jueves, 4 de diciembre de 2008

MAS BRUCE: TENTH AVENUE FREEZE OUT

Se hace de noche. Hace frío. Hay niebla. Todo lo que me gusta. Y para completar esta tarde perfecta,´algo para animarme y ponerme a bailar, algo que siempre funciona:
Con ustedes Bruce Springsteen y la E Street Band.
Tenth Avenue Freeze Out.

TRASTOS PERENNES

Mi madre dice que tiro todo. G. que no tiro nada.

Desde que tenía 3 años llevo colgando una medalla de la Virgen del Pilar. Es redonda, pequeña, y no especialmente bonita. Creo que era de mi abuelo paterno pero tampoco lo sé seguro. Cuando era pequeña, supongo que tenía el cuello más fino, y la cadena de la que cuelga me quedaba más larga, me pasaba el día mordíendola. Está cochambrosa pero la llevo siempre.

En toda mi vida habré estado sin ella un mes como mucho. Siempre pienso que si muriera en el típico accidente trágico me reconocerían por ella, en plan en la mesa del depósito con mi medallita colgando. ( Cuanto mal me ha hecho CSI) . Tiene el record de permanencia conmigo.

Cuando cumplí 7 años mi compañera Mar Jaureguizar me regaló una estantería de falsa madera con unos platitos de diferentes tamaños de color crema que tenían dibujada una niña como la de La Casa de la Pradera. Contra todo pronóstico, esos platos siguen en mi vida..es más..se los acabo de regalar a mis hijas.
En ese cumpleaños, mi madre me regaló el primer libro de la colección de Celia, todavía los tengo todos.

Cuando tenía la tierna y complicada edad de 12 años mi madre, en una jugada maestra, nos mandó a los 3 mayores a un campamento de un mes, con los jesuitas en Comillas. Como en el Norte hace rasca incluso en julio, me compró una sudadera crecedera..es decir me llegaba por las rodillas. Tras 15 días de lluvia continuada y de no quitarme la sudadera ni para dormir tuve que lavarla, y fue estupendo porque encogió muchísimo y me quedaba perfecta. Estaba yo encantada con ella.

Es azulona con un dibujo muy pequeño de un gato en el pecho y pone “Cool Cat”. Nótese que digo “ es”..porque la sigo teniendo. He estudiado toda la carrera con ella y la he rescatado en innumerables ocasiones de la basura. En esto G. y mi madre coinciden: “tírala, es asquerosa y además te está canija”. ( Desde los 12 años he crecido algo, poco pero algo).

Diciembre de 2005. Mi primer viaje a NY. Con la idea de tirar la de Cool Cat, me compré una gris que pone NY. Ahora tengo las dos.

19 de diciembre de 1996, abrí mi cuenta en Hotmail. Lo que quiere decir que tengo la misma dirección de correo desde hace 12 años. Todo un record. Nunca se me ha desactivado ni caducado.

Tengo este trabajo desde hace exactamente 8 años y 2 días y una hipoteca por otros 32 años.

Definitivamente estoy con G.: no tiro nada.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

ESTA BONITA ÉPOCA DEL AÑO:

Navidad. A mi me gusta. ( no me lapidéis)

Con esto no quiero decir que sea una talibán de las fiestas navideñas y me pase desde el 1 de diciembre con la casa decorada de rojo, papel higiénico con los renos de Papa Noel y villancicos como banda sonora de mi vida. Nada más lejos de la realidad, pero en general la Navidad no me desagrada, hay muchas cosas que me molan..y otras que no.

Me gustan las luces de Navidad, son bonitas, me dan buen rollo. No me gusta que las enciendan el 1 de diciembre, pierden gracia, te acostumbras y al final te acabas aburriendo, como pasa con todo.

Odio el mundo tarjeta navideña. En breve en el trabajo me veré sepultada por cientos de “christmas” que la gente manda a mi jefe. . Los “christmas” hacen ilusión si son personalizados. Si son un tarjetón horripilante firmado por el Presidente de la Asociación de Mancos viticultores de Talamanca de Abajo, pues aparte de no hacer ilusión es que no hay necesidad. Por culpa de todos estos descerebrados con mucho tiempo libre me paso la mitad del día poniendo "felicidades. Un fuerte abrazo", ensobrando y pegando…apasionante.

Los que recibes en tu casa del Banco, de Gas Natural y de Iberdrola, esos me ponen de mal humor. No me jodas que me deseas feliz navidad…falso que eres un falso. Y además mucho desarrollo sostenible y mucho “somos verdes” y a desforestar la amazonia con todo ese papel absurdo.

