jueves, 29 de marzo de 2012

MATERNITY (XCV): HUELGA DE DEBERES



Escucho esto por la radio y no doy crédito.

Me parece algo tan completamente idiota que en un instante de inocencia por mi parte que me enternece hasta las lágrimas, pienso que es imposible que lo haya escuchado bien.

Parezco nueva. Es completamente cierto. Escucho que en Francia se les ha ocurrido hacer una huelga de deberes y apago la radio. Con unos poderes adivinatorios que deberían hacerme ganar mucho más dinero del que gano, me quedo pensando en que sé exactamente qué va a pasar…alguna asociación absurda de padres y madres copiará esa estupidez de idea en España.

Y alehop...aqui está.

Las razones para esa genial idea son para abofetearlos hasta que se te despelleje la mano.

Quieren “suprimir los deberes a los alumnos fuera del horario lectivo” por:
Sobrecarga de tareas que deberían haber trabajo en la escuela.

¿Sobrecarga? Por favor…estamos criando niños no capullitos de alhelí. Si un niño tiene que sentarse con 6 años a hacer 20 minutos o media hora de deberes eso no es una sobrecarga. Y si con 12 tiene que estar una hora y media o dos tampoco le va a pasar nada. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Qué la ropa venga con velcro como si fueran estrellas del porno para que no se frustren al intentar abotonarse las camisas o subirse la cremallera de los pantalones? ¿El tobogán con escalera mecánica para que no tengan que hacer el esfuerzo de trepar por la escalera?

Enseñanza poco motivadora, poco práctica y alejada de la cultura audiovisual en la que crece el niño, que sigue fundamentándose en el libro de texto y el aprendizaje memorístico. Así el sistema educativo echa «balones fuera» y encarga más deberes para casa.

Vamos a ver de qué estamos hablando. A ver si dejamos de creer que en la vida todo tiene que ser de color de rosa, gustarnos muchísimo, hacernos sentir cómodos y confortables.

La función de la enseñanza es aunque suene de Perogrullo enseñarte una serie de conceptos. Aprender a leer, a escribir, a sumar, a restar, a multiplicar, dividir, conocer los ríos, las montañas, los planetas, qué es el lenguaje, como se escribe…Esa es su función.

Estoy de acuerdo con que mola que la enseñanza sea motivadora pero esa motivación puede ser muy distinta para unos que para otros. A mí me motivaba mogollón la historia y el inglés y no me motivaba nada las matemáticas, a otros les motiva la física y a otros el análisis morfológico. Y a uno le puede motivar hacer collages de papel maché para representar los planetas y a otros leer libros sin parar…así que esto es lo que hay, unas veces te motivará y otras no.

La enseñanza no está para motivarles, para eso estás tú. Tú eres el que tienes que motivarles a esforzarse, motivarles para que vean que pueden hacer las cosas solos, motivarles para que vean que son capaces, motivarles para que disfruten mucho de las asignaturas que les gusten y lleven como puedan las que les molan menos.

Lo de la cultura audiovisual y el ataque al libro de texto es ya para quemarlos en la hoguera. Ahora resulta que las cosas solo se pueden aprender si te las cuentan a través de una pantalla...que no tengas que hacer ni el esfuerzo de leer…simplemente una pantalla que te lo cuente. ¿De qué estamos hablando? ¿A quién estamos criando? La cultura audiovisual, internet y todas esas cosas están fenomenal y son una herramienta fabulosa, pero desprestigiar y desechar el libro como instrumento de enseñanza es ya para encarcelarlos a todos.

Porque además me juego las dos manos y los dos pies (preciosos) a que ninguno de esos que postulan las bondades de la cultura audiovisual están pensando en que sus niños lean en un ebook o una tablet por ejemplo.

Volvemos a lo mismo, quieren pantalla con mensaje fácil que a sus hijos no les cueste nada asimilar.

Los deberes provocan desigualdades sociales. Mientras unos padres intentan ayudar a sus hijos, otros recurren a clases particulares o academias, otros muchos no tienen ni el nivel educativo ni el dinero para poder pagar esos apoyos. Con lo cual todos los alumnos no tienen las mismas ayudas.

