martes, 3 de enero de 2012

MATERNITY (LXXXVIII): ES QUE NO LE GUSTA.

- A merendar, chicos.
- ¿Qué hay?
- Sandwich de jamón y queso y un vaso de leche con Nesquick.
- Yo no me lo como, no me gusta.- dice el enano de 6 años que tengo invitado en casa.
- ¿Perdona?
- Que no me gusta y no me lo como.

La madre del enano me dice: Es que no le gusta el jamón de york ni el queso, solo chorizo. ¿ Tortilla para la cena? No, tampoco come..mejor dale salchichas.

Yo quiero matar a la madre del churumbel.

Cuando tienes un churumbel,  puede que duerma mucho o poco, puede que sea muy movido o un pachorras, puede que grite mogollón o sea silencioso y puede ser un buen comedor o  puede resultar que la comida le sea completamente indiferente. Esto es así. Es la naturaleza de cada uno y no te queda más remedio que acostumbrarte y vivir con ello.

Lo que no puedes hacer es permitir que tu churumbel solo coma lo que sale de las narices, cuando le sale de las narices y cómo le salga de las narices. Perdón, puedes permitirle todo eso si juras sobre lo más sagrado que tengas que jamás lo dejarás a comer en casa de ningún familiar, ni el comedor del colegio, ni lo llevaras a un restaurante. Si sólo tú vas a convivir con el pequeño tirano alimentario que has creado, por mí como si lo alimentas de alpiste y lacasitos.

Los niños aprenden a comer igual que aprenden a hablar, andar, vestirse, leer, multiplicar o escribir. Y aprenden porque alguien les enseña y TACHÁNNNNN...tú eres el maestro, tu eres Yoda...tienes que enseñarles a comer. Y sí, es un puto coñazo y sí crea mucha frustración y sí, ellos no saben lo cerca que están de la muerte cuando ponen a prueba tu paciencia con el tema de la comida.

Pero no queda más remedio.

Para empezar los niños quieren comer las cosas que les gustan, como todos. Por alguna razón evolutiva muy compleja y que se escapa de mis conocmientos científicos: la pasta, el arroz, las patatas, el pollo, los yogures y el chocolate suelen ser plato de gusto para todos. Los niños además, no tienen la conciencia de la "comida sana" dando por culo y tampoco se aburren por comer todos los días lo mismo. Una rutina de pasta, arroz, sopa, pollo y patatas les parece el colmo del placer gastronómico. El gusto por la sorpresa gastronómica no viene de serie...hay que adquirirlo.

Tú, que eres su progenitor, eres adulto ( en teoria) y tienes conciencia de lo que es una buena dieta ( en teoria, también) tienes la obligación de enseñarles a comer más cosas. Y cuesta mucho, por distintos motivos:

1.- A ti te flipa la pasta, el arroz, las patatas y el pollo. A pesar de que eres consciente de como esa comida atora tus arterias e infla tus michelines, esa comida te encanta y si te aseguraran que no engorda ni es mala para la salud te alimentarias solo de esas cosas.
2.- Esas comidas se preparan facilmente. Se prepara tan facilmente que está comprobado que 8 de cada 10 padres que se quedan con sus churumbeles en ausencia de la madre optan por darle alguno de esos platos.
3.- Esas comidas elevan tu popularidad como padre. Y es dificil resistirse a ver sus caritas iluminadas cuando dices: Macarrones y ellos gritan: Siiiiii...mi comida favorita. A lo mejor alguien piensa que los estás comprando..pero noooo...que va.
4.- Si les das sus platos favoritos la hora de finalización de la comida no se acercará peligrosamente a la hora de comienzo de la merienda. Y la hora de la cena no acabará contigo llorando encima de la mesa porque te quieres ir a acostar para dormir un par de horas antes de ir a currar.El ahorro de tiempo es una prioridad, todo el mundo lo sabe.

En resumen, un niño que come solo lo que le da la gana, es feliz y lo que es más importante hace las comidas familiares entrañables y no perturba la relación de pareja de sus progenitores.

Y si todo son ventajas...¿ por que no se puede hacer eso?

Porque no. El mundo es un sitio horrible y tienes que enseñar a tus niños a comer de todo. Por supuesto algunas cosas les gustarán más y otras menos y algunas no les gustarán jamás, pero no puedes consentir que ellos elijan el menu y sobre todo que decidan no comer algo sin haberlo probado.  Al que no se ha reproducido seguro que esta tarea no le parece para tanto...a los que si se han reproducido saben que es una tarea de titanes como te toque un hijo "tiquismiquis" con la comida.

Pasos a seguir:

1.-Como ya he dicho antes, el gen de la sorpresa gastronómica no viene de serie. Los niños no consideran la novedad culinaria como un valor positivo. A la pregunta ¿ Qué hay de comer? Esperan una respuesta conocida, habitual y que les inspire confianza: macarrones, sopa, pollo con piel ( asi se llama en molicasa el pollo empanado..desconozco la asociación de ideas que llevó a M a poner este nombre), arroz con tomate. 

Si la respuesta es: mejillones.

Su contestación será en un 98 % de los casos: Yo no quiero.
Otro 2 % contestará algo como: ¿ y para nosotros? Confiando en que los mejillones sean una comida especial de mayores y para ellos haya macarrones, sopa, pollo o salchichas.
Un porcentaje residual de churumbeles apelaran a sus enfermedades..."¿ eso  me da alergia?"

2.- Presentación del plato. Seamos sinceros un plato de macarrones con tomate dice " cómeme" , una lasagna dice " soy apetitosa, con mi besamel, mi queso gratinado", el arroz dice " soy tu amigo, ya sabes a que sé"...son platos amigables. Unos mejillones dicen: ´tengo cocha, soy feo y además le tengo aprecio a mi concha...no me arranquesssss. Unas judias verdes dicen: soy verde...le gusto a tu madre, soy saludable y me dan de comida en los hospitales.  Obviamente no hay color, los hidratos de carbono son unos maestros en el manejo de la imagen, los demás alimentos están a años luz de su dominio del marketing.

Ante la llegada del plato a la mesa, un 98 % de los usuarios dira: ¡¡Qué asco!!! u otras variantes más onomatopéyicas como "puaghhhhhhh" con una falsa arcada.
Un 2 % insitirá en el " No me lo pienso comer"
Y un porcentaje residual dirá algo como..." ¿seguro que no me da alergia?...creo que ya me pica".

3.- Inspiración profunda. Posición de batalla. Sincronización de relojes. Acopio de toda la paciencia que sea posible acumular.

A ver, nunca lo habéis probado..asi qu eno sabéis si os gusta o no. Lo tenéis que probar antes de decir que no os gusta.- Primero un acercamiento amigable.

Y si no nos gusta ¿nos lo perdonas?.- son astutos, hay que estar alerta.
No. Si no os gusta, os lo tenéis que comer todo, pero ya no os lo daré más.- Por supuesto, es mentira..pero esto es la guerra y vale todo.

El enemigo valora el trato.

Un 98 % lo probara con mucho resquemor diciendo " solo un poquito. Un trozo pequeño"...se lo meterá en la boca como si fuera cianuro o un saltamontes vivo y empezará a masticar con la firme convicción de decir que no le gusta, aunque le guste. Y le gusta...asi que dice algo como: mmm...no está tan malo. Esta parte del enemigo está vencida..puede despreocuparse de él. Se lo comerá todo y lo que es mejor asimilará este alimento a su lista de comidas tolerables. Con el tiempo puede incluso alcanzar el status de hidrato de carbono e incluso llegar a la lista de "comidas favoritas".

Es el triunfo de lo que viene siendo el proceso educativo conocido como enseñar a comer. Un plato nuevo llega, provoca desconfianza, se supera esa desconfianza y se adquiere el hábito de probar cosas nuevas y se aprende a comer de todo.

El porcentaje residual tomará la comida con mucha preocupación...se observará a ver si nota algún síntoma de alergia y ante la comprobación de que puede sumar un nuevo alimento a su restringida dieta...sonreirá y dira: me gusta.

El 2 % tocacojones dira: No me lo pienso comer.

Y es ese 2 % con el que hay que luchar. Es un mico, tiene 2 ó 3 ó 4 años y tiene que aprender a comer. Va a ser agotador, una batalla y una lucha. Puedes enfrentarte a él con constancia: no te levantas de aqui hasta que te lo comas. O vencerlo a base de pasar hambre: esto es lo que hay, o te lo comes o no comes nada.

Lo que no puedes hacer es decirle: Muy bien rey..¿ qué quieres que te prepare?

