viernes, 7 de diciembre de 2012

ANTONIO



Antonio es un padre que a mí siempre me pareció un abuelo. Antonio es Jaén. Es saber que los olivos se llaman las olivas. Es aprender que se puede hablar todo con la a. Antonio es la medicina por profesión y la mecánica por vocación. Antonio es la curiosidad por aprender, de todo, cuando fuera…incluido a manejar internet con 80 años. Antonio es el primero que al ver a M en la cuna, hecha un gremlin gris y con una pelambrera negra como el carbón dijo: esta niña va a ser rubia. Yo me reí ¿pero como coño voy a tener yo una hija rubia?... pero tuvo razón.

Antonio es un señor con una chaqueta verde de punto al final de un pasillo. Antonio es ¿Qué pasa niña? Es una corbata llena de manchas que no conseguí que desapareciera del armario hasta que le regalamos otra, le quité la maldita corbata y me la llevé para tirarla en una papelera de la calle y que no pudiera recuperarla. 

Antonio es anchoas, es crema de cangrejo, es paté de mejillones y mis judías pintas. Antonio es ser religioso, es tener una fe a prueba de bombas y también muchas risas a costa de ella. Antonio es viajar siempre con aceite de oliva virgen y vino. Antonio es una casa de muñecas construida con todo el esmero del mundo. Antonio es curarte un corte con loctite. Antonio es amor infinito hacia laz princezaz. Es desvivirse por encontrar algo que coma M y que le guste. Antonio es trinaranjus de limón que compra para mí. Antonio es sacarme de mis casillas por ser capaz de recorrerse el rastro para comprar una pieza para reparar el molino del Belén cuando el molino del Belén entero costaba 5 euros. Antonio es un Diógenes peculiar, cada motor, cada tornillo, cada alambre, cada herramienta, cada cable tienen  que guardarse por si acaso. 

-      ¿Por si acaso qué? ¿Llega una increíble demanda de cachivaches inservibles? - le digo yo.
-      -   Nunca se sabe, niña.- me contesta él. 

Antonio es una de las más divertidas anécdotas que cuento siempre.


-        -Niña, nos vamos a Taiwán de misioneros.

-        -¿De misioneros? ¿con 80 años?

-      -  Si, ya sabes, es lo que nos toca ahora...

-        -No, no lo sé pero si es lo que os mola, por mi estupendo...pero ¿A TAIWAN??

-   - Eso ha sido un error. Yo quería irme a un sitio donde hablaran español. Estaban repartiendo los destinos en asamblea, anunciaron “médico para Perú”...y yo le dije a Pilar...” venga ahora nos levantamos...que esto es lo nuestro, medicina en Perú”...ella se puso a decirme no se qué, discutimos  y para cuando nos levantamos nos dijeron: Estupendo, Antonio y Pilar se presentan voluntarios para ir a Taiwan a cuidar una casa parroquial.

-       -Jajajajaja, me lo imagino perfectamente ¿No podíais decir que no?

-       -Si Dios lo ha querido así por algo será...pero una cosa te digo...no sé yo como vamos a enterarnos allí de nada y a saber lo que comen. 

Antonio es una fortaleza y un pundonor que te deja sin palabras. 

Antonio es el pelo blanco,  es unas orejas grandes, unas manos llenas de experiencia y unos ojos bondadosos. 

Nunca supo que “la niña” tenía un blog y no creo que le hubiera gustado, pero hoy lo que (me) pasa es que Antonio ha muerto. Lloro por él, por el Ingeniero y por laz princezaz que ya no tienen abuelo.

No se me ocurre nadie mejor para la entrada 1111 de este blog.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

MOLINOS Y EL MESIAS



Todo el que me conoce sabe que no soy una persona muy cariñosa. Bueno, sí soy un poco pero no se me nota, es más lo suelo camuflar bajo toneladas de humor negro y sarcasmo, pero al final acaba haciendo cosas de muchísimo amor. 

