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martes, 21 de enero de 2014

¿CÓMO SABER SI HAS TRIUNFADO?


Hay noches que sales y triunfas.

¿Cómo lo sabes? Hay una serie de señales inequívocas.

1.- Te despiertas y sonríes. Así, sin más, porque sí. Hasta te sientes un poco mema.

2.- Tienes el pelo como si fuera el centro de nidificación de toda la población de cigüeñas de tu ciudad. Pareces un gremlin. (esas películas, anuncios y fotos dónde las tías salen con cara de estar satisfechas sexualmente pero con el pelo completamente sedoso y liso...son ciencia ficción). Probablemente necesites medio bote de suavizante para dejar de parecer un gremlin enfurruñado pero ¡qué más da!

3.- Tersitud. Ni crema, ni lociones, ni serum, ni correr, ni nadar, ni nada de todas esas majaderías. Nada como un buen triunfo para tener la piel tersaaaaaa.

4.- Pérdida de ropa o / y complemento. Buscarás tu ropa en un radio de dispersión variable pero completamente absurdo y probablemente hayas perdido un calcetín, una pulsera, un pendiente, el cinturón o lo que sea. Lo mejor es que te da igual...

5.- Mirar debajo de la cama. Uno solo mira debajo de la cama a) para hacer limpieza de temporada b) para saber si las pelusas exigen un trato o c) para buscar su ropa interior después de una noche de triunfo. 

6.- Sonríes. Encontrarte cabeza abajo con el pelo colgando mirando debajo de la cama te hace sonreír estúpidamente. 

7.- Agujetas. Agujetas brutales. Aunque estés en forma, aunque hagas deporte...si es un triunfo de verdad, tienes agujetas. Y te da la risa. 

8.- Agujetas en músculos increíbles, que ni siquiera sabías que tenías. El músculo de la barbilla, ese gran desconocido. Puedes pasarte una semana masticando un mamut que tu barbilla ni se inmutará, triunfa por todo lo alto y descubrirás que se puede tener agujetas ahí.  

9.- Despellajamiento de barbilla. He oído leyendas urbanas sobre despellejamientos en codos y rodillas, pero frente a eso sólo tengo que decir que hay que triunfar en sábanas con suavizante. El esparto es mal. También me han contado cosas de moratones y marcas de dientes...pero yo eso no lo considero un triunfo. La efusividad descontrolada es peligrosísima...e innecesaria.  

10.- Al salir a la calle, todo se ve más nítido. No mejor, ni más bonito, ni más de color de rosa, no. Más nítido. 

11.- Más sonrisas, esta vez provocadas por los espasmos recordatorios que sufres cada vez que te acuerdas de algún momento concreto de la noche. Recuerdo-espasmo-agujeta-sonrisa. Esa es la secuencia, y se va repitiendo durante todo el día.  

12.- Al rememorar la noche, te das cuenta de que lo que más recuerdas de la habitación...es la lámpara. 


lunes, 23 de diciembre de 2013

MOLIDOCUMENTALES: SESUDO ANÁLISIS DEL MARKETING PERFU-MÍSTICO.


Yo huelo a limón. Llevo usando la misma colonia desde que me dejó mi primer novio en una cafetería  con el primer  "no eres tú soy yo" de mi vida. No le guardo rencor y le agradeceré eternamente que me descubriera una colonia que hoy, 25 años después, sigo usando todos los días. 

¿A qué viene esto? Pues porque yo no sé nada de perfumes. Ni me gustan, ni me interesan, ni tengo la menor curiosidad por ellos. Una vez encontré uno que me encantó, lo utilicé con mimo y cuidado hasta que se terminó, para descubrir entonces que habían dejado de fabricarlo. Otra vez compré otro exclusivamente para una cita especial...que resultó ser un puto desastre. 

Probablemente por este desapego hacia los perfumes, me resultan completamente incompresibles los anuncios de perfumes que en estas fechas llenan las televisiones, las marquesinas y la prensa.  No entiendo como esos anuncios pueden mover a comprar un determinado perfume, de hecho hay algunos que a mí me mueven directamente al asesinato. 

En teoría, la publicidad busca conseguir el consumo y la compra de los productos que anuncia y en caso de no conseguirlo, los publicistas se conforman con que se hable de su producto y haya mucha repercusión. Ese es el caso de anuncios horrendos que ya he comentado por aquí, como el de las oligolérdicas emputecidas de la ropa espantosa, el caso del actor  desaprovechando comiendo helado y la idiotez sobre los hombres y los tampones. Todos los anuncios eran malos, horrorosos, pero de espantosos que eran recordabas lo que anunciaban. 

Lo de los perfumes es distinto. Muchos de los anuncios son preciosos (si te gusta el cursilismo) pero son todos iguales, así que eres incapaz de recordar ninguno. " Si hombre sí, el anuncio en blanco y negro de una pareja besándose ", "Sí, hombre sí...el anuncio de una tía que corre por un campo pasando la manita como una mema por encima de las espigas con un jersey tres tallas más grande y botas camperas", "Sí hombre sí la tía que se contonea..". Todos iguales. Ni idea de como se llama cada perfume...de hecho, ni siquiera eres capaz de recordar si era un anuncio de perfume para tío, para tía o unisex. 

De hecho, sólo hay dos anuncios de perfumes que todo el mundo recuerda (todo el mundo de más de 30). Y ¿Por qué se recuerdan? Porque eran distintos. 

El primero es el de "Tu primera colonia. Chispas". Una música pegadiza, imágenes de adolescentes haciendo cosas de adolescentes y tú con 12 años viendo ese anuncio y queriendo tener esa colonia porque eras esa adolescente. Querías ser esa niña, de hecho eras esa niña y querías esa colonia. 

El segundo es "Busco a Jacqs". Una tía neumática embutida en un mono de cuero que llegaba y con cara lasciva, bajaba la cremallera del mono diciendo "Busco a Jacqs"....estaba claro para qué buscaba a Jacqs y sospecho que el olor de Jacqs se la pelaba bastante, de hecho ella dice "deja tras de si un aroma único, inconfundible" yo no digo nada, pero Jacq deja olor "después de"...un olor inconfundible, vamos que ella lo que quiere es el olor de "después del sexo" que sí, es inconfundible. El anuncio impactaba. Desconozco si muchos hombres corrieron enloquecidos a comprar ese perfume esperando que hordas de tías embutidas en cuero les salieran al paso. Dudo que muchas mujeres que lo regalaran... pero yo de marketing no se nada.  

El caso es que esos dos anuncios, 20 años después,  son recordados por una gran mayoría de público. Recordamos el anuncio y el producto, todo un logro publicitario. 

Ahora es imposible. Tras un sesudo análisis de la materia, puedo hacer sin conocimiento de causa una teoría sobre estos anuncios. 

- Anuncios en blanco y negro. Alguien ha decidido que los perfumes se venden mejor en blanco y negro. No sé el motivo...¿la ausencia de colores hará que te concentres más en la historia? Normalmente suele salir un tío con esmoquin y una tía con traje de noche. Supongo que se trata de dar una imagen "clásica"...pero clásico asociado a olores...¿A qué huele el perfume? ¿A naftalina? ¿Como tu abuela? No lo veo. 

- Anuncios de pareja correteando. Se persiguen, se encuentran, se separan, ella hace el panoli detrás de una columna, un árbol, una farola o cualquier otro elemento vertical rígido...supongo que intentando enviar un "sutil" mensaje subliminal de rollo sexual tipo: "me hueles, te huelgo, te pones berraco, yo hago que si pero no, te pones como el palo de una bandera....y al final me empotras". Sobre este tema de pareja correteando con elementos fálicos de por medio hay una variante que he mencionado antes, la pareja a la que le llueve encima mientras se lo montan contra la pared. Todo muy sutil y muy real. 

- Anuncios de tías haciendo el imbécil por sus casas, mientras se visten, corretean en medias o camiseta o se sientan en butacas subiendo las piernas y mirándose los pies. Estos anuncios sospecho que intentan vender colonias "frescas" entendiendo "frescas" como inocentes, ingenuas y jóvenes. A mí sin embargo ese "frescas" me suena a "imbecil frívola y superficial". No voy a entrar en la irrealidad del anuncio, todo el mundo sabe que cuando te estás preparando para una cita y no sabes que ponerte estás muy lejos de tener esa sonrisa bobalicona y tu rictus está más cerca del terror.  

- Anuncios de tías retozando en camas mientras la luz de la mañana baña las sábanas. Hay una tendencia ultimamente a que sobre las imágenes de ella se escuche la voz de un hombre que la está llamando y diciendo lindezas mientras ella sonríe. Ella por supuesto no le coge el teléfono y yo sospecho que es porque si te levantas de la cama con ese pelo perfecto y tienes fuerzas para retozar en la cama....es que la noche no ha sido sexualmente satisfactoria. De hecho, deberías tirar ese perfume que no atrae mas que a malos amantes. 