 Por supuesto, esta es la opción fácil, la que hace que tu hijo te mire con carita de amor y la que te ahorra tiempo, sudor y lágrimas..pero no le puedes decir eso,  porque tu rey es un canijo, porque no sabe si le gusta o no, porque tiene que aprender a comer de todo y sobre todo porque no puedes enseñarle que la vida gira en torno a lo que a él le apetece o no le apetece.  

Esta opción es el triunfo de la mala educación, de los niños consentidos y de los niños " centros del universo". El triunfo de niños maleducados que no comen sandwiches de jamón y queso provocando ataques de hostilidad en la anfitriona de la merendola. Hostilidad no contra el niño, si no contra los padres.

Esta opción es " es el triunfo del lado oscuro de la maternidad.

101 comentarios:

Hermano E. dijo...

¡¡¡¡Feliz año nuevo !!!!

¿Primer?

Efe dijo...

Yo sigo pensando que Herodes El Grande era un santo.

El niño desgraciaíto dijo...

No sé por qué, pero creo que este post va a traer cola. No puedo estar más de acuerdo, pero tengo un caso muy cercano de una niña con más de un año que no come nada, solo lo que quiere y en el momento que quiere. Ah, y teta en cuanto llora aunque sea porque tiene sueño o le duele un pie.

Di Vagando dijo...

Me contaron de una familia con un ninio de aquellos, q acabaron los tres comiendo debajo de la mesa.Esta era la última acrobacia de los deseos del enano para comer.Hizo falta un profesional q les explicase q:
1.En ese punto ya se trata de una mera guerra de poder, q está ganando el q no debe
2. El ninio no va a morir por no comer unos días
3. Hay q poner la comida en la mesa y si no se sienta, tirarla a la basura con la mayor indiferencia del mundo
4. Y pásate día q otro vendrá.

Casi una semana sin comer aguantó el chiquito. Strong-willed, por darle un eufemismo. Pero evidentemente, como todo ninio q no tiene problemas físicos q se lo impidan, comió.

Conductismo al poder.

Loba Feroz dijo...

¡Feliz año!
Pienso lo mismo que tú, y yo no tengo relación con niños pequeños pero sí con gente que actúa como si lo fuera. Son un coñazo.

No entiendo cómo gente de 22 años, de mi grupo de amigos, la monta cuando salimos a cenar. Lo primero elegir un sitio, todo lo nuevo ni probarlo.

Luego, cuando consiguen pedir... me dan ganas de meterles a cucharadas (en plan madre cabreada) todo lo que apartan de la comida con cara de asco. Eso sí, mucho asco las verduras, la fruta... pero al McDonalds-carne-de-rata no le ponen pegas!

De peques es un coñazo eso de "pues si no es para comer, será para cenar"... pero yo se lo agradezco a mis padres, es de las mejores cosas que me han podido enseñar =)

sasha dijo...

Feliz Año a todos los descerebrados y a Moli... Oh, empiezo 2012 con mala nota: mi niña es un calvario para comer, necesita una guerra o algo para aprender... En fin, que me has hecho pensar y creo que me lo apunto para "propósitos".

Sol Elarien dijo...

Creo que tus recomendaciones deberían ser obligatorias para todos los que quisieran sacarse el "carnet de padre". Hay que hacer cursillos para casarse, firmar millones de papeles para comprar un simple coche, adoptar un hijo es cuestión de años de armarse de paciencia tras pasar innumerables exámenes psicológicos pero, para los hijos naturales nadie exige ni un mínimo de sensatez. Es una lástima.

Kermita dijo...

Y desgraciadamente ser padre es así la mayor parte del tiempo, una batalla campal agotadora pero que vale la pena tener para criar niños más o menos equilibrados... hay padres que no lo entienden y se rinden a la primera que el churumbel hace pucheros!

Kermita dijo...

Y desgraciadamente ser padre es así la mayor parte del tiempo, una batalla campal agotadora pero que vale la pena tener para criar niños más o menos equilibrados... hay padres que no lo entienden y se rinden a la primera que el churumbel hace pucheros!

Opiniones incorrectas dijo...

A mí siempre me decían cuando iba a una casa que me comiese lo que me dieran. Me he tenido que comer muchas cosas que no me gustaban por educación, pero es que no estaba en mi casa.
Yo no puedo con los pequeños tiranos, con los niños repelentes ni mucho menos con sus padres, que los han educado así y además les apoyan.

TXABI dijo...

De la mesa a la nevera, de la nevera a la mesa; de la mesa a la nevera, de la nevera a la mesa... y así en un bucle inacabable: ya verán cómo "el tirano" acaba comiendo...
(el par de ostias hay que dárselo a los padres, coñe !).

javi dijo...

me debes unas albondigas.

y amen a todo lo demas.

B dijo...

Y treinta años después, algunas nos casamos con esos niños tan ricos que no comen de nada...

Anniehall dijo...

Muy de acuerdo, con un pero: las patatas, la pasta, el arroz y el pollo atoran las arterias? No eran las grasas animales? Tengo que revisar mis convicciones nutricional

Peque dijo...

Hay días que sabes que habrá guerra, pero ellos también saben que tienen la batalla perdida. Hoy a mi enana le ha dado por decir que no quería lentejas, ¿dónde acabaron las lentejas?, en su estómago, cuando todos los demás habíamos acabado de comer, pero se las comió. Dios mío dame paciencia ¡pero ya!

molinos dijo...

Voy a hacer un esfuerzo por contestar...no prometo nada.

Hermano E..eres el primer comentarista en el primer post del año 2012...cuarto año de existencia de este blog. Lástima que no haya premio.

Efe..iba a decir que tu seguro que eras un niño de esos que no comía de nada..pero no, he estado contigo en un restaurante y te comiste mi comida.

ND...mientras no pretendan que ese caso cercano se quede a comer en tu casa..es cuestión de pasar del tema.

Di..la gente es idiota, y cuando tiene hijos la idiotez alcanza cumbres increibles.

Loba feroz..esa gente me da para otro post..pensaré en ello.

Sasha..laz princezaz son un horror pero a Dios pongo por testigo que se comen lo que haya.

Niágara. Tener un niño es la parte fácil, lo chungo es luego ocuparse y educarle.

Kermita, exacto. La gente se rinde, es la opción fácil. Y yo mientras ellos los sufran..me da igual, pero en el momento en que me tocan a mi..me pongo enferma.

Opciones incorrectas, es que esa es otra. En tu casa haz lo que quieras, pero enséñale al pequeño tirano que su reino no va amás allá de la puerta de tu casa.

EnTxabi..exacto. Y o te lo comes o te lo comes.

Javi..¡¡has vuelto!!...me salen mejor las croquetas...

Bichejo...N no podía ser perfecto.

Annie, si te lo comes solo no atoran..bien de salsa si.

Peque, la batalla es agotadora pero sabes que cuando vayan a casa de alguien, ese alguien no pensará que eres idiota.

Yamane dijo...

Yo cuando iba a casa ajena, por vergüenza y educación me comía hasta cosas que me daban arcadas. Y no decía ni mú. Afortunadamente yo no era como mi hermano, que más de un plato se tomó de merienda, pero el caso es que agradezco millones la educación alimentaria que me dieron mis padres.

He flipado con lo de la familia comiendo debajo de la mesa. Esos padres se merecen una paliza, por estúpidos.

Raquel dijo...

Totalmente de acuerdo contigo. No tengo niños ni cerca ni lejos, pero sé de lo que hablas. Y con Loba Feroz..uff!!! no puedo estar mas de acuerdo!!

Almudena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Almudena dijo...

Gran post!.
Sólo puedo añadir que difícil es educar! FELIZ 2012!

Almudena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Madamer dijo...

Yo tengo dos enanos que YA comen de todo, y han dejado de ponerse hostiles ante los platos sorpresa... Bueno el pequeño aún pone resistencia, pero ya sabe que lo que sigue son hasta 48 horas de ayuno, hasta que su hambre canina le haga comer lo que sea...
Eso le pasó con la pizza, un plato que a priori me debería haber dado igual que no lo comiera, por su poco poder nutritivo, pero no quise que fuera un marginado social cuando le pongan o propongan comer pizza más de una vez en su vida ;)

Fátima Casaseca dijo...

jajaj hacía tiempo que no me reía tanto!!

Mis padres es que fueron unos perfeccionistas y comí muchos años en el colegio con peor fama (en lo que a comida se refiere) de todo Madrid. Ahora me das un saltamontes vivo y me lo como sin problemas... ;P (cosa que mi suegra agradece)

Hans dijo...

