viernes, 25 de marzo de 2011

EL EMPOTRADOR

Un tío con pinta de empotrar es uno que si te coge te empotra. Uno que no sólo tiene la intención de empotrarte sino la capacidad para ello. Tener pinta de empotrar consiste en parecer activo y poderoso. (Be dixit)

Creo que el concepto queda claro pero voy a dar alguna pincelada más, que a mi juicio, caracterizan a un empotrador

1.- Las ganas de empotrar son recíprocas. Si te encuentras con uno de estos…no sólo es que se le vea en la cara “que si te coge te empotra”...es que tú quieres que te empotre. De hecho, no puedes pensar en otra cosa. Puede ser atractivo, tener una sonrisa acojonante y la conversación más increíble que hayas tenido en tu vida …y todo eso lo estás disfrutando, y mucho, pero a la vez estás pensando: madre mía...madre mía...madre mía...concéntrate en que no se te note, por lo menos hasta que lleguemos al ascensor...que tenemos una edad y no es cuestión de montárnoslo en plena calle o en el restaurante.

2.- En mi opinión el empotrador nace. Trae de serie el gen para ello, igual que otros tienen el gen de saber dar masajes s y otros dan unos besos que te dejan muerta. El empotrador puede no saber dar masajes y puede que sus besos no sean muy allá...pero lo que hace...lo hace de puta madre. Eso sí, a pesar de tener el gen para ello, si no da con la compañía adecuada...puede que su talento se desperdicie. No todas las compañías saben valorar un empotramiento en condiciones...bien porque carecen del gen o porque han leído mucho el Cosmopolitan y el raggazza y todas esas majaderías sobre: preliminares infinitos…lo que importa es que dure y todas esas absurdeces. Si un empotrador da con su pareja adecuada...esto es con una empotrable a su medida…aquello puede ser sencillamente espectacular, de esos de quedarte sin respiración. Sin la pareja adecuada...el empotrador se marchita y muere. Una lástima.

3.- Con un empotrador todo, menos lo básico, sobra. Ni lencería mona, ni juguetitos raros, ni lubricantes ni nada. El kit básico...tú y él…donde sea y cómo sea. Es posible que el empotrador valore tu lencería cuando vuelvas a ponértela...aunque es posible que tampoco entonces te dure mucho puesta...pero... ¿a quién le importa?

4.- Con un empotrador nada de preliminares. Déjate de besos, déjate de mirar qué hay por ahí, déjate de soplar, chupar, lamer o lo que sea….vamos a lo que vamos. Que si, que esas pijadas molan pero ya tendremos tiempo después de entretenernos con los accesorios…ahora disfrutemos de lo que viene de serie. Y si luego no hay tiempo... ¿para qué vamos a perderlo con pijadas? Que no digo que no se pueda juguetear con un empotrador, que se puede y muy bien…pero incluso jugando a “a ver que tienes por aquí”... al final siempre prevalece el factor empotrador.

5.- Con un empotrador el tiempo para desvestirse siempre es excesivo. El que tarda él y el que tardas tú...pero mola.

6.- Un empotrador jamás duda. No hay que enseñarle el camino. Por esta razón, yo quitaría a Iker Casillas del ranking de empotradores. Tiene carita de ir perdido, de ir con cuidado, mirando hacia atrás y dejando miguitas por si se pierde. Mal. En mi opinión, si un empotrador es bueno con 25 con 39 será espectacular. Mejoran con la edad...pero dudo mucho que ese sea el caso de Casillas.

7.- Un empotrador no es sólo un empotrador. Sabe hacer más cosas y las hace muy bien. Que su máximo valor sea ese no quiere decir que no sepa hacer nada más. Es más, con el tiempo y un buen timming puede hacer cosas increíbles. El que no lo es puede hacer cosas increíbles...pero jamás empotrar. Es una pena, pero la naturaleza es injusta y no a todos les dio los mismos talentos.

8.- Con un empotrador descubres que puedes estar sin respirar, dejar de tener riego cerebral y alcanzar las 200 pulsaciones por minuto y no morirte.

9.- Con un empotrador nunca es demasiado profundo. Suelen tener un fabuloso control de la velocidad y la progresiva aceleración.

10.- Un empotrador jamás es conejero. Jamás. No hay que explicar nada más.

11. Aquí y ahora. Ya.

jueves, 24 de marzo de 2011

ATASCO

Ni para delante ni para atrás.

No me había pasado nunca.

Me he puesto a escribir y tengo varios posts empezados:

Sin tapujos.
Sentido y Fortaleza.
Porqué no se puede molar más que Enric.
Cosas que (me) ha traído el blog.
Efe para principiantes.
MI primera vez con 300. Ese momento.


Todos empezados. Todos a la mitad. Algunos reescritos en tres versiones distintas. Algunos incluso escritos a mano, con letra de niña de colegio de monjas y en cuaderno rayado. No me gustan.

