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miércoles, 21 de diciembre de 2016

Passengers y el pene de los patos

He visto Passengers y mi conclusión es que es tan mala, tan mala que se vuelve buena. Sé que es una conclusión que sugiere que estaba borracha o dormida o inconsciente o que no tengo ni idea. A mí también me sorprende esta conclusión tan meta pero es así. 

Voy a destripar la película pero en un raro giro de los acontecimientos prometo que conocer el argumento no importa un pimiento para pasarlo en grande con esta película. 

Vamos a ello. Tenemos una nave enorme con pinta de sacacorchos viajando por el espacio. Inciso.- ¿sabéis que los patos tienen el pene como un sacacorchos y cuando encuentran pareja entran a rosca? Yo sí lo sé y quería compartir esta información tan perturbadora con todo el mundo. - Fin del inciso. 

El sacacorchos va por el espacio tan campante y feliz cuando, de manera absolutamente inesperada, se encuentra con una lluvia de rocas gigantes. Por supuesto el sacacorchos volador tiene un campo transparente muy chulo para que reboten pero, también muy sorprendenmente, llega un pedrolo demasiado grande que básicamente le hace a la nave un "explota, explota que tu culo explota". Pero poco, solo la puntita, lo justo para que el espectador en el minuto 1 ya sepa qué va a ocurrir. 

¿Qué hay dentro del sacacorchos gigante? Pues el interior es un cruce entre la nave de los gordos de Wall E y Cocoon. En una cápsula muy aséptica y vestido con unos calzoncillos muy antilujuria se despierta Jim. (DiCaprio en Titanic era Jack , lo digo por si alguien sospecha que la historia tiene algo que ver con lo de siempre. Jack, Jim, es lo mismo)

Jim (Chris Prat) es un hombre que en teoría debería ser guapo, atractivo y provocar pensamientos lujuriosos pero que en la práctica te deja tan fría como una caja de mantecados rancios. Es un tipo intrascendente, un sosainas con fachada. 

Jim se despierta y pone cara primero de susto, luego de sorpresa, luego de idiota y luego de cierta preocupación. Todo esto el espectador se lo imagina porque Pratt frunce y desfrunce el ceño sucesivamente, gesto que pasa por ser su único recurso interpretativo. 

Cuando el espectador ya se ha fumado tres puros, Jim se da cuenta de que "a lo mejor" algo va mal porque no ve ni un alma paseando por el sacacorchos. Le da un ataquito de histeria y se pone a correr sin ton ni son hasta que "casualmente" llega a un bar en el que hay un tipo lavando vasos. El espectador desea con muchísima fuerza poder beberse todo lo que hay en el bar mientras Jim se cae del guindo y se da cuenta de que el barman es un androide, cosa que el espectador que tiene conexiones neuronales sabe desde el primer momento. 

El pobre Jim entonces se desespera más y hace "cosas". Recorre la nave, intenta entrar en la sala de control del sacacorchos, llevando un cinturón de herramientas bastante sexy debo decir, lee manuales y más cosas que no recuerdo. El robot, que se llama Arthur y en el tercer plano ya está harto de escuchar a Jim lamentarse, se saca de la manga un poco de filosofía a lo Coelho y le dice: chaval, disfruta la vida en el sacacorchos y no sufras.   

Dicho y hecho. Jimdeja su camarote de tercera clase, fuerza la puerta de una suite y empieza a darse la vida padre. Juega al basket virtualmente, juega al Just Dance, ve pelis... y se deja una barba a lo Tom Hanks en Náufrago. Un día, en un nuevo rulo por el sacacorchos ve una puerta que no había visto y dentro hay un par de trajes espaciales. No uno, ni media docena ni 300, solo dos. Los mira, los roza, los toca y se pone uno. Y con ese traje sale a darse un paseito por las afueras del sacacorchos. A mí esta parte de la peli me retrotrajo a mis 11 años y los orígenes de mi angustia cósmica. No me mola salir ahí a flotar en algo negro y oscuro y solitario. Que sí, que lleva cable pero ¿y si el cable se rompe en un giro totalmente inesperado de la trama? Pues eso, que no me mola. Por supuesto a Jim no se le rompe nada porque entonces se acabaría la película. Ahora que lo pienso, eso sí que sería inesperado. 

Sigamos. Jim se desespera y tal y Pascual y se da un rulo por las cápsulas con gente durmiendo en ropa interior poco sexy. De entre las 5.000 cápsulas, CASUALMENTE, se queda mirando a Aurora. Por si alguien no ha tenido infancia me gustaría señalar que Aurora se llama La Bella Durmiente. EJEM. Tocando unas teclitas aquí y allá y skalteando unos cuantos archivos, Jim  se entera de toda la vida de Aurora, que resulta ser escritora, cool, con sentido del humor, interesante, inteligente y además, es Jennifer Lawrence y, claro, el bueno deJim se enamora. 

Jim frunce el ceño, lo desfrunce, lo frunce otra vez, lo frunce hasta casi tocarse la nariz y con esto suponemos que está teniendo o bien retortijones incontrolables o dudas morales sobre si despertar o no a Aurora. 

El espectador se fuma otros 3 puros porque sabe de sobra que Jim va a hacer de príncipe y despertara a Aurora. 

La despierta. La mira. Corre para que ella no le vea. Ella pulula por la nave. Se encuentran casualmente. A ella le da un ataquito de histeria cuando se entera de que se ha despertado antes de tiempo. Hace las mismas cosas que Jim antes pero sin cinturon de herramientas sexy y al final va donde Arthur y decide que va a jugar al basket virtualmente y ver pelis y jugar al Just Dance. Aurora también nada con un bañador absurdo de rejilla. El espectador se pregunta si el bueno de Jimno sabe nadar o es que no había sido tan concienzudo en sus paseos por el sacacorchos y la piscina le había pasado desapercibida. O, a lo mejor, Prat se negó a llevar un bañador de rejilla, que también puede ser. 

Al grano que esto está quedando largo. De manera absolutamente inesperada y sorprendente, Jim y Aurora, se enamoran, chuscan y juegan a la pareja feliz. La escasa química que hay entre ellos hace que el espectador añore ver patos fornicando pero no hay suerte. El espectador tiene que asistir a conversaciones de profundidad insondable:

Dime Jim, ¿por qué te querías ir de la Tierra a establecerte en una colonia espacial?
—Porque en la tierra ya no arreglamos nada, solo lo sustituimos. Yo quiero arreglar cosas. 

Ole ahí, Many Manitas. 

¿Y tú Aurora? ¿Por qué dejas tu vida guay para irte de excursión espacial?
—Mi padre era guay, era escritor, decía cosas inteligentes y, de repente, se murió y yo quiero escribir cosas y que me lean y...

Ole ahí brasitas con ínfulas.  

Todo va bien durante medio minuto de película pero entonces llega Arthur, el robot camarero, y de manera casual y absurda (como toda la película) le dice a Aurora: ¡qué bien que Jack te despertó! 

En otro sorprendente giro de los acontecimientos Aurora no se lo toma nada bien. De hecho, se coge un cabreo bastante considerable y llega hasta pegarle una paliza a Jim. Jim frunce el ceño. 

Mientras andan enfurruñados evitándose en el sacacorchos, la nave empieza a fallar un poco más para que no te olvides del pedrusco del principio. Como es obvio que Aurora y Jim no se bastan por sí solos, de repente, se abre una puerta y aparece Lawrence Fishburne. ¿Por qué? ¿Cómo? Da igual, a quién le importa. A estas alturas de la película no vamos a ponernos pejigueros con los detalles de guión. 