Es un buen ejemplo, pero no es más que uno de los filos de la puta comodidad paterna. Esa madre es imbécil, simplemente.
Me enorgullezco de haber gestionado esto junto con MBO razonablemente bien.

Pétalo dijo...

Yo siempre comí muy bien. Y yo pensaba que no sería tan dificil darle de comer a un niño hasta que tuve 20 a mi cargo quince días, de entre 6 y 11. No veas que pesadilla. Era la peor hora del día, y más o menos negociando conseguía que no murieran de inanición. Al fin y al cabo eran quince días, no eran mis hijos, y mi labor era mantenerles sanos y que se lo pasaran bien, no sé si mis métodos fueron los más adecuados pero dejaban muy poca cosa en el plato. Pero costó muchas lágrimas.

Loba Feroz dijo...

Sí, dan para un post... una vez conocí a una chica que fue capaz de recriminarle a una camarera china que lo que había pedido le olía a perro y que había estado en nosequé sitio que lo hacían mejor, que a saber si el cocinero se había lavado las manos, que si otra tal cosa se la dejaba porque estaba malísima (mejor, para mi ración doble)... y encima pretendió comer de gratis porque "el servicio la miraba mal"

Vamos, una joya de la corona.

Pau dijo...

Uno de mis primos se alimentó AÑOS de pan con nocilla... Como era de esperar lo tirabas cuesta abajo y rodaba; la criatura creció, hizo lo que sus padres jamás habían hecho y empezó a comer cosas sanas pero, como no sabía comer, se le fue la mano y a día de hoy dan ganas de meterle piedras en los bolsillos...

Alber dijo...

Buen post, yo conozco a algunos de esos niños que ya son adultos y se merecen una buena mano de hostias (ya que sus padres ahora son gente de cierta edad y está muy mal pegarle a las personas mayores). Como bien dices, es muy facil comer lo que nos gusta y rechazar lo demás. Y una cosa que es seas alergico al pescado, otra cosa es que pases olimpicamente de el (ni que fuera todo el pescado igual), así como de las verduras: tu dieta queda reducida a carne, arroz y pasta y bollos variados. Y si tienes una sandwichera en la habitación de tu residencia de estudiantes, puedes utilizarla como sartencilla y saltearte unas tiras de bacon y unos choricillos, apestando con olor a fritanga la ropa de tu compañero de habitación...que era un servidor!!Enhorabuena por tu persistencia con laz princezaz!!

Pep dijo...

Curiosidad y tolerancia a la frustración....

En los "adultos" lo llaman salir de la zona de comfort...

No me digas que si lo piensas, en muchas reuniones de trabajo en los libros de colores, no has visto reacciones parecidas ante ideas nuevas....

Cuando volví de USA me pasó una cosa curiosa. Allá cuando tenía una idea, todos empezaban diciendo guay.. hasta que acababan tumbándola... Aquí todos empiezan tumbándotela.... Los escépticos pensarán que el orden de los factores no altera el producto, pero no...

Portarosa dijo...

Estoy de acuerdo contigo, básicamente. Solo que yo creo que es admisible que haya cosas que no les gustan, y admisible que el proceso de ir gustándoles vaya parejo al de ir creciendo. A mí me pasó: había cosas (las típicas: verduras y eso) que no me gustaron hasta que fui un poquito mayor, y ahora me gusta absolutamente todo.
La diferencia es la actitud con que se encara eso, y si se les va dejando claro cuál es el objetivo. Cosa que empieza por si se les hace probar o no. Y claro, hay que probar, hay que ir probando de todo; e incluso comer un mínimo "peaje" (que, para mí, ya llega). Creo que con la actitud adecuada, es compatible esperar por ellos en ese tema sin por eso condenarles a ser unos comedores incultos y asociales.

Tampoco entiendo muy bien una postura completamente intransigente, en la que no tengan cabida los gustos. Por lo que digo: yo comía bien, pero había cosas que sinceramente no me gustaban. También supongo que es una cuestión de porcentajes, de si eso es excepcional o la regla general.

Muy interesante este último comentario de Pep sobre la zona de confort.

Besos y abrazos, y feliz año nuevo a todos los comentaristas, y otra vez a ti.

Anita dijo...

A mi hija (de 9 años)siempre le ha costado mucho probar cosas nuevas, pero ha comido siempre más o menos de todo. Le encanta el pescado y no le gusta la verdura.
Tenemos la suerte de que en el cole come de todo y eso me permite relajarme un poco el fin de semana.
Nuestro último gran éxito ha sido la ensalada. Hemos pasado del "hojas, ¡que asco!", a probar un poquito de lechuga acompañada de muchos colorines (zanahoria, queso, maiz, etc) y lo último ha sido que ella la ha incluido en el menú de año nuevo como "comida especial" por voluntad propia. Nos ha costado 9 años, pero lo hemos conseguido.

LaChalada dijo...

Con los niños no tengo mucha experiencia en el tema pero como Loba Feroz tengo alguna que otra con adultos y es desquiciante. Niños malcriados pero con 30 años que tienen que elegir una marca en concreto de tomate frito para hacer la pasta de un finde por ahí con los amigos. 'Que las otras no me gustan'. Y esto es sólo un ejemplo, claro!

Feliz año nuevo!!

Anusky66 dijo...

Las comidas!!! ese momento maldito , las odiaba de pequeña ya que no me gustaba casi nada y me obligaban a comerlo o sino me lo ponían de cena ,me he tirado una semana sin comer NADA .
Cuando fui madre continuaron las batallas:
Mi hija ha sido horrorosa para comer de pequeña y ahora le ha dado por comer cosas sanas para no engordar ( la mataría cuando la veo comer verdura con cara de felicidad jajajaaja), pero "el niño" (menos la lechuga que le da mucho asco ) come de todo y como te descuides te deja sin comer .

Unbesazo

NáN dijo...

Mi Maternity está mucho más avanzada que la tuya: me refiero al diferencial de edad).

Se reduce a cosas como:

-hijo se vuelve a su casa
-hijo abandona el cuarto que fue suyo, pero ya era mi cuarto y solo mío
-el cuarto recuperado contiene el ordenador
-puedo pasarme por los blogs cuando me apetezca.

¡¡yupi!!

Tita dijo...

No tengo dinidá

Pero es que cuando tienes razón, tienes razón.

Mi hija mayor come de todo, y no por iniciativa propia (ahora me dice ¿cuantas veces no quise probar los chopitos, y los mejillones antes de que me gustaran, mama? ¿Cuantos me perdí?)

Desde muy pequeñita tuve claro que salvo picantes y cosas así, yo no pensaba hacer menús diferentes (y no será por no tenerle gusto a la cocina): todos lo mismo, solo que cuidando que ella tomara más calorías y tal.

Yo ahora lo flipo (y me enorgullezco) de verla engullir lo mismo unas acelgas rehogadas con bacon que a palo seco sin aceite ni vinagre...

Tita dijo...

¡Alaaaaaaaaaaaa!

Que vicio este de contestar sin leer ¡si resulta que estás contestando!
¡Ahora no molas mil, sino dosmil!

marta dijo...

Yo me junté con uno de esos que a los veinti tantos no le gustaba casi nada y a todo le ponía tomate frito de bote de una marca en concreto. Ahora come de todo y ha olvidado el tomate frito. Y he de decir que no me costó nada, porque siempre fué muy agradecido y se come contento hasta si me sale algo mal. Sorprendente no?

Tochi dijo...

Yo hay ciertas cosas que entiendo que de niño no te gustan, los sabores muy fuertes, y eso no se lo voy a obligar a comer. Las cosas normales y sanas se las obligo a comer, pero si sé que no les gustan, les pongo menos cantidad. La cosa es que no se hagan maniáticos y se acostumbren a probar.
Y tía, lo de los mejillones no es un poco cruel?

Ana María dijo...

Moli, Feliz Año!

Tengo que decir que estoy de acuerdo con Efe, que la culpa no es de los niños...

Yo tuve una experiencia cercana al homicidio con un tipo así, de los que mami les dio todo molido hasta los 6 años, y probó con 22 añitos la verdura. Es decir, hice lo que no hizo su madre con él, ponerle un plato de verdura por delante y decirle: "esto es lo único que hay de comer, en esta casa no se cocinan dos comidas, y si no te lo quieres comer te esperas a la cena".

Y eso es exactamente lo que deberían hacer con algunos niños que conozco. Decirles que no, que la frustración de vez en cuando no está nada mal. Coincido con Pep y su teoría de las zonas del comfort.

Luego, por otra parte, están los adultos que por alguna razón se asquearon con algún alimento, porque se puso malo comiéndolo, o porque se lo daban por razones fisiológicas, pero eso se perdona, no es el resultado de una rabieta y un ceño fruncido.

