martes, 28 de septiembre de 2010

ELLOS NO ELLAS SI, ELLAS SI ELLOS NO. Reflexiones piscineras

Hoy he ido a nadar. Me he metido en la piscina con todo el kit completo de la perfecta nadadora y me he puesto a hacer los 50 largos de rigor. Iba sumida en mis pensamientos laterales que la verdad estaban muy entretenidos: ¿estaré mutando genéticamente? La verdad es que eso molaría si se pudiera elegir. ¿Qué elegiría yo? Eso es fácil, lo tengo cristalino...yo querría mutar a tío, porque todo serían ventajas, podría estar pensando estas chorradas sin pensar que son chorradas y podría dejar de pensar en lo que no quiero automáticamente…mmmm...eso sí que sería genial...¡¡MIERDA!!¿Qué ha sido eso? Mierda...¡¡Qué daño!!

La mutación está más cerca de lo que creía. Iba tan imbuida en mis cosas que no me he dado cuenta de que nadaba muy deprisa, y me acercaba demasiado al tío con el que compartía calle…y he sido agraciada con una fabulosa patada de braza en mi pecho. En el derecho para ser más exactos.

Ese tío me ha dado una patada en la teta. ¿Se habrá dado cuenta? Seguro que se ha dado cuenta, si yo fuera cóncava habría posibilidades de que no se hubiera percatado...pero como no es el caso...fijo que ha sabido que tocaba teta. ¿Eso pone a los tíos? En eso no he mutado todavía...si yo le diera una patada en el paquete a un tío no me pondría nada….mmmm...en eso me diferencio todavía...porque claro hay cosas que son sexys en él o en ella y no lo son al revés.

Esto podría ser un post. A ver qué se me ocurre...me quedan 25 largos para pensarlo.

Un tío poniéndose los calcetines no es sexy y no provoca mucho.
Una tía poniéndose unas medias si…pero sin son pantis y salta para subirlos hasta los sobacos, no.

Una tía en bolas tapada con la sábana por debajo de las axilas es sexy…
Un tío en bolas tapado igual...parece que está enfermo.

Un tío paseando con niños mueve a la ternura y si me apuras puede resultar sexy…
Una tía paseando con niños…es una tía paseando con niños.

Un tío afeitándose es sexy…
Una tía depilándose no....bueno..Si yo fuera tío supongo que ver a una depilarse las ingles provocaría un terremoto de excitación...pero eso es demasiado fácil...depilar piernas no es sexy.

Un hombre entre fogones…con delantal..es sexy.
Una tía cocinando es una maruja…..solo lo arreglas si únicamente llevas el delantal y vas untada en algo…o en modo “ sexy ingenuo” tienes harina por toda la cara..y eso lleva a pensar en Jessica Lange y todo el rollo ese encima de la mesa de la cocina.

Puff..tareas del hogar…a mi lo que me pone es un tío planchando…si…y sin embargo una tia planchando es una imagen cero erótica. Sin embargo él, ahí tan mono, con la plancha…pufff…me estoy poniendo mala….¡¡Mierda otra patada!! Pero..¿Cuantos largos llevo? 50…

…se acabaron las reflexiones piscineras tontas ¿una tía saliendo a pulso de la piscina es sexy?

Con esta pinta lo dudo..si estuviera en bolas....

lunes, 27 de septiembre de 2010

MATERNITY (LIX) : TRAGICOMEDIA

Escenario: molicasa.
Principales localizaciones: cocina, hábitat natural de nuestra heroína en modo ama de llavez y madre y dormitorio de laz princezaz, hábitat donde nuestra abnegada heroína intenta confinar a laz princezaz el máximo tiempo posible al día.
La acción transcurre en dos horas y media de vida de los personajes.
Personajes principales: princeza roza de 5 años. C. para más señas y la heroína.
Personaje secundario: M.
Actor invitado: ingeniero (No sé si llamarlo cameo por lo fugaz de su intervención).

Hora: las del horror.
Escenario, la cocina. Los personajes principales y el secundario están reunidos allí. Laz princezaz cenan, nuestra heroína hace malabarismos culinarios con 3 cosas a la vez. La protagonista que recientemente ha cumplido 5 años, está crecida.