Hace tres meses mi amiga Guada me mando un mail lleno de admiraciones y mayúsculas:

“Moli, ¡¡me han cogido para cantar en el coro del Mesías!! Estoy contentísima, es la ilusión de mi vida. El día 4 es el estreno. Tienes que venir. Tienes que venir. Tienes que venir. Tienes que venir”.
 
Teniendo en cuenta que quedaban un par de meses para el evento, utilice el recurso de las frases comodín (que también valen para mayores): “Estupendo Guada. Ya veremos”. 

Hace un mes salí con ella a cenar después de un ensayo. 

-Moli, tienes que venir. Es una pasada de obra. Es superemocionante…hoy en el ensayo me he hecho pis de la emoción.

-Guada tía...no te soporto y además no me creo nada.

-Te lo juro.

-Si vas a mearte el día de la representación...no voy.

-Moli...yo no meo.

-Ya veremos si voy. 

Unos días después:


-Moli, hoy a las 12 de la noche tienes que estar atenta para comprar las entradas que salen a la venta y se agotan enseguida.

-Vamos a ver, te adoro y eres muy amiga mía...pero yo no me paso la noche en vela para comprar entradas.

-¿Y si fueran para Bruce?

-Eso es distinto...

-¿A él le quieres más, no?

-No me preguntes cosas que no quieres saber...

-Pero vas a venir, ¿no??

-Ya veremos…

Al final, a través de una amiga más comprometida (y que no madruga) conseguimos las entradas. Ayer por la mañana después de mi madrugon infame y llorar mucho:

-Guada . ¿A qué hora empieza?

-A las 8 Moli...y luego nos vamos de GT.

-Bueno...vale... ¿cuanto dura?

-Como 4 horas.

-¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEE??? ¿4 HORAS???

-Si Moli… ¿qué pasa?

-¿4 horas? ¿A las 8 de la tarde? ¿Y si me duermo? ¿Y si me aburro?? ¿Hay descanso?
-¡Moli! No te vas a dormir y no te vas a aburrir porque es superemocionante…pero si no quieres venir…

Ese “si no quieres venir” sonó exactamente igual que cuando Molimadre me dice “haz lo que quieras...”, y se calla la segunda parte “qué te lo estaré echando en cara eternamente y le contaré a todo el mundo lo perra que eres”. 

Así que por amor a mi amiga, ayer después de un día infernal y asqueroso, dejé al Ingeniero y laz princezaz en una batalla campal que tenía algo  que ver con deberes de matemáticas, animales en inglés y el partido del Real Madrid y con mi abrigo de Caperucita Roja me fui al Auditorio. 

Estaba petado de gente intentando entrar. Todos éramos público cautivo, el coro lo formaban 400  amateurs que por supuesto habían jugado la baza de “Si no quieres venir” con todos sus conocidos. 

Confieso que no sabía lo que iba a ver. No sabía si era orquesta y coro, si había solitas, si era en latín, en italiano, en francés...no tenía ni pajolera idea. 

Para culturizaros un poquillo. Participaban en el concierto, La Cetra, una  orquesta de música barroca de Basilea y el coro que les acompañan. También había varios solitas: un tenor, un bajo, un alto y una soprano. La obra es en inglés y trata de...¡¡sorpresa! el Mesias. Se recitan o cantan distintos pasajes de la Biblia desde el Antiguo Testamento con los profetas que anuncian que habrá un Mesías, hasta el Apocalipsis. Los solistas y el coro se van alternando. 

Reconozco que flipe. No tengo oído, ni una sensibilidad artística espectacular para la música, el baile o la poesía. Reconozco que es una tara que tengo, pero me resulta difícil emocionarme con esas cosas y sin embargo ayer, sin darme cuenta tenía toda la piel erizada y me encontré estremecida por la música. 