Yo no quería lentejas porque mi madre es alérgica y nunca las cocinaba, con lo que si ella no las comía, yo menos. Ahora es uno de mis platos estrella, esa legumbre impopular. Incluso aprendí a hacerlas, gracias a Youtube ^^

Besos y cariños!

karla dijo...

Buah, anda que no.
En mi caso me han llovido críticas por ser 'demasiado dura'...y es que, 'pobres niños, si es que no les gusta, mira que forzarles...'
Claro, tienen dos años y han nacido con un gen superespecial de saber, a simple vista, si algo les gusta o no. Claro, claro.
Yo opto por el placaje, igual que hago cuando hay que limpiar narices. A la tercera cucharada y unos cuantos berridos se lo comen como si fuera el mejor manjar de la tierra:' mmmmmm mama, cabooooo'
kbrones.

Dana dijo...

Y los que dan el cambiazo, que? Según cuenta la leyenda, mi esposo y su hermana se comían todo todo en el comedor del colé y los profesores estaban impresionados y encantados. Hoy, mi ingeniero, no come absolutamente nada y es una cruz cocinar, porque me parece que terminamos comiendo lo mismo aunque con diferente vestido. Carnaza, toda la que quieras, patatas en su única versión frita, lechuga, tomate, cebolla, judías... Por suerte todas las legumbres...pero ya esta! Con este repertorio es posible tener acompañantes decentes? Y puedo asegurar que la culpa no la tienen los padres que comen piedras si se las adobas bien!

La Jodida dijo...

¡¡Ole, ole y ole!!

Moli, ¡¡cómo molas!! Eres del escaso grupo de madres sensatas no abducidas por el gen de la estupidez materna (tengo dos grandes amigas que son iguales que tú, pero el resto de madres que conozco... ¡¡buff!!).

Como no tengo hijos, ni pienso tenerlos, porque aborrezco a los enanos, jamás me permito opinar en público sobre temas de educación o maternidad... Pero eso no significa que no haya habido veces en que he necesitado marcharme para no darle dos guantazos a la madre y otros dos al enano, de propina.

Sólo tengo una duda: ¿tú que hiciste con el niño ese? ¿Le diste lo que él quería, o te mantuviste en tus trece?

Es que a mi hermana le pasó una cosa igual: tiene 3 hijos, y los 3 comen hasta los hierros de los fogones (sushi, comida libanesa, marroquí y mexicana incluídos). También es cierto que vengo de una familia de magníficas cocineras y que en mi casa se venera la comida de cualquier tipo, pero ese es otro asunto.

La cuestión es que el mejor amigo de uno de mis sobrinos era la cosa más pánfila comiendo que he visto en mi vida. Sólo comía croquetas o jamón york.

Hasta que mi hermana se plantó y le dijo a su madre que no le iba a hacer más comidas especiales para el niño. Que comería lo que había, o que no se quedara ni a comer, ni a merendar, ni a cenar.

El niño no volió, una lástima

Salamandra dijo...

Yo odio los lácteos y no como nada que lleve. En casa o fuera de ella, me dan un asco atroz e insuperable. Como la gente me mira raro, he acabado diciendo que soy intolerante, pero es mentira.

Antes de que me deis una paliza, mejor me marcho ¿no?

;-)

PD: En mi descargo diré que a mi niña le encantan y que come de todo. No he querido que fuera tan pejiguera como yo (se pasa mal), y lo voy consiguiendo.

Gonzalo Viveiró Ruiz dijo...

Yo quiero una merienda de esas...
P.D.: Dado que es la guerra, se puede usar la mentira. Mis hijos el único pescado que comen es gallo. Hay veces que es merluza, rape, lenguado, lubina...da igual Siempre se les dice que es gallo. Y cuela.

Anónimo dijo...

Tras 3 años en un internado de monjas y 6 en colegio mayor mi madre alucinó la primera vez que le pedí guisantes para comer...

Anónimo dijo...

Estoy con Porto.
yo acepto que a mis hijos haya alguna cosa que no les guste (al mayor, el queso, por ejemplo; al pequeño alguna fruta), que algún día tengan poca hambre e incluso que algún día algo no les apetezca; pero ni pueden comer a la carta, ni pueden no probar algo, ni pueden dejarse sistemáticamente las verduras o el pescado, ni pueden negarse a comer lo que les den si van de invitados (sobretodo el mayor, que ya tiene 7 años y entiende esto de las convenciones sociales).

No hemos tenido grandes dramas con la comida... probablemente porque ya eran buenos comedores de serie... (a diferencia de lo que te pasa a tí, yo creo que en lo del comer se enseña poco, más bien se pule).

En nuestro caso, la historia más grave la de una niña del cole que ¡¡cada día!! come salchichas y patatas fritas, porque la madre "llega muy cansada del trabajo y no quiere dramas". Coño, los demás vamos al trabajo a hacer la siesta!!

http://madredemarte.wordpress.com/

Bea dijo...

A mí, como a Bich, me ha tocado en suerte un marido que no come de nada.
No es que no pruebe las verduras, es que no sabe ni cómo se llaman y cada vez que le pongo para cenar un plato de "esa cosas verdes y que están como enrolladas" (alcachofas), finge que le dan arcadas hasta que se lo quito de delante. Tiene 38 años el angelito.
De todas maneras, me consuela pensar que hay casos peores en la familia... Un primo suyo, por ejemplo, se alimenta exclusivamente de palomitas de maíz y cocacola. No prueba otra cosa desde hace más de 30 años.
Telita...
Feliz año!!!

molinos dijo...

Yamame, la cuestión es esa. Si en tu casa tu churumbel solo como lo que le gusta estupendo, pero por lo menos enséñale a que si va a casa de otros sea educado. Al final el que queda como un patán eres tú.

Raquel...lo de la gente mayor ya es de bofetón.


Almudena, gracias..Feliz año para ti.

Madamer, la cuestión no es el plato en si. Puedes darle algo y que no les guste y pensar bueno pues ya no se lo doy más, pero la cuestión es que se acostumbren a probar y a que hay que comer de todo. De todos modos lo de la pizza es raro.

Mama española...yo como pollo aunque parezca pájaro si me lo dan yendo de invitada...que para mi es casi como comer saltamontes vivo.

Hans, por supuesto esto solo es uno de los filos de la comodidad paterna y de la mania de ser el padre más popular del planeta. Otros filos son comprarles absolutantemente todo, dejar que se comporten en sitiospúblicos como si fuera su cuarto...etc, etc.

Pétalo...sufriste por culpa de los padres..que siempre son peoresque los niños.

Loba Feroz.yo hay gente con la que ya no voy a un restaurenta porque acabo hostilizándome tanto que me sienta mal la comida.

Livia, es otro gran clásico ese. Los talibanes de la comida sana..mmmm..dan para un post si.

Alber, que asco por dios lo de la sandwichera y los choriccilos...¿ como no le mataste??

molinos dijo...

Pep...si es que no tenias que haber vuelto de USA. En España somos los campeones de la zona del confort...y hay padres que educan sin salirse jamás de ella..es decir maleducan.

Porto, por supuesto que hay cosas que no les gustan y que no hay porque dárselas. No se trata de martirizarles. Se trata de que lo prueben todo y que sepan que a veces hay que comer cosas que no te gustan. Cuando un niño no come un sándwich de jamón y queso es que no come de nada..y eso no puede ser. Pero vamos que no soy tan bruja con mis princesas si prefiern brecol a alcachofas pues les doy brecol…pero lo que no hago es no darles verduras por sistema.

Anita, el último gran éxito con M han sido los canónigos y los mejillones. En su caso hay que hacerleprobar todo, tiene una lista tan limitada de alimentos que hay que probar todo para intentar ampliarla.

LaChalada…Orlando, la marca de los mimados sin papilas gustativas.

Anusky66….M era el horror absoluto para comer, tanto que yo casi me ponía a llorar cuando llegaba la hora de darle de comer, pero gracias a las batallas, ahora come de todo ( lo que puede) y sé que si vainvitada a una casa se comportará con educación.

NáN…qué envidia me das..perrro.

Tita…estoy haciendo un esfuerzo por contestar..pero esto lleva muchísimo tiempo. Veré si puedo mantener el ritmo. A lo mejor si empiezo a escribir posts solo de libros que tienen 10 comentarios puedo mantener mi propósito.

Marta, no me parece sorprendente. Es un tio listo….

Tochi….son mejillones no saltamontes vivos. Y ahora le flipan.

