lunes, 30 de diciembre de 2013

MIS 10 POSTS FAVORITOS DE COSAS QUE (ME) PASAN EN 2013


Este será el post 178 de este año 2013 y el número 1301 del blog. 

Sigo sin tener ni idea de qué es lo que hace que un post "funcione" o no. Ni siquiera se muy bien que significa que funcione. Hay posts que a mí me encantan, los releo y me siguen encantando y sin embargo pasan sin pena ni gloria y otros queme parecen una completa chorrada tienen un éxito increíble y a mi modo de ver completamente desproporcionado. 

He revisado el blog y he seleccionado los posts que más me gustan  de este año que por fin termina mañana. 

El único criterio es que para mí sean posts especiales. Sin más. 

Mis 40 años. - Cumplí 40 años el 12 de febrero y tuve el mejor cumpleaños de mi vida. Este post para celebrarlo empezó a gestarse en mi cabeza en septiembre. Hice una lista de todos los años y fui apuntando un acontecimiento para cada uno de esos años a lo largo de cinco meses. En cualquier sitio de pronto recordaba algo que había sucedido y corría a apuntarlo para no olvidarlo. Con un par de años tuve bastantes problemas para encontrar algo significativo pero pude completarlo entero. La foto es de "Morenaza" y me río a carcajadas porque mientras me apuntaba con la cámara y  tiraba un millón de fotos, para distraerme me contaba una historia absurda con la que me reí muchísimo. 

Desilusión y decepción.-  Un post durísimo que escribí primero en el cuaderno del tirón. Lo releo ahora y sigo firmando cada palabra que escribí. 

Weimar y nosotros.- Un post culturetas del que hice 20 versiones en el verano de 2012. Luego lo dejé reposar pensando en volver a reescribirlo, pero no lo hice nunca. Simplemente un día pensé que era el momento de publicarlo. ¿Podría haberlo hecho mejor? Seguro que sí, pero el perfeccionismo no está entre mis virtudes. Ahora lo lamento (un poco) porque al releerlo pienso que podría haber añadido cosas...pero aún así me gusta mucho. 

Mi parque.-  El tiempo de parque se está terminando. Dentro de nada, las princesas podrán bajar solas y ya no echaré horas allí, unas veces renegando y otras veces disfrutando del rato de lectura. 

Gijón y Bruce.-  2 días maravillosos en Gijón de risas, tranquilidad, calma, copas, amigos y Bruce. Un break en un año infernal y que como siempre mereció muchísimo la pena. Bruce jamás (me) decepciona. 

En la sala de espera.- Esto va a sonar raro, pero una de las mejores cosas que (me) ha pasado este año ha sido la operación de apendicitis. Por un millón de razones  me gustó escribir mentalmente este post mientras agonizaba de dolor y me gusta releerlo ahora. Todavía me duele la cicatriz. 

Las voyager, mi vértigo cósmico y enamorarse.- Desde que me encontré con ese documental por la red sabía que tenía que escribir algo sobre él, lo necesitaba. Le llegó el día y he vuelto a verlo varias veces más desde agosto. Me gustaría tener tiempo y capacidad de concentración para ser capaz de escribir aquí sobre todas las cosas maravillosas que veo por la red y siempre etiqueto como "para un post cuando tenga tiempo". Espero que vayan saliendo todas. 

Falsa mística bloguera.-  Como me tomo yo el blog. Me da igual que la gente opine que lo hago por ego, por visitas, por fama o por cualquier otra cosa. Yo y todo el que me conoce sabe cómo me lo tomo y lo que significa para mí. 

Mañana lo dejo.-  Mi necesidad de poner la mente en blanco, no pensar en nada, no sufrir y abstraerme de todo encontró su hueco en la absurda programación de Divinity. Al final la necesidad se convirtió en adicción y al escribir esta chorrada de post descubrí que éramos muchos. Lo curioso es que justo después de escribirlo abandoné completamente esos programas, así que era verdad lo de "mañana lo dejo". 

Me lees.-  Otro post escrito primero en mi cuaderno. Una especie de homenaje a todos los que pasáis por aquí. 

Ya está. Sé que no he elegido ninguno sobre mi libro, ni ninguno sobre las princezaz, ni ningún despelleje, ni ninguno de muchas risas...lo sé. 

Pero estos son los que más me gustan. 

Gracias a todos y Feliz Año Nuevo. 





viernes, 27 de diciembre de 2013

LECTURAS ENCADENADAS.- NOVIEMBRE-DICIEMBRE



Noviembre y diciembre han sido malos meses para mi ritmo de lector, aunque finalmente he leído exactamente lo mismo que el año pasado: 50 libros.

Cinco escritos por autores españoles. Seis comics. Seis escritos por mujeres. He repetido con Didion, Pinilla, Lodge, Banville, Oz, Primo Levi y Steinbeck. Cinco sobre la II Guerra Mundial. Siete más o menos autobiográficos. Uno de viajes. Cinco ensayos "puros". Cinco de relatos. Treinta y tres relatos de Cheever.











Diario de Rusia.- John Steinbeck y Robert Capa estuvieron en Rusia en el verano de 1948. Teniendo como centro de operaciones Moscú, dónde asisten al 800 aniversario del nacimiento de la ciudad,  viajaron para conocer las granjas colectivas soviéticas, Stalingrado y Georgia. Es un libro meramente descriptivo, muy parecido en el tono a las crónicas de Steinbeck recogidas en "Hubo una vez una guerra". Se limitan a contar lo que ven y lo que hacen sin emitir ningún tipo de opinión. No hay política ni ningún juicio de valor. Steinbecl advierte que su propósito es conocer como son los rusos, su vida diaria, la gente normal, qué hacen y qué piensan.

Ha sido curioso leer este libro justo después de ver los documentales de Oliver Stone sobre la historia de Estados Unidos tras la II GM. Tras la muerte de Roosvelt, Truman dinamitó todos los esfuerzos de acuerdo con los rusos que se habían hecho en Yalta. Se estableció una distancia entre ambos países y se dedicaron ingentes esfuerzos a colocar a los rusos como una amenaza terrible y real para los americanos, cuando la realidad era que lo rusos no querían para nada un enfrentamiento en el que sabían que no tenían nada que ganar.

Es un libro curioso y muy entretenido. Además de la mera descripción de la Unión Soviética, las anécdotas del viaje, las fricciones entre dos personalidades como las de Steinbeck y Capa y sus manías  y juergas se leen con interés.  Hay un capítulo de Capa sobre Steinbeck que es genial.

Una interesante reflexión que hace Steinbeck sobre las noticias en 1948 y que es perfectamente extrapolable a nuestra época.

"Estábamos deprimidos, no tanto por las noticias, como por su manejo. Porque las noticias ya no son noticias, al menos esa parte de ellas que requiere la mayor parte de nuestra atención. Las noticias se han convertido en un asunto de pericia. Un hombre sentado a una mesa en Washington o Nueva York lee los teletipos y los recoloca para que se ajusten a su propio esquema mental y a su firma. Lo que a menudo leemos como noticias, no son en absoluto noticias, sino la opinión de uno de entre media docena de expertos respecto de lo que significan las noticias".



Solo un muerto más de Ramiro Pinilla.  Lo saqué de la biblioteca porque después de la trilogía de "Verdes valles, colinas rojas" me apetecía leer algo más de él. Me ha encantado, ha sido como el premio que escribe Pinilla para el que termina la trilogía. Es el postre, la golosina, el chocolate...la copa de después. 

Pinilla homenajea a los grandes de la novela negra americana como Hammett o Chandler en la figura de Sancho, un joven librero de Algorta que tras 16 rechazos editoriales, se da cuenta que tiene delante de sus narices, en su Getxo natal un crimen sin resolver, el de uno de los gemelos Altube. Para el que no ha leído la trilogía (inexplicablemente), es una novela entretenida. Para el que sí la ha leído es un premio, un reencuentro con personajes ya conocidos y un descubrimiento porque Pinilla le permite observar historias ya conocidas desde otro punto de vista. 

Hay homenaje a la novela negra, hay humor, intriga, descripción de personajes y grandes frases. 

"Koldobike es la mujer que menos ríe de cuantas conozco, a pesar de que toda ella está hecha de sarcasmo". 

Y he aprendido que Koldobike es Luisa.  


Algo supuestamente divertido que no volveré a hacer de David Foster Wallace. ¡Suenan las campanas! ¡Suenan los clarines! ¡Aleluya! Por fin llegué a David Foster Wallace, tras años de leer sobre él y años de recomendaciones de gente con criterio, conseguí sacar esta recopilación de ensayos de la biblioteca. Me ha gustado mucho pero confieso que tuve un momento de casi abandonarlo, creo que no fue culpa del libro, sino de mi momento personal, pero seguí con él y al final me compensó con creces. 

El  libro recoge unos cuantos ensayos muy largos escritos por DFW con temas diversos: el tenis y las llanuras de Illinois, la televisión en los años 90, una descripción tronchante de una feria estatal en Illinois, otro sobre el cine de David Lynch que es fascinante, un par de ellos soporíferos sobre metafísica de la literatura y luego el que da título al libro sobre su experiencia en un crucero por el Caribe. 

DFW tiene un estilo muy personal, gafapasta e irónico a partes iguales. Las descripciones de sus experiencias personales, tanto de su niñez como tenista de éxito como en la feria estatal o en el crucero son tronchantes. Me ha recordado muchísimo a Bryson en ese estilo irónico y mordaz. Cuando habla de cosas serias tiene interesantes reflexiones aunque para mi gusto a veces peca de intenso pero era una mente privilegiada, aguda e inteligente al que sin duda hay que leer. 