No todo el tiempo. De vez en cuando perdía el hilo y me ponía a pensar en tonterías absurdas:

-     -Mmm...estos dos rastafaris que tengo delante... ¿Qué llevará a alguien a llevar tantas rastas? Parece la cabezade Medusa... ¿sabrá quien es Medusa? ¿y ella? Ella es una absurda, es lánguida, pero como lleva rastas en vez de pedir una guitarrita para cantar en bolas, le pega más el rollo “ dame un bongos que tengo ritmo”…yo pensé que la gracia de llevar rastas es que como ya te has destrozado el pelo para toda la vida y además sabes positivamente que estás horroroso, podías despreocuparte del pelo…y sin embargo ese tío se ha atusado más el peinado en 1 hora de lo que yo me lo he atusado en toda mi vida…

-       - Mmmm...los del coro profesional parecen jóvenes. ¿Por qué se dedicaran a cantar? ¿En Basilea se podrá vivir de ser profesional en un coro? ¿Y cuanto les pagarán? ¿Saldrán siempre a la calle con bufanda? ¿Se aburrirán de cantar siempre lo mismo? Llevan unos libretos supergordos... ¿se les cansarán los brazos? 

-       - Mmm, no me gusta la soprano, es superflaquérrima y superintensa. ¿Por qué saca jaboneras al cantar? Tiene pinta de tomar flores de Bach, apestar la casa a incienso, llevar ropa con flores estampadas y tener gato…dos gatos. 

-      - Uy... ¿ese qué sale ahora quién es?? Madredelamorhermoso Ha llegado el Mesias. ..¡¡Es un clon de Xabi Alonso, un empotrador  con un factor de norueguismoespectacular!!!!...mmmmm...Y toca la trompeta…mmmm...Me lo estoy imaginando, en una cabañita en el bosque, con un jersey de cuello vuelto negro, la chimenea, sin jersey de cuello vuelto…mmmm...y además tiene un hobby. Si se pone pesado le puedo decir: Thomas, sal con la trompeta al bosque a ahuyentar lobos.

Pero vamos, el Mesías espectacular, mi amiga Guada lo hizo genial, fue toda una experiencia y yo soy una amiga fabulosa y muy sacrificada.  

lunes, 3 de diciembre de 2012

12 AÑOS

12 años llevo en los libros de colores. Uno detrás de otro desde el 1 de diciembre del 2000.

He tenido mucha suerte.

He tenido un trabajo chulo. Ha sido agotador, estresante, aburrido, cansino, divertido, estimulante, absurdo, extraño, ridículo, extravagante, emocionante, espantoso, apabullante, agotador, increíblemente enriquecedor y muy curioso.

He conocido muchísima gente, una cantidad increíble de personas han pasado por mi vida en estos doce años. Personas extremadamente inteligentes con las que trabajar ha sido un auténtico placer. Personas extremadamente imbéciles con las que currar fue una absoluta tortura y una prueba durísima para mi paciencia. He conocido gente muy triste y gente con unos egos tan grandes que no daba crédito. He conocido a gente maravillosa con la que me he reído hasta llorar y tener agujetas. He conocido personas tan absolutamente simples que tenía que agarrarme a la silla para no pegarles. He conocido mentirosos compulsivos a los que cuando les exhibías su mentira ante los ojos se quedaban tan anchos. He conocido manipuladores profesionales. He conocido a completos gilipollas a los que me daban ganas de escupir. He conocido a muchos completamente inmunes a mi ironía que me miraban con ojos de foca monje. He conocido a profesionales maravillosos que tuvieron la amabilidad de perder su tiempo explicándome cosas que yo no sabía. He conocido a gurús llenos de prestigio profesional que en persona eran un bluf. He conocido a completos gilipollas que se creían el centro del universo.

