jueves, 6 de octubre de 2011

TERAPIA DE LA HOSTILIDAD..ENÉSIMA VERSIÓN.

Este blog se llama Cosas que (me) pasan.

No se llama Todas las cosas que (me) pasan.

Por leer este blog nadie va a conocerme. Se puede hacer una idea, acertada o equivocada de cómo soy o como me tomo lo que me pasa o me deja de pasar, pero ni de lejos sabrá como es mi vida.

Este blog lo escribo porque me sale de los cojones y escribo lo que me apetece. Normalmente me salen cosas divertidas porque soy una tía divertida y porque aunque me esté cayendo mierda encima a mansalva por algún tipo de mecanismo extraño consigo casi siempre sacar el humor negro y tirar para delante. Alguien que me conoce dice que a veces soy un puto coñazo de “buenrrollismo”. Otras veces escribo cosas tristes o profundas de garrafón porque soy una tía que le da mil vueltas a la cabeza y lo pienso todo mucho y alguna vez llego a alguna conclusión medianamente interesante.

NI mi vida es un puto descojone permanente ni es un valle de lágrimas. Es como la de todos y aquí cuento lo que me apetece.

El blog me sirve de terapia, si escribo cosas divertidas o me fijo con mi mirada bloguera en las cosas que molan por lo menos por un rato dejo de ver las cosas que no molan tanto y de las que últimamente tengo una colección acojonante.

NI es el sitio, ni me apetece contar las movidas que (me) pueden pasar…y desde luego no me apetece que venga algún listillo de los cojones a leerme en diagonal y tocarme las narices con lo que puedo o no puedo frivolizar.

Acepto todas las críticas. No voy a decir que de palmas con las orejas porque por supuesto me encantaría que no las hubiera, pero no tengo problema cuando alguien me dice: no me ha gustado tu post, no me ha parecido gracioso o creo que te ha quedado lioso y podrías haberlo hecho mejor.

Lo que me jode es la crítica sin tener ni puta idea. Mmmm...ni siquiera es crítica...es un comentario idiota y fuera de lugar...lleno de demagogia y sabihondez.

¿No puedo escribir un post sobre escotes porque hay gente con complejos? ¿Y eso por qué? Es más… ¿acaso tú sabes si yo tengo o he tenido complejos? ¿Tú que sabes de mi vida? Si hay algo que me jode en la vida es un listillo prepotente.

¿Qué coño tiene que ver el cáncer de mama con mi post? ¿Tampoco puedo frivolizar sobre la maternidad porque hay gente que lamentablemente no puede tener hijos? Y déjame adivinar... ¿puedo frivolizar sobre shocks anafilácticos porque mi hija los ha tenido? ¿Y puedo tener humor negro sobre la muerte de un padre porque a mí me ha pasado? ¿Me vas a decir sobre qué o no puedo frivolizar? Basándote ¿en qué? en lo que me conoces….

Y tú ¿qué coño sabes?

Y no es que no aguante las críticas, fliparías con las cosas que aguanto. Si entras y dices: tu post me ha parecido una tontería y sin nada de gracia...diría...pues mira, voy a releerlo porque a lo mejor es verdad. Pero gilipollleces no.

Si solo vas a leer cosas que a ti te parecen políticamente correctas…cómprate el Telva y déjame en paz…que bastantes gililpollas tengo ahora en mi vida como para tener que aguantar soplapolleces demagógicas.

Y sí, estoy hasta los cojones.

Y sí, elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento.

Y sí, está muy feo entrar al trapo…pero es que lo que (me) pasa hoy es que estoy muy hasta los cojones…de todo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

ESCOTES

Hace más de un año hablé del maravilloso proceso por el que se llega a ser Melones o Fresas.

Cuando las tías descubrimos que tenemos pechos realmente no sabemos muy bien qué hacer con ellos. Para empezar no son nuestros pechos, sino que son pechos sin más. Queremos creer que son como los de las demás y que por tanto hay que usarlos igual.

Error, esas tetas son tuyas, para siempre jamás y por suerte o por desgracia no son como las de las demás.

Lo primero que hay que hacer es conocer lo que te ha tocado. Después hay que saber qué quieres hacer con eso.

¿Quieres hacer lo que todas?

¿Quieres que lo más importante cuando alguien te vea sean tus tetas?

¿Quieres que pasen desapercibidas? O su contrario ¿quieres algo más evidente?

¿Quieres integrarlas con el todo y usarlas solo para sorprender?

