lunes, 15 de marzo de 2010

AHORA LO ENTIENDO...

Por razones que no vienen al caso hoy necesitaba ir a nadar más que comer. Tenía adrenalina para regalar y era mejor ir a sumergirme a ver si conseguía descargarla que bajar a por el rancho siendo una bomba andante.

Así que nada, me he marchado a mi piscina poligonera alegremente. Me he embutido en mi bañador, cascos a punto y a nadar.

He elegido una calle con un vejete encantador con el que ya he coincidido más veces. Nada “a ranita” (como dice C), se quita del medio cuando llego yo, si le adelanto no me mete mano y además sé que termina su sesión unos 10 minutos después que yo y me deja la calle libre. Todo perfecto.

Me he puesto a nadar a buen ritmo empujada por mis fabulosos niveles de adrenalina cuando por el rabillo del ojo he visto que en la calle de al lado se ponía a nadar un tío con una facha bastante interesante.

Antes de seguir y que la imaginación lleve a alguien a pensar en un tipo espectacular, voy a dejar claro que en mi piscina solo hay señoras mayores hablando de cosas de señoras mayores, vejetes nadando a ranita, tíos gordos que hacen maremoto al nadar, un par de tías sobre las que no puedo decir nada y un socorrista macarra con mirada libidinosa. Un tío normal, delgado, con cuerpo decente y un bañador correcto es a todos los efectos un chulazo.

Bueno, pues ahí estaba yo dando lo mejor de mí en mi calle, cuando he visto que el chulazo estaba en la calle de al lado nadando justo a mi altura. Y por probar y como me veía sobrada de fuerzas, me he propuesto ganarle en ese largo…y oh sorpresa…le he ganado. Así que he decidido ver si conseguía ganarle en el siguiente.


Como no me creía que de verdad yo nadara más deprisa, he tenido un momento de inseguridad pensando que a lo mejor el tío no había visto que una mujer iba nadando pegada a él. La verdad es que esa posibilidad era remota, porque en bañador y nadando a un metro y medio de mi, salta a la vista que soy tía.

Sí, se había dado cuenta porque ha acelerado y le he vuelto a ganar. No por mucho, pero lo suficiente para llevarle un cuerpo de ventaja. (Mi cuerpo, 160 vamos). Así que nada, me he venido arriba y entre la música cañera y la adrenalina he mantenido el nivel bastante rato. Un par de veces ha estado a punto de pasarme, pero yo he sido más rápida…casi palmo pero he conseguido mantener el ritmo.

De repente le he perdido de vista.

Me he parado, he mirado y he dicho ¿dónde está? No puede ser que me haya adelantado.. Y no, no me había adelantado. El vejete se había pirado y el chulazo se ha cambiado de calle.

Nos hemos tirado los últimos 15 largos en ajustada competición…y he ganado.


Como tengo poca confianza en mis dotes deportivas, al salir de la piscina, me he mirado a contraluz a ver si lo que había pasado es que mi bañador había clareado y estaba dando el espectáculo y por eso el chulazo nadaba pegado a mi. Tengo más confianza en algunas de mis dotes físicas.... Pero no, por ahora mi bañador tapa lo necesario.

Nunca había entendido el instinto XY de “me pico haciendo deporte”..Básicamente porque para qué me iba a picar en algo en lo que mis posibilidades de hacerlo medianamente bien son nulas. Mejor hacer como que paso de competir y me ahorro humillaciones.

Hoy me he picado, he ganado y me ha molado muchísimo.

Y para rematarlo, cuando he salido de la piscina…¡¡ me ha reconocido y me ha saludado!!! También me ha preguntado por mi mp3..pero ha sonado a excusa, creo que quería ver la pinta que tenía sin gorro y gafas.

O sea, que me he picado, he ganado, me ha molado y encima he ligado….al final el deporte no va a ser tan malo.

jueves, 11 de marzo de 2010

DO YOU THINK I´M SEXY?.- Rod Stewart

Hace muchos años, en Formigal, tuve un profesor de esquí.

Ese profesor de esquí , a altas horas de la madrugada, quiso ligar con mi amiga.

Mi amiga pasó de él o se emborrachó demasiado o algo.

El profesor de esquí miró a su alrededor y me vio, gacela Thompson, matándome a whiskazos en la barra.

- Hola moli
- Hola
- ¿ Qué tal?
- Pues bien aquí, de copas.

