viernes, 9 de septiembre de 2011

MÁS BRUCE: I´M ON FIRE



Es la segunda versión que cuelgo de esta canción...y no será la última...
Esta versión es de hace 20 años, de la época en la que un concierto de Bruce duraba 5 horas porque entre canción y canción Bruce hablaba y hablaba y hablaba.
Aqui no para de rajar hasta el minuto 1:50...luego suspiraaa...con un suspiroooo...pufff y luego...I´m on fire.

jueves, 8 de septiembre de 2011

TRABAJO

Fríamente y con las ideas claras uno sabe cómo debe tomarse los distintos aspectos de su vida.

Lo malo es que fríamente, con las ideas claras y sin dejar entrar un atisbo de subjetividad en nuestros pensamientos, conseguimos estar más o menos 2 ó 3 minutos al día.

Con esa frialdad lo suyo sería tomarse el trabajo como una actividad que realizas a cambio de dinero para poder vivir. Lo suyo sería que todo el mundo pudiera currar en algo que le gustara, que no echara mil horas y que consiguiera un salario digno.

Claro que lo suyo también sería tomarse las rupturas amorosas sin hacer un drama, la educación de los hijos con calma y sin agobios y la política como una de las siete plagas del apocalipsis que nos ha tocado sufrir.

Pero lo suyo está jodido…y es chungo de conseguir, así que normalmente nos tomamos las rupturas de pareja como un misterio insondable lleno de incógnitas idiotas, soportamos mal la frustración ante los sorprendentes resultados de nuestros afanes como padres y rechinamos los dientes al leer la sección de nacional de la prensa.

Por lo mismo, la mayor parte del tiempo nuestra percepción del curro está alejadísima de “lo suyo”. El curro es para unos buenos, para otros malo, para otros directamente no es, para otros una condena, para otros un triunfo, un sufrimiento, una manera de perder el tiempo, una manera de ocuparlo, una manera de huir…hay mil maneras de tomárselo y de que te afecte lo que haces o dejas de hacer.

No eres tu trabajo, pero gran parte de lo que eres es como tu trabajo te hace sentir.

Tu trabajo te puede hacer sentir afortunado si se parece mínimamente a lo que soñaste hacer cuando tenias 10 años, y lo que es más importante eres consciente de ese parecido.

Tu trabajo te puede hacer sentir aliviado si simplemente eres consciente de la suerte que tienes al tener uno.

Tu trabajo te puede hacer sentir monótono y rutinario. Y da igual que seas Frank de la Selva o que pongas tapones a un tetrabrik.

Tu trabajo te puede hacer sentir miedo. Miedo a perderlo y miedo por la responsabilidad.

Tu trabajo te puede hacer sentir ilusionado a la vez que acojonado si es un reto nuevo. Sabes que eres capaz pero el pepito grillo que llevamos siempre dentro no para de saltar y decir “ y si es demasiado para ti??, ¿ y si no puedes? ¿ y si te pasaste de listo?”

Tu trabajo te puede hacer sentir activo y con la mente despierta. Si te hace sentir así, deberías dar palmas con las orejas.

Tu trabajo te puede hacer sentir satisfecho. He venido, he hecho lo que tenía que hacer, me voy y aqui dejo mis pensamientos laborales hasta mañana.

Tu trabajo te puede servir para tener la mente ocupada de otros problemas de tu vida. Te puede servir de refugio pero no solucionará el resto de tus marrones.

Tu trabajo te puede hacer sentir práctico, “vengo, curro, me pagan y me voy”. Esta es la actitud más adecuada a tener la mente fría y clara.

Tu trabajo te puede hacer sentir una piltrafa. Contra esto hay que pelearse muchísimo y recordarse como un mantra…da igual la estupidez que haga, me pagan y me voy a casa y yo no soy mi trabajo.

Tu trabajo te puede hacer sentir desbordado. Montañas de cosas por hacer y ni siquiera saber por dónde empezar.

Tu trabajo te puede hacer sentir incredulidad...” ¿de verdad tengo tanta coña como para tener este curro con este dinero y que encima me mole?

Tu trabajo te puede hacer sentir desilusión “No puedo creerme que se lo hayan dado a otro, yo era la persona adecuada”. Aquí hay que recurrir otra vez a...esto es curro, me pagan y me voy. Y si no funciona, psicología comparativa...” vale, le han dado el curro que yo me merecía...pero yo molo mil”.