He aprendido muchísimo. He aprendido a colocar un libro verde para que funcione, he aprendido a desechar libros rojos con solo un vistazo, sé cómo comprarlos, cómo medirlos, sé qué no hay que hacer con ellos. He aprendido a estar calladita esperando mi momento. He aprendido cuando tengo que ser transparente y cuando me tengo que hacer tan visible como un muro de hormigón. He aprendido que lo qué me gusta a mí, no le tiene porqué gustar a todo el mundo. He aprendido que cuando crees que sabes mucho de algo siempre puede llegar alguien que sepa más que tú y seguir aprendiendo. He aprendido a intentar (conseguirlo todavía no) controlar mi lengua y no soltar lo primero que se me pasa por la cabeza. He aprendido a ser medianamente diplomática. He aprendido a que mis animadversiones personales no interfieran en una relación laboral. He aprendido a que hay que trabajar duro para que algo salga bien…pero que puede no salir bien. He aprendido a estar alerta para que nadie se aproveche de tu trabajo a tu costa. He aprendido a pedir perdón cuando he metido la gamba. He aprendido a sentirme orgullosa de mi curro. He aprendido a defenderlo.

He disfrutado, he aprendido, me he reído, he llorado, me he emocionado, me he cabreado como una mona, me he ilusionado como una niña, he hecho el ridículo más espantoso, he sido malvada, me he vengado, he aprendido un montón de cosas sobre la vida y sobre mí misma.

Ahora ya no hay nada de eso.

Los libros de colores son un agujero negro, la nada absoluta.  No lo llevo bien. De hecho lo llevo de puta angustia,. A veces no puedo más, pero casi no se nota porque me escondo detrás del humor negro.  Cuando de verdad no puedo más, lloro en el coche, con mi llanto asqueroso hecho de sollozos y arcadas..y luego canto, a voz en grito, No surrender.

Nunca pensé que estaría aquí 12 años.

Lo que más me aterra es seguir aquí dentro de otros 12. Aunque claro, lo reconozco, visualizarme con el pelo blanco en plan abuela cebolleta recibiendo la insignia de oro y metracrilato de los libros de colores por ser la empleada más antigua puede tener su gracia..


Este post es para todos los buenos que ya no están aquí, los que llegaron conmigo. Ya no queda ninguno. ¡Me habéis dejado sola..cabrones! Y para mis compañeros de la pradera…los últimos de filipinas.

viernes, 30 de noviembre de 2012

¿TÚ ERES MOLI?


- Moli, estoy pensando que es mejor que no ganaras.
- Vaya... ¿por qué? Por que la estatuilla era muy fea? ¿Por qué no necesito premios? ¿Por qué se me hubiera subido a la cabeza?
- ..er…no.
- ¿Entonces?
- Hombre, porque si ganas, todo el mundo sabría quién eres.
- Todo el mundo sabe quién soy. Todos los que me conocen saben que tengo un blog y los que no me conocen...les da igual.
- No, Moli...los que no te conocen quieren conocerte.
- ¿y cuál es el problema?
- Bueno...pues...que si te ven...ya sabes…te verán…y…esto...
- ¿se van a llevar una desilusión?
- …no quería decirlo así exactamente…pero sí...

Esta bonita conversación la tuve el domingo pasado con una amiga. Y además de  provocarme muchas risas y algunas dudas sobre mi aspecto,  me ha sugerido un post.

¿Qué se siente al conocer a alguien a través del blog? Como no puedo hablar de lo que siente un descerebrado, lo voy a contar al revés... ¿Qué siento yo?

Es una sensación muy rara, porque en cierta manera estoy en inferioridad de condiciones si se puede decir así. De alguna manera es como una entrevista de trabajo dónde el otro tiene tu curriculum, ha googleado tu nombre y puede que incluso haya visto tu foto y tú no sabes nada.

Cuando conozco a un descerebrado siempre experimento lo mismo.