Abro el Word y digo: por mis cojones que hoy lo saco adelante. Lo termino y lo publico. No es tan difícil. Siéntate y escribe lo que te sale de tu absurda cabeza. Da igual, no releas. Pasa el corrector de Word como si estuvieras corrigiendo swahili. Sin leer…una vez que le des a publicar ya no hay marcha atrás.

No. Mierda. No me sale. Esto es lo que quiero decir pero no es todo lo que quiero decir. No está cómo yo quiero que suene.Eso te pasa por escribir como escribes, a muerte, lo que salga, sin meditar. Mierda, ahora me molaría tener un método...cosas de esas chulas que dice la gente de: hazte un esquema, ordena tus ideas. Me encantaría que alguien viera mi cabeza...ordenar ideas, dice.

Ja.

Mis ideas van revoloteando por mi cerebro chocando unas con otras, saltando chispas en algunas ocasiones geniales y en otras absurdas. Algunas ideas no están mal, pero no se pueden contar. Una pena. Las mejores ideas son las que no se pueden contar. Son unas cabronas. Esas están perfectamente claras en mi cabeza, en orden. El resto de las ideas molonas que se pueden contar zumban por mi cerebro y así no hay manera de ordenarlas y lo que es peor se me cruzan de un post a otro.


Sin tapujos: los preliminares están sobrevalorados…pero claro si dices eso, pareces una tía sin sensibilidad, quizás por eso todo el mundo crees que eres fuerte. ¿Fuerte? La fortaleza es la manera de sobrevivir de los extremadamente sensibles, somos los abuelos de Heidi. Los que son Heidi son unos brasas, siempre haciéndose los guays y con las lágrimas en las comisuras de los ojos. Apuesto a que si Heidi tuviera un blog sería de letras azulitas sobre fondo blanco y con margaritas. Una cursi. Yo no soy cursi, y me mola Enric...es que no se puede molar más. Tengo que hablar con Be para escribir el post a medias sobre él. Be..Qué risa el otro día hablando de 300 y Gerard y el concepto empotrador. ¡Que hallazgo!...empotrar…esto debería explicarlo en el post de Sin tapujos. Un empotrador no se hace, nace. Puff..pienso en un empotrador y se me ocurre uno. Me pongo nerviosa y todo, pero no se puede decir. Yo creo que nació empotrador. Aunque si se relaciona con una compañía poco adecuada…una gacela Thompson, lo mismo su talento innato como empotrador se desperdicia. Bueno, yo no soy una gacela Thompson, tuve mi momento pero ya no...Ahora sabría sacar lo mejor de un empotrador y de ese en particular. Gerard, 300…qué película. Pienso en la primera vez que la vi y ainsss…si es que soy muy sensible. Y las gacelas Thompson…tengo que escribir el post sobre efe y su princesismo…se lo puedo regalar por su cumple. Hablando de cumples, el otro día me llegó un regalo de un descerebrado cum laude y me está molando mucho.


Si...muy bien...pero ¿y el post? ¿Qué pasa con el post?

lunes, 21 de marzo de 2011

MATERNITY (LXX): M. vale millones y el día de San Huevo Frito.

Cuatro meses menos 2 días hemos estado envenenando a M.

17 semanas yendo al hospital un día a la semana a administrarle su dosis de veneno correspondiente.

17 semanas en los que hemos pasado horas en el hospital, observándola con lupa: ¿te pica algo? ¿Te duele algo? ¿Esta roncha ya la tenías antes?

17 semanas entreteniéndonos las horas en el hospital. Ella con su nintendo, sus colores, sus gormitis, sus libros. Partidas y partidas del ahorcado.

17 semanas intentando librarte de la absurda competición de madres “a ver quién es más alérgico”. Allí estás tú, leyendo tranquilamente, y oyes comentar: uy...pues mi hijo es que es muy alérgico a leche, uy...eso no es nada...el mio es a la leche y los frutos secos. Y tú no levantas la vista del libro, porque ya sabes cómo va esto…pero al final siempre es igual.

- Y tú bonita? ¿Cómo te llamas?
- M.
- Ah...y ¿a qué eres alérgica?
- Al huevo…
- Ah...muy bien.
- Y soy celiaca, alérgica al pescado y a la patata cruda. Y exalérgica a las lentejas, los frutos secos, las frutas con pelo, las frutas rojas, la ternera....

Han cantado Bingo...me dan ganas de decir.

17 semanas diciéndole a M. que ya quedaba poco, aunque en realidad no teníamos ni idea de lo que quedaba.

17 semanas animándola y respondiendo su pregunta de: mami... ¿y si hoy fracaso?

17 semanas administrándole medicación cada 4 horas. Mami, ¿es la hora de mi pastilla? Mamiii..ezz la hora de la paztilla de M. Ellas eran las que se acordaban siempre.