- Tu amiga ha pasado de mi.
- Ya lo he visto.
- ¿ Quieres que te lleve a la frontera?
- ¿ A la frontera? ¿ A qué? ¿ A ver Francia?
- A la frontera del placer…..


Es con mucho la mejor frase que me han dicho nunca para ligar conmigo.

No funcionó, pero todavía me descojono cada vez que me acuerdo.

Hoy me he acordado mientras nadaba y sonaba esta canción en mi mp3 y casi me ahogo.
La frontera del placer...jajajajajajaja...




miércoles, 10 de marzo de 2010

MATERNITY (XLVII): Desmemoria

Los cerebros científicos de los ingenieros y demás chusma de ciencias son una maravilla de conocimientos, análisis y equilibrio, pero tienen una tara impresionante: no retienen datos fundamentales para la vida diaria. Sus neuronas viven en un baile de números y ecuaciones que les impide retener información básica, vital para el buen funcionamiento de la pareja y/o familia.

Los cerebros científicos empleados en la NASA tienen agudizado este problema de desmemoria porque están llenos de datos que incluyen las palabras: leilandi, hectárea, rendimientos, retroexcavadora, metros cúbicos, aprovechamientos, etc.

Los cerebros científicos no son tontos y no quieren parecerlo, así que para justificar esta falta de retentiva han acuñado la famosa frase: “a mí eso no me lo has dicho”.

Cuando inconscientemente decides reproducirte con un cerebro científico, es seguro que te verás abocado a una serie de discusiones interminables provocadas por esta tara en sus neuronas.

- Mañana hay que llevar al niño al médico.
- ¿Al médico? ¿Mañana?
La repetición de la frase formulada es signo inequívoco de lo que se avecina.
- A mí eso no me lo habías dicho.
- Claro que sí.
- No. Así que como no lo sabía, yo no puedo.

Una primera táctica para intentar solucionar este problema, son los carteles pegados con imanes en la nevera. “Lunes 15 reunión de padres en el colegio”. A ser posible en rojo o fosforito y siempre a la altura de la vista del cerebro científico.

- Mañana es la reunión de padres.
-
¿Qué reunión?
Alarma, alarma. Efecto Eco
- La de alcohólicos anónimos, no te jode. La del colegio.
- A mí eso no me lo has dicho.
- Te lo dije y además está en un cartel en la nevera.
- No pretenderás que mire lo que pone en la nevera.

La solución a este problema consiste en crear una carpeta en Outlook que ponga: “correos enviados al cerebro”. Es cómodo, es fácil y además sirve para decir: “TE LO DIJE. ADJUNTO TE ENVÍO EL CORREO DE HACE 2 SEMANAS”. A veces es conveniente activar la herramienta: aviso de lectura por el destinatario.

Mi cerebro científico considera que soy una exagerada y que él no es para nada así.

Hace un par de semanas, el ingeniero pasó una agradable mañana practicando la jardinería con las princezaz, especialmente con M, que es más agradecida. Durante esa jornada, el ingeniero dijo cosas..Sin contar con que las princezaz no han heredado su cerebro científico y por tanto tienen memoria.

- M, te voy a traer un poco de “comida para las plantas” para que lleves a tu clase.
- ¡¡¡Si!!


En los siguientes días.....

¿Has traído la comida para las plantas?
¿La comida para las plantas?
¿Has comprado la comida para las plantas?


Papii..acuérdate de la comida para las plantas.

M, dile al ama de llaves que me mande un correo para que no se me olvide.
Oh…festival del humor. Lo que me faltaba, ama de llaves y secretaria.

M. empezaba a desesperarse, pero es una chica de recursos. Como todavía no tiene correo electrónico recurrió a algo más personal para solucionar ella misma el problema neuronal del ingeniero.






¿A quién habrá salido esta niña?

martes, 9 de marzo de 2010

EL JERSEY PRIVATA Y LOS LEVIS

Cuando teníamos 16 años éramos imbéciles y absurdos y estábamos llenos de inseguridades. Tratábamos de parecer “alguien” o de que los demás creyéramos que éramos "alguien" intentando parecernos a los demás. Ese intento pasaba por llevar todos el mismo jersey, los pantalones de la misma marca, escuchar la misma música y comprarnos todos lo mismo.

Siempre había uno que era el primero en tener ese adminículo que marcaba la diferencia entre ser alguien o no serlo.

Era patético e inevitable.

