
¿Yo? Pero ¿qué he dicho?
Creo que mi sutil comentario al ver el esponjamiento de uno de los miembros del grupo: “Vaya Pit...has dejado de correr, ¿no? ha sido claramente malinterpretado…
2.- Como no soy ingeniero no tienen confianza en mis dotes culinarias ni en mi capacidad de cálculo. Pit y Rústicoman se han pasado el finde pegaditos los dos a los fogones sin hacer ni puto caso a mis indicaciones:
Eso es mogollón de pasta, Pit...te estás pasando, en serio…pon menos.
Rústico...estas patatas con níscalos están sosas...aunque las hayas hecho tú...no te lo tomes como una ofensa personal, es que están sosas.
Me ignoraron completamente y cuando luego sobró kilo y medio de pasta y todo el mundo pidió la sal…y yo por supuesto dije: ¿veis como tenía razón? Su reacción fue: pero que perrrrra eres.
3.- La Coca-Cola es una droga dura para mí. El viernes aterricé en rutiscolandia cayéndome de sueño por las esquinas... Siguiendo con la táctica de no mezclar alcoholes en mi sangre, me di a la Coca-Cola hasta la hora del gintonic. La Coca-Cola me despertó muchísimo...quizás demasiado.
4.- He sido tan cansina con el tema gintonics que ya no tengo ni que ponerme las copas. Cuando terminamos de cenar el viernes, parpadee un par de veces y de repente tenía una fabulosa piscina de gintonic en mi mano, concretamente la que ilustra este post. Era fabulosa y enorme y me atufé un número muy preocupante de ellas antes de acostarme.
5.- Mi táctica de no beber hasta llegar a los gintonics ha entrado en franca colisión con la táctica del ingeniero de beber desde el minuto 1 como si se fuera a acabar el mundo. A la 1 y media de la mañana conseguí moverle para que dejara de dormir encima de la mesa y se fuera a la cama…yo estaba con mi subidón de coca cola en todo lo alto, pero dije las palabras mágicas: enseguida voy. Menos mal que no me oyó….porque iba farfullando algo sobre dónde me dejaba las llaves…que yo tampoco oí.
6.- Molo mil poniendo motes. A altas horas de la madrugada, cuando ya me había hecho unos cuantos largos en mi piscina de gin tonic, le comenté de pasada a Rusticoman lo del blog y las entradas y el mote…
..Y eso...y se me ocurrió cuando mandaste lo de las rupias...y te puse rústicoman.
Ya...pero lo que querías era llamarme Paleto.
No, si hubiera querido llamarte Paleto...te lo hubiera llamado, pero quería poner algo molón...y no me negarás que rusticoman mola muchísimo y además te pega.
¿Me pega?
Claro, suena a superhéroe solitario que cuando llega a su piso de soltero come croquetas congeladas.
Pero que perrrra eres…. ¿y lo lee mucha gente eso que escribes?
…mmmm..Define mucha gente…pero vamos si es con tu baremo...muchísima...pero no te pongas paranoico...les has molado...hasta te han salido fans.
¿Fans? Madre mía...pero ¿quién te lee? Seguro que son chiflados…
Eh, eh, eh...un respeto. Son descerebrados...y además hay varios de montes que me leen y todos dicen que te he sacado favorecido.
¿Has puesto foto?
¡¡Si!!!
Pero que perrra eres…
Pero tranquilo...no se te reconoce. Puse esa que te hicimos el año pasado cuando decidiste que por tus cojones no dabas la vuelta a la marisma y la cruzabas descalzo aunque se te pusieran los pies azules del frío que hacía.
No habrás sido capaz…
..Parece que no me conoces…pero tranquilo...te corté de rodillas para abajo para no descubrir tus gemelos de superhéroe...hay que dejar algo para que te descubran ellas.
Mándame la dirección del blog….mmmm...rusticoman…mola...pero eres muy perrra.
7.- Los de montes son malos conmigo. A las 6 de la mañana el último reducto de bolingas decidimos irnos a dormir.
- Chicos...el ingeniero no me abre.
- ¿ Cómo no te va a abrir? Llama más fuerte.
- Ya lo he hecho...creo que he despertado a todo el pueblo…
- Jajajaj…pues tía…a ver qué haces…vente a nuestra habitación y duermes en la cama y nosotros en el sofá.
- Noooooo...yo quiero mi cama con dosel….y si se despierta y no estoy, me capa por bolingas.
- Pues tía…como le demos más fuerte a la puerta la tiramos abajo.
- ¡¡Vale!!!
- No digas chorradas…a ver...vamos a probar por la cristalera del balcón.
-
Fabuloso...rústico, tijeras y yo...en medio de una niebla brutal en el balcón llamando a la cristalera del ingeniero…nos entró la risa claro...hasta que el ingeniero abrió:
- ¿Se puede saber qué cojones hacéis?