- Anuncios de tías que han tenido aún menos éxito que las del anterior apartado. Están tiradas en sofás, camas, suelo con boquita entreabierta y mostrando canalillo y con cara de "por favor ven y hazme un favor". Teniendo en cuenta que suelen ser guapísimas y están estupendas...a ver si por lo que no van a ligar es por el perfume que usan.  

- Anuncios de famosos que ponen su careto a una colonia. Estos me fascinan. No entiendo el mensaje. "Hola soy actor y sé mucho de perfumes y he hecho una colonia", "Hola, muevo las caderas y digo Waka Waka, te vendo un perfume", "Hola soy Brad Pitt y la gente que huele a esto es íntegra" O bien el mensaje es "compra esto y olerás como Antonio Banderas o Shakira". Ni siquiera recurriendo a mi vena megafan de Bruce Springsteen consigo entender que alguien compre un perfume para oler como su ídolo. Puede cantar bien o actuar de puta madre y que sin embargo le guste oler algo asqueroso como por ejemplo...canela. 

- Anuncios de supuestas adolescentes interpretadas por modelos de 30 palos. Estos son todos iguales. Supuestas adolescentes caminando como velocirraptores sobre tacones infinitos y minifaldas como cinturones entrando en tugurios de mala muerte mientras se ríen compulsivamente o las mismas velocirraptoras corriendo de noche volviendo a casa. ¿A qué huelen estas chicas? Pues a tabaco, copas inmundas y rimmel corrido. No entiendo el mensaje una vez más. 

¿Y los nombres? Esto es un descojone. Son todos exactamente iguales, son como las tv movies de Antena 3, nombres perfectamente intercambiables. 

- Colores: Blue, Red, Azul, Black.  ¿A qué huelen los colores? Esto da igual, normalmente ponen un filtro de cámara en la grabación y todo el anuncio tiene un colorcillo sugerente. Los que tienen el adjetivo negro suelen ser de noche, todo sutileza.  ¿Por qué ninguno se llama "amarillo pollo"? ¿Olería a pollo asado?

- Francés al poder. "J´ adore", " Mademoiselle, "Je",  "Elle", "La lune", "Idole". 

- Agua de algo, Agua verde, Agua fresca,  Acqua de lo que sea, Water de patatín. Estos normalmente van siempre sobreimpresionados sobre imágenes de ¡sorpresa!! agua en todas sus variantes. Si es de tías ellas chapotean haciendo el memo en una fuente o caminan bajo la lluvia felices cual perdices. Si es de tíos nadan en piscinas mostrando espectaculares espaldas o caminan por la calle con el lazo del esmoquin deshecho y cara de haber dejado a una después de haberle dicho "yo te llamo". Si es una pareja están en una playa con cara de querer estar en una habitación mejor que en una playa dónde todo el mundo sabe que el sexo es claramente incómodo. 

Aunque mi variante favorita de nombre de perfume son todos los que sugieren que son únicos y por eso se llaman todos iguales: One, One to One, Uno, Unique, Solo, The one. Como no los diferencies por la caja...

En resumen, los anuncios de perfumes son un despropósito porque además todo el mundo sabe que cuando de verdad se liga es el día que sales con tus vaqueros mugrientos, tu jersey favorito, con todo el pelo mojado y oliendo a lo que hueles siempre. 

A limón en mi caso.  






jueves, 5 de diciembre de 2013

MOLIDOCUMENTALES: LA LÁNGUIDA


Cómo detectar a una lánguida: 

- La lánguida no nace, se hace. No hay ningún bebé lánguido ni ninguna niña lánguida...El languidismo es una opción vital. 

- Ser lánguida es un trabajo 24 horas, es como ser bombero, médico de urgencias o ser el tío que le da la ON del Sol. Cuando una tía decide ser lánguida lo es full time. No hay descanso.

- Una lánguida, al contrario de lo que pudiera parecer, nunca se relaja. Para parecer una persona sin sangre en las venas, sin ganas de vivir y sin el más leve atisbo de entusiasmo vital, es fundamental ensayar la pose. Si de verdad no tienes sangre en las venas ni ganas de vivir, no pareces una lánguida, pareces un trapo y das mucha pena. 

- Una lánguida nunca da pena. Da grima. 

- Una lánguida es afectada. Cada movimiento, cada gesto, cada pestañeo está perfectamente estudiado y medido. Una lánguida siempre sabe dónde tiene los brazos, las piernas y cómo da su espalda para la persona que va detrás. 

- Una lánguida puede hacerse la misteriosa...pero no todas las misteriosas son lánguidas. En el universo de las tías que van de misteriosas hay espacio para las salvajes, las agresivas, las locas, las intensas y mil tipos más.  

- Una lánguida es resbaladiza. 

- Una lánguida se te escurre.

- Una lánguida cruje si la abrazas. 

- Una lánguida lleva el pelo largo. No se puede ser lánguida con el pelo de un gremlin y alborotado. 

- Una lánguida lleva  raya en medio. La lánguida no sabe que la raya en medio hace cara de pan en caso de tener mofletes y cara de pájaro en caso de estar escuálida. Una lánguida es feliz con su pelo simétrico cayéndole por los hombros. El look cortinaje retirado de la cara es lo más en el languidismo. 

- Una lánguida lleva el pelo largo y con raya en medio pero si tiene un hijo, éste suele llevar el pelo largo rollo querubin o rollo ¿es niño o niña? 

- Una lánguida lleva botas camperas con vestidos de verano. 

- Una lánguida no tiene porque saber tocar un instrumento, pero si lo toca será la guitarra. Esto es así. 

- Una lánguida lleva gorro de lana de estibador de barcos noruego o de innuit de Laponia . Lo más espectacular es que  cuando se quita el gorro de lana no tiene el pelo electrificado. 

- Una lánguida da frío.

- Una lánguida duerme boca abajo.

- Una lánguida adora a Audrey Hepburn y la saga de El Padrino le parece un rollo.

- Una lánguida tiene siempre una especie de abrigo/cazadora/trenca verde militar que le flipa ponerse con un vestido ligero. La incongruencia de vestuario es un sello distintivo clave para detectar a las lánguidas.

- Una lánguida que prepara su boda siempre dice que quiere algo distinto, personal y con un toque campestre.

- Es imposible imaginar a una lánguida comiendo cochinillo. De hecho es casi imposible imaginarla comiendo casi nada apetecible.

- Una lánguida al llegar el verano se viste de blanco y si puede va descalza.

- Una lánguida se sienta como si estuviera posando para un catálogo de moda.

- Una lánguida tumbada en su sofá provoca una sensación muy rara. La ves y dices.."esa chica no está cómoda ahí"...y eso es porque es dificilísimo parecer lánguida tumbada en un sofá y la chica sufre por ello.

- El sexo con lánguidas es una representación. La lánguida folla como si fuera salvaje...la clave está en el "como si fuera", porque no lo es. Nuevamente está posando y es consciente de dónde tiene cada parte de su cuerpo, y de como suena cada ruido que hace y de como se vería desde fuera cada movimiento de su cuerpo. Es decir, todo lo contrario a lo que debe ser el buen sexo que debe ser  perder el control absolutamente.

- Las lánguidas si beben tienen unas borracheras muy desagradables. Muy de bailo repartiendo caspa con mi pelo ideal y muy de acabo vomitando machando mi pelo ideal. No son divertidas. Con una lánguida nunca acabaras una noche de pedo comiendo un bocadillo en un bar cutre, acabaras recogiendo pota en un vater y pensando en la peste que va a soltar su pelo mañana.

- Ser una lánguida debe ser agotador y un completo aburrimiento.

Por el bien de la humanidad, localicémoslas y evitamos que se dispersen por el mundo extendiendo su aburrimiento vital, su incongruencia estilística y su raya en medio.

miércoles, 30 de octubre de 2013

MOLIDOCUMENTALES: EL "ITALIANISMO" EN LOS TÍOS.


Hace más de año y medio escribí sobre las bondades del norueguismo en los tíos. Creo que quedó claro que para mi el norueguismo o el componente norteño en un tío es un valor añadido. 

Por razones que no vienen a cuento, llevo unos días inmersa en el mundo del italianismo. Y lo siento, pero el italianismo para mi resta mucho atractivo a un hombre. Sé que es una opinión impopular, sé que los italianos tienen su público,  pero a mí no me van. 

¿Qué es el italianismo? Obviamente, si eres de Italia tendrás un alto grado de italianismo pero puedes ser de Sabadell o Cádiz y tener también tu componente de italianismo. Si eres del Norte es más chungo, esto es así porque lo digo yo y el concepto es mío. 