- Mami, ¿a qué ya zoy mayor porque tengo 5 añoz?
- Si cariño. Ya eres una niña mayor y por eso comes sola y muy rápido y me pongo contentísima.
- ¿A que soy la maz mayor de 5 añoz de ezta casa?
- Claro.
- Y ¿a que zoy mayor porque nado sin manguitoz?
- Si.
- Y ¿a que zoy mayor porque el año que viene voy a Primaria al patio de mayorez?
- Si.
- Y ¿a que voy a ir a la biblioteca con M. y a la piscina también, como los mayorez?
- Si…y ¿a que eres la más cansina de esta casa y todo el vecindario?
- Y ¿a qué si sigo creciendo seré maz mayor que M?
- Mamiiii ¿a que no?? ¿A que yo siempre tendré más años que C?
- A ver..pongamos orden. M. siempre será la mayor de 6 años y C. tu eres ya mayor porque tienes 5 años…y como todos los de 5 años..COMES MUY DEPRISA... ¿a qué si?

Se cierra el telón y se abre en el dormitorio de laz princezaz.

- Venga a dormir.
- Mami..a que como ya zoy mayor puedo leer un rato.
- Claro..
- Pero no ze leer…bueno..un poco solo..pero como ya soy mayor voy a aprender a leer bien. Y además me lavo los dientez zola porque zoy mayor.
- Que sí, que eres muy mayor, ya tienes 5 años, pero los vas a seguir teniendo un año entero así que tómatelo con calma..no gastes toda la emoción en el primer mes.
- ¿Cuanto queda para que cumpla 6? ¿Poco?
- ¡A dormir!
- Ya zoy mayor..ya zoy mayor…ya zoy mayor

La heroína se va al salón. Aparece la estrella invitada. Plas, plas, plas…aplausos del público.

- Ya estoy en casa.
- Ya te veo. ¿Qué tal? ¿Los gamusinos bien?
- Si, si...lo tengo dominado. ¿Mis princesas?
- Tus princesas están acostadas…así que controla las ansias de tu instinto paternal.
- No sé por qué dices eso.
- Porque te conozco. Ahora entras…empiezas con ¿quién me ha echado de menos?? ¿con quién voy a dormir hoy?? Cosquillas, abrazos del oso y todo el show del perfecto padre payaso..las llevas al colmo de la excitación y cuando ya no quieren dormirse pasan a ser “mis princesas”…y paso.
- …mmm..vale…cuando se duerman entro a darles un beso.


- Buahhhhhhhhhhhhhhhhhhh buahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh buahhhhhh buahhhhhhhhhhhhhhh
- Ingeniero..alguna llora..mira a ver qué pasa.
- Yo no oigo nada.
- Vámonos a urgencias…estas sordo.
- Muy graciosa. No les pasa nada..ya lo verás.
- BUAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH BUAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH BUAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
- ¿No lo oyes?
- Ya se cansarán…será M. que no quiere morirse…

M. aparece en el salón (hoy no ha pensando en lo de morirse)

- C. está llorando muchísimo y no me puedo dormir.
- ¿Qué le has hecho?
- No le ha hecho nada, maldito hermano pequeño, siempre echándole la culpa al hermano mayor. ¿Qué le pasa a C.?
- No sé...mami..
- Voy a ver.
- No vayas que es peor.
- ¿Peor que una se ahogue y la otra no se pueda dormir y yo tenga deseos de asesinarte? Lo dudo.


C. cariño… ¿qué te pasa?

NO QUIERO ZER MAYORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR QUIERO ZER ZIEMPRE PEQUEÑAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA NO QUIERO ZER MAYORRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR

Y por fin, .la heroína enfrentada a este problema, rebusca entre sus inexistentes poderes y lo resuelve con las palabras mágicas.

Cariño..para que seas mayor queda muchísimo y además tu siempre siempre siempre vas a ser la niña pequeña de mami. ¿Vale?

