Yo no madrugo. Estoy en contra de madrugar. Cualquier cosa que signifique levantarse antes de las 8 de la mañana me provoca llanto incontrolado, deseos de morirme y dudas existenciales del tipo: ¿porqué yo señor, porqué?.
Me levanto a las 8 de la mañana, más o menos. El ingeniero hace horas que se ha marchado no sin antes hacerme partícipe de cada movimiento que ha realizado desde que sonó el despertador, el móvil y la radio hasta que cerró con un portazo y dio siete vueltas a la llave. Hay veces que pienso que más que irse, nos encierra.
Pues eso, me levanto sobre las 8. No uso despertador, no he usado nunca, me despierto porque sí. Antes sufría al levantarme de la cama y pensar en irme a trabajar, el tiempo intermedio entre ambas acciones no existía..era un limbo espacio temporal donde podías desayunar, ducharte y pensar en que ponerte como un zombie mientras tu cuerpo se movía por inercia.
Ahora abro los ojos y lo único que quiero es que pase la siguiente hora muy rápido y estar metida en el coche conduciendo sola, en silencio.
Así que nada..afronto mi día como Bill Murray..¡¡buenos días excursionistas!!!..y allí estoy yo sabiendo lo que me espera segundo por segundo.
- ¡¡¡Buenos días princesas!!!!...venga levantaos..vamos a desayunar.
M. se incorpora, sonríe y se baja de la litera. Decido que es mi favorita.
C. ni se inmuta.
- M. ponte la bata y las zapatillas.
M. obedece. Definitivamente es la predilecta, la nombraré heredera universal.
C. se gira, se tapa hasta la cabeza y me ignora.
M y yo decidimos irnos a desayunar.
- C. nos vamos a desayunar. Si no quieres desayunar pues nada ahí te quedas.
M. y yo nos encaminamos al pasillo cuando de repente un grito inhumano nos deja paralizadas. Nos giramos y C. emerge de debajo del edredón con el pelo de punta…por un momento me río..yo seré la bruja avería..pero ella es un electroduente.
- Que no me dejéizz zolaaaaaaa…ayudame con laz zapatillazzz
En fila rigurosa, con el electroduende en brazos nos dirijimos a la cocina. El desayuno está preparado porque tengo poco instinto maternal pero organizada soy un rato, así que lo dejo preparado antes de acostarme. Soy organizada y además por experiencia sé que es poner un pié en la cocina y mis hijas se convierten en gremlins ansiosos de comida. Si tienen que esperar 30 segundos en lo que saco los cereales de la despensa..se pondrán a berrear de hambre y será peor.
Nos sentamos a desayunar. M. con su cuenco de cereales…si todo va bien, no llorará..pero hay que ser cuidadoso. Como se le caiga la cuchara, piense en la muerte, o cualquier otra cosa igualmente arbitraria se sumirá en un llanto inconsolable que me hará dudar no solo de que sea mi favorita sino de si de verdad es hija mía.
C. por supuesto va a su bola. Bueno, eso creía al principio. Ahora sé que tiene un plan malvado para volverme loca. Si le pongo cereales, querra “bollitoz” ( sobaos), si le pongo “bollitoz”..querrá “galletaz con campilla” ( mantequilla)…Me desespero, pero intento controlarme porque al fin y al cabo entre unas chorradas y otras ya ha pasado media hora.
Ahora solo queda vestirlas. Van de uniforme. Bien, esto en teoría minimiza el problema…eso creía yo. Ja, ja..que ilusa soy.
- Mami, ¿Qué me toca hoy? ¿Chandal o falda?.
- Hoy falda las dos.
- NOOOOOOOOOOOOOOOOO…YO QUIERO PISCINA….
- NOOOO…YO NO QUIERO FALDA..QUIERO PANTALONEZZZZ.
Si alguien está pensando que el día de piscina y chandal el problema no existe..es que no tiene hijos. Si a la pregunta de que toca hoy contestas “ chandal y bañador”…la respuesta sera:
- NOOO..PIZI NOOOO…NO PIENZOOO IRRR.
- YO QUIERO FALDA!!!!
Lo bueno es que las madres como yo ( desnaturalizadas) desarrollan un superpoder que es la indiferencia absoluta seguida por una voz atronadora a primera hora de la mañana:
- OS VAIS A PONER LO QUE YO DIGA Y SE ACABÓ LA TONTERIA.
Que sí, que sé que este tono y este autoritarismo es fatal para empezar el día, pero es lo que hay. No me pueden ganar.
Vale, ya están vestidas y peinadas..más o menos. Los pelos del electroduende tienen vida propia, pero confío en que nadie sepa que es hija mía.
Me meto en la ducha para ver si en 7 minutos puedo ducharme, vestirme y salir con aspecto de ejecutiva respetable. Es el día de la marmota porque todos los días tengo el mismo tiempo para hacer lo mismo y todos los días fracaso. Supongo que si no tuviera espectadores desde el minuto 1 pegando la cara a la mampara de la ducha: mamiiiiii que no me haz puezto la merienda……¡ que si C. que si te la he puesto.!!
- Mami, ¿qué vamos a comer hoy?.
Mi hija M. no come nunca, nada, pero tiene una extraña preocupación por saber con 6 o 7 horas de anticipación cual va a ser el menú para así poder negarse a comer con anticipación. Como sé que da igual lo que conteste, ahora ya me lo invento: canguingos y patas de peces, patas de rana a la brasa, lentejas rebozadas, a Nemo….lo que sea.
Vale, las 8:57…llegamos tarde seguro.
Yo creía que era un mito eso de que el que vive más cerca del cole es el que llega el último. Vale, pues es verdad., la única manera de que nosotros estuviéramos más cerca del colegio de lo que ya estamos es si anidáramos en la toca de la madre superiora, pero aún así llegamos siempre tarde.
Da igual.
¡¡¡ME VOY A TRABAJAR!!!! SOY LIBRE !!!!