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jueves, 12 de julio de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL LIGUE MENTIROSO COMPULSIVO




Llega un día en que eres una leona experimentada y con un bagaje de relaciones a tus espaldas: unas lamentables, otras estupendas, otras para olvidar, otras para recordar…todo el catálogo de posibilidades.

Estás sola y tan a gusto. No es que no quieras tener un ligue, amante, amor de tu vida, pero has aprendido que sola se puede estar perfectamente y no pasa nada.

Y justo ahí, cuando estás tan a gusto contigo misma y tus circunstancias aparece el ligue mentiroso compulsivo (LMC) a joderte la vida.

El LMC tiene casi siempre más de 40 años y muchos de ellos tienen más de 50. Inexplicablemente han conseguido llegar a esa edad bajo un aspecto de tíos respetables, confiables y con criterio. Nada en su aspecto físico ni en su forma de comportarse deja ver que estás ante un mentiroso compulsivo. Según mis observaciones y por si os sirve de algo, si un tío lleva pantalones color quisquilla tiene muchísimas posibilidades de ser un LMC.

Antes de continuar hay que explicar que el LMC no es un gran mentiroso. Suele ser torpe, atolondrado, olvida las excusas dadas, se contradice y balbucea, pero a cambio tiene una fe inquebrantable en sus propias trolas incluso en las que resultan contradictorias entre sí.

Otra característica del LMC es que está dotado para la actuación: es capaz de de afligirse hasta el patetismo cuando le dices que está mintiendo. Si a esto le sumamos que no tiene ningún sentido del ridículo, es muy posible que la leona se encuentre poniéndose muy seria con un tío de 50 palos con un pantalón de color quisquilla que llora desconsoladamente de rodillas, mientras le manda wasap de amor a la vez que le propone matrimonio en las Seychelles….

¿Cómo se llega a eso?

Así.

El LMC llega a la vida de la leona. Gracias a mis observaciones he comprado que suele llegar del entorno laboral o de un entorno raro. Quiero decir, el LMC nunca a va a ser a alguien del círculo de amigos más cercano, ni un amigo de un hermano, ni un amigo de una amiga…más que nada porque entonces alguien pondría sobre aviso: cuidado con mengano que es un mentiroso o contarían su vida y no habría espacio para elucubraciones fantasiosas.

El caso es que llega y es encantador, porque ser un mentiroso compulsivo no está reñido con ser divertido, inteligente e ingenioso. Además, le gusta la leona y está dispuesto a conquistarla, así que se lo curra. Poco a poco y sin prisa.

La leona tampoco tiene prisa porque está tan a gusto sola, y además ya es leona experimentada y no quiere caer en gilipolleces: liarse con uno del curro es un lio, liarse con uno de clase de taichí con el que no tienes nada en común parece arriesgado…liarse con un ex compañero de instituto que acaba de volver a la ciudad es un poco regresión al pasado. Todo eso lo sabe, pero coño, su ego es débil y está encantado con las atenciones que recibe por parte de LMC.

Al final cae. Con toda la prevención y todo el rollo de “solo somos amigos”, .al final cae, y se lía con él.

Comienza entonces la actuación estelar de LMC. Empieza a dar explicaciones raras y complejas totalmente innecesarias. Dice cosas completamente contradictorias que sumen a la leona en un mar de dudas, Si no sabéis de qué hablo y creéis que miento...transcribo una conversación típica. (Si esto fuera tele pondría “recreación basada en hechos reales”)

Cama. Después de…todo es relax y amor en el aire.

- Cariño...no me quiero enamorar de ti porque nos haríamos mucho daño.
Ella piensa... ¿a qué coño viene esto del amor? Nos hemos acostado y tenemos una edad., esto no es la cenicienta. Como pasa de meterse en una conversación de ese tipo, finge un ronroneo de qué sueño tengo.
- Mmmmmm
- Eres especial, muy especial, nunca he conocido a nadie como tú y el hombre que se case contigo tendrá mucha suerte…

Salta la primera señal de alarma:  Pero, pero, pero... ¿a qué coño viene esto? ¿Este tío es idiota?? ¿Estamos en la cama y nombra a otro? Si lo que está esperando es que le diga que después de él no va a haber otro...lo lleva cristalino. Como el ronroneo no ha funcionado, la leona tiene que optar por roncar o volver a la batalla sexual para mantenerlo callado.

La leona mosqueada por este tipo de conversaciones…y los pantalones color quisquilla, empieza a hacer sus deberes. “Este tío es raro, así que paso de engancharme. Muchas risas, algún beso, jijiji, jajaja…y a otra cosa”. Se repite como un mantra: paso de engancharme, paso de engancharme, paso de engancharme.

LMC, continúa con su campaña de acoso y derribo. Las maniobras encantadoras se suceden a las frases raras, las promesas de amor eterno van seguidas de absurdas explicaciones sobre el dolor en el amor. Los 250 mensajes diarios, se suceden a desapariciones totales propias del hombre invisible.

Ejemplo típico:

Cariño...me gustas muchísimo, estoy loco por ti, pero esto va a ser un lio y nos vamos a hacer daño...asi que es mejor que lo dejemos. ¿Me acompañas a ver un piso a ver si nos gusta y nos vamos a vivir juntos?

La leona empieza a estar desquiciada. El tobogán del amor mola, el tobogán emocional está muy bien, pero que te hagan crecer un nido de mariposas en el estómago para al momento siguiente echarte una tufarada de spray anti bichos, hace peligrar la salud mental de cualquiera.

Y justo en ese momento, a la leona le entra el “instinto femenino”, se le enciende una luz y dice: este tío me la está metiendo doblada, he hecho la gacela herida.

Y le pilla.

Oye...LMC…
Dime amor de mi vida...
Ya bueno, es que he estado pensando en eso y he decidido que mejor lo dejamos, porque esto va a ser un lio, total solo es un enganche y así, no nos hacemos daño y todos tan contentos.
No me digas eso…nunca he conocido a nadie como tú, que me hiciera vibrar así… todas las demás me han hecho mucho daño…y
Ya…pero mira que cosas pasan. Tengo aquí tu libro de familia, la foto de tu novia, sé los nombres de tus siete hijos y tengo copia del piso en Marina D´or que tenéis en régimen de multipropiedad con tus cuñados.
Eso es mentira...no sé quién te ha contado eso...pero es todo mentira. Puedo explicártelo… ¿nos alquilamos un piso?
Eres un completo majadero.
Estás loca por mí…
Y un gilipollas….

LMC no se da por vencido, es otra de sus características. Un buen LMC es inasequible al desaliento, aunque tiene su lógica. Un tío que es capaz de llevar unos pantalones de color quisquilla es de otra pasta. Acecha en cualquier esquina, está detrás de cualquier wasap, avasalla con mails de amor, manda flores, escribe cartas. Si además es del curro, la leona no puede esquivarlo completamente. .

Y por fin...llega la traca final. Dejas a un LMC sin control y cava su propia tumba, chapotea en su propio barro.  Puede suceder asi: la leona está en un baño, oye entrar a alguien. Es LMC y le oye al teléfono: cariño…no digas bobadas, yo no tengo nada con esa chica, te juro que eres el amor de mi vida...te lo juro.

 
La leona sale del baño con una sonrisa en la cara...."Hola..."

LMC dice: déjame que te explique...no es lo que tú te crees. Vayamos a conocer a tus padres....

Porque lo bueno de liarse con un LMC es que él solo hace tantas gilipolleces que la leona se desengancha sin dolor, pasada la sorpresa inicial, respira hondo y dice: de la que me he librado.

Acto seguido, coge el móvil y llama a su amiga: la próxima vez que te diga que me mola un tío, pregúntame de qué color lleva los pantalones.

miércoles, 30 de mayo de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL INUTIL INTEGRAL

Una de las peores cosas que te puede pasar en la vida es dar con un inútil integral. Uno de los buenos, de los top de la gama.

Parecer inútil de vez en cuando tiene sus ventajas: cariño no puedo cerrar las maletas, cariño no sé cambiar un enchufe, cariño no sé plancharme una camisa, cariño no entiendo esto de los papeles de la renta, cariño es que yo no sé cocinar y solo se hacer salchichas con ketchupo, ¿ me ayudas a instalar el tdt?, mamá me haces un tuper de croquetas, cosas así. Todos los seres inteligentes del planeta recurrimos a la inutilidad fingida cuando somos demasiado vagos para aprender a realizar una tarea o cuando sencillamente creemos que así conseguiremos librarnos de eso tan coñazo. Es un recurso de supervivencia y mola.

En el molidocumental de hoy, no hablo de eso. Me refiero al INUTIL INTEGRAL . Ese que consigue que cuando dices su nombre, la gente no sepa quien es…pero en cuanto dices..” Sí, hombre sí,.el inútil”…todo el mundo lo identifique.

Un inútil es un cero a la izquierda. Al contrario de la inutilidad fingida que suele estar acotada en el tiempo y en el espacio, la inutilidad integral es global, continuada en el tiempo y en el espacio e inasequible al desaliento.

