martes, 22 de febrero de 2011

LOS INTENSOS

¿Qué define a un intenso?

Primero de todo, hay que distinguir a un intenso de un apasionado o entusiasta de algo.

Al apasionado cuando le mola algo, se le nota enseguida, lo transmite, lo comunica, se le nota en la cara, en la sonrisa, le brillan los ojos. Un apasionado, no se puede estar callado ni quieto. Necesita comunicarle al planeta que lo que sea que le apasiona le tiene fuera de sí. Probablemente, el planeta no necesite saberlo y podría pasar perfectamente sin que ese tsunami emocional le inundara el correo o los oídos de cháchara entusiasta, pero un entusiasmado es así: un brasas.

Por poner un ejemplo. Me siento a ver mi supercaja de Bruce, de The Promise y estoy tan entusiasmada y tan feliz y tan contenta que tengo que escribirlo por mail o llamar a alguien a contárselo directamente. Necesito saltar en el sofá cantando con toda la piel de gallina. Soy una brasas, lo reconozco, pero mi interés y mi pasión por eso es hacia fuera…irradio entusiasmo braseador. Por supuesto, estos ataques de entusiasmo pasional procuro tenerlos cuando el ingeniero se va a hacer cosas de ingenieros porque él está hasta el gorro de mis tsunamis de entusiasmo.

Un intenso, al contrario de lo que pudiera parecer, no siente bien el entusiasmo. lSabe que eso es una carencia, pero como es incapaz de entusiasmarse y le parece de mala educación serlo en el caso de conseguir un atisbo de emoción, lo que hace es fingir que “siente mucho”. Pero siente hacia dentro…algo en plan…"siento tanto que vosotros chusma entusiasta y superficial no lo entenderíais”.

Un intenso...se muerde los mofletes por dentro precisamente por eso, porque todo es hacia dentro. Esto que me gusta, me gusta tanto que ni siquiera puedo sacarlo fuera y compartirlo. Es demasiado bueno para el común de la chusma. Y se muerde los mofletes.

Un intenso es un snob. Si te apasiona el futbol eres un hincha, si te mola David Bisbal eres un fan, si eres muy fan eres un frikifan…etc. Los intensos eligen bien sus campos de actuación. Suelen fingir que les flipa la poesía, el medio ambiente, las causas humanitarias, las canciones con mensaje, la maternidad como fuente de sentido de la vida...esas cosas.

No digo que todo aquel al que le interesa la poesía, el calentamiento global o los niños de Etiopía sea un intenso. Para nada. Hay mucha gente interesada en todas estas cosas que son normales o apasionados y cuando hablas con ellos te transmiten emoción, ganas e incluso interés por esos temas.

El intenso no hace eso. El intenso guarda su interés como “su tesoro”. Es intenso porque le mola la poesía pero no quiere compartirlo contigo. Su táctica es más de desprecio. “Uy...novelas...yo es que no leo novelas...a mí lo que me gusta es la poesía de principios del XVIII en Bélgica”...

¿"Salir de copas? Uy...no puedo..tengo una reunión para hablar del tema del calentamiento de las piedras en el desierto de Namibia que es un tema que me preocupa mucho"

"¿Llevar a los niños a ver Disney on Ice? Para nada, eso es de masas...yo voy a llevarles a un espectáculo que consiste en ver encender y apagar una vela mientras suena la sinfonía trágica de Mahler para que se acostumbren a la fugacidad de la vida."

Todo esto, los intensos lo dicen muy serios y como si después de 3 meses estreñidos hubieran sentido un peristaltismo de masa en su intestino, que les marcara el momento de sacar de su cuerpo esa bola, pero que ellos van a conseguir abortar haciendo mucha fuerza.

Un intenso ni siente ni padece y por supuesto no caga ni tiene mocos.

Un intenso no tiene sentido del humor. Y vienen de serie sin la capacidad para captar la ironía y el humor negro. Todo se lo toman en serio.

Ser intenso no es para un rato. O se es intenso o no se es. Así que cuando optan por ese estilo de vida no se pueden hacer concesiones al entretenimiento y la frivolidad.