A ver como explico esto sin ponerme a echar espumarajos por la boca. Los niños de una misma clase están todos con el mismo profesor, todos reciben las mismas explicaciones y el profesor les pone los mismos deberes a todos. Es decir, están en igualdad de condiciones.

Esos niños llegan a casa y se tienen que sentar a hacer los deberes. A unos les costará más y a otros menos. La vida es así, hay unos mejores y otros peores según qué cosas…

Los deberes NO son para los padres y no deberían sentarse con los hijos a hacer los deberes. Hay que animarles a adquirir el hábito y sentarse a hacerlos, y solucionarlos por ellos mismos. Por supuesto que si tienen alguna duda puedes intentar solucionársela en la medida de tus posibilidades, y si no lo sabes le dices “no lo sé, pregúntaselo mañana a la profesora”.

Yo soy una nulidad en matemáticas, pero ni se me ocurre pedir que no le pongan deberes de matémicas a mis hijas ni por supuesto creo que ellas estén en desigualdad de condiciones con sus compañeros…eso es una estupidez.

Tu hijo es terreno virgen, su cerebro es nuevo y está estrenar…y el profesor se lo ha explicado o viene en su libro. Cree en sus posibilidades, no las limites porque tu no lo sabes o no puedes pagarle una academia (este argumento me da ganas de vomitar).

Crean tensiones entre padres e hijos. Muchas veces, para poder hacer los deberes se quedan sin jugar, por lo que generan rechazo.

Bueno, bueno, bueno….”crean tensiones”…me descojono. Y la hora de comer también crea tensiones porque quieren macarrones y hay judías verdes y la hora de dormir porque quieren seguir jugando y la hora de volver del parque porque quieren quedarse y la hora de vestirse porque quieren determinada camiseta, y la hora de sentarse en el sofá porque todos quieren el mismo…

Así que eliminemos los deberes, la verdura, los horarios, la educación, los modales…volvamos a la selva y eliminemos tensiones.

Pero ¿qué mierda de argumento es esto?

Constituyen un problema para muchos progenitores que salen tarde de trabajar y no disponen de tiempo.

Los deberes no constituyen un problema porque los padres salgan tarde de trabajar. Eso es otra imbecilidad. El problema lo has creado tú. No les has enseñado a hacer los deberes por si solos, a ser independientes, a responsabilizarse de sus tareas…y entonces están esperando a qué tu llegues para hacerlos y obviamente cuando llegas te apetece hacer deberes tanto como rajarte las córneas y entonces en vez de pensar que lo mismo has hecho algo mal porque tus hijos llevan en casa 3 horas y no han hecho nada….decides que la culpa es del colegio por poner deberes. Con dos cojones….

Los menores necesitan tiempo para realizar actividades deportivas, culturales o de esparcimiento, que también contribuyen a su desarrollo personal.

Otra simpleza…que no voy ni a argumentar. Y además, no me creo nada...tururú.

Me fascina esta tendencia paternal hiperproteccionista que piensa que la vida en el Planeta Tierra está enfocada a que sus churumbeles se críen entre algodones, sin el más mínimo problema en toda su vida. Esos padres que creen que la cultura del esfuerzo es algo del pasado y que sus hijos no deben esforzarse por nada porque el solo hecho de haber nacido ya los hace perfectos. Esos padres que deciden que educar a sus hijos siempre es tarea de otros. Esos padres que en vez de remangarse y decir “tú puedes hijo mío” deciden que es más fácil echarle la culpa al profesor.

La función de los deberes cuando son pequeños es que adquieran un hábito de estudio y más adelante que fijen los conceptos enseñados en clase. Llegas a casa, meriendas, haces las tareas y juegas…así de fácil. Y cualquier niño, cualquier niño...incluso los hijos de los padres de esas asociaciones son capaces, muy capaces si les das la oportunidad, los motivas y los apoyas.

Ya podíais haber dedicado el tiempo que habéis perdido escribiendo estas majaderías en enseñar a vuestros hijos el valor del esfuerzo, el conocimiento y la superación personal.

