sábado, 1 de febrero de 2014

Twiteando la muerte.


scottsimons


Más pronto o más tarde, depende de la suerte que tengas, llega un momento en la vida en el que te enfrentas a la muerte de alguien cercano, muy cercano.

Antes de ese día, al pensar en la muerte, uno supone que su mente estará llena de grandes pensamientos, de ideas trascendentes con las que intentará dar sentido a la muerte, a la enfermedad, al dolor, al vacío. Llegado el momento, te sorprendes al comprobar que junto con esos sentimientos trascendentes y aterradores, por tu cabeza pululan un montón de ideas aparentemente tontas, que sin embargo tienen más sentido, te hacen ser más consciente de lo que la muerte significa y te sirven de anclaje.

Scott Simons es un periodista americano que el pasado verano estuvo junto a su madre mientras ella agonizaba en un hospital en Chicago. Durante las interminables horas que pasó a su lado, tuvo tiempo para revisar todos esas ideas aparentemente tontas, todos esos detalles nimios que durante el día a día parecen carecer de importancia y que sin embargo en el momento del adiós cobran muchísima más importancia y dan sentido a la vida.

Scott los compartió en forma de tweets y Jack Heller los ha montado en forma de animación. Es el propio Scott el que lee los tweets.

Es precioso, triste y conmovedor hasta los huesos.

Así es la muerte.




La transcripción completa del vídeo está aquí.

Scott explica que una enfermedad terminal y yo diría que también la muerte, el momento en el que alguien muere y todo se para, se parece mucho a una guerra. Hay momentos de pánico y ansiedad, separados por horas de aburrimiento y no hacer nada. Scott, a través de los tweets y durante esas horas de aburrimiento consiguió dejar registrada su cadena de pensamientos, muchas veces absurdos.

"Aprendiendo una lección de vida de mi madre mientras está en la UCI. ¿Nunca dejamos de aprender de nuestras madres, verdad?"

"En la cola del Starbuck´s. Suena Dancing in the street,.. bailando en Chicago".

"¿Por qué hay aros de cebolla fritos y pringosos en la cafetería de un hospital?"

"Creo que esto es un buen síntoma. Mi madre dice que cuando llegue la hora, quiere que el titular de su obituario sea "tres maridos judíos y nada de culpa"."

Todos estos tweets son el perfecto ejemplo de pensamientos idiotas que nos mantienen cuerdos enfrentados a la enfermedad o la muerte. Inconscientemente, uno cree o quiere creer, que si suena música, si dan comida basura en un hospital o el enfermo bromea con humor negro sobre su muerte... todo irá bien.

Luego vienen las horas, sobre todo por la noche, en las que uno siente la inmensidad del sufrimiento, el pánico, el vértigo,  el dolor y la necesidad de grabar esas horas, esos momentos, de hacerlos preciosos.

"Las noches son lo peor, por eso estoy aquí. Desearía poder coger todos los dolores y los miedos de mi madre y pasármelos a mí"

"Nada de dormir esta noche. Canciones, poemas, recuerdos, risas. Mi madre "Gracias, Dios, por darnos esta noche y el uno al otro". Este va a ser el lema de mi vida a partir de ahora".  

La lucidez de la muerte.

"Mi madre: créeme, esos grandes discursos en el lecho de muerte se escriben por adelantado ".  

"Madre: ¿qué hora es? Yo:  Las 6:30.  Ella: Abramos las cortinas para ver la ciudad que amamos"

"Madre: No sé porqué esto está siendo tan largo. Creo que ya es tarde para todo".  

El caos final. Donde todo se va mezclando. El sufrimiento, la agonía, le necesidad de normalidad, los pensamientos trascendentes y las bobadas.
"Madre: "No se porqué esto está durando tanto. Creo que ya es tarde para todo". 
"Escuchando La Boheme ahora, Bocelli. Madre no puede mantener los ojos cerrados. "A lo mejor la ópera me ayuda, siempre me dormía cuando iba".
La conciencia del fin.
"Acabo de darme cuenta de que ella una vez dejó que me marchara por el ancho mundo. Ahora tengo que dejar que ella se vaya de la misma manera"
La realidad más prosaica usada para intentar agarrarnos al presente y no caer por la pendiente de lo desconocido, del final.
"Acabo de pasar 45 minutos buscando el hilo dental favorito de mi madre. ¿Pérdida de tiempo? Un acto de fe"
Necesidad de dejar constancia de lo que nuestros seres queridos nos dicen o piensan o son... cuando ya no queda casi tiempo.
"Creo que mi madre quiere que cuente un par de consejos. El primero "Acércate a alguien que parezca solitario" y el otro " Escucha a la gente de 80 años, llevan una década viendo la muerte desde el otro lado de la calle, saben lo que es importante".

