miércoles, 30 de marzo de 2011

MANÍAS, MANÍAS, MANÍAS

Tengo la costumbre de sentarme todos los días en el mismo sitio cuando voy a comer con mis compañeros”. – dices tú.


Fulanito tiene la puta manía de tener que sentarse siempre en la misma silla cuando vamos a comer”.- dicen tus compañeros.


Exacto, tus manías son costumbres. Las costumbres de los demás son manías. Todo muy objetivo.

Yo no soy nada maniática. ( Molaría mucho que vinieran mis conocidos en 3D y desmontaran esta frase, pero como son chusma no lo harán. Ja). A lo que iba, tengo mis cosas como todos, pero llevo días dándole vueltas y no tengo manías rarunas. Cuando he estado a punto de caer en una de esas manías que te hacen rozar el TOC, como soy muy burra...lo que hago es evitarlo de golpe. Por ejemplo, doy mil vueltas para encontrar exactamente el cuaderno que quiero, para apuntar mis lecturas. Lo encuentro y decido que sólo voy a escribir en él con determinada pluma y tinta burdeos. Una gilipollez como otra cualquiera. Empiezo a hacerlo y durante meses sigo esa rutina. De repente un día, digo...esto es una estupidez…y arramplo con cualquier otra pluma y escribo en ese cuaderno. Y no pasa nada y yo me siento mejor y digo...no soy una maniática. No sé, así me veo más lejos de morir sola y rodeada de gatos, cosa harto improbable por otro lado.

Alguna manía tengo por supuesto, pero lo reconozco. Volviendo al ejemplo de antes, el cuaderno de lecturas tiene que ser rayado. NO me vale con cuadritos ni liso. Esa manía la tengo pero la reconozco.

Las manías son una gilipollez. Lo malo es que es chungo quitárselas de encima, porque el que las tiene, cree que sin prescinde de ellas su vida será peor. En todos los aspectos, en los aspectos más absurdos que puedas imaginar. Tengo ejemplos para dar y tomar.

Manías con la ropa.

Adorablecompañera, es monísima, guapa y estilosa, pero tiene varias manías en cuanto a su indumentaria. No lleva zapatos ni botas “de punta”, según ella porque tiene los pies muy largos y le harían efecto “pié de esquí”. Es una gilipollez de manía, porque además se calza unas all star que le hacen un pie “barra de pan”...pero ella se cree su manía y punto. Tiene otra manía sobre llevar algo con lunares, flores y no sé qué otra cosa…dice que no le “pega”, no se lo he puesto nunca pero ha decidido que no le "pega", lo que es imposible, porque ella es adorable como su propio nombre indica, y cualquier cosa le sentaría bien, pero es incapaz de sobreponerse a esa manía.

Ahora que lo pienso, yo tuve una manía de ese estilo. Un par, de hecho. Durante años, jamás me puse sandalias porque pensaba que tenía los pies feos, hasta que un día dije...eso es una manía absurda y me compre unas sandalias que básicamente “no eran”, solo tenían dos tiras asi que se me veían los píes muchísimo…y resultó que los tengo preciosos. Durante otra época no me puse nada sin mangas, porque tenía la manía de creer que tenía los brazos gordos…en fin...otra chorrada y más ahora con el efecto torneador de la piscina. Hala...otra manía fuera.

Manías compulsivas.

Estas son las de “si no hago algo de determinada manera pasará algo malo”. De estas tengo mogollón…ninguna mía, porque yo estoy mucho más equilibrada que todo esto.

Pobrehermano mayor, se levanta por la mañana, arrastra los pies con sus zapatillas de estar por casa (pero los arrastra eh…muchoooo, muchísimoooo), llega a la cocina, se sirve el café y siempre siempre siempre se le sale y deja un cerco en la encimera. El cerco es fundamental...si no lo deja, el café no estará bueno.

Mi amiga M. cuenta compulsivamente las albóndigas cuando las está haciendo, las cuenta mientras las amasa, las cuenta mientras las reboza, las cuenta mientras las fríe y las cuenta mientras las cuece y luego otra vez cuando las pasa a la fuente. Sí, siempre hay el mismo número de albóndigas, es un número fijo, ni se destruyen ni se reproducen durante el proceso...pero no puede dejar de hacerlo. Creo que piensa que si no las cuenta estarán malas.