El inútil integral no sabe hacer nada y es consciente de ello pero como suele ser también un idiota extremo, considera que es un as del disimulo y nadie se entera. Graficamente sería cómo cuando en los dibujos animados un oso polar cree que está escondido detrás de una margarita: es un inútil para el camuflaje y además es imbécil porque de verdad cree que no se le ve. Pensad en un inútil que conozcáis y comprobad esta teoría…no falla.

Un inútil integral se dedica a cualquier nimiedad absurda que a nadie le interesa mientras su verdadera tarea queda sin hacer o aún peor queda destrozada por su incompetencia. La nimiedad absurda suele ser de carácter estético y roza el cursilismo en sus más variadas formas. Si recibís una presentación de curro en powerpoint con fondos horteras y que dan grima…y nada de contenido..ya lo tenéis…un inútil cultivando su faceta cursi.

Un inútil integral no valora su tiempo, (obviamente no sabe que hacer con él) ni el tuyo. Es capaz de hacerte perder horas con cualquier idiotez que no sirve para nada.

Un inútil es siempre “ muy detallista”. Es mentira. Es una excusa para justificar la tardanza en hacer algo que no tiene ni puta idea de hacer. Por lo mismo, un inútil siempre está “muy ocupado”.

Un inútil integral es siempre un inculto cultivado. Esta carácteristica unida a su cursilismo intrínseco, le hace manejar el vocabulario sin ningún criterio. El eufemismo es su hábitat natural: dirá siempre incierto en vez de mentira, dira meeting en vez de reunión, dirá flujos de trabajo sin saber que significa, dirá vorágine cuando quiere decir voraz…y así con todo. En un espectador competente y medianamente culto la charla con un inútil es un completo sobresalto..no puedes creer que realmente esté diciendo lo que está diciendo.

Un inútil siempre es feo y desagradable a la vista. Viene en su esencia. Si fuera guapo y atractivo tendría alguna utilidad, podría ser un descanso para la vista, un motivo de elucubraciones libidinosas, podría ser el objeto de sueños románticos…NO. Un inútil siempre es horroroso y la sola mención a cualquier tipo de cercanía física provoca un: joder, joder, joder…ni lo menciones.

Un inutil anda balanceándose...con un conteneo que supongo considera sexy..lo dicho, es un inutil hasta en la percepción de su propio aspecto.

Un inútil integral exaspera. No se puede discutir con él, nunca se ofusca pero no porque sea un ejemplo de templanza, sino porque ni siquiera sabe que estás discutiendo con él. Cuando tus argumentos le desbordan ( SIEMPRE) opta por dejarlos resbalar por su cuerpo y contestar algo tan absoltutamente idiota que sencillamente no puedes creer que sea tan inútil. Los mejores ejemplares, los top de la gama..cuando te contestan te dan argumentos para terminar de machacarles. Te quedas patidifuso, son tan inútiles que son capaces de matarse solos con un corcho. Es un superpoder acojonante, lástima que no lo pongan en práctica cada día.

El inútil es muy correoso, se pega, se queda enganchado y se enrosca. Al mismo tiempo suele ser muy leal, sin criterio ni opinión pero muy leal..iba a decir rollo perro faldero, pero no quiero ofender a los canes. El hecho es que cuando alguien bueno por naturaleza ( no es mi caso) se encuentra atrapado entre la corrosidad de un inútil integral y su babeante servilisimo solo tiene una manera de librarse de él: casarse con él o darle un puesto de responsabilidad. Esta es la razón por la que hay inútiles con familia e inútiles en puestos de responsabilidad.

Si juntáramos a todos los inutiles en un solo corral creo que se produciría un desequilibrio en la fuerza. El mundo funcionaría, no habría lastres y la gente normal que solo finge inutilidad ocasional viviría en paz y tranquilidad. Los inutiles caminarían en círculos diciendo cosas como: qué fabuloso este círculo de desplazamiento que llevamos realizando desde tiempo inmemorial..., se sonreírian unos a otros y como carecen de atractivo y además sexualmente son complemtamente incompetentes...se acabarían extinguiendo....

De todos modos, esa solución es a largo plazo. Propongo que aprendamos de los dibujos animados....dinamitemos la margarita y que nuestro inutil muera despazado con dinamita ACME.

¿ No sería precioso?

jueves, 19 de abril de 2012

MOLIDOCUMENTALES: LA PÁNFILA

En la anterior entrega de esta serie hablamos del Amigo Soltero, circunscribiéndolo a él. El capítulo de hoy está dedicado a ella, La Pánfila. No hay tíos pánfilos, hay tíos sosos, tíos blandengues, tíos sin sangre en las venas...pero no son pánfilos...aunque pensándolo bien todos los tios tienen una étapa pánfila hacia los 16 que gracias a Dios superan para pasar a otra cosa que será buena, malo o regulera...pero nunca será panfilismo.

¿Cómo es una pánfila?

Una pánfila no es una tímida, es una petarda. Los menos observadores y más comprensivos pueden llegar a decir…”déjala...es que es tímida”. No, alguien tímido no saca de quicio. Una pánfila te saca de quicio y provoca que tus nervios se pongan de punta...tan de punta que crees que se te van a salir de la piel...si es una de las buenas hasta te chirrían los dientes.

Una pánfila tampoco es una lánguida. Las lánguidas son un coñazo, parece siempre que se están resbalando y hablan como si se les hubiera dormido la lengua y tuvieran anestesiadas las encias, arrastrando las palabras y siempre en tono bajito.

Una pánfila tiene una voz aflautada con un timbre que va más allá del adjetivo desagradable y un tono siempre muy por encima de lo tolerable por el oído humano. Es un tono que da grima...a mi me provoca lo mismo que rascar con la uña en una pizarra o morder una toalla. Una grima que te cagas. La pánfila además no es consciente de cómo su voz taladra y perturba a los que la rodean y cuando de vez en cuando se crispa por algo, siempre alguna absurdez y majadería, grita. El grito de una pánfila te retrotrae inmediatamente al salvaje oeste, ves una casa de madera, una tía con un vestido de flores pequeñitas, cuello cerrado, delantalito y una campana gritando: a comerrrrrr. Te dan ganas de sacar un rifle y matarla.

Una pánfila anda con pasitos cortos, como si llevara los cordones de los zapatos atados entre sí. Tiki, tiki, tiki, tiki…Donde tú das 4 zancadas, ella da 23 pasitos y tiki, tiki, tiki…la oyes venir por el pasillo y ya estás tenso…abrirá la puerta y dirá: Buenossss díassssss.

Una pánfila siempre es de piel clara, pero clara tirando a traslucida. Un color de piel que se lo ves en la cara y al cometer el error de imaginar la piel del resto del cuerpo acabas con cualquier atisbo de lujuria que vayas a poder tener en los próximos 3 días.

Una pánfila siempre tendrá algo de ropa de color rosa bebe. A ser posible una chaquetita de punto o una blusita con cuellito y manga corta. Una oda al cursilísimo. La pánfila puede ser cursi o no…pero su cursilísimo, en caso de tenerlo siempre tendrá un puntito de horterez.

Una pánfila es indetectable para la mayoría de los radares masculinos. Los tios consiguen no verlas y por eso el nivel de tolerancia hacia el  panfilismo es mucho mayor entre el universo masculino que entre las tias. Las mujeres detectamos una pánfila y se nos pone el pelo de punta.

Una pánfila puede tener pareja por supuesto. Es un hecho este inexplicable. Las mujeres podemos entender el atractivo que una lagarta, una leona, una borde, una tímida,  una antipática puede tener para el mundo masculino. El atractivo de una pánfila es algo completamente incomprensible. Ni siquiera recurriendo al viejo truco de imaginarla en la cama se explica. Una pánfila en la cama debe ser lo más parecido a chuscarte una almohada.

Una pánfila siempre se sienta en el borde de la silla…si es bajita le colgarán las piernecitas y si es alta...tendrá las manos sobre las rodillas con pinta de no saber qué hacer con ellas. Una pánfila mira fijamente con los ojos muy abiertos, no es capaz de procesar lo que ve correctamente pero mira muy fijamente. Mira como una foca monje.

A una pánfila siempre parece que le pasa algo en el pelo…como si no fuera suyo o no supiera qué hacer con él. Es un efecto difícil de describir pero fácil de captar.

Una pánfila recurre mucho al efecto eco incrédulo. Le comentas algo y automáticamente lo repite como un loro con su voz de pito provocando una reacción brutal en el interlocutor que tiene que seguir la conversación sufriendo ese efecto retardo y conteniendo las ganas de agarrarla de la garganta y golpear su cabeza contra la mesa. La pánfila provoca un nivel de agresividad raramente conseguido por otros especímenes.

Suele ser más simple que un cubo. Todo ha que explicarlo como si estuvieras en Barrio Sésamo. La parte buena es que si a base de repetir y repetir, consigue aprenderlo...no lo olvidará nunca y lo irá repitiendo eternamente.

Por supuesto carece por completo de criterio y espíritu crítico. Esto puede ser bueno si consigues soportarla lo suficiente como para hacerle aprender algo. La parte mala es que si viene con algo aprendido de serie no la apearás de ese burro ni a leches. “Noooo...eso no es así, la tierra no gira alrededor del Sol”.