“No entiendo cómo puedes leer el Hola…eso es una pérdida de tiempo...yo solo leo el New York Times

¿leer traducciones? Yo solo leo en idioma original

No entiendo cómo puedes bailar “El venado”..yo solo escucho a Tom Waits”.

¿Eso es Cadena 100? Yo solo escucho Radio 3.

No me jodas, se puede ser serio a ratos y frívolo otros. No todo tiene que hacer girar el mundo. Algunas cosas pueden ser solo para entretenernos mientras gira el mundo.

A un intenso no le ponen los cuernos..tiene relaciones complicadas.

Un intenso no tiene una relación por el sexo solamente..tiene una relación con una conexión especial. Pero no puede explicarte nada de esto porque tú no lo entenderías: eres chusma y un sin sustancia.

¿Qué por qué se me ha ocurrido este tema? Pues porque el otro día, haciendo zapping, vi a una intensa de tamaño descomunal, hablando de una majadería tal que no podía parar de descojonarme, porque además lo mejor...era que se lo tomaba superenserio. Estaba tannn intensa que era de coña.

¿Quién era ella? Espido Freire. Y ¿De qué hablaba? De zapatos.

Dijo tal sarta de absurdeces pretendidamente inteligentes e intelectuales que no podía parar de reírme. No he conseguido encontrar el video, pero era algo así. Iba andando por una zapatería hecha un auténtico adefesio y con un vestido que le hacía las tetas caídas, al lado de una reportera que estaba estupenda (esa es otra...el intenso se puede permitir ser feo porque lo suyo es la belleza interior, el que no se consuela es porque no quiere). Espido iba cogiendo zapatos, a cual más horripilante y diciendo: “este zapato con este tacón… ¿qué nos sugiere? Nos sugiere el sexo...porque si lo miras por aquí tiene punta…pero si lo miras así...es curvo...como las formas de la mujer” y “ esta sandalia...nos dice muchas cosas...las tiras nos recuerdan al sadomasoquismo, el cuero a la dominación y la puntera de acero..a que eres una mujer fuerte”…Espido, a mi todo eso me dice que estás más salida que el pico de una mesa...pero claro, yo es que no soy intensa. ( Al final he conseguido encontrar el video..Espido sale en el minuto 24 por si alguien quiere comprobar que no miento) . Acabo de ver el video otra vez..merece la pena porque se me había olvidado incluir esta gran frase " este zapato nos recuerda a la nuca de una geisha..en periodo de formación"...sin comentarios.

¿Más gente intensa? Nawja Nimri..Esa voz, esa pose…ese rollo “Yo no hago música comercial. Estoy por encima de eso”. Pues muy bien…pero no pretendas que la gente se vuelva loca por comprar tus discos.

¿Más? Bumbury. Se toma tannn en serio y su música es tannn con mensaje y le miras poniendo esa cara y dices. “Pero alma de cántaro...un tío que escribe “no seas membrillo”…no pretenderás que te tome en serio, ¿no?? …

¿Más intensos? Esa gente que cuando tú estás hablando de tus niños y de que estás un poquito hasta el gorro, se ponen de pie, te miran por encima del hombro y dicen: “No entiendo de qué hablas...mis hijos dan sentido a mi vida”….venga no me jodas… ¿dónde tienes el sentido del humor? Una intensa de este estilo es Lucia Etxebarria… que además de intensa es fea…

…mmm…si un intenso es guapo..entonces es misterioso...pero de esos ya hablaré otro día.

lunes, 21 de febrero de 2011

MATERNITY ( LXVIII): Comparándome con Molimadre

Puntos negativos como madre.

