miércoles, 28 de octubre de 2009

LES LUTHIERS.- Premios Mastropiero

Mi semana culturetas ha finalizado (creo) con Les Luthiers.
Para mi..este fue el mejor trozo de la representación de ayer: la musa de la danza, ¿Terpsicore ó Ester Pictores?
Son espectaculares.

MATERNITY (XL): ¿ Quién se ha llevado mi magia?

¿Magia?

¿Dónde coño está la magia?

Se miraba en el espejo y no se reconocía. ¿Quién es esa tía con la cara amarilla y el pelo de punta? ¿Soy yo? Imposible. Bueno, a lo mejor en esto consistía la magia, en cambiar completamente de aspecto. Ella había pensando que sería a mejor, rollo pelo sedoso, mejillas sonrosadas y ojos brillantes de la emoción, pero lo mismo era al revés y por eso se veía como si tuviera ictericia, con los ojos arrasados en lágrimas y el pelo de estropajo.

"A mí me habían dicho que era un momento mágico. La gente me miente o yo no entiendo el concepto".


Volvió a la cama y se puso a recordar las últimas 24 horas.

Se lo esperaban, claro, no era sorpresa. Se despertó con una molestia y pensó: “ vaya... lo mismo es esto”. Volvió a dormirse. Al rato otra vez, uy uy uy... sí que va a ser esto. Aguantó un par de horas antes de despertarle: cariño, creo que esto como retortijones deben ser contracciones. Él con su mentalidad cuadriculada, se desperezó y le dijo: ¿crees? ¿cada cuanto son? voy a por un cuaderno.

Ella sabía que no iba a ser ni tan malo como en las pelis, en plan sudando como una cerda agarrada al cabecero de barrotes de la cama y con los ojos apunto de estrellarse contra el techo, ni tampoco una situación mística de comunicación con la naturaleza pero, en fin, esperaba algo más trascendente que unos retortijones.

Pensó que lo mismo al llegar al hospital el tema se encarrilaba y le encontraba la "magia" al milagro de la vida.

A las 5 de la mañana, él decidió que era buen momento, "no vamos a coger atasco" y se marcharon para el hospital. Como era vísperas de Navidad todo el personal de la clínica estaba de fiesta y al que le había tocado currar estaba de un humor curioso, un humor hostil para ser más exactos.

- ¿A qué esperabas guapa? -le dijo la matrona- ¿a tenerlo en tu casa?

- Pues mire, no tengo ni idea. Lo mismo le sorprende pero ES MI PRIMER PARTO.

Habían empezado mal, aquello no era mágico y el enema que había que ponerse luego tampoco parecía indicado para elevar el glamour del momento. Pensó, que lo mismo cuando estuviera en la sala de dilatación sola con él, se mirarían a los ojos, se darían cuenta de la trascendencia del momento y surgiría la magia de saberse próximos a la paternidad.

Pero tampoco.

Él entabló una curiosa conversación con el enfermero sobre el funcionamiento de los monitores fetales y los problemas de aparcamiento en la zona de la clínica. Ella sencillamente pensó que a lo mejor la magia de verdad era en el paritorio. Al cabo de una hora, él dijo: uy... son las casi las 8, me voy a ir a cambiar el coche de sitio que si no me van a poner una multa de la hora."

- ¿Te vas a ir a cambiar el coche AHORAAAAA?

- Hombre, es que son 90 euros. Esto va para largo, voy, aparco y vuelvo. Ni te vas a enterar que me he ido.

- Esto va para largo, esto va para largo... ¿TÚ QUE SABES????

Por supuesto a los 3 minutos llegó el médico y dijo: vamos para adentro... ¿dónde está él?

- Se ha ido a aparcar.

- ¿Cómo?

- Da igual... vamos a ver si encuentro la magia del momento de una puñetera vez... que si me llegan a contar esto... valiente la hora en que me ponía a reproducirme.

Nada más entrar se dio cuenta de que la gente mentía muchísimo. Allí, en el paritorio, no iba a haber magia de ninguna de las maneras. Una sala fría, en pelotas, en la postura más humillante que jamás te puedas imaginar y con gente entrando y saliendo comentando una fiesta de navidad:

- ¿Qué tal? ¿A qué hora te has acostado?
- Pues hace nada... 2 horitas... Fulano acaba de llegar.
- ¿Se había terminado la barra libre?

Ella decidió que lo mejor era dejarse llevar, el marido aparcando, el médico a lo suyo por los bajos, la gente comentando la jugada... no podía ser peor... pero una vez más se equivocaba.

- Súbete encima de ella que está muy arriba y no sale.
- ¿ENCIMA DE QUIEN?

Dos minutos después, le dijeron:

-Es una niña.

Y acto seguido

-No te preocupes guapa, que este médico cose que da gusto.

Ahora, 24 horas después, mientras el pequeño gollum gris dormía en la cuna y él roncaba en la cama del acompañante pensó que lo de la magia se lo iba a tener que currar muchísimo.

Publicado originalmente en El Bloggercedario.

martes, 27 de octubre de 2009

EQUIPACION PISCINERA

Soy el antideporte en persona. Me parece un coñazo, una pérdida de tiempo y aburrido hasta el infinito, pero nado y me gusta. Cuando empecé a nadar en serio, unas 3 veces por semana, hace 5 años, no tenía ninguna confianza en mi fuerza de voluntad y en mi constancia para mantener ese hábito.