Mi otra amiga M. es la campeona de las manías compulsivas. La parte buena es que te las cuenta y te ríes y ella más. Cada día, antes de acostarse sigue el mismo ritual: comprueba que las persianas están cerradas en el salón, comprueba que la luz del trastero al final del pasillo esté apagada…( da igual que estuviera apagada la noche anterior y que no haya entrado en todo el día...quién sabe porqué oscuro proceso ha podido encenderse la luz sola), coloca un paragüero delante de la puerta de entrada de su casa ( por algún extraño proceso cree que si un malvado quiere entrar en su casa un paragüero será un parapeto infranqueable) y después, una vez que se ha metido en la cama…coge su cartera, saca las tarjetas de crédito y las comprueba. No sabe porqué lo hace, ni ella tampoco...pero si no hace todo eso, se imagina asesinatos en masa y cosas extrañas.


Manías posicionales.

Son esas de colocarte tú o colocar las cosas siempre de la misma manera. Yo no tengo de esas porque soy un desastre.

Cuando bajo al rancho a comer, voy con Adorablecompañera y otras dos. A Adorablecompañera y a mí nos da igual la mesa en la que nos sentemos y la silla que ocupemos. A las otras dos, no. Tiene que ser siempre la misma mesa y tienen que sentarse siempre de cara a la puerta del comedor. Yo lo entendería si hubiera mesas mejores que otras, pero todas son iguales, en todas dan el mismo rancho y en todas hace el mismo frío. Lo entendería si aparecieran por la puerta maromos espectaculares que fueran a alegrarnos la vista o monstruos del averno a los que conviniera ver primero para evitar que te engulleran…pero no. Por la puerta entran otros mataos como nosotras y que tenemos más vistos que el tebeo. Bueno, pues ellas tienen que sentarse ahí o entran en combustión. Alguna vez que he estado hostilizada y con ganas de tocar las narices me he sentado en sus sitios…y se han cogido un rebote de mil pares. ¿No es absurdo? Joder, sobreponte a esa manía.

El ingeniero haciendo una maleta, es manía situacional total. Para hacer la maleta tiene que coger un cuaderno donde hace una eternidad hizo una lista de todas las cosas necesarias para irte de viaje. Tiene que colocarlo encima de la cama, según miras desde los pies a la izquierda y luego darse 25 paseos al vestidor cogiendo cada vez una cosa de las de la lista: camisetas un paseo, calcetines un paseo, camisas un paseo, zapatos otro paseo. Luego lo coloca todo encima de la cama y luego, una vez que ha repasado que efectivamente no necesita los guantes de esquiar para irnos a Cadiz...lo va metiendo en la maleta comprobando otra vez la lista. Antes de que alguien piense mal, está muy bien ser metódico…pero una vez que has comprobado que hacer esa rutina no garantiza que no se te olvide algo, es más siempre se te olvida algo... ¿no podías pasar de ella y hacerlo todo un poquito más rápido? Pues no.

El ingeniero de éstas tiene más...sufre muchísimo cuando desordeno las latas de la despensa y por ejemplo mezclo las almejas machas con los guisantes. "Qué paciencia tengo...mira que mezclar el pescado con las legumbres"...

Yo no soy maniática porque soy una cobardica. Los maniáticos son gente que vive al límite, bordeando la muerte. Son unos valientes. Ellos no lo saben, pero están todo el día corriendo un riesgo vital.

Para empezar y como ha quedado claro al principio del post, ellos no tienen manías, son costumbres y por supuesto pueden dejarlo cuando quieran. No saben que es probable que si lo dejan, entren en convulsiones, empiecen a echar espumarajos por la boca y puede que mueran. Eso ellos no lo saben, creen que no dejan esas putas manías porque sencillamente no quieren y no hacen daño a nadie.