1.- No sé contar cuentos. No sé me da bien, lo he intentado pero no es lo mío. Puedo leer cuentos perfectamente, y además pongo voces, pero no sé contar cuentos, ni aunque sean grandes clásicos. No me pidas que te cuente Caperucita o El flautista de Hamelin porque lo cuento fatal. He estado pensando que a lo mejor es porque no admiten ironía, ni sarcasmo ni humor negro que es lo que mejor se me da. Si pudiera contar algo así.."Caperucita era una niña presumida que estuvo dándole la brasa a su madre para que le hiciera una capita roja para salir al bosque, que ya ves tú la falta que le hacía la capita roja, ganas de llamar la atención, cuando todo el mundo sabe que al bosque hay que ir de color pardo. Pues no, ella de rojo, la típica que quiere dar el cante. No contenta con eso, se las dio de buena y le dijo a su madre que le prepara una cesta con comida para la abuela que estaba sola. Hala, a dar la brasa a la abuela que seguro que estaba tan a gusto ella sola. Así que nada Caperucita se fue al bosque y allí como además de cursi y una notas era tonta se puso a hablar con el lobo...cuando todo el mundo sabe que no hay que hablar con desconocidos...y menos en un bosque, otra cosa hubiera sido en un bar, apoyada en una barra y con una copa en la mano. Pero no, ella se puso a hablar con el lobo y a hacerse la misteriosa..” uy..No puedo quedar contigo...tengo cosas que hacer. ¿Cosas que hacer? Pringada debió pensar el lobo, con esa capita roja tan hortera. Pero claro, el lobo era de esos que había dicho...me voy a poner aquí a acechar detrás de este árbol y la primera que pase me la cepillo...porque ya se había dado cuenta de que con La Bella Durmiente no tenía nada que hacer, asi que mejor rebajar sus expectativas. ” Pero claro...así no los puedo contar.

Por supuesto tampoco sé inventarme cuentos ni historietas. No tengo imaginación y la poca que tengo la empleo en elucubrar historias que son siempre para mayores de 18 años y a veces para mayores de 18 años y con nombre y apellidos. Desde luego no son para las princezaz.

2.- Jamás en la vida ni aunque viva 100 años, me den una subvención de la Comunidad de Madrid, deje de trabajar y dedique toda mi existencia a ello, seré capaz de construirles una casita de muñecas para ellas. Sí, para ellas, a tamaño natural...esto es...quepo yo de pié con mis 38 años dentro, con puertas, ventanas con contraventanas azules y una valla blanca como las de las pelis. Es más, aunque el futuro de la humanidad dependiera de ello...lo más que podría construir yo sería un refugio de homeless con cartones en el que no querría vivir nadie, ni siquiera un homless. Soy el cerdito que hace la casa de paja.

3.- Refunfuño mogollón cuando me hacen levantarme 6 veces de la butaca de leer. No soy una madre de mejillas sonrosadas para nada. “¿otra vez?? ¿Qué queréis ahora? ¿No veis que estoy ocupada? Estoy pensando que refunfuño mogollón siempre.

4.- Se me nota muchísimo cuando me piro de viaje/fiesta/ farra o incluso al trabajo después de las vacaciones que estoy feliz de perderlas de vista un rato. Estoy pensando que es posible que a molimadre le pasara lo mismo pero que disimulaba mejor…mmm...

5.- Tengo la misma autoridad que una ardilla de dibujos animados. No les doy nada de miedo con lo cual para que me hagan caso tengo que transformarme en una especie de ser a medio camino entre una hidra del infierno y Clarita la de Heidi...para ver si por una acertada mezcla de susto y pena consigo que me hagan caso.


Puntos positivos.

1.- Jamás les daré de comer puré de lentejas. Jamás les he puesto un verdugo. No les hago coletas tan tirantes que se les salten las lágrimas. Jamás las disfrazaré de Carmen Miranda con frutas clavadas en la cabeza.

2.- No me hago cosas raras en el pelo. Es decir, a laz princezaz jamás les ocurrirá que yo llegue a buscarlas y se pongan a llorar porque no me reconozcan cómo me pasó a mí un día que molimadre llegó a buscarnos a la guardería y se había hecho una permanente espantosa y con la que no parecía ella.

3.- Cuando voy a buscarlas al colegio, llego a mi hora y llevo merienda. No las tengo esperando una hora en el patio del colegio para que les de tiempo a verse como niñas abandonas y huerfanitas tipo Annie. A veces creo que sería buena idea porque al verme llegar me querrían más solo del susto de pensar que las había abandonado. Sospecho que esa era una de las intenciones de molimadre.

