
De 100 a 0 en amor maternal:
- Llegas a casa después de una dura jornada laboral, colmada de amor maternal y según abres la puerta empiezan “mamiiiiii..me han pegado” “ mamiiiiii me ha pegado ella”, . Piensas con añoranza en el silencio de tu despacho y valoras la posibilidad de meterte en el coche y volver a hacerte los 80 km.
- Preparas la comida con amor y dedicación, lo pones en la mesa y dicen “ lentejazz que azcoo” “ ¿pure? Yo no quiero” ¿pollo??..no quiero pollitooooooo”En un momento has pasado de sentirte la matriarca de la humanidad alimentando a los polluelos a valorar muy favorablemente obligarlas a la huelga de hambre. Además, sabes que si en vez de lentejas les hubieras dado macarrones el resultado hubiera sido el mismo. Frustrante.
- Sábado por la mañana, abres el armario y les sacas la ropa. A las dos lo mismo ( si, ya sé que hay gente a la que no le gusta, pero me da igual, son mis hijas, son pequeñas y puedo obligarlas). Da igual lo que saque si es vestido M. no querrá y si es pantalón C. no querrá. El simple hecho de vestirlas se convertirá en una ginkana de la que saldrás agotada, sudorosa y de una mala leche del 15 que probablemente te dure hasta la noche. Tomas nota mental de no ducharte nunca antes de haberlas vestido, es trabajo perdido.
- ¡A peinar!!!...tan monas, con su pelo estupendo, limpio, brillante…¡nooo..con eze cepillo noooooo! ¡coletas no! ¡ quiero el lazo verde! ¡quiero diadema! ¡no quiero diadema! Oigo al ingeniero con su corta patillas en el otro baño y pienso en qué diría mi madre si viera aparecer a sus nietas rapadas.
- Día de sol radiante, valoras muchísimo lo cerca que vives del Retiro, paseo familiar en armonía. ¡ ezta lejísimozzz! ¡yo quiero ir en patinete! ¡yo también quiero ir! A casa todos a ver la tele.
- Llegas al parque, un banco para ti sola, no hay madres al acecho. Sueltas los bártulos, has sido lista, traes merienda, agua, juguetes, pañuelos, todo. Abres tu libro, te relajas y ¡mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…me hago cacaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!. Coges los bártulos y vuelves a casa cagándote en todo. Por supuesto cuando llegas a casa, se sienta y dice: no zale.
- Microherida en cualquier lugar del cuerpo. ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? ¿ me pones una tirita? NOOOO. A pesar de que lo llevéis impreso en el código genético las tiritas no curan y son caras y no se pueden poner en la pestaña.
- Mami, mira qué dibujo te he hecho. Precioso cariño. Muchas gracias. Mami, mira te he hecho otro dibujo. Fenomenal. Mami, mira que dibujo te he hecho en la pared del pasillo…¿QUEEEEEE?.
- Por fin acostadas. Otro día más lo has conseguido. Te sientas y ¡mamiiiiiiiii, quiero agua! ¡mami me hago piz! ¡ mamiiiii no me puedo dormir! ¡ me pica el culo!
El ingeniero viéndote llorar desconsolada en el sofá, se levanta, se asoma y dice: a dormir que vuestra madre está perdiendo la paciencia. De 0 a 100 en rencor hacia tu pareja.