Fishburne aparece para tres cosas:

1.-Decirles que hay algo que no va bien, que de hecho algo va fatal en una sala enorme y que lo encuentren. 
2.-Decirle a Aurora un par de perlas a lo Coelho que hagan que ella se desenfurruñe: "se estaba ahogando y cuando te estás ahogando te agarras a lo que sea, por eso te despertó".
3.-Darles su pulserita de acceso premium a todo el sacacorchos y morirse. 

A partir de la muerte del bueno de Fishburne la acción se dispara. El sacacorchos se apaga, ellos corren. El sacacorchos tiembla, ellos llegan a la sala enorme y en un plis plas encuentran el boquete del pedrusco y una sala en llamas que misteriosamente a ellos les parece inofensiva. Lo que tienen que arreglar no se arregla a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera. ¡Mecachis! Jim va a tener que jugarse la vida desde fuera de la nave para poder salvar a Aurora y al sacacorchos. ¡Quién iba a sospecharlo! 

Jim se juega la vida a lo James Bond y a lo James Bond parece que se muere pero es solo la puntita. Aurora es una heroína y lo salva y llora. 

Se besan, ríen como pánfilos. 

Venga churri.- le dice Jack- que te duermo.
¿Y qué pasa contigo?
—Aquí solo cabe uno.
—Pero no volveré a verte. 

Elipsis de 88 años. Se abre una puerta, aparece Andy García con barbota y hay un jardín exuberante dentro del sacacorchos. 

Fin. 

Id a ver Passengers, es fabulosa.  

Nunca me agradeceréis lo suficiente haberos proporcionado la información sobre el pene de los patos.   

jueves, 15 de diciembre de 2016

10 verdades absolutas en la caja del super



1.- Al entrar por la puerta mirarás las cajas y serás optimista: vaya, qué suerte he tenido, parece que hay poca gente. Esto irá rápido. 

2.- Cuando llegues a la caja descubrirás que en tu concentración consumista no has visto las multitudes escondidas en los pasillos y todos ellos han sido más rápidos que tú.

3.- Dudarás al elegir la caja. Fruncirás el ceño, descartarás gente con carros muy llenos, escudriñarás cestas, olfatearás actitudes y comportamientos, escanearás a los cajeros. Valoraras todos los datos en tu cabeza, dudarás, caminarás hacia una, caminarás hacia otra, mirarás atrás. Tomarás una decisión. Error. 

4.- Espiarás la compra de la persona que tienes inmediatamente delante de ti. No tiene el más mínimo sentido hacerlo pero lo harás. Intentarás saber qué tipo de persona es, si vive solo, en compañía, con alguien a quien quiere o alguien a quien odia, si está de día "la vida es para disfrutarla y me voy a dar un homenaje" o de día "ni un día más comiendo hidratos de carbono". Pensarás ¿Por qué la gente baja a estas horas a comprar yogur líquido, piñones, suavizante y un sobre de sopa? o ¿En serio va a cenar gazpacho, salmorejo y crema de tomate? Siempre te parecerá que tu compra tiene muchísimo más sentido, más lógica. Si cometes la equivocación de mirar tu cesta para comprobarlo y después te atreves a mirar al comprador que va detrás de ti, verás en su cara que él está pensando que tu compra de aguacate, sepia y betún dice claramente que eres un psicópata con una infancia traumática.  

5.- Elijas la caja que elijas siempre siempre siempre habrá alguien que lleve solo un sobre o un paquete de pavo en lonchas. 

6.- Las probabilidades de que haya alguien delante de ti en la caja, con más de 70 años pagando en monedas de cobre que saca de una en una de su cartera es inversamente proporcional a la prisa que tengas. Esa probabilidad es del 100% si a) tienes el coche mal aparcado b)has dejado a tus niños 5 minutos solos diciendo "subo enseguida" c) has bajado a por vino porque tienes una cita.  

7.- De las cinco cosas urgentísimas que te han obligado a entrar en el supermercado, se te olvidará una al llegar a la caja. Tendrás que salir corriendo a por ella y descubrirás que en la última reordenación de pasillos la han trasladado a la última esquina del local. 

8.- Si se te han olvidado los ajos y mandas a tu hija de 11 años a por ellos, al pagar descubrirás que llevas una malla de cebollas. Algo estás haciendo mal con su educación culinaria. 

9.- Un 80% de las veces se te habrá olvidado la maravillosa bolsa que tienes para ir a la compra. Las veces que te acuerdes de llevarla, un 50% será demasiado pequeña y el otro 50 % la llenarás tanto que  te provocarás una lesión de espalda al cargar con ella. 

10.- Al salir por la puerta juraras que la próxima vez elegirás mejor la caja y que vas a comprarte un carrito de la compra. 

lunes, 12 de diciembre de 2016

Marie Kondo ordena libros

"Muchas personas dicen que los libros son una cosa de la que no pueden separarse, sin importar si son lectores ávidos o no,  el verdadero problema es en realidad la forma en que se separan de ellos".

Marie, chata, si no eres un ávido lector, si no te gustan los libros te aseguro que no tienes mucho problema en deshacerte de libros. Si eres un ávido lector, si adoras los libros, si te encantan, si te parece que no hay nada mejor que tener en tu casa, el problema no es cómo te separas de ellos, sino que no quieres separarte de ellos. Aunque también te digo, si a mí alguien me regala tu libro sé la forma exacta en que querría deshacerme de él. Lo disfrutaría tanto que solo de pensarlo babeo: una gran fogata a la que ir echando las páginas, una por una, mientras apuro una botellita de vino a tu salud.


—Pero cuéntame Marie, ¿qué hago con mis libros?
—Tienes que sacarlos de las estanterías. 
—Ajá. Menos mal que vienes de allende los mares a iluminarme. A ningún lector se le ocurriría jamás que hay que sacar los libros de las estanterías para ordenarlos. Está el descubrimiento del fuego, la rueda... y tú con este consejo. 
—Los libros que están mucho tiempo en la estantería sin que nadie los toque durante mucho tiempo están inactivos. O tal vez debo decir que son "invisibles".
—Ajá. Marie, define mucho tiempo. Define inactivos. Define invisibles porque yo ahora mismo, sentada en mi cuarto veo a mi alrededor varias estanterías llenas de libros que puede que no haya tocado en un par de años y desde luego invisibles no son. No es solo que los estoy viendo es que sé qué pone en sus páginas, dónde los compré, con quién, cuando los leí y porqué me gustaron o los odié. Para mí tú eres bastante más invisible. 
—Yo he sido doncella en un santuario sintoista, hay que mover tus libros y voy a hacer fus fus fus y mis polvos mágicos harán que tus libros se vuelvan conscientes. 
—Fus fus fus pero con la mano abierta voy a hacerte yo Marie Kondo porque no tienes vergüenza. Además, si vas a venderme la moto de los polvos mágicos házmelo bien: o eres Merlín con varita o eres Pablo Escobar y me traes un regalo en una bolsita o eres un hombre que me guste mucho y vaya a dejarme sin respiración. Déjalo, sería largo de explicar, doncella sintoísta. No creo que lo entiendas, esos polvos desordenan mucho. 
—Coge cada libro, tócalo. Uno a uno decides si te lo quedas o lo tiras. Por supuesto sólo tienes que quedártelo si al tocarlo sientes placer. 
—Marie, ¿qué va a ser lo siguiente? ¿explicarme como respirar? 
—Es que no me refiero al placer que te proporciona leerlos. De hecho no puedes abrirlos mientras haces limpieza, ni mucho menos leerlos. Eso rompería el hechizo. Todo tiene que ser por lo que sientas. 
—Marie no digas memeces. O dilas si te apetece pero lejos de mí o te daré con una sartén en la cabeza. 
—Alguna vez significa nunca. 
—¿Perdona? Pareces Miyagui. 
—Te digo que no tengas libros por si alguna vez los lees, eso significa que nunca los leerás.  
—Mira Marie Kondo como te lo explico para que no te estalle la cabeza. Lo leeré en el futuro quiere decir eso y, además, tengo otra cosita para comentarte. Hay libros que he leído una, dos y hasta tres veces y los tengo ahí por si me apetece releerlos. Y hay otros que sé que no releeré nunca pero que no pienso dar jamás. 
— Acumular libros con la intención de leerlos pero sin hacerlo disminuye el efecto que tienen en ti los libros que lees.
—Lapartecontratantedelaprimeraparte es la partedcontratante de la primera parte. 
—¿Perdón?
—Que no digas más chorradas. 
—El momento de leer un libros es el primer momento en el que te encuentras con él, por eso es importante tener pocos libros. 
—Marie Kondo, DARLING, según tu teoría solo podría tener un libro en mis estanterías. El libro que estoy leyendo. 
—¡Claro! así todo estaría ordenado y yo tendría razón. No olvides que soy doncella sintoísta.  
—Fus, Fus, Fus... eres la Nada. 