Los "italianos" son guapos. Son muy guapos y lo saben. Son muy muy conscientes de lo guapos que son y además se gustan. Se gustan muchísimo. 

Lo que no saben o no quieren saber,  mejor dicho, es que puede ser guapo y resultar completamente indiferente. Algo así como una bonita escultura por la que paseas la mirada pero que te deja frío. Los modelos de anuncios de perfumes son todos muy "italianos" y si salen en calzoncillos muchísimo más. De todos modos eso a ellos casi que les da igual, se saben guapos, se gustan y con eso tienen más que suficiente...por ahora. 

Los "italianos" son muy persistentes. No conciben que los demás no se den cuenta de su belleza y encanto personal y quieren sacar al resto del planeta de su ignorancia a base de persistencia. Son incansables, tienen recursos y son inmunes al rechazo. Incluso al rechazo más obvio: no me gustas y eres un pesado. Ese tipo de respuesta en un "italiano" provoca una respuesta del tipo: ja...eso lo dices porque estás loca por mi. 

Lo más increíble es que se lo creen. Los "italianos" son tíos con una fe a prueba de bombas. Fe en si mismos claro, en ti tienen mucha menos...

Los "italianos" hablan muchísimo, demasiado y muy deprisa. Y les encanta escucharse. Cuando hablas tú, te das cuenta de que están esperando a que termines para seguir metiendo baza. Son esos que van diciendo "si, si, si" a cada frase que dices tú, como  para darte impulso y que termines antes y ellos puedan seguir con su cháchara. 

Los "italianos" llevan barba de atrezzo. No es barba noruega en plan "no me ha dado tiempo a afeitarme porque quería estar contigo o estaba salvando el planeta o voy a ver como me queda". No. Los "italianos" llevan la barba tras un exhaustivo estudio de imagen y los pelos que les crecen en la cara lo hacen siguiendo un estricto patrón estilístico. Un "italiano" no se deja barba...se la cultiva. 

Un "italiano" siempre es consciente de su pelo. Siempre. 

Un "italiano" es friolero, pero curiosamente siempre van mal abrigados. Vamos a ver, en general los tíos siempre van mal abrigados exceptuando los infectados por el virus "Fargo" que en septiembre se calzan la cazadora de borrego, las botas y la gorra con orejeras y parecen Elmer el de Bugss Bunny. El resto de los tíos considera siempre que  "bah..no hace frío" y que los jerseys "pican". (Los noruegos no, los noruegos llevan cuello vuelto). A lo que iba, los italianos no creen que no haga frío, de hecho siempre tienen frío pero siempre van mal abrigados.  Vienen de serie con una incapacidad genética para elegir el abrigo, son los únicos tíos del planeta que llevan chaquetas de entretiempo...y las llevan en enero. Los más evolucionados las combinan con bufandas. 

Los "italianos" cocinan. Esto puede ser un punto a su favor, peeeero...son maniáticos. Si un día decides cocinar tú, te estarán vigilando para ver si lo estás haciendo bien, para ver si lo haces como él y si consigues evitar el espionaje y que se lo coma directamente...siempre dirá "esta bueno pero si le hubieras echado/puesto/hecho estaría mejor". 

Un "italiano" puede convertirse en un macarra gritón en cero coma segundos. 

Un "italiano" sabe siempre que zapatos lleva y tiene más de un par de sandalias.  

Los "italianos" cantan. Canciones de amor. Y sufren o hacen que sufren. 

Un "italiano" nunca está relajado. Siempre está alerta. Para lo que sea, alerta para mirarse en un espejo, alerta para colocarse la bufanda que le abriga insuficientemente, alerta para decirte un piropo que no quieres y no te crees, alerta para saber si juega su equipo de fútbol, alerta para ver si tiene el pelo perfecto y la barba en su sitio...

A mi los "italianos" me tensan.  

Dedico este post al hombre  más guapo que he conocido en toda mi vida, el más elegante y el único que podía permitirse llevar coleta sin parecer Falete y el pelo suelo sin parecer Michael Bolton...un  italiano, de Turin para ser más exactos. 




miércoles, 29 de mayo de 2013

MOLIDOCUMENTALES: GRANDES MENTIRAS DE LA PUBLICIDAD DE COMPRESAS Y TAMPONES


Ya expliqué en su día con todo lujo de detalles lo chulísimo que es tener la regla y como las mujeres damos saltos de alegría y éxtasis emocional cada 28 días por el milagro de sentirnos mujeres mientras nos desangramos. También dije en su día que con el tiempo te vas acostumbrando y lo llevas lo mejor que puedes, pero hay  una cosa que no llevas bien nunca:  la publicidad de compresas y tampones.

Es acojonante. Cada campaña que sacan es más idiota que la anterior. Todos sabemos que la publicidad es mentira, es una burda patraña pensada para manipular a la población y hacer que compre cualquier cosa vendiéndole las supuestas bondades del producto. Correcto. Aceptamos pulpo como animal de compañía, pero joder, un poco de respeto. Somos público cautivo, no tenemos más cojones que comprar compresas y tampones, no podemos alegremente decir “este mes paso”. Hay que comprarlas y usarlas. ¿Qué tal si invertimos el dinero en hacer algo bueno y no en publicidad de mierda altamente ofensiva y cutre?

Para empezar algunas memeces de concepto. 

La regla es roja, en una amplitud  cromática de tonalidad que va  desde el rojo  muy pálido hasta el más oscuro rojo coágulo digno de una peli gore. Nunca es azul, JAMÁS. ¿A quién se le ocurrió que fuera azul? ¿Cuál es el propósito de ponerla azul? ¿A quién se engaña? Cualquiera que tenga la regla sabe que es roja, cualquier adulto sabe que es roja. ¿El propósito maquiavélico es engañar a las niñas que todavía no tienen la regla? Ya. Hay sesudos estudios diciendo que tras unos tests con gente, los participantes se mostraban más receptivos al color azul. ¿Y?

La regla NO es líquida. Tiene consistencia, unos días más y otros menos, pero no es un líquido ligero y amigable. Es un líquido espeso y que puede llegar a borbotear y por eso mismo esas imágenes con unas gotitas que caen a que unas “pearls” (¿Qué tipo de cursilería es “pearls?) que las absorben dichosas es MENTIRA. La regla cae sobre las dichosas “pearls” que hacen lo que buenamente pueden (sin asomo de emoción) hasta que saturan y aquello empieza a resbalar. Si, resbalar, resbalar por dónde no debe provocando el famoso efecto: ”¡Mierda! No puede ser, no puede ser, no puede ser! A ver cómo me levanto ahora de esta reunión y voy al baño”. Resbalan las compresas y resbalan los tampones, hay días en que la vida útil de un tampax es de 10 minutos y hay que llevar una sabia combinación de ambas cosas para evitar parecer una escena de Tiburón fuera del agua. 

Sigamos con los lemas idiotas. 

Las compresas y su lema “No se nota”.  ¿Cómo que no se nota? ¿Cuándo no se nota? ¿Drogada? ¿Borracha? ¿Dormida? ¿En coma?  Llevas algo entre las piernas pegado a la ropa interior SE NOTA SIEMPRE. Otra cosa es que te acostumbres o lo lleves con resignación porque no hay otra opción, pero notarse se nota SIEMPRE. ¡Ah ya!, que no lo notan los demás. ¿Y qué importa que lo noten los demás?  ¿Qué problema hay con ello? Ya se han dado cuenta de la mala leche que gasto, de mi llanto incontrolado y la tripa hinchada que tengo ¿de verdad se van a poner a mirarme el culo? Y si me lo miraran y “notaran” que llevo una compresa ¿Qué problema hay? 

En los anuncios de compresas y tampax por alguna extraña razón que se me escapa las mujeres siempre van vestidas de colores pastel, ponen caritas con la misma expresión de inteligencia que Candy Candy y hablan como si usaran el mismo cerebro por turnos. ¿De verdad es necesario? ¿Cuál es el mensaje? “Hola chicas, hace 10 años por lo menos que tenéis la regla pero hoy vamos a explicároslo como si fuerais idiotas para convenceros de que compréis un producto que ya lleváis comprando 10 años y que tendréis que seguir usando otros 30”.

Aunque a algún creativo o gurú del marketing de compresas le resulte inconcebible (como diría Vizzini), las mujeres no tenemos como prioridad vital vestirnos de blanco con minishorts ajustados que no nos lleguen a la entrepierna los días que tenemos la regla. Tampoco sentimos un impulso vital incontrolable por salir a bailar poniendo el culo en pompa y contoneándonos justo el día que te estás desangrando con un dolor bastante incapacitante. Además, siempre es mala idea mover mucho las piernas y sobre todo despegarlas mucho una de otra…

Y cuando ya creía que lo había visto, me encuentro esto.