4.- Bailo y canto con ellas en la cocina todo tipo de música. Negaré haber dicho esto pero mis fabulosas interpretaciones de “pobres almas en desgracia” y “ Le poison”…de La Sirenita son ocasiones estelares a la hora de la cena en mi casa.

5.- He ido a todas las funciones y a todas las absurdas reuniones de padres, incluidas las multitudinarias pobladas de padres lobotomizados con preguntas tan interesantes como: ¿le abrirás el actimel a mi hijo? Es que fue prematuro y no sabe….” Y las particulares con las profesoras que suelen ser a las 3 de la tarde para decirte absolutamente nada.

6.- Yo tengo un blog que cuando lo lean dentro de unos años les servirá para sentir vergüenza ajena y como justificante de sus neuras. “Mi madre era una loca y escribía un blog


Mira que bien. He ganado.

jueves, 17 de febrero de 2011

USOS Y ABUSOS DE MELONES Y FRESAS.

Hace justo un año escribí un post sobre este tema y por casualidad hoy se me ha ocurrido escribir sobre qué hacer con los melones y las fresas.
Uso generador de interrogantes. Las interrogantes pueden venir por carencia: ¿Me crecerán ya? ¿Por qué no me crecen? ¿Esto es todo lo que me van a crecer? ¿Nada más? ¿Son pequeñas? ¿Me meto calcetines? Necesito relleno o pareceré un tío. O por exceso…Pero, pero, pero... ¿Qué es esto? Y ¿Por qué a mí? ¿Por qué tan grandes?? No las necesito tan grandes...de hecho ni siquiera las necesito pequeñas… ¿Cómo las camuflo?

Uso generador de inseguridades. Son muy pequeñas, y además tengo los pezones grandes. Son muy grandes y tengo los pezones pequeños. Dios mío soy bizca...mis tetas se miran. Dios mío soy Trueba...una mira a Cuenca y la otra a Valladolid. ¿Se me están cayendo? ¿Por qué se sujeta el lápiz? ¿Y si meto tripa quedarán mejor? ¿Cómo hacen esas tías para que la ley de la gravedad no les afecte? Se operan claro... ¿qué hago? ¿Me quito? ¿Me pongo? ¿Me las recoloco?

Uso práctico como generador de leche. Para esto los pechos no sirven para nada. Antes de que hordas de defensoras de la lactancia materna me llenen el blog de comentarios voy a aclarar mi afirmación.

Los pechos no sirven para nada.

¿Ha quedado claro?

Ahora voy a matizarla. Pongamos un caso tipo, te crecen las peras a los 13 ó 14 años...con un poco de suerte, lo mismo te reproduces con 30…ya llevas 16 años cargando con algo que no sirve para nada. Pongamos que te reproduces un par de veces y decides dar el pecho hasta los 2 años de tus churumbeles. 4 años de productor de leche no justifican 70 de cargar con los envases.

Y además puedes cargar toda tu vida con dos garrafas de 5 litros de leche y que cuando te toque llenarlas…te des cuenta de que hubieras tenido suficiente con una tacita de café cortado.
Uso " no consigo bajar mi marca de los 60 largos ni de coña". Si, hacen resistencia al agua y sí, me he comprado un bañador como una segunda piel para vencer ese obstáculo.

Uso “ya que las tengo veamos qué hacer con ellas”. Aquí se llega después de años de no saber muy bien qué hacer con ellas. Se llega a él cuando encuentras por fin tu talla de sujetador y el modelo que te sienta bien, favorece y no pica. Sabes lo que tienes y lo que no tienes y sacas partido. Es un uso...podríamos llamar “porque yo lo valgo”.

Unido a este uso...suelen venir los usos compartidos. Aquí los hay buenos y malos.

Empecemos por los malos.

Amasa que algo queda”. Se produce cuando el ente masculino (desconozco entes femeninos en estos menesteres...no puedo aportar nada al tema) le entra una especie de complejo de chef y confunde los pechos femeninos con unas masas de pastelería que necesita apretar, aplastar, empujar y en una palabra amasar…con resultados más bien desagradables para la poseedora de esos pechos. (1) Dan ganas de preguntar...¿ van a ser churros o porras?

