martes, 31 de enero de 2012

NO TE EMPEÑES: NO TE QUIERE

Querida M,

Eres tonta, tonta, tonta.

No puedo callarme más y tengo que decírtelo por tu bien. Estás haciendo el ridículo, estás haciendo un ridículo espantoso y además no te lo puedes permitir y no tienes necesidad.

Sé que me vas a decir: “tú no lo entiendes”, pero sí lo entiendo. Claro que lo entiendo, pero va siendo hora de que alguien te diga la verdad: JJ no te quiere. No te empeñes.

Empecemos por el principio. Ahí estabas tú, tan contenta, con tus cositas, tus museos, tus turistas, tus bares, tus movidas. Molabas. No es que fueras el top de la gama y lo más de lo más pero no estabas mal, tenías tu encanto.

Y llegó él.

Llegó JJ y te puso ojitos. JJ es el típico tío molón, todas quieren estar con él, hace regalos chulos, si estás con él las demás te miran con envidia. Los demás te respetan, te miran y se dan codazos mientras murmuran “qué le habrá dado esa”, “seguro que es una guarra”. Sí, lo sé, todas estarían dispuestas a venderse por estar con JJ.

A ti te había jodido muchísimo que estuviera con B. De cara a la galería y con tu mejor actitud hipócrita decías: me encantan JJ y B, hacen tan buena pareja...pero en el fondo estabas verde de envidia y querías que algo se jodiera, que saliera mal. Te alegraste cuando lo suyo se acabó y JJ se fue con otras y B quedó en el olvido.

Tenías complejo de patito feo y pasabas de JJ. Pero todo era pose, era una actitud defensiva en plan: “Yo paso de JJ…a mi esos tíos no me gustan”, la típica pose de digna patética que no engaña a nadie y que se va a tomar por culo en cuanto te ponen ojitos.

Porque eso es lo que hizo JJ, llegó, buscó a la más fea del baile y consciente de su encanto, te puso ojitos. Y entonces tú sufriste el proceso típico de las gacelas: ¿es a mí? ¿Me está mirando a mí? ¿Seguro? ¿Yo con JJ?..pero si estuvo con B…yo soy poca cosa para estar con JJ, ¿cómo va a estar conmigo?

Y como una paleta, te creíste que aquello era amor verdadero. Empezaste a menear el culito, a ponerte ropa mona, renegaste de tus orígenes, de tus amigos, te cambiaste el peinado…ya te veías teniendo un noviazgo tradicional, de 4 años…para acabar en una gran ceremonia donde todo el mundo te envidiaría y el mundo entero te admiraría. Se lo contabas a todo el mundo, “JJ y yo estaremos juntos en el 2012”…pensabas que si lo decías en alto se convertiría en verdad absoluta.

Pensaste que JJ no iba a hacer contigo lo que con todas, que contigo iba a ser distinto.

Pues no. Contigo es como todas, bueno...como todas no. Contigo se lo está pasando en grande. Ha encontrado a una auténtica gacela, a la reina de las pardillas. 

No tienes dignidad. JJ te rechaza una vez y allí estás tú, como una mema suplicando otra vez “Hazme caso, hazme caso”. Él se deja querer, te dice cosas como “ya veremos”…”déjame que lo piense” y tú te lo crees…y entonces dices “Para el 2012 le parecía precipitado pero para el 2016 seguro que sí”. Y ahí sigues, te cambias de ropa, le regalas cosas, le prometes la luna…y él vuelve a pasar de ti e irse con otra.

Necesitas que alguien te lo diga cristalino.

JJ pasa de ti. No te quiere. No te va a elegir nunca. Deja de entender " a la próxima seguro que si" cuando lo que ha dicho es " Antes me muero que elegirte".

No le gustas a él y no le gustas a sus padres, ni a sus amigos. Deja de pensar de una vez que en algún momento se dará cuenta de lo buena que eres, de lo bien que puedes hacerlo y de que eres su amor verdadero...porque JJ pasa de ti. No te va a elegir jamás.

Te estás poniendo en ridículo y a nosotros también. Estás haciendo tanto el imbécil, prometiendo cosas tan por encima de tus posibilidades, poniendo posturitas tan absurdas que das hasta vergüenza ajena.

Joder,deja ya el tema de JJ que estás muy cansina, coño y eres patética. 

lunes, 30 de enero de 2012

MATERNITY (LXXXIX): JUGANDO

Cuando uno decide reproducirse es inevitable visualizarse haciendo lo que uno cree que son cosas chulas: estar sentada tranquilamente en el sofá mientras tu bebé gorgojea regordete y feliz en su hamaquita mirándose las manitas, cunita o cualquier otra cosa que acabe en ita, mirar arrobados a nuestros hijos mientras se deslizan por el tobogán, empujarles en los columpios, correr por el parque jugando a polis y cacos, estar tirados en el suelo haciendo un puzzle, montando clicks o cualquier otra cosa….en fin..cosas molonas.

Por supuesto y como siempre no tienes ni idea.

Lo primero que hay que saber es el juego es una cosa muy seria.

Lo segundo es que juegas con los niños para que ellos se lo pasen bien. Si tú disfrutas estupendo, pero tú no eres la prioridad. Esto hay que tatuárselo a fuego en la piel, las uñas y toda tu ropa. Si crees que tu diversión es prioritaria vas a despeñarte por el barranco de la frustración.

Lo tercero, eres su padre no su amigo, ni Bob Esponja, ni un animador sociocultural.

Lo cuarto, a jugar se aprende…si te dejan.

De 0 a 2 años.
A esa edad los niños son un coñazo. De bebés interactúan poco aunque a ti que estás maravillado por tu creación te parece que son la pera limonera. No se entretienen solos, no saben y no tienen un concepto del tiempo. Pueden tirarse 10 minutos mirándose las manitas o toqueteando un cuento de cartón o pintando con un rotulador...pero nada más. Es decir, tú no vas a poder leer, ni mirar el correo, ni secarte el pelo en lo que ellos “se entretienen” a no ser que vayas a leer el cuento de cartón, no te escriba nadie y seas calvo. Por supuesto “jugar” con ellos cantando cinco lobitos, leyéndolos un cuento o pintando monigotes a ti no va a divertirte y tampoco alargará la actividad más allá de esos 10 minutos. Hay que pensar que a esa edad no saben jugar, que hay que prestarles atención para ir enseñándoles poco a poco y que tú no vas a tener tiempo libre mientras ellos estén despiertos.

De 2 a 5 años.
Para mí es el momento clave del juego. La mayoría de los churumbeles van a guardería y empiezan el colegio y ya son capaces de fijar su atención en algo durante periodos de tiempo más largos. Si les dejas...claro.

Es el momento además de que aprendan a jugar con sus cosas, que aprendan que pueden hacer con lo que tienen a su alcance. Si les dejas, claro.

Es el momento en el que tú tienes que controlar más tus delirios paternales y mirar los tatuajes que te has hecho con “no juegas para divertirte tú”.

Tus churumbeles a esa edad son capaces de tirarse por el tobogán 234 veces y eso no es malo, lo malo es que quieren que tú estés a su lado “por si acaso se caen” y tienes que estar. Sabes que no se van a caer, lo sabes por lo menos desde la vez 25…o a lo mejor no lo sabes, pero desde la vez 34 empiezas a considerar que si se cayera la opción no sería tan mala porque le cogería miedo y por fin podrías sentarte en el banco o irte a casa. Tienes que aprender que tus churumbeles son capaces de estar en los columpios 2 horas y medias y sí, necesitan que tú estés esas dos horas y media “dándoles”. Y a ellos les parece divertidísimo dedicar horas a pasarte la pelota en el pasillo de casa…actividad que para ti tiene tanta emoción que empiezas a añorar tu despacho.

Tienes que aprender a enseñarles a jugar solos y abstraerte. Por ejemplo, les das los rotuladores, las témperas, las tizas…y hojas para pintar. Déjales que pinten...no te estreses con que se manchen, pinten fuera de la hoja o se pinten unos a otros las caras. No se trata de dejarles hacer lo que les de la gana…No...pero no puedes estar como un sargento. Déjales y la próxima vez les dices: “A ver chicos…no os podéis pintar la cara como Hulk... y la plastilina no se come”. Y vas acotando poco a poco lo que se puede o no se puede hacer, pero si desde el primer momento les sacas un montón de normas con NO...” No Os manchéis. NO manchéis la mesa. No deis patadas al balón. No comáis plastilina”…pues piensan que ese juego, el que sea...es un puto coñazo y no querrán jugar más.

Es el momento de enseñarles a que sí, que vas a jugar con ellos un rato, vas a hacer un puzzle, ayudarles a montar los lego, tomar el té con los cacharritos, cocinar una tarta, hacer figuras de plastilina, luchas de clicks o lo que sea…pero no vas a jugar con ellos todo el tiempo. Tienen que aprender a jugar solos…a entretenerse con sus cosas, a jugar cuando tú no estás o sencillamente no puedes jugar con ellos o estás harto y necesitas un rato para hacer tus cosas. (Si es churumbel único es más chungo...pero no imposible…)

Esto se enseña. Y es tan obvio que no sé cómo hay gente que no lo ve. Si tú te acostumbras a hacer algo siempre con alguien...lo que sea…cuando tienes que hacerlo solo te parece que no sabes, que no puedes o sencillamente es que ni te lo planteas. Asocias esa actividad a esa persona y si esa persona te falta pues no concibes realizar esa actividad. Si tú juegas siempre siempre con tus hijos, si ellos no juegan nunca sin ti...no sabrán hacerlo cuando tú no estés.

A partir de los 5 años.

Empieza la juerga si te lo has currado en la etapa anterior.

Ahora interactúan mogollón. Les apetece hacer todo y jugar a todo.

