
Para intentar canalizar todos esos enamoramientos/ enganches/ adicciones o como quieras llamarlo hay distintas figuras: el amigo, el amante, el follamigo, los ex con derecho a polvo de regresión y el egomaker.
Para empezar hay que aclarar porque he visto algún malentendido en los comentarios del post anterior, que hacer el capullo en plan calzonazos con los primeros enamoramientos no es ser un egomaker. Eso es llegar de nuevas al planeta del amor y no saber qué hacer y nos ha pasado a todos.
Un egomaker tampoco es un amigo. Normalmente es una figura que viene siempre de fuera de tu círculo. No conoce a tus amigos, no conoce a tu familia, no es de tu trabajo. Es externo. Ha llegado a ti por algún extraño cauce: es amigo de un amigo, es un compañero poco frecuente de curro, es el vecino de arriba como en DCD, es alguien que conociste en tu pasado y que de repente te encuentras…alguien así. Pero no es un amigo.
Un egomaker no es un tío pesado que te da la brasa. Un egomaker te cae bien. Es majete, simpático, con conversación e incluso puede ser bueno o muy bueno en la cama.
Con un egomaker todo es perfecto excepto que no hay eso que tiene que haber. No hay química, no hay chispa y jamás la habrá.
A un egomaker no se le miente. No se le jura amor eterno ni se le hacen falsas promesas provocadas por la culpabilidad. No. A un egomaker se le dice la verdad: me lo paso muy bien contigo, eres un tío encantador pero no estoy enamorada ni voy a estarlo. Un egomaker sabe la verdad...si es bueno bueno…se resignará a esa suerte. Si es de los que todavía está en proceso de serlo...albergará una mínima esperanza de que veas la luz y acabes enamorándote de él. Si se le miente prometiendo amor eterno...deja de ser egomaker y se convierte en un enamorado engañado que es una cosa feísima.
No se puede tener un egomaker con menos de 25 años porque no tienes ni idea de por dónde vas y tienes un batiburrillo emocional lamentable donde metes en el mismo saco a los amigos, los follamigos, los amantes, los ex y todo ese tipo de cosas. Además, con menos de 25 puedes llegar a confundir los beneficios que proporciona el egomaker con un enamoramiento y eso es fatal, para ti y para él.
A un egomaker no se le cuentan trolas del tipo: no puedo quedar porque tengo que llevar a mi abuela ancianita a jugar al Bingo. No. A un egomaker se le dice: hoy no quiero quedar porque no me apetece o no puedo ir contigo al cine porque voy con otro. Contra lo que alguno quiera creer esto no es crueldad. Un egomaker no tiene celos si te enrollas con otro...sabe cuál es su papel.
El egomaker se desarrolla en un entorno determinado. Si estás en una etapa brillante de tu vida, sintiéndote de puta madre, feliz y contenta...no hay sitio para un egomaker. Su hábitat natural es un entorno de bajón emocional, descolocada, sin saber muy bien dónde andas, recuperándote de un desengaño amoroso, tras un palo laboral...lo que sea...algo que te haga sentirte una piltrafilla. Según mi teoría...en las tías la figura del egomaker aparece siempre antes de los 35...a partir de ahí ya no suele hacer falta. Un egomaker te hace buena.
Un egomaker considera que eres estupenda, maravillosa, fabulosa, lista, divertida y que estás buenísima. Considera todo eso a pesar de que tú delante de él te muestres tal como eres, sin disfraces: cabrona, egoísta, idiota, manipuladora y tonta. NO es que no vea cómo eres, es que debajo de toda esa mierda ve lo bueno que tienes. Ve lo bueno que tienes debajo de esa capa de “soy una piltrafilla”. Y eso mola, mola aunque sepas que jamás te enamorarás de él. Mola porque consigue que tú lo veas que es lo más importante y además, piensas...coño...con lo mierda que yo me veo y a pesar de todo ve lo bueno que hay en mi. El egomaker como su propio nombre indica arregla egos...los hace más fuertes.
Un egomaker tiene fecha de caducidad. No es para siempre. Es para un determinado momento. Llega hace su función y aunque los dos creáis que no...al final esa etapa se acaba. Cuando dejas de sentirte piltrafilla y tu ego ya está robustecido y sintiendo que puede comerse el mundo, él deja de dar lustre a tu ego para dárselo a otra o se pira porque finalmente encuentra a alguien con el que si tiene esa chispa. En DCD ese beso atroz que se dan no es el principio de una historia de amor maravillosa…es un error como una casa.
A un egomaker se le desea lo mejor. Y si pasado el tiempo te enteras de que tiene pareja, jamás se sienten celos.
A un egomaker no se le echa de menos. Llego, hizo lo que tenía que hacer y se acabó.
Esta teoría ha sido elaborada gracias a mi fabulosa capacidad de observación. Jamás la he llevado a la práctica.
Su aplicación al revés, es decir siendo él el piltrafilla y ella la masajeadora de ego..no se encuentra documentada pero es posible que exista.
Intentaré recuperar los comments que habíais dejado en el dia de ayer..pero podéis repetirlos si quereis ahorrarme el trabajo.