla de patata entera…Quato se vengará y te hará llorar más. Mejor dejarse llevar.

Llanto, irritabilidad, gula suprema, mala hostia elevada al cuadrado y dolor físico extremo son solo algunos de los síntomas que  la posesión diábolica de tu cuerpo puede provocar. La convivencia con Quato con cada mujer es un misterio y los síntomas por tanto infinitos, a algunas se les pone el pelo como a un pelocho, otras se hinchan y tienen que desechar todas sus faldas tubo esos días, otras sufren ataques de actividad marujil incontrolables, a muchas les dan ataques de lujuria...en fin...todo es divertidísimo...la posesión diábolica es una juerga.

Cada mujer tiene su cocktail de drogas que le funciona y cada mujer tiene su combinación sabia de compresas, tampones, copas de no sé qué para intentar sobrellevar la infraestructura de esos días. Por supuesto, se llega a esa combinación después de un proceso científico basado en acierto-error, acierto-error y cuando se alcanza la perfección, no se puede alterar ninguno de los elementos. Por eso nunca es conveniente enviar a alguien (tu pareja por ejemplo) a comprar pertrechos sin las adecuadas instrucciones, si hace falta, en Excel. “Tampax súper compact con aplicador megapearl. Compresas súper sin alas con aroma a café con leche. Salva slip extra especial fino que te cagas”.

Cuando algún desalmado pasa por alto esas instrucciones o se le envía sin las adecuadas instrucciones, es muy posible que venga con algo del tipo compresas marca blanca para todo, balbucee una excusa del tipo: " es que había muchísimas y no me aclaraba". Probablemente también, acabe con ellas pegadas en la frente.

Con esas cosas no se juega.

Cuando por lo que sea la mujer no encuentra un entorno adecuado para poder sobrellevar con dignidad sus síntomas, a poder ser un entorno lleno de gente empática que no la saque de quicio…Quato se cabrea y la mujer se encuentra entonces poseída por una mala leche espectacular que es incapaz de controlar. Y realmente tampoco quiere, estar superhostil y mostrarlo da una extraña sensación de poder sobre Quato...el cabreo es como más tuyo que el llanto incontrolable.

Con el paso de los años y los meses se aprende a convivir con ello y se lleva mejor….a veces se lleva tan bien que de repente te encuentras pensando: ¿qué día es hoy? ¿17? ¿De octubre? …mmm...vale...y ¿cuando fue la última vez? ¿Me toca ya? ¿Me ha tocado ya? ¿CUANDO ME TOCA? A ver...la última vez que me encontré de angustia, me acuerdo que iba llorando por la calle y llevaba un jersey rojo y el dia que me puse ese jersey fue el día que fui a no se donde que justo el día anterior había ido a la peluquería a teñirme...y solo voy a la peluqueria los viernes y el mes pasado viaje 3 viernes...asi que debió ser el día tal…vale, contemos…1, 2, 3, 4….ahhh...vale...no me toca hasta dentro de 4 días, ¿ 4 dias solo? ¿Y no tengo síntomas? Joder…no puede ser…no, no puede ser...es imposible…COÑO...no te pongas paranoica.

En fin…que mola muchísimo ser mujer.

lunes, 17 de octubre de 2011

MATERNITY ( LXXXIV): Durmiendo con su enemigo.

 
Los niños durmiendo son tan monos.


Tan monos. Tan tiernos.

Las caritas relajadas, la piel tersa, los pelos revueltos, el chupete en la boca, tumbados en poses como si se hubieran caído desde un quinto piso, abrazados a gatos, muñecas, Buddys, Buzz Light Years, Hello Kitty, un castillo de Lego, un cuento…un diploma de la policía. Con esos pijamas tan monos, de superhéroes o de princesas…

Y ese olor,a ternura, a amor total…

Para cualquiera, tenga o no tenga hijos, no hay mejor momento para superar amor maternal o deseos de reproducirse que cuando se entra en el cuarto de unos niños que llevan un rato durmiendo, es todo idílico.

Si ya te has reproducido los miras y piensas: que ogro soy…los gritos que les pego y la de veces que querría apagarlos…y sin embargo son tan monos…creo que si abro la boca me va a salir una cascada muy rosa de babeo de amor.