Son capaces de pasar horas jugando a algo si les mola mucho. Pueden jugar mil horas a los clicks, pintar murales infinitos durante todo un fin de semana, echar partidas interminables al tragabolas, disfrazarse sin parar durante toda una tarde, hacer castillos, autopistas, monstruos y hoyos profundos en la arena de la playa sin sentir calor ni hambre, disfrutar de los columpios sin pánico y concentrarse en un puzzle o en el montaje de un lego hasta conseguirlo.

Todo eso pueden compartirlo contigo o pueden hacerlo solos, si les has enseñado.

Si decides jugar con ellos porque te apetece, tú te lo pasarás bien y ellos lo verán como una fiesta y como una ocasión especial, pero si no juegas con ellos, no pasearán como almas en pena sin saber que hacer…se les ocurrirán mil cosas. Serán capaces de imaginar que una caja de cartón es un coche, que el pasillo es una nave espacial, que la litera es una casa y las mantas son puertas...todo eso se les habrá ocurrido solos...pero tú te descojonarás cuando lo veas y los oigas. Te flipará que sean capaces de imaginar esas cosas, es la época de asombrarte con sus juegos y de pensar " no sé a quien coño han salido..yo no he tenido en mi vida esa imaginación...Dios mío..soy un padre coñazo".

No todo es juerga. En esta época hay que enseñarles a que competir cuando se juega está muy bien pero que si no ganas no pasa nada, hay que enseñarles las reglas de los juegos de mesa y que no hay que hacer trampas ( en teoría), hay que enseñarles a perder y a ganar. Hay que enseñarles a cuidar los juguetes, a compartirlos. Hay que seguir insistiendo en que mola muchísimo jugar pero luego hay que recoger…en fin...esas cosas tan coñazo, tan de padres y que te hacen pensar “dios mio…estoy hablando como mi madre”.

Pero es una época muy divertida, es cuando son capaces de pasarse 3 días “jugando a las bibliotecas”.

Veremos cuál es la siguiente etapa.

sábado, 28 de enero de 2012

4 AÑOS DE BLOG.

28 de enero de 2008

Me aburro. ¿Y si empiezo un blog? Bah... ¿para qué? Bueno, puedo intentarlo. Total no pierdo nada. Escribo cualquier chorrada que se me ocurra y lo dejo ahí. No me va a leer nadie porque nadie va a saber que lo tengo. No pienso decírselo a nadie. Venga, voy a intentarlo. ¿Y qué escribo? No sé ni por dónde empezar.  ¿Te imaginas que me leyera alguien? ¿Y qué comentara? Bah, no creo pero de todos modos da igual. Voy a escribir para entretenerme, para probar si sé escribir algo. Escribir no en plan profesional que eso ya sé que no, pero escribir para contar una historieta. Escribir para contar esas cosas que cuando cuento por ahí la gente se descojona. ¿Y qué cuento? ¿De qué escribo? Nada personal claro, eso me daría vergüenza. Hablando de vergüenza... ¿me dará repelús leerme? ¿Será como cuando me escucho, que directamente me quiero morir del horror? Me aburro, así que venga...voy a probar.

Me muero de la vergüenza como me lea alguien....

28 de enero de 2012


Coño. El aniversario del blog. Mira que lo pensé con tiempo, pensé “debería escribir algo chulo para celebrar los 4 años del blog”. Incluso pensé en estrenar plantilla por el cuarto aniversario. Qué desastre, no he hecho nada.  ¿Y si no escribo nada? Total, nadie se va a dar cuenta del cumpleaños del blog, así que nadie lo echará en falta. Ya, pero es que a mí me molaría escribir algo por esos 4 años. Flipo. 4 años. 932 posts, con dos cojones. Alucino. Bueno y ¿qué escribo por el aniversario? Debería ser algo chulo…mmm... ¿algo sobre porque lo empecé y cómo escribo y todo eso? No, eso ya lo conté en “entrevista con un vampiro”. ¿Algo sobre como molan los descerebrados? Por cierto…voy a mirar ahora mismo cuando usé por primera vez descerebrados…el 3 de diciembre de 2008, pero no aplicado a los que pasan por aquí…fue en diciembre del año siguiente cuando se me ocurrió con mi habitual diplomacia aplicarle ese adjetivo a los que se dejaban caer por aquí. Mmmm...Y ¿qué tal una recopilación de términos “molinescos”? Eso es una gran idea, me mola, pero lo voy a dejar para otro post, para el aniversario molaría algo más personal.  Podría contar cosas sobre todos los descerebrados que he conocido, pero ya se lo que pasa luego, que siempre entra alguno a abuchearme en plan “muy bonito, haciendo la pelota a los lectores para que te hagan la ola y sean como palmeros. Creída que eres una creída”. Mejor no les doy esa oportunidad, aunque la verdad es que no me puedo quejar porque tengo pocos trolls. No debería decir esto porque lo mismo entran en masa ahora. Bueno, entonces... ¿qué cuento? En sábado tengo menos inspiración…menos inspiración y un poquito de resaca, porque claro 3 mojitos y un GT que me atufé en la cena bloguera de ayer no me dejan pensar con claridad. Joder, no se me ocurre nada a la altura. Nada decente para explicar lo que el blog supone para mí, lo contenta que estoy con él y lo que he encontrado gracias a él, aunque pensándolo bien...tampoco tengo porque explicarlo. 

4 años y 932 posts.

Madre mía, que pipiola era.

jueves, 26 de enero de 2012

PRIMER CANDIDATO A PEOR LIBRO DEL 2012: Las crónicas de la señorita Hempel de Sarah Shun-lien Bynum.

Me flipan las ediciones de Libros del Asteroide. Me gusta el formato, el tamaño, los colores de las portadas, los dibujos que las ilustran, las florecillas que decoran las portadas por dentro y me encanta llegar al final y encontrarme una cita y un bonito agradecimiento por parte de la editorial “Desde Libros del Asteroide queremos agradecerle el tiempo que ha dedicado a la lectura de Las crónicas de la Señorita Hempel. Esperamos que el libro le haya gustado y le animamos a que, si así ha sido, lo recomiende a otro lector”. Me parece un bonito detalle y me molan los detalles y además...casi siempre me gustan los libros de esta editorial.

Todo era bonito entre Libros del Asteroide y yo. Teníamos una relación estupenda…incluso en mi caótica biblioteca tenía una balda reservada para sus libros. Son de colores y molan mucho todos juntos. Los miro y suspiro con satisfacción.

Todo era idílico hasta que ha llegado la tal señorita Hempel. Lo sentía antes de empezar a leerlo. Por fuera era como todos lo de Asteroide, atractivo, apetecible, sugerente…un libro al que apetece meter mano enseguida. Apoltronarse, zambullirse en su lectura y disfrutar. Pero con este había algo que chirriaba…una especie de señal...pero decidí ignorarla, a lo mejor estaba teniendo un ataque absurdo de instinto lector.

Decidí pasar por alto del horrible color mostaza pocha.

Decidí pasar por alto de la ilustración con una petarda con moño, falda de tweed, zapatos con pulserita y brazos cruzados sujetando tetas.

Decidí pasar por alto esta horripilante frase de la sobrecubierta “Una de los veinte mejores escritores norteamericanos de menos de cuarenta años según la revista The New Yorker

Decidí pasar por alto de las elogiosas frases de la contraportada “Leer esta historia de amor es un placer. Es capaz de trasladarte en una misma frase del ingenio y la hilaridad a la desesperación y la pena más desgarradoras” ( J. Franzen). O “Un libro maravilloso de esos que nos regalan una sabia mirada sobre la vida diaria” (Los Ángeles Times)

Pasé por alto todo eso porque dije “es de Asteroide no puede ser malo”.
Lo único bueno que tiene Las crónicas de la Señorita Hempel es lo que he contado en el primer párrafo. Todo lo que viene dentro es un completo bluff.

La tal señorita Hempel es una completa cretina. Es mema. Es absurda. Es anodina. Es incomprensible. En una palabra, es imbécil. Desde la primera frase te das cuenta de que es un personaje que te va a sacar de quicio.

No tengo nada contra los personajes imbéciles. Los hay a montones: Ignatius de La Conjura de los Necios O Frank Bascombe de Richard Ford...son personajes absurdos con los que no comparto nada pero son absurdos con peso, pueden ser imbéciles...pero con criterio. La tal señorita Hempel es un despropósito absoluto...toda ella.

Con todo, lo peor no es el personaje, lo peor es que el libro está mal escrito. La supuesta historia (me encantaría saber donde ha visto Jonathan Frazen la historia de amor que tanto alaba en la contraportada) no existe y todo lo que ocurre es incomprensible. La señorita Hempel tiene el mismo sentido de la existencia que una ameba en coma. Es un no ser.

El libro tiene 8 capítulos que por lo visto son relatos y que tienen estos sugerentes títulos: Talento, Cómplice, Coco, Chungo, Travesía; yurt, Satélite y Encontronazo. Se supone que cada uno de ellos está centrado en algo interesante de la tal señorita Hempel…se supone porque interesante no hay nada. Además, la historia va y viene en el tiempo…estás en el presente y de repente la autora da un salto a la infancia…y luego volvemos al presente y otra vez para atrás y así todo el tiempo sin la más mínima gracia, sin condensador de fluzo y sin Delorean.