"Oh, y “Oh, earth, you’re too wonderful for anyone to realize you.” Va muy deprisa". (Thornton Wilder )

El siempre inevitable pensamiento de "¿Por qué no hice?, ¿Por qué dejé de hacerlo?" que llega siempre demasiado tarde. La conciencia  del tiempo que ya nunca tendremos,  de lo que ya no podremos hacer. Nunca.

"Me encanta coger la mano de mi madre. No he cogido su mano desde los 9 años. ¿Por qué dejé de hacerlo? ¿Pensé que era poco viril? ¿Qué mierda?"

"Mi madre grita "Ayúdame" a las 2:30 de la madrugada. He estado abrazándola como a un bebé, está dormida ahora. Todo lo que puedo hacer es abrazarla"

"Escuchando a Nat y Natalie cantando "Unforgettable". Mi madre y yo la cantamos hace dos noches. Los Cole lo hacen mejor".

"Se que el final se acerca porque es el primer día de mi vida que mi madre no me ha dicho al verme ¿Y esa camisa?"

Fin.
"Caída del ritmo cardíaco. Los cielos sobre Chicago se han abierto y Patricia Lyons Simon Newman ha salido al escenario"

“She’ll make the face of heaven shine so fine that all the world will be in love with night.” (De Romeo y Julieta).

Así es la muerte. Es miedo, es rutina, es vértigo, es ausencia, es realidad, es recuerdos, es presente. De una manera extraña, hay que vivirla.


Entrada publicada originalmente en PisandoCharcos. Es una gran historia.

jueves, 30 de enero de 2014

Depilación, igualdad y feminismo.


Primero de todo y aunque sé que no va a servir de nada lo voy a decir cristalino una vez más:

Estoy completa y totalmente a favor de la igualdad de derechos y obligaciones entre hombres y mujeres.

Dicho esto, estamos completamente gilipollas y perdiendo el tiempo en majaderías absurdas que no van a ninguna parte. Peor, no es que no vayan a ninguna parte, es que hacen un flaco favor a los intentos de conseguir llegar a una sociedad donde todos tengamos, en la práctica, los mismos derechos y obligaciones.

Hay una movida absurda montada en torno a la depilación. Resumiendo, porque el tema es un coñazo, hace unos meses, una chica decidió dejar de depilarse y contarlo en un post que se publicó en el Huffingtonpost. ¿Interés del tema? Cero. ¿Repercusión mediática? Toda. Unos la llamaron fea, otros la aclamaron como revolucionaria frente a las presiones de los hombres contra las mujeres. La gente hablo de Rosa Parks y su pequeño gesto que cambio los derechos civiles en USA, de la lucha de las mujeres contra la rebelión de la estética, etc.  En fin, se les fue la pinza.

Y se les sigue yendo. Hay una campaña en twitter ahora mismo para que la gente mande fotos de sus sobacos peludos, Gwyneth Paltrow  ha dicho no se qué de su vello púbico, una compañía americana anuncia sus productos con maniquíes sin depilar y no paro de oír y leer opiniones enfervorecidas a favor de no depilarse como reinvindicación contra la sociedad machista. 

Me da igual que la gente se depile o no se depile. Me parece estupendo que cada uno haga lo que le de la gana con su pelo. El argumento de me he depilado siempre porque si no lo hago la sociedad me rechaza, me parece un absurdo...pero si te sientes más cómoda, más feliz y más todo por dejar de hacerlo, por mi estupendo. 

Para mi la depilación tiene exactamente la misma importancia que cortarme las uñas. Es decir cero. Lo hago cuando considero que la longitud de mis pelos ya no me mola y listo. Leo dramas vitales sobre "si no te depilas los hombres no te mirarán" y pienso que el drama vital es que te importe la opinión que un hombre con esas prioridades tenga sobre ti...

Todo este tema de la depilación si o no es una completa gilipollez.

¿La sociedad es machista? Si. 
¿Las mujeres tenemos menos derechos que los hombres? ¿En España? No. 

Lapidadme. 