Una pánfila es mojigata. Otra vez la ves con vestido de flores en la cabaña del oeste…y sabes que antes de decir polla, puta, follar o tirarse un pedo se caerá muerta sobre su mecedora de madera. Cuando oiga esas palabras a su alrededor, el estupor cubrirá su carita de piel blanca y pondrá los ojos en blanco…” Ay qué horror...qué cosas dices”. Una pánfila dice “ Joooo”.. arrastrando mucho la o y poniendo boquita de piñón.

Una pánfila no aporta nunca nada. Sólo crea crispación y tensión ambiental. A una pánfila nunca se la echa de menos…cuando la escuchas marcharse...tiki, tiki, tiki...notas como todo tu cuerpo se relaja y la tensión abandona tus mandíbulas.

Lo peor de una pánfila, lo que más consigue sacar de quicio..es que es inmune a la ironía o el sarcasmo. Le dirás algo tremendamente brillante e irónico y con el culito apoyado en el filo de la silla, la mirada de foca monje y la voz de flautín de afilador te dirá algo como: es que no te he entendidoooooooo.

En ese momento, dejarás volar tu imaginación y pensarás en lo que molaría verla tropezando con sus propios pies bajando por las escaleras y cayendo rodando con su pelo perturbador y su rebequita rosa….mientras desde arriba y con tu mejor sonrisa de psicópata le dices: ¿ te has hecho dañoooooooo?

Huid de ellas o compraos unos tapones. 

miércoles, 11 de abril de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL AMIGO SOLTERO

En los Molidocumentales de hoy traemos a examen un espécimen único: el amigo soltero. Él. Hombre.

Sí, también hay amigas solteras, pero ellas presentan una tipología muy diversa y difícil de encuadrar en un molidocumental. Ellos sin embargo forman un grupo claro y cristalino. Todos conocemos a alguno.

Para llegar a ser el amigo soltero hay que estar rondando los 35 o superarlos claramente. Antes de eso eres un joven alocado, con novias o sin novias, con ligues o sin ligues, un viva la virgen o un ermitaño, pero nadie te considera el amigo soltero. Nadie se para y dice: eh...fulanito está soltero ¿Cómo es posible?

¿Cómo es posible? Esa es la pregunta que te convierte en el amigo soltero. Cuando alguien se para y piensa eso sobre ti…amigo, ya estás en el saco y no hay escapatoria.

Después viene la respuesta a esa pregunta. Tus amigos solteros no son Gollum, ni oligolérdicos, ni completos merluzos…porque entonces obviamente no serían amigos tuyos y menos con 35. Los miras y dices: son más o menos guapetones, todos tienen su atractivo, son interesantes, bastante inteligentes, con conversación, sentido del humor y la mayoría de las veces tienen un curro que les da unas perrillas.

Tras la primera valoración, los miras y piensas… ¿Y si no les gustan las tías? Pero no, los repasas a todos y ves que unos han tenido novias más o menos de larga duración, otros han tenido sus ligues y otros han sido unos picaflor. Realmente el macho picaflor suele aparecer poco como tipología previa de amigo soltero. Los amigos solteros suelen ser serios y aunque les gusten las tías, no son mucho de ir fanfarroneando y en el fondo los que les pasa es que aunque no quieran se enamoran. Suelen ser discretos, casi todos.

Cuando ha tenido novia, el amigo soltero suele mantener con ella o ellas una relación de amistad dependencia que por momentos para el espectador ajeno puede resultar confusa. “Tú dime lo que quieras pero sigues colgado de Fulanita” ó “La verdad es que os pasáis el día juntos no sé porque no volvéis y ya está”.

Lo voy a explicar. Cuando has estado con un futuro amigo soltero, no quieres volver con él. Le tienes cariño, es un tío majo, le ves sus cualidades y le aprecias mucho...como amigo. No quieres volver con él, porque sabes lo que hay…y sabes lo que te va a dar. No hay nada más allá…y no es que eso sea malo, pero no es suficiente. Un amigo soltero de ex novio es una extraña mezcla de más mejor amigo y egomaker. Y no, no todo el mundo puede tener uno.

Los amigos solteros son maniáticos. Todos somos maniáticos, (menos yo), pero el problema es que los amigos solteros ya les han cogido mucho cariño a sus “costumbres” y no piensan soltarlas. Les parece que si renuncian a ellas se estarán vendiendo, y les ha costado mucho llegar a dónde están y ser quien son para renunciar por ejemplo a lavarse los dientes en albornoz mientras ven un cuarto de un partido de baloncesto. Esta “costumbre”, tú como amiga la toleras e incluso te hace gracia...como novia es insoportable.

Con todo esto se podría suponer que el amigo soltero es un hombre solitario, desterrado al territorio amigo…y sin vida sexual. Muy incorrecto. No es para nada así. El amigo soltero no es gilipollas…y además tiene ya una edad para saber cuáles son sus armas de seducción y lo que es más importante…dónde está su territorio natural de caza: las nuevas hornadas de gacelas.

El amigo soltero es prácticamente invisible para las leonas. Le toleran como uno más del grupo, es mono y encantador pero saben lo que hay, no se dejan engañar. Básicamente, las leonas se sientan a disfrutar del espectáculo de caza entre las gacelas y el amigo soltero.

¿Cómo es esa caza?

El amigo soltero, como ya he dicho, es astuto. Así que tras años de corretear por la pradera buscando presa, ha aprendido que es mucho más efectivo sentarse bajo el baobab y hacerse el interesante. Fingirse despreocupado y desinteresarse de las gacelas que pasan a su alrededor.

No falla. Siempre hay alguna gacela, joven, mona y normalmente pelín perrofláutica que lo ve ahí sentado solitario y piensa la siguiente: “Oh...un león solitario...pobre, allí tan solo. Seguro que es un león maravilloso, tímido y profundo y resulta que nadie lo ha visto hasta ahora. Sólo yo que soy una gacela sensible me he dado cuenta de su potencial. Seguro que no es como todos, es especial y querrá ir conmigo a cuidar tortugas o ver ballet bielorruso y seguro que está a favor de la cocina tradicional” Y allí que va…directa a las garras del amigo soltero.

El amigo soltero por supuesto se deja querer. Cuando era un joven león, mentía y prometía a las gacelas todo tipo de parabienes futuros. Ahora ya no miente, confiesa a la joven gacela que él es así, que se lava los dientes viendo el baloncesto, que adora su albornoz de bolas, que nunca jamás va a hacer nada romántico por ella y que por supuesto le flipa la comida basura. La gacela imbuida de amor descubridor del diamante en bruto piensa una absurdez como “ a mí me da igual...lo que tú quieras, eres tan especial”….y ahí se queda, a la sombra del baobab hasta que crece y se da cuenta de que allí no hay nada más que rascar y entonces se irá y formará parte de la cohorte de leonas que miran desde la lontananza.

El amigo soltero…se quedará tan feliz...esperando una nueva hornada. Lo que viene siendo, el ciclo de la vida.

Sólo hay una cosa que puede hacer peligrar la raza de los amigos solteros…las lagartas…Mantened a vuestros amigos solteros a salvo de ellas.

martes, 21 de febrero de 2012

MOLIDOCUMENTALES: LA AMIGA PIBÓN

Todas las mujeres del planeta tienen o han tenido una amiga guapa, guapa pibón, de las que hacen que todos los tíos se giren. Puede que sean amigas de toda la vida o puede que se hayan hecho amigas por “interés”. Interés de las dos aunque con distinto motivo.

Las guapas y las feas pasan todas por una etapa muy absurda en su vida que se llama adolescencia. Pueden estar buenísimas, tener un pelazo, ser flaquérrimas y ser el colmo del estilismo pero seguirán siendo un saquito de inseguridades. Si no están buenísimas, su pelo es tirando a indomable, no caben en una 36 y los designios de la moda le resultan inescrutables, el saco de inseguridades pesa unas dos o tres toneladas más.

Todos sabemos que lo importante es el interior, lo que piensas, lo que tienes en la cabeza...blablablablablabla. Si, si...como mola hablar desde los 40…pero todas hemos tenido 17, 20 y 23, edades absurdas dónde tu seguridad vital pasa por la aprobación exterior o si no por la aprobación por lo menos por el “reconocimiento” exterior. Cuando digo reconocimiento me refiero a su acepción más básica: que te reconozcan como chica...

La cuestión es que la guapa necesita una fea o como dirían los políticamente correctos una “menos agraciada” que la mire extasiada por su belleza y sirva de contrapunto. Siempre pareces más guapa al lado de una fea que además tiende a idolatrarte porque la dejas estar en tu círculo de amigas y eso le permite acceder al grupo de chicos que se fijan en ti. Es una gacela Thompson y a ti te hace parecer más leona.

La fea necesita a la guapa para poder salir de su concha y aunque sea desde fuera atisbar ese mundo de éxito sentimental.

La unión de feas y guapas también es oportuna para los tíos.

Los tíos en su adolescencia ya tienen la sabiduría suprema y valoran la belleza por encima de todas las cosas, porque no pretenden casarse ni encontrar una compañera para toda la vida ni nada por el estilo. Tienen las ideas claras: lo importante es lo buena que esté. Pero claro, aunque todos aspiran a cazar a la leona buenorra, todos son conscientes de que primero no hay leonas para todos y segundo hay muchos que no cazarían a la leona ni aunque estuviera metida en una jaula.