Sintoniza que algo se pilla”. Se produce cuando el ente masculino juguetea con los pezones y por un momento pierde la conciencia y piensa que está buscando su emisora favorita. Retuerce, retuerce, retuerce y hasta pellizca…y lo único que podrá sintonizar será algo como: ¿quieres hacer el puñetero favor de dejar de hacer eso??? ¡¡¡Me los vas a arrancar!!! ¡¡qué no van a rosca!!
"¿ Pero esto no es para relajarme?"..No, las pelotas antistress son otra cosa y ..¡¡deja de estrujarlas que me estás haciendo polvo!!!!

"Ah..pero ¿tenías tetas?". Se produce cuando el ente masculino pasa completamente del tema..cómo si no estuvieran.

Una juega, la otra se queda ignorada” que es una subclase de variante de “Ya estamos en el tema, a otras cosas vamos" y de repente el ente masculino se pispa...uy que no le he tocado las tetas, pero como ya está en mayores, pues con tocar una lo da por solucionado.

Balanza" Se cogen en la mano haciendo cuenco con expresión de preguntar ¿A cuánto el kilo? … A ver…. ¿cuánto pesará esto? ¿Como un tetrabrik de leche?”

Tengo una regresión a bebe neonato”. Sin comentarios. Es fatal.

Usos buenos y compartidos hay un montón. Si das con la pareja adecuada que sepa hacerlo bien o que sea receptivo a las indicaciones, da para mucho juego y muy bueno. Pero de estos usos no voy a poder hablar porque luego google me pone un aviso para mayores en el blog.

Sólo diré una cosa...dónde más sensibilidade tienen...es por debajo.

(1) Conocí a uno que hasta me escribió un poema sobre mis pechos enharinados… Juro que jamás he jugado con harina.

miércoles, 16 de febrero de 2011

EL LUTO HACIA DELANTE

- Mami, ¿cómo se llamaban tus abuelos?- Los padres de abu se llamaban José Luis y Mª Antonia.
- ¿Y los de tu padre?- La madre de mi padre se llamaba Victoria y el padre se llamaba Gonzalo pero yo no le conocí porque murió mucho antes de que yo naciera.
- …..
- ¿Qué pasa M?
- O sea...que a ti te pasó como a mí, que no conociste a tu abuelo.- Si
- A mí me hubiera gustado conocerle.- Y a mí que le conocieras.
El sábado tuve esta conversación con M. y una vez más me dio por pensar en el luto hacia delante.

Cuando murió mi padre, lo primero que sentí fue nada. Ya lo conté, era como ser de corcho. Vives en una especie de limbo, te ves como desde fuera, esperando inconscientemente a que todo vuelva a la normalidad y recuperes tu vida de antes. Tardas un tiempo en darte cuenta de que tu vida de antes jamás volverá y que lo que tienes que hacer es aprender a vivir con ese hueco en el alma. Duele tanto que te ahogas y abres la boca para coger aire y seguir respirando.

Y después pasan todas esas ocasiones en las que uno piensa “es la primera vez sin”. El primer cumpleaños, la primera navidad, el primer verano, la primera vez que vuelves a Los Molinos, el primer aniversario…es una vuelta entera al calendario “sin”. Curiosamente antes de que te pase, uno cree que esas grandes fechas serán las que más dolerán, pero no, duelen más los detalles.

Los detalles son lo que viene después. Es la etapa de echar de menos. No es echar de menos a lo grande, en plan melodramático y tal. No, no. Es algo más sutil.

Te sientas a ver la tele y sin saber por qué el hueco dónde se sentaba antes se queda vacio. Llegas a casa y al final del pasillo no está la luz de su despacho encendida. Entras en su coche y no huele a él. Te despiertas por las mañanas y no oyes sus pasos por el pasillo. Te dan una beca para hacer un máster y tardas unos minutos en darte cuenta de que no podrás decírselo. Encuentras una grabadora, le das al play y escuchas su voz y te das cuenta de que se te ha olvidado su voz. Cada vez que una de esas pequeñas cosas ocurre y eres consciente de ellas, le echas de menos. Y duele porque piensas “esa chorrada... ya jamás nunca va a volver a pasar”.