La historia por si a alguien le interesa. La tal señorita es profesora de lengua o algo así...porque luego también da historia en un colegio de niños pijos, cosa que sabes porque alguien lo comenta, porque en la descripción que la autora hace del colegio podría ser un instituto del Bronx. Es profesora pero en realidad no le gusta, o si le gusta...o no le gusta…o si le gusta…Ella no lo sabe, el lector tampoco y además no le interesa. Tiene un novio durante un rato del libro con el que va a casarse…pero luego no se casa…o si se casa...porque al final está embarazada y se acaricia la tripa mientras pasea mirando un culo precioso de una chica que se gira y resulta ser una exalumna suya. La señorita Hempel vivía en una casa muy grande de esas con habitaciones de servicio y como tuvo una adolescencia complicada…o no...Le dio por escuchar un programa de radio por las noches y un día llamó por teléfono al programa porque le pareció que el presentador le hablaba a ella y resultó que el presentador pasó millas de ella. Y ese mismo día se encontró a su hermano vestido con una malla negra, leotardos y guantes en su cuarto…jugando al Ladrón escondido. Y la señorita Hempel tiene un padre que muere pero antes se había separado de la madre y se había ido a vivir a una caravana, pero luego vuelve y tiene otra hija, Maggie...con la que la señorita Hempel se lleva unos 15 años. Y la señorita Hempel tiene una infancia punki, cosa que por supuesto no te crees ni medio segundo y menos después de ver la ilustración de la portada. Ah…y la señorita Hempel resulta que es medio china… ¿cómo se sabe esto? Pues porque como en la página 160 dicen algo sobre que resulta que su madre es china...asi que ella debe tener algún rasgo y entonces se lanza a algún tipo de digresión idiota sobre la identidad de raza o el hecho diferencial o algo así. El problema es que claro...en la página 160 ya te has imaginado a la tal señorita Hempel y ya no hay manera de achinarle los ojos y plancharle el pelo.

El novio se llama Amit y lo más interesante que cuenta la señorita Hempel de él es que “sus dos mejores amigas le habían visto el pene. Cuando todas ellas estaban haciendo un régimen de adelgazamiento intensivo, se habían metido en el equipo de cross y un día en el que estaban todos tirados en la hierba, haciendo estiramientos, las tres chicas le vieron la punta de pene, que le asomaba bajo el borde de sus pantaloncillos relucientes”. Vergüenza ajena total…”punta de pene y pantaloncillos relucientes" en la misma frase…. ¿pantaloncillos relucientes? ¿Por qué? ¿Por la punta del pene? No sé...me perturba mucho.
En algún momento lo deja con el novio pero nadie sabe por qué…y la verdad es que a nadie le interesa.

Le pasa alguna cosa más completamente idiota como que el profesor de física la besa en unos baños unisex de un pub irlandés pero pasa de ella después del primer lengüetazo, habla con un desconocido por teléfono y le cuenta trolas, vuelve a su casa a pasar su cumpleaños y su madre china y su hermana china le dicen que van a hacer una casa de huéspedes y luego al final...pasea con una gran tripa por la calle y por lo visto se dedica a algo con árboles. Para cuando llegas ahí...lo que quieres es que se cuelgue del árbol.

La autora, que resulta que sí es china o medio china, escribe cosas tan chulas como ésta: “El detalle del cloroformo le inquietaba porque tenía el dramatismo cristalino de una mujer corriendo por la calle con un largo fular de seda arrebolado en torno al cuello”.

Espeluznante. No quiero ni pensar en lo que escribe el autor 21 de menos de 40 años…..

viernes, 20 de enero de 2012

¿POR QUÉ SE COMENTA UN BLOG?

Por afinidad.
Llegas a un blog, el que sea. Y te encuentras con un post con una reflexión, una idea, una experiencia o cualquier chorrada y te sientes identificado. Te sientes tan reflejado o tan “tocado” por ese texto que quieres decir: Sí, sí, sí y quieres escribir para contar cómo coincides o como te ha reconfortado “encontrarte” en el texto de un extraño...

Escribes con miedo…con emoción…

Para completar o aportar algo.
Llegas a un blog y oh...sorpresa hay un post de un tema que controlas, el que sea…los libros de colores, la cria de armadillos en jaulas de metacritalito, los neutrinos, la II Guerra Mundial o recetas de cocina con una patata y mermelada. Empiezas a leer con interés y curiosidad. Te enganchas, te interesa...y te das cuenta de que en ese post falta algo. Sigues avanzando pensando que en algún momento el autor habrá dicho lo que obviamente falta…y llegas al final y resulta que esa idea no está. Piensas...” ey…yo puedo aportar algo, puedo decir algo interesante, puedo lucirme”. Todavía no te crees que vayas a poder decir algo con criterio y te lees los comentarios pensando que seguro que alguien se te ha adelantado…y no está. Entonces, muy concentrado, pensando muy bien lo que escribes…dejas tu comment y le das al “enviar comentario” con toda la satisfacción del mundo mundial.

Una vez publicado el comentario, lo lees y relees rezando para no haberla cagado.

Porque te has descojonado.
Empiezas a leer un post y te encuentras riendo a carcajadas, llorando de la risa y tapándote la boca para que en el curro no se den cuenta de las risas que te estás echando. Te lo has pasado tan bien, has pasado tan buen rato que te estás feliz y quieres felicitar al causante de esas risas.

Comentas con una sonrisa en la cara... suspirando y diciendo...” ay que descojone”.

Para contestar a otro comentarista.
Aquí puede ser que contestes a otro comentarista habitual porque disientes de algo que ha dicho o porque quieres aplaudir el ingenio de su comentario. Normalmente en estos casos...el tema del post ha pasado a un décimo plano y los comentaristas se lo pasan pipa entre ellos. Son como las viejas que se sientan en un portal…ven el accidente y de ahí son capaces de llevar la conversación a cualquier tema, incluida la expansión del universo.

También se puede comentar para contestar a un comentarista ofensivo. Cómo lector habitual de un blog, te sientes molesto por un comentario (normalmente anónimo y hecho con total desconocimiento de causa y muy mala leche) y quieres defender tu lectura o dejar claras un par de cositas.

Porque no puedes más.
Lees un blog un día y otro día y otro día y te gustaría decir algo pero no sabes qué, te da vergüenza o lo vas dejando para otro momento hasta que llega un día que no puedes más y tienes que decir algo. Lo que sea.

Comentas con mucho cuidado y al darle a publicar piensas: no tendría que haber dicho nada.

Para saber más.
Detrás de esos posts que lees tiene que haber alguien que por lo que sea te provoca curiosidad o interés. Comentas para conseguir una respuesta de algún tipo que complete la información que tienes y la imagen que te has montado en la cabeza. Puede que quieras que te confirme esa idea preconcebida o que te la desmonte. Eso depende de cada uno.

Para hacerte ver.
Un blog es alguien que escribe y alguien que lee. Quieres que el que escribe sepa que has estado allí y que lo has leído. Comentas para dejar de ser un visitante, de ser pasivo y pasar a ser alguien que forma parte del blog.

Para disentir.
Aquí hay todo un espectro de posibilidades. Puedes entrar en un blog, leer algo con lo que no estás de acuerdo y comentar mostrando educadamente tu desacuerdo, pero también puedes leer algo que te ofusque y dejar un comentario maleducado y completamente desafortunado que haga que tu diferencia de opinión parezca una pataleta de niño pequeño. Cuando se recurre al insulto personal lo que suele buscarse más la confrontación que un intercambio de ideas.

Para provocar con ingenio.
Se puede provocar con ingenio. Lees un post y durante la lectura se te ocurre la réplica perfecta, el comentario ingenioso ideal…no vas a dejar que se pierda en el universo. El ingenioero es un bien escaso y muy valioso, así que lo escribes con satisfacción y esperando reacción por parte del bloguero o de otros comentaristas.

Para dar el coñazo.
Comentar para insultar, para tocarle los cojones al que escribe o a los demás comentaristas.

Porque eres como un niño pequeño y quieres que te hagan caso. Porque eres un saco de inseguridades y no tienes nada inteligente que decir pero sabes que si le metes el dedo en el ojo a alguien es posible que ese alguien reaccione. Porque el anonimato te protege y puedes decir la gilipollez más grande que se te ocurra y nadie sabrá que eres tú. Por afán de protagonismo. Porque no estás seguro de que se te vea entre los demás, pero si dices “caca, culo, pedo, pis”...seguro que alguien te ve. Porque eres malo. Por rencor. Por venganza.

Uy…casi olvido un motivo…para sugerir cosas sospechosas del bloguero de turno…y no miro a nadie.

jueves, 19 de enero de 2012

LOS MUNDOS DE CEDRIC (II)

Regalos rarunos.
Podrían mandar de vez en cuando libros de colores sobre sexo…por cambiar digo.
No sabes lo que dices…
Cedric, tengo una edad…sé de lo que hablo.
No lo sabes..yo una vez hablé de pelis porno y la novia de un amigo me regaló una edición de lujo de cine porno.
¿Que te regalaron qué??
Una edición de lujo de cine porno.
…..Cedric…..y ¿en qué se diferencia una edición de lujo de una normal?
..no quieres saberlo…


Currando
Moli, estás más interesante sin cascos que con cascos.
Lo sé..con cascos parezco Minnie Mouse..pero si no me los pongo no me concentro. ¿ Qué quieres que haga?
No me preguntes obviedades…

Dándome su criterio.
 Este libro verde es una basura.
 Moli, coño..no es nuestro perfil pero está muy bien.
Es horroroso.
-Moli..es ciencia ficción, cosas imposibles y tias buenas..el sueño de cualquier hombre.


Tocamientos.
Cedric tiene unas manos enorrrmeeeessss…y de vez en cuando se levanta y me da un masaje en los hombros.

 Moli..alguna vez podías tirarte el rollo y darme tu un masaje.
 Cedric, tengo unas manitas que no te abarco ni de coña…
Moli..no digas tonterías..soy capaz de crecerme en tus manos...y lo sabes. 