Y ya me jode sonar como un coach por vuestra culpa.

martes, 27 de marzo de 2012

CONCILIAR

Me equivoqué. Lo reconozco y me fustigo por ello.

En este post dije que SSS saldría diciendo que ella hacía malabarismos para combinar su vida familiar y profesional y que conciliaba como todas.

Ella no ha dicho ni mu. No le ha hecho falta. El País se ha encargado de escribir un publirreportaje sobre el tema. Reconozco que no les ha salido muy bien, porque uno llega al final del reportaje o bien descojonado o bien cabreado pero convencido de que SSS no concilia nada.

Y hace bien. A mí, me parece perfecto. Estoy completamente a favor de no conciliar, porque además es un coñazo, exige muchísimo esfuerzo y es agotador pasarte el día auto convenciéndote de que esa carrera permanente contra el reloj y esos miles de pensamientos que bullen en tu cabeza significan que eres a la vez una profesional competente y una madre estupenda, cuando lo que de verdad crees es que estás siendo un completo fracaso en ambos aspectos.

Conciliar es según el DRAE: Conformar dos o más proposiciones o doctrinas al parecer contrarias.

Exacto. Nada hay más contrario (e imposible) que estar a la vez en dos sitios.

En vista de que es imposible y hasta que la clonación esté más avanzada, los padres nos dedicamos a conjugar la palabra conciliar como un mantra, intentado que nuestra vida profesional, que nos mola mucho y nuestra vida familiar,  que también nos mola estén más o menos equilibradas y disfruten más o menos por igual de nuestra presencia.

Hay mucha gente que no concilia y me parece estupendo. Hay padres (sobre todo madres, pero este post es genérico) que deciden cuando se reproducen dejar de trabajar. Prefieren cuidar a sus hijos y quedarse en casa. Estupendo, aplaudo su decisión con las orejas si hace falta. Pero no concilian, porque no hay dos proposiciones opuestas...solo hay una proposición.

También hay padres que deciden, tras reproducirse, no dedicarse a sus hijos más que en momentos puntuales y enfocarse más en su faceta profesional, porque les mola, porque quieren ser califa en lugar del califa...por lo que sea. Estupendo, también los aplaudo con las orejas…pero tampoco concilian, porque tampoco hay dos proposiciones, sólo una.

¿Quién concilia por lo tanto?

El que combina el curro y su familia y trata de hacerlo equilibradamente. Hacerlo sin limitar alguna de las dos proposiciones es muy chungo. Puede parecer más fácil si curras de 8 a 3, pero no lo es, porque entonces necesitarás poner unos dos millones de velas a algún santo para conseguir  plaza en una guardería o colegio público con ese horario o ganar la suficiente pasta como para tener alguien que te ayude en casa para poder estar con los niños cuando tu salgas a las 7 y media de la mañana para currar. Si curras en horario partido y sales a las 6 o 7 de la tarde, también necesitarás algo así...horario extendido en el curro o tirar de ayuda externa para que te recoja los niños del cole. Incluso currando en un horario ideal como de 9 a 5...necesitarás algún tipo de ayuda externa, porque los niños tienen muchas más vacaciones que tú.

Y no solo eso. Tendrás que ir a reuniones de padres a horarios absurdos como las 12 de la mañana, tendrás que llevarlos al médico, tendrás las funciones de navidad y querrás pasar tiempo con ellos por las tardes (más allá del momento místico del baño que compruebo con alucine que se está extendiendo entre ciertos padres)…Y todo eso quieres hacerlo sin que tu trabajo se resienta…y no solo quieres hacerlo, sino que lo consigues. A costa de dinero, a costa de ayuda de tu familia (que seamos sinceros la mayor parte de la gente preferiría no tener que tirar de los abuelos para ocuparse de los hijos diariamente), a costa de ir corriendo a todos lados, de hacer un Excel con reuniones, médicos, funciones y demás…y lo consigues.