Normalmente todas las tías pasan por las tres etapas. Primero quieres hacer lo que hacen todas, luego dices “parece que esto les mola a los tíos y lo mismo son importantes para ligar”, luego querrías poder prescindir de ellas o que fueran más importantes y luego alcanzas la sabiduría suprema y aprendes a integrarlas y utilizarlas sacando el máximo provecho.

Para llegar a la sabiduría suprema el camino es largo y tortuoso, para unas más largo que para otras y hay algunas que se quedan encalladas en cualquier etapa previa y no las sacas de ahí jamás.

En esta categoría de tías encalladas en posiciones digamos poco cómodas, están las que no han aprendido a valorar el tamaño. No todo es tamaño pero es bastante fundamental. Esto es tan obvio que da vergüenza, pero todos los días veo con asombro e incredulidad a tías que desconocen el volumen de lo que tienen delante debajo de sus narices.

Si la naturaleza te ha dotado de dos fabulosos melones, no puedes pretender meterlos en una camiseta/vestido/blusa pensada para acomodar fresas. No digo que sea técnicamente imposible, pero es terriblemente desasosegante ver toda esa masa comprimida en un espacio tan pequeño. Perturba pensar en tanto músculo innecesariamente apretado. Y es inevitable imaginar que si tiene ese volumen apretado...como será cuando lo liberes…una marea de masa córporea un poco desagradable.

Si por el contrario tienes fresitas, querida, no te pongas un escote palabra de honor. Es mono, es estiloso, puede ser elegante...pero no con tus tetas. Con tus tetas lo que uno piensa es: ¿tendrá escarpias en vez de pezones? Porque si no no me explico cómo sujeta eso...mmm… ¿quizás con masilla reparadora?

Siguiendo con el tamaño, el escote mesonera es solo apto para medidas estándar. Una talla excesiva con escote mesonera dan ganas de dejar la cerveza encima…y una talla digamos escurrida dan ganas de jugar a la rana.

Es importante también valorar la separación entre tetas. No es estándar. Hay gente que tiene una autopista de 3 carriles y hay gente que tiene la separación justa para que quepa lo que tiene que caber. Según sea tu canalillo tendrás unas cosas a favor y otras en contra. Con una autopista será una idea atroz ponerte un escote en V pero no tendrás sudor de canalillo. Si por el contrario tus tetas convergen formando un escote molón y con el que probablemente podrías quitarle los huesos a las aceitunas, el escote en v es tu amigo, pero te pasaras de mayo a septiembre notando el sudor corriendo entre ellas. No se puede tener todo.

Otra cuestión fundamental es saber desde donde te salen, ¿son sobaquiles o de costilla? Fundamental que no te asome teta por la sisa de la camiseta...es horrible y completamente innecesario. Si tiene que asomar por alguna parte...que sea por el escote...jamás por el sobaco.

Todos tenemos un escote ideal. Todos sabemos cómo nos molan las tetas. Pero es como todo, te pasas la vida pensando que Gerard es tu hombre ideal y de repente te encuentras suspirando por uno bajito y con poco pelo.

La naturaleza es sabia.

Hay que aprender a jugar con lo que tienes.

Al final mola.

martes, 4 de octubre de 2011

LECTORES SILENCIOSOS

Hay muchísimos blogs y hay muchísimos lectores. Muchísimos.

Leer blogs es una actividad curiosa. No es prensa, no son noticias, no son libros, no son cine, no son música, no son enciclopedias, no son un consultorio, no son comics, no son diarios, no son estudios exhaustivos sobre un tema, no son un álbum de fotos y son todas esas cosas a la vez.

Se llega a leer un blog por caminos inescrutables: porque un amigo ha abierto uno, porque alguien te ha recomendado otro, porque haces una búsqueda en google y te sale como una de las primeras opciones, porque lees un comentario que te llama la atención en algún otro blog y quieres saber quién hay detrás de esa opinión, porque te obsesionas con un tema y rebuscas en la red para saber que se ha escrito sobre ese tema…y se llega saltando de uno a otro en una espiral en la que como no hayas dejado miguitas ( en este caso lo metas en favoritos o en el Reader) está complicado que seas capaz de volver a llegar.

Leer un blog puede provocar muchos efectos: puede hacerte aprender, puede cabrearte hasta el infinito, puedo hacerte reír a carcajadas, puede hacerte sacar tu lista de libros pendientes y apuntar recomendaciones, puede hacerte aprender alguna cosa, puede hacerte pensar y puede provocarte muchísima curiosidad sobre la persona que hay detrás de ese blog.

