viernes, 6 de abril de 2012

UNA DOCENA DE TRUCOS SUCIOS QUE MEJORAN LA RELACIÓN CON TUS HIJOS



Contra lo que muchos pudiérais creer, en twitter hay gente muy maja, gente encantadora y listisima que no sabes muy bien como un día empiezan a seguirte. Y otro día sin que sepas como te ofrecen colaborar en su blog. Y dices que sí a pesar de que te obligan a publicar con un  formato con el que sufres para controlar tu verborrea...pero lo haces y le coges el gusto.

Este es el primer post que publiqué en su blog. Iré publicando algunos de ellos de vez en cuando.

Todos sabemos lo que en teoría hay que hacer con nuestros hijos. Todos sabemos que deberíamos ser unos padres pacientes y comprensivos. Todos sabemos que deberíamos predicar con el ejemplo....Y todos aprendemos los trucos sucios para cuando todas esas cosas tan chulis fallan.

Los padres primerizos que tienen en la cabeza una imagen idílica de la paternidad, con niños desdentados , sonrientes, y obedientes,niñas dulces y con trenzas y parejas que se miran arrobadas por el milagro de su paternidad..leerán esta docena de trucos sucios y pensarán: yo nunca haré eso.
Los que tenéis hijos pensaréis: sile, sile, sile, sile...nole pero me lo apunto.
Los que no tenéis hijos., guardadlo en favoritos para posibles usos futuros. De nada

1. La comida fácil

Aparcar el pepito grillo que grita “Dale a tus hijos comida saludable” y echarte en brazos del angelito negro que dice “ las grasas saturadas tampoco son tan malas” y darle a tus hijos: pasta, arroz, hamburguesa pizza, helado…te hará alcanzar cumbres de popularidad paternal y hará de las comidas un remanso de paz

2. Una ligera enfermedad

En frío suena horrible, pero una ligera enfermedad con un poco de fiebre cálida y tranquilizante que transforme a tu gremlin hiperactivo en un ser achuchable y amoroso en tus brazos, aumenta mucho el amor familiar

3. Retrasar un pelín la toma del Dalsy

Para prolongar el punto 2, a veces es aconsejable no seguir al pié de la letra las instrucciones del medicamento. El Dalsy es una droga muy poderosa con un efecto tan espectacular que creo que me voy a hacer con una garrafa para mi próxima resaca.

4. Llevarlos al agotamiento extremo

Exprimir su aguante físico suele ser una buena manera de convertirlos en seres achuchables y amorosos que se quedan dormidos en tus brazos aumentando tu amor paternal proporcionalmente al tiempo que permanezcan roques sin moverse.

5. Dejar que se hagan daño tras haberles advertido

Para este consejo hay que ser de una pasta especial y requiere entrenamiento. “No hagas eso que te vas a hacer daño”. Permanecer inmutable mientras se despeñan sabiendo que luego buscarán consuelo en tus brazos reconociendo que “mamá lo sabes todo”…es muy satisfactorio

6. Hacer algo a espaldas del otro progenitor

Un secretillo, una pequeña actividad reservada para hacer solo con ellos a espaldas del otro, y que de a tus hijos sensación de “grupo” aumenta tu apreciación como padre. Por supuesto el otro progenitor hace lo mismo…nada como un secreto compartido para crear un vínculo.

7. Un susto

Un buen susto, uno que les acojone y les haga buscar tu protección, abrazarte y verte como un superhéroe. Lo mejor es que tú te lo acabas creyendo. ¿A quién no le mola ser un superhéroe?

8. Un grito aterrador con el tono de voz paralizante

Este es un recurso que suele funcionar siempre que no se abuse de él. Si hay sobredosis deja de funcionar y jamás podrá volver a utilizarse. Usado con criterio suele dejar a los churumbeles suaves como la seda durante un rato cuya duración será inversamente proporcional al uso que se haga del recurso.