Porque además, conciliar no son solo los niños. También está la intendencia familiar.  Si  llegas a las 6 de la tarde a casa después de recoger a tus hijos en el colegio y tu casa te recibe exactamente igual que la dejaste a las 7:30 de la mañana: el desayuno por recoger, las camas sin hacer, la plancha, la lavadora, hay que preparar la cena…etc., etc..Hay que ponerse a currar y solucionar todo eso. Si ganas suficiente dinero puedes tener ayuda para eso, pagas a alguien que te solucione el trabajo de la casa y que te ayude con los niños. Pero si no...en vez de poder dedicarte a tus hijos o a ti mismo por un ratito tendrás que dedicarte a limpiar, cocinar, recoger, planchar y lavar....y todo eso ocupa tiempo y sobre todo ocupa mucha memoria.

Seamos sinceros, con dinero es más fácil conciliar porque el tiempo que tienes libre del curro no tienes que dedicarlo a planchar, fregar o pasar la mopa. Es verdad, pero esa ayuda la pagas y a veces cuesta mucho ( no es lo mismo pagar ayuda ganando 1500 euros que ganando 6000)  y es la única solución que tienes para tu organización vital porque curras lejos, porque no tienes ayuda familiar en la ciudad donde vives o tienes un absurdo horario partido que te hace llegar a casa a las 8 de la tarde.

Para decir que concilias tienes que tener en la cabeza tu curro y tu casa, y tienes que jugar a los equilibrios, sabiendo cargar el peso en un lado o en otro...pero siempre controlando para que el otro lado no se desequlibre completamente. Es agotador y exige un huevo de recursos de todo tipo...pero se puede hacer.

Conciliar en cualquier caso y contra lo que pudiera pensarse leyendo el artículo de El País, no es pirarte de casa a las 7 y media de la mañana y llegar a casa a las 8 o las 8 y media de la tarde para bañar a los niños. Y me da igual que seas padre o madre, vicepresidenta o peón de gasolinera.

La diferencia está en que si eres mujer y vicepresidenta lo habrás elegido y los medios te ensalzarán.

Y si eres tío y peón de gasolinera, no te quedará más cojones y la sociedad dirá que eres un machista.

Y no es justo.
*Como sé que vendrá alguien a decir que me cebo con SSS, diré que este post es perfectamente extrapolable a cualquier cargo político de cualquier partido. Me es indiferente completamente.

lunes, 26 de marzo de 2012

LIBROS ENCADENADOS.- Febrero-Marzo


¿Libros? ¿ En lunes?
Si, qué pasa.
Es mala idea. Los descerebrados los lunes buscan entretenimiento, risas, distracción. No esperan un post tochaco sobre esos libros rarunos que lees.
Ya, y yo espero lluvia, niebla, un paseo por una playa desierta y que me toque el Gordo de la Primitiva….Y tengo libros de colores y primavera.
Vale, ya me callo.




















Brooklyn de Colm Tóibín Regalo de Reyes que estaba en mi lista creo recordar que por recomendación de Jesús Miramón. No tenía ni idea de qué iba, pensé que era una novela más complicada con más enjundia, más complicada. Es una historia sencilla magistralmente contada y con un personaje central, Ellis, perfectamente construido. Ellis Lacey es una chica irlandesa que es enviada por su familia a trabajar a Nueva York, a Brooklyn donde construye más que una nueva vida, se construye a ella como persona. No voy a contar nada más porque la destripo y paso de ser una contraportada. Es una novela un poco de tías, es apta para todos pero sé que tiene un perfil un poco de tías.





Saqueo de Sharon Waxman. El libro en sí es bastante flojo. El contenido está enfollonado, no muy bien ordenado, Waxman se repite muchísimo y cuenta mucha paja. La parte buena es que hace un esfuerzo por hablar con todos y contratar opiniones. Ya conté en un post lo que me había sugerido a mí y dejo enlazada la opinión de ND sobre él. Sólo apto para gente con mucho interés en el tema y dispuesta a ir desbrozando lo verdaderamente interesante de la paja que lo enfollona todo.