Y así hemos pasado otra semana.

martes, 17 de enero de 2012

40 COSAS QUE ( ME) PASAN CON LOS LIBROS.


1.-Huelen. Primero desprenden olor a nuevo, a recién salidos de la imprenta, a estante de la librería, a tinta sin leer, a papel sin estrenar, a cartón duro. Después guardan el olor de los sitios dónde los leíste; huelen a playa, a montaña, a bar, a tabaco, a café con leche. Si son de segunda mano, traen el olor de otros lectores que estuvieron allí antes que tú.
2.- No se rompen si se mojan. Se arquean, se revuelven incómodos por ese elemento inesperado, pero si se te cae el café encima o el bote de colonia por leer mientras te peinas, no entrarás en pánico, correrás a por un secador y pensaras en los circuitos electrónicos que acabas de reventar.
3.- Guardarán migas de tus tostadas o galletas si los lees mientras desayunas o meriendas. Cuando los vuelvas a abrir, recordarás esas meriendas con un gran vaso de leche con nesquick o esos desayunos solitarios en los que te enfrascabas tanto en la lectura que tenías que calentar el café 3 veces.
4.- Puedes doblar las esquinas cuando encuentras un párrafo que te gusta, que te llama la atención o algo que no quieres olvidar, algo que quieres anotar cuando termines la lectura. Al volver a coger ese libro de la estantería, sabrás por la cantidad de esquinas dobladas si te gustó mucho. El libro se abrirá solo por esas páginas con sus esquinas dobladas...llevándote él solito a las partes que más te gustaron de él. Te enseñará el camino que dejaste.
5.- Puedes usar marca páginas. De los que te regalan en una librería al comprar un libro, de los que compras en un museo con una reproducción de un cuadro que te ha molado, de los que te hacen tus hijos en el colegio por el día de la madre y están hechos con pintura de dedos, de los que te regala alguien especial pensando justo en ti. Puede ser un bonometro, una postal que has recibido, un recorte de periódico o cualquier papel que tenías a mano en el momento de dejar la lectura.
6.- Puedes subrayarlos, escribir con ellos y dejar anotaciones en sus páginas. Pensamientos que te surgieron al leerlos, asociaciones, ideas, signos de interrogación por no entender nada, corregir las erratas sin sentido...Escribes en cualquier sitio en el que estés leyendo y al releer el libro encontrarás tu letra y pensarás... ¿Qué narices puse aqui?
7.- Puedes encontrar anotaciones de otros que te sumerjan en un mundo de preguntas y curiosidad sobre esos lectores anteriores.
8.- Puedes apuntar en la primera página donde compraste el libro, quien te lo regaló y la fecha. Aunque creas que nunca lo olvidarás, la memoria puede traicionarte en cualquier momento. Abrir un libro y ver la fecha en la que lo leíste te hará pensar " ¿de verdad hace tanto?" y te recordarás en ese momento de tu vida.
9.- Puedes guardar entre sus páginas recortes sobre ese libro o noticias, artículos y textos relaciones con él y que en algún momento te pareció buena idea meter ahí.
10.- Suenan al sacarlos de la estantería. Apoyas la mano en la parte de arriba y tiras de ellos hacia fuera. Los agarras por el lomo...y suenan al salir de su sitio. Y sonarán distinto al volver a colocarlos porque ya no serán iguales que antes de leerlos.
11.- Tienen portadas que los distinguen unos de otros. Distinguen ediciones y formatos. Pueden ser portadas preciosas que te encanten y te hagan querer más el libro y pueden ser horrorosas que te hagan pensar ¿a quién se le ocurrió este espanto? Pasar por encima del rechazo que te produzca una portada horrible y descubrir que el interior merecía la pena es una satisfacción, aunque ese libro quedará siempre asociado a una frase del tipo: es un libro espectacular pero la portada es un horror.
12.- Se pueden prestar. Puedes prestar tu libro cargado de todos tus momentos a otro. Por supuesto prestar libros es una cosa muy seria y solo se debe hacer con gente muy muy especial...gente que sepa apreciar que ese ejemplar no es solo un libro...es "tu libro" y además de su texto viene cargado de ti. Sólo la gente especial sabe apreciar eso. Y hay muy poca.
13.-Se pueden regalar físicamente. Escogerlos entre muchos otros, envolverlos y entregarlos en mano o por correo. “Esto que tengo entre mis manos es para ti".
14.- Solo por el tacto y el peso y de una manera completamente inconsciente se sabe cuánto llevas leído y cuanto te queda. Sabes sin pensarlo si quiera, si te queda mucho para descubrir al asesino, para que la pareja se encuentre por fin, para que se acabe aquel horror o cuanto te queda de disfrute.
15.- Solo con verlos sabes si un libro es gordo o fino. Sabes si te llevará semanas leerlo o será cosa de horas.
16.- Se pueden heredar. Puedes recibir libros de tus padres, tus tíos, tus abuelos...y puedes dar los tuyos a tus hijos.
17.- Envejecen contigo. Compras un libro nuevo con 18 años. Una edición a estrenar, recién salida de la imprenta. Lo colocas en la estantería y cuando años después lo sacas para releerlo, recolocarlo o simplemente por curiosidad...descubres que le pasa como a ti. Inconscientemente te ves igual que con 18 años, pero al mirarte al espejo te das cuenta de que no es así. A tu libro le pasa igual, en tu cabeza seguía siendo un libro nuevo, recién estrenado...tiene la pinta que tenía cuando lo terminaste, pero al verlo ahora te das cuenta de que no es así, ha envejecido como tú, se ve viejuno.
18.- Al abrirlo, al pasar las páginas y al cerrarlo al terminar...se "oye" al libro.
19.- Las librerías.
20.- Las bibliotecas.
21.- Puedes guardarlos por toda la casa, puedes tenerlos en cualquier habitación y cuando los busques puedes encontrar otras cosas.
22.- Se pueden leer en cualquier sitio, a cualquier hora. No necesitan enchufes. Funcionan solos. Tú y el libro y nada más.
23.- Jamás se te olvidará cómo funcionan.
24.- Con un vistazo puedes saber lo que está leyendo la persona que está a tu lado en el metro, en el tren, el autobús, el parque, el restaurante o la biblioteca.
25.- Dicen cosas de la gente cuando vas de visita a su casa. Un vistazo a sus estanterías (si es que las tienen) dice mucho de las personas que viven allí, para bien y para mal.
26.- Las portadas tienen textura. Pueden ser lisas, rugosas, con fotos, dibujos, letras...pueden llevar sobrecubiertas cargadas de elogios que nadie se toma en serio. Llevan contraportadas con textos que pueden hacer que te apetezca leerlos o que te hagan pensar..." este ni de coña"
27.- Los libros infantiles tienen desplegables que se mueven. Brujas que saltan de sus cabañas, princesas que bailan en castillos, cerditos que bailan tocando la flauta, trenes que atraviesan túneles, baúles con tesoros, bailarinas que hacen pareja con soldaditos...
28.- Tienen tacto. Puedes meter los dedos entre las páginas mientras lees y tocar el papel
29.- Se sostienen sobre tu cara si te quedas dormido mientras lees.
30.- Si los dejas encima de una mesa abiertos, parecen una tienda de campaña que espera que vuelvas a entrar.
31.- Son de colores.
32.- Se sostienen en vertical y en horizontal, en montones o en hileras.
33.- Los sujeta libros.
34.- Puedes guardar flores dentro, flores que te regalan mientras lo estás leyendo. Flores que olvidas y que cuando reencuentras al volver a abrir el libro te provoquen un ataque de nostalgia.
35.- Por mucho cuidado que pongas...si los lees en la playa, siempre guardaran granos de arena en su interior. Olerán a playa. Y a crema. Y a sol.
36.- Pueden arder.
37.- Si son horribles, puedes tirarlos contra la pared, arrojarlos al suelo, pisotearlos e incluso tirarlos a la basura (o al contenedor de papel si estás cabreado pero ecológicamente comprometido)
38.- Puedes esconderte detrás de ellos para que alguien no te vea o para espiar a alguien.
39.- Puedes olvidarlo intencionadamente en algún sitio... ¿para qué? Pues para que otro alguien lo encuentre y tenga que devolvértelo.
40.- Te llaman desde la estantería.


Todas estas cosas (me) pasan con los libros, porque los libros no son solo lo que tienen escrito. No son sólo lectura. Dejan una impronta sensorial, dejan un rastro en tus sentidos y no solo por su contenido. Tienen olor, tienen tacto y tienen sonido...incluso tienen sabor.

lunes, 16 de enero de 2012

DESPELLEJE: GLOBOS DE ORO 2012

A pesar de que soy una completa analfabeta en el tema de moda, complementos y maquillaje, resulta que hay bastante gente que ansía mi despelleje anual de los globos de oro. Es un misterio de la red que haya gente que prefiera leer las tonterías que yo escribo a disfrutar de un análisis sesudo de trapos, looks y tendencias en cualquier blog de ese estilo. Pero que conste que yo no miento. No tengo ni idea de lo que hablo, no distingo el satén del raso ni un escote barco de uno chimenea…y por supuesto no sé lo que son unos ojos ahumados ni sé porque al pintalabios de toda la vida ahora se le llama gloss. Misterios femeninos fuera de mi alcance,  pero he descubierto que hablar con desconocimiento de causa puede ser tremendamente divertido y terapéutico.

Vamos a ello.

Kate Winslet. Seamos sinceros. Kate es muy “cerdita”...pero a los tios les pone y a las tias nos cae simpática. ¿Por qué? Porqué es como todas. Un día se levanta y le molan sus lorzas y se embute en lo que sea y va por ahí con cara de “soy buena actriz y estoy feliz con mi muslamen” y al día siguiente se arrepiente, no come absolutamente nada, se muerde los carrillos y va por ahí con cara de “yo también puede hacer que mi metabolismo me coma a mi misma y estar muy buena”. Una contradicción andante...como todas. Ayer llevaba cara de “puedo estar muy buena”...pero lamentablemente el vestido no era la mejor elección y el no comer desde hace 3 dias para entrar en esa cinturita le ha hecho tener cara de vinagre.

Tilda como siempre, es un icono de estilismo en Ganimedes. Siempre que la veo no puedo dejar de preguntarme qué habrá debajo del vestido. ¿Tendrá escamas? ¿Circuitos? ¿Un quato? Eso sí...el azul me gusta y le favorece. Una que por fin ha entendido que el color “nude” es su enemigo.

Michelle Williams. Entiendo que las tías quieran parecer más jóvenes gracias al peinado, la ropa, el maquillaje y los complementos...pero ¿por qué te pones algo que te hace parecer una pepona ceporra? Es más...¡¡tienes el pelo corto!!No necesitas nada en el pelo...es una de las cosas que más molan de llevar el pelo corto...se sujeta solo.