Tu trabajo te puede hacer sentir frustración, “mierda, mierda, mierda…cuanto inútil suelto sin dejarme hacer las cosas bien”. Para esto, lo mejor es acostumbrarse.

Tu trabajo te puede hacer sentir tristeza, agobio y ganas de llorar. Puedes ir al curro con los dientes apretados, los puños cerrados y notando tu cuerpo más en tensión que si se te acercara Gerard con cara de faena.

Tu trabajo te puede hacer sentir poderoso, ir sonriendo por los pasillos, poner mirada de suficiencia y pose de dominio del mundo. Si no eres cirujano de trasplantes o bombero recién salido de un edificio en llamas con alguien en brazos…sencillamente eres gilipollas.

Y aunque cueste creerlo, tu trabajo te puede hacer feliz cuando consigues algo que te propusiste, te moló hacerlo, te pagaron bien por ello y no sacrificaste el resto de tu vida por ello. A esto no te acostumbres, pero disfrútalo si te ocurre.

martes, 6 de septiembre de 2011

MATERNITY (LXXIX): Frases comodín

Un par de consideraciones previas:

- Hay gente que opina que a los niños siempre hay que decirles absolutamente toda la verdad. Yo no.

- A tus hijos les pareces omnipotente, no porque seas tú, que también,..sino porque eres “un mayor” y un mayor puede hacerlo todo. Hay gente que no se acuerda de cómo se sentía cuando era cani, pero yo si me acuerdo, perfectamente. Ser mayor era poder absoluto, era poder hacer lo que quisieras y todo bastante molón excepto: la renta, limpiar la plata y guardar las alfombras.

Con estas dos consideraciones previas: no decir toda la verdad si es mejor no decirla y sabiendo que laz princezaz consideran que yo lo puedo todo, me paso el día sumergida en conversaciones en las que para salir airosa tengo que emplear las frases comodín.

No siempre funcionan, pero dan tiempo antes de llegar a la respuesta correcta.

Un ejemplo…

Molicuñado se hace el tío molón y se pasa todo el verano diciéndole a laz princezaz que va a llevarlas a un bosque donde hay unos recorridos superchulos para hacer por los árboles. Sigue todo el verano haciéndose el enrollado y el día antes de volvernos a Madrid les promete llevarlas por la tarde y hacer algún recorrido.

Molicuñado se echa una siesta de mil pares y para cuando llegamos al bosque, es demasiado tarde para hacer nada. A M le flipa el bosque, los recorridos que hay, quiere ponerse un arnés y trepar por todas partes.

- No puede ser cariño...están cerrando, se está haciendo de noche.
- Es que yo quiero hacerlo...sé hacerlo mamá.
- Si, lo sé...pero hoy no puede ser. Otro día.
- ¿Mañana?
- No, mañana no puede ser, nos vamos a Madrid.
- ¿El sábado que viene?
- ¿El sábado? Bueno…” ya veremos”.

YA VEREMOS. Es la frase comodín de todos los padres del planeta. Es como no decir nada. Es como decir “Si no hay más remedio lo haremos el sábado que viene”. Es como decir “Si de aquí al sábado que viene no sale un plan mejor, más chulo, más barato y sobre todo que no signifique sufrir por la integridad física de mi primogénita lo haremos”. Es como decir “a ver si de aquí al sábado que viene se le ha olvidado”. Es como decir “No te digo que no para que no te lleves el disgusto ahora y no te digo que si para que no lo grabes en tu memoria de elefante y estés toda la semana diciendo “el sábado vamos” “el sábado vamos”.

Realmente tú quieres decir eso...que ya veremos que pasa, porque no sabes que pasará de aquí al sábado. Pero ella eso no lo entiende, si tú quieres ir, eres mayor...puedes hacerlo.

YA VEREMOS no soluciona nada, pero da margen. El problema es que los niños juegan a acortar ese margen, son astutos y conocen sus cartas.

¿Ya veremos qué?
Pues ya veremos si hace bueno.
Pero si hace bueno... ¿venimos?
Si hace bueno ya veremos...
Vale, vale...pero si sale un sol radiante...entonces ¿es que si?
Bueno...a ver...a lo mejor hay que esperar a que crezcas un poco.

CUANDO CREZCAS. Otra frase comodín. Es como no decir nada o decirlo todo. Puede significar muchísimo en plan putada…..”Cuando crezcas podrás hacer esto tan chulo que te he enseñado y que por tanto se puede ver pero no se puede tocar y por tanto soy una cabrona como madre” y provocarás frustración en tu churumbel.