La tía Mame de Patrick Dennis. Algún antiguo descerebrado o uno de los chalados que se ha leído todo recordará la historia de una de mis tias que siempre me regala libros espantosos que yo leo porque en mi más tierna juventud me hizo leer auténticas maravillas. La pobre llevaba una serie de fracasos espectaculares ( como éste,  y éste)…pero algún día tenía que acertar y ha sido con esta novela. Después de la aridez de Waxman, La tía Mame era justo lo que necesitaba. Una novela simpática, entretenida y muy divertida con la que me he reído muy a gusto. Es de 1955 en la que se cuenta la vida de un niño en un tono autobiográfico que con 10 años queda huérfano y queda al cuidado de su tía Mame. La tía Mame es un personaje genial, excéntrico, divertido, egocéntrico, presumida, inteligente e infatigable. Una novela de esas que te animan la vida aunque no te la cambien.




Libertad de Jonathan Franzen. Regalo de pobrehermano pequeño por Reyes. Era un libro que me daba muchísima pereza, el bombardeo ha sido tan alucinante que le había cogido manía pero le llegó el turno, me miraba desde la estantería y no podía dejarlo. Aclaro también que no he leído “Las correcciones” que dicen que es su obra maestra.

Es un novelón americano a la manera de Richard Ford o Philip Roth ( salvando las distancias). Abarca toda la vida de Walter y Patty desde que son niños en muy diferentes ambientes hasta que son adultos..ya con una pila de años.

Como en Ford y Roth los personajes ni son héroes ni son villanos. Son gente normal, con miserias y alegrías. He leído alguna crítica diciendo que los personajes no les decían nada. A mi me pasa lo contrario, no soy como ellos, exactamente igual. No soy jugadora de baloncesto, ni madre abnegada, ni una enamorada de las causas ecológicas, pero como todos me como la cabeza por chorradas, hay días que levantarme es un mundo y puedo obcecarme en una idea idiota durante muchísimo tiempo…eso les pasa a ellos. Tampoco me resultan ajenos en sus decisiones idiotas. Todos tenemos de esas, todos tenemos errores idiotas que nos condionan la vida. Los escritores americanos se caracterizan porque suelen presentar esos errores idiotas con toda su crudeza, exactamente como son, nada de mística, justificaciones intelectualoides o trascendencias absurdas. Las decisiones egoístas y malvadas, los engaños, las mentiras todo aparece tal y como es. No resulta agradable ni bonito de leer porque te enfrenta a tus propias mentiras, a esas que construyes para tapar tus miserias y a nadie le mola verse descubierto aunque sea por él mismo en la intimidad de la lectura.

Fuera de estas consideraciones, el libro tiene para mi gusto una primera parte muy buena con la presentación de los personajes, su entrelazamiento y la construcción de la historia que va subiendo poco a poco la cumbre de la tensión…para alcanzar la cumbre y sencillamente despeñarse por el barranco del fracaso narrativo más absoluto. El lector llea a la esa cima esperando encontrar algo y se encuentra una pared donde pone “ salida de emergencia” por donde ha escapado Franzen, destrozando todo el trabajo anterior, convirtiendo su novela en una miniserie barata de televisión.

Siempre habían formado una buena pareja, pero una pareja extraña: ahora daba cada vez más la impresión de que sencillamente estaban mal emparejados”

Con estas premisas y advirtiendo que se lee fácil, ni la aconsejo ni la desaconsejo. Arriesgaos.




Darse a la lectura” de Angel Gabilondo. También un regalo. Gracias. Me encanta el título, “ Darse a la lectura” es un título que remite al vicio…¿ Otra vez leyendo? Exactamente eso…coger un libro y no enterarse de nada, estar esperando el momento en que puedas sentarte a leer y abstraerte de todo lo demás…la lectura como vicio.