Exacto. ¿Qué mierda es esta?

Todo es un despropósito. Para empezar por el principio “Tampax Pearl”, ya el nombre es de un cursilismo vomitivo. Segundo, Amaia Salamanca es guapa…pero en los años de su vida se pondría ese bañador. ¿Por qué? Pues porque aunque las revistas de moda se empeñen todos los años en decir “vuelve el traje de baño” “vuelve la elegancia del bañador” “envuelve y marca tus curvas”, el bañador es malísima opción si tienes la regla. ¿Por qué? Pues porque para cambiarte el “tampax pearl” tienes que quedarte en bolas, en el baño cutre de la piscina, con todo el suelo mojado y encima preocuparte de que el bañador que cuelga entre tus piernas no toque el  váter ni el suelo. 

Tíos en un anuncio de tampones. ¿Por qué? ¿Cuál es la idea genial? “Eh, ellas están hartas de ver mujeres en los anuncios de tampones, seamos originales…pongamos tíos”. ¿Para qué? Cualquiera sabe que los tíos han desarrollado  con los años y a base de sufrir mucho, una sabiduría suprema  que les hace pasar de puntillas sobre esos días y esos temas sino quieren llevarse un bufido. No pintan nada en un anuncio de tampax, pero si os empeñáis en ponerlos, ¿Qué tal alguno que no parezca lobotomizado?

Tíos que meten la mano en el bolso de una tía. ¿Qué estupidez es esta?

“Cariño, dónde están las llaves del coche?
En mi bolso. Cógelas.
Ni de coña…a saber qué llevas ahí. Te traigo el bolso y me las das tú.

Un tío jamás mete la mano en el bolso de una tía a no ser que sea un ladrón y si es un ladrón, un carterista o un espía…¿ de verdad que va a coger un tampax? Intento ver el posible mensaje oculto: un tío ve una chica guapa y mete la mano en el bolso y coge lo más valioso que encuentra ahí…¿UN TAMPAX?

Vale, creo que no sé ver mensajes ocultos, pero voy a seguir intentándolo.

En mi universo de realidad cualquier tío mete la mano en el bolso y coge un tampax pensando que es, yo qué sé,  un puro Habano y nada más sacarlo y verlo lo soltaría como si fuera kryptonita, pero en el universo “Pearl” no pasa eso. Allí, un tío con pinta de tener canas en los huevos, necesita una explicación pormenorizada sobre el proceso de colocación de un tampón con frases supuestamente ¿ingeniosas y con doble sentido?

Nunca antes un tampón había sido tan fácil de introducir”
“¿ves? Hasta aquí”

Y mi favorita…

“Y nunca antes había sido tan fácil de colocar en el lugar correcto”

¿El lugar correcto? ¿Es que hay otro lugar? ¿Hay gente que hace pruebas en otros “lugares”? Es más, hay mujeres que cuando están sangrando por el “lugar correcto”…¿se equivocan de lugar?

Suponiendo que el mensaje oculto e ingeniosamente elucubrado por los genios de la publicidad sea hacer un símil entre los tampones y el sexo, sólo se me ocurre una explicación: los creativos publicitarios son vírgenes.


Dado que yo sí se cual es el lugar correcto de colocación del tampax, me quedan solo dos dudas. Primero   ¿cuantas mujeres han corrido despavoridas a comprar tampax pearls para poder “mojarse” este verano?  y segundo, ardo de impaciencia por conocer qué nueva memez estarán pensando los creativos para el otoño.  

jueves, 7 de marzo de 2013

ENSAYO SOBRE LA DUCHA.

Esta mañana, mientras luchaba contra el superpoder que recientemente estoy perfeccionando y que consiste en que soy capaz de dormirme en la ducha de pie, he empezado a pensar un tema para escribir y ahí estaba resbalando y cayendo por mi pelo mientras me dormía: ¡¡la ducha!!

Un gran tema.

Hay miles de duchas, miles de formas y tamaños. En la parte más cutre de las duchas estaría esa que aparece en las pelis del oeste y en las del Vietnam en las que cae agua de una regadera en una especie de cubículo de madera por debajo del cual se ven unas piernas peludas si son tíos y unas piernas sexys si hay tías. Me fascina que en el oeste y en la guerra las tías tuvieran tiempo para depilarse. El único atractivo que tiene esta ducha es que te permite cultivar tu lado supuestamente sexy y exhibicionista y pensar que la gente que está esperando que acabes de ducharte te encuentra atractivo/a. Con ese pensamiento idiota lo mismo se te olvida que solo hay agua fría.

El siguiente paso es el microplato de ducha con cortina que da toda la vuelta o media y que misteriosamente siempre está colgada o demasiado alta y no llega al suelo o demasiado baja convirtiéndose en una especie de trapo de cocina empapado que se pega al cuerpo. Ducharse aquí es una tortura absoluta y uno solo lo hace por necesidad, porque está asqueroso, porque tiene mucha resaca, porque alguien le obliga o porque es la casa de su abuela en un pueblo. Normalmente en estas duchas estás abocado a que caiga un hilo de agua de una alcachofa pequeña y que el agua salga increíblemente fría o directamente hirviendo. Mientras mueves compulsivamente el grifo para intentar encontrar una temperatura compatible con la vida, te agachas al suelo a coger el gel intentando que ninguna parte de tu cuerpo asome fuera de la cortina y lo empapes todo o pisar el trapo mojado, resbalar y encontrarte espatarrado con la cortina en una mano y dando gracias por no haberte matado. Es una ducha muy desagradable, muy frustrante y encima cuando sales dices: ¿pero de dónde ha salido toda el agua que hay en el suelo si de la ducha no salía una mierda? Si tienes el pelo largo por supuesto sales con el pelo lleno de jabón y pegado.

Un poco más allá está la ducha en bañera con cortina. Esto es una leve mejora, pero la cortina sigue perturbando mucho. Una cortina de ducha se define básicamente por dos cosas. La primera es que al dueño de la casa le parece preciosa, discreta o tremendamente divertida y original y al invitado que la ve le parece la cosa más hortera del mundo. La segunda es que no sirve para nada, o no será impermeable, o tendrá agujeros, o será demasiado corta, o demasiado larga o demasiado algo que hará que siempre salga agua fuera. Oh, casi olvido las que no dejan pasar el agua porque sencillamente la absorben toda, para siempre y entonces desarrollan moho de un precioso color verde oscuro. Un asco.

Un paso un poquito más allá en la evolución de las duchas, tenemos la ducha en bañeras con media mampara de cristal que se abre como una puerta. Un invento del demonio que jamás entenderé como consiguió extenderse. Siempre son demasiado pequeñas. Tienen su utilidad si abres el grifo y no te metes debajo, el agua cae en una trayectoria recta y no se sale. La utilidad es que en vez de ver tu ducha puedes creer que es una pecera. Así es como astutamente te la enseñan en la tienda (acabo de caer en que ésta debió ser la estrategia para extenderse dominando el mundo), cuando llegas a casa y estrenas tu flamante ducha descubres que en el momento en que te metes debajo de la alcachofa, ¡oh sorpresa! el agua rebota en ti, la flamante mampara de cristal que creías que tenías se acaba de convertir en una puerta de metacrilato para entrar en la ducha pero nada más, no sirve para nada más. El agua salpica por arriba, salpica por el borde de la puerta y además descubres que el cabrón del instalador no ha dejado hecha bien las juntas y el agua también corre por el borde de la bañera.

En el último escalón está la ducha en condiciones. Un plato de ducha grande, al que se entre andando sin tener que trepar por escalones absurdos y con una mampara que lo rodee completamente y que permita despreocuparse completamente de salpicaduras y del agua. Una ducha en la que se pueda chapotear. Por supuesto este ideal de ducha debe tener una alcachofa grande pero no absurdamente grande y un mecanismo de grifería que permita graduar la temperatura del agua y el caudal. Si se quiere ser un poco pijo y tal, no me parece mal una ducha que te permita elegir entre la opción “lluvia” y la opción “chorro” pero nada más. Estoy completamente en contra de esas duchas de hotel en las que antes de poner un pie dentro hay que buscar el manual de instrucciones porque la grifería parece el panel de control de la Estrella de la Muerte. Eso sí, luego no hay ni un sitio donde dejar el gel ni el champú porque el programador de la computadora no pensó en que además de agua ibas a necesitar jabón.

Ya tenemos la parte técnica. ¿Qué hacemos en la ducha?

El baño es un coñazo, ya conté en la prehistoria de este blog que no sé bañarme y además no me gusta. Tampoco es erótico ni sexy y el polvo en bañera es prácticamente imposible de realizar además de muy muy complejo de consumar. Si se consigue es muy posible que alguien se haya destrozado los dos meniscos y el peligro de sufrir una fractura en la barbilla es increíblemente elevado. El baño es para meterse con un libro, creerse el protagonista de una peli y salir completamente congestionado y con ganas de una ducha. Un sinsentido.