Natalie es insoportablemente guapa y casi siempre va insoportablemente bien vestida. Es de las de “ya que me pongo a arreglarme...quiero el look princesa total”…y lo consigue. Se pone tan princesa que dan ganas de ponerla en una peana, meterla en una caja de música, girar la llave y que de vueltas sobre sí misma al son de la música.

Angelina, Angelina, Angelina. Me caes de angustia y consigues que cada vez que te veo me afiance en mi animadversión. Con este vestido me das una grima que te mueres, estás esquelética…si fuera malvada pensaría que es de llevar sin comer un par de meses, pero seguro que no es de eso. Seguro que es de correr detrás de tus retoños como cualquier madre del planeta….Eso sí...el vestido es precioso, estiloso, original y si no se notaran los huesos de la cadera te sentaría muchísimo mejor. Y ese color blanquecino...

Angelina tendrías que aprender de Sofía…que pibón, que vestido y qué manera de llevarlo. Obviamente debajo del vestido de Sofía hay algo apetecible, (si yo fuera tío…) debajo del vestido de Angelina...me daría miedo mirar.

Julianne Moore...por tu bien...espero que no tuvieras a Sofia posando cerca de ti.

Heidi…¡¡cabrona!!hasta el nude te sienta bien. Qué perra.

El amarillo, sorprendentemente ha estado de moda con distinto grado de acierto.

Un despropósito: Mireille Enos...no tiene amigos. Pobre. Ni tetas. Pobre.

Un despropósito arrugado: Paula Patton.

Un disfraz: Missi Pyle, de burbuja rondel oro.

Una lánguida de amarillo con cara de.....sin nombre…Si, ya sé lo que estamos pensando todos...pero yo no lo digo.

Un pleno al quince: Maria Menounos…me enfundo en este vestido de piolín y me aseguro de no pasar desapercibida. Nada como el color amarillo para resaltar un buen culo, porque tú lo vales.

Diane Lane…vestida de lluvia dorada y peinada para parecer una señora mayor que quiere parecer joven. Mal.

Zooey Deschanel... ¿Soy yo o ese vestido se parece muchísimo a esos juegos que teníamos de pequeños donde clavabas chinchetas de colores y hacías figuras? Perturbador…claro que ella en los 80 no había nacido, eso explica que optara por ese peinado a lo “virtudes”.

Piper Perabo…se le echó el tiempo encima. Cogió los visillos de su casa y se los ató al cuerpo. ESPANTOSO. Shailene Woodley…otra de visillo.

Ariel Winter…sus padres no la quieren. Nada.

Juliana Margulies…vestida de muelle.

Jessica Chastin...empiezo a pensar que el pelirrojismo provoca algún tipo de cortocircuito mental que impide verte a ti misma en el espejo.

Amanda Peet. Tejido de princesa, corte de campesina mexicana, transparencias blancuzcas… ¿Por qué? Mal

Sarah Michelle Gellar…como una ola.

Glen Close, de azul noche con pendientes a juego. Ja..Siempre he querido decir algo así.

Kelly Macdonald...de holograma.

Elle Macpherson. ¿Soy yo o cada vez se parece más a Bibiana Fernández? Flaquérrima.

Cheryl Hinnes..Querida...cuando estás más guapa en vaqueros y camiseta que en la alfombra roja es que obviamente has elegido de angustia. ¿Por qué ese vestido? ¿Por qué ese color? Y por dios... ¿por qué ese peinado??

Charlize…manía de ir de color carne con diademita de niña buena. Aún así está guapa y me pongo de su parte porque lleva unas bonitas sandalias… ¡sin plataforma!

Salma inaugurando nueva moda...tiñete a juego con el vestido. Alucino, parece una monsterhigh.

Meryl espantosa...pero es que me cae tannn bien que se lo perdono todo.

Nicole...de cariátide. Bueno, una cariátide tiene más expresión y más gracia.

Una lánguida...triste...No me digáis que no le pega llevar una guitarrita o un oukelele.

Lea Michele...que buena estoy y que natural poso. Y qué pereza me das. Esos vestidos que intentan parecer como que no están mientras todo el mundo los ve, me recuerdan mucho a los tirantes de silicona de los sujetadores. Se ven y no son bonitos.

Madonna y otra disfrazadas de hermanastras de cenicienta.

Ellos:


George…madre mía como se puede ser tan guapo y tan señor. Y encima lleva una rubia a juego con un vestido rojo sencillamente espectacular. Tiene cara de tonta...pero seamos sinceros... ¿a quien le importa?

Clive Owen, soy inglés y se me nota mogollón. Colin…yo más.

Rob está guapísimo pero ese peinado a lo Elton John te resta puntos. Me dan ganas de raparte.

Jeremy…es un señor...pero tiene pelo de hámster y eso me perturba.

Gerard...para. Eres joven, no puedes empezar ya a envejecer tipo señora mayor. Córtate el pelo. Aunque me perturba tu pelo…madremia…como te queda el esmoquin…y no me hagas posturitas…que me pones muy nerviosa.


Y se acabó, que no hay mejor final que Gerard.

viernes, 13 de enero de 2012

BUEN ROLLO TOTAL: PRINCEZAZ Y LIBROS

- Mami... ¿a qué hay que ir primero? ¿Al cole ese de mayores o al cole de conducir?
- Se llaman universidad y autoescuela.
- Vale. ¿A cuál hay que ir primero?
- Pues se puede ir a los dos a la vez. O puedes no ir a ninguno de los dos. O puedes ir solo a uno.
- Mamá...pero ¿qué es lo que hay que hacer?
- Bueno, pues puedes ir a los dos a la vez.
- ¿Uno por la mañana y otro por la tarde?
- A ver C. A la universidad hay que ir muchos años...a la autoescuela si se te da bien en unos meses has terminado.
- ¿Cuántos años hay que ir a la universidad? ¿Tantos como al cole? Pero entonces...sales viejo.
- No, tantos no...pero 5 o 6.
- …..y… ¿en la universidad hay comedor?
- Sí, hay comedor.
- ¿Y comeré allí?
- Pues no sé...depende.
- ¿De qué depende?
- Pues a lo mejor solo tienes clase por la mañana y entonces puedes volver a comer a casa. O solo tienes clase por la tarde y comes en casa antes de ir. O puede que tengas clase por la mañana y por la tarde y entonces depende de ti, comes en casa o en la universidad.
- ¿iré yo sola a la universidad?
- Si
- ¿Está cerca de casa?
- No...pero irás sola. En metro o en autobús…
- O en coche porque soy muy lista y habré ido ya al cole de conducir.
- En coche no creo...pero ya veremos.
- Y en el comedor del cole de mayores... ¿hay macarrones?
- Sí, hay macarrones...además allí puedes comer lo que tú quieras.
- ¿DE VERDAD? Entonces comeré en la universidad todos los días.
- Estupendo…
- ….mami….
- ¿Qué?... ¿Qué pasa ahora?
- ¿En la universidad se hacen amigos?
- Si…claro.
- ¿Tú tienes amigos de la universidad?
- No...yo no, pero papá si...y tu los conoces: tijeras, rústicomán, Pedro...P…
- ¿Y yo haré amigos?
- Pues claro…
- ¿Y cómo se hacen amigos?
- Pues cariño...igual que te hiciste amiga de Paula, de Jorge, de Jimena….
- Mami…es que ya no me acuerdo…




- Mamá...hoy en el colegio, después de leer un cuento, la profesora ha preguntado que qué era lo que más deseábamos del mundo.
- Ah...muy bien...y ¿qué ha pasado?
- Fulanito ha dicho que quería casarse con una mujer y tener hijos. Menganita ha dicho que quería casarse con un futbolista y tener 24 hijos. Zutanito ha dicho que quería ser el rey del mundo y Menganito ha dicho que quería ser inmortal y cuando Zutanito muriera ocupar su lugar como rey del mundo.
- Vaya…que deseos más…chulos. ¿Y tú has dicho algo?
- Si. Yo he levantado la mano y he dicho que lo que más deseaba era vivir en Los Molinos.

Y para rematar, este video que he visto esta semana un montón de veces y que me encanta y que me da tan buen rollo que lo veo todo de color de rosa.

jueves, 12 de enero de 2012

HOSTILIDAD Y COCODRILOS

Veo putadas, muchas putadas últimamente y me cabreo. Muchísimo. Y hablo, porque no sé estar callada y porque no tengo miedo. Puede que sea una inconsciente, pero soy una inconsciente con dignidad y memoria.
Moli...eso no es así.
Moli...es que tú eres muy radical.
Moli, es que a ver…si le han hecho esa, será porque se lo merecía.
Moli, pues a ver, esto es así y están en su derecho.
Moli, las formas no son lo importante, porque eso ya se sabía que podía pasar y claro...no sé a qué viene tanto revuelo.
Moli, no es personal.
Moli, lo mejor es no significarse.

Me hacéis hervir la sangre. Me provocáis arcadas. Me dan nauseas de veros y oíros. Conseguís que alcance niveles de mala leche que jamás había pensado que estuvieran a mi alcance. Conseguís que me esté preocupando porque creo que por vuestra culpa me voy a envenenar con mi propia sangre.

Claro que es así. Es sota y caballo y rey. No hay más. No hay doble lectura. Es lo que es. Que tú quieras enmascararlo con un millar de nimios detalles idiotas para intentar que la burra que te estás tragando te sepa a solomillo a mí me parece  de puta madre, pero yo no te compro esa moto. Te respetaría más si me dijeras: tienes razón pero no tengo huevos para decirlo en alto. Pero que me digas...” eso no es así”…me dan ganas de pegarte.

Sí, soy muy radical. Y muy bocachancla. Pero aunque muchas cosas en la vida son grises, hay veces que o son blancas o son negras y hay que optar por decir de qué color las ves tú.