Y luego, mucho después viene el luto hacia delante. Echas de menos lo que nunca tendrás y nunca compartirás. Y es otra cosa que duele muchísimo.

Le regalé a Molimadre hace un par de años, “El año del pensamiento mágico” de Joan Didion. Ya hablé de este libro. Molimadre me dijo, lo que me alucina es que a ti te haya gustado porque la autora cuenta lo que sintió al perder a su marido después de muchos años de convivencia.

Entonces le expliqué que yo entendía el luto de mi madre. Ella echa de menos lo que tuvo, los mil años que estuvieron juntos. Era un luto hacia atrás en su mayoría, compuesto de recuerdos.

El luto que siento yo, es hacia delante. No soy ni de lejos la misma persona que era cuando murió mi padre. Con suerte, viviré más años sin él que con él. Y de los que compartimos, muchos yo era demasiado pequeña para recordarlos con nitidez o para haber compartido muchas cosas.

Cuando murió, tenía 24 años y era una piltrafilla llena de inseguridades (que puede que siga teniendo pero de las que no me avergüenzo como entonces) y que no tenía ni puñetera idea de que iba a ser de su vida.

No soy la persona que él conoció. No sé si soy mejor o peor, pero soy distinta.

Si viviera ahora no tendría la relación que tuve. No es que fuera mala, todo lo contrario, pero sería distinto. Yo tengo 38 años, soy independiente, tengo casa, curro y mi propia familia. Él tendría 67, seguiría currando y no viviríamos juntos. No sé qué relación tendríamos...y lo que me mata es que nunca lo sabré.

Muchas veces, casi siempre cuando voy conduciendo, pienso en cómo sería si siguiera vivo. En cómo nos llevaríamos ahora, en si cuando discuto con el ingeniero se pondría de mi parte o de la suya, en qué pensaría de mi trabajo en los libros de colores, en qué haría con las princezaz aparte de mimarlas hasta el infinito, en si le molarían estas chorradas que escribo.

A veces, si dejo volar mucho la imaginación y estoy en modo candy candy, imagino que estaría feliz de por fin haberse librado de nosotros 4 y estar solo con molimadre, imagino que seguiría currando porque le encantaba lo que hacía. Le imagino en el jardín de Los Molinos con las princezaz y minicuñado; seguro que habría comprado un tobogán gigante, una cama hinchable y si le hubiéramos dejado hasta un caballo. Le imagino babeando en las funciones de las princezaz y leyendo todo lo que encontrara en internet sobre celiacos y alérgicos. Y le imagino mirando embobado a M y pensando que esos ojos los había heredado de él.


Luego tengo que dejarlo porque me da vértigo. Es una sensación muy rara. En mi relación con mi padre estoy anclada en los 24 años, en quien era entonces e imaginar lo que sería ahora, lo que nos hemos perdido de compartir da vértigo. Es como si estuviera en una carretera por la que voy avanzando sin saber que habrá, camino hacia delante sin saber qué habrá en el siguiente paso, pero sé que lo que sea que haya no podré compartirlo con él y que lo voy dejando atrás, cada vez más atrás…


Y luego dejo de pensarlo, porque si no lloro. Y yo, lloro fatal.

El luto hacia delante es una putada. Es todo lo que pudo haber sido, todo lo que tenía que haber sido y no será. Y además no tengo nada sobre lo que basarme. La parte de mi vida que compartí con él ya no tiene nada que ver con la vida que tengo ahora.

Lo que jode de esto es que nunca lo sabré.

Pensaré que todo hubiera sido bueno. Como cuando dejas un polvo pendiente, uno siempre piensa que hubiera sido el mejor de su vida. Con el polvo a veces, al final, vas y lo consigues.

Con el luto hacia delante...sólo te queda imaginarlo.