9. Una recompensa o premio

Contra lo que algún susceptible pudiera pensar, esto no es un soborno. Se trata de ofrecer un premio adecuado a un buen comportamiento…puede ser inalcanzable pero muy deseable “ si os portais bien vamos a Eurodisney” o alcanzable y por lo tanto susceptible de ser exigido: “quiero mi sobre de invizimals que me prometiste por portarme bien”. Deben manejarse con criterio.

10. Si tienes varios churumbeles, hacer cosas con cada uno de ellos por separado

El churumbel que tiene tu atención en exclusiva está tan agradecido que se porta muchísimo mejor. El churumbel que no tiene tu atención en exclusiva se portará mejor para poder tener ese premio próximamente. Y tú disfrutarás mucho de uno y te sentirás culpable por el otro..decidiendo ipsofácticamente que también le dedicarás tiempo. Un círculo vicioso muy efectivo.

11. Compararlos con otros

Esto está muy feo pero siempre funciona. Cuando estés hasta el moño de tus hijos, harto de ellos y replanteandote tu criterio por haber decidido reproducirte. Párate, mira alrededor y siempre encontrarás a alguien con hijos tan maleducados que los tuyos de pronto te parecerán angelitos.

12. Separarse de ellos

Pirarse de fin de semana romántico, un viaje de curro, un fin de semana de solterismo porque son ellos los que se van, una semanita de campamento, un viaje al extranjero..un curso fuera para aprender inglés..Nada como la distancia para aumentar el amor por tus hijos..y al revés. ¿ O es que no os habéis dado cuenta de que ahora queréis más a vuestros padres?

Los trucos sucios tienen mala fama, lo sé...pero funcionan.

Republicado con permiso, cortesía de Unadocenade.com

miércoles, 4 de abril de 2012

LAS VACACIONES SON PARA..

Me voy de vacaciones.

A la casa de las montañas.

Va a jarrear a lo bestia y estoy feliz con ello. Los inviernófilos estamos encantados con este ataque postrero y a contra pie de nuestra estación favorita. Queremos que los primaveradictos sepan que se siente cuando te okupan tu estación favorita. Los primaveradictos además, son unos lloricas y unos blandos y mueren por estrenar chancletas en abril, así que se van a pasar los próximos 4 días lamentándose de la lluvia viendo como se embarra la playa y lloriqueando “no es justo, no es justo”. Los inviernófilos, entre los que por supuesto me encuentro, vamos a disfrutar como enanos viendo la lluvia desde el sofá, escuchando su sonido en el tejado desde la cama, oliendo la tierra mojada y chapoteando con nuestras botas de pisar charcos.

Tengo grandes planes para estos días.

Las vacaciones son para dormir hasta que te despiertas de aburrimiento.

Las vacaciones son para cuando te despiertas, disfrutar del momento ese en que pasas de estar en tus sueños a la realidad…y además puedes elegir tu primer pensamiento del día. Sé perfectamente cuál va a ser el mío. Cuando curras, ese primer pensamiento molón es apartado enseguida de tu mente por absurdeces como: no quiero ir a Mordor a trabajar, tengo que hacer la compra, no quiero ir a Mordor a trabajar, hoy es día de huevo… etc. En vacaciones pienso disfrutar de mi pensamiento favorito.

Las vacaciones son para una vez despierta, leer un rato antes de que laz princezaz se levanten. Leer antes de desayunar...ese placer.

Las vacaciones son para vaguear muchísimo. Vaguear puede ser estar en un sofá viendo llover pero puede ser sentarme a escribir con calma…sin que nadie me interrumpa.

Las vacaciones son para que laz princezaz disfruten de la montaña y se sientan mayores diciendo “nos vamos a dar una vuelta”. Por ahora, que la vuelta dure un par de horas…no me inquieta.

Las vacaciones son para comer trenza, butifarra longaniza de Graus y mermelada de 3 cítricos.

Las vacaciones son para terminar From Hell y leer La colina del mal consejo de Amos Oz, otro que me llevo sobre algo de errores en la guerra y unos relatos de Cheever.