"Tengo 33 años y la impresión de que ha pasado mucho tiempo y que cada vez pasa más deprisa. Cada día tengo que llevar a cabo más elecciones acerca de qué es bueno, importante o divertido, y luego tengo que vivir con la pérdida de todas las demás opciones que esas elecciones descartan. Y empiezo a entender cómo, a medida que el tiempo se acelera, mis opciones disminuyen y las descartadas se multiplican exponecialmente hasta que llego a una punto en la enorme complejidad de ramificaciones de la vida en que me veo finalmente encerrado y atrapado en un camino y el tiempo me empuja a toda velocidad por fases de pasividad, atrofia y decadencia hasta que me hundo por tercera vez, sin que la lucha haya servido para nada, ahogado por el tiempo. Es terrorífico. Pero como son mis propias elecciones las que me encierran, me parece inevitable: si quiero ser adulto, tengo que elegir, lamentar los descartes y vivir con ello" 




Versos de vida y muerte de Amos Oz. Tras "Conocer a una mujer" que me encantó, me apetecía algo más de Oz, así que saqué éste de la biblioteca, sabiendo que Oz unas veces me posee completamente y otras veces me deja indiferente. 

En este caso, Oz me ha recordado muchísimo a Italo Calvino y "Si una noche de invierno un viajero" porque se mezclan el autor y sus personajes. Cuenta la historia de un autor que acude a la lectura de una de sus obras a un centro social y va imaginando historias sobre todas las personas que va encontrándose en su camino. Imagina sus vidas antes, antes de cruzarse con él y sus historias después de haberle conocido y al final son también los personajes los que le imaginan a él en una especie de juego de espejos.  

Tiene una de las mejores descripciones del sexo que he leído en mucho tiempo...pero no la voy a poner aquí. Voy a poner esta cita con la que no estoy para nada de acuerdo.  

"Entre un hombre y una mujer la amistad es algo que no trae a cuenta: si entre ellos no hay descarga eléctrica, entonces no puede haber amistad. Y si entre ellos no hay una descarga eléctrica, entonces no puede haber nada". 




Demasiada felicidad de Alice Munro. Otra autora de la que llevaba años intentando leer algo y en este último mes del 2013 le ha tocado el turno y por fin pude sacar este libro de relatos de la biblioteca. Me ha gustado mucho, muchísimo. Es impresionante como escribe Munro, como te lleva por la historia casi sin darte cuenta, sugiriendo, mostrando y construyendo el camino por donde transitas mientras lees y vas avanzando. Cuando llegas al final descubres la historia completa, desde su primera palabra hasta la última. Consigue ademas que parezca sencillo escribir así, cuando es algo complicadísimo.  Son relatos no muy extensos y siempre con un peso incómodo, un registro de alguna manera amargo, relatos que inquietan y todos sobre o de mujeres. Eso, por supuesto, no quiere decir que sea un libro para mujeres. 

"Joyce debería haberlo entendido en aquel preciso instante, aunque el mismo Jon estaba muy lejos de saberlo. Jon estaba empezando a enamorarse. 
Empezar a enamorarse. Eso sugiere cierto paso del tiempo, cierto abandono; pero también se puede tomar como una aceleración, el momento o el segundo en que te enamoras"

Termino el año lector con 50 libros y 33 relatos de Cheever.

Bueno, no. Mi año lector lo estoy terminando con una vuelta a casa, he vuelto a los brazos de Paul, al refugio seguro.  Estoy releyendo "Diario de invierno" de Paul Auster y lo estoy disfrutando más que la primera vez, mucho más.

"Piensas que nunca te va a pasar, imposible que te suceda a ti, que eres la única persona del mundo a quién jamás ocurrirán esas cosas, y entonces, una por una, empiezan a pasarte todas, igual que le suceden a cualquier otro”.




miércoles, 25 de diciembre de 2013

"NO HAY NAVIDAD".


"Erase una vez 4 niños llamados Juan, David, Paloma y Carolina. Juan tenía 11 años, era alto y delgado, le gustaban las cosas del espacio como las naves, planetas y galaxias. David tenía 10, era bajito y delgado, le gustaban las aventuras de vaqueros, espacio, superhéroes etc. Paloma tenía 12 años, era alta y delgada, le gustaban los personajes raros como monstruos, fantasmas y extraterrestres. Carolina tenía 9 años, era alta y gordita, le gustaban las fiestas como los cumpleaños, Nochevieja, Nochebuena y Navidad. 

Un día se enfadaron con sus padres porque no les dejaban hacer una fiesta en su casa, así que se fueron de casa. Entonces se encontraron en un callejón que estaba lleno de cajas de patinetes, bicicletas y en otra había motores y en otra muchos cables. Entonces a Juan se le ocurrió que con eso podía hacer 4 naves espaciales pero Paloma decía que era una estupidez, pero David pensaba que era super guay, asi que lo hicieron. Juan tardó 3 horas pero terminó así que se fueron al espacio. Paloma y Juan tenían bicis y David y Carolina patinetes, todos estaban propulsados por motores, entonces cada uno se subió a su patinete o bicicleta y se fueron al espacio. Iban tan tan tan tan deprisa que se podría decir que iban a la velocidad de la luz. 

De repente vieron unas piedras que se acercaban, eran muchas, muchísimas ¡eran asteroides! Menos mal que los esquivaron todos. Después vieron un planeta redondo, parecido a la tierra. Cuando aterrizaron había mucha vegetación y agua, de repente vieron unas casas, también se les acercó un extraterrestre. Era bajito y regordete, tenía los ojos como antenas y una boca muy grande, no tenía nariz y era de color rojo. De repente vino otro igual solo que de color amarillo, entonces descubrieron que podían hablar con ellos porque hablaban español. Les preguntaron que qué hora era pero ellos no sabían lo que era una hora, segundo, día mes y año. Los extraterrestres se llamaban Jony y Harry y les dijeron de donde venían, les contestaron que venían de la tierra y que en qué planeta estaban. Les dijeron que estaban el en planeta Verenjuelo de la galaxia Verdurín. Los extraterrestres les dijeron que nunca habían oído hablar de ese planeta y que cuando se iban a ir. Los extraterrestres les invitaron a quedarse a dormir y ellos aceptaron.

Jony le dijo a Carolina que cual era su fiesta favorita Carolina contestó que su fiesta favorita era la Navidad pero Jony y harry no sabían lo que era la Navidad. Al llegar a casa de los extraterrestres fueron muy silenciosos para que los padres no les descubrieran. Carolina les dijo que era la navidad, a los extraterrestres les gustó la idea de celebrar la navidad. Carolina también les dijo lo que era un día, mes y año y que la Navidad se celebraba el 25 de diciembre y que se celebraba en familia y que ellos se iban a ser mañana para celebrar la Navidad. Al día siguiente se despidieron de Jony y Harry ese día todo el mundo de todas las galaxias celebraron la Navidad. FIN. 


- Ya tengo el cuento para el concurso. Creo que ha quedado bien, pero me han salido muchos "entonces", muchos "dijeron" y muchos "extraterrestres". 
- Podías haber puesto marcianos. 
- No es lo mismo. 


M ha escrito este cuento de Navidad para un concurso. No se me ocurría nada mejor para el día de hoy. Mi padre cumpliría hoy 70 años y me juego las dos manos a que estaría super orgulloso de su nieta de los ojos azules.

Feliz Navidad. 

lunes, 23 de diciembre de 2013

MOLIDOCUMENTALES: SESUDO ANÁLISIS DEL MARKETING PERFU-MÍSTICO.


Yo huelo a limón. Llevo usando la misma colonia desde que me dejó mi primer novio en una cafetería  con el primer  "no eres tú soy yo" de mi vida. No le guardo rencor y le agradeceré eternamente que me descubriera una colonia que hoy, 25 años después, sigo usando todos los días. 

¿A qué viene esto? Pues porque yo no sé nada de perfumes. Ni me gustan, ni me interesan, ni tengo la menor curiosidad por ellos. Una vez encontré uno que me encantó, lo utilicé con mimo y cuidado hasta que se terminó, para descubrir entonces que habían dejado de fabricarlo. Otra vez compré otro exclusivamente para una cita especial...que resultó ser un puto desastre. 

Probablemente por este desapego hacia los perfumes, me resultan completamente incompresibles los anuncios de perfumes que en estas fechas llenan las televisiones, las marquesinas y la prensa.  No entiendo como esos anuncios pueden mover a comprar un determinado perfume, de hecho hay algunos que a mí me mueven directamente al asesinato. 

En teoría, la publicidad busca conseguir el consumo y la compra de los productos que anuncia y en caso de no conseguirlo, los publicistas se conforman con que se hable de su producto y haya mucha repercusión. Ese es el caso de anuncios horrendos que ya he comentado por aquí, como el de las oligolérdicas emputecidas de la ropa espantosa, el caso del actor  desaprovechando comiendo helado y la idiotez sobre los hombres y los tampones. Todos los anuncios eran malos, horrorosos, pero de espantosos que eran recordabas lo que anunciaban. 

Lo de los perfumes es distinto. Muchos de los anuncios son preciosos (si te gusta el cursilismo) pero son todos iguales, así que eres incapaz de recordar ninguno. " Si hombre sí, el anuncio en blanco y negro de una pareja besándose ", "Sí, hombre sí...el anuncio de una tía que corre por un campo pasando la manita como una mema por encima de las espigas con un jersey tres tallas más grande y botas camperas", "Sí hombre sí la tía que se contonea..". Todos iguales. Ni idea de como se llama cada perfume...de hecho, ni siquiera eres capaz de recordar si era un anuncio de perfume para tío, para tía o unisex. 