Ana María, por supuesto que la culpa es de los padres..eso no lo dudo ni un minuto. Que te asquee un plato es normal, no nos puede gustar todo y que jamás lo comas en tu casa me parece estupendo…yo jamás como alitas de pollo en mi casa..las hago pero no las como, pero ten por seguro que si voy a tu casa y me las pones de comer..me las comeré sin decir ni mu.

molinos dijo...

Karla, exacto. Placaje, paciencia y tiempo…y salir de la zona de confort.

Dana…lo siento por ti…y con besamel como a los niños?? La besamel siempre funciona.

La Jodida…yo no me peleo con niños que no son mios. ¿Qué no quieres sándwich de jamón de York y queso? Pues no meriendes. Yo no voy a educarle…asi que se quedó sin merendar. Con la cena le di tortilla..y se la comió.

Salamandra…muy mal. ¿Cualquier lácteo? ¿ Ni siquiera queso? ¿ Ni rallado? ¿ Ni gratinado? ¿ ni salsas con nata? ¿ pasta a la carbonara??

Gonzalo, por supuesto…es la guerra y vale todo. Y cuando nos veamos otra vez te invito a un sándwich mixto…no te quedes con las ganas. Ahora que se te han rebelado las chicas en tu blog y que hasta contestas a los comentarios….

Migremlin, a mi me pasó cuando M dijo ¿ Hay canónigos? Yo quiero.

Anónimo, yo también acepto que un dia coman menos, que prefieran el huevo frito a la tortilla francesa o que a una le flipe el queso y a la otra no. Por supuesto, pero no se come a la carta ni se dice “ no me lo como”. Y sí que se enseña a comer. Mi hija M era lo peor, era el horror absoluto…podía no comer durante todo el dia más que un yogur y un pico…y ahora come de todo. Se enseña a comer…al que no le gusta la comida nunca será un gran comedor y le dará básicamente lo mismo…pero se enseña. A otros solo hay que pulirlos.

Bea…finge arcadas?....alucino…y si tu finges otra cosa??...

_Xisca_ dijo...
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_Xisca_ dijo...
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Pikifiore dijo...

Qué raro que a un mico no le guste un sandwich de jamón, con lo socorrido que es...
Moli, me ha encantado lo que has dicho, no hay nada peor que un niño consentido que decida el menú. Yo fui una esas niñas tiquismiquis con la comida, no me gustaba nada, pero nunca nunca me libré de comermela. Mi madre tuvo más paciencia que el santo job, y ahora con los años raro es que no me guste algo. Está claro que la educación empieza desde edades tempranas, si no, yo solo hubiera comido filete con patatas.

Madamer dijo...

Yo sólo sé que de pequeña en casa de mis padres todos los sábados había o lentejas o garbanzos... y que todos los sábados habían lágrimas de mi hermana y mías... que la tortilla de patatas la quería sin cebolla y que odiaba las verduras...ahora me pirro por un plato de legumbres y no concibo la tortilla de otro modo... las verduras me gustan todas...Y cómo salí airosa?? Pues camuflando, los garbanzos secos con aceite y vinagre, la tortilla con tomate y la verdura con mahonesa...Ahora por supuesto no necesito disfrazar nada, lo que ahora ocurre es que mi madre que ahora es abuela no entiende que yo sea tan dura con sus nietos...manda cojones!!

Madamer dijo...

Lo de la zona confort de Pep... qué fácil es no moverse de ella cuando educas... la de disgustos que se ahorran algun@s ;)

Anónimo dijo...

Pero se puede saber de dónde sacais la paciencia necesaria para esto?
Y a mi churumbel no le gusta el pan de sandwich, ni el queso con jamón, ni las salchichas,ni los macarrones,sí,y mucho,los mejillones y los garbanzos...Tranquila te pilla muy lejos para invitarle a merendar.
feliz año.
caracola

romi dijo...

He tomado por costumbre reenviarle por mail tus maternitys a mi hija de 14 años, la de hoy es perfecta: desde su primera comida hasta hace nada hemos tenido problemas con los alimentos... Y hemos pasado de la paciencia al chantaje puro y duro (si no comes no vas al cumple, x ej), pasando por todas las estaciones intermedias. Una de las que mejor funcionó era una lista de 5 ingredientes que no podían estar en su plato: estaba pegada a la nevera y podía cambiar cuando quisiera "los cinco malditos" pero nunca podían ser seis y se cumplía a rajatabla, no le servíamos de los cinco pero no podía no comer algo de fuera de la lista. Creo que recién ahora se da cuenta del timo: por defender la lista se tragó miiiiles de cosas que no le gustaban (todo, básicamente sólo quería comer arroz y manzanas). Lo que más mal me ponía es que después de almuerzos horrorosos obligándola a comer algo, al poco tiempo pedía ese algo con carita angelical, y lo disfrutaba. Lo de la comida ha sido lo más feo de mi maternidad, cuando era bebé porque me daba miedo que no creciera bien, y luego porque me enfurecía la actitud del "no me gusta", me apenaba tener una hija que no quisiera cosas nuevas, me venía el catastrofismo "se empieza por la comida y se termina aguantando un marido porque es lo conocido"... su comida sacaba mi peor lado :D

Sílvia dijo...

Pues yo tengo que reconocer que al príncipe no le gusta el marisco, ni nada que lleve concha, y no le obligo.... básicamente porque como le guste, mi bolsillo no lo aguantará (a no ser que time a alguien). En cambio, es perfectamente capaz de pedir un entrecot a la pimienta verde hecho "al punto".

La verdad es que nunca ha sido mal comedor, y eso que en la familia del rey hay grandes ejemplos, básicamente por culpa de las respectivas madres, del tipo "si esto no te gusta, ya te hago lo otro" o "pobrecito, si es que se va a poner malo de no comer"..... Así estan hoy....

En mi casa, si no comías algo, era para la cena... No se tiraba nada. Y yo sigo con lo mismo...

Y buen año.

al dijo...

pero vamos a ver... no entinedo a la gente.
¿a estos padres nunca les hicieron técnicas agresivas?
A mí sí!
-¿no quieres lentejas? vale, al cole sin comer, tranquila
-¿que hay para merendar? -lentejas..
-mami...
-Sí Sí.
-Paso.
tic tac tic tac 7 de la tarde
-mamá por favor calientame esas lentejas!
Cierto, ni me gustaban ni me gustan, ahora cocino yo, y las lentejas no entran en mi repertorio pero... si hay que hacerlo, las commo

sonia dijo...

Mi frase preferida de pequeña a la hora de las "nuevas comidas" (madre dixit): "mmm.. qué rico.. no quiero más".
Te doy toda la razón.
!!!

Anónimo dijo...

Yo he comido siempre de todo, o casi, nunca he soportado las visceras, por ejemplo. Pero me las he comido cuando he debido.
Sin embargo me he casado con un "niño malcriado" que no come mas que legumbres, arroz, pasta y carne. Ni soñar que coma verdura, huevos, marisco, setas o fruta o algo que si le guste pero lleve algun ingrediente que no.
Un dia le dije que yo no cocinaba doble y desde entonces cocina el siempre. Resultado: Desde que nos casamos he cogido 12 kilos.
Haciendole chantaje emocional por ello he conseguido que al menos una vez a la semana comamos verdura (Solo puede ser judias verdes o guisantes) y pescado.
Cuando vamos a comer fuera paso una verguenza que me muero, por que no come de nada. Se queda con el plato vacío hasta que los demas acabamos nuestras cosas y/o hasta que salga algo que le guste. Es desesperante.
Este año nuevo que lo pasamos en familia e hizo la comida mi tía, se fué a echar la siesta sin haber comido ABSOLUTAMENTE NADA mas que un currusco de pan. increible.


Vampi

Anónimo dijo...

Sin embargo no estoy tan segura de lo de que si obligas al chiguito a comer, al final come.
Yo tengo el caso de mi primo, que no comía nada mas que esparragos, lentejas viudas, chocolate y tortilla francesa. LITERALMENTE solo eso.
Y mi tia era una autentica tirana, en serio. No de las de si no lo quieres hoy, mañana, si no pasado... No. De las de "Ya no pienso seguir esperandote" si no quieres limpiar el plato y comerte el puré, te echo el filete encima y te lo comes junto. Y si no, va encima la tarta. Y te lo comes aunque vomites. Y mañana de desayuno puré con filete y tarta, hasta que te lo comas. Y asi siempre. Mi prima y yo por la cuenta que nos traía despues de la primera vez comíamos como balas hasta el puré de veduras. Pero Él no. Tuvieron que ingresarle en dos ocasiones con anemia y todo pero se negó a comer nada que no fuera tortilla francesa.
Mi tia lo intentó TODO. Chantaje, mentiras, castigos... Dió exactamente igual. Hoy tiene 30 años y en la misma comida en la que mi marido solo comió pan, él solo comió esparragos. Menudo percal.