PD: mirad la cara de Marie Kondo haciendo fus fus.  

martes, 12 de julio de 2016

Di No a la pajarita


—¿Vas a llevar corbata?

—No, yo paso de corbatas. Me aprietan el cuello, me agobian y no me gustan.
—Ajá
—Voy a llevar pajarita. 

"Voy a llevar pajarita", dice tan contento como si la pajarita se llevara alrededor de la muñeca, detrás de la oreja o en la punta del zapato. 

Pajarita No. Pajarita Go Home. 

No, no y no. 

Hombres del mundo, ¿quién os ha engañado para rescatar de algún baúl secreto, olvidado y oculto las "corbatas de lazo"? ¿Quién os ha engañado para haceros creer que la corbata es rancia y la pajarita cool? Y sobre todo ¿por qué os hacéis eso? 

Solo hay una ocasión en la que la pajarita es buena idea, solo hay un momento vital en el que llevar pajarita es la mejor elección, la única posible, el acierto seguro. 

—Hola, hemos venido a decirte que te hemos elegido para protagonizar la siguiente película de James Bond.
—¿Llevaré esmoquin?
—Por supuesto.

Ahí Sí. James Bond + esmoquin= pajarita. 

El resto del tiempo la pajarita es siempre MAL. ¿Qué dice la pajarita de ti?

Quiero ser original.

Lo he dicho cienes y cienes de veces, la originalidad mal entendida la carga el diablo y es el camino más rápido para hacer el ridículo. Además, llevar pajarita hace 20 años a lo mejor (lo dudo) era original, ahora vas a una boda o a un evento y hay cientos de tíos "originales". 

No soy nada sexy.

Conozco pocos hombres con la habilidad suficiente como para hacerse un nudo de corbata normal a la primera. En muchísimos trabajos ya no es obligatorio ir de traje y los hombres se han librado de llevar corbata, y la evolución humana los ha llevado a perder esa habilidad junto con otras, como orientarse sin navegador. 

Pocos son por tanto los que saben anudarse la corbata pero no conozco ninguno que sepa hacerse el nudo de la pajarita. Un tío con pajarita dice "tengo 10 años y llevo una goma debajo del cuello de la camisa". No pasa nada, no tiene mayor importancia, pero toda la supuesta prestancia que pueda tener una pajarita se pierde. 

Además, lo único medianamente sexy de una pajarita es la posibilidad de tirar de uno de los extremos del lazo y que quede colgando del cuello del hombre y, a partir de ahí, tirar del hilo... y lo que surja. Quitarle la goma alrededor del cuello es igual de sexy que una faja color carne. Cero. 

La señora, ¿qué quiere tomar?

Lo siento pero yo veo un tío con traje y pajarita y mi cerebro empieza a pensar en qué deseo beber o si el hombre está gordo en qué quiero del menú y en estar atenta por si me va a contar lo que hay fuera de carta. 

De un hombre con pajarita casi espero que se dirija a mí diciendo "un admirador, un amigo, un esclavo, un siervo ¿qué puedo traerle?"

Sé bailar. 

Un hombre con pajarita por la misma razón por la que no quiere ser su padre ni un señor recién llegado de los 70 debería saber bailar. No quiere ser su padre, no quiere ser aburrido, no quiere ser como todos y, por tanto, sabe bailar. Y cuando digo saber bailar, no me refiero a contonearse espasmódicamente de una manera completamente arrítmica ni a brincar como un titi en celo con los brazos en alto, gritando. 

Saber bailar es saber bailar, es ser Fred Astarire o Gene Kelly o, por lo menos, Clint Eastwood en Los Puentes de Madison. Es deslizarse, tener ritmo, mover los pies y no pisarme.

Por todas estas razones un hombre con pajarita (si no eres James Bond) distrae. En vez de pensar en si me gusta o no me gusta, me atrae o no me atrae, mi mente se dispersa imaginándomelo delante de su armario abrochándose la goma y pensando “qué original soy”.

Voy a llevar pajarita ¿Qué te parece?
—Preferiría que no.


jueves, 21 de abril de 2016

De mayor quiero ser guionista.

Lo he estado pensando y si hay un trabajo molón ahora mismo en el mundo de la televisión es el de guionista, y de tv movie. No hay nada más loco, más surrealista y más libre en todo el panorama audiovisual. 

Cualquiera que tenga más de 30 años tiene "estrenos tv" grabados a fuego en la mente. Bajo ese nombre se emitían unos dramones absolutamente increíbles en los que siempre, al principio o al final, ponía algo como "esta historia está basada en hechos reales, los nombres se han cambiado para preservar la intimidad de los protagonistas". Las historias tristísimas, en las que siempre había muchas desgracias y amores trágicos, funcionaron durante años. Pero sospecho que el catálogo de desgracias truculentas susceptibles de ser etiquetadas con una imaginativa combinación de sustantivo y adjetivo en cualquier orden se terminó. Ya no quedaba espacio para más "Traición fatal", "Confianza truncada", "Amor confiado", "Fatal traición", "Sospecha confiada" o "Falsa confianza" o "Confianza sospechosa". 

Ante el abismo de enfrentarse al final de una era, los guionistas de tv movies huyeron hacia delante y, contra todo pronóstico, han triunfado como unos campeones. NI Hitchcock, ni Coppola, ni Tarantino... no hay guiones ni historias como las de la nueva remesa de tv movies alemanas que triunfan en la sobremesa. 

No soy capaz de recordar la trama de Ciudadano Kane pero la última creación televisiva de los genios del mal se ha quedado grabada a fuego en mi mente. Me ha dejado tan marcada que el otro día, en medio de una comida de trabajo, me encontré con toda la mesa mirándome embelesada mientras les contaba esta trama totalmente alocada. 

-Moli, la cuentas tan bien que dan ganas de verla o de tomar tus drogas. 

¿De qué iba ese prodigio de tensión dramática? 