Pero si hacen daño y ahí está el peligro más mortífero de todos. Las manías tienen un efecto tranquilizador en el ejecutante que es inversamente proporcional al efecto hostilizante que provocan en los congéneres que habitan o se relacionan con el ejecutante. Determinadas manías incluso pueden producir instintos asesinos y sólo gente muy equilibrada (alguien como yo, por ejemplo) es capaz de soportarlos y reconducirlos en algo absurdo como un blog. Pero no todo el mundo es como yo…así que maniáticos del mundo...hacedme caso y pasad de esas manías absurdas y tontas de las que sois esclavos. Sobreponeos, vosotros podéis, dejad de lado vuestras manías y veréis como os sentís más guapos, más altos, más deseables y con mucho más tiempo libre para dedicar algo mejor…

Soy un gurú y un ejemplo y ahora me voy a buscar un nuevo cuaderno rayado.

martes, 29 de marzo de 2011

LA II GUERRA MUNDIAL.- Un post para frikis.

¿De qué vas a escribir hoy?

Pues tengo varias ideas pero creo que hoy voy a colgar uno sobre la II Guerra Mundial,

¿Sobre guerras? Pero si escribiste uno hace nada. Y eso es un rollo.

Sobre guerras no. Peor.

No me lo digas. Libros y pelis y documentales…como si lo viera.

Si es que eres más listo…

Sabes que eso ahuyentará lectores...

Para nada. Los descerebrados son gente inteligente y que salta de tema en tema alegremente. Y además tengo que escribirlo que está haciendo tapón.

En la prehistoria de este blog, en diciembre del 2008, escribí un post sobre Berlín ( el primero de varios, pero por aquel entonces no lo sabía), donde enlazaba distintos materiales que, sobre la II Guerra Mundial, había leído/ visto desde mi primera visita a esa ciudad. Han pasado 3 años y he leído/ visto muchas más cosas y además he encontrado un montón de gente que comparte esta obsesión conmigo y he seguido muchas de sus recomendaciones.

Con un afán recopilatorio y para tenerlo todo junto, escribo ahora sobre mis lecturas sobre el tema y así cualquier podrá dejarme más recomendaciones y lo tendré todo a mano a la hora de seguir con el tema.

Sobre como empecé a leer del tema y todo eso, ya hablé en el post que he enlazado antes, pero debo decir que creo que no hay ningún otro tema que me haya enganchado tanto y del que haya leído tanto. No sé si es bueno o malo...pero es una realidad.

Primero una lista de lo que yo he visto leído, más o menos en orden cronológico.

Una princesa en Berlín de Arthur Solmssen. Sobre el periodo entreguerras que llevó a los nazis al poder. Las reparaciones que los alemanes tenían que pagar por la I Guerra Mundial, la inflación brutal, los judíos ricos contra los que la población fue manejada en contra, la creciente influencia del nacionalsocialismo, etc. Es una novela, no es historia. Hay amoríos y todo, así que es un libro accesible para todo el mundo, sin necesidad de ser un friki del tema.

Historias de Berlín de Christopher Isherwood, agrupa “Adiós a Berlín” y “Mr. Norris pierde el tren”. Es Berlín en los años 30, la época del cabaret y los años locos. Como en el de la princesa, hay una burguesía rica formada por muchos judíos y una masa proletaria cada vez más empobrecida y que simpatiza con el partido nazi. Es un clásico.

Stalingrado de Anthony Beevor. Una de las grandes batallas de la IIGM y donde los alemanes empezaron a perder la guerra. Según avanza el libro vas pensando que malísimos son los alemanes…luego cuando están allí enfangados en mierda, pasando un frio de mil pares, comiendo gatos y muriendo como chinches mientras los rusos se vengan a base de bien..piensas pobres alemanes. Muy entretenido y está muy bien contado.

Berlín, la caída 1945 también de Beevor. Como bien dice ND, el libro es un poco engañoso en el título porque no trata sólo de la batalla por la capital del III Reich, si no de la ofensiva aliada contra Alemania en 1945. Beevor se centra bastante más en el avance ruso atravesando toda Prusia Oriental y en las atrocidades que fueron cometiendo en venganza por la campaña alemana en la operación Barbarroja. Muy entretenido y fundamental si vas a viajar a Berlín.