A esta falta de confianza por mi parte se sumaba la del ingeniero que cuando le comenté que pensaba ir a nadar, me miró desde las alturas y me dijo: pero ¿vas a ir más de una vez?

Por otro lado me horroriza la gente que va a hacer deporte y parece Barbiesportwoman”, es decir, va con el modelo adecuado a la actividad deportiva en cuestión, tienen zapatillas de correr, zapatillas de paddel, pantalones de correr, pantalones de bici, camiseta térmica de manga larga, camiseta de tirantes para el gimnasio y blablablabla.

La falta de confianza, mi animadversión hacia la moda deportiva y mi poca pasta, me hicieron ir a nadar con el mínimo equipo imprescindible, esto es: mochila del ingeniero del año de Maricastaña, bañador normal de playa, gafas y forro guarrero de Decathlon y toalla espantosa con el logotipo de la empresa de libros por colores. ¡Ah si! , y unas chanclas que deben tener 15 años.

Con esa pinta inmunda empecé a ir a nadar. Voy a una piscina en un polígono industrial en una ciudad de provincias, es decir, que el glamour y el estilismo natatorio no tienen mucho público ahí, pero aún así yo era todo un espectáculo. Me daba igual, porque la verdad es que una vez que te metes en la piscina nadie te mira, algunos te intentan meter mano, pero mirarte no te miran. La pena fue que a mi compañera de piscina, M, no le molaba mi pinta porque ella es todo lo contrario que yo, y se empeñó en mejorar mi aspecto piscinero.

El interés de M. por mi aspecto y mi cada vez mayor afición a la piscina me hicieron ir mejorando mi equipación. Lo primero que desapareció fue la mochila viejuna, me hice con una bolsa de marca superestupenda en la que cabía todo sin tener que sentarme encima, ahora mismo incluso esa bolsa ha pasado a mejor vida y tengo una que es el colmo del estilismo. Es tan mona que cuando la gente la ve en mi despacho me dicen: ¿ es para regalar?

Luego tiré la toalla espantosa de mi empresa y me regalaron una color..¿morado? ¿púrpura? No sé, tengo un gen xy que me incapacita para describir colores más allá de los básicos, no sé lo que es turquesa, ni verde botella, ni verde loro y no sé que diferencia hay entre púrpura y morado, ni entre crema y beige, pero la toalla es bonita y por supuesto, tampoco parece mía.



También tengo ahora un pulsómetro superguay, que me dice lo deprisa que nado y lo que se me acelera el corazón que no sé muy bien para que sirve pero que mola mucho.

De mi época cutre mantengo el gorro y las chanclas. El gorro creo que tengo que cambiarlo, me parece que las manchas negras son moho.

Tengo también unas gafas nuevas escogidas de la parte de las caras en el estante del Decathlon y que normalmente consigo ajustarme en el largo nº 7, lo que es todo un record porque las anteriores acababa quitándomelas y pegando golpes a la escalerilla con ellas mientras lloraba.

Ah si, se me olvidaba lo más importante, el bañador. He tenido durante 9 meses un bañador de una supermarca, superdeportivo y que literalmente tenía que embutirme con calzador. Era estupendo y muy estiloso pero lamentablemente empezó a clarear allí donde era más importante que no clareara. Permanecí ajena a este curioso fenómeno de desaparición del tejido en zona pectoral y entrepierna hasta que un día me dí cuenta de que los tios dejaban de nadar cuando yo entraba..me miré a contraluz y era como ir en bolas. Maravilloso.

Ahora llevo uno cutre que no es de supermarca y me tapa algo. Eso sí, he perdido admiradores.

¿ A qué viene este repaso a mi superequipación deportiva? Porque tengo un nuevo gadget del que estoy completamente enamorada: un mp3 para nadar. Es mi nuevo más mejor amigo. Antes nadaba e iba mirando el fondo de la piscina con la cabeza dando vueltas a cualquier gilipollez de las miles que se me ocurren al día, ahora ya no. Me he enganchado el mp3 a las gafas, te pones los auriculares, saltas a la piscina y ahí estás nadando al ritmo de la música que te gusta. No oyes los chapoteos, ni tus pensamientos ni nada..sólo música y la brazada. Un gustazo.

Me encanta mi nuevo gadget, lo único malo es que pierdo la cuenta de los largos que llevo.

Por cierto, gracias P. por el regalo.

domingo, 25 de octubre de 2009

QUIERO A DARÍN

Definitivamente mi semana y mi vida han mejorado muchísimo desde que el viernes puse un pié fuera de la región donde me gano la vida.

Ayer Spamalot y un gin tonic, ( me trajeron a casa de los pelos).

Hoy he ido al cine, buena compañía, media botella de vino y una peli que tiene todo lo que le falta a la última que fui a ver, a la sazón: una buena historia que contar, que te interese desde el minuto 1, unos actores que interpretan, un reparto espectacular, una tensión amorosa que pone los pelos de punta y a Ricardo Darín.


¿Cómo se puede ser tan normal y tan atractivo?


" El secreto de sus ojos" me ha encantado. No puedo decir más. Soy mejor con la crítica destructiva.