La acción se sitúa en los prados siempre verdes de Suecia o Dinamarca. ¡Qué más da el rigor geográfico cuando se puede subir la saturación del color y que los paisajes parezcan la granja de los Clic de Playmobil! En esos prados tan idílicos vive una joven entusiasta y feliz. Estoy muy a favor del entusiasmo y la felicidad pero sin traspasar los límites de la mosca cojonera. La joven es tannn pesada y sonriente que a los 30 segundos quieres saltarle los dientes aunque estés haciendo la digestión de una fabada y sólo tengas pulso periférico. 

La joven entusiasta está casada con armario empotrado muy nórdico pero con el mismo atractivo que un perchero, tanto mental como físico. Vive con él y con su suegra que la odia, en mi opinión con razón, por pesada. Como es tan happy se dedica a criar llamas en los verdes prados saturados de Dinamarca (he dicho llamas, sí. De yo y mi llama pues llama se llama y vamos a la clínica dental). Aquí es donde percibí la primera sesión de ayahuasca entre los guionistas, ¡no hay huevos a poner llamas en Dinamarca! No contenta con eso decide abrir en su granja de llamas un café ecológico. ¿Por qué? ¡Qué más da! 

Sin el más mínimo motivo resulta que los habitantes de su pueblo no quieren que abra el café. Supongo que por brasas, solo de pensar en ver a la joven entusiasta repartiendo ajonjolí y leche de burra correteando por el prado, los tranquilos daneses desean un ictus. Entonces, una desgracia se cierne sobre nuestra joven entusiasta. La noche antes de abrir el café, hay un incendio y como en el pueblo el coche de bomberos está estropeado, de las ilusiones ecológicas y absurdas de la mosca cojonera no queda nada. Niente. 

Es en este momento de tensión dramática inigualable desde La Lista de Schindler cuando los genios del mal, AKA guionistas, introducen la segunda trama. La cámara nos lleva a una ciudad nórdica con los mismos colores que la casa de Pin y Pon y entramos en un estudio de grabación en el que un tenor está grabando un disco. Presentimos que la tragedia le acecha. ¿Por qué lo presentimos? Porque abre la boca para cantar y se toca los oídos con cara de dolor. Todo muy sutil. 

El tenor boquea un par de veces, pone cara de estreñimiento máximo y sale corriendo a coger el coche. Conduce, conduce, conduce y llega así, como el que no quiere la cosa, a la granja de llamas de la entusiasta. Casualidades tiene la vida... Ni Auster. 

- Toc, toc.
- ¡Quién es?
- yo
- Y ¿quién es yo? 
- Pues un tio que ha llegado aquí en coche pero no te voy a decir quién soy porque soy muy misterioso. ¿Tienes habitación?
- Pues claro, puede quedarse. 

Los nórdicos son gente campechana y afable por lo que se ve y no temen a los psicópatas. 

A todo esto y para despejar el camino de la trama, el marido armario ropero ha recibido una llamada misteriosa y le ha dicho a la entusiasta que se va a vender aceite ecológico a no sé donde. ¿De dónde sale el aceite en Dinamarca? ¡Y a quién le importa!

Un nuevo día amanece en el país de los colores saturados y la entusiasta lee el periódico. En la misma página descubre que el desconocido que tiene arriba es un tenor que anda desaparecido y que en el pueblo de al lado dentro de una semana se celebra un concurso de grupos de gente cantando y el que gane se lleva como premio... ¡un camión de bomberos! 

En este momento decidí que la digestión de la fabada tendría que esperar. No asistía a un espectáculo de tanta enjundia desde... desde nunca.  

La entusiasta saca entonces su lado malvado y torticero y le dice al tenor estreñido que o les enseña a cantar a ella y a sus amigas del pueblo (que no son sus amigas pero ella es la típica motivada que es mejor seguirle la corriente) o le dirá a la prensa que él está allí. 

El tenor acepta. ¡Qué sorpresa!  Y pasa de no saber qué hacer con su vida a trajinar con las llamas, enseñar a cantar a las hermanastras de Cenicienta y, entre tanto trajín, en un nuevo giro inesperado de guión, se trajina a la entusiasta. Bueno, es una cosa mutua. 

Abreviando, no quiero arruinar a nadie el placer de un futuro visionado. 

Cuando ya me estaba comiendo las uñas, el grupo de currutacas gana el concurso de canto, el pueblo consigue un nuevo y flamante coche de bomberos, y el tenor y la entusiasta se juran amor eterno. 

¿Y el armario empotrado del marido dónde está?, se pregunta el espectador. 

Reunión de guionistas...

- Chavales, se nos ha olvidado solucionar el tema del marido.
- ¿Qué marido?
- El de la entusiasta.
- ¿Tenia marido?
- Si, lo mandamos a vender aceite orgánico a Polonia. Y ¿ahora que hacemos?
- Pues nada, que vuelva y le diga a entusiasta que en realidad no estaba vendiendo aceite, que se había ido a ver a un antiguo amor del que se ha dado cuenta que sigue enamorado y que porqué no se divorcian y se reparten las llamas. 
- Cojonudo. 

Yo de mayor quiero ser guionista de tv movie alemana.  

lunes, 21 de marzo de 2016

El empotrador



Al final lo disfruté. Después de pasarme la noche anterior sin dormir, repasar la charla en mi cabeza como un mantra durante días y días,  no comer y tener el estómago encogido de los nervios lo disfruté. 

Lo disfruté a pesar de que 15 segundos antes de subir al escenario el corazón me latía tan fuerte que de verdad temí que me fuera a dar un infarto. 

No me dio un infarto y fue muy divertido. 





Mil gracias a Ignite Madrid por darme la oportunidad de lanzarme a hacer esta locura, a Susana Lluna por animarme a hacerlo, a todos los compañeros de charla. Gracias a los conocidos y a los descerebrados desconocidos que vinieron a verme.

Millones de gracias. 


lunes, 29 de febrero de 2016

Despelleje Oscar 2016

Dame una entrega de premios y te escribo un post frívolo. Hoy quiero que sea frívolo, divertido y express. 

Empiezo con un disgustazo. Una de las dos mujeres que me han hecho reconsiderar mi heterosexualidad se ha destrozado así. Sospecho que ha caído en las redes de una dieta absurda a base de sólo proteínas, o sólo alimentos verdes, o sólo cosas que caigan de los árboles en días pares con luna llena y que dice cosas como "si no hago 4 horas de deporte no tengo equilibro mental". Su metabolismo se la está comiendo y ha pasado de ser una mujer estupenda a ser esa cosa...Sólo me queda Robin Wright para plantearme el lesbianismo. 

Aprendamos a posar:

- mentón hacia fuera marcando línea de mandíbulas SI. 
- cara de haberte tragado un sapo y estar tratando de deglutirlo. NO.  
- Bracitos en jarras y pelito al lado. NO. Asomando patita TAMPOCO
- Bracitos en jarras, hombros para atrás, tetas en bandeja, mirada en escorzo. SI. Arriquitaun. TAMBIÉN...
- Si no puedes abrir los dos ojos igual a la vez que pones morritos. No poses
- Lo que sea para ganar el premio jaboneras. (Apuesto a que se desplomó de bruces, 3 segundos después de tomar esta foto, enredada en sus propios tobillos)

Miro a Leonardo y no consigo que me guste, ni que me disguste, ni que me perturbe, ni que me haga reír, ni llorar ni nada. Es un tío que me resulta totalmente insulso. Hace mucho que no comento que odio las perillas. 

