
Navidad. A mi me gusta. ( no me lapidéis)
Con esto no quiero decir que sea una talibán de las fiestas navideñas y me pase desde el 1 de diciembre con la casa decorada de rojo, papel higiénico con los renos de Papa Noel y villancicos como banda sonora de mi vida. Nada más lejos de la realidad, pero en general la Navidad no me desagrada, hay muchas cosas que me molan..y otras que no.
Me gustan las luces de Navidad, son bonitas, me dan buen rollo. No me gusta que las enciendan el 1 de diciembre, pierden gracia, te acostumbras y al final te acabas aburriendo, como pasa con todo.
Odio el mundo tarjeta navideña. En breve en el trabajo me veré sepultada por cientos de “christmas” que la gente manda a mi jefe. . Los “christmas” hacen ilusión si son personalizados. Si son un tarjetón horripilante firmado por el Presidente de la Asociación de Mancos viticultores de Talamanca de Abajo, pues aparte de no hacer ilusión es que no hay necesidad. Por culpa de todos estos descerebrados con mucho tiempo libre me paso la mitad del día poniendo "felicidades. Un fuerte abrazo", ensobrando y pegando…apasionante.
Los que recibes en tu casa del Banco, de Gas Natural y de Iberdrola, esos me ponen de mal humor. No me jodas que me deseas feliz navidad…falso que eres un falso. Y además mucho desarrollo sostenible y mucho “somos verdes” y a desforestar la amazonia con todo ese papel absurdo.
Los “detalles navideños”. Al curro llegan muchísimos regalos para mi jefe. Hacia el 20 de diciembre o así, solo puedo salir de detrás de mi mesa saltando por encima de ella de todos los que tengo acumulados. Es incómodo si, pero merece la pena porque siempre me cae algo..un jamoncito, una cajita de vino, un lote de pelis…a ver si este año con un poco de suerte me cae un Ipod.
Me gusta la lombarda y la pularda rellena. A pesar de que no me mola comer pájaro que parezca pájaro porque no me gusta jugar a “Operación” con la comida, la pularda me encanta porque está deshuesadita y no hay que empezar a pulir huesos para comer algo.
Odio los dulces navideños: turrón, polvorón, mazapán, mantecados, garrapiñadas, roscos de vino, anguilas de mazapán..puagh, puagh, puagh. Roscón de Reyes tampoco, ¿se ha visto alguna vez un bollo más soso?.
Me gusta la Nochebuena y el día de Reyes.
Sufro en Fin de Año y Año Nuevo, no me molan, me dan mal rollo y me pongo triste. Eso sí, me encanta tragarme el Concierto de Año Nuevo en la tele. Si tuviera pasta sería algo que iría a ver en directo con todos esos chinos millonarios que abarrotan la sala.
En Navidad en la tele, con un poco de suerte encuentras algo que ver. Gracias a que las teles ponen sus mejores películas, cuando estás con el empacho de comida tienes algo entretenido que ver y que no necesita riego cerebral ( toda tu sangre está en la digestión ).¿ Quien se resiste a tragarse Indiana Jones y la ultima cruzada a las 6 de la tarde el día de navidad?.
Eso si, no entiendo a quien se le ocurrió retransmitir la Lotería, me parece aburridísimo. Claro que a lo mejor es culpa es mía, porque no entiendo el sorteo. Para mi consiste en niños prepúberes, con aspecto no de no querer estar ahí, gritando como energúmenos y ensartando bolas en unos alambres, mientras frikis con amuletos y periodistas con micrófonos abarrotan la sala.
Los anuncios navideños no me gustan. Los de perfumes de tías siempre están protagonizados o por una tía con pinta de puta misteriosa o por una Lolita virginal en busca de un follador lascivo. ¿ De verdad que alguien compra perfumes con esos anuncios?.
Al final va a resultar que no me gusta la Navidad…y me ahorro la lapidación.