Vampi

pendergast dijo...

....no me lo como, come, no me lo como, come, no me lo como, come.....y el tiempo paso, y seguimos, no me lo como, come, no me lo como, come, y al final se lo comió, pero después de tan dura batalla, la verdad, me conformo con ganar dos de tres, como a los chinos.

molinos dijo...

Xisca...os poneis muy radicales. Por supuesto si algo está malísimo, o mal cocinado o lo que sea no hay que obligar a comérselo. La cuestión es que un niño que llega de invitado a una casa y no come un sandwich de jamón y queso...sencillamente no come de nada. No hay que llevarlo a los extremos.

Pikifiore..es que hay que probarlo. Y probarlo no es coger un trozo minúsculo y engullirlo sin saborearlo, para desarrollar el gusto hay que probar más. Que luego no te gusta..pues mala suerte, si es algo muy exótico a lo mejor no vuelves a probarlo. Si es algo normal pues habrá que acostumbrarse.

Madamer..a mi me ha pasado eso con el cocido. Y no es que me fascine pero me lo como. Y si, cantidad de padres viven en la zona de confort o eso creen ellos...para mi que luego esa zona de conofrt llega un dia que se abre como una trampilla

Caracola, no sé de donde saco la paciencia...a veces no la tengo..

Romi..madre mia..una lista de 5 alimentos...El momento de comer y dormir saca lo peor de uno mismo coo padres..es una prueba límite.

Al, a esa madre no...y la conozco bien.

Sonia...buena táctica.

Vampi....pues lo siento por ti..yo tengo un cuñado así y es tremendo. Y lo de tu cuñado...en fin....siempre hay casos extremos absurdos.

Pendergast..hay veces que es inevitable rendirse...pero lo importante es no dar por perdida la batalla final.


tanto contestar comments, no me da el tiempo para escribir nada nuevo...mmmm..que buena excusa.

Tita dijo...

Desde luego, lo que importa es la intención!

Anda, anda, escribe, que estoy aquí esperando desesperada ¡deja de comentar ya!

La yo de hoy. dijo...
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La yo de hoy. dijo...
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Anónimo dijo...

Bueno... no os voy a contar yo mi episodio con las lentejas y mi madre, cuando un día (a los 4 ó así) decidí que no me las diera, que no me gustaban -de repente- y que si me las daba vomitaba... os ahorro donde volvieron a acabar las lentejas después de cumplir mi amenaza...
Como de todo, (salvo judías verdes, que son mi trauma de infancia) me encanta comer,incluso lentejas, todo lo celebro comiendo... y me he ido a enamorar de un gastrófobo absoluto cuyo hijo, para colmo, unicamente come purés (y os aseguro que tiene añitos para engullir dinosaurios)... ¡ay!
En fin, así son las cosas!!!!!
por cierto, me encanta cómo escribes! y lo que escribes!
Miss Contradiction.

Trimami dijo...

Buff que razón tienes Moli, en serio los maternity deberían ser de lectura obligatoria en terapia desgilipollizante de padres gilipollas. Yo he tenido suerte, los trillis comen bastante bien, obviamente no todos los platos, pero sí la gran mayoría y de todos los tipos de alimentos(es decir, si no comen una legumbre se comen otra, así que no hay tanto problema). Lo dicho, ojalá hubiera más madres como tú, ya no sólo entre las de mis alumnos sino para todo el colegio, y toda España, no habría tanta chorrada ni tanto niño malcriado. Besazos

Sara M. dijo...

Lo siento Moli, pero disiento totalmente. Igual que no me parece bien que yo, que mis hijos han dormido siempre estupendamente, sea nadie para criticar a aquellos padres que tienen problemas en ese aspecto con sus hijos, creo que nadie me puede dar lecciones a mí en el tema culinario. Para empezar, no se lo deseo a nadie. Y solo para que te hagas una idea, hasta que mi hija no cumplió los siete años, no logré oír de sus labios "tengo hambre". NUNCA. ¿Tú sabes lo que es eso? De verdad no se lo deseo a nadie, bueno, quizá una semanica para que sepan lo que es, pero no a diario durante no sabe uno cuántos años. Es muy fácil eso de decir, "para la cena", o "solo un trozo". En mi casa os hubiera yo querido ver. Y de hecho vi, porque hubo quien lo intentó (pensando que es que yo era una inútil), y casi no les dió tiempo ni a decir que me los quedara yo, que eran míos...

_Xisca_ dijo...
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Anónimo dijo...

Habiendo sido un tiquismiquis,,
no me acuerdo, pero seguro que pasé hambre y trague malamente, mucho,, pero "por suerte" nuestros padres hacían lo coherente ( que no es darme arroz todos los días ), y si acaso de judías verdes me ponían menos y con más patata , pero a comer lo que todos.

( en cambio cuando nos hacíamos nosotros la merienda ( desde el cole ) me pasé años merendando "quesito y menbrillo",, mientras mis hermanos más inteligentes o adaptados variaban cada día,,era el alivio gastronómico de cada día, ya que he sido un comedor muy poco inspirado. )

La gran suerte es que las peques han heredado de su madre, no de mí ( ¡¡¡Gracias !! ),, y comen de todo,, y con las dos únicas cosas que a lo largo de tres años descubrimos que no le gustaban a la mayor, cada vez que las había ¡¡pedía probarlo!!, se comía el bocado ( sin aspavientos ni echarlo con asco ) y [otra vez] decía que eso no le gustaba.
La peque de un año ahora, sigue los mismos pasos ( no quieren puré o papilla y todavía no hemos visto nada que no siga comiendo cuando se lo das ( y ya come acompañando su puré cualquier cosa que haya a la mesa ( o después de haber comido, si no está durmiendo y "nos pilla" a la mesa )),, vamos que sé que esto es inusual, y lo normal para mí:
soy el peor comedor que hay en mi casa, como ya lo era en la de mis papis.

Abrazos

Meryone dijo...

Amén, amén, amén, amén.

Desde que está su mamá en casa, la petite Louise ha decidido decidir qué quiere y que no quiere comer. La mamá ha decidido alimentarla de potitos y macarrones con kepchup y queso rallado (y un par de variantes) y la au pair (moi) se tira de los pelos.

Y... yo venía a dejarte esto: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Lpp4Zt4caZY

Meryone dijo...

PS. Hablamos de una criatura que la primera vez que hice pasta con champiñones, allá por marzo, se comía los champiñones y dejaba la pasta; la misma que prefería comer tomates a cualquier otra cosa... y cuya madre come media docena de alimentos diferentes y todos precocinados.

Cousas veredes.

Lalo dijo...

a mi mis padres me enseñaron a comer lo que hubiera en la mesa (bueno, ya mas grandecillo se admitieron ciertas negociaciones), pero un tiempo iba a comer seguido a la casa una prima que estudiaba en la ciudad, era malísima para comer y mi madre le dijo desde el primer día "¿no te gusta lo que hay para comer?, pues ahí está el refrigerador bien abastecido y la cocina abierta" se enseñó a comer lo que hubiera en la mesa.
y no nos uses de pretexto ;)

molinos dijo...

Tita...se siente...tanto " contesta, contesta, contesta"...mira lo que pasa ahora..XD.

MIss Contradiction..lo de las lentejas con retorno me ha parecido asquerosooooooo...

Trimami, los niños malcriados lo son siempre por comodidad de los padres...y para cuando la comodidad se torna incomodidad es too late.

Sara M. Yo no doy lecciones a nadie y sé perfectamente de lo que hablas. Mi hija M hasta los 5 años y medio que le descubrimos que era celiaca no comia NADA...y lo que podía comer era una combinación muy compleja de alimentos que no tuvieran lentejas, ternera, huevo, pescado, frutos secos, frutas rojas y frutas con pelo...y luego le añadimos el sin gluten...asi que lo siento, pero sí se lo que es pelear porque aprendan a comer lo poco que pueden comer.

Xisca...la besamel siempre funciona.

Varin, cada niño es un mundo. Unos comen mejor y otros peor...pero se les enseña a probar y desde luego enc asa ajena a no decir " no me como el sandwcih"..que entendería que lo hubiera dicho si le hubiera dado sesos.

Meryone...¿eres au pair?...mmmm..interesante..ahora veo el video que no me ha dado tiempoi.

Lalo, exacto..con los mayores es eso. ¿Qué no quieres esto? Pues cocinate lo que quieras.

Meryone dijo...

Sí, hija sí. El paro era peor.

