Cuando era pequeña íbamos a casa de mis abuelos, pero así como en Nochebuena estábamos todos y era muy divertido, en fin de años eramos menos de la mitad, yo me sentía como si fuera una nochebuena secundaria.
De adolescente descubrí que si no salías en fin de año eras un "raro". Así que salía, pero a mí aquello tampoco me gustaba. Había estado con mis amigos por la mañana, en vaqueros y zapatillas, y derepente tenía que ponerme un vestidito y zapatos para salir a 3 grados bajo cero...algunos años había suerte y no nevaba.
Las fiestas era multitudinarias y con un alcohol infame. No era divertido. No me gustaba.
A los veintipocos me partieron el corazón en una Nochevieja, definitivamente no me merecía la pena.
A partir de los 23 decidí no salir. Las mejores nocheviejas de mi vida, cenaba con mi madre y mis hermanos, tomábamos las uvas y se iban todos. Silencio y yo solita me quedaba viendo una peli o leyendo. Al día siguiente el mundo entero para mi. Me levantaba a las 9 y me iba a dar un paseo, casi todos los paseos que recuerdo son con mucho sol, mucho frío y nieve.
Ahora ceno en Madrid, en pleno centro, en casa de mis suegros con toda mi familia política. Es entretenido pero lo cambiaba por una peli en mi sofá. Nos dan las mil y luego volvemos a casa con las dos niñas inconscientes y hay que subirlas en brazos....
No soporto las uvas, me dan arcadas. Después de años y años de intentar tomarme más de 3 y tener que salir a vomitar mientras todo el mundo se besa..me he pasado a las pasas. Más cómodo y además siempre me las como todas asi que tengo montones de buena suerte para el 2009.
Pensaré en que mañana puedo ver el Concierto de Año Nuevo en pijama mientras desayuno, es lo único que me gusta de Año Nuevo. Algún año me gustaría pasar estas fechas en el extranjero a poder ser Berlín o Nueva York o Viena...o pirarme a Pirineos a la casita que tenemos allí..en fin...dejemos de soñar..esta noche a la Gran Vía.
¡Que lo paséis bien!