Los “detalles navideños”. Al curro llegan muchísimos regalos para mi jefe. Hacia el 20 de diciembre o así, solo puedo salir de detrás de mi mesa saltando por encima de ella de todos los que tengo acumulados. Es incómodo si, pero merece la pena porque siempre me cae algo..un jamoncito, una cajita de vino, un lote de pelis…a ver si este año con un poco de suerte me cae un Ipod.

Me gusta la lombarda y la pularda rellena. A pesar de que no me mola comer pájaro que parezca pájaro porque no me gusta jugar a “Operación” con la comida, la pularda me encanta porque está deshuesadita y no hay que empezar a pulir huesos para comer algo.

Odio los dulces navideños: turrón, polvorón, mazapán, mantecados, garrapiñadas, roscos de vino, anguilas de mazapán..puagh, puagh, puagh. Roscón de Reyes tampoco, ¿se ha visto alguna vez un bollo más soso?.

Me gusta la Nochebuena y el día de Reyes.
Sufro en Fin de Año y Año Nuevo, no me molan, me dan mal rollo y me pongo triste. Eso sí, me encanta tragarme el Concierto de Año Nuevo en la tele. Si tuviera pasta sería algo que iría a ver en directo con todos esos chinos millonarios que abarrotan la sala.

En Navidad en la tele, con un poco de suerte encuentras algo que ver. Gracias a que las teles ponen sus mejores películas, cuando estás con el empacho de comida tienes algo entretenido que ver y que no necesita riego cerebral ( toda tu sangre está en la digestión ).¿ Quien se resiste a tragarse Indiana Jones y la ultima cruzada a las 6 de la tarde el día de navidad?.

Eso si, no entiendo a quien se le ocurrió retransmitir la Lotería, me parece aburridísimo. Claro que a lo mejor es culpa es mía, porque no entiendo el sorteo. Para mi consiste en niños prepúberes, con aspecto no de no querer estar ahí, gritando como energúmenos y ensartando bolas en unos alambres, mientras frikis con amuletos y periodistas con micrófonos abarrotan la sala.

Los anuncios navideños no me gustan. Los de perfumes de tías siempre están protagonizados o por una tía con pinta de puta misteriosa o por una Lolita virginal en busca de un follador lascivo. ¿ De verdad que alguien compra perfumes con esos anuncios?.

Al final va a resultar que no me gusta la Navidad…y me ahorro la lapidación.

martes, 2 de diciembre de 2008

EL INVIERNO

Ha llegado diciembre, no queda nada para qué de verdad sea invierno. Llega el solsticio de no se qué, que tampoco sé muy bien qué día es, la ciencia no es lo mío. Y si, es invierno porque los rayos del sol inciden no sé como porque la trayectoria es no se qué…me da igual.

Me encanta. He decidido que mis meses preferidos del año son octubre, diciembre y febrero. Los demás me son indiferentes quitando abril, mayo y junio que los odio.

Me gusta el invierno básicamente porque adoro el frío. Tiene muchas ventajas frente al calor. Te abrigas y dejas de pasarlo. No sudas y no hueles mal. La depilación deja de ser una prioridad diaria.

Me favorecen los gorros.

No hay nadie por la calle. Te cruzas con gente que no sabe apreciar la belleza del invierno, van corriendo. Lo bueno es que no hablan a gritos por teléfono porque está ateridos de frío y con los guantes no se puede teclear y llevan los cascos tan enterrados dentro del gorro, la bufanda y el cuello del abrigo que no se oye su música atronadora.

Me encanta la nieve. Me gusta ver como cae y como se pone todo blanco. Andar por ella y escuchar como cruje. El cielo azul y un frío espantoso, de esos que sales a pasear y sientes como se te congelan los mocos y la nariz se pone roja.

Me gusta conducir de noche en invierno. Incluso si hay atasco, lo prefiero al del verano, solo ves luces rojas y oscuridad, no sabes cuanto queda. Mucho mejor que recocerte a 40 grados con el sol pegando de pleno, temiendo que el coche se caliente y viendo la distancia que queda.

Me gusta ponerme un jersey gordísimo y unos calcetines rojos con vacas que tengo y que te mantienen los pies calientes siempre.

Me encanta pisar charcos.

Me mola el viento aunque confieso que mi umbral de tolerancia a él no es excesivo, así que me gusta verlo desde casa.

La niebla no me incomoda, ni siquiera para conducir, me parece hasta romántica (esto debería hacérmelo mirar).

Me encanta levantarme y que haga mucho frío. Desayunar y volverme a meter en la cama a leer muy bien tapada. En verano las sábanas estan arrugadas del sudor y es asqueroso, no apetece.

Me gusta mucho más ir a la piscina con frío que con calor. Nadar en agua calentita mientras fuera llueve o nieva. Me da igual salir a la calle con le pelo mojado, como no puedo ponerme mala….


En el invierno hay silencio y aunque yo no pare de rajar, eso me encanta.