¿Qué se lo merecía? ¿Qué se lo merecía? Ahora resulta que esto es un puto concurso de méritos. Me descojono. Y déjame adivinar, lo que te ha tocado a ti, no es de puta coña o debido a una colosal confluencia de circunstancias de todo tipo, sino que se debe a que llevas acumulados tantísimos méritos desde tu más tierna infancia que ya era hora de que se te reconocieran… ¿a que es así? Mala suerte para ti, tengo memoria de elefante y sé perfectamente cuáles son tus méritos. Todo lo bueno,  que te pasa a ti  es porque eres un prodigio y todo lo malo que les pasa a los demás es porque se lo merecían. Qué bonita es la vida reducida a la simpleza conceptual más absoluta. Y como debe ser de reconfortante. Y de tranquilizador. “A mí nunca me pasará porque yo no me lo merezco”. Reducir la peligrosidad de la vida a merecerlo o no…es casi tan naif como creer que un ratón viene y se lleva tus dientes de leche…pero no tiene gracia con 40 años.

¿Están en su derecho? Fascinante. Supongo que esto va unido a lo de “se lo merece”. El otro se lo merece y están en su derecho…y tu asientes con la cabeza y con ese pensamiento sigues con tu vida tan contento. Y a salvo por supuesto.

Ya se sabía que podía pasar. Además sois adivinos. Y muy cabrones, obviamente. Porque si tenías tan claro la que se nos venía encima podíais habernos avisado, pero claro…tú no ibas a hacer de Noé, armar un arca y salvar a los demás. Tú te encontraste con la piragua para ti solo y como a ti no se te moja el culo te parece de puta madre que a lo demás los echen a los cocodrilos, es su problema, que hubieran visto que habían construido un foso y hubieran aprendido a nadar…Aunque obviamente,  hubiera sido mejor idea copiarte a ti…y aprender a hacer amistad con los cocodrilos.

¿Qué no es personal? ¿Qué no es personal? ME DESCOJONO. Es completamente personal. Pero como no hay huevos para decirlo, se le pone un disfraz que se ajuste. Para apuñalar a alguien de frente que también va armado hay que tener muchos cojones…para pegarle un palo en la cabeza cuando dobla una esquina, sólo hay que estar bien posicionado y decir que fue una equivocación y que " no es personal".

Y claro, lo mejor es no posicionarte. Quedarte en tu sitio completamente merecido, viendo las hostias que les dan a los demás, sin levantar la cabeza, sin decir nada. Porque además a ti no te va a pasar, porque no te lo mereces, porque no es personal y porque si hace falta tú dirás que donde solo hay un montón de mierda humeante tú ves un campo de amapolas.

Qué bonito debe ser vivir así. Lástima que yo no pueda. Yo estoy tan hostilizada que me chirrían los dientes. Tan hostilizada que se me cierra el estómago. Tan cabreada que nado como si no hubiera mañana, como si al final de la piscina me estuviera esperando Gerard. Me paso el día con los puños cerrados. Y sí, soy una radical...pero por mis narices que no voy a comprar esa moto, no me voy a tragar esas piedras y no os voy a dar la razón. Puedo ser muy bocazas pero tengo dignidad.

Solo una cosa más. Creerse a salvo de los cocodrilos, es de gilipollas. Cuando os coman a vosotros...recordad...” están en su derecho”.

miércoles, 11 de enero de 2012

LOS MUNDOS DE CEDRIC

Cedric mide 2 metros.Yo 1,60
Cedric pesa 110 kilos. Yo…no.
Cedric tiene 28 años. Yo 38.
Cedric y yo trabajamos a  un metro y medio  de distancia y nos descojonamos.

Sondeándome….

- Moli... ¿eres de ese tipo de mujeres que consideran que los feos son interesantes?

Conociéndome…

- Esto… ¿me decías algo Cedric?
- Moli...coño…llevo 5 minutos comentándote este tema... ¿desde cuando has comenzado a desarrollar tu lado masculino? No me estás haciendo ni puto caso…
- Que si tonto…dime…

Hablando de curro…

- Este libro verde es horrible.- digo yo tras una lectura que me deja exhausta y hostilizada hasta el infinito
- ¿En serio, Moli?
- Te lo juro…
- A mí me moló…es mucho mi target…es cutrecillo.

Sorprendiéndome…

- Cedric...te tengo que decir una cosa.
- Lo sé...te pongo.- me dice mientras rueda con su silla acercándose a mí.
- No coño, me perturbas.
- Es lo mismo…lo que yo decía…

Ligando…

- Cedric... ¿con quien llevas toda la mañana de mensajitos?
- Con una de mi curso…
- ¿Estás ligando?
- No creo...le he dicho que si íbamos al cine y me ha dicho que no.

Pip.

- Alucino Moli.
- ¿Qué pasa?
- Que al cine no quiere ir, que dice que vayamos directamente a mi casa.
- Coño, pues estupendo. ¿Es guapa?
- No
- ¿te gusta?
- No,
- ¿Entonces?
- Me distrae...
- Jajajajajajaja…Un consejo..no le digas: cariño, me distraes...jajajaja.
- Bueno…pues me voy ya.
- Muy bien, acuérdate de los consejos de tu madre: a las mujeres se las respeta y los calzoncillos se cambian todos los días…y yo añado uno: cambia las sábanas.
- Moli...eso ya lo he hecho esta mañana…cuando una tia llega a tu casa, le puedes decir que vas al baño...pero no te puedes poner a cambiar las sábanas…
- Jajajaja…bien, bien...chico listo.
- Moli... ¿por quien me tomas? No voy a dejar que una minucia de infraestructura me joda un polvo entretenido.

Y así pasamos los días…

martes, 10 de enero de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL PLANETA DEL AMOR

Cuando somos jóvenes, inexpertos y bastante memos, todos queremos ir al planeta del amor.

El planeta del amor es un sitio precioso. Desde fuera parece bonito, parece chulo, parece molón, parece un verde valle en las montañas con prados con flores para corretear, parece una playa con palmeras y agua cristalina rompiendo en una arena perfecta, parece un sofá mullido con una chimenea delante de una ventana por la que se ve la nieve caer, parece una cocina preciosa con una mesa puesta para cenar con dos copas de vino, parece precioso.

Y es precioso, pero el planeta del amor es un decorado. No todos son iguales, hay decorados tipo “el tren de la bruja” de la feria de tu pueblo, de esos que enseguida se ve que todo es de cartón piedra y donde la bruja por no ser, no es ni mujer sino que es el gitano de turno con peluca…y hay otros que son Disneyworld…todo es igual de falso pero uno tarda más en darse cuenta porque todo está hecho de puta madre. Aún así, en algún momento uno se da cuenta de que dentro de Mickey hay un tío que se llama Paco y dentro de la Bella una chica que se llama Carmen y el zapato de cristal de cenicienta es de metacrilato.

Que sea mentira no quiere decir que no haya que ir al planeta del amor. Claro que hay que ir, igual que hay que montar en el tren de la bruja y si puedes, ir a Disneyworld. Es una experiencia que hay que tener, sobre todo para saber diferenciar el planeta del amor del amor verdadero...

El planeta del amor es por lo tanto muy traicionero, parece el sitio ideal para quedarse a vivir, pero está lleno de trampas mortales. Trampas mortales para la dignidad y la autoestima que al mismo tiempo son mecanismos para el ensalzamiento del ridículo extremo y la vergüenza ajena.

Para empezar cuando uno aterriza en el planeta del amor pierde la capacidad de raciocinio y empieza a hacer muchas cosas horriblemente cursis. Es así. El cursilísimo es un efecto muy normal en los primeros contactos con el planeta del amor. Uno está feliz, se siente un dibujo animado, le parece notar el corazón latiendo cada segundo y ve mariposas por todos lados. Las tías incluso nos planteamos llevar vestidos con vuelo para girar como locas… (Girar como locas en vaqueros es de borrachas, con vestido de vuelo es de princesas...todo el mundo sabe esto).

No pasa nada. Es normal, esos momentos de cursilismo te darán mucha vergüenza ajena en el futuro y puede que a tus amigos se lo hagas pasar mal...pero es así, es inevitable, es tan natural como que te salgan pelos o los dientes.

El caso es que estás allí en tu escenario de cartón piedra, viviendo tu amor de mentira pero creyendo a pies juntillas que es de verdad, eso es lo chulo del planeta del amor. Mientras dura, claro. Porque de pronto, en algún momento…pueden pasar días, semanas, meses o años...empiezas a notar que las palmeras son de cartón piedra, que el agua no es tan cristalina y que la arena de la playa es una moqueta de color tierra. Es decir…empiezas a ver que tu relación de planeta del amor no es tan idílica…empiezas a notar que pasa de ti, o que además de interesarse por ti tiene interés en invitar a alguien más a vuestro decorado…pequeñas cositas que hacen sospechar…

Oh, oh…

Aquello no es el planeta del amor. Pero tú no quieres irte, no quieres que te echen de allí, te gusta tu decorado y miras fuera y lo que ves es gris, y negro y además está petado de gente buscando su planeta del amor. Así que decides quedarte como sea en el tuyo…y empiezas a hacer el gilipollas. A lo bestia... Te dedicas otra vez a las tonterías sin límite que acaban con tu dignidad y que aún no lo sabes, pero cuando lo pienses con distancia te darás cuenta de que eran de mucha vergüenza ajena.
El teléfono es obviamente un instrumento creado por el inventor del planeta del amor. Y lo va sofisticado. Cuando eran de esos de rueda de números y estaba en el centro del salón, te limitabas a intentar encontrar un momento en el que toda tu familia hubiera desaparecido de las cercanías del aparato para llamar a tu amorcito para decirle amoríos con los que sentías que ibas a conseguir poner todo en su sitio. Cuando no te llamaban porque intuías que del planeta estabas a punto de ser expulsado era casi peor, porque descolgabas a ver si había línea y por supuesto había. Patetismo elevado a la enésima potencia.

