Nada…quedarnos en casa.
¡¡Bien!!!
Los niños tienen tiempo libre y como son niños no saben muy bien qué hacer con él. Igual que les enseñaste a dormir, a comer, a recoger sus cosas, a hablar y a hacer las tareas hay que enseñarles que se puede hacer con el tiempo libre, con las horas sin obligaciones que tienen.
Enseñar a los hijos a usar su tiempo libre puede parecer fácil, a mí, me parece fácil pero compruebo cada fin de semana como la gente ha perdido el norte completamente con este tema. Por otra parte, no sé de qué me sorprendo, igual que hay gente que hace cosas completamente ilógicas para enseñar a sus hijos a dormir o a comer...hay gente que hace absurdeces con el tiempo libre de sus churumbeles.
Padres con un hobby o afición.
Pasan por alto completamente qué cosas les gustan o les pueden gustar a sus hijos. Ellos son unos fanáticos de la escalada, el trekking, las compras, el tiro con arco o la petanca y deciden que a su descendencia le tiene que molar esa misma actividad, así que dedican horas del fin de semana a arrastrar a sus hijos a realizar esas actividades. Los resultados por supuesto son frustrantes para todos. Los padres descubren que compartir la bici de montaña con sus hijos mientras estos berrean y dicen que no se quieren poner el casco y que se quieren ir a casa…dificulta mucho el disfrute de ese momento. Los niños por su parte lloran y se cabrean y asociarán de por vida la bici con hacer algo que no les gusta. La culpa por supuesto es de los padres, que a ti te guste hacer algo no quiere decir que a tus hijos les mole. Por mucho que sean “tus hijos”, son personas distintas a ti, con sus gustos personales. Es buena idea enseñarles lo que te gusta a ti...pero hay que pensar que lo mismo lo odian. Hay que dejar que descubran que les gusta y estar preparado para que sea algo que a ti no te mole nada.
Padres fanes.
Dejan de lado cualquier actividad que a ellos les apetezca a favor de convertirse en fans de lo que les gusta a sus hijos. Lo mismo que antes pero al revés. Si a tu hijo le fascina el ballet, el hockey sobre patines o los cantos regionales…está muy bien que le acompañes a los campeonatos, los concursos o los partidos…pero manteniendo un control sobre ello. NO puedes dejar que esa actividad colonice todo tu tiempo libre, no te puedes pasar el fin de semana yendo de un lado para otro para encajar entrenamientos, partidos, exhibiciones y demás…es absurdo y te ocurrirá como a tus hijos en el ejemplo anterior. Odiarás esa actividad que hacen tus hijos, irás cabreado y mosqueado permanentemente y les arruinarás a tus hijos el disfrute de eso que les mola, porque no son tontos y notan que vas a disgusto.
Padres agenda de eventos.
¿Qué haces el fin de semana?
El viernes recojo a los niños del colegio, los voy a llevar a merendar y a la bolera. El sábado por la mañana vamos a patinar al Retiro y por la tarde al cine. El domingo comemos con sus amiguitos del colegio y por la tarde vamos a ir al espectáculo de magia superchupi que saqué entradas hace 3 meses.
Me agoto solo de pensarlo. A esos padres no se les ocurre que apabullar a sus descendientes con todas esas actividades hace que no valoren lo que mola cada actividad por separado. Si tú acabas agotado de ir, venir...entrar y salir... ¿que te hace pensar que tus hijos estarán tan en éxtasis con esa agenda de eventos que no pensaran el suicidio?
Absurdo.
El tiempo libre se llama libre precisamente porque no hay obligaciones. Es tiempo en el que no tienes nada que hacer. Puedes emplearlo en lo que quieras, en hacer lo que te guste o en no hacer nada.
No tener nada que hacer que venga impuesto por una fuerza externa como los padres, sirve para que los niños aprendan a disfrutar de ese tiempo. No digo que no haya que jugar con ellos, claro que sí. Juegas con ellos o cocinas, o vas al parque o al teatro o a nadar o a montar en bici…y lo disfrutas tú y lo disfrutan ellos...pero luego vuelves a casa y hay que enseñarles a hacer cosas sin ti, a que pueden hacer cosas superchulas sin ti. Dejarles tiempo para que se “aburran” les hace buscarse la vida, jugar de otra manera, dedicarse a imaginar cosas que si están contigo corriendo de un lado a otro o jugando a lo que sea no surgirían porque tú no tienes ya 6 años y la época en que a ti se te ocurría construir una nave espacial con cocodrilos verdes que se comían a los clicks ha pasado. La edad en que te sentabas y escribías una obra de teatro sobre una princeza que lloraba en una torre...ya ha pasado. Y tiene que ser así…tienes que dejarles que piensen “me aburro”...para de ahí…inventar algo que hacer, descubrir qué hacer con ese tiempo que les guste y les mole.
Hay miles de cosas chulas para hacer con ellos, pero no tienen que ser todas a la vez y no todas tienen que ser costumbre, porque todos lo sabemos...no hay nada como acostumbrarse a algo para que pierda la magia.
Si tú como padre les organizas su tiempo libre y estás siempre encima de ellos impedirás que sepan hacer uso de él por si solos. Es igual que si les acostumbras a dormir contigo o a que mientras comen tu bailas la jota o cantas la banda sonora de Bob Esponja….jamás aprenderán a dormir solos o a comer sin tenerte a ti haciendo el gilipollas. Enfrentarles a ratos sin nada que hacer y sin ti…les hace aprender a usar ese tiempo libre, puede costarles al principio pero aprenderán a hacerlo. Los niños son listos si sus padres no los joden.
Otra cuestión es que todos necesitamos tiempo libre para nuestro disfrute personal. Seguro que hay mucha gente que dice eso tan políticamente correcto de “a mí lo que más me gusta es estar con mis hijos en mi tiempo libre”…pero yo no me lo creo. Estar un rato o mucho rato con ellos es estupendo…pasar TODO tu tiempo libre con ellos sin tener ni un ratito para ti solo…no mola nada y además empobrece tu relación con ellos, contigo mismo y con el mundo. Que tus hijos vean que estás un rato leyendo mientras ellos juegan a las tiendas, padres y madres o construyen un barrio de lodo en el jardín no les hace pensar “mi mamá no me quiere”…eso es una estupidez y tampoco te hace ser un mal padre.
Otra cosa es que tú no sepas que hacer con tu tiempo libre, pero la culpa de que seas un aburrido, no es de tus hijos, déjales disfrutar del suyo y no se lo revientes.