Las vacaciones son para escribir. Tengo deberes que hacer, tengo un post a cuatro manos a medias con otro bloguero insigne (sí, he puesto otro...hoy soy insigne) y tengo unas 30 ideas de posts pululando por mi cabeza, que necesitan ser fijadas para ver si son mierdas absolutas o mierdas de las que se puede sacar algo.

Las vacaciones son para ver los dos perritos nuevos que vamos a traer a hacer compañía a putoperrodeloscojones.

Las vacaciones son para ponernos al día en el Cineclub de Princezaz. Sofá, chimenea, pelis y chocolate.

Las vacaciones son para seguir leyendo con laz princezaz “La historia Interminable”….tengo que racionar su lectura porque si por ellas fuera me tendrían leyendo 6 horas seguidas hasta terminarlo. Nos queda un poco menos de la mitad.  
Las vacaciones son para comprobar una vez más en Benasque, que si eres argentino, tienes rastas y buscas trabajo en Pirineos acabas vendiendo material de montaña aunque no tengas ni idea. Debe haber algún estudio de marketing que diga que un tío con rastas y acento porteño vende más libros de senderismo que un tío limpio con acento de Huesca.

Las vacaciones son para comprarme un libro aquí.

Las vacaciones en la casa de la montañas son para preguntarme siempre ¿y si me quedo a vivir aquí?

martes, 3 de abril de 2012

¿ PARA QUÉ SIRVE UN HERMANO PEQUEÑO?

Hablo de uno pequeño de verdad, uno con el que te lleves por lo menos 6 ó 7 años como mínimo. Si te llevas menos de 5 es casi un igual y si te llevas menos de 20 meses, sois casi siameses y tus padres os ven como una hidra de dos cabezas.

Un hermano pequeño de verdad, como el que yo tengo, sirve para muchas cosas.

Sirve para que tu tío de 23 años decida leerte El Hobbit, la serie de noches que pasas en casa de tus abuelos, cuando tu hermano pequeño decidió nacer en plena Semana Santa hace 30 años. Visto desde la distancia, arriesgó mucho…3 enanos de 9, 8 y 6 años podían haber odiado a Tolkien para siempre tras haberle cogido pánico. No sólo no ocurrió eso, nos volvimos superfans y fuimos capaces de transmitirle esa adicción al hermano pequeño.

Sirve para darte cuenta definitivamente de lo que venías sospechando desde que nació tu hermana. En la escala de hijos, vas a ser el último mono. Tu única esperanza para conseguir algo de proyección en el universo de los descendientes es aburrida. Consiste en ser tan sumamente responsable que te encarguen el cuidado de tu hermano pequeño cuando tus padres salen.

Sirve para pasar un miedo atroz cuando le ves caer al suelo entre convulsiones y a tu madre correr con él en brazos para conseguir una ambulancia. Sirve para aprender una rutina de medicación durante años.

Sirve para aprender que un niño con un disfraz de coca cola hecho en casa y que le llega hasta los tobillos no puede subirse a un autobús sin caerse. Hay que quitarle el disfraz primero.

Sirve para ver a tus padres hacer de padres desde la distancia…como si fueras un espectador.

Sirve para consolarte de compartir cuarto con tu hermana. Ahora tu otro hermano también tiene que compartir. 2 y 2...es lo justo.

Sirve para darte cuenta de que una diferencia de 10 años, es una brecha generacional en cuanto a dibujos animados. Los referentes han cambiado.

Sirve para comprobar que la influencia de los hermanos mayores es casi tan fuerte como el lado oscuro de la fuerza. Compruebas con orgullo como tu hermano pequeño se hace fan de Bruce, los Rolling, The Who, Pink Floyd y Bob Dylan…mientras sus amigos babean por el rap.

Sirve para tener una excusa para ir a ver Toy Story 1 cuando tenías 22 años e ir a ver películas de dibujos animados no era tan “guay” como ahora.