De hecho, sólo hay dos anuncios de perfumes que todo el mundo recuerda (todo el mundo de más de 30). Y ¿Por qué se recuerdan? Porque eran distintos. 

El primero es el de "Tu primera colonia. Chispas". Una música pegadiza, imágenes de adolescentes haciendo cosas de adolescentes y tú con 12 años viendo ese anuncio y queriendo tener esa colonia porque eras esa adolescente. Querías ser esa niña, de hecho eras esa niña y querías esa colonia. 

El segundo es "Busco a Jacqs". Una tía neumática embutida en un mono de cuero que llegaba y con cara lasciva, bajaba la cremallera del mono diciendo "Busco a Jacqs"....estaba claro para qué buscaba a Jacqs y sospecho que el olor de Jacqs se la pelaba bastante, de hecho ella dice "deja tras de si un aroma único, inconfundible" yo no digo nada, pero Jacq deja olor "después de"...un olor inconfundible, vamos que ella lo que quiere es el olor de "después del sexo" que sí, es inconfundible. El anuncio impactaba. Desconozco si muchos hombres corrieron enloquecidos a comprar ese perfume esperando que hordas de tías embutidas en cuero les salieran al paso. Dudo que muchas mujeres que lo regalaran... pero yo de marketing no se nada.  

El caso es que esos dos anuncios, 20 años después,  son recordados por una gran mayoría de público. Recordamos el anuncio y el producto, todo un logro publicitario. 

Ahora es imposible. Tras un sesudo análisis de la materia, puedo hacer sin conocimiento de causa una teoría sobre estos anuncios. 

- Anuncios en blanco y negro. Alguien ha decidido que los perfumes se venden mejor en blanco y negro. No sé el motivo...¿la ausencia de colores hará que te concentres más en la historia? Normalmente suele salir un tío con esmoquin y una tía con traje de noche. Supongo que se trata de dar una imagen "clásica"...pero clásico asociado a olores...¿A qué huele el perfume? ¿A naftalina? ¿Como tu abuela? No lo veo. 

- Anuncios de pareja correteando. Se persiguen, se encuentran, se separan, ella hace el panoli detrás de una columna, un árbol, una farola o cualquier otro elemento vertical rígido...supongo que intentando enviar un "sutil" mensaje subliminal de rollo sexual tipo: "me hueles, te huelgo, te pones berraco, yo hago que si pero no, te pones como el palo de una bandera....y al final me empotras". Sobre este tema de pareja correteando con elementos fálicos de por medio hay una variante que he mencionado antes, la pareja a la que le llueve encima mientras se lo montan contra la pared. Todo muy sutil y muy real. 

- Anuncios de tías haciendo el imbécil por sus casas, mientras se visten, corretean en medias o camiseta o se sientan en butacas subiendo las piernas y mirándose los pies. Estos anuncios sospecho que intentan vender colonias "frescas" entendiendo "frescas" como inocentes, ingenuas y jóvenes. A mí sin embargo ese "frescas" me suena a "imbecil frívola y superficial". No voy a entrar en la irrealidad del anuncio, todo el mundo sabe que cuando te estás preparando para una cita y no sabes que ponerte estás muy lejos de tener esa sonrisa bobalicona y tu rictus está más cerca del terror.  

- Anuncios de tías retozando en camas mientras la luz de la mañana baña las sábanas. Hay una tendencia ultimamente a que sobre las imágenes de ella se escuche la voz de un hombre que la está llamando y diciendo lindezas mientras ella sonríe. Ella por supuesto no le coge el teléfono y yo sospecho que es porque si te levantas de la cama con ese pelo perfecto y tienes fuerzas para retozar en la cama....es que la noche no ha sido sexualmente satisfactoria. De hecho, deberías tirar ese perfume que no atrae mas que a malos amantes. 

- Anuncios de tías que han tenido aún menos éxito que las del anterior apartado. Están tiradas en sofás, camas, suelo con boquita entreabierta y mostrando canalillo y con cara de "por favor ven y hazme un favor". Teniendo en cuenta que suelen ser guapísimas y están estupendas...a ver si por lo que no van a ligar es por el perfume que usan.  

- Anuncios de famosos que ponen su careto a una colonia. Estos me fascinan. No entiendo el mensaje. "Hola soy actor y sé mucho de perfumes y he hecho una colonia", "Hola, muevo las caderas y digo Waka Waka, te vendo un perfume", "Hola soy Brad Pitt y la gente que huele a esto es íntegra" O bien el mensaje es "compra esto y olerás como Antonio Banderas o Shakira". Ni siquiera recurriendo a mi vena megafan de Bruce Springsteen consigo entender que alguien compre un perfume para oler como su ídolo. Puede cantar bien o actuar de puta madre y que sin embargo le guste oler algo asqueroso como por ejemplo...canela. 

- Anuncios de supuestas adolescentes interpretadas por modelos de 30 palos. Estos son todos iguales. Supuestas adolescentes caminando como velocirraptores sobre tacones infinitos y minifaldas como cinturones entrando en tugurios de mala muerte mientras se ríen compulsivamente o las mismas velocirraptoras corriendo de noche volviendo a casa. ¿A qué huelen estas chicas? Pues a tabaco, copas inmundas y rimmel corrido. No entiendo el mensaje una vez más. 

¿Y los nombres? Esto es un descojone. Son todos exactamente iguales, son como las tv movies de Antena 3, nombres perfectamente intercambiables. 

- Colores: Blue, Red, Azul, Black.  ¿A qué huelen los colores? Esto da igual, normalmente ponen un filtro de cámara en la grabación y todo el anuncio tiene un colorcillo sugerente. Los que tienen el adjetivo negro suelen ser de noche, todo sutileza.  ¿Por qué ninguno se llama "amarillo pollo"? ¿Olería a pollo asado?

- Francés al poder. "J´ adore", " Mademoiselle, "Je",  "Elle", "La lune", "Idole". 

- Agua de algo, Agua verde, Agua fresca,  Acqua de lo que sea, Water de patatín. Estos normalmente van siempre sobreimpresionados sobre imágenes de ¡sorpresa!! agua en todas sus variantes. Si es de tías ellas chapotean haciendo el memo en una fuente o caminan bajo la lluvia felices cual perdices. Si es de tíos nadan en piscinas mostrando espectaculares espaldas o caminan por la calle con el lazo del esmoquin deshecho y cara de haber dejado a una después de haberle dicho "yo te llamo". Si es una pareja están en una playa con cara de querer estar en una habitación mejor que en una playa dónde todo el mundo sabe que el sexo es claramente incómodo. 

Aunque mi variante favorita de nombre de perfume son todos los que sugieren que son únicos y por eso se llaman todos iguales: One, One to One, Uno, Unique, Solo, The one. Como no los diferencies por la caja...

En resumen, los anuncios de perfumes son un despropósito porque además todo el mundo sabe que cuando de verdad se liga es el día que sales con tus vaqueros mugrientos, tu jersey favorito, con todo el pelo mojado y oliendo a lo que hueles siempre. 

A limón en mi caso.  






jueves, 19 de diciembre de 2013

HOMELAND PARA DUMMIES


Con 40 años he descubierto que tengo una vena masoquista. Una vena masoquista poderosa que me ha poseído durante 12 semanas, exactamente las 12 semanas que ha durado la tomadura de pelo de la tercera temporada de Homeland.

Ya comenté por aquí que la primera temporada me había parecido flojilla, nada muy interesante, ni muy emocionante ni nada que me atrapara...pero aún así me tragué la segunda temporada solo para corroborar que Carrie es una loca de mil pares de cojones, Brody un imbecil y los guionistas creen que los espectadores no tienen memoria a corto plazo y las mierdas que van dejando sueltas por ahí se olvidarán alegremente y todo da igual.

Aún así, me he tragado la tercera temporada. Ahora que lo pienso, no sé si ha sido masoquismo o espíritu de sacrificio para poder criticar con conocimiento de causa.

Por si alguien no ha visto la serie, voy a explicar la estúpida historia entera para que no perdáis vuestro valioso tiempo en ello. Ya lo he hecho yo por todos vosotros, en un alarde de buenismo.

SPOILERS. 

Loca rubia con pelo lacio y que se supone que es el colmo de la inteligencia en espionaje, se enamora de marine torturado por los árabes malísimos y que no se sabe si es bueno, malo, regular o directamente imbécil. Se confirma que es directamente imbécil pero eso no impide que la loca rubia supuestamente lista se enamore locamente. Van, vienen, se entretienen, pasan cosas de espías, se emborrachan, chuscan, hay una bomba, muere gente y la segunda temporada termina cuando todo el planeta cree que el marine imbécil es culpable pero la loca rubia no lo cree y por eso decide que en vez de irse con él a disfrutar de su amor absurdo, va a volver para lavar su nombre.

¿Había algo salvable en las dos primeras temporadas? SI. Mandin Patinkin, Iñigo Montoya, que hacía un papel estupendo y que parecía que era el único que sabía que la loca rubia estaba loca y que el marine imbécil era imbécil.

La tercera temporada es un despropósito argumental de principio a fin. Sospecho que han despedido al coordinador de guión y a los guionistas los han encerrado a cada uno en una celda incomunicada para que cada uno escribiera un trozo cada semana. La idea consistiría en eliminar cada semana al guionista más coherente con su historia, hasta dejar al mando de la temporada al más loco.  