¿Qué tal un poquito de autocrítica? ¿Qué tal un poquito de mirarse el ombligo y dejar de lado por un lado el tono "a las barricadas" y por otro lado el tono "lloriqueo"? 

¿Hacemos algo un poco constructivo y a ser posible sin insultar a nadie, hombres incluidos?

Desde mi humilde punto de vista de mujer, madre, trabajadora y con una depilación correcta y sin extremismos, voy a dejar aquí unas cuantas ideas que se me ocurren sobre este tema. Ideas que llevo mucho tiempo pensando. 

En España, los hombres y las mujeres tenemos  los mismos derechos y obligaciones. Legalmente es así aunque en la práctica no se cumpla. Peleemos por ello. Protestemos mogollón cuando por el mismo trabajo nos paguen menos, cuando no nos asciendan por ser mujeres, cuando nos llamen con diminutivos absurdos en el curro o cuando nos acosen por la calle. 

Persigamos y hagamos que paguen todos esos hombres que maltratan y matan a sus mujeres. No dejemos que ninguno nos   humille y ayudemos a esas mujeres a no dejarse humillar. Prestémosles toda la ayuda que necesiten y más. Lo que sea, lo que necesiten, lo que cueste. Ayuda, acompaña y anima a tu amiga que tiene una pareja que es un hijo de puta y que la está hundiendo a decirle que puede salir de ahí, que ella vale millones y que puede hacerlo. Todo es poco. 

Protestar y luchar por conseguir la igualdad práctica en los derechos no implica para mi: 

- insultar a los hombres. Que si, que ellos (algunos) son malísimos, faltones e insultones. ¿Y? Hay miles, millones de ellos que no. Tengamos clase y no caigamos en lo que criticamos, nos hinchamos a decir "es que ellos dicen que las mujeres somos todas unas..." y luego caemos exactamente en lo mismo. Mal. 

- lloriquear. Sí, se lloriquea mogollón. Nada de lloriquear. 

- emberrechinarse con pataletas absurdas. Si, son pataletas absurdas mal llevadas. Hace unos meses hubo un evento de divulgación en Bilbao muy sonado, muy importante y muy molón. Un par de días antes de empezar, se montó el gran follón porque de no se cuantos ponentes sólo había 2 tías. Muy muy muy mal por la organización. Sinceramente no creo que lo hicieran a mala fe, sencillamente ni lo contemplaron. ¿Les estoy excusando? Para nada. Lo hicieron de angustia. ¿Había que protestar? Si. Pero por favor, nada de actitudes de "No respiro y os hago boicot". Mucho mejor ser constructiva y decir "Eh, pandilla de tíos..¿qué tal si para el año que viene invitáis a alguna mujer más que las hay y muy buenas en divulgación y no  repetís este ridículo?" (No me creo que yo esté siendo constructiva...las cosas que tengo que hacer) 

- aprovecharse de la "condición de mujer". No se muy bien que es la condición de mujer pero el caso es que nos aprovechamos. Lo hacemos sí, no vale hacernos las que no. No todas y no siempre pero lo hacemos. El embarazo es ese gran momento donde cantidad de mujeres y cuando digo cantidad es que son muchas, se transforman de repente en pobrecitos seres humanos a los que hay que mimar como si se fueran a romper. Me niego a eso. Estar embarazada es tan natural como los pelos en las piernas, así que menos en casos graves de embarazos complicados que deben ser cuidados y mimados hasta el infinito, el embarazo no es un estado especial de gracia que nos haga más débiles. No vale hacerse la pobrecilla. 

- Es obvio y evidente para cualquiera con dos dedos de frente que nosotras estamos  y vivimos mucho mejor que nuestras madres y nuestras abuelas. Hace años (no tantos) las mujeres no estudiaban en la universidad, no podían tener cuentas bancarias sin el permiso de sus maridos, no podían por supuesto divorciarse y no tenían independencia económica porque no trabajaban. Ahora trabajamos y mucho y es jodido. Nadie dijo que fuera fácil, pero trabajar nos permite tener independencia económica y personal. ¿Trabajamos más que nuestras madres? Pues a lo mejor sí pero yo no lo cambio por nada. No quiero no trabajar y renunciar a mi independencia. Porque sí, porque si no trabajas por la razón que sea, estás renunciando a tu independencia económica. ¿Puedes hacerlo? Sí, claro que sí, pero es lo que estás haciendo y es un paso atrás en los derechos de las mujeres. 