Entre los tíos hay dos tipos de agrupaciones para la caza. En unas hay un líder guaperas y una panda de amiguetes más o menos agraciados y otras son directamente la alianza de feos o digámoslo correctamente, menos atractivos.

Para ambas agrupaciones, la manada de gacelas Thompson que acompaña a la guapa es una bendición. De todos modos, me estoy yendo del tema. Hoy era, la amiga pibón.

La amiga pibón puede ser un ser adorable o puede ser una cabrona. Las hay de los dos tipos, Dependiendo de cómo se comporten con la fea, serán una cosa u otra. Eso sí, la que es cabrona con la fea con 18 años normalmente evoluciona en guapa gilipollas con 40 con mucho afán de protagonismo.

¿Cómo se diferencia una amiga pibón adorable, de una amiga pibón cabrona?

Muy fácil.

Si cuando quedas con ella, te escanea y le lees en la cara algo como “qué pintas llevas”…es una cabrona.

Si durante la noche está más atenta a cualquier cosa que se menee a su alrededor que a lo que tú le estás contando...es una cabrona.

Si cuando le entra algún gañán te da la espalda y ni siquiera te presenta…es una cabrona.

Si acabas saliendo del bar sola para pillarte un taxi sin que ella se haya percatado de que te has pirado…es una cabrona.

Si al día siguiente te llama y te dice: ¿Qué te paso ayer? No me di cuenta de que te marchabas…podías haberte despedido….es una cabrona y está intentando hacerte sentir mal.

Si vuelves a quedar con ella…tú además de gacela eres idiota.

Lo importante es aprender todo esto…antes de los 40.

Angelina por ejemplo..da el perfil de amiga pibón cabrona.
Y sí, yo fui una gacela de libro.

miércoles, 8 de febrero de 2012

MOLIDOCUMENTALES: ALIMENTOS REVIENTACITAS

Cita: dícese de los  primeros encuentros con un alguien que te gusta, hay química y una promesa en el ambiente de que aquella atracción evidente pueda concretarse en algo menos etéreo y más físico. Por definición, cuando tienes la suficiente confianza como para decir: perdona, voy a lavarme los dientes o ¿te importaría lavarte los dientes? ya no es cita…

Cuando tienes una cita, visualizas toda la situación y te preparas. Qué te vas a poner, dónde vas a quedar, cómo vas a ir teniendo en cuenta cómo esperas que termine el plan, si llegarás temprano o llegarás tarde y todo tipo de cosas para intentar tener la situación mínimamente controlada.

Como tenemos ya una edad, hay cosas que ya sabemos, bien por sabiduría innata, bien por haber aprendido de errores anteriores. Uno de los grandes campos de aprendizaje son los alimentos capaces de arruinar una cita. Las causas para evitar esos alimentos son variadas, y no van solo asociadas al mal aliento.

- Marisco. Puede parecer una buena idea invitar a tu cita a una mariscada. Algo espléndido, especial y delicioso. Peroooo… ¿estás seguro de cómo chuperreteas y succionas? Es un riesgo enorme. El otro puede verte chupar la cabeza de un carabinero y decidir que aquello definitivamente no tiene futuro por un paralelismo con otro tipo de chupamientos. Además, el marisco tiene otro problema y es que enfrascado en sacar hasta el último hilillo de sabor de la pata de una cigala es facilísimo perder el hilo de la conversación. Y además… ¿quieres ver a tu pareja mordiendo la cabeza de un percebe? ¿Vas a poder concentrarte? Mala idea.

- Alitas de pollo. Pajaritos con pinta de pajaritos. Nunca hay que comer cosas que haya que coger con la punta de los dedos y sacar dientes de ardilla. Sin olvidar el factor “hebra de carne de pájaro” que queda entre los dientes y que te hará estar con la lengua rebuscando por tu cavidad bucal y perdiendo el hilo de la conversación mientras piensas: por dios...tengo que sacarme esto.

- . Casi todo el mundo es lo suficiente avispado como para no pedir spaghettis en una primera cita. Es un clásico visualizarse con toda la boca llena de spaghettis colgando, incapaz de tragar e incapaz de morder para acabar con esa humillación, mientras por otro lado te concentras en el plato porque no quieres levantar la vista y ver al otro mirándote con incredulidad y pensando...”¿Cómo se ha metido todo eso en la boca?” y “¿Qué hago para superar este momento de incomodidad? ¿le digo que no pasa nada? ¿le ayudo? ¿Me ofrezco a cortárselos?” Es un momento muy duro para una cita, pocas sobreviven a él.

- La pasta no suele ser amiga de las citas, no solo los spaghettis. Unos macarrones parecen inofensivos, pero si nadan en tomate hay muchísimas posibilidades de que acabes con la camisa llena de lamparones o la barbilla chorreando de grasa. Que puede que ambas situaciones sirvan para distender el ambiente y provocar unas risas…pero también puede que no…así que mejor dejarlo para más adelante, con más confianza. Sin olvidar el factor salpicador que es de mucha vergüenza también…mejor obviar las salsas con cualquier plato.

- Alimentos que provocan mal aliento: quesos fuertes, morcilla, cebolla, gulas, ajo a mansalva…etc. El problema de estos alimentos es que parecen fáciles de evitar pero te los pueden colar en cualquier plato sin que te des cuenta hasta que sea demasiado tarde. Pides una carne y lleva una salsa de queso, pides unas judías blancas y llevan morcilla desmenuzada, pides una pizza marinera y lleva gulas muy aliñadas con ajo…” Ha sido sin querer...lo siento”…es lo que tendrás que decir.

- Alimentos que no sepas comer. Nunca, nunca, nunca hay que innovar en una primera cita. Si no sabes cómo se come el foie, los dátiles, la pierna de velocirraptor o cualquier otro alimento...lo mejor es no pedirlo. No porque pase nada, con suerte el otro tampoco sabrá comerlo…pero a ti te entrarán sudores fríos al pensar en cómo afrontar ese reto y te desconcentrarás de lo verdaderamente importante.

Cualquiera que haya tenido un mínimo de vida sentimental ha ido asintiendo al leer todo lo anterior, pero aquí llega mi sabiduría suprema para advertir sobre dos alimentos que parecen inofensivos y que sin embargo son altamente peligrosos.

Los filetes rusos. Esa bomba de repetición.

Pocos alimentos tienen tal capacidad para repetirse durante horas y con tanta intensidad. Los comes y durante horas y horas te sientes como un rumiante volviendo a masticar la comida que has engullido en casa de tu tía Carmen, a la que has ido a visitar y que ella con toda su buena voluntad te ha hecho “hijo mío...tu comida favorita...filetes rusos”. A ti te encantan, te los has comido tan ricamente y ahora a las 8 de la tarde, una hora antes de quedar con tu cita, remasticando los filetes rusos de tu tía Carmen y pensando en anular la cita porque además, aunque evitarás los besos, cosa que sin duda generaría mal rollo porque ella espera que la beses…no servirá de nada. Los filetes rusos además de repetirse con densidad se repiten con intensidad, con muchísima intensidad…y aunque no hablaras en toda la noche, opción ésta que también has valorado…da igual…con la boca cerrada el filete ruso se las apaña para salir con todo su esplendor por la nariz y si me apuras por los oídos.

Decides que los filetes rusos han dejado de ser tu comida favorita. Y anulas la cita pretextando enfermedad grave.
Con todo, el peor alimento posible sin embargo, parece inofensivo, se agazapa en forma de tapa, en el aperitivo: las cortezas.

Todos los alimentos anteriores pueden ser más o menos apetecibles, pueden haberse elegido con una finalidad loable (agradar a tu tía Carmen por ejemplo) y pueden haberse comido por error….pero ¿Las cortezas?

Las cortezas son asquerosas, con un aspecto muy desagradable, de un color indefinido nada atractivo y a veces ¡¡hasta tienen pelos!! Pelos que hay que sacar de la boca cuando uno se da cuenta de lo que se ha tragado. Las cortezas no alimentan y dejan las puntas de los dedos grasientas. Las cortezas además...son como una bomba fétida...su olor lo impregna todo de manera inmediata, se mete en la pituitaria y perdura horas.

Nadie come cortezas por error.

Nadie las come porque estén deliciosas.

¿Por qué alguien come cortezas y arruina una cita? ¿Es a propósito? ¿No tiene olfato? ¿No le gusto y no sabe como decírmelo?

Desde aquí lo digo...pensad en cuantas relaciones frustradas tenéis en vuestro curriculum por culpa de las cortezas.

martes, 7 de febrero de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL "NORUEGUISMO" EN LOS TIOS.

Trond Espem Seim es noruego.

Los noruegos como concepto me molan. Los noruegos, ellos. Me molan muchísimo. No les veo más que ventajas. Esto es una cuestión de gustos, un tema personal. Entiendo que haya mujeres a las que les molen los tíos de la Guayana francesa, de Onteniente o de Brasil…a mi me van los noruegos.

Definamos el concepto.

Noruego, de Noruega. Obviamente, pero hay más. Ser noruego es una actitud vital. Por extensión lo aplico a cualquier tío que viva en una zona considerada “norte”, donde llueva, al mirar por la ventana se vean nubes, niebla, charcos y donde sea imposible el concepto “sudor de canalillo”.