Los primeros capítulos de la temporada están centrados en los problemas de la hija adolescente del marine imbécil. Se confirma que la idiotez es hereditaria y acumulativa, y la hija es mucho más imbécil que su padre y su madre juntos. Le pasan cosas que no le interesan a nadie y además sufre mal, poniendo morritos y pidiendo a gritos una buena bofetada.  Cuando el espectador está a punto de ir a ligarse las trompas o de encomendarse a cualquier santo para que sus hijos no muten a nada parecido a ese personaje, al guionista encargado de esta trama lo aniquilaron y la adolescente desaparece de la serie.

Mientras tanto, la loca rubia descubre que está preñada. Bueno, lo descubre el espectador, porque la loca rubia ya lo sabía porque se ha hecho más o menos 30 pruebas de embarazo positivas que guarda en un cajón de su baño perfectamente ordenado de loca con TOC. Esto es de traca, una tía listísima, un cerebrito del espionaje, no sabe que si estás preñada, estás preñada y necesita 30 pruebas de embarazo para confirmarlo. A ver si va a resultar que no está tan lista.

¿Y el marine imbécil? El marine imbécil anda por Venezuela dónde se ha curado de unos tiros que le han pegado por algo que nadie sabe qué es y que además a nadie le importa y allí, después de curarse,se ha dado a la heroína tan ricamente y está tirado en el suelo viendo elefantes rosas o lo que sea.

Iñigo Montoya, mientras tanto, está de Jefe supremo de la CIA y va y viene y se entretiene, y mientras va, viene y se entretiene, descubre que su mujer se la pega con otro, más joven, más guapo y por lo que parece más empotrador. Pero Iñigo es un señor y es un calzonazos así que lo que le preocupa no es la cornamenta que lleva, sino que el chuscador de su mujer sea un espía israelí. Todo por la patria.

A la loca rubia la investigan un poco, pero poco, con poco interés y la meten en un manicomio dónde le dan drogas que hace que se le caiga la baba. Se supone que el espectador debe estar preocupadísimo por ella, pero el espectador lo que está pensando a estas alturas de la temporada es en lo bonito que sería una sobredosis de tranquimazines para ella y que descansara en paz y dejara de hacer el loco por el mundo. Pero al guionista que sugirió esta idea lo guillotinaron.

En un giro de guión tan sorprenderte como verte crecer las uñas, resulta que la loca rubia e Iñigo Montoya habían urdido este plan de hacerla pasar por loca (Iñigo le hace creer a ella que se está haciendo pasar por loca, porque ella está loca de verdad aunque no sé si la única que lo sabe soy yo. No descarto que la loca sea yo) para que un malo malísimo iraní contacte con ella. No me queda claro porque un malo malísimo y muy listo quiere contactar con una loca a la que se le cae la baba...pero el caso es que ocurre.

La rubia loca preñada e Iñigo Montoya, tienen cogido por los huevos al iraní malvado porque antes han contratado a una iraní con velo y cara de pringada que ha descubierto que el iraní malvado ha estado trincando pasta de otros malvados iraníes. No queda claro como un listo tan listo se ha podido dejar un rastro de monedas para que le pillen pero..¿a quién le importa? Para que no parezca que el malo no es tan malo, el guionista encargado de esta trama hace que el malo se cargue a un par de mujeres a golpe de botellazos de vino...todo muy desagradable y totalmente innecesario.

¿Qué más? Que esto está quedando muy largo. La loca preñada vuelve a su obsesión por demostrar que el marine imbécil no es el de la bomba que mato a 200 personas, monta una operación que no le interesa a nadie y luego está a punto de cagarla, tan a punto que un compañero con dos dedos de frente le mete un tiro en el hombro. El espectador, o sea yo,  lamenta  que no le meta el balazo entre ceja y ceja por petarda, cansina y tocacojones...pero supongo que al guionista que sugirió esta brillante idea le pusieron una camisa de fuerza.

Iñigo Montoya mientras tanto ha ido a Venezuela a sacar al marine imbécil de los brazos de la drogadicción y los elefantes rosas y lo trae a casa para desintoxicarle y mandarle a Irán a que se cargue al jefe supremo de los malos, y así ascienda el malo malísimo al que él ha engañado y así los dos países vivan en paz y armonía a partir de entonces. El espectador, o sea yo, irrumpe en carcajadas histéricas por el absurdo de la teoría...y después se levanta a ponerse un Gin Tonic.

Luego viene un capítulo en el que pasan cosas en el desierto y hay tiros y tal, sospecho que trajeron a un guionista suplente sacado de una gran producción de Hollywood. Creo que debió morir en una de las escenas de tiros, porque los siguientes y gracias a dios dos últimos capítulos tienen toda la pinta de haber sido escritos directamente por la loca rubia preñada.

Resumiendo: el marine imbécil parece bueno. La loca preñada rubia se pasea por Teheran  con un pañuelo en la cabeza y hablando por un teléfono tan discreto como un zapato de montaña. El marine imbécil parece malo. La loca rubia preñada se pasea más...absurdamente lleva la raya del ojo pintada. El marine imbécil mata al malvado supremo y por tanto parece bueno. Iñigo Montoya y sus colegas espías se ponen nerviosos. La loca preñada consigue sacar al marine imbécil de Teheran y convencer a Iñigo Montoya de que los saque del país.  Aprovecha un momentito para contarle que está preñada de él...y él se lo cree. Pero total..¿a quién le importa?

¿Qué pasa al final con toda esta historia infumable? El marine imbécil muere ahorcado, ella llora desde una verja.

Pasan cuatro meses.

Iñigo Montoya y su mujer viven en un sitio con mar y sol y comen croissants. La loca rubia sigue preñada (he hecho los cálculos...y lleva preñada 10 meses) y a pesar de estar desquiciada los nuevos jefes de la CIA le ofrecen dirigir la sede de Estambul. Ella dice que sí dando saltitos de alegría y luego le entra la paranoia porque está a punto de parir y DE REPENTE se ha dado cuenta de que lo mismo el hijo no le viene bien. Le lloriquea a su colega de la CIA, el que le metió el tiro en el hombro...y justo en ese momento el espectador, o sea yo, piensa: ¿ VES COMO TENÍAS QUE HABERLE PEGADO UN TIRO ENTRE CEJA Y CEJA HACE 6 CAPÍTULOS?

Por favor, no me dejéis ver la siguiente temporada.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

SOBRE LOS PERIODISTAS.


Lo siento pero no puedo más. Llevo meses mordiéndome la lengua y los dedos pero es que ya no puedo más.

Estoy hasta el moño del lloriqueo periodístico sobre la "profesión", la injusticia de los despidos en medios de comunicación, lo crueles que son los empresarios  y todas esas zarandajas.

Lo siento pero sois unos lloricas. Casi todos. Y además, en vuestro afán por, no sé como llamarlo, justificaros os estáis haciendo unas pajas mentales de flipar encima queréis que empaticemos con vuestro supuesto drama laboral. 

El pasado  lunes en twitter no paré de ver retuiteado por grandes gurús del periodismo venerados por cientos de miles de seguidores como Ana Pastor, un artículo sobre lo que ha hecho Mariano con las ruedas de prensa.

Leí cosas como esta:

"El Periodismo es, entre otras muchas cosas, la profesión por excelencia que alza la voz en favor de los débiles, de los más pobres y de los que apenas tienen quien les escuche. El Periodismo es el canal de expresión de las mayorías pero tiene también la misión de denunciar toda clase de mentiras, abusos, injusticias, errores e ilegalidades. El Periodismo tiene el contrapoder entre sus funciones esenciales. Por algo se le conoce como cuarto poder, porque vigila los excesos del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, que supuestamente se controlan entre ellos" 

Sin palabras. ¿Qué tomadura de pelo es esta? ¿Qué tipo de pose a lo Escarlata O´Hara es esta? Seamos un poquito serios y tengamos un poquito de vergüenza.  

Ser periodista está muy bien, está estupendo, es una opción laboral como otra cualquiera, pero en la escala de profesiones prescindibles del planeta está justo por debajo de la de personal shopper, político y  la mía. 

Los periodistas no van a salvar el planeta, ni a la humanidad. Los periodistas no son Robin Hood, ni las tropas rebeldes que van a salvarnos de las fuerzas malvadas del Imperio, no van al rescate de los débiles ni salvando ancianitas de morir atropelladas. Hacer alarde de esos supuestos valores imaginarios para resaltar la importancia de un trabajo que es como otro cualquiera, es sencillamente patético y da muchísima vergüenza ajena. 

El periodismo es una profesión muy respetable pero no es imprescindible. Antes de que hordas de gente me saquen a relucir el derecho a la información, los corresponsales de guerra y los trabajo de investigación y todo eso...me explico. 

Lo siento, pero ser periodista consiste en contar lo que ves, lo que ocurre, cómo ocurre y transmitírselo a un público determinado, ya sea de radio, de tele, de prensa o internet. Contar lo que sucede, tal y como sucede es algo que puede hacer casi cualquiera que sepa hablar o redactar.  

Ser periodista no te hace poseedor de la verdad absoluta. De hecho, cuando sabes de algo, cuando controlas sobre un tema, ya sea medicina, educación, motores, árboles frutales, libros de colores o cualquier otra materia y lees/ves/escuchas una noticia sobre ese tema que dominas, la mayor parte de las veces te llevas un soponcio por la desinformación y algunas te cabreas por el uso interesado y retorcido que se ha hecho de ese tema. 

Ser periodista no te hace más listo, ni más inteligente, ni más culto que ser médico, profesor, administrativo, carnicero, ingeniero o enfermera. 