La ducha es un tema de mayores y mola muchísimo más.

Para empezar sirve para despejarte, entras con ganas de morirte del sueño o de la resaca y sales renovado...y más o menos despierto. La resaca no la cura pero mientras estás debajo empapado tienes un leve momento de mejoría y fantaseas con la idea de quedarte a vivir allí.

En la ducha se pueden hacer muchas cosas aparte de eso. Hay tíos que se afeitan mientras se duchan, hay tías que se depilan y se dan un millón de tratamientos de belleza. En la ducha se puede bailar e incluso se puede hacer el gilipollas haciendo como que cantas con la ducha en la mano. Puedes conseguir crear vaho en la mampara y escribir con el dedo chorradas…En fin...la ducha puede ser una juerga.

Por supuesto, la ducha está a años luz de la bañera en el nivel de erotismo. En una buena ducha se pueden hacer maravillas sin que nadie se destroce las rodillas ni se parta la crisma. Una buena ducha con una buena compañía, aunque creas que no te apetezca, aunque hayas madrugado mucho y pienses que estés dormido... consigue que te apetezca.

 
Solo hace falta que al que programa la grifería se le haya ocurrido poner algún tipo de asidero en las paredes lisas y una superficie antideslizante en el suelo. Eso, un grifo friendly que haga caer el agua a la temperatura adecuada y con una frecuencia llamémosla “lluvia molona pero que permita respirar” y espacio suficiente y ¡alehop! Ahí está...mola tanto que hasta te despreocupas de las salpicaduras….

…esto….bueno, que a mí me mola la ducha.

martes, 5 de marzo de 2013

MOLIDOCUMENTALES: EL ANÓNIMO TOCACOJONES

¿Cómo es un anónimo tocacojones?
Por un lado tenemos el que se aburre en el curro o no tiene absolutamente nada que hacer en su puesto de trabajo y tiene la misma vida interior que un cuaderno en blanco y la misma creatividad que mi perchero.

Por otro lado, aunque este grupo es menos numeroso, está el anónimo tocacojones que brujulea por internet por la noche. No ve la tele, no lee, no tiene familia o si la tiene no le mola y sufre de insomnio.

En ambos casos, se aburren.

Miran el correo, nadie interesante les escribe. Se asoman a twitter y les parece que aquello no va con ellos, entran en los periódicos y se hostilizan con las noticias.

Ya están aburridos y hostilizados.

La hostilización es buena, solo hay que saber usarla. La hostilización mueve a la gente pero para que mole tiene que ser que a alguien le importe que estés hostilizado y sobre todo que sepas focalizarla y expresarla.

Un anónimo tocacojones no sabe hacer eso.

Ya les tenemos aburridos, hostilizados y nerviositos.

Un anónimo tocacojones quiere llamar la atención. El periódico le ha encabronado pero dejar un comentario ahí, no sirve para nada. Nadie le va a prestar atención y como mucho si es genialmente ingenioso en su comentario supuestamente ofensivo, conseguirá enzarzarse en una discusión con otros anónimos tocacojones que están igual de aburridos delante de sus pantallas. Eso no le mola. Además, es tan complicado ser genialmente ingenioso en un comentario y tan fácil ser absurdamente soez, inapropiado o directamente ridículo que no se atreve.

Entra en twitter...pero twitter está lleno de gente diciendo ingeniosidades y claro, tener un número de seguidores que tiende a 0 tampoco da el suficiente protagonismo.

¿Qué hacemos con esa hostilización y ese aburrimiento que ha ido en aumento al no encontrar una vía de escape molona?

Siempre quedarán los blogs.

Un anónimo tocacojones lee blogs en la sombra. Los lee con rabia, con envidia, con afán destructivo. Lee siempre los mismos, atentamente. Conoce al que lo escribe, a los comentaristas, es capaz de situar a cada comentarista y si tiene mucho muchísimo tiempo y bastante hostilización rastrea al bloguero en sus comentarios en otro blog, le sigue el rastro.

No le gusta el blog, de hecho lo odia. O mejor el blog le gusta y odia al bloguero. O mejor aún, le gusta el blog, el gusta el bloguero y se odia a sí mismo por ello.

Un anónimo tocacojones es un personaje muy completo y a la vez absurdo en su simplicidad primitiva.

Ya le tenemos con tiempo, hostilizado con el planeta, con ganas de llamar la atención y odiándose a si mismo porque le guste determinado blog. Ya lo tenemos todo para entrar en el blog, leer el post en diagonal o al contrario escanear el post hasta la última frase intentando encontrar un resquicio en el que colgar su hostilización. Lo encuentra y con una gran cara de satisfacción, se echa hacia atrás en la silla y dice: ¡¡Ajá!! ¡Lo tengo! Si pudiera haría brillar su ojo de cristal y se acariciaría la calva.

Le da a dejar comentario. Escribe un comentario supuestamente hiriente, supuestamente inteligente y que supone que va a dejar al bloguero sumido en el desaliento más absoluto y obnubilados al resto de los comentaristas a los que por supuesto el Anónimo Tocacojones desprecia desde lo más profundo de su ser básicamente porque parecen gente con vida, interesante, con gente que les quiere y sobre todo que no se avergüenzan de que les guste un blog.

Cierra y piensa. Yo soy distinto, soy diferente, le he dicho a este bloguero listillo lo que nadie le dice, porque solo tiene ñus y palmeros que le sacan en procesión y yo soy distinto.

Calmada su hostilización y con la adrenalina corriéndole por las venas apaga el ordenador. Fantasea con la cara de incredulidad con la que los otros comentaristas leerán su comentario y como se verán atravesados por un rayo de luz que aclarará su mente y dirán en masa “Anónimo,¡tienes razón! Ohhh, menos mal que has venido a iluminarnos, ábrete un blog. Queremos seguirte, ¡sé nuestro Mesías!” Envalentonado por ese pensamiento, va más allá y elucubra sobre como la vida del bloguero va a quedar destrozada por ese rasgo de genialidad que ha tenido...

Los lectores ven el comentario y directamente se descojonan, piensan que es un maleducado o que sencillamente tiene la misma comprensión lectora que un tapón de corcho. Le ignoran o lo que es peor son increíblemente ocurrentes en sus respuestas.

El bloguero recibe el comentario en el correo, lo abre, lee y piensa “vaya, otro pobre”.

Es durísimo ser anónimo tocacojones, y no, no está al alcance de cualquiera serlo.

Actualización: dejo enlazado mi anterior post sobre Anónimos genéricos..incluidos los entrañables porque veo que hay mucho despiste. 

viernes, 21 de diciembre de 2012

MOLIDOCUMENTALES: LA AMIGA ENAMORADA

Reconozcámoslo, las tías cuando estamos enamoradas somos un coñazo, un coñazo supremo. Los tíos, para esto tienen un poquito más de pudor y son más de sentir hacia dentro, subir los hombros, sonreír y poco más. Ellos más que enamorarse, son abducidos por el amor y pierden capacidad expresiva más allá del objeto amoroso. Reconozcamóslo, para esto..ellos tienen más sentido común. 

Las tías sin embargo, cuando llegamos al planeta del amor sufrimos un trastorno físico y mental por el que nos creemos en la necesidad de contárselo a todo el mundo. Enamoradas somos expansivas, queremos saltar, comprar flores y hacer mucho el ridículo. La parte buena es que es algo que se corrige con la edad, y según vas dejando atrás tu etapa de gacelismo empiezas a saber comportarte y a guardarte para ti lo fantabuloso que tiene tu relación amorosa.

La valoración de la “amiga enamorada” y el trato, va también cambiando con los años y con la experiencia propia.

En la etapa de gacelismo más primitivo, cuando no te has comido un rosco y crees firmemente que jamás en la vida ligarás con alguien, cuando la “amiga enamorada” aparece a contarte su romance, a ti sencillamente se te cae la mandíbula al suelo, suspiras de envidia y todos esos detalles innecesariamente inútiles, innecesariamente minuciosos e innecesariamente cursis que ella va desgranando, te hacen suspirar de amor y pensar que tu amiga enamorada es una supersuertuda. Te vas a casa recordando cada detalle que te ha contado y pensando que el tal Pepe es un absoluto galán y tú una pobrecilla que nunca ligará. Como eres joven todavía no te visualizas soltera con manta de cuadros y dándole a tu gato whiskas pero fantaseas con que un extraño por la calle o el amigo de tu hermano o el panadero se fije en ti (el patetismo de pensamiento es una fuerza poderosa de la que nunca se está a salvo). En esta etapa la amiga enamorada te da muchísima envidia y si la historia se prolonga mucho en el tiempo y adquiere cada vez más intensidad amorosa puedes incluso llegar a albergar deseos de que se le joda el planeta del amor.