Gabilondo hace un montón de reflexiones sobre leer, lo que significa ese vicio, lo que nos procura y lo que exige de nosotros mismos. Algunas de ellas me han parecido muy interesantes, en otras sinceramente creo que Gabilondo hace un esfuerzo porque se le note que es filósofo y se pierde en unos recovecos que no llevan a ninguna parte. Muchas veces tras un pensamiento brillante..en vez de tirar de ese hilo y dejar que cualquier lector se identifique con esa reflexión, se lanza a bucear en la etimología de las palabras y en honduras simbólicas que realmente no aportan nada. Él tampoco debe estar convencido de ese enfoque, porque los capítulos son cortitos y va saltando de unos a otros y eso salva al lector que de otra manera abandonaría el libro a la mitad.
Hay libros que forman parte de nuestras vidas. En cierto sentido, cada cual a su modo, cuantos hemos ojeado, consultado o leído. Pero algunos, aunque no tantos, se tejen con nuestra identidad, logrando precisamente que no se tan idéntica. Y quizá consideramos que cierto libro es el libro sin el cual todo sería distinto. No siempre pensamos que habría de serlo para los demás. Decir su título es prácticamente una confesión, y no descartamos que lleguemos a contarlo, pero sería ya una confidencia. Nuestra relación con él es literalmente amorosa o más precisamente, erótica. Es querido, próximo y siempre nos dice algo. Y nos gusta”




El último del mes también ha sido un regalo, en este caso de la descerebrada Anónima Marta. Muchas gracias. “Purga” de Sofi Oksanen que no sabéis quien es pero ya os lo digo yo “ un joven prodigio de la narrativa nórdica” y una tía que o bien no tiene amigos que le aconsejen que foto poner en la edición de su libro o va sobrada de autoestima....

“Purga” es un bluff total. Es algo parecido a “El niño del pijama de rayas”. Sofi ha dicho, vamos a coger una historieta tremenda de la II Guerra Mundial, algo de mucha pena y muy muy horroroso y vamos a contarlo con misterio. ¿Resultado de sus devaneos narrativos supuestamente misteriosos? Un horror. Una falta de interés total por falta del lector hacia lo que le pase a los personajes. Desde el minuto 1 sabes que algo oscuro y terrorífico les ocurre y no te interesa. Poco a poco, Sofi va cargando las tintas de lo tremendo: torturas, sexo, porno, violencia… supongo que con la intención de conmocionar al lector, va y viene mezclando pasado y presente de los personajes, entremezclando cartas de unos y otros….y el lector en vez de implicarse más en la lectura acaba braceando para llegar a la orilla, cerrar el libro y pasar a otra cosa. Ni siquiera tendrá que hacer un esfuerzo por olvidar la historia….no habrá dejado ni la más mínima huella en su interior. Completamente prescindible.

Ahora estoy con From Hell..otro regalo especial de cumpleaños y estoy sencillamente flipada..pero queda para el mes que viene.


viernes, 23 de marzo de 2012

UN POST: SE LEE, SE ESCRIBE.

Un post. Un lector.

Te salta el aviso en el Reader, te llega la actualización al mail, ves el aviso en twitter o por fin cuando entras en el blog por enésima vez en el día, hay un post nuevo. Puedes sentir una punzada de animación, un pensamiento de guay, una sensación de me apetece leerlo. Puedes lanzarte a leerlo en ese mismo momento con avidez e interés o es posible que en ese momento no puedas leerlo y entonces digas…mierda...con las ganas que tenía. O puede incluso que decidas no leerlo justo en ese momento porque sabes que no lo saborearás bien…y entonces prefieres dejarlo ahí, como “unread” o marcado en favoritos de twitter para luego cuando sea el momento, leerlo como corresponde.

A un post se le pide que te enganche. Que empieces a leer y no quieras dejarlo, que empieces a leer y no te distraigas con otra cosa. Puede ser porque es divertido, porque es triste, porque es emocionante, porque estás aprendiendo algo, porque te sientes identificado, porque te horroriza, porque estás de acuerdo, porque estás en desacuerdo...por lo que sea...pero que esté escrito de manera que te enganche.

Se lee un post pensando en si tú podrías aportar algo. A veces es imposible, el post te ha flipado, has aprendido, te ha parecido genial pero sencillamente no tienes nada que decir…pero otras veces se te ocurren mil cosas, las dirás o no las dirás...pero mola que se te ocurran. Y mola más cuando ese post hace que se te ocurran cosas en las que jamás habías pensando…o un chiste genial. Eso da muchas satisfacciones…casi tanto como cuando conoces al bloguero y se te ocurre la puya perfecta…pero para eso has tenido que leer el post y volvemos al principio...ha tenido que engancharte.