La Batalla del Día D, también de Beevor. Éste ya es para más frikis. La batalla del Día D es una especie de lucha de verduleras con los americanos, los ingleses y los franceses discutiendo por a ver quien la tenía más larga mientras los rusos la iban montando por el frente oriental y los alemanes se defendían como podían. Los otros dos libros de Beevor son más “históricos” podríamos decir y éste es más táctico. Hay que ser más listo, porque hay mogollón de términos militares que es necesario saber. Qué es una fragata, un destructor, qué diferencia hay entre un batallón, un ejército, un regimiento, una división...etc. A mí me lo explicaron estupendamente y como soy muy aplicada, imprimí esas explicaciones y las guardé en el libro. La mejor parte es el desembarco propiamente dicho, en las playas de Normandía. Beevor va contando cómo fue en cada una de esas playas y pone los pelos de punta como miles y miles de hombres se dejaron la vida antes de haber siquiera avanzado 20 metros por la orilla.

- Vida y destino de Vassili Grossman. Otro para listos. Grossman fue corresponsal de guerra ruso. Estuvo en Stalingrado y en el avance soviético alemán. Este libro es una novela con un mogollón de personajes y es complicada de seguir. Una vez que consigues engancharte, se pasa mal. Rusos, alemanes, rusos disidentes, las familias, el hambre, la desconfianza, el poco valor de la vida.

- Sin destino de Imre Kertész. El Premio Nobel húngaro estuvo en Buchenwald con 15 años. Cuenta su experiencia con distancia, con una frialdad que resulta estremecedora. Es muy emocionante cuando relata cómo fue volver de un campo de concentración, sobrevivir y tratar de volver a hacer una vida normal, cuando eso ya es imposible. Para bien o para mal, sobrevivir al campo te marca para siempre.


- Suite francesa de Irene Nemirovsky. Nemirovsky era rusa y judía, una combinación fatal durante la ocupación alemana de Francia. Antes de la toma de Paris por los alemanes consiguió escapar hacia el sur. Allí escribió ésta novela que permaneció escondida durante años en una maleta hasta que la encontraron sus hijas que al contrario que ella, consiguieron sobrevivir a la II Guerra Mundial. Nemirovsky fue deportada a Alemania y murió en Auschwitz. La novela tiene dos partes, en la primera se cuenta la huida en estampida de Paris antes de que llegaran los alemanes. Lo curioso es que el invasor casi no sale...pero la necesidad y urgencia por huir, hace que los franceses se hagan todo tipo de putadas entre ellos. La segunda parte trata sobre la vida en un pueblo francés ocupado por el ejército alemán, la convivencia forzosa entre ocupados y ocupantes. Otra vez y a pesar de que los alemanes eran para ella un peligro mortal, Nemirovsky hace parecer a los franceses muchísimo más ruines que a los alemanes. Muy recomendable.

Una mujer en Berlín. Anónimo. Como ND acaba de leerlo e hizo una entrada sobre él...lo enlazo y eso que me ahorro. Muy recomendable también. La peli que se hizo basada en este libro, no la he visto, está pendiente.

Diario de Helen Berr. Es el diario de una judía francesa en Paris desde abril de 1942 hasta marzo de 1944 cuando es detenida junto a sus padres y deportada a un campo de concentración donde morirá en 1945 poco antes de la liberación del campo por los ingleses. En un principio es el diario de una joven como cualquier otra, estudia, tiene amigos, hace excursiones, entra, sale...etc. La primera pista de lo que de verdad ocurre, de cuál es la “realidad” aparece cuando se ve obligada a llevar la estrella amarilla identificadora. Desde ahí la situación se va volviendo más complicada, ella intenta obviarla y seguir con su vida, pero luego adopta un tono más pesimista y acaba centrándose casi obsesivamente en dejar constancia por escrito de todas las historias terribles que conoce o que le cuentan. Da miedo ver como la fatalidad le va cercando y cómo le puede pasar a cualquiera por muy a salvo que crea estar.

“A puerta cerrada. Historia oculta de la II Guerra Mundial” de Laurence Rees. Fundamental para entender las negociaciones entre los aliados. Ya hablé de este libro aquí.


El Holocausto asiático de Laurence Rees. Hace nada...aqui. Sé que de estos tres libros hay documentales de la BBC. Es más Rees se documentó para los documentales y de ahí salieron estos libros, pero no los he visto. Están en la lista de pendientes.



- Maus. Imprescindible, ya lo dije aquí. -


Tengo pendientes las Memorias de Albert Speer que me regalaron por mi cumpleaños. Documentales y pelis.