Gran ovación y el teatro se viene abajo.
La calma ha vuelto a molicasa.

domingo, 26 de septiembre de 2010

TONY JUDT

Me gusta leer el periódico los domingos. Con calma.
Me encantaría tenerlo encima de la mesa de la cocina mientras desayuno el domingo, para ir leyéndolo con calma mientras me tomo un par de cafés. Como ahora eso es materialmente imposible, me conformo con leerlo en el intervalo que va desde las 11 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Si me pongo a ello pasada esa hora, ya no me concentro igual, no me interesa lo mismo y me descubro leyendo en diagonal y teniendo muy poco interés en lo que me cuenta.
Antes del último cambio de edición me molaba el EPS. No me importaba no terminarlo el domingo y dejarlo en el revistero del baño para ir leyéndolo durante la semana. Ahora ya casi nunca encuentro nada que me interese minimamente, así que lo ojeo como si fuera una revista del corazón, por encima y leyendo "los santos", como decía mi abuela.
Me gusta el periódico el domingo porque tengo la sensación de que al pararse la actividad diaria, caben más cosas que no son "noticia" y sí son información. Casi siempre descubro algo que me interesa y que tirando del hilo me llevan a sentir curiosidad por algo que jamás se me hubiera cruzado por la mente.
En enero de este año, un artículo titulado "Noche" me llamó la atención. Las palabras historiador, noches, enfermedad y consciencia me atraparon. Tony Judt un historiador judío de 61 años contaba como eran sus noches atrapado en un cuerpo afectado de una enfermedad neurodegenerativa que le había restado todo tipo de actividad muscular pero que le permitía ser perfectamente consciente de lo que le ocurría y ocurría a su alrededor. Contaba con extraordinaria cercanía como eran sus noches, como recurría a repasar recuerdos, conocimientos, lecturas...etc..para pasar esas horas lo mejor posible. Leí el artículo del tirón dos veces. Dejando a un lado lo trágico y horrible de la situación me pareció un tipo lúcido y con ideas interesantes.
El periódico siguió publicando sus textos. El siguiente fue sobre su juventud, cuando había que cambiar el mundo. Después de haber leído sobre sus noches de enfermo terminal, el contraste al encontrarme con un Judt joven y con sentido del humor me descolocó pero lo encontré estimulante e interesante. Después vino uno sobre la crisis de la mediana edad que en su día me pareció algo lejanísimo pero ahora mismo ya no tanto. Cuenta como en ese momento vital, cuando se preguntó ¿qué hago aquí? decidió estudiar checo y como esa decisión, aparentemente banal, desencadenó una serie de hechos que le llevaron a cambiar muchas cosas. Después tropecé con este, donde partiendo de su amor a los trenes reflexionaba sobre su infancia, la experiencia del viaje y mil cosas más. Me encantó y se lo pasé al ingeniero para que lo leyera también.
¿Por qué cuento todo esto hoy? Por que hoy he leído este artículo suyo sobre la situación actual, sobre la necesidad de estar en desacuerdo, de pelear, de discutir y de avanzar desde el no conformarse. Me ha gustado mucho pero no voy a decir nada más porque él lo explica muchísimo mejor que yo...

"Quienes afirman que el fallo es del "sistema" o quienes ven misteriosas maniobras detrás de cada revés político tienen poco que enseñarnos. Pero la disposición al desacuerdo, el rechazo o la disconformidad -por irritante que pueda ser cuando se lleva a extremos- constituye la savia de una sociedad abierta. Necesitamos personas que hagan una virtud de oponerse a la opinión mayoritaria. Una democracia de consenso permanente no será una democracia durante mucho tiempo".
Para la tarde del domingo, un post gafapasta.

viernes, 24 de septiembre de 2010

LLORAR

Llorar: Derramar lágrimas
Llorar: Sentir vivamente algo

Si nos atenemos a la primera definición del DRAE, yo no soy una gran llorona. No sé me da bien y además no me pega o por lo menos eso dicen los que me conocen. Que “no me pegue” es un problema, porque en los escasos momentos en que lloro delante de alguien, ese alguien se queda tan sorprendido por mi llanto, que se bloquea y no sabe que decirme. Yo asisto a su estupefacción por mis lágrimas y me sale mi vena de auto escarnio y digo cualquier cosa que acaba provocando su risa y frenando mi llantina. Además, cuando veo la cara del contrario mirándome con completa incredulidad me visualizo a mí misma y decido que eso no puede ser, no sé llorar.