17 semanas dándole su dosis de huevo al llegar a casa del trabajo. Mami...dame el huevo antes de la cena.

17 semanas vigilándola después de cada dosis: ¿te pica algo? ¿Te duele algo? ¿Te encuentras mal?
17 semanas rellenando el parte de envenenamiento. Hemos estado tanto tiempo que tuvieron que darnos hojas de más. Hemos tenido que poner "siles" en ronchas, en vómitos, en somnolencia...hemos tenido que llamar al médico.

De esas 17 semanas, algunas han sido muy malas. Mami...me duele…Mami…no me siento bien, de verdad que no me siento bien. Mami...voy a vomitar…lo siento, yo no quería vomitar...pero no podía más. Semanas en las que había que volver a la dosis anterior porque la nueva no la toleraba…y la mirábamos y pensábamos... ¿esto tiene sentido?

En esas 17 semanas, un montón de días ha tenido dolores. Algunas veces lo decía y otras solo sonreía tristemente cuando le preguntábamos. “Un poco…me duele un poco...pero no pasa nada”.

En esas 17 semanas, algunas pensamos que “fracasaríamos”, que no nos dejarían seguir. Incluso llegamos a pensar en que tendrían que hacerle una colonoscopia y solo de pensarlo nos daban ganas de llorar.

En esas 17 semanas hemos estado agotados, desesperados, cansados y muy frustrados.

Pero cuando estábamos a punto de rendirnos...se acabó.

Ayer, 20 de marzo de 2011, quedó institucionalizado el día de San Huevo frito en nuestra casa. Los cuatro cenamos huevos fritos con patatas. Mirábamos a M. como si fuera a comerse un lagarto vivo…con miedo y con temor...aunque ninguno dijo nada.

- ¿te pica algo? ¿estás bien?

La miraba comerse el huevo con patatas y no daba crédito. No podía creerme que realmente M. estuviera comiendo huevo sin picores, sin ronchas, nada.

C. la miraba igual, con incredulidad

- ¿a qué ezta riquizimo el huevo? Tienez que mojar laz patataz en lo amarillo.

Horas después de acostarse hemos entrado a mirarla…a ver si de verdad, por fin...es verdad…y ya no le da alergia. Y parece que si…

No está curada. No ha dejado de ser alérgica...simplemente hemos acostumbrado su cuerpo a comer huevo y soportar la reacción alérgica. Tiene que comer un huevo cada 48 horas como mínimo para mantener el proceso. Sigue medicada...pero es tan increíble que se haya comido un huevo frito que escribiendo esto se me saltan las lágrimas.

Me emociono hasta el infinito y no porque coma huevo, que es una chorrada. Si no porque en estas 17 semanas M. ha sido un auténtico ejemplo.

Ha sido tan valiente y sólo tiene 7 años. Yo no hubiera sido capaz. Me hubiera rendido pero ella es...especial.

Ha soportado todo. La dosis de huevo diluida que sabe a rayos, la pastilla diaria, el aumento de medicación cuando se vio que su intestino rechazaba el huevo y que tenía que tomar otras cápsulas cada 4 horas, las visitas semanales al hospital. “Mamá... ¿cuanto queda? Yo quiero ser una niña normal e ir todos los días al colegio”. “Mamá, ¿qué pasa si fracaso?”. Ha sido disciplinada, cumplidora, ha soportado el dolor, el aburrimiento...todo. Y lo más importante de todo con su actitud ha hecho que el ingeniero y yo pudiéramos seguir con el envenenamiento, porque hay muchos días que pensamos en dejarlo, que pensamos qué no merecía la pena, que la estábamos machacando para nada. Algunos días fueron muy duros y pensamos que no merecía la pena, pero ella ha sido un ejemplo y ha sido la que ha tirado de nosotros para que siguiéramos hacia delante sin saber si llegaríamos al final...ha sido la que ha hecho que siguiéramos cuando los dos pensábamos que aquello no iba a funcionar y que todo ese sufrimiento era para nada.

Quiero creer que a pesar de que hemos sido unos rajados y no sé si le hemos servido de mucho apoyo, ha aprendido que las cosas hay que intentarlas. Aunque sea difícil, aunque sea duro, aunque te de tanto miedo que estés aterrorizado, hay que intentarlo. Si al final no lo consigues por lo menos te quedará la satisfacción de pensar que lo intentaste.

Gracias a todos los que habéis preguntado en los comments o por mail por M. No he querido decir nada porque realmente ha sido muy coñazo y no quería decir nada hasta que termináramos. Gracias.

sábado, 19 de marzo de 2011

SWEET CAROLINE.- Neil Diamond



Me encanta esta peli y la canción, aunque más que cantarla, la perpetran. Más o menos lo que hago yo cantando a voz en grito disfrutando de mi solterismo Premium de Luxe.




Estoy de buen humor.