Soy muy protestona, pero no quejica.
Para ser un buen quejica hay que currárselo mucho: dar la brasa todo el día, poner cara de pena, acordarte de que como estás hecho polvo por lo que sea no te puedes reír, tener los ojos acuosos,esbozar una media sonrisa lastimosa cuando alguien te dice algo para animarte, moverte a cámara lenta....un coñazo. A mi se me olvida a la mitad y claro, no resulto creíble.
No me sirve de nada quejarme aunque tenga motivos, nadie me hace ni puto caso. Es energía malgastada para no conseguir el resultado deseado, así que paso.
Me he optado como actitud vital por la protesta. Protesto, y por lo menos la gente me escucha. Para protestar vale un estallido, 4 gritos, 2 frases sarcásticas y luego puedes volver a estar normal. Es más fácil, por no hablar de que el blog de un llorica es un coñazo y el de un protestón mola muchísimo.
Ultimamente he tenido muchos motivos para quejarme.
El lunes pasado, cuando un supertemporal de nieve azotaba la carretera que cojo todos los días para venir al curro, me levanté con una contractura en el cuello de las chulas chulas. NO podía moverme, ni vestirme sola, ni nada. Por supuesto a mi lamento:
- Ay..me duele muchísimo el cuello.
Ultimamente he tenido muchos motivos para quejarme.
El lunes pasado, cuando un supertemporal de nieve azotaba la carretera que cojo todos los días para venir al curro, me levanté con una contractura en el cuello de las chulas chulas. NO podía moverme, ni vestirme sola, ni nada. Por supuesto a mi lamento:
- Ay..me duele muchísimo el cuello.
La respuesta fue:
- Me tengo que ir. Soy imprescindible en la Nasa, pero si quieres te pongo los calcetines.
Como mola el amor verdadero.
Como soy una pringada suprema y tenía montañas de trabajo, me vine al curro en medio del temporal de nieve. Decidí hacerme la víctima mogollón, había planeado incluso llorar cuando llegara JS, para ver si así le daba muchísima pena y me regalaba un jamón de los que le han llegado o mejor..un ¡ebook! que algún absurdo le ha mandado a él cuando la que de verdad lo iba a aprovechar soy yo.
- Hola moli..¿has llegado a pesar de la nieve?
- Por supuesto
- Y ¿Qué tal?
- Mal, estoy hecha polvo, me duele muchísimo el cuello, tengo ganas de vomitar.
- Me puedes traer el informe?
- ¿Cómo? ¿ No me vas a consolar ni un poco? Luego entra cualquier absurda con dolor de ovarios y le haces un monumento y a mi ni puto caso? Que sepas que mañana no vengo.
- Anda, anda..acompáñame a la copa de la empresa.
Al día siguiente y visto que los dos hombres de mi vida estaban tan preocupados por mi salud, decidí ir al médico.
-“ Contractura del trapecio: relajante muscular”.
- ¿eso da sueño? Es que conduzco mucho
- Un poco, toma media al acostarte.
Esa noche, me tomé la media pastilla y me puse a leer, mi último pensamiento fue: a mi esto no me hace nada.
A las 2 y media de la mañana llegó el ingeniero. Me desperté.
- ¿quefffhuroraaes?
- ¿Qué?
- ¿Feqhoraecc?
- Moli..¿ has estado tomando copas tú sola en casa?
- ¿Fyofff?
¡Dios mio! Estaba drogada. No podía articular palabra y me sentía como si me hubieran aplastado contra el colchón. ¿ Qué tipo de droga me había dado el médico? Y ¿ Qué me hubiera pasado si me tomo la pastilla entera?
Por supuesto el medicamento me incapacitó para hablar y para moverme en la cama pero sin embargo no me quitó la contractura que me ha durado hasta ayer.
Ayer me levanté eufórica, sin que me doliera nada y sin tener el brazo dormido. Todo era felicidad y salud. Me puse a cocinar como una posesa: magdalenas, bizcocho, pastel de carne, pavo, de todo. A las 12, apestando a comida de todo tipo, me fui a duchar y no había agua…y no la hubo hasta las 7 de la tarde.
Me sentí protagonista de una de esas noticias patéticas de Navidad:
“ en el barrio madrileño de xxxx..los vecinos han visto como estos días festivos se convertían en una pesadilla cuando por una avería se han quedado sin agua durante 16 horas”….
Y sale la gente en bata, zapatillas y rulos a por el agua del camión.
Pues así bajé yo: apestando a pavo, con mi sudadera mugrienta y con el carrito de la compra a por las bolsas de agua, rogando que no me viera nadie.
¿ No tengo motivos para ser una quejica?