Se empieza a leer un blog por carambola y se sigue leyendo por curiosidad, interés o por afinidad. Uno empieza con precaución, algo como “Vale si, este post mola...pero a ver el próximo”, por supuesto uno quiere que esa primera impresión que ha tenido con el blog, sea la que sea…sea por que ha aprendido, reido, pensado o lo que sea…sea cierta. A nadie le mola darse cuenta de que se ha equivocado, nos mola confiar en nuestro instinto y nuestras primeras impresiones.

Si la primera impresión se confirma con el tiempo, se establece una especie de vínculo con el blog. Es como cuando te mola una serie y esperas el siguiente capítulo con ansiedad. Eso pasa con los blogs, esperas la siguiente actualización con impaciencia y si no llega lo echas de menos. En casos extremos hay gente que desarrolla un poquito de ansiedad y se desliza por pensamientos del tipo: ¿y si ya no escriben más? ¿Y si lo cierra? ¿Y si le ha pasado algo?

La mayoría de los lectores de blogs jamás comentan. Llegan leen lo que les interesa y se van. O llegan, leen un post y otro y otro y otro, y se suscriben y siguen leyendo durante años y jamás dicen nada.

¿Por qué no se comenta?

Por pereza.

Por que lees desde el Reader y no entras al blog propiamente dicho.

Porque has aprendido mucho leyendo un post sobre pongamos por ejemplo, cáncer, neutrinos o comida para celiacos pero te parece una simpleza total decir: gracias, he aprendido mucho.

Porque ese blog tiene un corral de comentaristas que parecen conocerse todos y te da como corte meterte en medio. Te sientes como si fueras andando por la calle, vieras una fiesta en una casa y decidieras entrar a sumarte al guateque. Da como cosilla y te quedas mirando desde fuera.

Por vergüenza.

Porque esperas que te contesten pero no sabes si te contestaran y prefieres seguir pensando que la posibilidad de que te contesten está ahí, a hacer que se esfume si resulta que el autor del blog te ignora.

Por indecisión..querría decir algo, pero no, mejor no digo nada..total..qué más da, si eso ya mañana. 

Porque no quieres desilusionarte. A lo mejor el autor es genial escribiendo, preparando sus argumentos, hilando un post de lo que sea y sin embargo contestando los comments se revela como un auténtico patán. Volviendo a lo de antes...prefieres confiar en tu instinto y no ponerlo a prueba demasiado.

Porque eres amigo del autor del blog...asi que no comentas. Le mandas un mail.

Porque crees que el autor no lee los comentarios. A nadie le gusta pensar que sus palabras van a ser ignoradas.

Lo bueno de los lectores silenciosos es que en cualquier momento pueden dejar de serlo si de repente encuentran algo que les hace “clic”.

Esta mañana me he levantado con uno de esos “clics" en twitter:
@ REMOCpi : “Llevo AÑOS leyendo tu blog y no sabes que ilusión me ha hecho encontrarte por aquí”

Estas cosas me dejan sin palabras.

Y sí, esto es para dar las gracias a todos los lectores silenciosos que pasan por aqui. 

lunes, 3 de octubre de 2011

PIROPOS

En mi más tierna y muy desagradable adolescencia desarrollé un síndrome de patito feo muy chulo, que como todo el mundo sabe repele cualquier tipo de aproximación piropeadora. Iba por el mundo pensando que mi hermana era la guapa, mi amiga era la mona, fulanita era la exitosa y yo simplemente intentaba mimetizarme con el medio ambiente.

Me ponía ropa grande, llevaba los hombros echados hacia delante, sacaba chepa, me daba vergüenza tener pecho, no me atrevía a llevar sandalias, ni bikini ni camisetas sin mangas. Básicamente quería ser invisible. Lo conseguía regular y a lo más que llegaba era a algo como: Moli coño, pero que borde eres, porque era incapaz de estarme calladita.

El piropo no era para mí.

Un día, sin embargo, con 16 años, salía del colegio e iba caminando por la calle hacia la parada del autobús
- FELPUDÍNNNNNN…ven aquí…

Con mi educación de colegio de monjas y mi pose de patito feo, seguí caminando tan digna como si no hubiera oído nada, mientras mi cabeza procesaba la información a una velocidad vertiginosa: ¿Felpudín? ¿Felpudín? ¿Yo? ¿Por qué? ¿Qué coño quiere decir felpudín?
Flash…la luz se hizo en mi dulce cabecita.