Sirve para que te reafirmes en tu idea primigenia de que Bob Marley es pesadísimo y un brasas cuando tu hermano pequeño decide salirse un poco del guión musical que le habéis marcado y se lanza a la música reggae. Sirve para darte cuenta de que molaría bombardear Jamaica con efectos retroactivos…porque vas a morir si sigues escuchando ese ritmillo con la resaca que tienes.

Sirve para descubrir que hay gente que bebe vodka porque le gusta. Tu hermano pequeño.

Sirve para asistir ojiplática a como el nivel de tolerancia de tu madre hacia las resacas de sus hijos ha aumentado hasta casi hacerse infinita. Y digo casi, porque cuando tratas de medirla con tus resacas...súbitamente se reduce hasta los límites que recordabas de tu juventud.

Sirve para redescubrir a Steinbeck cuando le robas “El autobús perdido” y después te regala “ Cannery Row”

Sirve para regalarle la mesa de comedor que quieres quitar de tu casa y que a él le viene de puta madre porque justo acaba de irse de casa.

Sirve para que tus hijas tengan un tío joven. Eso siempre mola.

Sirve para presumir por lo guapísimo que es y sentirte como una abuela “¿a que es mono mi niño?

Sirve para sacarte de quicio por lo tocapelotas que es y volver a sentir toda esa rabia que solo los hermanos son capaces de hacer brotar. “No te soporto. Eres imbécil

Sirve para continuar con la misma plantilla del blog y ejercitar la paciencia.
¿Me haces un diseño nuevo?
Claro, para cuando lo quieres.
Molaría para el 28 de enero……
Vale.
Sirve para que tus amigos midan lo mayores que son… ¿Que pobrehermano pequeño cumple 30??? No me jodas.

Pobrehermano pequeño cumple hoy 30 años.  Le miro y me siento como si yo siguiera teniendo 9 y él acabara de nacer.  Me cuesta creer que seamos mayores.

¡Feliz cumpleaños!

lunes, 2 de abril de 2012

¿ QUE DICE TU COCHE?

Tengo un Seat Ibiza TDI de 11 años, blanco con 415.000 km. Es un coche estupendo que no me ha dado ni un solo problema en todos estos años y con el que mantengo una relación fabulosa. Yo le hago el mínimo caso imprescindible y él me lleva y me trae sin darme sustos. El día que estalle, se pare o arda para siempre...lo cambiaré por otro. Él no me echara de menos y yo tampoco. Mientras eso ocurra nos somos fieles.

No me gustan los coches. No me dicen absolutamente nada. Soy incapaz de recordar los modelos, los colores y el tipo de coche que tienen mis amigos. Soy perfectamente capaz de sorprenderme cada vez que alguien aparece con un coche gris y decirle: ¿pero no era negro? No, lleva 8 años siendo gris.

Como mi querencia hacia el mundo automovilístico es inapreciable me sorprenden muchos comportamientos que observo con respecto a los coches.

El coche autobús.

La gente se reproduce por primera vez y automáticamente se compra un coche de 6 plazas. No lo entiendo. ¿No saben que tamaño tendrá su hijo? ¿Están tan emocionados con el embarazo que piensan ya en encargar media docena? O ¿es que tenían capricho de un monovolumen y se han embarazado para justificar su compra? No lo entiendo. Un monovolumen es un coñazo de coche, se te pone complejo de conductor de autobús pero con el inconveniente de que los pasajeros te hablan.

Si el que lleva el monovolumen es ya familia numerosa..entiendo la compra y le compadezco sólo de imaginar los viajes entre juegos interminables de veo veo, música atronante del canta juegos, peleas sin fin por la menor tontería y el festival de migas infinito que son capaces de generar unos cuantos críos con una bolsa pequeña de cheetos en un habitáculo cerrado.

El coche concesionario.

Te sientas, miras alrededor y dices Ah...coche nuevo.

No, tiene ya 4 años.