- Es que no me abrías y casi lloro.
- Casi lloras casi lloras…mañana vas a llorar de la resaca…que no tienes medida…
2.- Como no soy ingeniero no tienen confianza en mis dotes culinarias ni en mi capacidad de cálculo. Pit y Rústicoman se han pasado el finde pegaditos los dos a los fogones sin hacer ni puto caso a mis indicaciones:
Eso es mogollón de pasta, Pit...te estás pasando, en serio…pon menos.
Rústico...estas patatas con níscalos están sosas...aunque las hayas hecho tú...no te lo tomes como una ofensa personal, es que están sosas.
Me ignoraron completamente y cuando luego sobró kilo y medio de pasta y todo el mundo pidió la sal…y yo por supuesto dije: ¿veis como tenía razón? Su reacción fue: pero que perrrrra eres.
3.- La Coca-Cola es una droga dura para mí. El viernes aterricé en rutiscolandia cayéndome de sueño por las esquinas... Siguiendo con la táctica de no mezclar alcoholes en mi sangre, me di a la Coca-Cola hasta la hora del gintonic. La Coca-Cola me despertó muchísimo...quizás demasiado.
4.- He sido tan cansina con el tema gintonics que ya no tengo ni que ponerme las copas. Cuando terminamos de cenar el viernes, parpadee un par de veces y de repente tenía una fabulosa piscina de gintonic en mi mano, concretamente la que ilustra este post. Era fabulosa y enorme y me atufé un número muy preocupante de ellas antes de acostarme.
5.- Mi táctica de no beber hasta llegar a los gintonics ha entrado en franca colisión con la táctica del ingeniero de beber desde el minuto 1 como si se fuera a acabar el mundo. A la 1 y media de la mañana conseguí moverle para que dejara de dormir encima de la mesa y se fuera a la cama…yo estaba con mi subidón de coca cola en todo lo alto, pero dije las palabras mágicas: enseguida voy. Menos mal que no me oyó….porque iba farfullando algo sobre dónde me dejaba las llaves…que yo tampoco oí.
6.- Molo mil poniendo motes. A altas horas de la madrugada, cuando ya me había hecho unos cuantos largos en mi piscina de gin tonic, le comenté de pasada a Rusticoman lo del blog y las entradas y el mote…
..Y eso...y se me ocurrió cuando mandaste lo de las rupias...y te puse rústicoman.
Ya...pero lo que querías era llamarme Paleto.
No, si hubiera querido llamarte Paleto...te lo hubiera llamado, pero quería poner algo molón...y no me negarás que rusticoman mola muchísimo y además te pega.
¿Me pega?
Claro, suena a superhéroe solitario que cuando llega a su piso de soltero come croquetas congeladas.
Pero que perrrra eres…. ¿y lo lee mucha gente eso que escribes?
…mmmm..Define mucha gente…pero vamos si es con tu baremo...muchísima...pero no te pongas paranoico...les has molado...hasta te han salido fans.
¿Fans? Madre mía...pero ¿quién te lee? Seguro que son chiflados…
Eh, eh, eh...un respeto. Son descerebrados...y además hay varios de montes que me leen y todos dicen que te he sacado favorecido.
¿Has puesto foto?
¡¡Si!!!
Pero que perrra eres…
Pero tranquilo...no se te reconoce. Puse esa que te hicimos el año pasado cuando decidiste que por tus cojones no dabas la vuelta a la marisma y la cruzabas descalzo aunque se te pusieran los pies azules del frío que hacía.
No habrás sido capaz…
..Parece que no me conoces…pero tranquilo...te corté de rodillas para abajo para no descubrir tus gemelos de superhéroe...hay que dejar algo para que te descubran ellas.
Mándame la dirección del blog….mmmm...rusticoman…mola...pero eres muy perrra.
7.- Los de montes son malos conmigo. A las 6 de la mañana el último reducto de bolingas decidimos irnos a dormir.
- Chicos...el ingeniero no me abre.
- ¿ Cómo no te va a abrir? Llama más fuerte.
- Ya lo he hecho...creo que he despertado a todo el pueblo…
- Jajajaj…pues tía…a ver qué haces…vente a nuestra habitación y duermes en la cama y nosotros en el sofá.
- Noooooo...yo quiero mi cama con dosel….y si se despierta y no estoy, me capa por bolingas.
- Pues tía…como le demos más fuerte a la puerta la tiramos abajo.
- ¡¡Vale!!!
- No digas chorradas…a ver...vamos a probar por la cristalera del balcón.
-
Fabuloso...rústico, tijeras y yo...en medio de una niebla brutal en el balcón llamando a la cristalera del ingeniero…nos entró la risa claro...hasta que el ingeniero abrió:
- ¿Se puede saber qué cojones hacéis?
- Es que no me abrías y casi lloro.
- Casi lloras casi lloras…mañana vas a llorar de la resaca…que no tienes medida…