Hermanos de sangre. Estupenda serie de la cadena HBO. Se puede comprar o si sois mañosos está disponible por internet.

" Un mundo en guerra". Serie documental de 28 episodios sobre la II Guerra Mundial. Es de la BBC y se hizo en los años 60. Participa mucha gente que vivió la guerra contando sus experiencias. Impresionante.

Apocalipsis. Producción francesa de 6 episodios. Espectacular. La 2 la ha programado hace poco. Muy muy recomendable.

La “II Guerra Mundial en color”. Como fue hace mucho tiempo, uno cree que la II Guerra Mundial fue en blanco y negro. Esta serie documental está hecha solo con imágenes en color. A ratos me parecía más real y a ratos más cine. Una sensación rara. También muy entretenida.

Caza nazis” creo que TVE ha encontrado un filón programando estas series en la 2. Hay todo un público de frikis como yo, que nos sentamos a las 9 de la noche a tragarnos el episodio de turno. Es espectacular de buena, la primera media hora cuenta la figura del nazi de turno, como llegó a ser el criminal de guerra que fue y la segunda media hora cuenta su vida al terminar la guerra, hasta su muerte o hasta que es capturado. Impresionantes todos, pero a mí me han parecido alucinantes el de Mengele, el del asesinato de Hyendrich en Praga, el de los vengadores judíos que planearon asesinar a 6 millones de alemanes al terminar la guerra, el de Speer y el de Eichman que pusieron ayer. Lo veo en versión original y me hace gracia porque la palabra nazi en español, suena contundente y “malvada”…sin embargo en inglés se escucha “nasis”...y parece ...no sé...más suave..más educada, menos malvada. En fin, otra de mis fabulosas impresiones subjetivas.

Shoah. Documental de 9 horas sobre el Holocausto. Éste es solo para muy frikis y con mucho estómago. No hay imágenes de archivo. Son víctimas, testigos y verdugos hablando del Holocausto. Impresionante.


Mmmm...Seguro que se me está olvidando algo, pero si me acuerdo actualizaré. Agradecería infinitamente a los descerebrados frikis del tema, que me dejaran sus recomendaciones en los comentarios de este post. A los descerebrados que no les mole el tema, también les agradeceré comentarios destructivos del tipo: eres una brasassssgafapastaaaaaaculturetassss y demás. Mucho mejor sin son graciosos.


Actualizo: También he leído el primer capítulo de un libro sobre las Divisiones Panzer que un descerebrado ha escrito y me mandó para que se lo corrigiera. Era muy friki, pero lo mejor es que me encantó..ahora ya sé cosas chulas de tanques.


Dejo este link a Fools Overture de Supertramp. Al principio se oye a Winston Churchill en su alocución en la Cámara de los Comunes en 1940, hablando de la entrada en la Guerra. " never surrender". (2:40).

lunes, 28 de marzo de 2011

QUÉ MALO ES NO TENER SENTIDO DEL HUMOR.

Estimada "Moli",existe una película sobre la vida de un cantante de rap, que quizá la "mamá española en Alemania" conozca.En una escena, la segunda novia del cantante, enojada por el comportamiento de éste, le reprocha: "Tú no me respetas."El cantante, que supuestamente se ajustaría a la categoría de "empotrador" que tú y tu coro de aduladoras incondicionales tanto celebráis, le responde, muy machito él:"Tú no quieres que yo te respete. Lo que quieres es que te folle."Tras una declaración así, no sorprende que en el encuentro siguiente, para zanjar la nueva discusión, él le parta la cara a ella de un sonoro bofetón.Mira, es triste que existan hombres así, pero más triste aún es que haya mujeres que celebren que existan, es más, que haya mujeres como "Pilar" que los "necesiten".No sé qué pensar de vosotras: si es que estáis aburridas de vosotras mismas y no os dais cuenta de que lo estáis, o si no sois más que unas resentidas por alguna experiencia mala que habréis tenido con un hombre o con varios. En cualquiera de estos dos casos, o en cualquier otro caso posible, quizá deberíais comenzar por respetaros a vosotras mismas.


Hay tres cosas que sacan lo peor de mí:

- La falta de sentido del humor.

- La condescendencia.

- La falta de comprensión lectora en seres humanos por encima de los 5 años.