- Queremos igualdad en todo. Eso es lo justo, pero la igualdad va en dos direcciones. Si tienes un hijo, la baja de paternidad/maternidad debe ser igual para los dos. Padre y madre, la misma duración y las mismas condiciones. Años peleando y quejándonos de que los hombres no se encargan de los hijos y de las tareas del hogar, pero cuando llega el momento..¿cuántas mujeres vamos a trabajar y se quedan ellos en casa? Muchos no quieren, cierto, pero ¿cuantos quieren y ellas dicen que ni de coña?. Para que esto no sea algo aleatorio y para igualar a todos en las condiciones de contratación y laborales, peleemos para que las bajas de maternidad/paternidad sean iguales y obligatorias para ambos. O es que ¿los padres son menos que las madres? 

- Más igualdad. Custodia compartida como primera opción. Nos queremos, nos casamos, tenemos hijos, ya no nos queremos...vamos a separarnos: yo me quedo con todo porque sí, porque soy la mujer, la madre y la esposa. Un planteamiento de mucha igualdad. Sí, ya lo sé....ellos no quieren. Vale, pues estupendo, si no quieren entonces custodia para ellas, pero ¿y los que quieren? Igualdad. 


Se que no todo es blanco o negro, que no es fácil, que hay cantidad de tíos que son unos cabrones, unos machistas y unos maleducados que creen que las mujeres somos inferiores. Lo sé y los desprecio por ello, pero no perdamos el tiempo con ellos. Son cerriles, son maleducados y son unos cretinos. 

Creo sinceramente que no lo estamos haciendo bien, que estamos perdidas en batallas ridículas y muy tontas ,desperdiciando esfuerzos y energías que podríamos enfocar en conseguir poco a poco la igualdad en la práctica. Dediquemos nuestro tiempo y nuestros esfuerzos a pelear para que la inmensa mayoría de los hombres que no son imbéciles,  vean las cosas como nosotras las vemos y la lucha sea compartida. 

Eso sí, y como dije el otro día..la igualdad era esto y hay cosas que no nos van a gustar.  


martes, 28 de enero de 2014

Seis años de Cosas que (me) pasan


Uno, dos, tres, cuatro, cinco y seis.

Seis años desde que empecé a escribir para probar. Seis años. Uno detrás de otro.

Han dado para mucho, para muchísimo. Para mucho más de lo que jamás hubiera podido imaginar.

Seis años de blog son todo esto.

Todas estas palabras son el blog, son Cosas que (me) pasan, que (me) han pasado. Libros que he leído. Películas que he visto. Son palabras que me he inventado, posts que he escrito. Expresiones que escribí un día y que ya se han quedado. Son mi familia hecha personajes. Son los sitios en los que he estado. Las tonterías que he dicho. Las reflexiones que se me han pasado por la cabeza. Las risas que me he echado....y son los descerebrados.







- ¿Por qué no pones la canción de Scarlett?
- ¿Scarlett? La odio. NI DE COÑA la pongo en el video de celebración de los 6 años.
- Tú sabrás.

No se me ocurría nada mejor para celebrar estos increíbles seis años que una recopilación de mis mejores momentos haciendo el tonto... con Scarlett de banda sonora.



Seis años de Cosas (que) me pasan from Molinos on Vimeo.



Gracias infinitas a todos por estos seis años. Moláis mil.


Un millón de gracias a Israel y Anna por la plantilla y el nuevo diseño.


lunes, 27 de enero de 2014

MOLIDOCUMENTALES: EL MATÓN DE TWITTER.

Twitter es un bar, pero no siempre es el mismo bar. Hay veces que es un bar tranquilo dónde tomarte una copa y charlar con amigos. Otras veces es la tasca dónde entras a tomarte un café rápido y ojear la prensa y otras veces, sin saber muy bien cómo se transforma en un bar de instituto, de instituto de esos chungos de las pelis. 

En esas ocasiones, allí está él: el matón de twitter. 

El matón de twitter es exactamente igual que todos los matones: un maleducado, un chulo y un prepotente que por alguna extraña razón ha conseguido destacar en algo. En twitter eso es fácil. 

Se pasea con las manos en los bolsillos mirando a su alrededor. Mira desde arriba, porque él se cree superior. Camina arriba y abajo contemplando desde su atalaya de matón a los que él considera piltrafillas. Le ves llegar, le oyes hablar y sabes que va buscando gresca. Se aburre, sus colegas no le hacen caso o le pica algo, pero el caso es que se aburre. Quiere gresca.  