Si no te has reproducido, los ves y piensas: qué exagerada es la gente, con lo monos que son, seguro que no es tan horroroso tener hijos y compensa todo.

Y todos hacemos lo mismo, nos acercamos y les arropamos.

Lo cual es una completa gilipollez y un acto reflejo provocado por la contemplación de pelis americanas donde madres y padres entran en cuartos infantiles, apagan una lamparita con forma de seta, estrella o cohete espacial, arropan a dulces niños, cierran la puerta como si fuera una bomba a punto de estallar y se van por un pasillo blanco a su cuarto a echar un polvo de amor.

Ja.

Los niños durmiendo en su cama son ideales, angelitos tiernos y dulces. Los niños durmiendo en tu cama son tu peor pesadilla. En su cama durmiendo te mueven a querer reproducirte en serie, a repoblar el planeta y durmiendo en la tuya mueven a ligarte las trompas.

Cuando son bebés, hay gente muy partidaria de meterlos en la propia cama...”es que es un coñazo meterlo en la cunita, total le doy de mamar o el biberón y ya se queda conmigo” “es que tiene mocos y así vigilo que no se ahogue” “es que ya me he levantado 10 veces y así lo tengo cerca”.

Estupendo, una opción (mala) como otra cualquiera. Quiero decir que la opción de levantarte 25 veces, pasearte por tu casa, acercarte a su cuna/cama, gatear bajo la cuna para buscar el puto chupete, calmarles y luego intentar abandonar la habitación sin que se despierten es horrible, es cansada y deteriora mucho la relación de pareja,  aparte de crear lesiones de codo muy serias: “Quieres levantarte de una puta vez que yo ya me he levantado 15”.

Pero la opción de meterles en tu cama para pasarte el resto de la noche durmiendo en el borde por temor a aplastarles mientras con un ojo vigilas que tu pareja en su famoso doble giro con tirabuzón no clave a tu hijo contra el colchón...tampoco te garantiza el descanso.

Cuando son más mayores y hay que meterlos en tu cama por un caso de fuerza mayor que hace imposible que sigan durmiendo en su cama, podría parecer que es más fácil, pero tampoco. Los niños tienen una capacidad increíble de pegarse a ti mientras duermen, convirtiéndose en estufitas humanas que hacen que la temperatura de la cama alcance niveles incompatibles con el sueño. Además son como pequeñas lapas y se te incrustan en los riñones, te meten los pelos en la nariz o se duermen encima de tu brazo cortando el riego sanguíneo.  Tras varios infructuosos intentos de alejarlos de ti por lo menos 30 cm…y así poder dormir algo decides que esto es absurdo.

La opción menos mala es intentar devolver al churumbel a su cama. Dependiendo del churumbel, se dejará o no se dejará, pero optando porque se deje o esté tan cuajado que no vaya a despertarse, el cargar con un peso muerto de 20 kilos a oscuras, tratando de evitar que se abra la cabeza contra los quicios de la puerta, la pared del pasillo y la litera (que conste que a mí no me ha pasado) probablemente te despejará tanto que no consigas conciliar el sueño de vuelta a tu cama.

Si por el contrario tu churumbel es de los cabrones que una vez que han conseguido llegar a la cama paterna, se sienten califa en lugar de califa y dicen que ni de coña vuelven a su cama...la opción es irte a dormir a su cama. Es decir, te rindes, te rilas..el niño gana, pero tu tienes que dormir algo. Y oh sorpresa…descubres que la cama dónde tú has dormido durante un montón de años (y hecho otras cosas) es incomodísima.

Entras en un bucle de pensamientos muy raros, porque son las 5 de la mañana, no has pegado ojo y estás metida en una cama de 80 cm con un edredón de princesas. Piensas, madre mía...yo he dormido en esta cama con otro y ahora soy incapaz. ¿De verdad que yo dormía en aquel entonces? A lo mejor es que no dormía y ahora me lo imagino…pero da igual...yo lo que quiero es volver a mi cama.

Y entonces comprendes que has alcanzado la sabiduría suprema, cuanto más grande la cama mejor.

La putada es que tu hija pequeña parece que lo ha descubierto antes que tú.