jueves, 7 de mayo de 2009

TRABAJO.

Admitámoslo, la mayoría de nosotros hacemos un trabajo absurdo que no produce nada y que no sirve para nada. No es una crítica, mi propio trabajo es totalmente superfluo y su supuesta utilidad está basada en la ineficacia e inutilidad de otros que hace que parezca que lo que yo hago es vital.

Los trabajos están bien, nos mantienen entretenidos, nos sacan de casa, nos hacen conocer gente y lo mejor de todo nos pagan por ello. La mayoría de las veces y en contra de lo que la gente quiere creer, nos pagan mucha pasta si la comparamos con la utilidad de nuestro trabajo.

Entiendo también que no se puede ir diciendo por ahí que tu trabajo es superfluo, todas nuestras relaciones laborales y la economía se irían al garete. Bueno, eso no, porque siempre vendría alguien más listo que tú y con la boca más pequeña que se quedaría con tu curro superfluo, lo haría aún peor y conseguiría un aumento.

Así que vale, muchos tenemos un trabajo superfluo por el que nos pagan y vale, no hay que ir pregonándolo a los cuatro vientos por ahí, pero de ahí a hacerse pasar por controlador de la Nasa de cuyo trabajo depende el movimiento rotatorio de la Tierra va un mundo.

A mi me pasa eso muchísimo en mi trabajo. Pongamos por ejemplo que trabajo en una empresa que se dedica a algo absurdo como colocar libros por colores en estanterías. Hay curritos que colocan los libros tal y como les dicen los jefes, hay curritos que iluminan los libros, curritos que les dan de comer, curritos que los controlan para que no se desorden, curritos que miran que estén bien colocados y curritos que miran si ese orden está teniendo éxito entre la gente que lo ve.

Vale, pues estamos todos enfrascados en ese apasionante trabajo día tras día. Ayer llamo al Director de colocación de libros porque el Jefe Supremo quiere un informe de medio folio sobre porqué colocamos los libros como los colocamos.

- ¿ para cuando?
- Pues para cuanto antes, es medio folio.
- No sé si me va a dar tiempo.

¿ NO SABES SI TE VA A DAR TIEMPO A ESCRIBIR MEDIO FOLIO? Venga no me jodas. Yo soy currita pero me dan ganas de decirle, pues ya lo hago yo, pero eso sería decirle que su trabajo es superflúo, inútil y tonto y no puedo decírselo porque mi hipoteca depende de eso.

Llamo también a la Jefa de compra de libros rojos y le pido un resumen de los contratos de compra de libros rojos de menos de 300 páginas que hemos hecho en el último año. Entra en pánico.

- No me queda claro lo que quieres.
- Yo no quiero nada. Lo necesita el Jefe Supremo.
- ¿ Podría hablar con él? Es que no sé que quiere exactamente.
- Exactamente quiere un cuadro con los contratos que se han firmado para comprar libros rojos de menos de 300 páginas en el 2008.
- Pero es que…
- PERO ES QUE QUÉ ( pierdo la paciencia). DAME A MI LOS DATOS Y YA LO HAGO YO.
- Eso no se puede hacer, es información de mi departamento.

Se me ha olvidado comentar que una cosa fundamental para intentar evitar que los demás descubran lo inútil de tu trabajo es guardar la información en plan gollum “ es mi tesoroooooo”. No hay nada que mejore más la importancia de un trabajo como la expresión “información confidencial”, aunque esa información sea la cantidad de rollos de papel higiénico que se gastan en los baños del departamento de compra de libros verdes.

Me siento a esperar que me den esos dos informes. El J.S. como todo mandamás que se precie no tiene conciencia del tiempo que se tarda en preparar cualquier cosa, pero esta vez estoy de su parte. Medio folio de filosofía barata laboral se puede escribir en 10 minutos.

La filosofía de nuestra empresa a la hora de colocar libros está basada en la importancia de resaltar los valores propios de la comunidad que los acoge, esto no quiere decir que nos olvidemos de lo universal. Desde nuestros inicios como colocadores de libros hemos pretendido que el público encuentre en nuestras estanterías el reflejo de lo que son, de lo que hacen y de sus vidas.”…blablablablabla.

Fácil ¿no?. Pues tuve que esperar 8 horas para que luego me pasara 3 folios porque “ se había embalado y no podía decirlo todo en tan poco espacio”. PERO SI NO HAS DICHO NADA, si se trataba de no decir nada. Al final tuve que podarlo todo para dejar medio folio.

La de los contratos de libros rojos tardó otra eternidad. Y esta me encanta porque es de las que te manda el mail, y según le está dando a enviar te llama para decirte que te lo envía y cuando lo estás imprimiendo aparece en tu despacho con el informe en papel. ¿ Soy yo o la gente no entiende el valor de las nuevas tecnologías? A lo mejor intenta justificar su trabajo con estos paseos o a lo mejor quiere ver que cara pongo al ver su trabajo. Por supuesto también he tenido que podarlo porque o yo no hablo castellano o me explico mal o la gente es imbécil; además de los contratos de libros rojos de menos de 300 páginas ha metido todos los contratos desde el inicio de los tiempos. ¿ PARA QUÉ? Otra vez para justificarse y darme a mi más trabajo.