El periodismo, el hecho de contar algo, debe ser imparcial y debe tener por encima, como objetivo máximo contar la verdad. Y eso, es algo que está al alcance de muy pocos, periodistas y no periodistas. 

Me hace muchísima gracia que esteís ahora rasgandoos las vestiduras con lo de las ruedas de prensa de Mariano. ¿A qué viene esa indignación? ¿ A que viene esa pose de "no respiro" totalmente falsa? Que sí, que está muy mal y es horrible, pero no seáis cínicos.  

Hace unos meses, fue muy jaleado también en las redes este artículo de Manuel Jabois donde explicaba con supuesta gracia, la cantidad de cosas que los periodistas saben y no cuentan. A mí, no me hizo  ninguna gracia. De hecho, me pareció ofensivo. No me he caído de un guindo, se que hay mil cosas que los periodistas sabéis y no contáis, pero hacer alarde de ello me pareció directamente ofensivo.  ¿ A cuántos arreglos llegáis con políticos, empresarios o poderosos para no contar cosas? A muchísimos. Porque os presionan, por pasta, por conveniencia, por órdenes de vuestros jefes o por miedo a perder vuestros curros. Lo entiendo, pero por favor, no seáis cínicos y luego no vayáis de salvadores del planeta. 

Hacéis concesiones por salvar vuestras habichuelas COMO TODOS y los demás las asumimos, pero no tengáis las narices de hacer concesiones, trapicheos y manipulaciones y encima pretender que os debamos la vida, la democracia y el derecho a respirar.  

Los espectadores, lectores u oyentes estamos hartos de asistir a entrevistas que dan vergüenza ajena. Unas veces por el servilismo y la falta de rigor para preguntar, dejando que el invitado de turno se vaya por los cerros de Úbeda contestando o por el contrario por el alarde de personalismo del periodista de turno que se cree que está en un combate de egos y se dedica a atacar frontal y torticeramente. 

Y ¿por qué se hace eso? Porque no es verdad que se busque la verdad, ni siquiera se intenta. Se busca que el invitado acceda a ir al plató sabiendo que dará audiencia su sola presencia aunque se hayan pactado las preguntas y el no ser "inquisitivo", o cuando es al contrario, se ataca frontalmente con actitud beligerante para que dicho periodista consiga una repercusión mediática brutal  haciendo que sus hordas lo jaleen. 

"8.000 periodistas han perdido su trabajo desde 2008 y 70 medios de comunicación han cerrado"

Lo siento por cada uno de los 8.000 periodistas que han perdido su trabajo. Es una putada que los estén despidiendo, pero también lo es que despidan a charcuteros, pescaderos, secretarias, mecánicos, administrativos, profesores y mil cosas más y nadie tiene la desvergüenza de encabezar sus protestas alardeando de la (supuesta) importancia de su profesión. Lo que os jode, como a todos, es que perder el trabajo es una putada, pierdes el dinero, el sustento, la carrera profesional...No vendáis motos de "si me quedo sin curro el poder hará lo que quiera" porque el poder ha hecho lo que ha querido cuando vosotros cobrabais y no estabais tan preocupados. "Sin periodismo no hay democracia", venga por favor. Por supuesto que creo que debe haber periodismo y libertad de información y de expresión, pero seamos serios y no digáis memeces. 

No me dais pena o no me dais más pena que otros colectivos. No me preocupa vuestra situación laboral más que la de otros colectivos, de hecho me preocupa bastante menos. Por suerte o por desgracia para el periodismo tal y como lo hemos conocido hasta ahora, actualmente existe internet y un montón de gente que no son periodistas, escribiendo, hablando y contando lo que pasa y cuando pasa. Sí, se que os molesta, que consideráis que es intrusismo y todas esas cosas...pero el caso es que está ahí, que la información está a nuestro alcance. 

En mi vida, he conocido, tratado y trabajado con muchísimos periodistas. Algunos muy buenos, otros buenos, otros del montón y algunos espantosos. De estos últimos he conocido muchos y los he visto callar, manipular, esconder y hacer un uso interesado de la información, tanto para favorecer como para perjudicar. 

A muchos de los buenos, los he visto callar cosas increíbles porque sus habichuelas, su casa y sus hijos dependían de ellos. Y lo he entendido y lo entiendo.  

Veo las ruedas de prensa de políticos  y me da vergüenza ajena que nadie, a la respuesta del político de turno se ponga de pié y diga: "Eso está muy bien, pero no somos imbéciles, no ha respondido a la pregunta y no ha dicho nada más que obviedades".

He visto a periodistas muy buenos salir de trabajos con una mano delante y otra detrás o quedarse arrinconados en sus trabajos porque no querían plegarse a lo que les mandaba. Y he visto como a esos periodistas muy buenos ningún compañero de profesión los defendía públicamente. Y  no hablo de grandes figuras, hablo de periodistas cojonudos de calle a los que nadie ha defendido y muchos han corrido a ocupar su puesto. 

Entiendo todas esas miserias laborales, las hay en todos los curros.  Hay periodistas cojonudos y periodistas horrorosos, pero ni siquiera los cojonudos son los salvadores de la humanidad.  

Ser periodista consiste o debería consistir en contar lo que pasa, lo que ocurre, la verdad, escuchando las distintas versiones, siendo imparcial y objetivo y hacer todo esto incluso cuando la verdad no es la que a ti te gustaría. Hacer esto aunque tus jefes se cabreen y tu puesto de trabajo peligre. Si no lo haces porque tu sustento depende de eso, lo entiendo perfectamente, pero por favor, no os rasguéis las vestiduras ni emprendáis patéticos lamentos sobre el fin del periodismo que existe para salvar al mundo.  

Ser periodista es un trabajo y lo siento en el alma pero hay mil trabajos más importantes que el vuestro.  

Aunque el mío no lo es. 





martes, 17 de diciembre de 2013

10 AÑOS



Me alucina que ya tengas 10 años. Soy  consciente de cada uno de esos 3650 días que hemos pasado juntas. No se me ha pasado volando ni echo de menos cuando eras más pequeña, ni añoro la época en que eras un bebé o en que hablabas con lengua de trapo. Cada día contigo es el día que más me gustas.

Me pierdo en tus ojos azules. ¿Cómo he podido tener una hija con esos ojos?

Me gusta mirarte mientras duermes. Siempre boca arriba con los brazos encima del cuerpo.

Me cautiva la magia que desprendes y de la que no eres consciente.

Me emocionas cuando cantas mientras te duchas, mientras paseas o mientras juegas, cuando crees que nadie te escucha.

Me sacas de quicio con la ropa. Sacar la ropa del armario y saber que empezarás a protestar. Te pica, te aprieta, se te cae, no puedes mover los brazos, te está largo, te está corto, es rosa, es vestido, es falda...

Me desesperas cuando tengo que repetirte las cosas mil veces porque estás abstraída en tu mundo  y ni siquiera me escuchas.

Me admira  lo valiente que eres, tu valor para enfrentarte a todo y sobre todo que tienes las ideas clarísimas y no te importa que no sean como las de todos los demás.

Me entristeces cuando crees que no te quiero, que te tengo manía, que soy injusta contigo.

Me recuerdas tanto a mí.

Me enfadas cuando lloriqueas por nada, cuando haces los deberes deprisa y corriendo para ponerte a leer o para bajar a jugar al fútbol.

Me haces reír con tu risa. No te ríes mucho, pero cuando lo haces, eres una risa franca, auténtica, cálida y contagiosa que sale de dentro. Cuando eso ocurre, tú no te ríes...eres risa.

Me encanta verte nadar. Dentro del agua, nadando, pareces mayor.

Me desesperas con tus mil y una quejas. "Me pica aquí", "me duele la tripa", "tengo una roncha".

Me ahogo en orgullo maternal cuando te veo jugar al fútbol. No metes muchos goles "mamá, soy defensa" pero sales a jugar concentrada, feliz y tan contenta de estar ahí sin que nada te de miedo que el orgullo me sale por las orejas.  Está muy bien que los padres de tus compañeros te animen más que a sus propios hijos porque así se disimula el hecho de que yo estoy tan emocionada que no puedo ni hablar.

Me sacas de mis casillas con la comida. No puedo soportar la tortura que es verte (no) comer y que la comida te sea completamente indiferente. "Mamá, solo me gusta desayunar". Come algo, por favor y a poder ser antes de que se quede frío.

Me pones histérica con el tema del pelo. ¿Cómo puedes ser tan cabezota?

Me entristeces con tus ojos tristes, con esa mirada que tienes cuando te ha pasado algo y todavía no has decidido si contármelo.

Me rompes el corazón si me miras y veo que estás conteniendo las lágrimas.

Me revuelves el estómago y me haces un nudo dentro cuando te pones enferma, cuando entras en crisis y no puedes respirar , cuando te aparece un dolor nuevo, una roncha inesperada y me miras diciendo "no me encuentro bien".

Me preocupa lo increíblemente sensible que eres, vas a sufrir tanto.

Me flipa verte con los perros, abrazada a ellos, no se quién de los tres está más feliz.

Me provoca nostalgia verte acostada en la que fue mi cama durante 28 años y me muero de la risa cuando descubro que igual que hacia yo, lees con una linterna cuando te apago la luz.

Me maravilla la paciencia que tienes con tu hermana y con tu padre cuando se ponen a hacer el tonto.

Me dejas sin palabras cuando sabes que estoy triste y vienes, me miras y me dices "mamá no te preocupes, lo estás haciendo bien".

Me gusta tu olor.

Me destroza tu sonrisa triste, tan triste que me parte el alma.