Con los teléfonos móviles, el torturador maligno, inventor de la telefonía, llegó a la cumbre de su perversidad. No solo puedes mirar para ver si tienes línea, si no que puedes comprobar n veces al día si te ha llegado un mail, un sms, un whasap, una actualización de facebook, un twitter…y lo que es peor…puedes ver si definitivamente te han echado del planeta del amor y han admitido a alguien nuevo. Cómo echas de menos la ignorancia reconfortante del teléfono de rosca gris de tu casa.

La ropa. Otra gran trampa. Atribuir poderes mágicos a las prendas de vestir cuando uno peligra en el planeta del amor, es otro clásico. “mmm...creo que me está dando largas voy a ponerme la falda que llevaba el primer día que fuimos a cenar y seguro que se acuerda”. Por favor, un poco de dignidad. Ponte lo que te mole, te veas favorecido o vaya a poner al otro cardiaco…pero recurrir al chamanismo con los trapos es siempre mala idea y no funciona nunca…a no ser que sea ropa interior o algo con muchísimo escote, pero aquí introducimos el factor “ poner cardiaco” y se elimina el factor recuerdo.

Hacer actos heroicos confiando en que así no nos dejarán. Este es un clásico y tengo ejemplos para dar y tomar. “Voy a renunciar a ir a un concierto de Clapton porque así él se dará cuenta de cómo me sacrifico por él y comprenderá que lo nuestro es amor verdadero y no me dejará”. “Voy a hacerme 800 km ida y vuelta…para hablar con ella…así a lo mejor no me deja, porque me ve la cara y se deshace de amor”.

Sobra decir que ni él se dio cuenta de nada ni ella tuvo ningún pudor en después de los primeros 400 km decirle: se acabó y él se subió al coche y con la leche en plena cara se hizo los 400 de vuelta...jodido y sin orgullo.

Desarrollar una capacidad de sugestión a prueba de cualquier comprobación empírica es otro clásico. “Vale, sí...se ha enrollado con otra...pero yo sé que a la que quiere es a mí”. " Bueno..vale, se ha enrollado con mi mejor amiga..pero ha sido sin querer",  “Bueno, puede que ahora no quiera estar conmigo, pero más pronto o más tarde se dará cuenta y volverá”. Es impresionante como esa capacidad de sugestión funciona de motor para agarrarse con uñas y dientes al planeta del amor a pesar de que te estén empujando y gritando FUERA FUERA….

Mi consejo, basado en experiencias muy desagradables en el planeta del amor, es  no hacer absolutamente nada  basado en un pálpito que comience por " Yo sé que en el fondo"...porque ese pálpito es muy cabrón, es mentira y solo te llevará al más espantoso de los ridículos. 

En resumen, el planeta del amor es mentira y es un sitio muy traicionero para la propia dignidad. El planeta del amor abduce y te saca de la realidad.  Hay que probarlo como toda en la vida, pero con cuidado y sin perder la perspectiva…y sobre todo, cuando se te acaben los tickets, lo mejor es pirarte lo más dignamente posible y sin mirar atrás.

Por supuesto, el planeta del amor no tiene nada que ver con el amor verdadero...pero eso ya lo cuento otro día.

lunes, 9 de enero de 2012

ATENCIÓN

Casi nadie escucha y ¡es tan fácil! No tienes que hacer nada cuando escuchas. Verte escuchar es muy interesante. Si un tipo te dice algo que despierte tu interés, vaya, no se lo ocultes. Se trata de concentrarte en lo que está pensando en vez de en lo que vas a responderle tú después

“Nadie se siente insultado porque le pregunten (…) lo más bonito que puedes hacer en la vida por alguien es dejar que te ayude

Prestar atención a otro es un ejercicio supremo de interés. La atención es lo más importante que se le pude prestar a otra persona. Sí, lo más importante. No vale con el amor… ¿de qué sirve que te quieran mucho si no te hacen ni puto caso?

Pasa con los hijos. Quieres a tus hijos con una intensidad que jamás creíste posible, pasas el día pensando (unos más que otros) en sus cosas, te preocupas…Ellos saben que les quieres mucho, no tienen dudas (la mayoría), pero si lo piensan no se les ilumina la cara. Sin embargo, si vienen con un puzzle, y tú dejas tu libro a un lado y te pones con ellos a hacerlo, sienten que les estás prestando atención y son felices. El amor se lo das sin esperar nada a cambio, se da por supuesto. Tu les quieres y ellos a ti…se da y punto.

La atención no, la atención se presta. Y como es algo prestado hay que hacer buen uso de ella. Siguiendo con el ejemplo de los hijos. Tu cierras tu libro, te tiras al suelo y te pones a hacer el puzzle…si tu hijo te sonríe, se tira contigo al suelo, y entre los dos pasas dos horas hasta terminar el puzzle mientras charlas, cantas o simplemente estas en silencio haciendo lo mismo..sentirás que tu atención ha estado centrado en algo que valía la pena.

Si por el contrario, dejas el libro, empiezas a hacer el puzzle y tu hijo a los 10 minutos empieza a protestar, se enfada o se dedica a tirar las piezas…sentirás que estás desaprovechando tu atención. No has encontrado la recompensa que esperabas al prestarle tu atención.

No se trata de que les prestes atención porque quieres que den palmas con las orejas, se la prestas porque eres su padre y les quieres y te apetece...o no te apetece pero sabes que debes hacerlo, pero seamos sinceros...que pase de ti cuando te pones a jugar con él…frustra y a veces jode muchísimo.

Tu hijo es pequeño o no tan pequeño pero un poco cabrón y otro poco disperso, y probablemente no sepa apreciar lo importante que es que alguien le preste atención, por eso la desaprovecha. El problema está cuando la gente no aprende a valorar la atención la de los demás y llega a la edad adulta, pensando que tiene que ser el centro del universo simplemente por existir.

Prestar atención a alguien exige un esfuerzo. Para empezar exige salir de uno mismo, quitarse tiempo de mirarse a uno mismo para dirigir la mirada hacia otro. Si se dirige la mirada hacia otro es porque se ha sentido algún interés…el que sea…y se quiere profundizar en ese interés y por eso se centran los sentidos, la inteligencia, la mirada y se dedica tiempo.

Requiere un esfuerzo.

El que presta la atención piensa

Eh…has captado mi atención. Sí, tú…Algo tienes y has captado mi atención. La has captado y algo más. Un perro con un abrigo rosa y gafas de sol también captaría mi atención pero sólo por un segundo. A ti te estoy prestando más atención. Después de la captura que es mérito tuyo, el préstamo es mérito mío. No lo desaproveches, no te regalo mi atención desinteresadamente, te la estoy prestando...para algo. Para que confirmes que efectivamente debajo de esa primera impresión hay algo. Para que me reafirme en que por fin sé diferenciar un “diamante en bruto”, para que pueda decir…que bien que seguí mi instinto y le hice caso. Así que venga...sigue por donde has empezado y demuéstrame que he hecho bien en dejar de hacer lo que fuera que estaba haciendo para prestarte atención y querer saber que hay más allá de esa primera impresión.

Te presto mi atención, me esfuerzo en ello, es una necesidad, una necesidad de establecer un vínculo, de mantenerlo, de reforzarlo, de incitarlo.

El que la recibe debe pensar

Eh...he captado su atención. Lo noto, lo siento. Es evidente. No sirve de nada seguir pensando que son imaginaciones mías, me está haciendo caso. Y no sé por qué razón, pero me gusta. A lo mejor se ha equivocado de persona, me confunde con otra o simplemente tiene curiosidad. Bueno, vamos a ver…tengo cosas molonas...a lo mejor sí que me está haciendo caso por méritos propios. Y vaya, me gusta. Ha dejado de hacer lo que sea que estuviera haciendo y me mira, me lee, me escucha, me ve y tiene interés en lo que sea que está viendo en mí. Me está prestando atención y quiero mantener ese préstamo. No quiero defraudarle, por razones egoístas por supuesto. Primero porque me mola esta sensación, mola que te presten atención y segundo porque si no consigo mantener su interés y se va, pensaré que no merecía su atención y no será una sensación agradable. O peor, pensaré que de alguna manera le engañé para ese préstamo y cuando se dio cuenta se marchó desencantado. En fin...allá voy, a seguir manteniendo su atención.

Prestar atención es por supuesto una respuesta a una llamada (una llamada de atención), pero puede ser incluso un acto creativo sin llamada, que puede brotar de uno mismo. Sirve para contrastar, para verificar y refutar. Puede ser algo espontaneo. Prestamos atención no solo a las personas, también a otras cosas, al mundo que nos rodea, a un libro, un artículo, un blog..lo que sea. Prestar atención nos sitúa en el mundo y en las relaciones.

Echar de menos a alguien, es en realidad echar de menos el poder prestarle atención y el que esa persona te preste atención a ti. El problema aquí es que muchas veces cuando te reencuentras, la expectativa de interés es tan alta que jamás se cumple. Los padres sabemos mucho de esto, no hay como echar de menos a los niños para que cuando te los encuentres no te hagan ni puto caso. No hagan ni puto caso al interés que tú tienes en ellos ni por supuesto muestren el más mínimo interés en ti…y salgan corriendo preguntando por su hermano, su perro o sus galletas favoritas. Cuando el objeto de nuestro interés pasa de ese interés se sufre y uno se siente muy gilipollas, pero en el caso de los hijos es inevitable.

Echar de menos tener tiempo libre para uno mismo, es exactamente igual. Lo que echamos de menos es tener tiempo para poder dejar de prestar atención a mil cosas que nos acosan en el día a día: el curro, los niños, la pareja, la infraestructura familiar, los compromisos sociales...etc. Uno echa de menos tener tiempo para mirarse el ombligo, para prestar atención a lo que le pasa, a lo que quiere y a lo que le apetece hacer. Este impulso o necesidad de prestarse atención a uno mismo tiene mala prensa…y por ahí lo llaman egoísmo, pero eso es una gilipollez…es fundamental prestarse atención a uno mismo y pasar de todos los demás de vez en cuando. Al fin y al cabo los demás lo hacen y tú no te mueres ¿no?...pues lo mismo.