O puede significar una promesa de recompensa al hecho de crecer “Mira que cosa tan chulísima te está esperando cuando crezcas”…lo que viene siendo...creando expectación. Lo suyo es venderlo así porque además los churumbeles no controlan el concepto temporal del crecimiento.

- Entonces si crezco mucho podremos venir.
- Si
- Y si bebo mucha leche, creceré mucho y parecerá que tengo 12 años y podré hacer los recorridos de mayores, ¿no?
- Si creces mucho si.
- Y ¿vendremos?
- Bueno...si hace bueno, creces mucho y por supuesto…depende de cómo te portes.

DEPENDE DE CÓMO TE PORTES. Tercera frase comodín del mundo mundial. Esta no siempre funciona, para que surta efecto, el premio a conseguir por un comportamiento adecuado tiene que ser adecuado a las expectativas generadas. “Que haya macarrones de comer depende de cómo te portes” no suele funcionar. Un vil plato de pasta que más pronto o más tarde saben que van a degustar no compensa 24 horas de conciencia sobre su comportamiento y control sobre su conducta. Pero una excursión por las copas de los árboles en un bosque acojonante…compensa mucho. Es lo mismo que si viene tu jefe y te dice “depende de cómo te portes te doy un pilot nuevo azul”...pues tú le miras y piensas “uy que susto..prefiero la muerte” y sigues a lo tuyo. Pero si viene tu jefe y te dice “tu plus de 400 leuros depende de cómo te portes”…la cosa cambia.

“Ya veremos”, “Depende de cómo te portes” y “Cuando crezcas” no solucionan el problema pero dan tiempo. A lo mejor alguien me lee (alguien sin hijos probablemente) y dice:

- Dile que si vais a ir. Error. Y si sucede algo no previsto que impide la excursión. ¿Y si jarrea? ¿Y si cierran el parque? ¿y si hay una rebelión de ardillas que están hasta el moño de ver humanos triscando por sus pinos? Si dices que si…y luego es que no...la decepción en sus caritas no te dejará dormir en días...porque ellos no entenderán porque no has podido conseguir que abrieran el bosque, porque la lluvia es un impedimento si además a ti te encanta y porque las adorables ardillas están contra ellas.

- Dile que no vais a ir. Error. Eso hubiera supuesto una llantina horrible, con lágrimas perfectas cayendo de sus increíbles ojos azules por su carita de princeza y un disgusto emocional en M que me hubiera hecho sentirme horriblemente culpable.

El uso inteligente de las frases comodín sin embargo, ha conseguido que M esté bebiendo leche como si le fuera la vida en ello “Mami, esta leche es fresca... ¿hace crecer más que la normal?” y portándose tan bien que hasta ha aprendido a ducharse sola “Mamá...soy mayor...cierra la puerta que lo hago yo sola”.

También pregunta compulsivamente por la previsión meteorológica pero eso es un efecto colateral que estoy tratando de controlar…

Y de aquí al sábado QUEDA MUCHO

lunes, 5 de septiembre de 2011

SOBRE LEER..reflexiones variadas.

Empecemos por una obviedad para cualquiera que haya estado perdiendo el tiempo un poco por aquí: me flipa leer.

Desde que tengo uso de razón, que por otro lado es una frase completamente idiota, he estado leyendo sin parar. No sé estar sin leer, no sé estar sin un libro entre manos y otro esperando. No siempre he leído igual y hay muchas cosas que he ido cambiando.

Antes jamás releía..en el último año y medio he descubierto el placer de releer y creo que voy a seguir haciéndolo. Releer tiene casi más riesgo que leer de primeras. En principio y alguien como yo que jamás lee contraportadas y huye de recomendaciones excesivamente entusiastas, se lanza a leer sin expectativas previas..bueno si, uno espera que le guste, le entretenga, le haga pensar…pero no espera jamás que sea un libro que le deje del revés. Eso solo pasa con algunos libros.

Cuando eso pasa es una experiencia para guardar en una caja y enseñársela solo a unos cuantos escogidos. Y esa caja solo la puedes volver a abrir si estás dispuesto a pasar por la desilusión de que un libro que te dejó del revés con 14, 23 o 27…te deje complemente frio ahora. La culpa no es del libro...es como los amantes...o los antiguos amores...tuvo su momento y pasó...pero la desilusión puede ser brutal. Esperas un polvo con fuegos artificiales y te encuentras con un misionero con la ropa puesta.