Me da la vida tu sonrisa feliz cuando sabes que yo estoy triste.

Me conmueves más que ninguna otra persona en el mundo lo ha hecho ni lo hará jamás.

Me haces feliz.

Feliz cumpleaños de las dos manos para mi princesa de los ojos azules.






viernes, 13 de diciembre de 2013

LEER PORQUE...

Hay muchos motivos por los que leer un libro. Muchísimos. Algunos motivos son idiotas desde el principio, otros no parecen malos y otros parecen estupendo. Todos pueden tener buenos resultados o desastrosos. 

Leer un libro porque está de moda y si "todo el mundo lo lee será por algo". Mal. Aquí es fácil aplicar la máxima de nuestras madres "Si todo el mundo se tira por el puente, ¿tú te vas a tirar?" pues el libro de moda es siempre como tirarse por el puente y es siempre mala idea.  La experiencia dice además que el sujeto conocido como "todo el mundo" tiene un gusto atroz para la lectura...y para casi todo. 

Leer un libro porque es un "clásico que no se puede dejar de leer". Las posibilidades de acierto aquí son un poco mayores que en el caso del puente pero tampoco las tienes todas contigo. Un clásico se supone que es un libro que ha demostrado a lo largo de un periodo de tiempo relativamente largo (hay que huir como de la peste bubónica de cualquier libro que se anuncie como "un nuevo clásico" porque eso no existe) que es una referencia. Eso no quiere decir que tenga que ser una referencia para ti y desde luego "se puede dejar de leer" y no vas a morir entre espasmos ni tu cerebro va a gritar enloquecido por esa carencia. 

Leer un libro porque alguien te dice "Como estás deprimido te va a gustar esto", "Como estás en paro lee esto", "Como no sabes que hacer con tu vida lee esto". Curiosamente casi nadie te dice "Te veo feliz, lee esto".  Aconsejar un libro según el estado de ánimo del otro es un ejercicio de riesgo. Primero exige un nivel de empatía que está fuera del alcance de la mayoría de la gente y segundo ¿cómo sabes lo que quiere el otro para enfrentarse a eso? A lo mejor está deprimido y lo que quiere es seguir chapoteando en sus oleadas de pena para intentar ver que no está tan mal o al contrario, prefiere risas tontas y alocadas que le dejen sin pensar. 

Leer un libro porque le quieres dar otra oportunidad. No te gustó una vez y decides que quieres volver a intentarlo. Te autoconvences de que quizás no fue el momento, no estabas de humor o te faltaban conocimientos para disfrutarlo. Si haces esto, si decides darle otra oportunidad, hay que estar preparado para darte cuenta de que quizás ese libro no es para ti por mucho que tu te empeñes o que nunca serás lo suficientemente listo para él. 

Leer un libro "porque es fácil". ¿Y? Esto es como ligar con alguien porque es fácil. Hay que adecuar las expectativas. Un libro fácil, y hablo de libros de esos de usar y tirar, jamás te darán la satisfacción de otros libros. Con suerte, será un placer momentáneo, fugaz y  que no te dejará  huella. Con mala suerte será algo como ¿en qué estaba pensando yo para perder el tiempo con esto? Si, exactamente igual que con un ligue fácil. 

Leer un libro porque lo leen tus hijos. Esta es una manera muy tonta de enfrentarte a la realidad de que ya no tienes 8, 12 ni 16 años y ya no eres o sólo lo eres en parte, la persona que eras con esa edad. Además, leer las cosas que a tus hijos les están emocionando y darte cuenta de lo inocentes que son es una manera muy tonta de sufrir. Por supuesto, enfrentarte a tu recuerdo de niño inocente emocionándote con la misma lectura (o el mismo tipo) es un ejercicio solo para muy valientes. Existe además el riesgo de que te aburras hasta el infinito con esas lecturas y tengas tentaciones de decirles a tus hijos " ese libro es un rollo". Eso es lo peor que puedes hacer. 

Leer un libro porque te lo regalan. A ver como explico esto, no hay obligación de leer los libros que te regalan. Y si los lees hay que estar preparado para darte cuenta de que tus amigos no te conocen, o que tus amigos te tienen en tan alta consideración lectora que te regalan libros que no eres capaz de leer, o  que, sencillamente, para ellos elegir un libro no es un acto sagrado como para ti. También hay que estar preparado para poder decirle al amigo que te conoce, que conoce tus capacidades lectoras y que ha elegido el libro con todo el interés del mundo que su regalo no te ha gustado. Lo bueno de ese amigo es que está preparado para esa contestación. 

Leer un libro porque te empeñas. ¿Por qué? Si el libro no se deja, pues no se deja. Pasa de él. 

Leer un libro para poder discutir con conocimiento de causa. Este motivo hay que manejarlo con mucho cuidado. Si se trata de una lectura sesuda y complicada hay que valorar si el placer de la discusión posterior compensa el esfuerzo. Si el libro es una bazofia, ¿para qué perder el tiempo documentándote para discutir de memeces?

Leer un libro que te recomienda alguien que puede llegar a gustarte. ¿Y si ese libro hace que te guste muchísimo más? o por el contrario ¿Y si arruina la chispa? 

Leer un libro porque es el favorito de tu pareja y te lo recomienda muchísimo o por el contrario te dice "No lo leas". Esto es un deporte de riesgo. Leer el libro favorito de la persona que quieres es exponerte a conocer algo del otro que a lo mejor no quieres saber, o darte cuenta de que lo que para esa persona es fundamental e intocable a ti no te dice nada. Esto te puede sumir en un mar de dudas. ¿No lo he entendido? ¿Hay algo que no me ha contado? o también...¿este es su libro favorito? pero si es una tontería. Para leer el libro favorito de tu pareja hay que estar muy muy seguro de que quieres conocer aún más (o conocer sin más) a tu pareja y de que podrás encajar lo que descubras o dejes de descubrir. 

Para mí, los libros son los que te encuentran, los que te llaman,. Los libros encuentran el momento adecuado y la persona justa para que te lo regale o te lo recomiende. Los libros son como el amor verdadero, te encuentran en el momento adecuado.

"Qué manera tan rara tienen a veces los libros de llegar a nosotros. Parece que nos esperan sin prisa como concediéndonos el tiempo que nosotros mismos no sabemos que necesitamos. Durante más de 20 años esos volúmentes de Bernhand han estado conmigo, presentes en mi vida sin que yo los leyera, visibles en mi biblioteca, como una casa junto a la que pasa uno todos los días y la mira y se siente atraído pero  no se decide a llamar a la puerta. No sé si lamentar o agradecer que una influencia tan poderosa no me afectara cuando era mucho más joven. Pero a veces, da la impresión de que un azar benévolo nos impone los libros en el momento justo en que necesitamos verlos"  

 Antonio Muñoz Molina lo cuenta mejor que yo. 



miércoles, 11 de diciembre de 2013

RYAN GOSLING. ¿ME GUSTA O O NO ME GUSTA?


En 4 días, por razones que no vienen al caso, me he tragado "Todas las cosas buenas", "Drive" y "Crazy, stupid, love". Tres películas que tienen poco en común más allá de Ryan Gosling y sus pantalones pitillo.  Hace unos meses vi "Los idus de marzo", así que debería tener una opinión fundamentada sobre si Ryan me gusta o no me gusta, pero no la tengo. 

¿Es Ryan un guapo guapo? No. No es Paul, no es George, no es Brad, no es Robert (antes de ser reina madre).  

¿Es guapo simplemente? 

A ratos. Depende. Quizás. Puede que sí, puede que no.

Empecemos por el principio, feo no es. 

Tiene algo, le ves y tienes curiosidad por verle más, por seguir mirándole. Es agradable a la vista pero guapo guapo no. Tiene los ojos pequeños, el ceño fruncido permanentemente como si le molestara la luz y cara de rombo afilado. Tiene esa forma de cara que hacíamos de pequeños para dibujar una pantera rosa a base de rombos y una barbilla puntiaguada con tendencia a llevar barbita de chivo. Tiene mentón que pincha. 

Ryan además tiene pinta de joven, de niño.  Tiene 33 años y soy incapaz de imaginarlo con cara de tío maduro, no me lo imagino envejeciendo y esto es, porque el factor "tener carita de querer un colacao calentito antes de dormir" es muy elevado en él. 

Su pelo, ¿como es el pelo de Ryan? Sin mirar una foto soy incapaz de recordarlo. ¿Es rubio? ¿Es castaño? ¿Lo tiene muy liso tipo lamido de vaca o ligeramente ondulado? ¿rizado? ¿tiene mucho o está empezando a clarear? No lo se. ¿Por qué? Porque Ryan perturba...

Pero perturbar no tiene por qué ser malo. De hecho puede ser muy bueno y ver medio desnudo a Ryan me produce bastante perturbación...por llamarlo de alguna manera.

Bien. Le ves sin camisa y en un rapto hormonal descontrolado dices "me lo pido, lo quiero ya".  Pero luego lo miras más y sí, pero no. Te entran las dudas. 

Ryan tiene mucho torso para poco culo, de hecho está a un paso de ser un socorrista de piscina macarra.  Mucho hombro y mucho brazo para poca cadera. No estoy diciendo que me gusten los tíos con grandes culos o super anchos de caderas...pero es que a Ryan con esa estrechez de culo creo que le debe faltar tracción trasera. 

Visualizo sexo con mucho soporte de brazos, mucha tracción delantera y poco empuje. Tiene la mitad superior del cuerpo ideal para sujetarte contra la pared y la mitad inferior escasa para empotrar. Es tan  pequeño de culo que me veo capaz de rodearlo completamente con las piernas y que sobre sitio... y no me convence. 