EL norueguismo es un concepto que si se lo puedo aplicar a un hombre, ese hombre adquiere un valor añadido.

Los “noruegos” por tanto molan. Por varias razones.

Primero, suelen ser grandes. Lo sé, no todos son grandes, los hay bajitos como en todos lados, pero como concepto te hacen pensar en un tío grande. Un tío con brazos que te abarcan y te aprietan…un tío...si, exacto...con pinta de poder empotrarte si se pone a ello.

Segundo, van vestidos. Esto puede parecer una perogrullada pero no lo es. Tú ves llegar a un tío con camiseta, jersey, chupa abrigada, gorro y guantes y piensas...”parece que está estupendo, no puedo esperar a ver que habrá debajo de todo eso. Espero que sea lo que parece”. Hay emoción e intriga y posibilidades de éxito. Hay un algo erótico festivo en pensar en quitarle todas esas capas e ir descubriendo qué hay debajo.

Al contrario, un tío llega en bañador y chanclas y a mí la verdad es que no me sugiere nada. Que si, que lo mismo está tremendo...pero... ¿dónde está la emoción si ya lo he visto todo según llega? Y además, no es secreto. Como va medio en bolas todo el mundo ve lo estupendo que está, no va a ser mi descubrimiento.

Por supuesto estamos hablando de primeros encuentros. Una vez que has comprobado la mercancía, mola que venga en bañador y chanclas de vez en cuando…y recrearte pensando: si que tuve buen ojo y moríos de envidia. Pero para empezar...los prefiero con ropa de abrigo.

Los noruegos llevan guantes y gorroy puede que bufanda..pero jamás llevan paraguas. 

Los noruegos viven en casas con suelo de madera y poca luz y sofá con mantitas. Llueve mucho y lo ves por la ventana. Ambiente para acurrucarte con cualquier excusa con la mantita en el sofá y que venga el noruego y te mime y te haga entrar en calor. En los ambientes sureños te tumbas en el sofá y empiezas a sudar antes de que se te haya acercado nadie...mal. Mola el sudor provocado…el espontáneo no tiene ni puta gracia.

Van de oscuro. Son tíos elegantes. Han aprendido que el negro es un acierto seguro y no se permiten veleidades absurdas con rosas fucsias, palmeras ni estampados. Van de negro con pinta de elegantes y sobrios. El negro, ya lo dije hace siglos…es un acierto seguro en tíos. Saben llevar ropa ruda y a la vez si se calzan un traje, no puedes esperar a quitárselo.

Los noruegos no saben lo atractivos que son. Eso mola mucho. A un brasileño o a italiano por ejemplo eso no le pasa, son conscientes de su atractivo (lo tengan) o creen tenerlo (si es que carecen de él). Un noruego no, un noruego no se ha parado a pensarlo…es atractivo sin saberlo. Incluso puede pensar que no lo es para nada, y quedarse completamente sorprendido cuando te pilla mirándole completamente arrobada pensando “madre mía, no puede ser más atractivo”. Prueba a hacer eso con un “italiano”…

Los noruegos tienen barba atractiva. Barba de no me ha dado tiempo a afeitarme porque te estoy haciendo muchísimo caso. Barba de me he entretenido cortándote leña para la chimenea y luego me he tirado contigo en el sofá y no me ha dado tiempo. Barba de la llevo pero si te molesta me la afeito y seguiré siendo atractivo. Por supuesto, un noruego ni se plantea la perilla.

Los noruegos tienen pinta de saber poner las cadenas si te quedas en medio de la carretera con una gran nevada. A lo mejor no saben, pero tienen pinta de saber.

Los noruegos hablan poco, no porque no tengan nada que decir...si no porque te escuchan y si les dejas hablan y muy bien.

Los noruegos tienen la cara fría. Dan besos fríos que arden.

Los noruegos viven en sitios con bosques, los bosques son sitios acogedores, con sitios escondidos donde poder...donde poder…Esto es una fantasía personal, pero necesito un bosque para cumplirla...y no, a mí en la playa no me gusta.

Por supuesto, no todo es bueno en un noruego, tienden a ser rubios y creo que comen arenques. Y un arenque puede arruinar una primera cita…pero esto ya es tema del post de mañana.

martes, 10 de enero de 2012

MOLIDOCUMENTALES: EL PLANETA DEL AMOR

Cuando somos jóvenes, inexpertos y bastante memos, todos queremos ir al planeta del amor.

El planeta del amor es un sitio precioso. Desde fuera parece bonito, parece chulo, parece molón, parece un verde valle en las montañas con prados con flores para corretear, parece una playa con palmeras y agua cristalina rompiendo en una arena perfecta, parece un sofá mullido con una chimenea delante de una ventana por la que se ve la nieve caer, parece una cocina preciosa con una mesa puesta para cenar con dos copas de vino, parece precioso.

Y es precioso, pero el planeta del amor es un decorado. No todos son iguales, hay decorados tipo “el tren de la bruja” de la feria de tu pueblo, de esos que enseguida se ve que todo es de cartón piedra y donde la bruja por no ser, no es ni mujer sino que es el gitano de turno con peluca…y hay otros que son Disneyworld…todo es igual de falso pero uno tarda más en darse cuenta porque todo está hecho de puta madre. Aún así, en algún momento uno se da cuenta de que dentro de Mickey hay un tío que se llama Paco y dentro de la Bella una chica que se llama Carmen y el zapato de cristal de cenicienta es de metacrilato.

Que sea mentira no quiere decir que no haya que ir al planeta del amor. Claro que hay que ir, igual que hay que montar en el tren de la bruja y si puedes, ir a Disneyworld. Es una experiencia que hay que tener, sobre todo para saber diferenciar el planeta del amor del amor verdadero...

El planeta del amor es por lo tanto muy traicionero, parece el sitio ideal para quedarse a vivir, pero está lleno de trampas mortales. Trampas mortales para la dignidad y la autoestima que al mismo tiempo son mecanismos para el ensalzamiento del ridículo extremo y la vergüenza ajena.

Para empezar cuando uno aterriza en el planeta del amor pierde la capacidad de raciocinio y empieza a hacer muchas cosas horriblemente cursis. Es así. El cursilísimo es un efecto muy normal en los primeros contactos con el planeta del amor. Uno está feliz, se siente un dibujo animado, le parece notar el corazón latiendo cada segundo y ve mariposas por todos lados. Las tías incluso nos planteamos llevar vestidos con vuelo para girar como locas… (Girar como locas en vaqueros es de borrachas, con vestido de vuelo es de princesas...todo el mundo sabe esto).

No pasa nada. Es normal, esos momentos de cursilismo te darán mucha vergüenza ajena en el futuro y puede que a tus amigos se lo hagas pasar mal...pero es así, es inevitable, es tan natural como que te salgan pelos o los dientes.

El caso es que estás allí en tu escenario de cartón piedra, viviendo tu amor de mentira pero creyendo a pies juntillas que es de verdad, eso es lo chulo del planeta del amor. Mientras dura, claro. Porque de pronto, en algún momento…pueden pasar días, semanas, meses o años...empiezas a notar que las palmeras son de cartón piedra, que el agua no es tan cristalina y que la arena de la playa es una moqueta de color tierra. Es decir…empiezas a ver que tu relación de planeta del amor no es tan idílica…empiezas a notar que pasa de ti, o que además de interesarse por ti tiene interés en invitar a alguien más a vuestro decorado…pequeñas cositas que hacen sospechar…

Oh, oh…

Aquello no es el planeta del amor. Pero tú no quieres irte, no quieres que te echen de allí, te gusta tu decorado y miras fuera y lo que ves es gris, y negro y además está petado de gente buscando su planeta del amor. Así que decides quedarte como sea en el tuyo…y empiezas a hacer el gilipollas. A lo bestia... Te dedicas otra vez a las tonterías sin límite que acaban con tu dignidad y que aún no lo sabes, pero cuando lo pienses con distancia te darás cuenta de que eran de mucha vergüenza ajena.
El teléfono es obviamente un instrumento creado por el inventor del planeta del amor. Y lo va sofisticado. Cuando eran de esos de rueda de números y estaba en el centro del salón, te limitabas a intentar encontrar un momento en el que toda tu familia hubiera desaparecido de las cercanías del aparato para llamar a tu amorcito para decirle amoríos con los que sentías que ibas a conseguir poner todo en su sitio. Cuando no te llamaban porque intuías que del planeta estabas a punto de ser expulsado era casi peor, porque descolgabas a ver si había línea y por supuesto había. Patetismo elevado a la enésima potencia.

Con los teléfonos móviles, el torturador maligno, inventor de la telefonía, llegó a la cumbre de su perversidad. No solo puedes mirar para ver si tienes línea, si no que puedes comprobar n veces al día si te ha llegado un mail, un sms, un whasap, una actualización de facebook, un twitter…y lo que es peor…puedes ver si definitivamente te han echado del planeta del amor y han admitido a alguien nuevo. Cómo echas de menos la ignorancia reconfortante del teléfono de rosca gris de tu casa.

