jueves, 14 de octubre de 2010

HE VUELTO


Yo no quería volver. Me han obligado.
El martes remolonee en la cama todo lo que pude para postergar el momento recogida y vuelta a Madrid.
Brujulee por la casa haciendo como que recogía para alargar la estancia.
En un despiste del ingeniero me fui a dar un paseíto. Me hice la sorda cuando me gritaron y al final cuando no quedó más remedio, valoré la posibilidad de agarrarme al marco de la puerta y evitar la partida.
No funcionó.

Pedí por favor quedarnos a vivir allí:


Total, a ti te mola esto de los arbolitos y tal, dejas los gamusinos y te pones a triscar por el monte..si ¡el uniforme de guarda forestal te favorece! y yo me dedicaría a ser bibliotecaria en Benasque.
No digas chorradas y conduce.
¿Yo? No me toca.
Ya, pero si vas de copiloto lo mismo te bajas en marcha.

He vuelto y no quiero estar aquí.
La calma en los libros de colores va a acabar conmigo.
He ido a nadar para quemar adrenalina y estaba cerrada la piscina por “reunión del personal”, es decir que el socorrista y el de la puerta tenían algo que decirse y han considerado conveniente cerrar las instalaciones para ello.
En vista de que no podía nadar, me he ido al centro comercial..sin cartera.
Cuando estaba en la caja queriendo pagar (sin cartera) he visto a una conocida del curro que siempre va excesivamente corta y por fin Dios la ha castigado por ello. Se había colocado mal la falda e iba enseñando el culo. No le he dicho nada, si Dios la castiga no me voy a meter yo en medio.

Me he comprado esas botas por internet.

Esta noche tengo un plan pero no puedo contar nada (creo).

He vuelto y ya no sé escribir.

lunes, 11 de octubre de 2010

NIEBLA



Llueve pero no como si "el cielo se desplomara sobre nuestras cabezas"(Abraracurcix dixit), si no con una lluvia fina, un calabobos que no molesta para salir.
Desayuno y salgo a correr.
Veo esto.
Lo dicho, lo mismo no vuelvo.

viernes, 8 de octubre de 2010

LA CAZA DE LAZ MONTAÑAZ.- SOS.

Hace 11 años, molimadre preguntó:

- ¿Qué os parece si compro una casita en el valle de Benasque?
- Bien.- respondimos los cuatro hermanos al unísono, sabiendo que era una pregunta retórica completamente. Ella cuando quiere hacer algo lo hace y lo que opinen los demás y especialmente sus 4 churumbeles se la trae al pairo.

Eso sí, para la elección de la casita eligió a su favorito, pobrehermano mayor. Allí que se fueron a escoger la casa y pagarla. Debo decir que molimadre y pobrehermano mayor son insoportables juntos, están todo el día discutiendo, pero por alguna razón que se me escapa (aunque creo que es favoritismo puro y duro) molimadre siempre acaba teniendo en cuenta la opinión de pobrehermano.

Bueno, a lo que iba, que parece que estoy celosa o algo y nada más lejos de la realidad.

Se piraron un fin de semana (que yo aproveché para disfrutar del planeta del amor recién estrenado con el ingeniero) y compraron una casa.

El primer viaje a conocer la nueva posesión de molimadre fue grandioso.

Moli..¿Vendrá el ingeniero, no?
Sí, bueno, si te parece bien.
Oh, me parece perfecto. Estupendo.
¿Estupendo? ¿Qué le vas a pedir?
¿Pedir? Nada...pero... ¿traerá su coche grande, no? ¿El todo terreno ese con mucho maletero?
Pues no sé... ¿Qué quieres? ¿Qué estas tramando?
¿Tramando? Nada, es que había pensando que así podíais llevar
y aquí con un gesto grandioso, abrió la puerta del garaje donde había unas dos mil cajas con un millón de trastos. Molimadre si monta una casa, la monta. Llevábamos de todo, absolutamente de todo.(1) Nos fuimos pobrehermano en paro (que por aquel entonces estaba en el colegio), el ingeniero y yo, en el Patrol forestal. Madrid- Sos: 8 horas, a 90 km por hora y con el coche petado de trastos.

La primera noche estábamos los tres solos.Al día siguiente después de deslomarnos a colocar todo, llego molimadre con molihermana y pobrehermano mayor y decidió que obviamente todo lo que habíamos colocado estaba mal. Sí, ya lo sabíamos, pero la opción no haber hecho nada y decirle: mamá, hemos esperado a que vinieras tú…hubiera desembocado en un chantaje emocional del tipo: es que claro, lo tengo que hacer yo todo, se puede saber que habéis estado haciendo…etc.
Esa segunda noche fue genial.

