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domingo, 19 de noviembre de 2023

Podcasts encadenados: de fantasmas, silencios y tumbas



Bueno, bueno, hace dos meses que no escribo de podcasts por aquí*. Cuando, hace dos años,  me cambié de trabajo para dedicarme profesionalmente al mundo del podcast, mucha gente me dijo: «ya verás, le vas a perder el gusto a escucharlos por placer». Eso no ha ocurrido, al contrario, ahora disfruto mucho más de todo lo que escucho por gusto, sin relación con mi mundo laboral. He convertido esos momentos de escucha por placer en ocasiones especiales, los preparo casi como citas: «no, este episodio lo guardo para el viernes cuando tengo dos horas de coche en soledad» o «este para el avión, cuando esté sin cobertura y pueda disfrutarlo abstraída de todo». Escuchad por placer, os lo recomiendo. Hoy traigo unas cuantas recomendaciones para esos momentos. 


Cuando tenía 8 o 9 años pasé unos días durmiendo en casa de mi abuela paterna. No recuerdo el motivo. Por aquel entonces me gustaba mi abuela (porque no sabía que podía no gustarte) y pasar tiempo con ella. Me contaba historias y hacía las mejores patatas fritas del mundo. En su casa, yo dormía en un cuarto, al fondo del pasillo a la izquierda, en el que había una cama y muchos armarios. Una noche me desperté en mitad de la noche y sentí que había alguien allí. «¿Abuela?» dije. No era ella. A los pies de mi cama había alguien arrodillado,una especie de enano. No era  un enano como los de Tolkien, era más bien como un duende élfico, del tamaño de un niño de 10 o 12 años. Se recortaba contra la luz que entraba por la ventana. No sé cuánto tiempo estuve mirándolo. Pasé muchísimo miedo, tanto que todavía me acuerdo. ¿A qué viene esto ahora? te estarás preguntando. Pues viene a colación de que me lo he pasado en grande con Ghost Story de Wondery y Pineapple Street. De primeras me daba pereza, cualquier cosa que se estrene pegado a Halloween y tenga que ver con terror, fantasmas, miedo o fantasía me da casi tanta pereza como ver cantar a Rosalía. No puedo con ello. En este caso, le di al play porque mi amiga Meropi me dijo: «escucha el primer episodio que está muy bien, el segundo ya es aburrido y hay que dejarlo ahí». Le hice caso solo al 50%. Escuché el primer episodio pero no abandoné en el segundo, continué y continué porque me lo estaba pasando fenomenal. ¿De qué va Ghost Story? Pues el narrador, Tristan Redman, no cree en fantasmas, como yo, como (espero) tú y como cualquiera con dos dedos de frente pero recuerda que en la casa en la que vivió en Londres hace muchos años, en su habitación, pasaban cosas raras por las noches: las cosas se movían de sitio y él tenía siempre una sensación extraña. Un buen día, años después, cuando va a esa casa con su novia, ésta pregunta si puede invitar a su abuelo que está en la ciudad. Cuando el abuelo llega dice: «anda, qué curioso, nosotros vivíamos en la casa de al lado cuando yo era niño. En esa casa mi tío mató a mi madre y luego se suicidó cortándose el cuello» De todas las casualidades que te pueden ocurrir en la vida creo que ésta debería estar en el top 3. La cuestión es que años después, muchos, cuando Tristan lleva ya años casado con esa novia vuelve a esa historia porque se encuentra con un vecino que le comenta que otras familias que vivieron después en esa casa también le hablaron de experiencias extrañas en esa habitación. Con todo esto, Tristan decide investigar la historia de su familia política, saber qué ocurrió aquella noche de noviembre de 1937 cuando la bisabuela de su mujer fue asesinada de dos tiros en los ojos por su hermano, veterano de la I Guerra Mundial. 


El personaje fundamental de la historia es el viudo, John Dancy, conocido en la familia por el apodo de “Feyther” que es para toda la familia una especie de héroe inspirador y legendario. ¿Puede ser el asesino? El podcast se desarrolla en ocho episodios con constantes giros de guión que obligan al oyente, a ti, a cambiar de idea. Pasas de estar convencido de que es el asesino a pensar que no, que es imposible, admiras a Feyther para luego creer que a lo mejor oculta algo, tienes dudas, vas, vienes y, lo importante, por el camino estás entretenidisimo. Además, como buena serie poblada de personajes ingleses es fascinante ver cómo se aferran a las creencias ancestrales, a la tradición y para ellos es una debacle contemplar la posibilidad de que algo de su pasado no sea tal y como ellos creen. Recomendadísimo. 