Contra la falta de sentido del humor puedo ser más benévola, lamentablemente no había para todos cuando se repartieron los dones y hay gente por ahí que no tiene sentido del humor y todo se lo toma al pié de la letra. Hay otra gente, a la que detesto, que además de esa carencia, considera que tomarse todo con humor, ya sea blanco o negro, es una falta de educación y de clase. Una pena.

La condescendencia sin embargo no tiene perdón. Es ese tono de mirarte por encima, ese tono de “ Yo te conozco…sé lo que te pasa, lo que eres, lo que quieres….y lo que es peor, además de saberlo..me pareces basura….” Es una actitud tannnn tocacojones que me saca de quicio, porque para empezar, no me conoces, no tienes ni idea de quién soy, no sabes lo que me pasa, no sabes lo que soy y por supuesto no sabes lo que quiero.

Que si fueras molimadre...te podrías permitir ser condescendiente...pero no es el caso.

Un factor agravante de la falta de sentido del humor y del tono condescendiente es la falta de comprensión lectora. Eso es un desastre y lo que es peor...provoca que hagas el más espantoso de los ridículos. No hay nada peor que ver a alguien hacer el ridículo a conciencia. Da mucha vergüenza ajena...pero en fin...tú te lo has buscado.

Al definir al empotrador, di una serie de conocimientos previos, suponiendo que la gran mayoría de los descerebrados tienen: sentido del humor, dos dedos de frente, leen los posts atentamente y además los comprenden.

Me pasé de lista o más bien, llegó un descerebrado que no da la talla.

Un empotrador puede ser cualquier tio que te mole. No tiene que ser fuerte, no tiene que tener tableta, no tiene que poder cogerte con una mano, no tiene que parecer un actor porno, no tiene que ser guapo, ni joven, ni alto…puede ser cualquier tio que te ponga a mil. Y para que te ponga a mil tiene que gustarte...y tiene que gustarte antes de saber que es un empotrador. Te gusta por como es, por como habla, por lo que dice, por lo que no dice, porque te hace reír, porque es ingeniero, porque es funambulista, porque es cariñoso, porque es simpático, porque es zurdo...por lo que sea. Te gusta tantísimo tantísimo..Le deseas tanto tanto…que quieres que te empotre.

Podría tratar de explicarte ese momento mágico en el que paras de besarle, le miras a los ojos y con la mirada dices: Aquí y ahora. Ya. Y él lo entiende...y son fuegos artificiales…pero deduzco que para ti...iba a ser ciencia ficción y no lo entenderías.

Eso es un empotrador.

De lo que tú hablas desde tu púlpito de condescendencia...es un hijo de puta con pintas y un gañán. Que a lo mejor a ti te parece lo mismo…pero no.

No sé qué pensar de vosotras: si es que estáis aburridas de vosotras mismas y no os dais cuenta de que lo estáis, o si no sois más que unas resentidas por alguna experiencia mala que habréis tenido con un hombre o con varios. En cualquiera de estos dos casos, o en cualquier otro caso posible, quizá deberíais comenzar por respetaros a vosotras mismas.

Te lo voy a explicar cristalino para que no tengas que pensar. Si has llegado hasta aquí sin hacerlo... ¿para qué vas a empezar ahora? Ser encefalograma plano seguro que da muchas satisfacciones… ¿o no?

¿Aburrida de mi misma? ¿Quieres decir tan aburrida de mí como para entrar en un blog, leer un post en diagonal, no entenderlo y luego dejar un comment supuestamente ofensivo firmando como anónima? …mmm…Creo que no.

¿Malas experiencias? Alguna mala experiencia he tenido sí. Claro que todo es relativo. Si ahora mismo pienso en haber tenido una experiencia contigo, cualquiera de las que hasta ahora mismo había considerado mala...parece Disneylandia.

¿Respetarme a mí misma? Por eso mismo te contesto. Por eso y por mi bondad infinita, por supuesto.

Ah...y para que no queden dudas. Tú no serías un empotrador…ni aunque fueras Gerald en carne y hueso.

Y ahora, como yo ya me he explicado, dejaré que “mi coro de aduladores incondicionales te conteste como te mereces.