¿Cómo es la amiga enamorada en esta etapa de gacelismo? A pesar de que probablemente sea la primera vez en su vida que se enamora habla como si fuera catedrática, más que hablar pontifica. Dice cosas como “vosotras no sabéis como es esto” y en vez de llevarse una patada en la boca por chula recibe admiración por parte de las gacelas vírgenes en el amor.

Es una plasta. No habla de otra cosa, solo habla de su novio, de lo maravilloso que es, de lo estupendo que es, de los regalos tan cursis que le hace, de las mil veces que le llama, de los mensajes que le envía, de lo enamoradísimos que están los dos, de que por supuesto no puede quedar porque ha quedado con él y no hay nada más importante que eso en el mundo. La amiga enamorada es una pardilla, enamorada y feliz...pero una pardilla que se va a meter la gran leche...pero eso ella no lo sabe y tú tampoco.

Con el tiempo y tras muchos devenires, resulta que tú te has enamorado, has ligado y has sido la amiga coñazo y por fin llegas a la etapa del amor verdadero. Ya no eres gacela (o por lo menos lo tienes controlado y solo sufres algunas recaídas leves) y tu amiga tampoco. Y un día llega casi casi levitando, sonríe viene tersa y otra vez tienes una amiga enamorada.

Como ya no somos gacelas y hemos aprendido algo de los tíos, con 35-40 palos, las tías intentamos contener nuestra expansión amorosa. Además, nos volvemos vergonzosas y humildes. Supuramos amor pero intentamos que no se note. No vamos por ahí diciendo “Fulanito es el hombre más maravilloso del mundo”, ni contamos las mil llamadas, y los detalles de la relación (que por supuesto siguen siendo nimios y pueden parecer cursis desde fuera) no se cuentan, se guardan como un tesoro porque con la edad hemos aprendido que un bonito gesto entre enamorados debe quedarse ahí porque si lo aireas lo revientas. Aún así, como estás supurando amor y emoción y con un poco de suerte estás teniendo noches de pasión que te están dejando tersísima, de vez en cuando no puedes más y te sueltas a contar algo, algo tan cursi y de tanto amor que cuando se lo cuentas a tus amigas les dices: tías, sé que estoy insoportable pero tenía que contaros esto pero por favor si veis que voy a más dadme una leche.

¿Qué sientes tú con respecto a tu amiga enamorada cuando eres leona?

Lo primero alegría. Te alegras infinito por ella porque ya sabes lo que mola estar enamorada, las mariposas, la emoción, el color rosa, que todo el mundo te parezca guapo por la calle y que hasta madrugar te de igual. Esa sensación es estupenda y te alegras por tu amiga.

Luego sientes un poco de miedo porque también sabes lo frágil que es esa sensación y lo fácil que es que se joda. Ya has estado ahí creyéndote la reina del mundo y pensando que lo tuyo era para siempre, definitivo y lo más de lo más…y te metiste una leche que te dejó para los pollos. Sabes lo que duele y no quieres que le pase a tu amiga porque no quieres que sufra.

Luego te pones en plan madre interrogatorio sutil: ¿Cómo es él? ¿Es majo? ¿De qué le conoces? ¿Arrastra traumas de relaciones anteriores? ¿Habla de sus ex en plan misterioso rollo “fue una relación complicada”? ¿Es picha fina? (vale...esto no es de madre pero es muy importante) Son preguntas soltadas en plan risas pero que en el fondo transmiten este mensaje: “Quiero saber quién es ese tío porque como te haga daño voy a partirle las piernas por gilipollas”.

Después, caes brevemente en un momento de gacelismo y piensas que sí, que ella está enamorada y es estupendo y maravilloso y fantabuloso...pero no es exactamente como lo que tienes tú, lo tuyo es mejor. Sonríes y piensas que es un pensamiento de gacela que tu amiga está ahora mismo teniendo exactamente igual que tú.

Para terminar le dices.

Me alegro infinito pero que sepas que como empieces a comportarte como Audrey Tautou, llevar chaquetitas de punto y decirme que no quedas conmigo porque has quedado con él para admirar amapolas, te doy una paliza hasta que recuperes el sentido

Y luego te preparas por si hay que recurrir a la terapia de la ruptura..

Ahora salid por ahí, enamoraos y venid a contármelo..pero sin detalles innecesarios. 

lunes, 26 de noviembre de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL TIO SOBRADO

En el primer episodio de los Molidocumentales, expliqué cómo las tías, jamás estamos a salvo de caer en un momento de gacelismo que nos haga sentir vulnerables, débiles y completamente imbéciles.

Una tía puede estar fenomenal con un tío, él mirarla fijamente por algo y sin quererlo ni beberlo ella se sumirá en un bucle de pensamientos del tipo: ¿Por qué me mira así? ¿Tendré un moco? ¿Me verá gorda? ¿Estará pensando en otra? ¿Estará pensando en cómo decirme que quiere dejarme?....y así hasta el infinito.

El tío sobrado está en el otro extremo del pensamiento vital.

Tu a un tío sobrado no le miras, no sabes si quiera que existe y él piensa: “está loca por mi

Tal cual.

El espécimen “Sobrado” solo se da en el mundo masculino. Entre las gacelas, no existe.

El tío sobrado vive en un mundo imaginario dónde él es un conquistador, es arrebatador, atractivo, sexy y todas las tías del mundo quieren liarse con él. Tal cual. Absolutamente todas, incluso las que no le conocen de nada.

Un tío sobrado tiene su encanto, no lo vamos a negar. Puede ser alto, guapo, inteligente, divertido o nada de eso, pero tendrá cierto atractivo. Y ahí está el quid de la cuestión, tiene cierto atractivo pero no lo tiene todo y ese cierto atractivo puede tener su público, pero no lo tiene todo. Es decir, el tío sobrado caza gacelas como chinches, con un aleteo de pestañas caen rendidas a sus pies, pero no caza leonas. El problema es que él cree que si.

Cuando eres una pobrecita gacela tímida, inexperta, apocada y con mucho miedo, flipas la primera vez que el Tío Sobrado se te acerca. Puedes no haberte fijado nunca en él, puede que nunca te hayas planteado que te guste, pero eso da igual, él lo sabe todo, sabe incluso cosas de ti misma que tú no sabías. Va sobrado.

Por lo que sea, al tío sobrado le has gustado como gacela y viene a conquistarte, dando por supuesto que tú ya babeabas por él desde tiempos inmemoriales. Por supuesto le da igual que haga 3 días que le conozcas o 3 minutos.

Él ya sabe que estás loca por él y como tú eres gacela y boba no lo dudas ni por un momento. Te hipnotiza con su verborrea y su seguridad y acabas en el catre con él sin casi darte cuenta. Al principio te hace gracia que vaya tan sobrado, pero al final te atrapa y ahí acabas. La noche puede ser fabulosa o un desastre pero eso también da igual, bueno a ti no te da igual, pero al sobrado sí, porque él sabe que ha sido la mejor noche de tu vida. Lo tiene tan claro que incluso te puede hacer dudar de tu capacidad para valorar un buen empotramiento. Un tío sobrado te obnubila y te encuentras interpretando un papel sin ni siquiera darte cuenta.

Por suerte, mientras el Sobrado se queda anclado en su papel de galán a medio camino entre Red Butler y Bertín Osborne, tú evolucionas a leona y lo dejas atrás, muy atrás, tan atrás que cuando de repente te vuelves a encontrar con uno de ellos, flipas.

Primero flipas y luego te descojonas. Muchísimo.

Conoces a un tío, donde sea, en el curro, amigo de tus amigos, un contacto de alguien, lo que sea. Un trato cordial, correcto, agradable. Una charla intrascendente y sin más complicaciones. Todo muy educado y muy correcto porque ya tenemos una edad y a otra cosa mariposa.

No le has prestado ni medionanosegundo de atención más que el estrictamente necesario para ser educada. Es posible que hasta te hayas olvidado de su nombre, su pinta o de qué le conoces, y de repente recibes un mensaje o te lo vuelves a encontrar en una fiesta, una reunión o por la calle y para tu sorpresa bate pestaña y te dice: “la otra vez te escapaste”.

¿Perdona? No das crédito. Es tan increíble que piensas “No puede ser. Lo he oído mal, estoy sobada o borracha o drogada con Dalsy o me confunde con otra, no puede ser que me haya puesto ojitos y haya dicho eso”.

Educadamente y con pose de leona le contestas algo frívolo para facilitarle una salida digna antes de precipitarse por la pendiente del más absoluto de los ridículos.

- Jajajaja, no me escapé a ninguna parte, estuve por ahí.

