Mostrando entradas con la etiqueta women´s health. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta women´s health. Mostrar todas las entradas

miércoles, 29 de abril de 2015

Elsa Pataky y las portadas que ofenden



Voy en el coche por Madrid pensando en mis cosas, escuchando música, me paro en un semáforo y veo a Elsa Pataky decorando una parada de autobús. Pienso que está muy mona, que le han metido demasiado photoshop en los muslos y que tiene una postura tan natural como comerse las uñas de los pies haciendo el pino. 

Sigo conduciendo hasta el siguiente semáforo. Otra parada de autobús. "Elsa Pataky, tres hijos y este cuerpo" y una flechita dicharachera que marca el camino directo para ser como ella: "Mami en forma, apúntate a su entrenamiento de alta intensidad". 

Siento que una hostilidad de alta intensidad empieza a subirme desde las uñas de los pies, intento controlarme, respirar hondo, inspirar, pensar en pinos, en mi lugar secreto... pero no puedo. Es superior a mí, de algún escondite secreto en mi paraíso privado e imaginario surge una ola de indignación armada con un lanzallamas y combustiono gritando "PERO ¿QUÉ MIERDA ES ESTA?".

Oigo bocinazos fuera, estoy tan ofuscada que no he visto que el semáforo ha cambiado. Ya da igual, voy parando en cada uno que puedo, la Pataky está por todos lados, me persigue y en cada nueva luz roja un nuevo motivo de hostilidad me salta al encuentro.

"Operación cañón. Pierde kilos y ponte fit en tiempo record". A ver, la revista se llama Women´s Health, voy a ser buenísima, buenísima, buenísima y voy a pensar que de verdad es una revista pensada para la salud de las mujeres. ¿Operación cañón? Ni siquiera operación ponte en forma, u operación ponte en marcha. No, operación cañón, que ni aún siendo buena hasta caerme muerta tiene otra traducción que "Operación ponte buenorra para atraer machos perdiendo esos kilos que te sobran, vacaburra".  ¿Ponte fit? ¿Fit? 

El siguiente titular en importancia que revolotea alrededor de los pechos de Elsa es "El ABC del sexo. Todo lo que no te atreves a preguntar". Confieso que estoy tentada a parar el coche y comprarme un ejemplar de este panfleto horroroso sólo para comprobar si es posible que alguien que escribe estas mierdas me enseñe algo sobre sexo. Nunca es tarde para aprender algún truco nuevo, aunque la poca originalidad del titular me hace sospechar que el artículo no irá más allá de cosas como "cuando tu pareja esté llegando al orgasmo acaríciale el interior de la oreja y verás cómo se retuerce en oleadas de placer". Y eso, ya lo sé. 

Siguiente gancho para comprar la revista que atisbo al aparcar ya en mi casa: "Domina tu apetito. 7 pasos para no picar entre horas". Atención al verbo "Domina", no es controla, ni siquiera es "ten a raya", es "Domina tu hambre de vacaburra". Veo a la redactora embutida en mallas negras y con una fusta. Y tampoco son 7 trucos, que suena más ligero: son pasos. Me los imagino: no compres comida, átate las manos, ponte un bozal, escribe con tu sangre en las paredes "A Dios pongo por testigo que no volveré a ingerir nada sólido", tapia la puerta de tu cocina, ponle un candado a tu nevera, adiestra a tu perro para que te devore. Desde luego son pasos efectivos, eso no lo dudo. 

Ellos, las mentes malvadas, malignas y completamente miserables que hay detrás de esta revista sí tienen dudas sobre los 7 pasos y, justo después, ponen un titular que dice "(Des)cuenta calorías. Descubre por qué engordas". Sé que tengo la mente sucia, muy sucia... pero yo después de ese "por qué engordas" escucho "vacaburra, que no has seguido nuestros 7 pasos. Vamos a ver si haciéndote ver cómo te atiborras y cómo se saturan tus arterias dejas de devorar". Todo muy educativo y muy "healthy"

Al final de la página vienen los titulares de consuelo: si no vas a ponerte cañón, ni ser una mami en forma, ni seguir los 7 pasos y por tanto vas a seguir siendo gorda, y de sexo ni hablamos, los redactores tienen un gesto magnánimo contigo y para que aún así compres la revista y veas, veamos todos, que no es una revista para fomentar la anorexia y el culto al cuerpo, colocan estos dos titulares. 

"Belleza natural. Cómo verte bien desnuda" y "9 looks para acertar con el chándal". A lo mejor soy yo, que soy especial, pero no entiendo que nadie con dos dedos de frente  tenga el más mínimo interés en dos titulares como estos. ¿Cómo verme bien desnuda? Pues obviamente queriéndome mucho, no preocupándome de lo que una sarta de majaderos opinan de mi cuerpo y, desde luego, pasando por alto alegremente, ¡alehop!, no ser un cañón ni una mami en forma.

"Acertar con el chándal" es algo que en mi lista de prioridades vitales está justo por debajo de aprender a hacer el monasterio del escorial con palos de polo y muy muy lejos de aprender a torturar a alguien arrancándole las uñas. 

Llego a casa y, como no tengo lanzallamas, escribo este post y por curiosidad busco la cifra de ventas de este panfleto ofensivo, ridículo y machista hasta el infinito. No lo encuentro, pero encuentro algo más ofensivo, ridículo y machista; la presentación de la revista. 
"Women’s Health es la única revista femenina de estilo de vida en España que inspira a sus lectoras y las ayuda a sacar el máximo partido a sus vidas de una forma saludable. Porque nosotras, como tú, como cualquier mujer, SOMOS PERFECTAMENTE IMPERFECTAS. Soñamos con tener una vida saludable y que nos llene, un trabajo enriquecedor, un cuerpo sano y bonito (…y un armario que le haga justicia), una pareja que nos complete… Todas perseguimos nuestros sueños y cada vez estamos más cerca de alcanzarlos… Siempre a nuestro ritmo… Sin renunciar a ser como somos. No queremos convertirnos en otra mujer, sino ser la mejor versión de nosotras mismas. Y para eso llega a España Women’s Health, para sacar lo mejor de ti… para estar a tu lado en el camino de lograr TU MEJOR VERSIÓN".

"Perfectamente imperfectas" "Tu mejor versión", que pasa por obsesionarte por tu aspecto físico y tu cuerpo. 

Qué asco.

Qué asco disfrazar de salud lo que no es más que culto al cuerpo. 


Si algo me jode en la vida no es que me digan un piropo, ni me miren las tetas, es que me traten como si fuera una niña imbécil.