Claro que a lo mejor no te hace gracia…

viernes, 25 de marzo de 2011

EL EMPOTRADOR

Un tío con pinta de empotrar es uno que si te coge te empotra. Uno que no sólo tiene la intención de empotrarte sino la capacidad para ello. Tener pinta de empotrar consiste en parecer activo y poderoso. (Be dixit)

Creo que el concepto queda claro pero voy a dar alguna pincelada más, que a mi juicio, caracterizan a un empotrador

1.- Las ganas de empotrar son recíprocas. Si te encuentras con uno de estos…no sólo es que se le vea en la cara “que si te coge te empotra”...es que tú quieres que te empotre. De hecho, no puedes pensar en otra cosa. Puede ser atractivo, tener una sonrisa acojonante y la conversación más increíble que hayas tenido en tu vida …y todo eso lo estás disfrutando, y mucho, pero a la vez estás pensando: madre mía...madre mía...madre mía...concéntrate en que no se te note, por lo menos hasta que lleguemos al ascensor...que tenemos una edad y no es cuestión de montárnoslo en plena calle o en el restaurante.

2.- En mi opinión el empotrador nace. Trae de serie el gen para ello, igual que otros tienen el gen de saber dar masajes s y otros dan unos besos que te dejan muerta. El empotrador puede no saber dar masajes y puede que sus besos no sean muy allá...pero lo que hace...lo hace de puta madre. Eso sí, a pesar de tener el gen para ello, si no da con la compañía adecuada...puede que su talento se desperdicie. No todas las compañías saben valorar un empotramiento en condiciones...bien porque carecen del gen o porque han leído mucho el Cosmopolitan y el raggazza y todas esas majaderías sobre: preliminares infinitos…lo que importa es que dure y todas esas absurdeces. Si un empotrador da con su pareja adecuada...esto es con una empotrable a su medida…aquello puede ser sencillamente espectacular, de esos de quedarte sin respiración. Sin la pareja adecuada...el empotrador se marchita y muere. Una lástima.

3.- Con un empotrador todo, menos lo básico, sobra. Ni lencería mona, ni juguetitos raros, ni lubricantes ni nada. El kit básico...tú y él…donde sea y cómo sea. Es posible que el empotrador valore tu lencería cuando vuelvas a ponértela...aunque es posible que tampoco entonces te dure mucho puesta...pero... ¿a quién le importa?

4.- Con un empotrador nada de preliminares. Déjate de besos, déjate de mirar qué hay por ahí, déjate de soplar, chupar, lamer o lo que sea….vamos a lo que vamos. Que si, que esas pijadas molan pero ya tendremos tiempo después de entretenernos con los accesorios…ahora disfrutemos de lo que viene de serie. Y si luego no hay tiempo... ¿para qué vamos a perderlo con pijadas? Que no digo que no se pueda juguetear con un empotrador, que se puede y muy bien…pero incluso jugando a “a ver que tienes por aquí”... al final siempre prevalece el factor empotrador.

5.- Con un empotrador el tiempo para desvestirse siempre es excesivo. El que tarda él y el que tardas tú...pero mola.

6.- Un empotrador jamás duda. No hay que enseñarle el camino. Por esta razón, yo quitaría a Iker Casillas del ranking de empotradores. Tiene carita de ir perdido, de ir con cuidado, mirando hacia atrás y dejando miguitas por si se pierde. Mal. En mi opinión, si un empotrador es bueno con 25 con 39 será espectacular. Mejoran con la edad...pero dudo mucho que ese sea el caso de Casillas.

7.- Un empotrador no es sólo un empotrador. Sabe hacer más cosas y las hace muy bien. Que su máximo valor sea ese no quiere decir que no sepa hacer nada más. Es más, con el tiempo y un buen timming puede hacer cosas increíbles. El que no lo es puede hacer cosas increíbles...pero jamás empotrar. Es una pena, pero la naturaleza es injusta y no a todos les dio los mismos talentos.

8.- Con un empotrador descubres que puedes estar sin respirar, dejar de tener riego cerebral y alcanzar las 200 pulsaciones por minuto y no morirte.

9.- Con un empotrador nunca es demasiado profundo. Suelen tener un fabuloso control de la velocidad y la progresiva aceleración.

10.- Un empotrador jamás es conejero. Jamás. No hay que explicar nada más.

11. Aquí y ahora. Ya.