Al mismo tiempo, intentas recordar el encuentro a ver si es que hiciste algo muy de gacela y el tío se ha hecho la picha un lio.

- No te perdí de vista, pero tuviste miedo y te fuiste.

¿Perdona? ¿Qué? ¿Cómo es posible? No te acuerdas, no tienes ningún recuerdo imborrable de él, lo borraste de tu mente según os despedisteis. ¿Qué hiciste para que se haya montado esa peli? Por un momento piensas...”Mierda, tengo cara de niñata impresionable”

Te está entrando la risa, pero decides darle otra oportunidad de reconducir el tema. Eres una leona y molas mil (eso es obvio) y aunque en esa charla educada y absolutamente superficial no recuerdas haber derrochado tus encantos (porque te la pelaba completamente) a lo mejor el tío tiene interés en conocerte. No quieres ser cruel, así que le enseñas el camino, lo mismo podéis ser amigos y echaros unas risas luego.

- Pues mira, no sé, pero vamos la próxima vez, me dices algo y charlamos un rato.
- O salimos a cenar...aunque no creo que te atrevas.

¿Perdona? Se te salen los ojos de las órbitas. Buscas la cámara oculta y piensas que está borracho o drogado o te confunde con otra. O no le has oído bien y le vuelves a dar la oportunidad de hacer algo digno…

- Si vale, pues a cenar la próxima vez, lo que tu digas. Ya si eso me avisas y vemos si es posible.
- Eso dices ahora, pero luego no te atreverás, tienes pinta de buena chica…

Aquí ya directamente te descojonas. Casi le puedes ver a lo Danny Zucko sacándose el peine del bolsillo y diciendo “nena, estás loca por mi y sé que besas el suelo que piso”. De hecho, casi escuchas a los Burning

¿De dónde ha salido este pavo? No me conoce de nada, le he prestado la misma atención que a la impresora de mi curro (o puede que menos) ¿y se ha montado una peli en la que él es Rhett Butler...y yo Escarlata?

Entonces se te enciende una luz que alumbra tu pasado remoto como gacela y dices. ¡¡ No me lo puedo creer!! ¡Es un tío sobrado! Pensé que se habían extinguido, …y aquí tengo uno Suma Cum Laude, Doctor en la Especialidad.

Te ríes y con los Burning sonando de fondo, te entra como ternura…tan mono, tan previsible, tan perdido. Te dan ganas de arroparle y decirle “Si campeón, eres el favorito de mami”...pero te contienes y sutilmente le indicas el camino por donde se han marchado las gacelas.

En el fondo, casi le envidias esa autoestima, aunque sea imaginaria.

Voy a ver si la pongo en práctica, no es que Gerard Butler pase de mí, es que le doy miedo.

lunes, 19 de noviembre de 2012

LA TEORIA DEL LLORIQUEO


Lloriquear: Llorar sin fuerza y sin bastante causa.

Estoy muy a favor del lloriqueo. Muy a favor, siempre que se encuentra dentro de estos parámetros:

- No sea el de laz princezaz.
- No se abuse de él. La gente que se hace adicta al lloriqueo, se engancha a la autocompasión y el autoanálisis pormenorizado de sus mierdecitas, acaban convertidos en unos tristes, son insoportables y un coñazo.

El lloriqueo es una manera de relacionarse con el mundo tan práctica como la ironía, el sarcasmo, la inteligencia y la buena conversación, pero como todos esos recursos hay que utilizarlo con la gente adecuada y capacitada para saber qué hay que hacer cuando les lloriqueas.

¿Qué es lloriquear?

Nada de lágrimas. Lloriquear no implica nunca llanto, está más a medio camino entre la queja y el “hazme caso”.

Uno lloriquea por gilipolleces y sabe que son gilipolleces pero como las estás viendo desde dentro, el pensamiento objetivo y de persona mayor que intentas mantener: “a ver Moli, esto por lo que estás lloriqueando es una absurdez y no tiene el más mínimo sentido” no funciona. Y además, siempre es más cómodo lanzarse por la pendiente del lloriqueo que ser una tía madura y decir: venga coño…a pasar de todo.

El lloriqueo es un arma a utilizar solo por gente inteligente y siempre con cuidado. Cuando te pones a lloriquear, y aunque te dejes ir, hay que mantener siempre un control porque si desbarras mucho al final acabas en tu sofá, tapada con una manta y balanceándote hacia delante y hacia atrás y pensando majaderías como: mi vida es una mierda, yo no valgo nada y nadie me quiere y no se trata de eso. Que a lo mejor es verdad y eres un mierda, no vales nada y nadie te quiere, pero por eso no se lloriquea, se coge uno una depresión de mil pares de cojones y es otro tema mucho más serio.

El lloriqueo es siempre para enseñar a los otros, porque como he dicho antes, el lloriqueo quiere “llamar la atención”. Cuando tienes un problema de verdad o tristeza suprema puedes no querer contarla, puede darte vergüenza, el lloriqueo no. El lloriqueo tiene complejo de centro del universo. El lloriqueo es exhibicionista por naturaleza.

¿Qué buscas cuando lloriqueas?

Una buena leche y un tirón de pelos.

Cuando le comunicas tu lloriqueo al interlocutor adecuado, sabes que has elegido bien cuando te contesta algo como:

¿Pero tú eres gilipollas o qué te pasa? ¿Se puede saber que tonterías estás diciendo??

O

Vamos a ver absurda. No habías decidido después de mucho pensar que ibas a hacer tal...pues ahora apechuga con lo decidido y deja de pensar memeces.

O

Eres una llorica de mierda y no tienes razón y como sigas diciéndome esas memeces te juro que voy y te pego.

O

Haz el puto favor de irte a la nevera, coger unos hielos y tomarte una copa a ver si se te pasa la tontería.

O

Paso de ti.

Y eso es justo lo que tú necesitas. Que alguien que no está sumido en tu tontería de pensamiento, que alguien fuera de ti, te espabile y ahuyente de ti el lloriqueo absurdo que amenaza con joderte el día, la semana o las próximas horas sin que sepas muy bien como. Te contestarán algo de eso y mágicamente, como si hubieran dicho un conjuro, la capa de lloriqueo que te rodeaba y nublaba tu criterio, se resquebraja, se rompe y vuelves a verlo todo con la clarividencia que te caracteriza.

Lo peor que te puede pasar cuando lloriqueas es que encuentres a alguien que no sepa manejar el lloriqueo y cuando le hagas partícipe de tu bobada, decida sentirse empático y te diga algo como: Claro, pobrecita...tienes toda la razón...es para estar deprimida.

Con el lloriqueo no quieres un hombro para llorar, quieres una buena leche.

Pues eso, el lloriqueo es de inteligentes porque hay que saber usarlo.

lunes, 29 de octubre de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL TIO BLANDO.



Todos tenemos un amigo o conocido que encaja en esta definición. El adjetivo que le define es “ blando” o “ blandito” si es exagerado en su condición, lo cual es curioso porque no debería usarse el diminutivo para definir un exceso de blandura. Si dices que es “blandengue” es que hay dudas sobre su condición, pero por experiencia advierto que de blandengue casi nunca se evoluciona hacia muy viril y hay muchas más posibilidades de caer en “blandito”.

Cualquier mujer sabe distinguir un tio blando de uno que no lo es, pero como puede que alguien tenga dudas y puede que ese alguien piense ¿ Seré yo? ¿ Seré yo un tío blando? Voy a dar unas cuantas pistas.

Para empezar y porque es un error de concepto muy habitual, hay que explicar que un tio blando no tiene porque ser gay. Puede serlo o no, pero vamos que el mundo de los tios heterosexuales está lleno de “blanditos”.

¿Cómo distinguir a un “blando”?

Principalmente es una sensación. A la pregunta típica de ¿ Qué tal es Fulanito? La respuesta es algo como “ Pues no sé..es que es como blando” . Lo primero que te asalta es esa sensación de blandura.

Después de un estudio pormenorizado de fauna humana puedo dar unas cuentas pistas:

La gran mayoría suelen ser regordetes, pero no es tampoco una condición indispensable. Por supuesto la pérdida de esa redondez por una repentina adicción al deporte no anula la condición de blandura. Se es o no se es blando y es imposible perder esa condición. También se puede ser blando siendo flaco, siendo entonces flaco de esos de costillas hundidas y poca cadera…un poco rollo David Bowie, Mick Jagger o Mario Vaquerizo…ese tipo de complexión siempre es “blanda”.

Un tio blando brilla, pero no de sudor. Puede estar perfectamente parado, salir de la ducha o lo que sea y brilla, pero solo la cara. El cuerpo de un tio blanda no brilla..resbala que es distinto. Piensas en apoyarte en el pecho o la espalda de un tio blando y tienes la sensación de que resbalaras hasta caer al suelo. Da igual que sea flaco..caerás al suelo igual.