Molihermana y yo dormíamos en un cuarto con literas, molimadre en su cuarto, y el ingeniero compartía estancia con pobrehermanos. (Esto era hace 11 años...molimadre era más puri y lo de compartir cama con novio no estaba bien visto...ahora por supuesto con pobrehermano en paro las cosas han cambiado “hija, son jóvenes”).

A lo que iba, como yo, la noche anterior, (ejem), había dormido más bien poco, rápidamente cai en un sueño profundo.El ingeniero que obviamente había dormido tan poco como yo ( más ejem), se desnucó igual y roncó como si fuera a ser lo último que iba a hacer en la vida. En algún momento recuerdo haber despertado y oír a mis hermanos refunfuñar indignados: quécabróncomoroncaeljodido, como no se calle le meto un calcetín en la boca, …hasta que a las 7 y media de la mañana, uno de ellos dijo: ¡por fin es de día!. Voy a despertar a este cabrón y esta noche Moli, ¡os vais a un hotel!

La caza de laz montañaz( nombre acuñado por C. porque "allí hay unaz montañaz máz enormez que las de los Molinoz") está en Sos, un pueblo de 27 habitantes con una media de edad de 70 años. Se conocen todos por el nombre de sus casas: Casa Espada, Casa Carpintero, nosotros somos “los de Madrid”. Les resulta alucinante que cojamos el coche cada dos por tres y nos plantemos allí. Les deja asombrados que no nos dé pereza, pero es que no es viajar, es ir “a casa”. Eso sí, una casa muy disputada, hay que pedir turno. Molimadre lleva un control absoluto de las idas y venidas y hay que estar listo para conseguir plaza, por supuesto si dos hermanos pelean por el mismo puente y uno de ellos soy yo, pierdo siempre.

Aparte de las 12 casas, hay un abrevadero del siglo XV y una ermita románica donde molihermana tuvo a bien casarse hace unos años. Delante de la esa ermita hay un banco con unas vistas sobre el valle acojonantes donde me tiro horas leyendo mientras las princezaz triscan por el monte, recogen flores o gritan a las vacas.

Me encanta ir. Me da igual ir a esquiar, a pasear, a la boda de mi hermana, a no hacer nada más que dormir, leer y pasear, a trepar por los montes con pobreshermanos, a recibir a pobrehermano y molicuñado después de hacer la transpirenaica en bici, a pasar calor en verano, con las princezaz de bebés, a enseñarles a esquiar..etc. Cualquier ocasión es buena para pirarme para allá.

Me mola porque después de 11 años es un sitio en el que no tengo ningún mal recuerdo. Allí no me ha pasado nada que me ponga triste o me dé bajón, de pocos lugares puedo decir lo mismo. (Ahora que lo pienso, me metí la gran leche por las escaleras un año…mmm..y otra vez mientras remoloneaba en el sofá, llamaron a la puerta y eran los Testigos de Jehová…). Solo he estado allí con la gente que de verdad me importa.

La última vez que estuve por allí, fue en Semana Santa y lo pasé genial.

Tengo mono, así que me he cogido puente y me voy.

Va a jarrear pero me da igual. No, no me da igual, me apetece que llueva como si fuera el fin del mundo. Me apetece estar tumbada en la cama y escuchar la lluvia en el tejado. Llevo pelis para ver tirada en el sofá, las zapas y la ropa nueva de correr, este libro de Roth, éste de Judt y éste que me acaba de regalar una amiga ( gracias S.) y seguro que en mi librería favorita encuentro algo que comprar.
Un puente perfecto.

Lo mismo no vuelvo.

(1) De todo incluye un colador para los posos del té.
(2) La foto del camino que lleva a casa la hizo P. en Semana Santa.

jueves, 7 de octubre de 2010

PROBLEMAS

Vas por la vida tan feliz, o no tan feliz, pero tan inconsciente, sin comerte mucho la cabeza y de repente tienes un problema.
¡¡TACHÁN!!! UN PROBLEMA DE COJONES.

Y ahí está. Te paras, te palpas, miras para atrás, justo a como eras hace 24 horas y piensas: “mierda, con lo bien que yo estaba ayer y ahora ¿qué hago?”
Simplificando mucho porque es mi blog, porque es mi análisis y porque a mí me da la gana, para enfrentarte a los problemas, sean del tipo que sean, hay dos actitudes: ignorarlos o adoptarlos cual hijos putativos (y no estoy insultando), dedicando toda la existencia completa a cuidarlos y entenderlos.