Pasé doce años de mi vida en un colegio de monjas en Padre Damián. Doce años en los que cada día pasaba por delante de un enorme descampado. Al principio no me llamaba la atención pero cuando, más adelante, aprendí el valor del terreno en el centro de Madrid, muchas veces me preguntaba por qué no construían ahí un edificio de lujo. Otra vez te estarás preguntando a qué viene esto. Pues porque escuchando el primer episodio de la nueva temporada de (De eso no se habla)**  descubrí que en ese descampado se encontraba una de las residencias del Patronato de Protección a la Mujer, una institución creada durante la II República para proteger a las mujeres transformado durante el franquismo en un organismo para encerrar y “corregir” a mujeres descarriadas.


En (De eso no se habla), como su propio indica las historias que se cuentan tratan de silencio, de las cosas que no se dicen en voz alta pero que todo el mundo sabe que están ahí. En esta nueva entrega los episodios nos son autoconclusivos, se desarrollan en una cara A y una cara B que se complementan. En estos dos primeros episodios escuchamos a Consuelo y Dolores, que estuvieron bajo la tutela de ese Patronato y cuyas historias se clavan como agujas. Escuchando el de Dolores, sobre todo, la parte B, mientras cocinaba un sábado por la mañana hace unos días, solo podía pensar ¿cómo es posible? ¿cómo es posible? No puedo recomendaros más que os sumerjais en (De eso no se habla). Como siempre, las historias están contadas con el personal y reconocible estilo de este equipo. Con exquisita delicadeza, con un guión ajustado al máximo y con un diseño sonoro muy sobrio y elegante.  


También ha vuelto Heavyweight que es de mis podcasts más favoritos del mundo mundial y que he recomendado miles de veces pero me da igual. Lenny, el episodio con el que comienza la nueva temporada, es maravilloso. Es una historia personal del propio narrador del podcast, Jonathan Goldstein, un tío cuya voz  me pone muchísimo y con el que no voy a cometer el error que he cometido otras veces de buscarlo en internet a ver qué pinta tiene. Prefiero que en mi cabeza siga siendo atractivo y guapo y no lleve sudaderas. Lenny es amigo de la infancia de Jonathan, a los diez, once años eran inseparables, Lenny estaba presente en las primeras grabaciones de Jonathan, cuando empezó a descubrir el poder de la voz. Después se separaron, cada uno tomó un  camino y retoman el contacto porque los padres de ambos siguen siendo cercanos.  Ahora no tienen nada en común pero Jonathan siente una deuda con Lenny y quiere recuperar algo de lo que los hizo amigos, muy amigos, cuando eran niños. Se llaman por teléfono y se cuentan cosas y, al mismo tiempo, Goldstein reflexiona sobre su vida, sus decisiones, el peso de la infancia. Es un episodio precioso, duro y que hay que escuchar cuando tienes ya esa experiencia vital, la de dejar amigos atrás y al encontrarlos de nuevo hacer un ejercicio para recuperar aquello que te unió y si no lo encuentras ser capaz de valorar lo que esa amistad te dio en su momento y el peso que tiene en lo que eres ahora. En fin, recomiendo todo Heavyweight, de nuevo. Hazme caso para que no tenga que volver a repetirlo.


Me gustan los podcasts “pequeños”, los que parece que no van de nada, que son historias sin fuste. No son grandes investigaciones, ni desvelan crímenes, ni secretos ni sus protagonistas son famosos. Historias pequeñas, del día a día, que bien contadas me hacen pensar, fijarme en situaciones, ideas, sentimientos que no había contemplado. Recientemente he estado escuchando The unmarked graveyard en el feed de Radio Diaries. Este podcast, que lleva mil años, cuenta historias en primera persona, muchas veces le dan a alguien una grabadora para que registre su historia y luego los productores y el host, Joe Richman, hacen un trabajo alucinante de edición para que la historia se cuente casi sola, con una presencia mínima del narrador. En esta serie especial los protagonistas son personas enterradas en el mayor cementerio público de Estados Unidos, situado en Hart Island, una isla cerca de Nueva York. Todo surgió de esta web, The Hart Island project,  que te animo a explorar. Ahí puedes encontrar la tumbas y los nombres de muchas de las personas enterradas ahí, algunas en fosas comunes, otras en tumbas identificadas. En Radio Diaries decidieron buscar la historia de algunas de esas personas. ¿Quienes eran? ¿Qué vidas vivieron? ¿A quién han dejado atrás? ¿Alguien les recuerda? Los episodios son breves, unos quince minutos, y una vez que empiezas a escuchar el primero que empieza con una madre leyendo la carta que su hijo le escribió con once años, ya no puedes parar. 


