lunes, 18 de junio de 2018

Agua con gas, ese invento del demonio


Cuando tienes mucha sed, cuando te duele la cabeza, cuando te estás mareando, cuando tienes los pies hinchados, cuando estás asqueroso de mugre o apestando a sudor, cuando no puedes más de sueño, cuando vas a parir en una película, cuando te da por tener plantas en casa porque dan alegría de vivir, cuando tienes el pelo mugriento, cuando tienes fiebre, cuando quieres escupir en el dentista, cuando quieres limpiar, cuando tu bebé ha desbordado la capacidad del pañal más eficaz del mercado, cuando quieres refrescarte después de...,  cuando quieres darte un festín de macarrones, cuando quieres ponerte una copa que te reconcilie con el día de mierda que has tenido... ¿qué necesitas? Agua. Sin sabor, sin olor, sin gas. Agua. 

Nada de todo eso se puede hacer con agua con gas. Nada. ¿Por qué? Porque el agua con gas es medicina. 

¿Quién bebe agua con gas? Y ¿por qué la bebe? La mejor y más adicta bebedora de agua con gas que conozco es mi ex suegra, una señora maravillosa a la que cuando propones cualquier plan su respuesta es siempre: «si hay vino blanco y cerveza fría, me apunto». Tiene casi ochenta años y jamás bebe agua, como mucho cuando se siente «pesada», bebe agua con gas. ¿Por qué? Ella misma lo dice «porque no es agua» 

El agua con gas es un invento del demonio creado por alguien que se creyó Dios, que quiso mejorar la perfección, cuadrar el círculo, volar a tocar el Sol pero que no quiso ser gaseosa porque le pareció vulgar. Lo alucinante es que encontró nicho de mercado y se vende. Aún hay más, conozco gente que sabe distinguir una de otra y que encuentra maravillosa un agua con gas francesa, exquisita una alemana y «francamente asquerosa» una de marca italiana. El agua con gas es una creída pero la gente que la bebe, o por lo menos la que yo conozco, es gente bastante divertida. Se saben raros, peculiares, absurdos y no lo ocultan. Parecen señoras inglesas con casas llenas de barbies con la cara de Lady Di: «ya sé que esto es una estupidez pero me encanta». Los del agua con gas son así, excéntricos divertidos con una adicción muy tonta a una medicina. 

—Tengo sed. Quiero agua.
—¿Con gas o sin gas?
—¿Cuánto tiempo llevamos juntos? Lo haces para hacerme rabiar, ¿no? 
—Ja. Por supuesto. 

El agua con gas no es agua, es medicina. Es gaseosa con ínfulas. 



14 comentarios:

La LLave Roja dijo...

A mi chico le encanta el agua con gas, de hecho cuando vamos a un bar antes de pedir cualquier otra cosa pregunta si hay agua con gas, y la mayoría de las veces NO LA HAY, gracias por sacar a la luz lo rara que es la gente que bebe agua con gas.

Laura dijo...

Yo también la odio.... jajaja

Marta dijo...

Una vez la bebí por error y.... Madre mia que asco.... Como el frenadol pero sin sabor limón... Una porquería

Anónimo dijo...

Algo parecido al otro agua con la que se prepara el gintonic. La tónica también tiene propiedades medicinales... E inventos como el Aquarius en principio para deportistas tb lo han petado.
Salu2

Lucía dijo...

El agua con gas existe en la naturaleza. No siempre el carbónico es añadido....y, en esos casos, es deliciosa... 😊
Por cierto, nada como la portuguesa.

Yanko Iruin dijo...

Aquí uno de la cuerda de tu ex-suegra.

Paz dijo...

Hace muchos años en Paris estaba absolutamente sedienta. Pedi lo que yo creia era agua de la de toda la vida con menta, pedi "Vittel menthe" y me trajeron...¡¡¡Perrier!!! Pero mira, pense, a la porra, no aguanto ni un segundo mas. Craso error. Me tome el brebaje y me fui a otro sitio. Yo era una adolescente y el camarero de esos de mandilon largo muy estirado. En fin, aprendi bien la leccion.

el chico de la consuelo dijo...

A mi gusta el agua con gas... y cebada y un poco de lupulo.

Lola dijo...

Eso pensaba yo...

Y ahora de vez en cuando, me descubro tomando una, con mis unas rojas, entre copas, porque al día siguiente tengo mucha menos resaca...

Mordor dijo...

Muy en desacuerdo! Soy adicta al agua con gas! Y la mejor Vichy Catalán :)

Maite dijo...

Siento discrepar...
Me aficioné al agua con gas casi por obligación cuando viví en Italia. Allí, por defecto y si no lo especificas, se sirve agua con gas. Y los italianos de saber disfrutar de lo bueno, saben un rato.
Para los que no nos gusta el alcohol es la bebida perfecta. Fresca, divertida, ligera. Con hielo y una rodaja de lima casi es una copa. No suma calorías, no te turbia el pensamiento...
Es solo agua, pero es mucho mas que agua.
Tiene mala prensa por raruna. Pero igual deberías darle una oportunidad.

molinos dijo...

Perdón, perdón a todos... no me llegaban los comentarios al correo y no podía autorizarlos. Pensé que me había quedado hablando sola. Veo que lo del agua con gas está más o menos a la mitad... pero no vais a convencerme de que es mejor que el agua normal.

Alma dijo...

Tengo una amiga a la que le gusta el agua con gas y el bitter, y aún así la quiero, juas!

Anónimo dijo...

En Alemania también se lleva mucho el agua con gas