La ropa. Otra gran trampa. Atribuir poderes mágicos a las prendas de vestir cuando uno peligra en el planeta del amor, es otro clásico. “mmm...creo que me está dando largas voy a ponerme la falda que llevaba el primer día que fuimos a cenar y seguro que se acuerda”. Por favor, un poco de dignidad. Ponte lo que te mole, te veas favorecido o vaya a poner al otro cardiaco…pero recurrir al chamanismo con los trapos es siempre mala idea y no funciona nunca…a no ser que sea ropa interior o algo con muchísimo escote, pero aquí introducimos el factor “ poner cardiaco” y se elimina el factor recuerdo.

Hacer actos heroicos confiando en que así no nos dejarán. Este es un clásico y tengo ejemplos para dar y tomar. “Voy a renunciar a ir a un concierto de Clapton porque así él se dará cuenta de cómo me sacrifico por él y comprenderá que lo nuestro es amor verdadero y no me dejará”. “Voy a hacerme 800 km ida y vuelta…para hablar con ella…así a lo mejor no me deja, porque me ve la cara y se deshace de amor”.

Sobra decir que ni él se dio cuenta de nada ni ella tuvo ningún pudor en después de los primeros 400 km decirle: se acabó y él se subió al coche y con la leche en plena cara se hizo los 400 de vuelta...jodido y sin orgullo.

Desarrollar una capacidad de sugestión a prueba de cualquier comprobación empírica es otro clásico. “Vale, sí...se ha enrollado con otra...pero yo sé que a la que quiere es a mí”. " Bueno..vale, se ha enrollado con mi mejor amiga..pero ha sido sin querer",  “Bueno, puede que ahora no quiera estar conmigo, pero más pronto o más tarde se dará cuenta y volverá”. Es impresionante como esa capacidad de sugestión funciona de motor para agarrarse con uñas y dientes al planeta del amor a pesar de que te estén empujando y gritando FUERA FUERA….

Mi consejo, basado en experiencias muy desagradables en el planeta del amor, es  no hacer absolutamente nada  basado en un pálpito que comience por " Yo sé que en el fondo"...porque ese pálpito es muy cabrón, es mentira y solo te llevará al más espantoso de los ridículos. 

En resumen, el planeta del amor es mentira y es un sitio muy traicionero para la propia dignidad. El planeta del amor abduce y te saca de la realidad.  Hay que probarlo como toda en la vida, pero con cuidado y sin perder la perspectiva…y sobre todo, cuando se te acaben los tickets, lo mejor es pirarte lo más dignamente posible y sin mirar atrás.

Por supuesto, el planeta del amor no tiene nada que ver con el amor verdadero...pero eso ya lo cuento otro día.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

MOLIDOCUMENTALES: EL CORTEJO LABORAL

Hay distintos tipos de cortejos, dependen sobre todo de la edad, la experiencia y el carácter de cada uno.

Ligar en el curro se parece muchísimo a volver al colegio y tener 16 años, pero con la experiencia de tener casi 40.

Para empezar el cortejo, el curro es un sitio idílico. Tienes a tu disposición 5 días con sus 8 horas (como poco) en un espacio físico cerrado, donde el objetivo de tus flechas amorosas está perfectamente identificado y localizable.

- Sabes que el objetivo estará ahí esos 5 días a tu disposición, ya sea para abrasarle o para adorarle...lo que sea que toque en la fase del cortejo.
- Tu objetivo no puede huir. Tiene que estar ahí, es su obligación. No es un bar donde puede dejar de acudir, ni un gimnasio, ni un parque…está atrapado.
- Los horarios y las rutinas son conocidos. EL objetivo no puede escaquearse, como mucho podrá dejar de salir a fumar o esconderse tras una columna en el comedor, pero sabiendo que no hay escapatoria.
- El objetivo tampoco puede dar un móvil y un mail falsos para librarse del buitre sin tener que entrar en una conversación muy cansina en la que siempre se incluyen palabras como: oportunidad, injusticia y amigos. Los datos del objetivo suelen estar en la intranet.
- Tampoco se puede ser superborde con el cortejador...a lo mejor tienes que currar con él por lo que sea y ante todo hay que ser profesional, asi que lo que se impone es una sonrisa que diga: “podemos trabajar juntos pero ni un paso más de esa raya que acabo de pintar alrededor de mi mesa”.

Una vez que el cortejador tiene perfectamente localizado el objetivo, comienza el cortejo propiamente dicho. Lo mejor es que se parece muchísimo al que se hacía en el colegio.
En los libros de colores tenemos ahora mismo un caso de libro de cortejo laboral. Tenemos un ÉL y un ELLA.

Primera etapa.
Hacerse el encontradizo
EL da paseos sin motivo por la zona cercana al objetivo, ELLA. Esta etapa es muy divertida para los demás habitantes de la pradera, que somos testigos de sus acercamientos y somos conscientes de que sus posibilidades son nulas. Por supuesto no le decimos nada al cortejador, somos malvados. Nos dedicamos a descojonarnos de ELLA ...” ehh…acaba de pasar tu enamorado y te ha mirado poniendo ojitos”….

Segunda etapa.
Acercamiento con una excusa laboral muy endeble.

 “Hola... ¿eres la que controla que los libros verdes estén bien??”...es que verás…necesitaría tu ayuda.

ELLA flipa en colores…

Sus compañeros cabrones de la pradera nos descojonamos y como el cole nos mandamos mails con corazones y mensajitos. Grandes risas mientras ELLA intenta no mirarnos para no descojonarse también.

Tercera etapa.
Acercamiento en plan colegas.

.-  hola...¿que tal?
- ¿que tal el fin de semana?
-  Me gusta tu jersey…
ELLA contesta cortésmente. Los cabrones de la pradera se mandan mails contestando a las preguntas de ÉL…” Pues verás...me he pasado el fin de semana con un maromo espectacular y no he salido de la cama”….” Lo que te gusta de mi jersey es lo que hay debajo…pillín”….

Cuarta etapa.
Un clásico de todos los tiempos: el acercamiento musical.
Te he traído música para que las escuches...creo que te gustará….

Este paso provoca un ataque de nostalgia en los cabrones de la pradera, miradas al techo y todos rememoran aquellas cintas TDK grabadas artesanalmente y en las que se invertían horas pensando la música, el orden de las canciones, escribiendo las carátulas para que quedaran chulas y pensando cual sería el mejor momento para entregar ese perfecto regalo cargado de significado.
Las risas solo estallan cuando el cortejador se va...y ELLA se gira con un pendrive en la mano y completa cara de incredulidad.

Quinta etapa.
Cortejo a la hora del rancho.
El comedor es como el patio del cole. No hay normas, ambiente distendido, conversación que no es estrictamente laboral, oportunidades de temas personales. El problema es conseguir sentarte en la mesa adecuada. El cortejador observa primero la hora a la que ELLA baja al comedor, observa con quien come ELLA y luego corre con la bandeja para coger sitio en su mesa…siempre al lado o enfrente de ella. Solo admite esos dos sitios, sentarse en la otra punta de la misma mesa es mala opción, solo sirve para frustrarse por la cercanía inalcanzable. En caso de conseguir sentarse donde quiere su conversación es solo para ELLA. El resto de la mesa intenta meter baza solo si ELLA lo pide con una mirada muy suplicante…hay veces que incluso ni por esas. Los de la pradera siguen siendo unos cabrones también en el comedor.

Sexta etapa.
Otro clásico: la indiferencia controlada.

Tras unos días de cortejo por doquier, el cortejador cambia de táctica. Decide pasar. No aparece por la pradera y si lo hace deliberadamente mira hacia el otro lado para no ver a su objetivo. Cambia sus horas de comidas e incluso puede llegar a tardar horas en contestar un mail puramente laboral…

…castiga a su objetivo con el látigo de su indiferencia esperando que así ELLA se de cuenta de su ausencia y lo eche de menos.
ELLA respira aliviada. Los cabrones de la pradera son los que le echan de menos porque se lo estaban pasando en grande.

Séptima etapa.
Dar celos.

La indiferencia controlada deriva hacia el intento de dar celos, que ELLA vea que él es un tío de recursos, que no está desesperado y que ELLA debería dar palmas con las orejas por ser objeto de su atención porque él puede estar con quien quisiera.
EL aparece por la pradera y se suma como quien no quiere la cosa a un corrillo de otras ELLAS. Charla despreocupadamente, ríe con ganas y en alto para que se le oiga, si pudiera hasta se atusaría el pelo…hace todo lo que se conoce como hacerse el interesante...pero ayyyy…no puede evitar girarse para comprobar si ELLA está siendo consciente de sus manejos.
ELLA ni se entera enfrascada en sus tareas. Los cabrones de la pradera sí se percatan, se descojonan y se mandan mails en plan “que astuto...está queriendo dar celos, creíamos que no sabía lo que hacía y resulta que tiene un plan …”

Octava etapa. Pues no respiro y me hago el digno.
Ahora mismo estamos aquí…veremos cómo evoluciona. Las opciones son varias:

- EL encuentra otro objetivo y se dedica a él empezando por el paso 1. Los cabrones de la pradera esperamos que sea alguien de esta manada para así seguir pasando el rato divertidos y hacer este interesante trabajo de documentación.