“ My hero is my mom because she has always been there for me. She always brings me and my friends to Taco Bell and Pizza Hut. I remember when we didn’t have a home or any money, and we were living with my aunt. After a while, she got a job and we got a home. And that’s why my mom is my hero”.


Una historia pequeña pero no tanto es el eje de la nueva temporada de Las raras que también han vuelto. Se llama Te Busco y en ella, durante ocho episodios, Catalina May reconstruye la historia del atropello que sufrió hace veinte años en una avenida de Santiago de Chile. ¿Qué ocurrió exactamente? ¿Fue por su culpa? El Macguffin de la temporada es tratar de encontrar a la persona que la atropelló aquella noche dejándola malherida, casi al borde de la muerte. Durante veinte años Catalina no quiso saber nada de aquello pero cuando se pone a investigar, poco a poco va reconstruyendo aquella noche, hablando con sus amigos, su familia, testigos, peritos, investigadores tratando de comprender y de entender lo que ha significado en su vida y en quién es ella. Doy por supuesto que conoces Las raras pero si no es así, estás de suerte también porque tienes muchísimo para escuchar. 


Breves: 


  • Hoy se celebran elecciones en Argentina y, como sucede últimamente en muchos países, hay un hombre peligroso con posibilidades de ser elegido presidente. En El País Audio en colaboración con Anfibia Podcast hemos hecho Sin control. El Universo de Javier Milei, un documental sonoro para conocer la figura de MIlei, un desconocido economista estrella de la televisión por su histrionismo y sus opiniones polémicas que puede ser elegido para gobernar un país. Está a favor de acabar con el Banco Central, con el libre comercio de armas y órganos humanos, cree que es un enviado de Dios y, a través de una telépata de perros, habla con su mascota muerta hace siete años que le da indicaciones. No es porque yo haya trabajado en él pero está muy bien. 

  • Otra vez recomiendo un episodio de otro podcast de historias pequeñas: Susan on the tracks de Rumble Strip. 

  • Weight for it con Ronald Young Jr fue uno de los podcasts premiados en el Festival de Tribeca. ¿De qué va? De ser gordo, de vivir en una sociedad en la que existen un rechazo hacia las personas obesas que no se compensa con campañas como el body positive porque mucha veces el propio rechazo se instala en la cabeza de las personas con sobrepeso y se encuentran atrapadas en un laberinto mental difícil de gestionar. Ronald Young Jr cuenta su propia experiencia lidiando con esta situación y recomiendo especialmente el segundo episodio cuando cuenta cómo, en la universidad, se avergonzaba de salir con una chica gorda. La historia no va por donde crees y tiene un giro final interesante. 


Al empezar a escribir tenía la intención de ser breve, de terminar rápido. Ninguna de las dos cosas ha ocurrido. Como siempre, si escuchas algo, ven a contármelo. Me hará muchísima ilusión. 


Y te recuerdo que tienes todas mis recomendaciones en esta lista de Spotify, Podcasts encadenados. 



*Escribo cada semana en Sonograma, la newsletter de audio de El País. 


**Doy por hecho que ya escuchaste la primera temporada estrenada en 2020 pero si no es así, estás de suerte. Tienes un podcast maravilloso para descubrir. 

 
 


domingo, 10 de septiembre de 2023

Podcasts encadenados: de parques naturales, mentirosas y ultrafachas.




