
No me ha gustado. No es que me haya disgustado ni lo considere merecedor de una mis críticas destructivas, pero no me ha gustado. Esperaba mucho, esa es la verdad. “Todo cuanto amé” me gustó tantísimo, me dejó tanta huella que las expectativas estaban fuera de cualquier realidad. Y claro, no se han cumplido. Es como si sales de primeras con George Clooney y luego aparece Carmelo Gómez..pues no está mal, pero no es lo mismo.
Reflexiones variadas e inconexas que me vienen a la mente.
Según iba leyendo había veces que me tenía que parar a pensar qué libro estaba leyendo..¿seguro que no es algo de Auster?. El ambiente y los personajes se parecen a los de “Brooklyn Follies”. El rollo mi padre ha muerto y ahora me parece estar más cerca de él y le entiendo mejor y blablablabla..me recordaba a “La invención de la soledad” también de Auster. Que no digo que esté mal, que si estás casada con Auster cómo no vas a tener influencia. Yo ahora hago mis listas en excell...
El libro tiene un hilo conductor que es Erik, él narra y cuenta las distintas historias. Los diarios del padre, la historia de la familia, su hermana Inga, su sobrina Sonia, la vecina con la hija, los pacientes, los amigos..un batiburrillo de gente que entra y sale de la novela pero que a mi realmente en ningún momento me llega a interesar. Me he pasado todo el libro esperando ese “click” que me metiera en la historia…y no ha llegado. Las historias no me interesan y además algunas de ellas encuentro que están mal resueltas. Mucho dar vueltas y pensar y darle más vueltas para luego una chorrada..un poco chasco.
Erik no sé si está de crisis de la mediana edad, se aburre mucho, está deprimido…no me cae mal pero ni me va ni me viene que consiga ligarse a la vecina o no..es más la vecina me cae mal…es misteriosa…pero vamos que la sensación es que me da igual todo.
El rollo terapeuta atormentado y superado por sus pacientes me ha recordado a “In treatment”, pero me ha convencido la mitad que la serie que una vez más recomiendo.
La descripción de los muñecos y las escenas es exactamente igual a los cuadros de Bill en la novela anterior. Lo minucioso, la recreación de la realidad a escala, el interés morboso por esos detalles en el arte. Todo eso ya estaba en “ Todo cuanto amé”.
¿Lo recomiendo?. Es una lectura fácil y sin complicaciones. Toca muchos temas profundos pero se queda en nada, las historias van y vienen pero no acaban de enganchar. Si no se ha leído nada de Siri probablemente guste, pero desde luego no es su obra maestra.
No es un reproche. Escribir una novela fantástica ya es mucho en la vida, escribir 2 de ese nivel ya sería increíble.