Eso sí, tiene una cicatriz bastante sexy, me pregunto si la mía quedará así. 

Si Ryan no es excesivamente guapo y más que gustar perturba. ¿Qué hacemos con él? ¿Podría ser Ryan el nuevo John Cusack? ¿Tiene pinta de tío normal con el que te apetecería desayunar? 

Pues sí, pero no. Ryan tiene cara de tío normal pero una mirada un tanto de psicópata. Parece el típico que está todo el día intentando controlar su trastorno obsesivo compulsivo para que no te des cuenta demasiado pronto de que lo tiene. Te engatusa por la noche, te lleva al catre y sólo te das cuenta de su TOC cuando al levantarte, en la mesa del desayuno, todo está colocado en perfecto ángulo recto y por colores. Él te mira con una sonrisa...rara, con una sonrisa de tío que está disimulando o pensando como matarte. 

¿Tiene pinta de dejarte leer en el sofá sin molestar? Pues sí, pero tampoco. A Ryan le pega vigilarte por encima de su libro o su periódico. Mirarte muy fijamente mientras tú andas absorta en lo que estás leyendo o escribiendo. Cuando percibes esa sensación de "me está mirando" y levantas la vista para comprobarlo, esperando encontrarte con su mirada y a poder ser una sonrisa cómplice...Ryan desvía la vista.

Ryan tiene algo oscuro como que da un poco de yuyu. ¿Eso es malo? Pues depende. Partamos de la base de que no hay que fiarse mucho de nadie, y lo malo es que si tienen pinta de ser muy buenos te confías y caes como una pardilla. Con Ryan no hay ese peligro, tiene ese algo raruno que te hace estar alerta y tratar de no dejar nada desordenado, no vaya a ser que se le cruce un cable y saque la recortada para castigarte porque le has descolocado las camisetas del armario. 

Ryan tiene pinta de que le mole darte sustos...cosa que odio. 

Y Ryan como actor ¿Cómo es? 

Pues tampoco lo tengo claro. En las últimas tres películas que le he visto, en dos de ellas "Todas las cosas buenas" y "Drive" daba bastante pánico y permanecía la mayor parte del metraje completamente imperturbable. En "Crazy, Stupid, Love" sonríe más, pero  sólo consigue que su sonrisa de psicópata sea una sonrisa triste...pero nunca una sonrisa de verdad, una sonrisa que le llene la cara. 

Ryan tiene otra cosa un poco rara, es un tío al que le ves la ropa que lleva puesta. Esto es muy incómodo y me he dado cuenta tras mis visionados de estos días. Cada escena en la que salía yo era perfectamente consciente de la ropa que llevaba puesta, los pantalones, la camisa, los zapatos. ¿Por qué? No lo sé. Es como si la ropa lo llevara a él.  Es algo raro, no puedo explicarlo mejor. Eso sí, hay pocos tíos que puedan permitirse lucir los pantalones pitillo como él. ¿O son los pantalones los que le lucen? 


¿Me gusta o no me gusta Ryan?

Sigo sin decidirme pero creo que me gusta lo suficiente como para querer comprobar, si se diera la oportunidad, si mi teoría sobre la tracción trasera es correcta y  averiguar dónde exactamente termina su cicatriz...aunque por si acaso, jamás me quedaría a desayunar. 



lunes, 9 de diciembre de 2013

El CANDADO Y MIS ZAPATOS FAVORITOS.

Pereza natatoria. No voy.
Voluntad natatoria. Voy.

- ¿Esto es un candado?
- A ver hija...¿ a ti que te parece qué es?
-Muy graciosa.   ¿Lo puedo coger?
- ¿Para qué?
- A ver mamá, ¿a ti  para qué te parece que voy a querer un candado si llevo la bolsa de la piscina en la mano y el bañador puesto?
- Pero ¿vas a ir nadar con el dolor que tienes?
- Sí. Si va a más me ingresáis y ya está.
- No te pongas melodramática. Y ¡no pierdas el candado!
- ¿De dónde es?
- No me acuerdo pero seguro que es importante. No lo pierdas, que te conozco.
- Yonuncapierdonada....Me voy a nadar.


En el coche con Juan.

- Hoy llevo candado.
- Seguro que no es tan chulo como el mío.
- ¿Perdona?
- El mío es laminado y lo compré en San Francisco.
- Vale..no sé que es un candado laminado pero seguro que no está comprado en San Francisco. Tú ganas. ¡Mierda! ¿Dónde lo he metido? ¡Para!
- Joder Moli...
- Vale, vale..lo tengo en el bolsillo del abrigo. Sigue.
- ¿Qué has hecho esta mañana?
- Escribir y el ridículo.
- Paso de lo de escribir. Cuéntame lo otro.
- Me he levantado con un pijama impresentable, me he puesto un jersey impresentable y he bajado a desayunar temprano a la cocina.
- ¿Y qué has hecho? ¿caerte por las escaleras?
- No. A unas horas indecentes han empezado a aparecer amigos de Pobrehermano Mayor por casa.
- ¿Para qué?
- Habían quedado para correr...
- Chusma corredora.
- Exacto. Todos estupendos y yo con mi pelo de gremlin y mi pijama impresentable y mi jersey mugriento. Al principio me he asomado por la ventana pero claro, al final he tenido que abrir y en fin...
- Deberías hacer caso a mi teoría...
- ¿Cuál?
- Siempre hay que estar presentable...nunca se sabe.
- Llevaba la ropa interior conjuntada. De hecho, la llevo siempre.
- Esa es mi chica.
- ¡ el candado!! ¿Dónde lo he puesto?
- Lo tenias en el bolsillo del abrigo.
- ¡No está!
- Lo habrás metido en los vaqueros.
- Ah si..aqui esta.
- ¿Por qué llevas candado hoy?
- Porque llevo mis zapatos favoritos de la suerte.
- Son chulos, son muy tú. 
- Lo sé. Y el otro día contaron una historia en el vestuario de una que le habían robado las botas.
- Tus zapatos no le valen a nadie.
- Me da igual...no me arriesgo. Son mis zapatos favoritos. Ni siquiera los llevo a Mordor para que no se gafen.

En el vestuario.

¿El candado? ¿Dónde lo he puesto? Mierda. No lo encuentro otra vez. Joder...¿en el abrigo? ¿en los vaqueros? ¿en el bolsillo de la bolsa? Aqui está. Lo dejo aqui, con la toalla mientras saco todo lo demás y meto los zapatos de la suerte y la ropa en la taquilla. Ya está. Listo. ¿El candado? Pero si lo había dejado aquí. Joder...el próximo día vengo en chanclas...este nivel de stress por el candado. Vale. Cierro la taquilla. ¡Mierda! El candado es demasiado pequeño...no llega para esta taquilla. Vale, para la de al lado sí. Venga, saca todo y mételo en la de al lado. Bien. Ahora. ¡Mierda! Tampoco llega. Yo soy gilipollas, tenía que haberlo probado antes de cambiarlo todo de sitio. Voy a hacerlo bien esta vez. Voy a probar primero. Bien. Ahora sí. Cambio todo, cierro, cojo las cosas y a la piscina. Estoy agotada y no he empezado a nadar. 

- Has tardado mil años y eso que llevabas el bañador puesto.
- Ha sido por el candado.
- Joder que brasa con el candado. El próximo día te guardo las cosas yo, incluidos los zapatos favoritos.

2 km natatorios después.

- No encuentro las llaves.
- No me jodas. Tienen que estar ahí....no han podido salir corriendo.
- No las veo.
- No te pongas histérica. Están ahí.
- Menos mal...

Entro el vestuario. Las llaves en la mano. Abro la taquilla, todo está allí. Cojo el gel. Mientras me estoy duchando, escucho una historia truculenta que están contando, alguien se está quejando de que se ha despistado un momento y le acaban de robar las botas. Sonrío. Qué lista he sido que he traído candado....Salgo corriendo de la ducha...¡no he cerrado la taquilla! ¡Mis zapatos favoritos! Siguen ahí...respiro.

Vuelvo a casa.

- Moli...¿el candado?
-......
- ¿A qué lo has perdido? Lo sabía. Y mira que te lo había dicho...
- Lo tendrá Juan...


Tendré que ir pensando en robarle el candado laminado de San Francisco.


sábado, 7 de diciembre de 2013

SOBRE EL AMOR PROPIO.



Todo lo que sabemos sobre cómo somos nosotros mismos sugiere que no somos muy buenos conociendo cómo hemos llegado a ser las personas que somos. De hecho muchas veces no sabemos qué tipo de personas somos. Normalmente atribuimos  nuestros propios fallos a las circunstancias y los fallos de los demás, a su mal carácter. Pero no puede ser que todos seamos excepciones a la regla (suponiendo que sea una regla) de que todo aquel que hace algo malo es porque es malo."  



"Una vez, en plena mala racha, escribí con letras enormes en una doble página de un cuaderno que la inocencia se termina cuando a uno le roban la ilusión de que se cae bien a sí mismo." Así comienza  el capítulo titulado "Sobre el amor propio" del libro de Joan Didion "Los que sueñan el sueño dorado". 

Estas dos reflexiones se han conectado en mi cabeza esta semana. ¿No sabemos cómo somos? O ¿no queremos saber cómo somos? O ¿sabemos cómo somos pero hacemos como que no?  ¿Lo sabemos pero preferiríamos no saberlo? 

Didion, en ese maravilloso capítulo que te golpea y deja sin aliento, escribe a mi juicio unas cuantas reflexiones bastante acertadas... pero incómodas, muy incómodas. 