Hace cuatro años, cuando me autoproclamé «Predicadora de Podcasts», Predicadorrrr, Predicadorrrr... (premio si has entendido esta referencia). Por aquel entonces me parecía que daba mucho la paliza con los podcasts. Pobre, no tenía ni idea de lo que era dar realmente dar la paliza. Me contengo pero muchas veces, ante cualquier tema de conversación, podría decir «sobre eso hay un podcast». No lo digo porque temo que me pongan el sticker de «Turra Mítica».1


La cuestión es que este verano, y quiero creer que gracias a mi turra que ha ido calando poco a poco, me he encontrado con que muchos de mis seres queridos, muy queridos, se han aficionado a los podcasts: mi hermana, mi madre, mi mejor amigo y mi hija María, por ejemplo. Los he visto llegar al mundo del podcast casi como cuando vi a mis hijas aprender a leer, con emoción, cruzando los dedos para que no abandonen y mordiéndome la lengua para no abrumarlos con recomendaciones. 


Ninguno de ellos lee lo que escribo, así que aquí puedo regodearme en mis    recomendaciones.


Voy a empezar repitiéndome e insistiendo en que hay que escuchar The Retrievals. porque va a ser el mejor podcast del año. El último episodio es impresionante: una reflexión sobre el dolor de las mujeres y la escasa o nula importancia que se le da en la sociedad. Para completar esta escucha recomiendo también este episodio de Sound School, un podcast que enseña a escuchar podcasts, a entender cómo se hacen y sus aciertos o fallos, en el que a partir del minuto 3:30 analizan el podcast y, sobre todo, la música, que es un elemento fundamental y que está trabajada de una manera increíble.  


Lo malo de escuchar algo buenísimo es que es inevitable pensar que lo siguiente que escucharás será peor pero, en este caso, tuve muchísima suerte y lo siguiente que cayó en mi lista de reproducción fue casi tan espectacular. En este caso es una producción de The Washington Post y se llama Field Trip. ¿Qué cuenta este podcast? Pues el viaje de Lillian Cunningham por cinco parques naturales de Estados Unidos, explicando en cada uno de ellos un problema al que se enfrentan esos espacios protegidos. Tenía mis reservas al empezar a escucharlo porque me daba miedo que fuera un canto a la ecología, algo demasiado buenrollista y que fuera aburrido. Como siempre digo, hay que saltar por encima de las reservas que uno tiene porque, muchas veces, te mantienen alejado de algo que merece muchísimo la pena. No me esperaba lo que Cunningham ha conseguido hacer: transportarme a cada uno de esos parques, estar allí, sentir el viento en Yosemite, la arena caliente del White Sands National Park, ver a los bisontes en Glacier Park, agobiarme por la humedad en los Everglades y disfrutar del frío cortante en Gates of the Artic en Alaska.  Es un podcast espectacular y bonito. De él me ha gustado todo. Por ejemplo, el último episodio, en Alaska, comienza con la llegada de la periodista al parque. Se escuchan las hélices del hidroavión que la ha dejado allí y las gotas de lluvia que caen en su impermeable. «Algo de lo que me doy cuenta después de unos minutos, es que mi oído ha empezado a cambiar. En vez de filtrar el ruido, busco el sonido». Se escuchan sus pasos, la llamada de un pájaro, «la inmensidad hace que sea más fácil fijarse en los detalles». Es una escena construída con el sonido, sutil, y la escritura. Es perfecta. Después, mientras se sigue escuchando la lluvia, introduce al personaje que la acompañará en el episodio con estas palabras: «John tiene pinta de poder estar aquí todo el día sin inmutarse. Lleva puesto un grueso impermeable amarillo pero no se ha puesto la capucha. Sus hombros están relajados. Mirándole parece que esta lluvia fría es una ducha caliente». Y después silencio mientras seguimos escuchando la lluvia. No sabes cómo es John, si es alto, bajo, gordo, flaco, si tiene 25 o 50 años… pero con esa descripción, lo ves.


No os lo perdáis porque Field Trip es un viaje sonoro y mental precioso. Cada uno de los episodios es un auténtico placer, un regalo de escucha. Es además un podcast al que volver porque se siente como un lugar feliz. Imperdible.  


¿Qué más puedo recomendar? Pues mandanga de la buena, de la que te engancha y no puedes dejar de escuchar. El podcast se titula Believable: The Coco Berthmann Story y es una historia de una mentirosa compulsiva tan profesional que deja en mantillas a cualquier otro mentiroso profesional que haya protagonizado un podcast. Recuerdo, por ejemplo, a Anna Sorkin y el podcast de la BBC, Fake Heirness, con todos sus engaños. Anna era tremenda, pero al lado de Coco es una aficionada de medio pelo. 