Trimami dijo...

Toda la razón del mundo Moli, es una mezcla de comodidad con ese fundamentalismo rarito de vivir por y para la criatura exclusivamente y dejarle decidir como si fuera un adulto en pos de un respeto mal entendido (aunque claro, obligaciones de adulto no les dan). En fin, que no es lo mismo tener un hijo mal comedor y esforzarte en educarle para ir consiguiéndolo poco a poco que permitir que el niño esté mal alimentado por no pelearte con él o no "interferir en su desarrollo"(cuando el ser humano se desarrolla en interacción). En fin... muchas felicidades por tu constancia con tus princezaz, sobre todo en el caso de M que con tanta alergia tiene que ser una limitación tremenda. Muchos besos.

Anónimo dijo...

Enhorabuena Moli, lo que me pude reir con este post!

Madamer dijo...

Año nuevo vida nueva... esta noche, como "castigo" a la comida en el burrikín, mis retoños cenan ensalada variada... lechuga, tomate, maiz, olivas, atún y queso de burgos... y para el pequeño es su "primera vez"... todo un hito con grandes vítores "mamá, está boníssim" ;)

La hierba roja dijo...

En mi caso, y siempre según mi madre, de toda la vida he sido pejiguera con la comida.

Después salí de mi casa, y me di cuenta de que lo que no me gustaba no eran los ingredientes en sí (vale, algunos no los como ni los comeré, como las acelgas), sino que lo que no me convencía era el modo de hacerlo de mi madre. Cuando empecé a cocinar en mi dieta abundaban los guisantes, el pescado y las mezclas. Pero siempre cocinadas de otro modo, con más salsas y evitando los fritos.

Ahora hay cosas que no aguanto: por ejemplo, los empanados. No puedo con tanta grasa. Y respecto al cocido y demás, me lo como, pero he descubierto que mi estómago es de natural sensible y no me vienen bien esas comilonas tan pesadas.

Como todos, conozco gente que aún hoy es incapaz de comer algo sin pasarlo por el pasapuré y que le ponen pegas a todo. Una pena.

Sara M. dijo...

Moli, no pretendía ser grosera, y desde luego tú lo tienes más difícil que yo por el abanico de comidas. Mi problema es, ha sido, que no existía el apetito. Cuántas veces me habrán dicho (y lo he intentado) lo del "déjale sin comer, ya verás", y para ellos eso era fiesta, una alegría. Ya sé que como dice una amiga, en África ningún niño se muere por no querer comer, pero te aseguro que lo que yo he pasado es terrorífico. Poco a poco va mejorando, pero todavía me queda mucho por hacer.
Y, sin herir sentimientos, que conste que no estoy a favor del colecho, ni de "que el niño elija, que él sabe lo que mejor le va", ni de pensar que siempre hay que defender a los niños, porque si no los defendemos nosotros... (hay padres que se deben de haber saltado la fase infantil, y no habrán mentido nunca, nunca, nunca...). En fin, yo estoy bastante a favor de la educación "razonable". No sé si habéis oído a un juez de menores de Granada que se apellida Calatayud. Si no lo has hecho, búscalo en youtube, es una pasada. Yo estoy totalmente con él, pero el tema comida no me lo toques... ;)

Trimami dijo...

Sara M, si te refieres a mi comentario no te preocupes, no iba por ti; como profesora veo a diario niños que son terribles para comer y sus padres se esfuerzan constantemente, y niños cuyo problema con la comida viene de que están fatal educados porque sus padres o son unos comodones o tienen unas creencias un poquitín raritas (o mezcla de ambas cosas), sinceramente tú me parece que estás en el grupo de madres que se esfuerzan con la cruz que les ha caído, así que espero que no te ofendas. Un saludo.

Oswaldo dijo...

¡Esto es hermoso! ¡Cálido! Como una amable tertulia en la que cada quien, amigos todos ya, va aportando su opinión y la amable anfitriona va desgranando su respuesta a cada uno. Se nota un poco desconocida ella, ya que su naturalmente mordaz lengua parece un poco "molificada" (Parece mentira que tal palabra, tan "Moli...algo", con todo su significado, exista) No me quejo. Simplemente amo el filo natural de la lengua de Moli y su ausencia en las respuestas directas se hace notar. ¿Será cuestión de las fiestas?
Feliz Navidad Moli! Feliz Año Nuevo! Feliz día de Reyes para todos! ¡Que el 2012 sea una auténtica belleza para tí y los tuyos!

jubiladodecadente dijo...

Yo también he observado el cambio de Moli. Ha dejado mas tiempo el post facilitando así el debate.
A mi me gusta, me daban mucha pena algunos temas muy buenos para debatir y que desaparecían en cuanto eran sustituidos por otros.
Respecto al tema del presente. Yo me aseguraría de que en la dieta estén todos los grupos de alimentos necesarios y sería flexible al elegir los que al niño mas le gustan.
Un tema importante y del que no oigo hablar a las madres: Las chicas no cocinan. Odian la cocina y sospecho que sería motivo de exclusión de cualquier grupo confesar que cocinan en casa.
Por tanto la inmensa mayoría de parejas jóvenes viven a base de cocina rápida, comida por encargo y tapers de las madres. Es uno de los motivos por los que mi hijo no se va de casa.
Recomiendo por tanto a las madres que den clases de cocina elemental a los chicos.

AICILA dijo...

Eres genial! Todas la entradas que he podido leer tuyas, me parecen absolutamente geniales, das en la diana con un sentido del humor envidiable. Enhorabuena mil veces. Hay que desdramatizar y cuando leo cosas tuyas, lo consigo.
Gracias.

molinos dijo...

Vaya....asi quevale con que cuelgue un post a la semana?? Y yo rompiéndome la cabeza para escribir y resulta que con una tonteria a la semana es suficiente....

...pues lo mismo me lo planteo.

Meryone dijo...

¿Quieres dejar de contestarnos y actualizar de una vez?

Joooo.

Unknown dijo...

Hasta dos horas me he quedado yo sentada delante de un plato de lentejas cuando era pequeña, pensando en la telequinesis y que se fueran volando por la ventana ellas solitas... Es lo que hay,me alegro, asi aprendí y yo asi, pues haré "sufrir/educar" a mis futuros churumbeles...

Nora dijo...

Qué barbaridad, Moli. Todo se convierte en bucle si sigues contestando.....

Burbuja dijo...

A mi no me gustaban las verduras y si no me las comía, las tenía para merendar, cenar, desayunar y así sucesivamente...

Ahora es una de las verduras que más me gustan ^^

Por lo que sí que no pasé (ni paso) es por comer hígado... ¡puaj! No me gusta, lo he probado de todas las formas posibles y es superior a mí...

A mi costillo le pasa esto, pero con el embutido, las hamburguesas, salchichas... en fin, toda la comida que, normalmente, a los chicos les encanta. Ahora bien, dale un buen plato de verdura, pescado, legumbres, carne... que no te deja nada en el plato.

Una delicia para las madres jajaja y para mí, que al final como más sano jejeje

Pero tengo el caso de una amiga, que aunque al final engaña al peque para comer, termina haciendo lo que sea para distraerlo y que coma... Lo malo, ya no es eso, es que el crío tiene un cuento con 2 añitos, que telaaaa... Va a hacer con ellos lo que quiera...

Anónimo dijo...

Pues lamentandolo mucho, yo me meto en el blog para leer a moli. Si los descerebrados quieren discutir los posts siguen estando ahi...

JuanRa Diablo dijo...

Soy de los que puedo decir con la cabeza bien alta que mis hijos comen de todo. En mi casa está prohibido el "No me gusta"; si acaso "No me apetece" y en ese caso se le pone menos cantidad.

Estoy muy de acuerdo con lo que has escrito.

scintille dijo...