Y luego está la parte en la que les puteo.

- ¿Le has dado a J.S el informe?
- Si. ( no te jode,me lo he quedado para vendérselo a los rusos)
- ¿ y que ha dicho?
- Nada
- ¿ Nada?
- Si. No ha dicho nada, lo ha guardado en la carpeta.
- ¿ Pero le ha parecido bien?
- No lo sé. No me lo ha dicho.
- Bueno, si hay que cambiar algo me lo dices.
- Como lo tenía en el ordenador, ya lo he cambiado. No sufras.


De todos modos estoy pensando que ya sé para que me tiene mi jefe y a lo mejor mi curro no es tan superfluo y efectivamente me merezco un aumento.
La foto de paquete ya está colgada en el post correspondiente

miércoles, 6 de mayo de 2009

RECENT KEYWORD ACTIVITY (V)

Y una semana más aquÍ tenemos nuestra sesión de búsquedas absurdas en Google.

He observado que hay por Internet una gran preocupación por el orden, desconozco si esos preocupados son de los desordenados o de los ordenados que sufren el desorden de otros. Hay búsquedas para todos los gustos:

“en mi desorden tengo mi orden”, claramente un adolescente con habitación llena de mierda, cama sin hacer, restos de pizza, raspas de sardina y calcetines malolientes que intenta encontrar en Internet una justificación que haga entrar en razón a su pobre madre. Querido petagranos, no te va a servir de nada, tu cuarto es una pocilga y tendrás que ordenarlo.


“justo medio entre orden y desorden”, aquí veo a la típica maníatica del orden que ha visto fracasar su enésima relación al darse cuenta una vez más de que el tío de sus sueños no ordena los calcetines por colores, las revistas por orden alfabético y las latas por tamaños. Querida, tu no estás en el justo medio..tienes trastorno obsesivo compulsivo.

Mi favorita en esta categoría esta semana es “ coaching para ordenar la casa”. Tengo una mala noticia, la palabra “coaching” se ha instalado en el vocabulario diario. Sospecho que la mayoría de la gente que la utiliza no sabe lo que significa pero le dan una especie de connotación mágica. La cree que si pone “ método para ordenar la casa” le saldrán cosas aburridas como: tire la mierda que tenga por medio, deje la ropa interior en el cajón, los zapatos en el armario, guarde los juguetes en las cajas, y tire los periódicos viejos. Sin embargo esa misma gente piensa que si pone “coaching” van a encontrar una solución divertida para ordenar. Algo tipo Mary Poppins cuando ordena con los niños chasqueando los dedos…con un poco de azucar..esa píldora que os dan…la píldora que os dan….( otro día hablaré de las traducciones de la canciones). Vale, pues el coaching no es magia…es también un timo pero no es tan divertido.




En la sección varios de esta semana, tengo algunos curiosos. Lo son por la búsqueda que hacen y porque no entiendo como busca Google.

Sé que hay unos tíos en California en unas oficinas superchulas, en vaqueros guarreros y calzando zapatillas gualtrapas que se relajan en sofás delante de peceras y que tienen pizarras en las paredes para poder escribir las ideas geniales que se les ocurren mientras juegan al ping pong. Ahora qué lo pienso no sé porque les damos credibilidad.

El caso es que si por ejemplo tienes una inquietud grave por saber algo como “ el bicho como autobús en centro américa” el primer resultado que sale es mi blog. Me temo que es un resultado frustrante. Chicos de las oficinas chulas..poneos a currar.

La consulta que sin embargo me llena de satisfacción esta semana es esta: “disfraces disney de boqueron de pez”. La pregunta era complicada, no se entiende bien, ¿ quieres disfrazarte de Disney? ¿ de pez pequeño?. Yo creo que mezclas conceptos. Creo que quieres ir de Nemo pero no te acordabas del nombre ni, me temo, de la especie porque no era un boquerón, era un pez payaso. Esto te lo disculpo, a lo mejor no tienes hijos y no la has visto 15 veces. Lo gracioso es que San Google ante esa pregunta tan complicada ¿ a donde te llevó? . Como primer resultado te llevó aquí…y lo que es mejor..lo leiste 33 segundos.

A lo mejor no has aprendido como hacerte un disfraz de boquerón o de pez payaso..pero espero haber evitado que vayas a ver el musical de Nacho Cano.

Que bonito es hacer el bien a la humanidad.

martes, 5 de mayo de 2009

SINDROME DE ABSTINENCIA

Como todos los vicios empezó poco a poco y sin darme cuenta. Bueno, como todos los vicios no, en este me costó caer. Yo no quería, no me apetecía. No tenía tiempo para dedicarle, me daba mucha pereza y además tantos elogios de los demás me hacían estar un poquito a la defensiva. “ Seguro que no es para tanto”.
Por otro lado me daba miedo no estar a la altura. ¿ Y si no me gustaba? ¿ Y si no era capaz de seguirle el ritmo? A ver si me iba a pasar como con otras cosas, que todo el mundo me habla maravillas y cuando las he probado me he quedado fría y pensaba o soy la más lista del planeta o soy tonta y esto está por encima de mis posibilidades.