- EL redobla su cortejo con nuevas tácticas: cartas anónimas, invitaciones a planes externos al curro, ramos de flores, bombones, mariachis….Los cabrones de la pradera somos muyyy partidarios de esta opción.

- ELLA cae rendida a sus pies, se enamoran y se hacen pareja.


Mmmm...a los cabrones de la pradera esto solo nos mola si van a dar el espectáculo en el ascensor transparente de los libros de colores.

martes, 18 de octubre de 2011

MOLIDOCUMENTALES: Grandes verdades de la regla.

Mamá ¿qué son compresas?- inocente pregunta provocada por la aparición de un anuncio televisivo de los años 80 dónde una joven actriz ponía el culo en pompa con unos vaqueros ajustados y de tiro alto (eran los 80) y repetía como si fuera un mantra: no se mueve, no se nota y no traspasa.

Pues verás hija, las mujeres una vez al mes...sangran unas gotitas y las compresas sirven para no mancharse.

La dulce niña no lo sabía, pero esa frase de su madre era un monumento al eufemismo.

¿Unas gotitas?? ¿Unas gotitas??? ¿UNAS GOTITAS???

¿Sirven para no mancharse?? ¿PARA NO MANCHARSE?

Ja.
Todo esto, claro, se aprende luego. Y se aprende con sangre (un mogollón y no 3 gotitas), sudor y lágrimas (éstas a gusto de la sufridora).

Tener la regla es como si Alien se apoderara de tu cuerpo, como si Quato viviera dentro de ti, quisiera salir y se hubiera perdido por tus entrañas. Hasta que encuentra el camino de salida se dedica a putearte y no puedes hacer nada. Sencillamente has perdido el control sobre tu cuerpo. No mola nada y no mejora con el tiempo, cada mes, es la misma pesadilla, el Día de la marmota. Quato sigue sin aprender el camino, ni aunque le dejes miguitas.

Alien y Quato son capaces de provocar un dolor inhumano. En su búsqueda absurda de la salida de tu cuerpo, son capaces de alcanzar casi cualquier parte de tu anatomía y provocarte un dolor supremo: te estalla la cabeza, las tetas quieren salirse de la piel que las contiene, tus ovarios botan y chocan entre ellos como pelotas de billar, tus riñones deciden que no les mola estar siempre a la espalda y pugnan por salir por tu vientre, las piernas te pesan como si fueran de cemento…

Cuando eres joven y no tienes ni idea, no sabes muy bien qué hacer, así que optas por intentar obviar los síntomas. Piensas erróneamente cosas del estilo “ si a todas las mujeres les pasa y van por la calle tan campantes, porque seguro que alguna de las que me cruzo por la calle están como yo…yo puedo hacer lo mismo, puedo con esto”.

Error. Lo que no sabes es que esas mujeres son sabias y van drogadas. O se han pegado la llantina de su vida en el coche y por eso parecen más relajadas, o van directas a su casa, a su sofá, su manta, su peli de llorar y su cubo de helado de strawberry chesee cake. O lo que es más probable…todo a la vez. Ellas no obvian los síntomas, los padecen, pero han aprendido a llevarlos de la mejor manera posible.

La regla es como la resaca. No merece la pena luchar contra ella, no vas a ganar jamás. Es mejor hacerse su amiga y darle lo que quiere.

Para empezar quiere drogas (como la resaca). El ibuprofeno suele funcionar (como con la resaca) pero normalmente un cocktail fabuloso de analgésicos que a poder ser te dejen en estado vegetal (como la resaca) es muchísimo mejor. El espidifen es amiguísimo de la regla.

Al tomar drogas con la resaca quieres sentirte bien. Cuando te drogas con la regla simplemente quieres caer en un estado de catatonia que te funda con el sofá sin dolor y que haga que el llanto fluya mansamente por tu cara. No quieres correr, ni saltar, ni hablar, ni hacer nada…quieres a tu mantita.

Y quieres llorar. Realmente no es que quieras llorar pero Alien y Quato son unos sentimentales así que es más fácil dejarse llevar por el impulso incontrolable de llorar por cualquier gilipollez, que intentar poner buena cara y sonreír. No funciona...asi que es mejor regodearse en el llanto y encontrarle el gusto.

Quato tiene hambre. Mucha hambre y una gula que te cagas. No sirve de nada hacer como que no, y negarte a comerte una palmera de chocolate, un Big Mac, comida china o una tortilla de patata entera…Quato se vengará y te hará llorar más. Mejor dejarse llevar.

Llanto, irritabilidad, gula suprema, mala hostia elevada al cuadrado y dolor físico extremo son solo algunos de los síntomas que  la posesión diábolica de tu cuerpo puede provocar. La convivencia con Quato con cada mujer es un misterio y los síntomas por tanto infinitos, a algunas se les pone el pelo como a un pelocho, otras se hinchan y tienen que desechar todas sus faldas tubo esos días, otras sufren ataques de actividad marujil incontrolables, a muchas les dan ataques de lujuria...en fin...todo es divertidísimo...la posesión diábolica es una juerga.

Cada mujer tiene su cocktail de drogas que le funciona y cada mujer tiene su combinación sabia de compresas, tampones, copas de no sé qué para intentar sobrellevar la infraestructura de esos días. Por supuesto, se llega a esa combinación después de un proceso científico basado en acierto-error, acierto-error y cuando se alcanza la perfección, no se puede alterar ninguno de los elementos. Por eso nunca es conveniente enviar a alguien (tu pareja por ejemplo) a comprar pertrechos sin las adecuadas instrucciones, si hace falta, en Excel. “Tampax súper compact con aplicador megapearl. Compresas súper sin alas con aroma a café con leche. Salva slip extra especial fino que te cagas”.

Cuando algún desalmado pasa por alto esas instrucciones o se le envía sin las adecuadas instrucciones, es muy posible que venga con algo del tipo compresas marca blanca para todo, balbucee una excusa del tipo: " es que había muchísimas y no me aclaraba". Probablemente también, acabe con ellas pegadas en la frente.

Con esas cosas no se juega.

Cuando por lo que sea la mujer no encuentra un entorno adecuado para poder sobrellevar con dignidad sus síntomas, a poder ser un entorno lleno de gente empática que no la saque de quicio…Quato se cabrea y la mujer se encuentra entonces poseída por una mala leche espectacular que es incapaz de controlar. Y realmente tampoco quiere, estar superhostil y mostrarlo da una extraña sensación de poder sobre Quato...el cabreo es como más tuyo que el llanto incontrolable.

Con el paso de los años y los meses se aprende a convivir con ello y se lleva mejor….a veces se lleva tan bien que de repente te encuentras pensando: ¿qué día es hoy? ¿17? ¿De octubre? …mmm...vale...y ¿cuando fue la última vez? ¿Me toca ya? ¿Me ha tocado ya? ¿CUANDO ME TOCA? A ver...la última vez que me encontré de angustia, me acuerdo que iba llorando por la calle y llevaba un jersey rojo y el dia que me puse ese jersey fue el día que fui a no se donde que justo el día anterior había ido a la peluquería a teñirme...y solo voy a la peluqueria los viernes y el mes pasado viaje 3 viernes...asi que debió ser el día tal…vale, contemos…1, 2, 3, 4….ahhh...vale...no me toca hasta dentro de 4 días, ¿ 4 dias solo? ¿Y no tengo síntomas? Joder…no puede ser…no, no puede ser...es imposible…COÑO...no te pongas paranoica.

En fin…que mola muchísimo ser mujer.

viernes, 14 de octubre de 2011

MOLIDOCUMENTALES: ECOSISTEMAS LABORALES

En el mundo laboral hay distintos ecosistemas. En mi mundo laboral, por supuesto, que no es ni una fábrica, ni una tienda, ni un restaurante, ni la carretera, ni el monte, ni un laboratorio, es un mundo de oficina, mesas, ordenadores y libros de colores.

Puedes ser fauna de pradera, de pecera o de despacho.

La fauna de pradera comparte un espacio más o menos diáfano con las mesas colocadas normalmente en posiciones sin ningún sentido pero qué a algún jefe se le ocurrió que sería lo más correcto para la implementación y mejora de los flujos de información y trabajo. Esto se traduce en que si llegas el primero a la pradera escoges la mesa más lejos del despacho del jefe, más lejos del pasillo, más cerca de la ventana y a ser posible con una pared detrás que impida que nadie vea lo que estás haciendo en el ordenador. Si se da una mudanza en bloque a una nueva pradera, las luchas por conseguir la mejor posición pueden llegar a ser muy sangrientas y cualquier maniobra por ruin que sea se considera legítima.

Según se va llenando la pradera, van quedando los peores sitios y es curioso comprobar cómo la gente inventa todo tipo de prototipos de tapaderas para tener un mínimo de intimidad laboral. Si en una pradera conviven varios departamentos, otra vez porque a algún gurú se le ha ocurrido la gilipollez de los flujos...normalmente las mesas se agrupan, dando la espalda a los otros grupos y creando un mal rollo muy chulo. Es el hábitat adecuado para que proliferen los cartelitos con nombre. “Esta grapadora es de los libros verdes”. “Encuadernadora de los libros rojos”. El acopio y ocultación del material de oficina está a la orden del día.

- ¿Tenéis archivadores?
- ¿Archivadores? ¿Nosotros??...mmmmm… ¿qué te hace pensar que tenemos archivadores?