En fin, lo que quería contar hoy es que hay que hacer un buen uso de la atención. Es un valor escaso, tanto la que puedes dar, como la que puedes recibir. Si se la prestas a alguien o a algo hay que esperar que merezca la pena. Por lo mismo, si alguien te presta la suya…haz buen uso de ella. Y por supuesto, hay que gastar parte de ella en uno mismo…

Me temo que Flora, de “Dulce jueves” lo explicaba mejor en las citas del comienzo del post.

Ah...y echaba de menos prestarle atención al blog.

martes, 3 de enero de 2012

MATERNITY (LXXXVIII): ES QUE NO LE GUSTA.

- A merendar, chicos.
- ¿Qué hay?
- Sandwich de jamón y queso y un vaso de leche con Nesquick.
- Yo no me lo como, no me gusta.- dice el enano de 6 años que tengo invitado en casa.
- ¿Perdona?
- Que no me gusta y no me lo como.

La madre del enano me dice: Es que no le gusta el jamón de york ni el queso, solo chorizo. ¿ Tortilla para la cena? No, tampoco come..mejor dale salchichas.

Yo quiero matar a la madre del churumbel.

Cuando tienes un churumbel,  puede que duerma mucho o poco, puede que sea muy movido o un pachorras, puede que grite mogollón o sea silencioso y puede ser un buen comedor o  puede resultar que la comida le sea completamente indiferente. Esto es así. Es la naturaleza de cada uno y no te queda más remedio que acostumbrarte y vivir con ello.

Lo que no puedes hacer es permitir que tu churumbel solo coma lo que sale de las narices, cuando le sale de las narices y cómo le salga de las narices. Perdón, puedes permitirle todo eso si juras sobre lo más sagrado que tengas que jamás lo dejarás a comer en casa de ningún familiar, ni el comedor del colegio, ni lo llevaras a un restaurante. Si sólo tú vas a convivir con el pequeño tirano alimentario que has creado, por mí como si lo alimentas de alpiste y lacasitos.

Los niños aprenden a comer igual que aprenden a hablar, andar, vestirse, leer, multiplicar o escribir. Y aprenden porque alguien les enseña y TACHÁNNNNN...tú eres el maestro, tu eres Yoda...tienes que enseñarles a comer. Y sí, es un puto coñazo y sí crea mucha frustración y sí, ellos no saben lo cerca que están de la muerte cuando ponen a prueba tu paciencia con el tema de la comida.

Pero no queda más remedio.

Para empezar los niños quieren comer las cosas que les gustan, como todos. Por alguna razón evolutiva muy compleja y que se escapa de mis conocmientos científicos: la pasta, el arroz, las patatas, el pollo, los yogures y el chocolate suelen ser plato de gusto para todos. Los niños además, no tienen la conciencia de la "comida sana" dando por culo y tampoco se aburren por comer todos los días lo mismo. Una rutina de pasta, arroz, sopa, pollo y patatas les parece el colmo del placer gastronómico. El gusto por la sorpresa gastronómica no viene de serie...hay que adquirirlo.

Tú, que eres su progenitor, eres adulto ( en teoria) y tienes conciencia de lo que es una buena dieta ( en teoria, también) tienes la obligación de enseñarles a comer más cosas. Y cuesta mucho, por distintos motivos:

1.- A ti te flipa la pasta, el arroz, las patatas y el pollo. A pesar de que eres consciente de como esa comida atora tus arterias e infla tus michelines, esa comida te encanta y si te aseguraran que no engorda ni es mala para la salud te alimentarias solo de esas cosas.
2.- Esas comidas se preparan facilmente. Se prepara tan facilmente que está comprobado que 8 de cada 10 padres que se quedan con sus churumbeles en ausencia de la madre optan por darle alguno de esos platos.
3.- Esas comidas elevan tu popularidad como padre. Y es dificil resistirse a ver sus caritas iluminadas cuando dices: Macarrones y ellos gritan: Siiiiii...mi comida favorita. A lo mejor alguien piensa que los estás comprando..pero noooo...que va.
4.- Si les das sus platos favoritos la hora de finalización de la comida no se acercará peligrosamente a la hora de comienzo de la merienda. Y la hora de la cena no acabará contigo llorando encima de la mesa porque te quieres ir a acostar para dormir un par de horas antes de ir a currar.El ahorro de tiempo es una prioridad, todo el mundo lo sabe.

En resumen, un niño que come solo lo que le da la gana, es feliz y lo que es más importante hace las comidas familiares entrañables y no perturba la relación de pareja de sus progenitores.

Y si todo son ventajas...¿ por que no se puede hacer eso?

Porque no. El mundo es un sitio horrible y tienes que enseñar a tus niños a comer de todo. Por supuesto algunas cosas les gustarán más y otras menos y algunas no les gustarán jamás, pero no puedes consentir que ellos elijan el menu y sobre todo que decidan no comer algo sin haberlo probado.  Al que no se ha reproducido seguro que esta tarea no le parece para tanto...a los que si se han reproducido saben que es una tarea de titanes como te toque un hijo "tiquismiquis" con la comida.

Pasos a seguir:

1.-Como ya he dicho antes, el gen de la sorpresa gastronómica no viene de serie. Los niños no consideran la novedad culinaria como un valor positivo. A la pregunta ¿ Qué hay de comer? Esperan una respuesta conocida, habitual y que les inspire confianza: macarrones, sopa, pollo con piel ( asi se llama en molicasa el pollo empanado..desconozco la asociación de ideas que llevó a M a poner este nombre), arroz con tomate. 

Si la respuesta es: mejillones.

Su contestación será en un 98 % de los casos: Yo no quiero.
Otro 2 % contestará algo como: ¿ y para nosotros? Confiando en que los mejillones sean una comida especial de mayores y para ellos haya macarrones, sopa, pollo o salchichas.
Un porcentaje residual de churumbeles apelaran a sus enfermedades..."¿ eso  me da alergia?"

2.- Presentación del plato. Seamos sinceros un plato de macarrones con tomate dice " cómeme" , una lasagna dice " soy apetitosa, con mi besamel, mi queso gratinado", el arroz dice " soy tu amigo, ya sabes a que sé"...son platos amigables. Unos mejillones dicen: ´tengo cocha, soy feo y además le tengo aprecio a mi concha...no me arranquesssss. Unas judias verdes dicen: soy verde...le gusto a tu madre, soy saludable y me dan de comida en los hospitales.  Obviamente no hay color, los hidratos de carbono son unos maestros en el manejo de la imagen, los demás alimentos están a años luz de su dominio del marketing.

Ante la llegada del plato a la mesa, un 98 % de los usuarios dira: ¡¡Qué asco!!! u otras variantes más onomatopéyicas como "puaghhhhhhh" con una falsa arcada.
Un 2 % insitirá en el " No me lo pienso comer"
Y un porcentaje residual dirá algo como..." ¿seguro que no me da alergia?...creo que ya me pica".

3.- Inspiración profunda. Posición de batalla. Sincronización de relojes. Acopio de toda la paciencia que sea posible acumular.

A ver, nunca lo habéis probado..asi qu eno sabéis si os gusta o no. Lo tenéis que probar antes de decir que no os gusta.- Primero un acercamiento amigable.

Y si no nos gusta ¿nos lo perdonas?.- son astutos, hay que estar alerta.
No. Si no os gusta, os lo tenéis que comer todo, pero ya no os lo daré más.- Por supuesto, es mentira..pero esto es la guerra y vale todo.

El enemigo valora el trato.

Un 98 % lo probara con mucho resquemor diciendo " solo un poquito. Un trozo pequeño"...se lo meterá en la boca como si fuera cianuro o un saltamontes vivo y empezará a masticar con la firme convicción de decir que no le gusta, aunque le guste. Y le gusta...asi que dice algo como: mmm...no está tan malo. Esta parte del enemigo está vencida..puede despreocuparse de él. Se lo comerá todo y lo que es mejor asimilará este alimento a su lista de comidas tolerables. Con el tiempo puede incluso alcanzar el status de hidrato de carbono e incluso llegar a la lista de "comidas favoritas".

Es el triunfo de lo que viene siendo el proceso educativo conocido como enseñar a comer. Un plato nuevo llega, provoca desconfianza, se supera esa desconfianza y se adquiere el hábito de probar cosas nuevas y se aprende a comer de todo.

El porcentaje residual tomará la comida con mucha preocupación...se observará a ver si nota algún síntoma de alergia y ante la comprobación de que puede sumar un nuevo alimento a su restringida dieta...sonreirá y dira: me gusta.

El 2 % tocacojones dira: No me lo pienso comer.

Y es ese 2 % con el que hay que luchar. Es un mico, tiene 2 ó 3 ó 4 años y tiene que aprender a comer. Va a ser agotador, una batalla y una lucha. Puedes enfrentarte a él con constancia: no te levantas de aqui hasta que te lo comas. O vencerlo a base de pasar hambre: esto es lo que hay, o te lo comes o no comes nada.

Lo que no puedes hacer es decirle: Muy bien rey..¿ qué quieres que te prepare?

 Por supuesto, esta es la opción fácil, la que hace que tu hijo te mire con carita de amor y la que te ahorra tiempo, sudor y lágrimas..pero no le puedes decir eso,  porque tu rey es un canijo, porque no sabe si le gusta o no, porque tiene que aprender a comer de todo y sobre todo porque no puedes enseñarle que la vida gira en torno a lo que a él le apetece o no le apetece.  

Esta opción es el triunfo de la mala educación, de los niños consentidos y de los niños " centros del universo". El triunfo de niños maleducados que no comen sandwiches de jamón y queso provocando ataques de hostilidad en la anfitriona de la merendola. Hostilidad no contra el niño, si no contra los padres.

Esta opción es " es el triunfo del lado oscuro de la maternidad.