Empecé con miedo, con prevención, poco a poco. No era fácil, no era sentarse y ya está. No era sentarte y dejar que pasara delante de tus ojos. Tenía que estar atenta, captar los matices, retener los datos. La primera dosis fue difícil, como con todos los vicios pensé “ yo a esto no me engancho ni de coña” , la segunda pensé “ bueno, para pasar el rato me vale”, a la tercera ya estaba totalmente enganchada. Por fin, había encontrado mi droga, aquello estaba hecho para mi.

Como con todas los vicios no valía cualquier momento. Tenia mi ritual. Después de cenar, el chocolate y el sofá. Nada de interrupciones, ni teléfono, ni baño, ni princesas gritando, solo estaba para mi vicio…y así noche tras noche desde el mes de diciembre. Noches y noches dedicadas con fruición a mi vicio, noches y noches acostándome más feliz que una perdiz por los buenos momentos disfrutados y contenta ante la perspectiva de la cantidad de noches que me quedaban todavía.

Yo sabía que de aquello no podía sacar nada bueno, ninguna enseñanza moral ni paparruchas de esas. Aquello no me enseñaba nada, no me hacía mejor persona y ni siquiera me servía para culturizarme. No era más que disfrute total, placer.

Y ayer se acabó. El momento que pensé que nunca llegaría, llegó. Fundido en negro y final. Ya no hay más. Se terminó y ahora estoy como zombi. Busco en Internet sucedáneos para entretenerme, algo que me haga mantener la ilusión de que podré recuperar esos buenos momentos, que podré volver a disfrutar como antes, que no estoy abandonada, que lo superaré, pero en el fondo se que es imposible.

He terminado de ver Los Soprano y tengo síndrome de abstinencia. No voy a tratar de explicarlo, no voy a contar porque mi vida ya no será lo mismo, ni siquiera voy a cantar las alabanzas de la mejor producción televisiva de todos los tiempos. Nadie me creería y tampoco me importa, pero si no queréis perderos la mejor serie de televisión de todos los tiempos enganchaos a Tony Soprano.


El video es una sesión de todos de Annie Leibovitz para Vanity Fair, me ha molado y la música es alucinante y además por si consigo convencer a alguien no contiene ningún spoiler.

lunes, 4 de mayo de 2009

GANAR



No soy una persona competitiva. Esto no es una virtud, no soy competitiva porque nunca gano a nada así que he decidido qué para qué. Soy perfectamente consciente de mi mediocridad en todo. En deportes soy una nulidad absoluta, a las cartas no sé contarlas ni fijarme en lo que lleva el otro, a los juegos de ingenio soy una incapaz, jamás seré tampoco la mejor vestida, ni la más elegante, por no ser ni siquiera seré nunca la peor vestida. Soy del montón.

Como soy poco competitiva me alucina la gente que siempre está en una competición permanente. Tú cuentas una avería de coche que has tenido y ellos han tenido una más grave y peor, tú cuentas una maldad que hiciste en el colegio y ellos resultan ser unos diablos adolescentes, tú cuentas que te has comprado algo por 5 euros y ellos lo han encontrado más barato. Tú has dormido mal y ellos peor. Seguro que les cuentas que te han puesto los cuernos y ellos cuentan que no entran por las puertas de la cornamenta que llevan. En todo siempre son más.

Son esa gente con la que propones jugar a algo inocente, tipo el parchís y de repente te encuentras sumergido en una lucha a muerte y sudando a mares porque te das cuenta de que lo que para ti era simplemente tirar el dado y contar para ellos es una especie de competición de estrategia para dominar el mundo. Dan muchísimo miedo.

Jugar deja de ser divertido y además te conviertes para ellos en alguien sospechoso de hacer trampas. ¿No sería más fácil simplemente disfrutar del juego? A lo mejor soy simple en mis apreciaciones y lo que ocurre es que como jamás en mi vida he ganado a nada desconozco la satisfacción que produce ser el vencedor.

Releyendo lo que he escrito me doy cuenta de que parezco uno de esos mierdas que siempre dicen..” uy..me van a dar el Oscar..yo es que paso, lo importante es el trabajo” y para nada. A mi me encantaría ganar en algo, lo que fuera, ser la mejor al scrabble en mi casa, ganar al continental a mi hermana, quedar primera en la competición de esqui que hay al final de la semana de cursillo, o ser la más guapa de una fiesta. Me encantaría pero como veo que las posibilidades son mínimas, pues disfruto del juego mientras tanto.

Me acabo de acordar de que cuando tenía 11 años gané un premio de disfraces en mi colegio: iba de paquete. ( Prometo foto de tamaña humillación).

¿Paquete? Mi madre diría que iba de regalo, pero era un paquete. Más o menos lo que soy ahora en casi todo.