El Moradito de nazareno no me acaba de convencer. Lo encuentro de señora mayor o de La bola de cristal, dos cosas que han pasado de moda. Menos si lo lleva Heidi que se puede poner un plumero y está espectacular, pelín sobreactuada, pero espectacular. 

Quiero un traje original, soy Jared Leto. Y quiero una flor. Y que una vaca me lama el pelo. Y pantuflas de los chinos. 

Cate Blanchett del color del multiusos con que limpio mi casa. Seguro que en moda se llama "azul algo espantosamente cursi", lo mismo hasta es verde para los expertos. A los chinos de mi barrio les encantaría poner esas plumas en el escaparate acompañando a las fuentes de agua con lotos flotando, el gato de la manita y la colección de piedras con poderes mágicos. Esta chica también estaría monísima en ese escaparate. 

- Hagamos boicot a los Oscars porque no nominan negros.
- Eso es un rollo.
- Vale, pues a ver si tienes huevos de llevar una mopa en la cabeza. 

Cualquier cosa con Liev es mejor, incluso Naomi. Es mi nuevo hombre favorito. Que guapo, que clase, que estilo, que voz.  

Rachel Adams va de guapa con problemas. El color es bonito, va bien peinada y está favorecida PERO el vestido se arruga y supongo que habrá estado en 6 ó 7 sesiones de hipnotismo en plan "no muevas los brazos, no muevas los brazos...no respires fuerte, no tosas, no estornudes, no muevas los brazos" porque cualquier movimiento más allá del provocado por el pulso periférico la deja en bolas. O eso o lleva velcro en los costados tetiles. 

De primero, una dorada al horno. Y de segundo, boquerón frito o sardinilla.

Eddie es el clásico tio antilíbido. Hay que arroparle, ponerle el colacao calentito en la mesilla y dejar la lámpara de nave espacial encendida para que no tenga pesadillas. Eso y alborotarle el pelito.   

Encuentre las siete diferencias entre un señor  y ¿un señor? 

Cariño, ¿qué tal voy? ¿Cariño, cariño, cariño? la gente sin amigos me da penita. 

Sé que Olivia les mola mucho a los hombres pero NO. Este vestido es horroroso y, lo siento, pero ese escote es desproporcinado, feo y completamente innecesario. Es un escote que te hace pensar "Pero, ¿esta chica tiene cerebro?". ¿En qué momento entras en una tienda ves ese vestido y dices Es precioso, lo quiero?  

El premio piruleta este año es para Finn. 


Alicia de bola de vainilla con lo que los expertos llaman "tacón cómodo porque es ancho".  Son de metacrilato. Metacrilato, curioso material, curioso y feo y hortera. Y, además, da ganas de esnifar cocaína o de hacer las rayitas  por lo menos. Deliro.  

El rastro del helado de vainilla cuando se derrite en el plato. 


Un año más y ya van 7, Giulina se lleva el premio "Mi metabolismo es así AKA mi metabolismo me está devorando", este año ya se queda el premio en casa. 

Soy  muy fan del profesor bacterio nominado a mejor vestuario por La chica danesa. Es el mejor ejemplo que he encontrado de como no mezclar la vida profesional y la personal. Y no hay más preguntas. 

Hay tíos que SÍ pueden llevar un esmoquin azul (en realidad pueden llevar lo que quieran o incluso nada) y tíos que no.  Y que no. (La foto de Gerard no es de los Oscars pero cualquier momento, ocasión y motivo es bueno para meter una foto suya) 

Languidismo al poder. He leído a una experta que este color es "rosa melocotón", yo lo veo más " rosa pollo poco hecho" pero, claro, yo no soy experta. 

Jennifer de color carne. Cuando estás más guapa sin dientes y con el vestido sucio en Los Odiosos 8 que en la gala de los Oscar, obviamente tienes un problema. 

Charlize, Charlize, Charlize...¿por qué? ¿qué necesidad tienes de ponerte ese escote tan horroroso? El rojo siempre es acierto, el corte sirena te queda estupendo y la cola te da clase, ¿por qué estropearlo con ese escote absurdo? y Jennifer igual. ¿por qué os hacéis esto?  El segundo modelo de Jennifer es aún peor

Y terminemos con la sofisticación absoluta del famoso disfraz de bolsa basura. Tengo dudas. ¿Es frío? ¿te resbalas en la butaca y sin quererlo ni beberlo te encuentras sentada en el suelo? ¿como te subes ese vestido sin que se te rompa para ir al baño? ¿te da sudor de canalillo? y ¿sudor de muslos? Eso sí, para nadar debe ser fabuloso. Acabo de encontrar a otra Kate con un disfraz clásico, el de extraterrestre con papel de plata. 

Lo mejor de este año sin embargo es esta señora disfrazada de monja colgando los hábitos. Muy fan. 


domingo, 7 de febrero de 2016

Despelleje Goya 2016

Sábado por la mañana. Recibo un mail de los libros de colores "Si vas a los Goya, te veo esta noche".  ¿Los Goya? ¿son hoy? pero ¿no son en domingo siempre? Un momento, ¿hoy es domingo?

Por suerte era sábado, yo no iba a los Goya y pude ver la gala desde mi sofá. Bueno, esto último no fue tanta suerte porque la gala fue aburridísima. Mientras se empeñen en no contratar guionistas, racanear medios y que cada speech sea una exaltación de su trabajo tenemos tostón para rato. 

Vamos a los trapos. 

Igual que digo una cosa, digo otra. En general, la media de elegancia ha subido bastante desde aquella primera y remota gala que despellejé. En ellas y, sobre todo, entre ellos que, por fin, han comprendido que cualquier hombre vestido con traje gana puntos. OS LO DIJE. 

El amarillo es un color arriesgado. En febrero, en Madrid, sobre alfombra roja y con el mismo tono de piel que un folio es un error garrafal.  Añadirle un escote hasta el ombligo tampoco es buena idea. Y ponerle piedritas marcando el camino rollo "caminito hasta mi obligo" es horripilante. 

Un buen lema de la gala de ayer fue "No hay canalillo para tanto escote". 

Sobre el color visillo sucio de contaminación que hay gente que llama nude ya lo he dicho todo. A Silvia Abascal y su supuesto misterio lánguido le encaja a la perfección. A mí esta chica siempre me da la sensación de que va a derretirse hasta desaparecer. Eso sí, va bien peinada que en esta gala tiene mucho mérito.

"Ay, Mari, se casa mi hijo y yo voy de madrina y ya tengo una edad para ir de colorinchis pero no me gustaría ir de negro que es muy soso". "Pues nada, ponte un azulón verdoso". De eso iba Clara Lago, de madrina de boda con un vestido que a Rocío Jurado le hubiera dislocado. El toque "juvenil" de enseñar pierna le da un toque Norma Duval. Ruth iba de consuegra. 

- A lo Goya este año quiero ir original.
- Pues oye, vete de blanco que es un color neutro, básico y que se lleva poco en trajes de noche. 

Hordas de actrices de blanco. Mal vestidas. 

Marta Hazas con algo blanco sucio con demasiadas cosas pegadas 
Ana Álvarez de bloqueo creativo, de pesadilla de escritor, de folio en blanco. 
Mabel Lozano con una sábana fruncida. 
Nerea Barros de blanco enfurruñado y arrugado. 

Natalia de Molina iba de blanco con flores. Un poco cursi pero me gusta. Eso sí, la había peinado su peor enemigo. No entiendo esa moda de llevar el pelo como si te hubieras teñido con los restos de tinte que quedan de otra persona. Aprovecho pare decir que su Goya es merecídismo, he visto Techo y Comida y ella está espectacular. 