¿ FELPUDÍN?

Madre mía…que fuerte…Eh espera...felpudín...es horrible pero...¡¡ese tio me ha visto!!! ¡¡Me ha visto!! …mmm...a lo mejor no es tan malo...

 
Ahí desperté al misterio del piropo.
El piropo mola. Sé que hay una corriente de pensamiento que lo considera machista o degradante para la mujer o cualquier chorrada por el estilo. En mi opinión eso es ser una completa cretina y tener una visión muy reduccionista de lo que es un piropo.

El piropo lo puede decir un hombre o una mujer y puede ser para un hombre o para una mujer.

Cuando alguien te dice un piropo lo primero que hay que agradecerle es que te haya VISTO. Esto parece una obviedad, pero para apreciar si alguien está guapo, atractivo o sencillamente ha dicho algo interesante que merece un halago hay que haberle visto antes, hay que haberse fijado. Que alguien te VEA es siempre de agradecer.

Segundo, ese alguien se toma la molestia de decirte que le parece que estás guapo, atractivo, elegante, estupendo, sexy o que has estado ocurrente. Es decir, no solo te ve, te percibe y se da cuenta de cómo estas o lo que has hecho...si no que hace el esfuerzo de decírtelo.

No todos los piropos son iguales.

El piropo que hace reír.
Vas por la calle y te llaman felpudín. O unas jovenzuelas te gritan que estás estupendo. Te sorprendes, sonríes y sigues andando pensando que cuando lo cuentes la gente se va a descojonar.

 
El piropo cumplido.
Se dice por compromiso y se percibe como tal. Lo hacemos todos y se hace como reconocimiento al trabajo que te has tomado disfrazándote para bodas, bautizos, comuniones, saraos de empresa que requieran tiros largos y demás fastos. “Qué guapa estás”Qué elegante”, " Qué bien estás con traje y corbata" .Todo el mundo dice lo mismo, todo el mundo miente y todo el mundo se queda encantado. Este piropo resbala...se olvida según se escucha.

 
El piropo “tururú”.
Como tú eres tan listo/ ocurrente/ simpático/ inteligente… ¿podías ayudarme/hacerme/conseguirme?

Tururú.

 
El piropo que cabrea.
Cariño... ¿con qué vestido estoy mejor?
Con los dos estás guapísima.

Obviamente estas guapísima con los dos, por eso te los compraste y por eso te los estás probando. Quieres saber con cual estás mejor y para eso tienen que mirarte...y no vale de reojo. Hay que mirarte y verte.


El piropo inesperado de un conocido.
Este mola mil. Es el que no te esperas, vas con camiseta mugrienta o con el pelo como un gremlin o llegas sudado de correr, o llegas al comedor con la marca de gafas de nadar y un tomate en el calcetín y alguien llega y te dice: Estás guapísima hoy…o Estas estupendo…

Notas tu ego esponjarse...pero antes de dejar que se descontrole...te frenas y dices...eh...que estoy sudado y acalorado, o...pero si tengo el pelo de punta...y entonces miras al otro y se lo ves en la cara...lo dice completamente en serio...y entonces dejas que tu ego se esponje aún más y te quedás más feliz que una perdiz.


El piropo inesperado de un amigo.
Un amigo muy amigo, gente de total confianza, llega un día por sorpresa y te suelta un piropo nada más verte. “Estas todavía más estupenda que la última vez que nos vimos” o “me encanto lo que escribiste” o “me flipó lo que explicaste el otro día”. Estos piropos molan porque ni siquiera tienes que ponerlos en duda...sencillamente sabes que son de verdad y entonces no es que tu ego se esponje que es un efecto de corta duración, es que tu ego crece y crecerá cada vez que lo recuerdes. 

De estos, uno que me hizo mucha ilusión, fue NáN..hace poco..me llamo " chica asterisco"...

El piropo hacia atrás.
“No me atreví a decírtelo el otro día...pero estabas guapísima
No sabía cómo decirte esto pero que sepas que eres el tío más increíble con el que he estado

Este mola mil….porque lo une todo...es inesperado, suena sincero (¿Que sentido tiene decirlo pasada la oportunidad de conseguir algo o habiéndolo conseguido ya? ) y además hace reír…
Eres tonto/a..¿porqué no lo dijiste en su momento?