Con el tiempo, algunos aprendimos que no eres lo que tienes sino lo que seas. Uy, esto ha sonado muy de blog de filosofía barata. A ver, quiero decir que lo que tengas no enmascara que seas un merluzo, un capullo o una completa mema.

Como digo, sólo lo aprendimos algunos. Los otros siguen en ese rollo, alcanzando cimas de patetismo insospechadas.

- Moli, ¿eso es tuyo?
- ¿El qué? ¿El teléfono móvil que tengo en mi bandeja de la comida al lado del plato de macarrones que me estoy zampando? Pues sí, parece que sí.
- ¿Y por qué tienes el último modelo? ¿Se te ha roto el otro? ¿Lo has pedido?
- ¿Es el último modelo? NI puta idea. Me llamaron de sistemas y me dijeron que me lo cambiaban para que lo probara yo.
- Pero tú solo eres la mindundi de JS y yo soy el Jefe de los libros verdes.
- Ya, la vida es tannn injusta y además..¿para qué cojones quieres un teléfono último modelo si no sabes ni mandar sms? Es más, jamás coges el móvil de empresa..¿no crees que te basta y te sobra con ese? Si por mi fuera te daba un par de yogures atados con un hilo.

Empieza entonces un baile de gente lloriqueando por el móvil nuevo, porque claro si lo tengo yo lo quiere el de los libros verdes y si el de los libros verdes lo consigue el de los libros rojos echa humo de indignación y así en una cadena absurda.

- Moli, somos de “control de accesos”
- Ah sí. Las recepcionistas. Dime.
- Que acaba de llegar un nuevo experto que dice que le dejemos pasar el coche al parking de los guays.
- Dile que no. Que no tiene plaza.
- Dice que es el superexperto.
- Dile que como si es superman. Que no.

Al cabo de un par de horas el superexperto descubre que el Ibiza mugriento que hay en el parking de los guays es mío. Y en una maniobra que lamentablemente descubre lo bien que hará su trabajo en el futuro viene a lo que considera un sutil acercamiento.

- Moli, soy zutano el superexperto.
- MUY bien. Yo soy moli
(y tengo el culo pelado de ver a tíos como tú.)
- Es que verás, me han dicho que no tengo parking guay.
- Aha.
- Y claro, soy superjefe.
- Aha
- Y ahí al lado de tu coche… ¿porque TÚ SI TIENES PARKING GUAY, NO?..hay un sitio.
- Si, ES MI COCHE y SI HAY SITIO.
- Ya, y ¿con quién tengo que hablar para que me den parking?
- Con nadie. No te vamos a dar plaza. Tienes que aparcar fuera.
- Pero es que tengo un “supercochealucinantedejefe”
- Pues nada…lo dejas fuera y tan a gusto.

El tío se va agonizando por la plaza de parking en vez de ponerse a currar.

Cuando al cabo del tiempo se va uno jefe de libros verdes que casualmente tiene su plaza 5 metros más cerca de la puerta que los demás, empiezan a lloverme mails:
¿Puedo ocupar su plaza?
Me he torcido el pie...necesito estar más cerca.
Tengo coche nuevo y quiero verlo desde la ventana de mi despacho.
Yo llevo más tiempo que el de los rojos..Quiero la plaza del de azul.

Resulta que todos sus esfuerzos laborales van abocados a ver si consiguen una mejor plaza de parking. El rendimiento de los libros de colores se la sopla. Llegar pronto al curro les da igual. Estar localizables cuando se les necesita es misión imposible..pero si hay que pegarse por una plaza de parking, pierden el culo.

Patético.

Quieren el último modelo de portátil aunque no sepan adjuntar un archivo a un correo, porque el de al lado tiene uno.
Quieren despacho para ellos solos, pero cuando se lo dan, no les gusta porque claro está lejos del “nucleodepoder”. Apuesto a que cuentan los pasos para comparar quien lo tiene más cerca.
Quieren comer con JS. No por comer con él, sino porque el de al lado comió y claro..ellos no quieren ser menos, aunque luego cuando se sienten con JS no sepan ni articular palabra.
Y así con todo….

Y me pongo de una mala leche que alucino. ¿ Cómo es posible que los pringados de la pandilla que lloraban por el puto jersey privata sigan siendo igual de imbéciles y encima sean jefes?


Joder, si pudiera decírselo a la cara renunciaba al móvil, el portátil y la plaza de parking de las narices.
Este post me ha quedado "muy de Gonzalo", pero que conste que no lo he copiado.