Inma Cuesta de despropósito con un peinado homenaje a Flash Dance

Irene Escolar llevaba un vestido verde complicado pero que le quedaba de lujo. Estaba estilosa, habló maravillosamente y fue muy natural. 

Isabel Presyler va vestida de hipnotizadora. "Marioooo...mira aquí...mira a mi ombligo. Déjate llevar por el vórtice de pasión". No sé si no confía en sus poderes o si Mario tiene tendencia escapista pero Isabel lo lleva amarrado más fuerte que a su bolso. Es una chica lista. 

Úrsula Corberó de "soy explosiva porque el mundo me ha hecho así".  Y Miriam Díaz Aroca de "¡explota, explotame, explo, explota, explota mi corazón!" (poneos a cubierto). 

En mi mundo sencillo y confortable hay dos tipos de rosa: el de los chicles cheiw de fresa ácida y el fucsia. En el mundo exterior, complejo y absurdo, por lo visto hay un rosa que se llama rosa cuarzo. Me encantan estos nombres que no dicen nada: azul apolo, blanco roto, rosa cuarzo. Me encantaría saber cuánta gente que dice "mi vestido es rosa cuarzo" distinguiría el cuarzo de un ladrillo. Amaia Salamanca va despeinada con un vestido de un color indefinido a medio camino entre el rosa y el color carne. Lleva una pulsera unida a un anillo por una cadenita que debe costar dos o tres veces mi sueldo anual y que a mi me parece una macarrada muy muy hortera. 

Esto por lo visto es "rosa empolvado".  Yo lo veo ideal como disfraz de "mujer invisible". Cayetana, por lo visto, también iba de "rosa empolvado" y supongo que lleva celo de doble capa. Las ridículas hombreritas que le hacen pico en los hombres se las he debido poner para no perder el vestido, lo mismo lleva unas escarpias para sujetarlo. 

- ¿Te gusta tu vestido Bárbara?

Pues me parece un horror. 

Macarena Gómez. Reciclando. Cogió una pelusa de esas históricas que todos tenemos debajo del sofá de casa, se la puso de peinado y la sacó a pasear. Si perdisteis algo ayer por la noche es muy probable que esté en su cabeza. 

Cristina Brondo de faja reductora. 

Vamos a ver, vamos a ver, vamos a ver. Hombres con traje siempre es buena idea. Brocados de flores siempre es mala y en chaquetas de esmoquin es horripilante. ¿Qué necesidad tenías, Miguel Ángel Muñoz? (Los de Hola dicen que es verde...)

Ni una gala sin su vestido de bolsa de basura. Verónica Echegui con los pies saliéndose de las sandalias. 

Natalie Seseña de arabesco lateral. 

Elvira Lindo con el jardín colgante del Caixa Forum en la pechera. 

Goya Toledo, como siempre bien. Lleva un vestido homenaje a Escarlata O´Hara precioso. Nunca pensé que supiera coser pero  en la tienda de telas de debajo de mi casa tienen colgadas unas cortinas exactas. ¡Qué apañada Goya! 

Nieves Álvarez de fuego purificador con un vestido que en cualquier otra hubiera sido de bruja del mar. Sobre la laca de uñas negra, siempre que la veo pienso "¿por qué se ha pintado las uñas de negro? ¿para que me fije en sus uñas? y ¿por qué quiere que me fije? Ah claro porque ha dejado de comérselas y está orgullosa". No os pintéis las uñas de negro si no sois Alaska o Mario Vaquerizo. 

Juana Acosta de super diva. Aplaudo en pié las sandalias sin plataforma aunque supongo que hoy tendrá una bonita pulmonía. El bolso caja me espanta. 

Juliette Binoche de despropósito francés con prisas. 

Victoria Abril va de Actor Secundario Bob. (esto lo leí ayer en tuiter, no se me ocurre nada más acertado)

Hablemos de pajaritas. Con las pajaritas tengo la misma teoría que con el pelo largo en los hombres. Sólo si eres increíblemente guapo E increíblemente estiloso puedes llevar pajarita. Sólo si cumples las dos condiciones (guapo y estiloso) puedes ponerte pajarita tranquilamente. En caso contrario no serás un hombre con pajarita, serás una pajarita con un hombre pegado.  Un paquete regalo. 

Lamentablemente  ayer, hubo pocos hombres guapos y estilosos y muchos hombres que pensaron "la corbata es de viejunos y clásica y yo soy "moderno". ¿Resultado? Muchos parecían niños de San Ildefonso y otros tantos cantantes de la orquesta "Pasiones" en el cotillón de Nochevieja del polígono industrial de Cobo Calleja. 

Jan Cornet tiene los brazos cortos. A Javier Cámara le falta camisa para esa pajarita y le sobra contorno para esa chaqueta. Pajarita caída en acto de servicio. Disfraz de mayordomo de Drácula.

Para llevar un esmoquin azul con pajarita y no parecer ridículo hay que ser muchísimo más guapo que Hugo Silva. 

Oscar Jaenada disfrazado de extra de Águila Roja. De extra cutre en plano general de títulos de crédito. No se puede ser más ridículo. 

A Jesús Castro alguien le ha debido decir que es guapo y atractivo y se lo ha creído. Pues NO. 

Premio jaboneras de este año para Paz Vega con su vestido camiseta y su homenaje a los gigantes porque iba a trepada en unos tacones con plataforma de 20 cm. Si sigue sin comer es posible que el año que viene también homenajee a los cabezudos. 

Penélope con vestizado y flequillo postizo. 

Verónica Sánchez de faldillas de mesa camilla. 

Belen Rueda en camisón de noche de bodas de los años 50 y peinado para guardar cosas. Da miedo. 

Esmoquin de brilli brilli y pajarita del tamaño de un aguila. NO. Esmoquin de terciopelo con pajarita tímida, tampoco. Parece que lleva el batín de sentarse a tomar el cognac. 

Y dejo para el final, lo mejor. Lo único por lo que mereció la pena la gala. 

Tim, Tim, Tim. Sin pajarita y con mucha clase. 

Alex García. Madre mía, madre mía, madre mía. ¿Por qué nadie me había dicho nada de este hombre? Guapo y con clase. Lleva la pajarita como nadie. 

Se puede ser guapo, se puede ser atractivo, se puede ser interesante y se puede tener clase, pero solo hay un Darin.





miércoles, 25 de noviembre de 2015

¿Qué les pasa a los hombres con los zapatos?


Se habla mucho de la supuesta adicción de las mujeres a los zapatos, que si tienen muchos pares, más de los que pueden ponerse, que si les encantan, que si nunca tienen bastante, etc. 

Se habla muy poco de la relación raruna que tiene los hombres con los zapatos. Raruna, infantil y completamente absurda. 

Si preguntas a un hombre por los zapatos su primera reacción será de indiferencia: ah, me da igual. 

Si le preguntas cuantos zapatos tiene, su primera reacción será: pocos. 

"Me da igual" y "pocos". Dos grandes mentiras que sin embargo llevan impresas en el ADN y todos ellos se creen. 

Los tíos establecen con sus zapatos una relación enfermiza de dependencia y fidelidad más allá de la salud, la enfermedad, la mugre, la lluvia, el viento, la nieve y la ocasión. No les da igual para nada. Se compran un par, el que sea, y desde ese momento consagran su existencia, sus días, sus ocasiones laborales, festivas, de amor, de lujo, de amistad, de turismo, de copas a ese par de zapatos. 