Un post también se relee. No todos, pero hay veces que uno vuelve sobre aquel post que le gustó en su momento. Y pueden pasar dos cosas…que le flipe como la primera vez y piense...” ya sabía yo en su momento que era bueno” o al revés…que no vea nada de lo que conservaba en su memoria y piense: ¿cómo me pudo gustar en su momento?

Un post. Un bloguero.

El que escribe el post, lo escribe y lo lee.

Un post se escribe con sangre, sudor y muy poca vergüenza. Lo peor es antes...el prepost. Cuando andas rebuscando en tu memoria, en tu día, en tu experiencia, cuando andas brujuleando por la red en busca de inspiración, miras twitter, miras a tus compañeros, piensas en tu familia, tus amigos, tu pasado, lo que estás leyendo, lo que sabes, lo que no sabes, lo que opinas, lo que no opinas, los viajes que has hecho, los que te gustaría hacer…y no sale nada. Y entonces dices…vamos a ver...que no pasa nada…no escribo y ya está. O piensas…tranquilízate que algo se te ocurrirá...siempre se te ocurre algo.

Y sí, siempre se te ocurre algo, pero ese pensamiento tranquilizador...como todos los pensamientos tranquilizadores del mundo no sirve para nada. Provoca lo que todos los pensamientos tranquilizadores del mundo...el efecto contrario...el efecto: me estoy autoengañando y nunca jamás en la vida se me va a volver a ocurrir nada. 

Pero como al fin y al cabo, es solo un post...y es solo un blog...te pones a hacer otras cosas más urgentes de tu vida diaria…como por ejemplo cortar tomates para la ensalada de la cena. Y cuando estás ahí meditando sobre el origen de los tomates cherry, sin comerlo ni beberlo…tienes un flash...”escribe un post sobre cómo se lee y como se escribe un post

Y ya está. Una vez que te ha saltado la chispa, el milisegundo de inspiración…suspiras aliviado, se te olvida el bucle de no inspiración en el que has pasado tus últimas horas y dices… ¿ves? Siempre se me ocurre algo.

Y entonces viene la mejor parte. Cuando partiendo de la idea, empiezas a tirar del hilo, te empiezan a saltar argumentos, ideas, frases, giros y te disfrutas el post. Por supuesto como estás cortando tomatitos cherrys, lo almacenas todo en la cabeza…pensando que te acordaras cuando te sientes a escribir. Por un momento, te acuerdas de un post que leíste hace poco y piensas...coño, ya que tengo un supermovil debería cogerlo y ponerme una nota con todo esto, o grabarme para que no se me escape la idea. Pero no lo haces. Nunca. Ni siquiera después de haber jurado el día anterior que a partir de ese día lo harías…no lo haces, confías en tu memoria y en ser capaz de recordar todas esas ideas geniales que se te han ocurrido.

Cuando te sientas a escribir por supuesto no recuerdas ni la mitad de las ideas geniales. Lo peor es que sabes, que en cuanto le des a publicar saldrán del oscuro rincón de tu cabeza donde se han escondido...pero ya no servirán...porque ya no tendrán hueco...asi que con lo que recuerdas y tu poca vergüenza te pones a escribir. Unas veces del tirón y otras yendo y viniendo a hacer otras cosas. Sin releer lo escrito. Da igual. Que salga como salga…total, no es más que un blog y lo escribes para ti.

¿Qué esperas de un post cuando lo escribes? Que se termine. Llegar al final, sin haber caído en la tentación de “paso, paso, paso...esto es una chorrada…bórralo todo”. Llegar al final, releerlo y tener el valor para darle a publicar.

No todos los posts son iguales. Ni en cómo se escriben, ni en cómo se leen ni en lo que esperan de ello el lector o el bloguero. Ni siquiera coinciden en gustos la mayoría de las veces. Muchos son fabulosos para el bloguero y dejan al lector indiferente y otros que para el bloguero son una mierda pero que escribe porque es lo que toca y si no los saca harán tapón eternamente…son acogidos con gran éxito por el lector.

¿Qué se deduce de todo esto?

Que los misterios de un blog...son inescrutables…

…y bueno vale...si… sé que a veces escribo mierdas.