Por eso releo con muchísimo cuidado y solo cuando concurren otro tipo de circunstancias más allá de mi interés por rememorar esa experiencia.

Otra cosa que no hacía antes era sacar libros de la biblioteca...solo compraba...quería que fueran “mios”. Pero un día, y dado que vivía a 100 metros de una de las mejores bibliotecas de Madrid decidí entrar y desde entonces soy usuaria compulsiva. No he dejado de comprar, pero me mola ir y deambular con mi lista de libros buscando lo que quiero, me mola indignarme con los que no los devuelven a tiempo y me mola cuando uno no me gusta y pienso...la pasta y el sitio que me he ahorrado. Antes de tener mis cuadernos de lecturas no me gustaban los libros de las bibliotecas porque al devolverlos perdía mis páginas con esquinas dobladas…ahora me da igual, copio todo lo que me ha molado y ahí se queda. Además, si un libro me ha gustado muchísimo…acabaré comprándolo por si acaso me da para releerlo.

¿Qué más?

Leer en una pantalla. Desde reyes tengo mi tablet y sí he leído varias cosas en ella. Ahora también tengo un superteléfono en el que también puedo leer. No lo hago. Le veo la utilidad, me resulta cómodo, es cómodo, no me molesta la pantalla y tiene muchas cosas buenas pero si me das a elegir prefiero el papel. En el libro electrónico no puedo doblar las esquinas...y eso me jode. Si, puedo poner una marca, puedo subrayar pero no es lo mismo…una marca hecha en la pantalla no tiene emoción...es solo una marca. Si doblo una esquina, cuando vuelvo a esa página noto la emoción que algo que hay ahí me causó...si la he doblado dos veces busco ansiosamente qué es lo que me llamó la atención, que es lo que me hizo pararme y doblar la esquina. Releo la página conteniendo la respiración, acelerando la lectura según voy avanzando y ¡bang! Ahí está otra vez. Si dejo una marca en la pantalla...esa vuelta a descubrir esa emoción me la pierdo...saltará automáticamente...y sinceramente no es lo mismo.

Me gustan los libros en papel porque si le recomiendo a alguien un libro y me dice que le está encantando...puedo ir a mi estantería, abrir mi ejemplar y ver “Reyes 2003" y sé exactamente en qué momento ese libro entro en mi vida. Con el libro electrónico también, con ver en qué fecha lo agregué a la estantería ya conozco esa información, pero tampoco es lo mismo.

Y el libro en papel puedo prestarlo…puedo darte “mi” libro. No uno parecido, igual, de la misma edición, no. Puedo darte el “mío”, puedes leer el mismo que yo tuve en mis manos y puedes ver mis esquinas dobladas. Por supuesto esto no se hace con todo el mundo, yo lo hago con muy poca gente, poquísima y es otra experiencia que te pierdes con el libro electrónico. Cuando ese libro vuelve a mis manos (en mi casa, después de haber pasado por mis 3 hermanos y molimadre) el libro está manoseado, usado, es mi libro enriquecido por la visión que de él ha tenido la persona a la que se lo he prestado. No es algo tangible materialmente pero sí emocionalmente...incluso cuando me lo devuelven y me dicen: “a mi tampoco me ha gustado tanto”...eso está ahí.

Bueno, pues a pesar de que me mola más el libro en papel no soy una cerril para estas cosas, bueno y para casi ninguna la verdad. El sábado leí varios artículos sobre el futuro del libro, el libro en internet y experiencias “más allá del texto” con el libro. En lo de las experiencias más allá, siempre hay cantidad de intensos y cantidad de tíos que hacen cosas espantosas o auténticas tomaduras de pelo,  pero me he tomado la molestia (bueno...tenia mucha curiosidad la verdad) de bucear en el ELO ( Organización de Literatura Electrónica) y he encontrado algunas cosas muy chulas.

No son libros en papel, ni siquiera son para leer estrictamente, pero a mí me han molado y por eso los dejo aqui.

"The Child"..parece un viodeclip con letras, pero no lo es. Hay que saber leer para seguir lo que cuenta. Me gusta la música también.


"The Sweet Old Etcetera". Este es más interactivo, hay que ir pinchando y toqueteando.


Ya digo que no son estrictamente libros pero me han gustado. Ah, otra cosa por la que no me gusta leer en la pantalla ni siquiera en el curro es porque no puedo usar mi boli rojo y mi boli rojo..mola mil.