- Vamos a una fiesta. ¿Vas a ir con esos zapatos?
- Sí, ¿qué les pasa?
- No les pasa nada, pero NO son de fiesta. 
- Eso es una memez. *

Esta incapacidad para detectar cuando unos zapatos son adecuados y otros no, podría hacer creer al observador externo (a mí, por ejemplo) que, de verdad, los hombres no perciben la diferencia entre un zapato u otro. No, nada más lejos de la realidad. 

- ¿Qué quieres por tu cumpleaños?
- Unas zapatillas
- ¿Otras? Pero si tienes 5 pares. 
- Ya, pero necesito unas de treckking /paddle / travesia / sport / verano/ correr en asfalto/ trail
- Y las que quieres ¿cómo son?
- Son super ligeras, impermeables, con cámara de amortiguación y sistema especial de cordones.
- Y ¿para qué sirven?
- Para el típico paseo de monte, de pasar el rato en el que ha llovido un poco y puede que haya algún charco pero al mismo tiempo no hace mucho frío y necesitas algo para ponerte con un calcetín fino que no se te cueza el pie. 
- Aha. 

Esa supuesta incapacidad, además, sólo se manifiesta con respecto a lo que llevan ellos en los pies. Son increíblemente sensibles a los errores de las mujeres en cuanto a la adecuación del calzado a la ocasión. 

- ¿Por qué llevas botas de montar? ¿te vas al lejano oeste o eres un mosquetero?

Muy graciosos. 

Otra cosa curiosa de la absurda relación entre hombres y zapatos es que les da vergüenza. 

- Hombre, zapatos nuevos. ¡Qué chulos!
- No son nuevos, los compré hace años pero no me los había puesto fuera de casa. 

Me enternecen. Es como esa gente que se echa una pareja y la tiene escondida y cuando por fin la presenta a su círculo de amigos lo primero que dice es "nos conocemos de hace tiempo", aunque no añade "pero no sé muy bien que hago con ella y me da vergüenza estar en público con ella". 

Una cosa hay que reconocer a los hombres, son fieles a sus zapatos hasta la muerte. Si se comprometen con un par, si encuentran a su media naranja, no la dejaran hasta que literalmente se desintegren. Les dará igual la mugre y los agujeros. Llevarán los zapatos a arreglar, idearán mil remedios para intentar paliar  el deterioro provocado por el paso del tiempo y el uso continuado. Irán al zapatero, pondrán nuevas suelas, harán apaños con superglue e incluso intentarán engañarse a sí mismos obviando los síntomas: "es verdad que tienen agujeros y calan si llueve... pero para los días secos son ideales". 

Una vez desintegrado ese par imprescindible, único y especial "tú no lo entiendes", la búsqueda del siguiente par requiere una campaña de investigación, pruebas y research marketing capaz de desesperar a cualquiera...  menos a otro hombre. 

Se lanzarán a buscar un par exactamente igual al perdido. Y cuando digo exactamente igual me refiero a idéntico hasta el más mínimo detalle. 

- ¿Qué tal estos? Son exactos.
- No, los míos tenían la etiqueta en el otro lado y las anillas de los cordones no eran plateadas eran amarillo antiguo. 
- ¿En serio?
- Además, yo tenía un 42 y estos del 42 no me valen así que no son exactos. 
- Ya, una cosita... hace 10 años tú tampoco eras exactamente igual que ahora, rey. 

Para concluir este bonito y absurdo ensayo sobre el calzado masculino me gustaría señalar la incapacidad masculina para detectar la antisexicidad de sus zapatos. 

Queridos hombres, que un par de zapatos sean comodísimos y os encanten no quiere decir que sean bonitos. Ni siquiera quiere decir que os queden bien. 

Si además son feos, viejos y portan una noble pátina de mugre reflejo de la bonita relación que tenéis pueden, directamente, arruinar cualquier cita. 

- Pero... ¿y esos zapatos?
- ¿Qué zapatos? - es curioso como los tíos olvidan lo que llevan puesto y se miran los pies con sorpresa absoluta de encontrárselos metidos en zapatos.
- Esos... ¡los que llevas puestos!
- ¿Qué les pasa?
- ¡Son horribles! y ¡Están viejos! y te hacen pie de ogro. 
- Pues a mi me gustan. 

Pues eso, que para relación adictiva la de los hombres con sus zapatos. 


*Un descerebrado muy conocido de este blog se empeñó en que los horribles y espantosos crocs eran un calzado magnífico para cualquier época del año en Madrid, incluido pleno invierno. A pesar de mis múltiples protestas al respecto ignoró mi criterio hasta que un frío día resbaló con los crocs y se partió el húmero. Un "te lo dije" como una casa.  


martes, 17 de noviembre de 2015

¿A qué huelen los pedos?


"We sell freedom"

¿El mejor regalo de todos? ¿Vendemos libertad? Dos eslóganes con gancho, sin duda. Y mentira, también sin duda. 

¿Qué producto es el mejor regalo del mundo y además proporciona libertad? Las imágenes que acompañan el slogan me hacen pensar en condones de luxe porque en ambos carteles aparecen jóvenes rubios, depilados y con cara de sentirse sexys en ropa interior. ¿Qué mejor regalo para esos jóvenes que libertad para chuscar sin preocupación? 

"Flatulence Flitering Underwear"

¿Ropa interior que filtra los pedos? 

No puede ser. Intento volver sobre mis pasos en la escalera mecánica del metro de Londres porque no doy crédito a lo que me parece haber leído. ¿Bragas que filtran pedos anunciadas como el mejor regalo del mundo? ¿Calzoncillos que aguantan zurraspas como reclamo para sentirse libre? 

Es. Es. Y en el metro de Londres. ¿Qué ha sido del British style? 

Fotografío el anuncio porque sé que mis amigos no van a creerme. No les culpo.

Como va la vida a veces es maravillosa, al llegar a casa, encuentro la web de Shreddies y me sumerjo (ainsss que asco solo pensar en la asociación entre sumergirse y flatulencias) en ella sin saber el tesoro que he encontrado. 
"Los pijamas de algodón eliminan los olores de las horas de sueño permitiendo que te relajes sin preocupaciones. Los pijamas son la solución perfecta para situaciones como dormir con amigos, viajes de trabajo o una nueva relación".  
Lloro de risa. ¿Quién es el genio de la publicidad, el marketing y la poesía que ha elaborado estos textos? ¿Cómo es posible que alguien haya pensado que en los viajes de trabajo y las nuevas relaciones había un nicho de mercado para la ropa interior que filtra pedos?

Y, sobre todo, ¿Qué tipo de viajes de trabajo hace ese alguien? ¿Comparte habitación y por eso necesita esa ropa? En el hipotético caso de que comparta habitación en un viaje de trabajo no creo que comparta cama y si no comparte cama, ¿para que necesita que le filtren los pedos? ¿Quién es ese alguien que se tira pedos dentro de la cama cuyo olor viaja través de su ropa interior, su pijama, las mantas que lo tapan y llega hasta la nariz del pobre que comparte habitación con él? 