Un tio blando es blanco y no se pone moreno jamás. Podrá abandonar el blanco mármoreo a favor de un tono un pelín más rosáceo, podrá incluso adquirir un moreno obrerete pero el grueso de su cuerpo se mantendrá tirando a blanquecino.

Cuando un tio blando te da la mano te parece que se te va a romper y a la vez te da la sensación de que va a morderte con esa mano. Esa una sensación muy rara…

Los tios blandos son conscientes de su pelo. De tenerlo o de no tenerlo, pero son conscientes de ello las 24 horas del día y transmiten esa conciencia a todo el que les ve. Ves un tio blando y enseguida estás notando cómo va peinado, si lleva el pelo teñido, si se está quedando calvo..cualquier cosa. Conoces a un tio que no es blando y puede que ni te fijes.

Un tío blando siempre parece que ha elegido mal la ropa que lleva, siempre parece incómodo con ella. Puede ir elegante, informal, como sea..pero siempre siempre parece que la ha elegido mal, y no por una cuestión estética sino porque sencillamente parece no encajarle.

Un tio blando cruza las piernas de una manera muy característica..lástima que no sepa dibujar y que no haya videos al respecto en you tube. Solo puedo explicarlo diciendo que un tio blando cruza las piernas con cuidado..con mucho cuidado, como si fueran de porcelana y se le fueran a romper.

A lo mejor puede parecer que un tio blando es un espécimen a evitar y para nada. Uno puede ser blando y un gran conversador y muy divertido e increíblemente inteligente.

Cuando conoces a un tio blando, su blandura te salta a la vista como primera característica y durante los primeros momentos es posible que no puedas identificarlo por nada más ( bueno, sabrás como iba peinado..como ya he dicho antes). Después, Los tios blandos solo pueden evolucionar en dos direcciones completamente contrarias; hacia amigo entrañable para toda la vida o hacia espécimen asqueroso y altamente tóxico que hay que evitar como sea.

Un tio blando es un tio blando aquí y en la China capuchina y lo será para siempre. Es difícil imaginarlo en lides sexuales, pero tienen su público: que levántela mano la que no tiene una amiga casada con un blando.

Si después de estas sesudas explicaciones no os ha quedado claro si algún conocido vuestro es blando, os voy a dar la prueba definitiva. Hacedla con cuidado, porque jamás olvidarás el resultado. 

Visualizad al sujeto en cuestión.

Desnudadle.

Y ahora..imaginadlo con la cola  metida entre las piernas y hacia atrás haciendo como que no tiene cola  mirándose al espejo.

Si lo veis claro..es un blando.

Si os cuesta imaginarlo..no lo es. 

No falla jamás.

martes, 16 de octubre de 2012

MOLIDOCUMENTALES: LOS ÑUS.




Todos hemos querido pertenecer al grupo y  todos hemos pertenecido a un grupo. Todos hemos agonizado por estar en “ese grupo” aunque estuviera formado por una panda de memos. Todos hemos copiado gestos, vestimentas, gustos y hemos escuchado una música que nos horrorizaba con tal de mimetizarnos con los demás. Todos hemos intentado anular cualquier signo de individualidad o por lo menos guardarlo para nuestros momentos de intimidad. 

No pasa nada. Es normal. Tiene que ser así…el mundo es un sitio hostil y si vas en manada con otros parece que estás protegido y que todo será más fácil. En cierta manera es así, pero también en la manada hay leches a tutiplén, pisotones, cornadas y de todo…

Todos hemos sido adolescentes y protojóvenes, hemos tenido una personalidad endeble y hemos sido borregos.  

Pasar por la etapa borrego en la vida es tan normal como ser gacela Thompson, ser un moscón, un gallito de corral o prescindir de hacer la cama porque “total, para deshacerla luego, me da igual”. Es una etapa y se pasa…aunque no para todos. 

Los ñus son otra cosa. No es una etapa, es una elección y no le pasa a todos los tíos, pero hay unos cuantos que pasados los 32 o así deciden ser ñus.  Ellos no lo saben, es más, se consideran unicornios y si osas comentarles que más bien es un ñu,  te mirarán por encima de su hombro de ñu y te dirán que no tienes ni idea. Es más, si llevan tiempo en la manada de ñus es posible que ni consideren contestarte. Tú no eres “de los suyos”, “de los especiales”.

 Se consideran a sí mismos, unas cumbres de individualidad, de personalidad arrebatadora, unos entes únicos e inconfundibles. Tienen clase, tienen gancho, tienen éxito y están tan contentos…

..Son ñus. 

Los ñus maduritos no son tontos, ni incultos, ni unos iletrados. Para nada. Pueden ser una panda de gafapastas, una panda de frikis de la ciencia, una panda de compañeros de curro  o simplemente un grupo que se ha unido por cualquier tipo de gusto común, lo que por supuesto no tiene nada de malo. Lo que les convierte en ñus es que cuando encuentran ese grupo en el que están a gusto, de repente dejan de tener personalidad y criterio y de ver más allá de los lomos de los otros ñus y ya no los sacas de ahí. 

Van todos en manada. Entre los ñus no hay un jefe manada, esto no es un instituto americano de película. Los ñus comparten jefatura ( o tontería, como quiera llamarse).  Que uno tira por la derecha y decide que por ejemplo un blog mola y otro no…pues trocotrontrocotrontrocotron… todos a leer el que mola y a despreciar el que no mola…Que ahora uno de ellos decide que lo que hay que beber es zumo de papapaya con extracto de whisky de malta…pues trocotrontrocotrontrocontron..Todos en manada. Que uno ahora dice que las mejores cañas son en su pueblo de origen pues trocotrontrocotron...todos allí. Que otro dice que las camisas son de viejunos pues trocotrontrocotron todos a ponerse camisetas. Que ahora uno pone a caldo a un político pues trocotróntrocotrón….todos contra ese político. Por supuesto, si les preguntas no te dirán que lo hacen por seguir la manada, para nada...te dirán que es que es cierto que ese blog mola más y el otro una mierda, que el zumo de papaya es la releche, que el pueblo de origen de pepe es el mejo,  que él siempre ha odiado las camisas, que ese político siempre le pareció un patán y así con todo. 

Los ñus se ven poderosos y no es para menos. Hacen un ruido de mil pares de narices atravesando la pradera de un lado para otro y riéndose del resto de los que no son ñus. A veces, alguien ajeno se acerca porque quiere compartir con ellos algo, por la razón que sea quiere acercarse a charlar con alguno de los ñus y no sabe que se  expone a dos peligros graves.   Por un lado se arriesga  a que  los ñus le desprecien...bueno, más concretamente a que uno o dos de ellos le desprecien o le ignoren lo que automáticamente hará que el resto de la manada trocotrontrocotrontrocotron…haga lo mismo dejándole a un lado de la manada y cubierto de polvo. El otro peligro es que le acepten, que le caiga en gracia a alguno y entonces le empujen y acabe en el centro de la manada marchando otra vez trocotrontrocotrontrocotron...al ritmo de los demás. 

Ser ñu anula cualquier rastro de individualidad que no mole al resto de la manada. Al fin y al cabo no son borregos y aceptan algunas diferencias siempre que sean molonas y chupis…Un tío ñu por ejemplo siempre sale de cañas sin su mujer/novia...a no ser que ella haya sido considerada por los demás ñus como molona. Al ñu en cuestión puede apetecerle salir con ella…pero el instinto de manada es poderoso y al fin y al cabo a la churri tiene en casa donde si quiere puede seguir haciéndose pasar por unicornio. 

Los ñus no son peligrosos. Lo que dan es muchísima pereza. Los ves ahí, riéndose de sus mismas gracias, aplaudiéndose con las orejas unos a otros, criticando todos lo mismo, otra vez las mismas gracias en bucle, otra vez las mismas críticas compartidas…los ves y sabes que van a hacer. En cuanto uno haga un leve giro allí irán todos…Dan una pereza que te cagas. A lo mejor vislumbras uno que parece ser interesante, tener conversación o yo qué sé…pero sabes que no hay nada que hacer, mientras esté en la manada, es un ñu y no verá más allá de los lomos de los otros ñus. 

En el fondo son cómicos. Ahí está el resto de la sabana mirándolos ir y venir de un lado a otro, una panda de tíos hechos y derechos, correteando en manada como adolescentes carpeteros pero creyéndose los reyes de la sabana y cumbres de individualidad.  Unos ratos dan mucha risa, otros mucha pereza y otros estás deseando que lleguen al puto desfiladero y se esnafren todos...a ver si así se les quita la tontería.  

Las tías nunca son ñus...evolucionan más hacia gallinas, pero eso queda para otro molidocumental.