Primero viene la sorpresa porque alguien tenga interés en conocerme. Es un poco raro, y no es falsa modestia, que alguien, un completo desconocido tenga interés en verme el careto, en hablar conmigo. Yo no sé quién es esa persona, ni siquiera sabía hasta ese mismo momento que me leía, que existía y de repente ahí está: ¿Tú eres Moli? Tenía muchas ganas de conocerte, te leo desde el principio. ¿Qué cara se pone a eso si no eres Halle Berry?

Segundo, un poco de timidez. Escribo el blog y me flipa hacerlo, pero no pienso en los que me leen después. Lo siento, pero cuando escribo no tengo a los descerebrados en la cabeza y cuando alguien aparece y dice “eh que yo te leo”, tomo de repente conciencia de esa lectura de mucha gente anónima todos los días, de esas más de mil quinientas lecturas al día.

Tercero, me acojona un poco esa conciencia.

Cuarto, siento el escaneo. El descerebrado que me lee se ha creado una imagen mental de mí o unas expectativas. Eso es inevitable y a pesar de que hay fotos mías y he dicho un millón de veces que soy una tía normal y corriente que pasa desapercibida en cualquier sitio, compruebo con asombro que siempre alguien que llega y dice..¡Pensé que eras rubia!!!...dato este que me deja estupefacta y dudando mucho de mi capacidad descriptiva. Así que me siento escaneada en plan peli: vaya es bajita, vaya es morena, vaya lleva el pelo corto, vaya mira muy fijamente…una sucesión de ¡vayas! que tienen que ir haciendo clic en la cabeza del descerebrado. No puedo cumplir todas las expectativas de las imágenes mentales de los descerebrados ni lo pretendo obviamente, pero vamos, soy una tía sensible y me jode desilusionar a alguien así que intento estar a la altura de las circunstancias dentro de mis posibilidades.

Quinto, hablo como si me quedaran 2 minutos de vida. La otra persona está intentando casar la imagen mental que tenía de Molinos con la chica canijilla que tiene delante. La única manera que tengo de demostrar que soy yo, es ser yo. Así que hablo, digo alguna tontería siempre de autoescarnio y sonrío. Es muy de autoayuda y coaching infernal, pero sonreír creyéndote que no tienes nervios…no te quita los nervios pero hace que el otro se entere menos de lo nerviosa que estás. Y el autoescarnio siempre se me ha dado bien.

Sexto, intento saber algo de ese descerebrado. Él sabe (casi) todo de mí, me lee, puede llevar leyéndome 5 años, puede que me siga en twitter y yo ni siquiera sabía que existía. Es un completo desconocido, tengo que hacer algo para saber quién es o cómo es. Por supuesto, empiezo despejando las dudas peligrosas: ¿ será un asesino en serie? ¿Será un fundamentalista de la maternidad? ¿Tendrá una conexión remota con Molimadre y le contará que estoy bebiendo GT como si fuera Sue Ellen? Despejadas estas dudas vitales, intento siempre preguntarle ¿Cómo llegaste al blog? Saber esto me genera mucha curiosidad y sin embargo nunca sé como preguntarlo, sonrío por si a ese descerebrado se le ocurre contármelo espontáneamente y la mayoría de las veces funciona: por un mail, por mi prima, por el post de Soraya, porque te lapidaban en un blog de fundamentalistas. Otras veces me decepcionan con su memoria de pez: no me acuerdo…y otras veces se hacen los interesantes: ya te lo contaré. Malditos.

A partir de aquí, ya me da igual, me relajo y digo...” esto es lo que hay...” En el 99 % de los casos conocer a un descerebrado ha sido una experiencia chula y divertida, tan chula y divertida que la mayoría se han convertido en amigos con los que me rio, charlo, han conocido a parte de mi vida 1.0, han estado en mi cumpleaños y se han emborrachado conmigo. Algunos incluso han venido a conciertos de Bruce conmigo. Toda una experiencia.

Así que sí, conocer descerebrados me estresa un poco pero mola mucho.

Lo único que no mola, es que en cuanto me ponen careto, los muy malditos dejan de comentar…