Es algo así como el santo grial…tenemos uno pero ni de coña os lo damos y lo defenderemos con nuestra vida.

En la pradera, lo único que tienes tuyo es tu mesa y la defenderás con tu vida. Tu mesa y tu silla es tu espacio y nunca jamás hay que tolerar una ocupación de ese espacio. ¿Quién ha dejado este papel QUE NO ES MÍO encima de mi mesa? Cualquier movimiento por mínimo que sea de movimiento de mobiliario es considerado un ataque hostil: ¿quien ha movido mi mesa 3 cm hacia la columna?

Es un ecosistema muy frágil…como un banco de coral y por eso los rumores son constantes, inquietantes amenazas se ciernen siempre sobre su complejo equilibrio. A veces son amenazas por adición:

- Me han contado que quieren meter más mesas.
- ¿Más mesas? ¿Dónde? ¿Dónde piensan ponerlas? ¿a nuestra chepa?
- No sé...pero lo que es a mi...no me mueven de aquí.

O por sustracción:

- Me han contado que van a hacer peceras para repartirnos por departamentos.
- ¿Peceras? ¿de cuantos? ¿y con ventanas o sin ventanas?
- Pues yo si me ponen en una pecera sin ventanas paso…prefiero estar aquí.

Por supuesto, la baja permanente de cualquier miembro de la fauna de pradera provoca unos movimientos de acoplamiento de los supervivientes con luchas armadas por conseguir un sitio mejor. Estos movimientos de recolocación pueden llegar a ser casi tan divertidos como jugar a las sillas musicales.

La fauna de pecera está un paso por encima...o eso se creen ellos. Pon a alguien detrás de un cristal con unas persianitas venecianas regulables y crecerá 5 cm en su paseo diario a su sitio mientras siente que su trabajo está un paso más cerca de darle al On del Sol todos los días.

La fauna de pecera para empezar cuando atraviesa la pradera mira por encima del hombro a los pobres de las mesas en racimo, él está a otro nivel, tiene despacho, compartido...pero despacho.

Las peceras pueden ser más o menos grandes, pero normalmente las mesas se agrupan de dos en dos y se forman extrañas parejas. Si todos llegan a la vez a la pecera, se acoplan en pares por afinidad...pero como nada es permanente en el mundo laboral, más adelante los emparejamientos van cambiando y es perfectamente posible y muy probable que dos tios que trabajan a exactamente metro y medio se odien profundamente.

En las peceras quien controla el aire acondicionado y las persianitas venecianas, es el amo. Se sabe cuando el amo está de vacaciones o de baja porque los demás peces se comportan como si no tuvieran padres: el aire acondicionado a todo palo si el amo es caluroso y viceversa y las persianitas abiertas de par en par si el amo opta siempre por tenerlas chapadas o chapadas si el amo es de los de “dejar que entre la luz”.

En la pecera además de mesas, la fauna tiene asignadas estanterías con armaritos que siempre se cierran con llave porque se da el síndrome de “mi tesoroooooo”...aunque guarden sobres acolchados reciclados.

Si alguien es expulsado de la pecera...automáticamente pasará a ocupar el peor sitio en la pradera y lo que es peor, llegará allí desnudo de material de oficina y tendrá que mendigarlo a sus nuevos compañeros que lo mirarán con suspicacia. Durante un tiempo no tendrá amigos...los de la pradera le harán el vacio y los de la pecera ya no le ajuntarán…

La fauna de despacho está en el top de la escala laboral. Hay gente que se lo toma bien, ha llegado allí por sus méritos y se merece tener su espacio para concentrarse en su curro y organizarse. Es esa gente que tiene un despacho en el que sabes que siempre serás bienvenido, en el que si te llaman para ir no se te hace nudo en el estómago y que suele tener la puerta abierta. Los ocupantes merecedores de despacho además, siempre están localizables…están haciendo su curro y están en su sitio.

Luego está la gente que tiene despacho por una extraña y completamente injusta carambola laboral en la que suele estar muy presente el peloterismo, el tener un primo con influencias y el trepadismo. Es un despacho al que nunca quieres ir porque sabes que saldrás cabreado, y en el que nunca apetece entrar porque se respira soberbia y estupidez. Siempre tienen la puerta cerrada…ellos dicen que para tener intimidad, los demás sabemos que es para que no se note lo incompetentes que son. Estos farsantes inútiles pasan además mucho tiempo pululando por la empresa oteando otros despachos y valorando si son mejores o peores que el suyo…además de soberbios son envidiosos.

La evolución normal y que se considera exitosa es pasar de pradera a pecera y de pecera a despacho…pero a veces, donde más tranquilo se está y más se disfruta de la naturaleza es una pradera con vistas.

Y estás más cerca de la salida.

viernes, 30 de septiembre de 2011

MOLIDOCUMENTALES: EL TREPA

Tengo otro momento didáctico y voy a enseñar las características de un buen trepa.

Los trepas son hienas.

Son la hez en el universo laboral. Son mala gente y además suelen ser idiotas. Lo peor de todo es que nacen y se reproducen porque el resto de la fauna laboral en vez de acabar con ellos según son detectados, los dejan vivir y para cuando quieren acabar con ellos, es demasiado tarde. La única solución es esperar a que se devoren entre ellos.

1.- Los trepas viven en un universo paralelo completamente desconectado de la verdadera realidad profesional en la que se mueven. En ese universo paralelo de luz y color, ellos se ven como unos fuera de serie y a los demás como seres inferiores que no tienen ni puta idea. En la realidad, son unos incompetentes absolutos y los demás sufren por su falta de profesionalidad y lo que es peor por su falta de conocimientos.

2.- Los trepas no aprenden. Jamás. Ni siquiera lo intenta. En ese universo paralelo en el que se mueven, son los poseedores de todos los conocimientos así que ni se plantean que tengan que aprender algo.

3.-Los trepas son unos campeones de la negación. Nunca jamás admitirán que la han cagado. Jamás. Son también unos fuera de serie soltando culpas, si algo sale mal siempre será culpa de los demás, nunca suya. Los seres perfectos e infravalorados jamás tienen la culpa de nada.

4.- Los buenos trepas, pasan una cantidad de tiempo increíble espiando lo que creen que los otros no hacen o hacen mal. Cantidad de tiempo que no dedican a su curro. Por supuesto los buenos trepas escaquean horas del curro a mansalva y creen que nadie se da cuenta, pero eso sí...llevan un control estricto de los horarios de los demás.

5.- Los buenos trepas fingen que saben inglés. Si son trepas fuera de serie lo fingen tan bien que llegan a creérselo y es capaz de los mayores atropellos al idioma de Shakespeare. Esto tiene su parte buena, el resto de la gente puede hacer un Excel con sus cagadas.

6.- Este punto va a crear polémica. La mayoría de los jefes son tíos. Si el trepa es hombre intentará acercarse a él con tácticas de amistad, camaradería, gustos afines por futbol, tías, bebidas alcohólicas, revistas porno o cualquier otra debilidad que perciba en el jefe. Si el trepa es tía, seamos sinceros…la trepa usará el canalillo, el tanga, los morritos y demás malas artes para intentar ascender en la escala profesional. Podría intentar lo del futbol, las cañas y otras cosas comunes...pero volvamos a ser sinceros...la aproximación sexual suele funcionar más rápido y digamos que crea un vínculo más “estrecho”.

7.- Un buen trepa no tiene ningún tipo de respeto por la jerarquía profesional. Por la de los demás, quiero decir. Le parece fabuloso saltarse por encima de su jefe que por supuesto es un inútil mientras que él es una lumbrera, y dar empujones a los puestos de los demás. Un buen trepa sin embargo tiene una conciencia exacerbada sobre la importancia de su puesto. Él es la A, es el número 1, es el punto sobre el que bascula el universo, es el astro rey, el salvador de la humanidad y por supuesto si él no sacara adelante el trabajo la empresa se hundiría.

8.- Un buen trepa quiere teléfono de empresa y un despacho para él solo. Eso es lo que le dará la categoría que él considera que merece. Un buen trepa es un patán.

9.- Un buen trepa sonríe mientras te habla y te pondrá a parir a tu espalda. Jamás hará esto al revés. Un trepa no lo olvidemos es una hiena...y por tanto es cobarde. Por esta misma razón si un trepa da con alguien que le frena en el minuto 1, pondrá mucho cuidado en no intentar pasarle por encima, usará la táctica de rodearle.

10.- Los trepas tienen un radar para detectar a los de su especie. Un buen trepa cuando consigue llegar a donde quiere se convierte digamos en Tita Cervera, esto es sabe cómo ha llegado ahí, sabe con qué malas artes ha conseguido llegar a ser baronesa. Si ve llegar a alguien de su misma especie...lo detectará a la legua. Si son tíos habrá lucha de poder...si son tias...la disputa podrá ser en modo verdulera o lucha de barro. Este punto de batalla entre iguales es contemplado por el resto de la plantilla con agrado...siempre está bien ver como se destruyen las hienas.

Y por último y no por obvio voy a dejar de decirlo, la culpa de que un buen trepa consiga triunfar es del jefe, pero eso es otro tema y va en otro molidocumental.