Cómo todo el mundo sabe, y en contra de lo que algunos listillos vienen diciendo por ahí, el conocimiento no da la felicidad, más bien la revienta. Así que reconocer que tienes un problema no te hace más feliz y eso jode. Por tanto, a primera vista parece más inteligente optar por “obviar los síntomas” o si eso es sencillamente imposible, minimizarlos hasta hacerlos imperceptibles.

Gráficamente lo explicaría como dejar que el problema esté ahí, pero sin mirarlo, esperar a que él solito desaparezca, como si fuera biodegradable. No se mira, no se toca, no se analiza. Se le echa tierra por encima, se rodea, se aisla, lo que sea para conseguir que la perturbación, en esa vida feliz que tenías antes, sea la mínima. Porque esa es otra, el ignorador de problemas no sólo pasa millas del problema sino que ni por asomo se le ocurre pensar en cuáles son las causas por las que esa perturbación haya llegado a su vida. Prefiere pensar que ha sido mala suerte y que le ha caído del cielo…que a veces es así, cuestión del destino, pero otra veces te has metido en el barro tu solo.

Dentro de esta categoría hay distintos grados de perfección de la técnica.

Los hay que ven el problema, se dan cuenta de que se han metido en el barro hasta bien dentro..y dicen..¡ oh vaya,! ¿qué ha pasado?, le dedican medio minuto y deciden que “ uy, si..esto no me mola, así que nada, por arte de birlibirloque esto no es barro, es un campo de amapolas” y se lo creen.

Los hay que ven el problema, pero directamente se cierran en banda a cualquier tipo de análisis. Esto no ha pasado. Sigo como estaba. “Tengo barro hasta en el píloro pero voy a hacer como que no y esperar a que solidifique y pueda salir”.

Y en el colmo de la perfección, están los que son capaces de ni verlo. Su técnica es tan depurada que aunque el problema les baile claqué en el salón, los síntomas les peguen en el entrecejo y desaparezca el aire a su alrededor, son capaces de obviar por completo ese problema, sea el que sea, y seguir con sus vidas como si tal cosa. A mí esta opción me fascina porque me parece mágica, la capacidad para autoengañarse es probablemente una virtud que tenía que haber pedido cuando Dios repartió los dones..pero yo debía estar en la cola para el sarcasmo y la ironía. Aunque no sé, tampoco estoy del todo segura que el autoengaño haga más feliz que una lengua afilada.

En el otro extremo, están los que intuyen el problema, lo ven venir y cuando por fin llega se dedican a darse cabezazos con él hasta que se hacen sangre, se zambullen en el barro, hacen unos largos, lo paladean, hacen castillos con él..etc. Graficamente (otra vez, lo sé…me repito, pero eso no es un problema), digo…gráficamente lo explicaría como coger el problema y desmenuzarlo para a base de sobarlo, y mirarlo y remirarlo hasta el infinito conseguir que deje de ser un problema, desaparece porque lo solucionas o porque deja de doler. ( Si alguien tiene dudas, yo soy de este tipo).

Aquí también hay grados. Hay gente que se come más la cabeza y hay gente que menos. Yo me la como muchísimo, tengo el problema que sea todo el puto día en la cabeza, lo miro por delante, por detrás, calculo cuanto me va a afectar, cómo me va a afectar, porqué me ha pasado o ha dejado de pasarme. Soy incapaz de pensar en otra cosa, no puedo aparcarlo y pasar a otro tema. Ahí estoy, en el bucle del problema todo el puto día. Vivo pensando..¿cómo coño me he metido en este barrizal? Y ¿por dónde salgo? Y ¿cómo me está afectando? Y ¿cuando salga seré mejor o seré peor? Y ¿ volveré a caer en este charco? Respondo todas las preguntas, lo medito y vuelvo a hacérmelas. Es agotador pero no sé hacerlo de otra manera.

La parte buena, es que acabo solucionándolo, sea lo que sea y aprendo un huevo.

La siguiente vez que me pasa a mi o le pasa a otro que conozco, sé exactamente que tengo que decir o qué tengo que hacer, la parte mala es que me hago un daño de cojones, pero en fin, tampoco es para tanto.

No digo que una actitud sea mejor que otra. Cada uno es como es.

Negar la existencia de un problema no acaba con él, pero supongo que hace la vida más fácil, menos “de verdad”, pero más fácil, y no todo tiene que ser verdad, las mentiras molan mucho a veces.

Pelearse con un problema y darle un millón de vueltas tampoco acaba con él y desde luego no hace la vida más fácil mientras dura la batalla. Eso sí, luego, cuando consigues vencerlo, te sientes de puta madre, pero no pasa siempre. Y eso si, lo puedes dar por cerrado.

En fin..hasta aquí, mi filosofía vital barata del día.