Coco Berthmann miente sobre todo y a todo el mundo sin importarle que la gente descubra sus mentiras. Lo hace además por algún afán que resulta difícil de entender porque no gana dinero, apenas estafa (al final la pillan pero el dinero que ha estafado es poco) pero no deja de hacerlo. Su historia además tiene un tono más siniestro porque el motivo por el que consigue la atención de la gente, hacerse con un hueco y ser considerada es que cuenta, desde el principio, que de pequeña su madre la obligaba a prostituirse hasta con 50 hombres al día. Con esa mentira tan alucinante (porque, claro, ¿cómo alguien va a pensar que estas mintiendo con algo tan serio?) se convierte en abanderada de la lucha contra la trata de menores. No estoy reventando nada porque todo esto se cuenta en el primer episodio, en los 5 primeros minutos. El resto de la serie es la investigación que los periodistas Sara Gannin y Edward R. Murrow realizan para ver hasta dónde llegaban sus mentiras. En la producción de la serie está Karen Given, una mega productora de podcasts, que les acompaña y que hace que el producto sea perfecto. Tiene además algo interesantísimo: por supuesto que no han podido hablar con Coco, pero tienen cientos de mails, mensajes de texto, posts en redes sociales escritos por ella que son fundamentales para la historia. El recurso que han utilizado es recrear la voz de Coco con inteligencia artificial a la que han entrenado con todas las grabaciones que de ella hay en la red. El resultado es impresionante. Si no fuera por la cantidad de veces que advierten que la voz que vas a escuchar está recreada con inteligencia artificial, no notarías la diferencia. Impresionante y espeluznante al mismo tiempo. 


Para recomendar cosas en español, os traigo una buena noticia: Sonora, una  plataforma de escucha que probablemente ni os suene, era de pago hasta el mes de junio. Ahora ya no lo es, es gratis y tiene algunas cosas muy interesantes para escuchar. Lo primero que voy a recomendar es Cuando fuimos la Fox, un podcast dedicado a contar la loquísima historia de Intereconomía, esa cadena de radio ultraconservadora que hasta hace muy pocos años era un faro de opinión para la derecha más recalcitrante. Son diez episodios de una media hora cada uno en los que no paras de decir: «no puede ser», «es imposible», «pero ¿qué coño?» y así todo el tiempo. Está muy bien escrito, Gonzalo García lo narra con mucho sentido del humor e ironía y es un podcast entretenidísimo para conocer los entresijos de la política, la comunicación, la empresa, la Iglesia Católica y hasta una secta secreta: El Yunque. 


En castellano no puedo dejar de recomendar uno de los últimos episodios que hicimos en Hoy en El País para terminar la temporada. Un trabajazo de mi compañera, Marta Curiel, que nos lleva a los tiempos de la Segunda República, a la matanza de los Seisdedos. Una historia terrible que ocurrió en Benalup-Casas Viejas, Cádiz, y que en el episodio recorremos con Rosa Pérez Gil, que se amputó su sexto dedo antes de saber lo que le había ocurrido a su familia.  


Vamos con los breves:


  • House on Loon Lake. Es un episodio de This American Life de hace muchos años. Se publicó por primera vez en 2001 y es un buen ejemplo de podcast que no caduca, que no envejece. Adam Beckman pasaba sus veranos, en los años 70, en un pueblecito en New Hampshire. Un buen día, con su hermano y un amigo, se fueron a explorar y acabaron llegando a una casa abandonada. Todos sabemos que a una casa abandonada se entra y es lo que hicieron ellos. Descubrieron una casa en la que parecía que sus habitantes habían salido corriendo sin recoger ni dejar nada ordenado. Platos en el fregadero, gafas, ropa en los armarios, la cuna de un bebé, una vida en suspenso. La obsesión por descubrir de quién era esa casa y qué había ocurrido no lo abandonó nunca así que de treintañero se pone a investigar. Este episodio es la historia de la casa y de sus habitantes. Maravilloso.  

  • Si has hecho una reforma tienes que escuchar Dentrísimo de las reformas. Y sí, sale el tema de decidir cuántos enchufes pones y dónde y la terrible realidad que es comprobar que lo que más te gusta en la tienda, ya sean azulejos, electrodomésticos, griferías o muebles es siempre lo más caro, lo que no puedes pagar ni con el sueldo de un mes.  