Lo de las nuevas relaciones también tiene tela. Tenemos una edad, todos sabemos que en las nuevas relaciones ¡nadie duerme con pijama! Si duermes con pijama en una nueva relación, el menor de tus problemas son los pedos... directamente tu relación, por muy nueva que sea, se ha terminado. Y, además, por favor, ¿donde ha quedado el romanticismo de los primeros encuentros en los que ninguno nos tiramos pedos, ni bostezamos ni hacemos nada desagradable? Si empezamos a confiar en que el otro no se dará cuenta de nuestros pedos, empezamos fatal. Primero es "me tiro un pedo porque llevo mis shreddies y no se va a enterar" y después viene el dormir en la cama cruzado en diagonal, hacer ruido al despertarse y decirte que tus amigos le caen fatal.  
"La premiada ropa interior filtra flatulencias de Shreddies ofrece máximo confort, un estilo clásico y filtración de flatulencias. Tanto si sufres de muchos gases como si sólo quieres asegurarte de que tus pedos no huelan, Shreddies es la solución perfecta". 
Me troncho. El genio creador de este nicho de mercado debió pensar que gente con muchos gases era poca cuota y buscó un target más amplio, un target tan amplio como el mundo porque ¿A quién no le agobia que sus pedos huelan? No hay más preguntas. 
"Los vaqueros filtra pedos llevan un forro de carbono que elimina olores aumentando la protección y proporcionando mayor libertad para la vida social. Llevar puesta, además, la ropa interior filtra pedos, dobla el nivel de protección aumentando la confianza en que nadie huela tus pedos".  
Tengo dudas. Muchas. Desagradables. Si alguien lleva bragas y vaqueros filtra pedos y come fabada o se da un atracón de coles de bruselas... ¿A qué huele toda esa ropa cuando se quita? ¿Harán los pedos efecto globo (aunque no huelan) al quedar atrapados en esa doble capa de protección anti olores? Empiezo a imaginar a los usuarios de los shreddies como los hombres a los que se les inflan los bañadores al salir del mar... 


"Deja de culpar al perro"


No he conseguido saber si los Shrredies llevan tecnología incorporada para insonorizar los pedos. Creo que es un  extra fundamental. 




A veces, la publicidad es maravillosa.


martes, 3 de noviembre de 2015

14 cosas que la gente exitosa hace antes de desayunar y yo no
























No he podido resistirme a esta lista de Laura Van der Kam que es americana, vive a las afueras de Philadelphia con su marido y sus cuatro hijos, le gusta cantar y correr (no sé si las dos cosas a la vez) y escribe libros sobre qué hacer con tu miserable vida para ser alguien con éxito. 

1.- La gente exitosa se levanta temprano

Laura, define temprano. ¿Temprano y compatible con la vida o absurda y dolorosamente temprano? Supongo que  debe ser absurdamente pronto porque sino no veo la manera de hacer 14 cosas antes de desayunar... a no ser que sea un desayuno tipo almuerzo de media mañana.  

2.- Beben agua

¿Esto es desayuno o piscolabis previo? ¿Beben agua porque los exitosos tienen sed nada más levantarse hambrientos de logros o beben agua por obligación? 

Leo con horror que si quieres ser el colmo del éxito, no sólo tienes que beber agua nada más levantarte, además tiene que estar caliente y con un chorro de limón. 

Empiezo a entender la filosofía, si te levantas a las 5 de la mañana y bebes algo que parece pis, sabe como pis y está a la temperatura del pis... tu día sólo puede ir a mejor y para cuando te acuestes pensarás ¡pues ha sido un día bastante exitoso para la mierda de comienzo que había tenido! 

3.- Hace ejercicio

¿Qué se puede hacer a las 6 de la mañana después de apurar un vaso de agua caliente? Llorar, putear a tus empleados o perder el tiempo. Los exitosos lo llaman hacer ejercicio. 

4.- Se centran en las cosas importantes antes de que nadie les interrumpa

¿Antes, durante o después de sentarse en el trono para dar rienda suelta a los peristaltismos de masa provocados por la ingesta de agua caliente y los estiramientos del ejercicio? 

5.- Trabajan en un proyecto personal que les apasiona

A mi esto me suena a "ya me he cansado de hacer el panoli por la casa, todavía no es de día, me aburro y vuelvo a la cama a ver si mi proyecto personal tiene ganas de mambo" 

Si el proyecto personal responde positivamente, a mi modesto entender, esto es el colmo del éxito mañanero.

6.- Pasan tiempo de calidad con su familia

¿Antes del desayuno? Buuuuuuuu mentiraaaa mentiraaaaaa. Llamar tiempo de calidad al rato que pasa desde que empiezan a sonar despertadores y una serie de zombies despeinados se cruzan por el pasillo de camino al baño gruñendo y maldiciendo es un eufemismo de primera categoría. 

Por mi experiencia en ese tiempo de calidad, es posible que los zombies despeinados de mi casa despellejaran vivo al exitoso simplemente por el hecho de existir. 

7.- Conectan con sus parejas

¿Antes o después de trabajar en su proyecto personal? 

8.- Hacen sus camas

"Esta rutina que te lleva un minuto puede hacerte más feliz y más productivo a lo largo del día". 

Ja. Ja y Ja. Me troncho Esto no se sostiene de ninguna de las maneras. 30 años de hacerme la cama me contemplan y puedo asegurar que no me hace más feliz ni más productiva. 

¿Qué opinarán Laura y sus exitosos de hacer el baño? ¿Cómo de productiva te hace planchar? ¿Y quitar el polvo?

Sólo alguien que no hace camas puede pensar esa memez. 

A todo esto llevamos 8 cosas y el exitoso todavía no ha salido de casa... yo a esto lo llamo mariposear sin sentido. 

9.- Hacer networking en el café o en desayunos de trabajo

Sí, Laura tiene que ver Barrio Sésamo, habíamos quedado en que eran 14 cosas antes del desayuno y en la 9 ya estamos tomando café. 

A lo mejor las personas exitosas no ven Barrio Sésamo.

10.- Meditan para aclarar sus mentes

Me pregunto sobre qué meditan los exitosos en la mañana. "Vaya vaya, 5 horas levantado y no he hecho más que la cama, sentarme en el trono y pelearme con mis hijos...sí que me está cundiendo el día. Menos mal que soy exitoso y todo esto son costumbres fabulosas".

O a lo mejor son como todos y piensan "tengo que ir al despacho, contestar 20 mails, la reunión de personal, comida con mengano que me apetece como graparme los dedos a la mesa, ir a recoger a Pepito del cole, llevarle al dentista, reunión de padres y a ver si esta tarde consigo leer algo". 

11.- Anotan las cosas por las que deben estar agradecidos

"Mandar mail de agradecimiento y flores a la tal Laura por incluirme en la lista de gente exitosa" 

12.- Planean y se organizan mientras siguen frescos

No sé como a estas alturas de la mañana siguen frescos pero por lo visto lo están y entonces planean el día, el mes y el año. Cada mañana. Yo no tengo ni idea, pero si tienes que planear el mes cada mañana, lo mismo es que no lo estás haciendo bien. 

Planear el año es ciencia ficción. Lo mismo podrían emplear el ratito de "fresquitud" en escribir poesía. 

13 y 14 - Comprueban el mail y leen las noticias. 

Laura es muy chic y no lo dice pero me apuesto las dos manos a que estas dos cosas las hacen los exitosos mientras están en el punto 4. Y no, no imaginéis a Adriana Hufftington haciendo eso porque es una imagen que no os podréis quitar de la mente en todo el día. 

Revisada la lista solo puedo decir una cosa, prefiero un millón de veces mi rutina de madrugar lo justo cuando debo o caerme de la cama por aburrimiento cuando puedo y directamente sentarme en silencio con mi café, mi zumo y mi tostada a disfrutar de mi desayuno mientras leo. 

Exitosa no seré pero mucho más feliz seguro que sí.