¿4 años lleva conduciendo ese coche? No hay nada, absolutamente nada personal dentro de él. Todo está tal cual, como si acabara de sacarlo del concesionario. No huele a nada, no hay papeles, no hay cds, ni klennex, ni bolsas, ni un jersey, ni una moneda para el carro de la compra o el ticket del parking. Nada. Son esos coches que son como los salones de las revistas de moda, los ves y dices: ahí no vive nadie.

Esos coches me dan miedo…más que los coches los que los llevan…me dan tanto miedo que miro a ver si se reflejan en el retrovisor.

El coche Diógenes

Hay coches (el de pobrehermano mayor por ejemplo) que tienen un superpoder. Cualquier cosa que metas en él se quedará ahí para siempre: 3 jerseys, 2 paraguas, unas dos docenas de botellitas de agua en distintos estadios de putrefacción, bolsas ecológicas de la compra, las botas de esquiar, las botas de andar, una mochila de ir al monte, una mochila con la ropa de pádel, la raqueta de pádel, unos cuantos libros, la funda porta esquís, un forro polar, un chubasquero, otro forro polar, 10 ó 12 ejemplares de un periódico gratuito, calcetines…

Algunos de estos coches además, tienen el superpoder Diógenes combinado con el superpoder hipnótico. El dueño se monta cada día y piensa: joder, de hoy no pasa que me suba estas 3 camisetas y los dos pares de zapatillas a casa. Lo cree firmemente y conduce todo el camino pensando en que nada más llegar a destino sacará esas cosas…el coche le deja creerlo...y justo cuando para el coche y saca la llave del contacto, le sopla en la oreja y el conductor olvida coger lo que había pensado y no se da cuenta de que ha alimentado el Diógenes de su automóvil con una bufanda.

El coche quirófano.

Te montas y te dicen: cuidado con el bolso no le des a la puerta, cuidado con las piernas al cruzarlas no le vayas a dar al salpicadero, sacúdete el barro no vayas a manchar las alfombrillas, no se te ocurra comer nada, bebe antes de entrar porque no permito que nada líquido se aproxime a mi habitáculo, no tosas y por supuesto no se te ocurra estornudar.

Es tan estresante que como te descuides te encuentras pensando en que se te ha olvidado la mascarilla y abriendo la puerta con el codo para no dejar huellas dactilares en la puerta al abrirla.

El coche parque infantil.

Entras en uno de esos coches y para si quiera visualizar el sitio donde debes aposentar tu lindo culo, tienes que empezar a quitar trastos: una manta infantil “ es porque mi hijo por las mañanas tiene frio”, dos o tres cuentos “ es que le gusta leer de vez en cuando”, tres o cuatro carátulas de Dvd vacías “ son de las pelis que vemos de viaje largo, pero a saber dónde están las películas”, un cubo de playa…en enero, dos o tres pelotas una de ellas pinchada, una red de pesca, 2 o 3 muñecas en distinto estadio de desnudez y con los pelos enredados con dos o tres gormitis, tres o cuatro envases de actimel vacios, 6 ó 7 guarradas de esas que dan con el Happy Meal… Cuando consigues hacer un hueco después de desplazar todas esas cosas y te acomodas…miras alrededor y entonces flipas. El coche entero está lleno de regalos del día del padre y de la madre: un colgador para el retrovisor, dos o tres más en los reposacabezas de los asientos delanteros, un parasol con las manitas de los niños, un imán para el salpicadero y por último un ambientador con forma de pino colocado en el salpicadero.

El coche “mono”.

Esto es más de tías.
Me he comprado un coche. Es tann mono. Es un Pitipin clase W, de color azul noche con los asientos tapizados en negro azulón
No sé de qué me hablas… ¿es grande? ¿Es bueno? ¿Es barato?
 A ver, Moli… ¿cómo no vas a saber que coche es? Y no es nada de eso...pero es muy “mono”…y me pega muchísimo.

¿Un coche “mono”? ¿Un coche que te pega? Son conceptos que se me escapan…

Desde luego mi coche no es mono y no sé si me pega, pero molaría saber qué dice de mí.