  • Y ¡ha vuelto Revisionist History! Uno de mis podcasts más favoritos y el culpable de que yo me haya convertido en Predicadora de podcasts. Malcom Gladwell va a dedicar seis episodios al tema de las armas en Estados Unidos y el primer episodio, como no podía ser menos, es alucinante. Volveré a hablar de este podcast más adelante pero quería mencionarlo porque si alguien no lo conoce tiene 7 temporadas para escuchar. ¿Por dónde empezar? Por el primer episodio, The lady vanishes, que además tiene mucho que ver con lo que estamos viviendo. 



Creo que ya he evangelizado suficiente. Como siempre, si escuchas algo, ven a contármelo. Me hará muchísima ilusión.  


1.- Siempre que mis hijas me llaman por teléfono, que suele ser poco, me dicen «ya sé que te he interrumpido un podcast pero necesito hablar contigo». Esa necesidad siempre es una petición, pero ese es otro tema. 


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domingo, 16 de julio de 2023

Podcasts encadenados: ya he escuchado lo mejor del año.



Hace mes y medio que no publico nada sobre podcasts encadenados. Cada vez que escucho algo que considero digno de aparecer por aquí, abro un documento y lo apunto para que no se me olvide pero, como esta vez ha pasado tanto tiempo, ahora me enfrento a una lista de títulos y pienso: ¿por qué quería recomendar esto? De alguna manera, esto que podría significar muchas cosas (entre ellas que soy una chapucera mayor o una crítica nefasta) es un filtro. De esta lista solo aparecerán debidamente retratados aquellos que de verdad han dejado un recuerdo en mi memoria. 


Acabo de contar los episodios que he escuchado en este mes y medio. Sin tener en cuenta los que escucho por trabajo me salen 90. Es normal que se me olviden cosas.  


Allá vamos. 


Para empezar traigo algo un poco diferente, una mandanga bastante adictiva parecida a las películas de sobremesa de fin de semana o una serie de televisión de esas con una trama un poquito increíble pero a la que te enganchas con fervor. People Who Knew Me es una ficción de la BBC protagonizada por Rosamund Pike (sí que sabes quién es: pincha y lo ves) y Huge Laurie (sí, el Dr. House) basada en una novela. Tiene diez episodios de 15 minutos de duración que, si te animas a escucharlos, puedes devorar del tirón y no como yo, que he agonizado durante cinco semanas para tener mi dosis semanal de drama. La historia que cuenta es la de Connie, una mujer que finge su propia muerte en el 11S y se lanza a tener una nueva vida. No he destrozado nada porque esto se cuenta en los primeros 30 segundos del episodio. Desde esa nueva vida, en la que pasan cosas, claro, descubrimos quién era Connie antes y por qué tomó esa decisión tan radical. Hay pocos personajes, la trama se sigue sin problema, hay amoríos (obvio) y no hay grandes efectos sonoros que te distraigan. Es adictiva, entretenida, engancha y es perfecta si quieres escuchar una ficción que sencillamente te distraiga. Los actores, además, están estupendos. 


Otra ficción pero ¡tachán! esta vez en español que también recomiendo muchísimo es Titania. Esta serie producida por Podium Podcast y el Banco Santander es imprescindible. Es lo que se conoce en la jerga como branded, es decir: pagado por una marca. Pero no es un panfleto publicitario, no se repite el nombre del banco veinticinco veces y si yo no te lo llego a decir es posible que ni lo hubieras notado. Son 7 episodios de unos 20 minutos con guión de Manuel Bartual y Juanjo Ramírez Mascaró; e interpretado, entre otros, por Nikki García y Francesco Carril. ¿Qué cuenta Titania? Pues la historia de Alicia, una mujer que vive tranquilamente con su novio y que está buscando trabajo, cuando empiezan a ocurrirle una serie de cosas extrañas e inquietantes que todo su entorno interpreta como casualidades, pero de las que ella sospecha que hay algo más. No es ciencia ficción, que sé que echa mucho para atrás: es un thriller parecido, de alguna manera, a El Sonido del Crimen; así que si te gustó aquella serie, te enganchará esta.  A mí me ha gustado mucho y es perfecta para escucharla en la tumbona o durante los paseos esos que pretendes dar en vacaciones.  