Me molaría llorar bien. Hay gente que tiene esa capacidad. El estímulo del llanto llega y se desencadena un proceso precioso: las comisuras de los labios empiezan a temblar mientras inician un suave descenso, los hombros empiezan los ojos se nublan, las lágrimas se acumulan en los párpados inferiores y por fin caen majestuosas rodando por las mejillas sonrosadas. Rollo Candy Candy, para entendernos, aunque sé que es una referencia muy para treintañeras.

A mí no me sale. Cuando me salta el estímulo del llanto soy más vacio en el estómago arcada y gran sollozo. Un par así y listo, como mucho consigo sacar un par de lágrimas o tres, pero nada de un torrente poético que corra por mis mejillas, enjuague mis penas y deje un reguero de sal en mi piel. Nada de eso. Como para tantas otras cosas como llorica soy un fiasco.

Como no sé hacerlo bien, soy de poco llorar. Que conste que no tengo mi falta de capacidad llorica como una virtud. Conozco a grandes lloricas que van por la vida tan felices, porque en cuanto algo les afecta, desencadenan el proceso del llanto y se quedan tan a gusto. Yo no sé, soy más de hacer que lo que me afecte me produzca un nudo en el estómago y me deje sin habla, pero aún así he tenido grandes momentos de llanto. Lo venía pensando esta mañana, y mis mejores llantinas se han dado en el coche, probablemente por lo que comentaba al principio, voy sola y sin espectadores no me da vergüenza hacerlo tan mal.

A pesar de esta incapacidad recuerdo grandes llantinas con torrente de lágrimas y toda la parafernalia.

Llorar de dolor físico. Espantoso ataque de ciática embarazada de nueve meses de C. Sentada en un banco en la calle General Álvarez de Castro enfrente de la tienda de motos Harley Davison con un dolor que creí morir. Es más, deseaba morir para dejar de sufrir aquella tortura atroz. No era capaz ni de sacar el móvil para llamar al ingeniero, así que sollocé de agonía durante una hora hasta que de camino a casa, él pasó por allí y flipo al verme. Si alguien se pregunta si algún viandante se acercó a ver qué me pasaba, la respuesta es No. Era agosto y las 2 de la tarde, ni el tato. Eso sí, entre las lágrimas me aprendí de memoria los precios de las motos para intentar distraerme del dolor que me estaba matando.

De pena suprema. Esta fue con gente. Al poco de morir mi padre, nos llamaron de una librería donde había dejado encargados unos libros que había que ir a recoger. Me hice la fuerte y dije que iría yo. Llegué allí, y cuando el tío me preguntó, ¿no ha podido venir él? abrí la boca para decir: ha muerto….y literalmente me ahogué en una sucesión de sollozos que dejaron al pobre hombre al borde del colapso. Debí hasta espantarle clientela.

De rabia e impotencia por sentirme gilipollas. En el coche en el parking de un centro comercial. Casi la palmo pero lo bueno es que no puedes caer más bajo en un momento llanto y sales renovada.

Y mi llantina más ridícula: a los 4 días de nacer C, me senté a darle el pecho mientras estaba puesta la televisión. Era un programa de sobremesa, de esos espantosos con tertulias de lobotomizados. Intenta coger el mando de la mesa con un bebe agarrado de tu pezón. Me resigné al espectáculo y de repente salió una pareja de ex concursantes de algún lado y se pusieron a contar que ya no se querían y que se separaban. Y allí estaba yo con mis hormonas bailando la samba llorando como una imbécil por unos tíos que ni sabía quienes eran y a los que “se les había acabado el amor”. La parte buena es que creo que ese fue mi momento llorica más candy candy..La parte mala que sólo me vio C. que por supuesto estaba más interesada en los otros fluidos que salían de mi cuerpo.

En lo de sentir vivamente algo soy un as, pero no me provoca llanto. Me deja sin palabras, que en mí, es un efecto muchísimo más acojonante y espectacular, pero eso lo dejo para otro día.