¿Pero de dónde os habéis sacado que si no aprendes a comer de todo desde pequeño luego ya no lo haces? Mi experiencia es justo la contraria, que de pequeño hay un montón de cosas que no te gustan y que después te encantan. Mi madre no nos obligó JAMÁS a comer nada que no quisiéramos, pero no había ningún juego de poder, si no querías comer, a levantarse de la mesa y adiós. Todos mis hermanos y yo comemos muy bien y de todo, menos las excepciones, cosas que no te gustan (dos o tres) como a todo hijo de vecino.
En cambio, conozco gente muy tiquismiquis a la que sus padres obligaron a comer de todo desde pequeños y que ahora
a) no encuentran ningún placer en la comida (lo que para mí sí es una tragedia; prefiero comerme un espárrago y disfrutar que no encontrar ningún placer en algo tan estupendo)
b) sólo comen jamón cortado del día, beben agua de una determinada marca, etc, etc. Se ve que en cuanto han podido liberarse de la tiranía se han dedicado a desquitarse de esos años.
Mi madre fue una de esas niñas a las que sus padres ponían lo del desayuno en la comida y luego en la meriena y en la cena si no lo había querido. Ella juró que a sus hijos nunca les haría eso, y lo cumplió. Una mujer muy original en los años 60-70, y supongo que muy incomprendida, por vuestros comentarios veo que hoy en día también lo sería. Yo le agradezco que nos transmitiera el gusto por comer, yo a mis hijas las he educado igual, y tienen curiosidad por probar cosas nuevas, porque saben que no las voy a forzar a comérselo todo, ni mucho menos a engañarlas prometiendo que si no les gusta no se lo haré más, promesa que luego no pienso cumplir.
Otra cosa, ¿por qué os molesta tanto que vuestros cuñados no coman en las reuniones familiares? Ellos se lo pierden y punto, qué manía de obligar a la gente. Cuando alguien viene a mi casa y no le gusta mi comida, no me siento ofendida en absoluto, pero tampoco les hago nada extra, claro. Quizá prefiera eso que tragarse lo que sea con tal de quedar bien.
En fin, que podéis seguir dándoles las gracias a vuestros padres por obligaros, yo se las daré por no hacerlo.

scintille dijo...

¿Pero de dónde os habéis sacado que si no aprendes a comer de todo desde pequeño luego ya no lo haces? Mi experiencia es justo la contraria, que de pequeño hay un montón de cosas que no te gustan y que después te encantan. Mi madre no nos obligó JAMÁS a comer nada que no quisiéramos, pero no había ningún juego de poder, si no querías comer, a levantarse de la mesa y adiós. Todos mis hermanos y yo comemos muy bien y de todo, menos las excepciones, cosas que no te gustan (dos o tres) como a todo hijo de vecino.
En cambio, conozco gente muy tiquismiquis a la que sus padres obligaron a comer de todo desde pequeños y que ahora
a) no encuentran ningún placer en la comida (lo que para mí sí es una tragedia; prefiero comerme un espárrago y disfrutar que no encontrar ningún placer en algo tan estupendo)
b) sólo comen jamón cortado del día, beben agua de una determinada marca, etc, etc. Se ve que en cuanto han podido liberarse de la tiranía se han dedicado a desquitarse de esos años.
Mi madre fue una de esas niñas a las que sus padres ponían lo del desayuno en la comida y luego en la meriena y en la cena si no lo había querido. Ella juró que a sus hijos nunca les haría eso, y lo cumplió. Una mujer muy original en los años 60-70, y supongo que muy incomprendida, por vuestros comentarios veo que hoy en día también lo sería. Yo le agradezco que nos transmitiera el gusto por comer, yo a mis hijas las he educado igual, y tienen curiosidad por probar cosas nuevas, porque saben que no las voy a forzar a comérselo todo, ni mucho menos a engañarlas prometiendo que si no les gusta no se lo haré más, promesa que luego no pienso cumplir.
Otra cosa, ¿por qué os molesta tanto que vuestros cuñados no coman en las reuniones familiares? Ellos se lo pierden y punto, qué manía de obligar a la gente. Cuando alguien viene a mi casa y no le gusta mi comida, no me siento ofendida en absoluto, pero tampoco les hago nada extra, claro. Quizá prefiera eso que tragarse lo que sea con tal de quedar bien.
En fin, que podéis seguir dándoles las gracias a vuestros padres por obligaros, yo se las daré por no hacerlo.

scintille dijo...

¿Pero de dónde os habéis sacado que si no aprendes a comer de todo desde pequeño luego ya no lo haces? Mi experiencia es justo la contraria, que de pequeño hay un montón de cosas que no te gustan y que después te encantan. Mi madre no nos obligó JAMÁS a comer nada que no quisiéramos, pero no había ningún juego de poder, si no querías comer, a levantarse de la mesa y adiós. Todos mis hermanos y yo comemos muy bien y de todo, menos las excepciones, cosas que no te gustan (dos o tres) como a todo hijo de vecino.
En cambio, conozco gente muy tiquismiquis a la que sus padres obligaron a comer de todo desde pequeños y que ahora
a) no encuentran ningún placer en la comida (lo que para mí sí es una tragedia; prefiero comerme un espárrago y disfrutar que no encontrar ningún placer en algo tan estupendo)
b) sólo comen jamón cortado del día, beben agua de una determinada marca, etc, etc. Se ve que en cuanto han podido liberarse de la tiranía se han dedicado a desquitarse de esos años.
Mi madre fue una de esas niñas a las que sus padres ponían lo del desayuno en la comida y luego en la meriena y en la cena si no lo había querido. Ella juró que a sus hijos nunca les haría eso, y lo cumplió. Una mujer muy original en los años 60-70, y supongo que muy incomprendida, por vuestros comentarios veo que hoy en día también lo sería. Yo le agradezco que nos transmitiera el gusto por comer, yo a mis hijas las he educado igual, y tienen curiosidad por probar cosas nuevas, porque saben que no las voy a forzar a comérselo todo, ni mucho menos a engañarlas prometiendo que si no les gusta no se lo haré más, promesa que luego no pienso cumplir.
Otra cosa, ¿por qué os molesta tanto que vuestros cuñados no coman en las reuniones familiares? Ellos se lo pierden y punto, qué manía de obligar a la gente. Cuando alguien viene a mi casa y no le gusta mi comida, no me siento ofendida en absoluto, pero tampoco les hago nada extra, claro. Quizá prefiera eso que tragarse lo que sea con tal de quedar bien.
En fin, que podéis seguir dándoles las gracias a vuestros padres por obligaros, yo se las daré por no hacerlo.

nuria dijo...

¡¡Fabuloso!!
Llevo un buen rato con la nariz incrustada a la pantalla y no puedo despegarla (y eso que hace rato que el deber me llama... pero me llama tan flojito)
Ahora sí. Me voy. Aunque no sin antes felicitarte. ¡Me lo he pasado en grande leyéndote! ¡¡Cuántas risas y cuántas verdades he encontrado aquí!!
¡Gracias!

Azofaifa dijo...

Yo fui pesadita con la comida de pequeña (se me hacía "El bolo" con el filete, y no había manera tragarse aquello) pero no me levantaba de la mesa mientras mis papás y mi hermana veían la tele despatarrados en el sofá, para mi total envidia. Al final "El bolo" acababa desapareciendo, la mayoría de las veces acababa en mi estómago. Si era muuuy afortunada, lo escondía en una servilleta...

De mayor se me fue pasando y me empezaron a gustar más cosas progresiva y sorpresivamente, aunque de vez en cuando me quejaba en casa de la poca creatividad culinaria de mi Sra. Madre (que también es bloggera y le divierte más que cocinar para sus princezaz ingrataz)

Después me fui de Erasmus a Londres. A vivir en una residencia con comedor comunal...

Perdí 10kg en 2 meses.

Nunca más me he vuelto a quejar ante un plato de comida. NUNCA. JAMÁS.

SweetxBlasphemy dijo...

Estoy completamente de acuerdo con Scintille.
Lo que único que consigues es hacerles pasar un mal rato. Me alegro de no tener una madre como tú, sinceramente.

molinos dijo...

Sweet...en eso coincidimos. Yo también me alegro de no ser tu madre..creo que pasaría un mal rato horrible con una hija sin sentido del humor.

Anónimo dijo...

Yo con este tema tengo un medio-trauma.. mi madre era de las de obligar a comer todo y pobre de tí que dijeras ni mu en casa ajena cuando te daban algo que no te gustaba.
Eso me hace ser poco tolerante cuando los invitados ponen pegas a mi comida (para la familia política decidí hace tiempo que no vuelvo a cocinar.. que los restaurantes también tienen que sobrevivir).
Pero el trauma viene por las aptitudes maternas para cocinar.. Mi madre le da mil vueltas a Arguiñano y, claro, te pone el listón muuuy alto!
Soy incapaz de comer canelones fuera de casa porque sé que ni punto de comparación con los de mamá y, para no disfrutarlos, pues no los pido.. y así con un montón de cosas.
El problema viene cuando mi principito prueba la comida de la yaya ( que el enano es de muy buen comer y lo de probar cosas nuevas lo disfruta mucho) y ya no le vale tu sucedáneo; solo quiere el de tu madre y te lo recuerda constantemente "Mami, es que el de la yaya está más bueno.. ¿por qué no le pides que te enseñe?" Frustración total... pero qué le voy a decir si estoy totalmente de acuerdo!