Lo mejor que he escuchado este mes, y probablemente en lo que llevamos de año, es The Retrievals, de Serial y The New York Times. Me saltó el primer episodio en mi lista de podcasts y le di al play sin pensármelo. Me quedé pegada a la historia, al diseño, al tono de la narración. Solo podía pensar «joder, que buenos son». Es tan bueno que sé que no voy a hacerle justicia en esta reseña, pero voy a intentarlo. Empieza así: “The women are seeking fertility treatment for a variety of reasons. They’ve had a couple of miscarriages, and they’re pushing 40. They don’t have fallopian tubes, or they need sperm. All of them wind up at the fertility clinic at Yale University”. La voz de la narradora Susan Burton llega a tus oídos de golpe, sin sintonía y sin presentarse. Te sumerge en un relato en presente crudo, aséptico y frío sobre unas mujeres que se están sometiendo a tratamientos de fertilidad. Solo es la voz de Susan, una música que se parece mucho a ésta y los hechos desnudos de cualquier opinión o interpretación: esto es lo que está pasando. (Curiosamente yo suelo estar muy en contra de la narración en presente pero en este caso, y porque ellos son tan buenos, funciona muy bien). 


Lo que Susan nos está contando es la historia de esas mujeres, primero con su voz, como ya he dicho, limpia de cualquier juicio o interpretación y luego a través de los testimonios de esas mujeres, de esas pacientes. Ellas narran cómo fueron las extracciones (the retrievals) de sus óvulos y el insoportable dolor que soportaron, un dolor inimaginable. Un dolor que las deja dobladas y llorando durante días. Un dolor que las hace sentir débiles, no válidas, quejicas y, sobre todo, incomprendidas; porque cuando lo verbalizan la respuesta que reciben es incredulidad en el mejor de los casos y desprecio en el peor: «eres una floja». No lo cuentan, no se quejan, porque les dijeron que «esto no duele»; así que no se sienten autorizadas para decir «esto ha sido el dolor más terrible que he sentido en mi vida». Llegan al punto de dudar de lo que sienten porque les han dicho que no podían sentirse así. 


¿No nos ha pasado a todas, alguna vez, con algo? ¿Cómo vas a decir que tener a tu bebé te hace sentir horrible cuando siempre te han dicho que era lo más maravilloso que te iba a pasar en la vida? 


Desde ahí el podcast abre un montón de hilos que van más allá de este caso particular. Se habla de, y sobre todo se siente, esa incomprensión médica hacia el dolor femenino. Como mujer empatizas con ese impulso de no quejarte, de tirar adelante aunque te estés encontrando fatal porque ¿cómo no vas a seguir adelante? Se habla de racismo, de rabia e incomprensión por parte de la sociedad, de la presión que el hecho de ser madre supone para muchas mujeres. 


Lo más impresionante de este podcast, más allá de la historia (que es brutal), es que si lo diseccionas nada está dejado al azar: tanto manera de introducir el relato como la elección del tono de la narradora (crudo, completamente aséptico); el momento justo en el que se menciona por primera vez «las mujeres» y cómo poco a poco vamos sabiendo más detalles de las vidas de cada una de ellas… Cada porción de información está colocada en el lugar preciso y en el momento justo, construyendo una narración perfecta. Nada está dejado al azar y tú, como oyente, quizá no percibas esa construcción; pero si eres un poco friki, como yo, y te tomas la molestia de analizar cómo te sientes en cada momento de la narración, qué piensas o qué recuerdas al terminar el episodio, verás esa estructura maravillosamente diseñada. No sé las horas y horas y horas de trabajo que hay detrás de lo que nos llega a los oídos. 


Mención aparte tiene el arte que han escogido. Acabo de comprobarlo y, por primera vez en la historia de Serial y The New York Times, las covers están construidas con fotografías y no con diseño gráfico. Cada episodio está ilustrado con una fotografía de espaldas de una de las pacientes. El efecto es fascinante: huele a hospital, a dolor, a rechazo, a soledad, a vergüenza. ¡Qué buenos son!


Si solo vas a escuchar una cosa estas semanas, que sea The Retrievals. Han publicado ya tres episodios y quedan dos más para terminar.  