Pulula por la red orgulloso, pensando que tiene la cola más larga (de seguidores) y que él manda. Detrás de él, lleva  su cola (de seguidores) dispuestos a jalearle o lanzarse a morder a quién él les indique. Busca, olfatea, rastrea la red buscando una presa. El matón de twitter es bobo, pero no tanto como para meterse con alguien de su talla. Así que elige una presa, alguien pequeño, indefenso, un desconocido que en su rinconcito ha decido escribir algo, una opinión personal, un comentario con una idea...Le ha apetecido hacerlo y lo ha hecho, sin más. Sin más y si tener una gran cola (de seguidores). 

Localizada la presa, el matón de twitter se lanza como un perro de presa. Primero llega y empuja al indefenso desconocido. Le insulta, le humilla, le ridiculiza y se ríe. Se ríe muy alto, con carcajadas de superioridad que sus hordas de seguidores le jalean. 

La víctima, que no sabe muy bien de dónde le llegan las leches, en unos casos trata de contestar explicándose "No, mira...lo que yo quería decir es", a lo que el matón responde con más malos modos, más risitas idiotas y más insultos pretendidamente ingeniosos e inteligentes. 

Otras veces la víctima no se deja tocar los cojones por el matón y le contesta en su estilo, poniéndose a su nivel e insultándole. 

El matón entonces se para, se gira y le dice algo como "No tienes ni puta idea de con quién te estás metiendo y quién soy yo". Y acto seguido lanza a sus huestes a por la indefensa presa, mientras sigue riéndose y retratándose ante el resto de twitter que le está viendo como el completo cretino que es. 

Una vez terminado el descuartizamiento de la víctima, cuando se ha cansado de jugar con ella, cuando considera que ya ha mostrado suficiente su poder o sencillamente se ha cansado de jugar, el matón de twitter se vuelve a su casa a hacer lo que sea que hacen los matones...nada interesante, me temo. 

A veces, la jugada le sale mal. Normalmente el resto de twitter, el resto de la gente del bar no se mete en la gresca. Le ven venir, saben que va a hacer, pero no dicen (decimos) nada. Unas veces por miedo, otras veces por pasotismo, otras veces porque no es nuestra guerra...pero a veces, algunas veces, llega alguien más poderoso a mediar en la gresca, a pararle los pies al matón. Ese alguien suele tener poder, autoridad, educación, una cola aún más grande (de seguidores que no de hinchas enfervorecidos) y mucha mucha clase.  

Mientras el matón está ahí con las mandíbulas apretadas en torno a su presa o dándole empellones contra la pared, ese alguien llega y le toca en el hombro. Con clase, con sutileza, con la autoridad que le da ser un señor y no un macarra de polígono. 

El matón se gira dispuesto a seguir repartiendo leches, insultos o lindezas supuestamente ocurrentes a quién sea que se ha permitido interrumpirle, pero al girarse y ver quién le interpela, se queda paralizado. Se le hiela la sonrisa y la cara y no sabe muy bien qué decir. No puede agachar la cabeza y retirarse a sus cuarteles. No es tan sencillo. Sabe que ese alguien puede hundirle, sabe que ese alguien es más listo, más inteligente y más educado...pero también sabe que se debe a su cola (de seguidores) y que no puede abandonar el bar sin más. Balbucea respuestas, trata de reconducir la situación. Mágicamente abandona el tono de macarra, los insultos y la prepotencia y comienza a contestar con educación. 

El alguien que ha aparecido para pararle los pies, le trata como se merece. Con distancia. Con educación, clase y contudencia, le contesta hasta que le pone en su sitio. Los demás, vemos como el macarra se achanta, como se hace pequeño en su chupa de cuero y como al final balbucea algo y se marcha con la cola entre las piernas. 

Normalmente no aprende y  al cabo de un par de días...repuesto su maltrecho orgullo y confiando en que nadie se acuerde de él, vuelve. Se pasea. Mira. Rastrea. Y busca gresca. 

¿Por qué le sigo? me preguntaba el otro día. Me produce hostilidad y ganas de matar. ¿Dejo de seguirle o le hago un post? Mejor aprovecho la inspiración y luego ya veremos....

 Por supuesto, matones de twitter los hay ellos y ellas. No se salva nadie.