Toda mi vida había pensando en el "amor propio" como algo ligeramente  negativo, una especie de orgullo personal injustificado que te hace ser susceptible y vulnerable a la vez. "Tiene mucho amor propio", me parecía una frase un tanto acusadora, un poco insultante, como si tener "amor propio" fuera algo malo. (Solo en el caso deportivo tenia una connotación positiva "menganito tiene mucho amor propio, lucha mucho") 

Después de leer a Didion me he dado cuenta de que el amor propio no tiene nada de negativo, de hecho creo que es fundamental tener amor propio, pero para tenerlo, como explica Didion en el comienzo de su capítulo, hay que perder primero la ilusión de que te caes bien a ti mismo. Hay que perder esa ilusión primaria de que te caes bien a ti mismo porque sí, sólo porque eres tú, porque eres estupendo. Hay que aprender a caerte bien a ti mismo conociendo el tipo de persona que eres, conociendo quién eres. Y eso no es fácil y no todo el mundo lo consigue. Creo que hay gente que ni siquiera lo intenta, probablemente los que jamás pierden esa primera ilusión.

"Aunque verse obligado a contemplarse a uno mismo es, en el mejor de los casos, un asunto incómodo, casi tanto como intentar cruzar una frontera con documentación prestada, ahora me parece que es la única condición necesaria para sentar las bases de un verdadero amor propio. A pesar de la mayoría de nuestros lugares comunes, el autoengaño sigue siendo el engaño más difícil de vencer. Los trucos que funcionan con los demás no sirven de nada en ese callejón trasero bien iluminado donde uno tiene las citas consigo mismo: aquí no funcionan las sonrisas seductoras, ni tampoco las pulcras listas de buenas intenciones. Uno se limita a barajar sus propias cartas marcadas de forma teatral,  pero en vano: el gesto amable hecho por las razones incorrectas, el triunfo aparente que no costó esfuerzo alguno, el acto aparentemente heroico que uno acabó realizando por vergüenza. Lo más desolador es que el amor propio no tiene nada que ver con la aprobación de los demás, a quienes, a fin de cuentas, no cuesta mucho engañar; y tampoco tiene nada que ver con la reputación, que, como le dijo Rhett Butler a Scarlett O´Hara es algo que la gente con coraje no necesita."

Estoy de acuerdo con Didion en que contemplarse a uno mismo es como poco incómodo. Despertarte por la noche y empezar a dar vueltas sobre ti mismo viendo cosas que no quieres ver o no has querido ver, y dándote cuenta por sorpresa de realidades enormes que sin embargo no habías percibido hasta ese momento, no es agradable, y muchas veces va mucho más lejos de ser incómodo y se convierte en una putada. 

No estoy de acuerdo sin embargo con que el autoengaño no funcione. Conozco mucha gente que parece vivir en un permanente estado de autoengaño con respecto a la realidad que les rodea y su propia realidad. No creo ni por un momento que yo los conozca mejor que ellos mismos pero sí se que no son como ellos creen que son... y lo más fascinante es que no quieren verlo..., son los que se aferran a la ilusión de caerse bien a sí mismos. 

Coincido también con Didion en que el amor propio es independiente de la opinión de los demás. Debes tenerte amor propio aunque los demás tengan una mala opinión de ti y no debes basar tu amor propio en la opinión favorable de los demás. Es fácil engañar a los que te rodean. Y sobre todo, si tu amor propio se basa en lo que opinen los demás de ti... ¿qué pasará si alguna vez "descubren cómo eres" y eso hace que su opinión cambie? 

"Que te falte amor propio, en cambio, equivale a ser el espectador solitario e unitario de un documental interminable que detalla tus propios fracasos, tanto los reales como los imaginarios, con escenas nuevas añadidas a cada pase. "Aquí está el cristal que rompiste en un ataque de rabia, aquí el dolor en la cara de Fulano; fíjate ahora en la siguiente escena, la noche en que Mengano regreso de Houston, mira como la cagaste". Vivir sin amor propio es pasarte la noche en vela, sin que te pueda ayudar ni la leche caliente, ni el fenorbital, ni la mano que descansa sobre la colcha, contando tus pecados por acción y por omisión, las confianzas traicionadas, las promesas sutilmente rotas y los dones irrevocablemente desperdiciados por pereza o cobardía o por dejadez. Por mucho que lo pospongamos, al final siempre acabamos acostados solos en esa cama notoriamente incómoda, la que nos hemos hecho nosotros mismos. El que durmamos o no en ella depende, por supuesto, de si tenemos amor propio o no".

Ya lo he dicho antes, la noche es un momento durísimo para la introspección. Es cómo lo cuenta Didion, el momento en el que no hay escapatoria de esos pensamientos. Durante el día también puedes darle vueltas a tus errores pero siempre habrá algo que te distraiga de ese repaso vital. Por la noche no hay nada más que tú, tu vida, lo que has hecho, lo que no has hecho; y horas para pensarlo. Obviamente cuánto mayor eres más cosas hay para repasar y más amor propio hay que tenerse para poder conciliar el sueño. 

"Alegar que existe una gente harto improbable, una gente que es incapaz de tener amor propio, y que no tiene problema alguno para dormir, es no haber entendido nada, en la misma medida en que no ha entendido nada quien piensa que el amor propio está necesariamente relacionado con el hecho de llevar imperdibles en la ropa interior. Existe la extendida superstición de que el "amor propio" es una especie de encantamiento contra las serpientes, algo que mantiene a quienes lo poseen encerrados en un Edén inmaculado, lejos de las camas de desconocidos, de las conversaciones ambivalentes y de los problemas en general. No es así en absoluto. No tiene nada que ver con el aspecto de las cosas, sino con una paz distinta, un tipo de reconciliación privada". 

Eso es. Creer que el amor propio es algo mágico o, mejor dicho una especie de "virtud superior" con la que se viene de serie es un error. Es una "reconciliación privada"y, como cualquier reconciliación, exige que haya habido primero una pelea, una discusión, una batalla...en este caso contigo mismo. La parte buena es que sólo hay un ganador, tú mismo. 

"Igual que Jordan Baker ( personaje de El gran Gatsby), las personas con amor propio tienen el coraje de equivocarse. Conocen el precio de las cosas. Si deciden cometer adulterio, luego no se van corriendo, con un ataque de mala conciencia, a recibir la absolución del cónyuge traicionado; tampoco se quejan indebidamente de la injusticia ni de la vergüenza inmerecida de que los declaren responsables. En resumen, la gente con amor propio es gente dura, tiene algo así como agallas morales: hace gala de eso que antes se llamaba "carácter", una cualidad que, aunque en abstracto se aprueba, a menudo pierde terreno en favor de otras virtudes de fama más instantánea. (...) Pese a todo,el carácter -la voluntad de aceptar la responsabilidad de la propia vida- es el lugar de donde brota el amor propio.
Esa clase de amor propio es una disciplina, un hábito mental que no se puede fingir, solo se puede desarrollar, adiestrar y obtener por medio de la persuasión". 

Creo que es imposible tener "el coraje de equivocarse", nadie dice "voy a equivocarme y voy a ser un valiente por ello". Más bien es algo como "voy a hacer esto" y, cuando luego te equivocas, decir "bueno, por lo menos lo intenté". Dudo mucho que haya gente con el suficiente valor como para decir "voy a equivocarme a ver qué pasa",  es más bien como pensar "me arriesgo aún sabiendo que puedo cagarla". Si resulta que te equivocas, tener amor propio es  asumir  el error con todo lo que conlleva, sin excusas, sin autoengaño y eso debe ser lo que  permite vivir y seguir adelante. Y sí creo que es una disciplina y un hábito mental y creo que hay que ser muy valiente para adquirirlo pero supongo que tiene algún tipo de recompensa. 

"Nuevamente, la cuestión se reduce a reconocer que cualquier cosa digna de ser poseída tiene un precio. La gente con amor propio está dispuesta a aceptar el riesgo de que los indios vayan a ser hostiles, de que la empresa vaya a entrar en bancarrota, de que la relación pueda no resultar ser de esas en que todos los días son fiesta porque tú estás conmigo. Están dispuestos a invertir algo de sí mismos;  puede que decidan no jugar, pero cuando juegan saben lo que está en juego". 

Con amor propio no se idealiza nada, ni a los demás, ni las situaciones ni a ti mismo. 

"Si tienes ese sentido del valor intrínseco de ti mismo que constituye el amor propio, se puede decir que potencialmente no te falta de nada: ni la capacidad de discernir, ni la de amar ni la de permanecer indiferente. Que te falte, en cambio, equivale a estar encerrado dentro de ti mismo y ser paradójicamente incapaz tanto de mostrar amor como indiferencia". 

Ja. Didion sabe lo importante que es tener un barranco de la indiferencia. Fuera de coñas, el amor propio no es creerte mejor, ni siquiera es creerte bueno, ni medianamente bueno... es conocer "el valor intrínseco de ti mismo". 

"Asignarles a las cartas sin responder su importancia real, liberarnos de las expectativas ajenas y devolvernos a nuestras propias manos: en ello consiste el enorme y singular poder del amor propio. Sin él, uno termina por descubrir la última vuelta de tuerca: que uno se ha escapado para encontrarse a sí mismo y ahora se encuentra la casa vacía". 

Eso es. No tener el valor de tener amor propio es encontrarte la casa vacía.

Volviendo al principio, supongo que todos pensamos que tenemos amor propio y carácter... y manejamos el autoengaño con maestría. 


Joan Didion cumplió el jueves 79 años.