Este mes también me he dedicado a repasar una recopilación hecha por Pushkin Industries y que se llama The best audio storytelling 2022 y que recoge, como su propio nombre indica, las mejores historias de no ficción publicadas en audio en Estados Unidos el año pasado. Cada episodio va precedido por una pequeña introducción, de un minuto de duración, en la que se explica el motivo por el que se ha seleccionado y su valor narrativo, que puede venir por el enfoque, el tono, el guión o la emoción. De esa selección de 17 episodios me han gustado especialmente The Man From Fifth Avenue, una historia de la guerra fría que tiene como protagonista a un hombre que vivía en la Quinta Avenida y que acabó convertido en un héroe en la Unión Soviética como ejemplo de los males que generaba el capitalismo en los años 80. Hay espías, mentiras, amoríos, traiciones y, por supuesto, el hombre de la Quinta Avenida. De esta recopilación también me ha gustado muchísimo el doble episodio Planet Money Records 1 y 2. Planet Money es un podcast dedicado a explicar cosas construyéndolas desde cero. En este caso, en la redacción del programa reciben una cinta de cassette con una canción nunca publicada. Deciden entonces crear una compañía discográfica para poder publicar esa canción y parten de cero haciéndose todas las preguntas que te harías tú: ¿Qué necesito? ¿Cómo lo hago? ¿Qué hay que tener en cuenta? Además, contactan con el compositor y cuentan su historia y a partir de ahí... la maravilla. La canción, además, es pegadiza y tiene este título que no podría ser más actual: “Inflation”. De verdad, no te lo pierdas porque además es una de esas historias que te reconcilia con el mundo. (Si quieres que te pase el enlace para escuchar la selección completa de The Best Audio Storytelling, mándame un email). 


Vamos con los breves:


  • Ha vuelto Dentrísimo. En lo que llevamos de temporada mi episodio favorito es el Dentrísimo de la ropa, con Joaquín Reyes, a pesar de que yo estoy fuerísima de la ropa y casi todo lo que él cuenta me suena a ciencia ficción, pero me he reído. 

  • Si no conoces a Rafa Cabaleira tienes que conocerlo. Hay poca gente en el mundo mejor que él. En esta entrevista en Hotel Jorge Juan cuenta algunas de sus mejores historias. 

  • Wilder. ¿Estoy escuchando una serie dedicada a la autora de los libros de La casa de la pradera? Sí. ¿Me está gustando? Pues no es que me esté volviendo loca pero es bastante interesante conocer lo que había detrás de la serie de Michael Landon con Laura Ingalls y sus trenzas. Hay tragedias, dramas, conflictos de autoría entre madre e hija, derecha conservadora americana, racismo. Siempre que escucho un podcast pienso si podría adaptarlo a mi realidad o a la realidad de España. ¿Podría hacer un Wilder con los libros de Celia o con los tebeos de Puck? Me encantaría hacerlo: qué significaron para mí, quién había detrás, cómo llegaron a publicarse, cómo era la sociedad entonces, qué influencia tuvieron en quien los leyó, qué queda de ellos. Me chiflaría ponerme ahora mismo a investigar y a escribir. 

  • Resurrection. Dane Steward es un canadiense, gay, que en 2017 recibe de su amigo Dan (un hombre mayor al que conoció en su primer desfile del orgullo en Toronto) un fajo de cartas de amor que hace 40 años Dan intercambió con Daryl. Éste era un autor de obras de teatro que vivía en San Francisco y que murió de SIDA en los noventa. Dane lee las cartas y se lanza a reconstruir los huecos que quedan en ellas. ¿Quién era Daryl? ¿Quién es Jane, la mujer que aparece en las cartas? ¿Dónde vivió? ¿Qué hizo antes de conocer a Dan? Es un podcast amateur que Steward ha realizado a lo largo de tres años y que a mí me ha llevado a volver a pensar en el SIDA y su atroz impacto en la comunidad gay. (Al mismo tiempo que escuchaba este podcast leía el libro de Olivia Laing que comenté el otro día y que también habla de esos años: es un tema que ahora mismo me interesa muchísimo). Se trata de un podcast muy entretenido, muy bien hecho y construído, aunque los dos últimos episodios publicados hasta ahora flojean mucho. Es más: no tendrían que haberse hecho. A Dane le ha faltado un editor que le dijera: «te has enamorado de esto pero sobra». 

  • La revista TIME ha lanzado Person of the Week. Inauguraron la serie con Ethan Hawke y, como soy muy fan, me lancé a escuchar la entrevista y… siento decirlo, pero mal. Es una entrevista aburridísima. Lo comento aquí por si eres fan. 



Pues con esto ya estaría. El mes que viene más.


Entrando aquí está en Spotify la lista de Podcasts encadenados.


Si escuchas algo de lo que recomiendo, ven a contármelo que me hará ilusión.