
Podría aguantarme las ganas de escribirlo si tuviera fuerza de voluntad y otro tema del que escribir, pero casualmente no tengo ninguna de las dos cosas, así que asumiré los riesgos de decir lo que voy a decir.
Tener hijos es un proceso natural, se trata de perpetuar la especie. No hay más…ya lo he dicho otras veces…la finalidad principal de tener hijos es que siga habiendo otros como nosotros haciendo el tonto por el mundo. La realización maternal, la experiencia del parto y todo eso...son cositas chupis que nos hemos inventado luego.
Vale, ya tenemos a los hijos con nosotros. La finalidad de criarlos es que sobrevivan a los peligros de la infancia primero y luego del mundo en general. Se trata de criarlos fuertes y educarlos para que sepan manejarse en el mundo. Ese es el plan maestro de la naturaleza.
Malcriarlos va en contra de la supervivencia de la especie...asi que no es natural.
¿Cómo se malcría un niño?
Básicamente creando a su alrededor una burbuja de proteccionismo en la que el modus operandi de los padres sea: lo que quiera mi rey y el lema que rija la vida en la burbuja sea: mi querido retoño tú eres lo más de la creación.
¿Cuando se empieza a malcriar un niño?
Muy pronto. Desde el minuto 1 en el que se te nubla el cerebro y realmente te crees que eres la madre (o el padre) de la criatura más perfecta del universo y que todo el planeta debe rendir pleitesía a ese pequeño ser vociferante.
Desde que son muy canis hay que educar a un niño. Es una putada, pero es así. Molaría mucho poder malcriarlos una temporada y luego decir: bueno, ya está bien. Ahora vas a dejar de ser el centro de nuestra existencia y vas a hacer lo que te digamos. Ellos son listos y dicen que no, que porqué ahora no se va a hacer lo que a ellos les apetezca…y entonces consientes...porque es mucho más fácil decir que Si…que decir que NO.
Partimos de la base de que ser padre no es un buen camino para ser el tío más popular del planeta. Lo mejor para ser popular y querido y molón...es ser tío…eso que quede cristalino. O ser abuelo.

Ser padre es malo para la popularidad…hay que contar con ello.
Hay que decir muchísimas veces que no. Y decir que no cuesta mogollón, y más si tu churumbel sabe chino y te mira con cara de corderito degollado o vocifera como si le estuvieran acuchillando o es capaz de acumular lágrimas en los ojos para luego dejarlas rodar por su carita de angel.
Hay que pelearse por absurdeces como: te comes los guisantes sí o sí. Te pones falda porque yo lo digo o hasta que no se recoja el cuarto no vamos a ningún sitio. Realmente a ti te da igual que se coma los guisantes, le podrías poner pantalones perfectamente y no te costaría nada recoger todos los bakugan y los gormitis y de hecho lo harías mejor que ellos..pero no se trata de eso. Se trata de que en la vida...empezando por casa, hay unas normas y unas obligaciones y lamentablemente hay que cumplirlas. Si te dedicas a obviarlas en casa… ¿por qué no van a llegar al colegio y cuando les digan que se callen van a pensar que no va con ellos?
Hay que mantener la palabra sobre lo que se dice: he dicho que si no terminabas a las 8 y media no había dibujos y no hay dibujos. Esto jode...porque en fondo te puede la popularidad (y disfrutar de un rato de tregua mientras ven dibujos) pero si has dicho algo...hay que cumplirlo…
Hay que saber que tú mandas. No se trata de ser autoritario ni nada de eso. Se trata de que tu eres la autoridad, el que mandas...tus hijos tienen que ver en ti alguien que sabe lo que hace, tienen que verlo aunque tú no tengas ni puta idea de qué estás haciendo. Eso les dará confianza y seguridad. Si tú te dedicas a dónde dije digo...digo Diego...a donde dije que de comer había lentejas...si no las quieres te doy macarrones...no eres un referente de nada...eres un pelele.
Hay que separarse de ellos, que vean que hay vida más allá de sus padres y que vean que sus padres tienen una vida aparte de ellos. No se trata de mandarlos a un internado desde los 6 hasta los 18 (aunque es una opción que con C. he empezado a valorar), si no de dejarles espacio. NO les va a pasar nada y si una noche llegas tarde y se han dormido sin que les des el beso de buenas noches, no es el fin del mundo...ya se lo darás mañana.
Hay que hacer cosas con ellos pero no te puedes convertir en Xuxa o en Bob Esponja. Eres su madre/padre y juegas con ellos y les llevas al cine, o al parque o a lo que sea...pero no puedes convertirte en un animador sociocultural de crucero del Inserso. “No, ahora no juego porque estoy leyendo”…” Hoy no vamos a ningún sitio, nos quedamos en casa”…hay que enseñarles a jugar solos y a que se aburran e inventen algo que hacer sin que tú te disfraces de Piolín.
Y hay que permitir que tu hijo se frustre. Más que permitir, no hay que pasarse la vida paseando a su alrededor como un perro pastor para evitar que a tu hijo le pase cualquier cosa que le frustre. Por eso estoy completamente en contra de esa cosa tan moderna que se han sacado de la manga ahora: celebramos los cumples de la clase todos juntos y así van todos los niños. Y eso ¿porqué? Porque así los pobres van a los cumples y no sufren si no les invitan. ¿Qué estupidez es esa? Fulano no te invita porque no es tu amigo…y ya está. Bienvenido al mundo real...no todo el mundo te quiere.
Volviendo a lo que decía antes, se trata de criar a los hijos para que sepan defenderse ahí fuera, cuando tú no estás. No se trata de conseguir que tu hijo consiga algo porque si, sin esfuerzo…se trata de que vea que con esfuerzo consiga algo. Que sí, que por el camino se dará cuenta de que a veces te esfuerzas y no consigues una mierda…pero a mi modesto entender es mucho mejor que lo aprenda cuanto antes y no con 30 palos y venga a casa y te diga: mami no me quieren.
¿Que educar es una putada? Si. ¿Que se te parte el alma de pena si a tu hijo no le invita el mengano de turno que él quería que le invitara? si. ¿Que molaría trillones que vinieran de serie con todo aprendido? Si.
Pero no queda otra. Educar en una burbuja de de happy pandismo y buen rollo falso donde no hay normas, todo es “lo que quiera mi rey” y la vida sea como un parque de atracciones sólo lleva a criar niños que jamás en la vida sabrán defenderse solos.
Y tengo una mala noticia, algún día estarán solos.
